Wednesday, August 27, 2008

El Espiritismo En Su Asiento

ESPIRITISMO EN SU ASIENTOPARTE 1
PROCLAMAEl Universo Solidarizado. El mundo todo Comunizado. LA LEY es una. La sustancia una. Uno es el principio. Uno es el fin. Todo es Magnetismo Espiritual. APOTEGMAS ADOPTADOSMÁXIMA: Por el Fruto conocerás el árbol. Consejo: Busca el consuelo en la verdad. Mandatos: Conócete a ti mismo. Ama a tu hermanoAXIOMA: En él estaba la vida, y la vida es la luz de los hombres. PROGRAMA PERPETUO DE ESTUDIOSLA VIDA ETERNA Y CONTINUADADISTRIBUCIÓNCONFERENCIAS VERBALES Y MEDIANÍMICASMARTES Y VIERNES a las 20 horasDOMINGOS a las 15 horas1ª. EDICIÓN, agosto de 1919. 2ª. EDICIÓN, Corregida y Aumentada: abril de 1929. 3ª. EDICIÓN, noviembre de 1997.
EL ESPIRITISMO EN SU ASIENTO
Prólogo de la 2ª. EdiciónDestinado como fué “El Espiritismo en su Asiento” a rasgar el crepúsculo a los hombres, lo consiguió con todos los que lo han leído. Como Draga y como Aplanadora, mandamos por delante el acerado folleto “Strossmayer” y el aplastante de errores: “El Primer Rayo de Luz”. El primero, se ha impreso por millones en varias tiradas y arrancó peñascos y raíces opresoras de las conciencias, de errores máximos y dogmas religiosos que cegaban los canales de la razón, convirtiendo las conciencias en lagunas sin salida, corrompidas y cenagosas. Canalizó, y con los escombros rellenó barrancos y trazó caminos que, como aplanadora afirmó y allanó “El primer rayo de Luz”. (que en su gran tirada también se está agotando) y “El Espiritismo en su Asiento”, caminó poniendo luz en el camino y los hombres ya no pueden equivocarse. En agosto de 1919, entró en prensa “El Espiritismo en su Asiento”. El 1º de abril de 1929 y en el momento de invocar a Eloí y la Cosmogonía, para abrir nuestra “Pascua Máxima” o del Juicio de Mayoría y final de la tierra, que está confirmado en “El Espiritismo en su Asiento”, va éste corregido, aumentado y subrayado, a los moldes de ATANASIA, para llevar a sus lectores a las mansiones de “ATHANASIA” (inmortalidad) seguro de conseguir su fin, con todo el que lo lea razonando. Con la luz, jalonada por “El Espiritismo en su Asiento”, sus otros hermanos, han ilustrado a los hombres en los axiomas de la verdad suprema, en más de CIEN CÁTEDRAS, donde LA SABIDURÍA eleva a los espíritus, a su padre ELOÍ. ¿No es esto renovar la faz del Mundo? Así lo confirman las religiones en su irremediable caída y desaparición, pues los hombres, recobran los derechos que en la ignorancia RELEGARON. “El Espiritismo en su Asiento”, en su “SEGUNDA EDICIÓN” va subrayado en sus sentencias y axiomas, que en la primera hubimosde velar un algo, atendiendo a que la indigestión de errores en los hombres era tal , que habría sido imprudente darles un purgante, en vez de un laxante preparatorio, que evitara los peligros de un cólico. Se han purgado, pues, las conciencias y ya, sin dolor de éstas, pueden alimentarlas con la rigurosa verdad de los axiomas y sentencias y la salud del Alma por el discernimiento del Espíritu en luz, hasta los cuerpos gozarán de paz y tranquilidad, en la que recobrarán ánimos y fuerzas para buscar la fraternidad, estrado de la Comuna de Amor y Ley, que a todos les dará el completo bienestar que la “Escuela Magnético-Espiritual de la Comuna Universal” trae a la tierra de Orden de Eloí, con su gobierno universal. “El Espiritismo Luz y Verdad”. Su fundador, ya está hecho al sacrificio por sus hermanos, aún de aquellos que son “hermanos por fuerza”, como han dicho el fuerte Juan y el instructor Mactheuix que leeréis en sus comunicados. Y aunque en la Segunda Edición va mejorada en corrección y tamaño y aumentada y aclarada en notas y subrayados que hace subir su costo, no variamos el precio anterior; pues nos bastará cubrir los gastos hasta llevarlo a manos del lector, nuestro hermano. Leedlo pues y apropiaros de sus enseñanzas y defender los principios del Espiritismo Luz y Verdad que sostiene nuestra Escuela, ya que, sin la lectura de la obra que compone la Escuela (porque la Escuela es su cuerpo de doctrinas), sin leerlas, digo, no podéis conocerlas y no podéis defender lo que no conocéis. Los que quieren pertenecer a la Escuela sin conocer sus doctrinas, hacen sombra; pero los que sin conocerlas las critican, Calumnian, y “El Calumniador es Vil y comete muchos crímenes a la vez”. Vaya para todos nuestro abrazo fraternal. “Siempre más allá” Buenos Aires, 1º de abril de 1929 era vulgar: día 13 del mes 7 del año 18 Nueva Era
EL ESPIRITISMO EN SU ASIENTO
PremisaTerribles son los momentos por los que atraviesa la humanidad de la tierra. Agónica la situación que soporta cada hombre, sin distinción de posiciones sociales, clases y castas: Incierto y obscuro está el horizonte, anubarrado de negruras que agobia a todos con una incertidumbre que nadie logra deshacer, habiendo en el presente, hombres de más conocimientos que nunca. ¿Cuál es la causa?... Para todos es misterio aterrador. Hasta las matemáticas les mienten y los conducen por los caminos más extraños, en procura de una defensa que nadie encuentra; con lo que, todos caen en la inacción más aterradora, o idean defensas descabelladas que soliviantan a otros, porque en verdad, ninguno comprende la causa y no emprenden el verdadero camino que los conducirá a la tranquilidad de su conciencia. Y es porque, todos sienten remordimientos agobiantes en su alma, porque todos tienen procesos, de hechos punibles ante la Ley divina, que en su inexorable Balanza, pesa muy fiel y dice la verdad y ésta quiere imponerse, porque la obliga la gravedad de la ley inmutable del progreso. La ley del progreso, ha señalado su máximo posible en la dualidad del hombre de cuerpo y alma: el progreso no puede ser que tenga límites, porque señalaría la muerte de las cosas y ésta no puede existir; porque si existiera, el universo acabaría y el Creador sería finito; acabaría también. Esta premisa irrevocable e incontrovertible, hasta para las más positivas y erradas religiones, envuelve la incógnita de eso misterioso que a los hombres agobia y aplasta hoy, como losa incomparable: y la verdad es, que todos los hombres, en todo el mundo, se han declarado impotentes de levantar esa losa y sucumben. Y sin embargo, cada hombre tiene en sí mismo la palanca que puede mover esa losa y salir del agobio: pero todos temen usar de esa palanca, porque, los que se creen sabios, se van a ver, legos a lo absoluto, en la verdad de la sabiduría del espiritismo, que todo lo sabe y los grandes supremáticos se verían causantes de esta incertidumbre y agonía y prefieren morir aplastados mejor que descubrirse culpables, porque temen una represalia de sus agobiados y engañados tan largos siglos, porque enlodaron, desfigurando, calumniando y queriendo matar al inmortal operador del progreso, que es la única palanca capaz de mover y tirar muy lejos esa aplastadora losa que mata asfixiada, a toda la humanidad: el espíritu. He ahí al causante de que los hombres no se entiendan hoy: pero es a causa de que, siendo el espíritu solo (sólo a lo absoluto) el que hace el progreso, no se le quiere conocer como primero cuando ha llegado la hora de su reinado, en la que tiene que implantar por la fuerza de la razón, por la fuerza máxima de la ley, la ley del trabajo, para el progreso que él no puede, pero que tampoco quiere eludir y se impone (??)... Sí, se impone en justicia a la materia, como se impuso el sacrificio de vivir oculto dentro de la misma materia, hasta que ésta pudiera vivir del progreso pobre que le puede dar el conocimiento de su dualidad cuerpo y alma y ésta, no tiene ley, como más adelante veremos comprobado. En este estado, los hombres no pueden vivir; y cada uno trata de encontrar un modo y no lo puede topar, porque lo busca sobre el dominio de otros hombres y aquéllos, tienen también la misma causa que deben defender y defienden. De aquí las hecatombes presentes y de siempre. No. La losa mortal que la humanidad soporta en esta horrorosa agonía, no la puede mover y no la moverá una individualidad, aunque ésta sea formada por un grupo de naciones, sí en sus pactos y secretos encierra supremacías y antagonismos para otro grupo de naciones, porque, el espíritu no tiene nacionalidad, ni aún sexo y no se somete a las leyes caprichosas de los hombres–materia, animales, como son los que sólo conocen del hombre el cuerpo y el alma, y sólo en el hombre. He aquí la causa del terrible desconcierto que reina en todo el mundo y que sólo El espiritismo, con su régimen de sabiduría, justicia y amor, en la Comuna sin parcelas y sin fronteras, ha de convertir en armonía, con su solo credo, con su ley de Amor, por este solo mandato: “Ama a tu hermano”. Sin esto, es inútil que se agiten los hombres del capital, ni los obreros, porque no se entenderán. Inútil también que los gobiernos traten de hermanar, lo que no pueden fraternizar. Más inútil todavía, que se reúnan grupos de naciones para amedrentar y sofocar a otras naciones, porque los espíritus de todos recibieron de su Padre, la orden inflexible de establecer su reinado, desmintiendo a todos los dioses religiosos, credos absurdos, políticas arcaicas, dignidades ficticias y falsarias, leyes opresoras y de holgazanería, porque el reinado del espíritu, sólo conoce hombres hermanos: sólo tiene al Padre común que no es dios de ninguna religión monopolizadora, sino Padre de todos; pero como tal, imparcialmente, da a cada hijo la misma ley, el mismo mandato y ninguno es más que otro como verdaderos hermanos que somos. Pero hay hijos que no cumplen y se declaran enemigos del progreso; son hijos desobedientes y en antagonismos a los cumplidores del mandato de amor, crearon dioses de iras, de venganzas, de guerras, de supremacías, por la concupiscencia, que no pudieron ni jamás podrán satisfacer. Y ahora que por malversores se ven desalojados y rotos sus dioses por el Espiritismo (credo único en todo el universo) esos dioses, en su agonía, encendieron esta horrible hoguera que consume al mundo; pero que el espíritu sabe aprovechar y la mantendrá encendida hasta que consuma la causa y se purifiquen (si pueden) los efectos, o se carbonicen para sacarlos y tirarlos al montón de escorias. Hace 40 siglos que a la humanidad se le anunció todo; 36 que se le dió la ley; 19 que se le rememoró; 50 años que se le anunció el nacimiento del Anticristo y tembló el que lo anunció perdiendo el poder temporal. ¿Será verdad que el Anticristo había nacido? Son varios los que se apodan de tales, públicamente y aún con grandes carteles hay quien se anuncia; ayer nos comunica el telégrafo que “Lenin es el Anticristo”. Pero lo cierto es que, sea quien pueda serlo individualmente, el mundo no tiene arreglo sino por las doctrinas puras del Espiritismo Luz y Verdad que presenta esta Escuela, y entonces, sólo el espirtismo es el verdadero Anticristo y Antidios, pues quita el error y establece la verdad. La hora marcada inexorablemente se cumplió (como leeréis más adelante) y hace 8 años, que estas doctrinas, por este libro, debieron llegar a manos de los hombres; pero los espíritus en su libre albedrío de obrar dentro o fuera del mandato omnímodo (hasta el momento de la ejecución de la justicia), los espíritus, repito, detractores de la ley, enemigos del progreso y de la humanidad, en vez de acatar la justicia y la ley de Amor, levantaron la guerra; consintiendo antes, que toda la humanidad sucumba, a descubrirse culpables. ¡Vano empeño cuando no conocían de dónde soplaba el viento!... Sí, lograron retrasar un momento más que se les diera a los hombres el verdadero y único faro adonde debían dirigirse. ¿Pero qué han conseguido con esto? Sufrir más prolongando su agonía y exaltar al pueblo que presiente y quiere su regeneración verdadera. Hoy que se marca el segundo inflexible e improrrogable en la esfera de la ley del Creador, se da a luz el principio y se le pone a la humanidad, como el único revulsivo capaz de hacerla sentir su dolor, para localizar el lugar de la úlcera que debe ser operada sin remedio. Es dueño el hombre de elegir; entre ser curado o amputado; pero no es dueño de eludir la ley y no la eludirá. Mas ante lo que presenciamos, nos vemos obligados a preguntar: ¿Qué se ha hecho del mentido dios católico–cristiano? ¿Qué del budista, del mahometano, griego, romano, egipcio, chino y de todos los dioses antiguos y modernos?... Todos son mentira: todos han mentido y ninguno quiere cargar con la responsabilidad de sus culpas. Pero cuando el pensamiento libre voló y penetró en los dogmas absurdos, cuando los espíritus hablaron y se mostraron en todas formas, modos y lenguas, acabaron los milagros, huyeron todos los dioses, rodaron coronas y cetros, y los hombres... se rieron de las excomuniones y sacramentos, y la gran Babilonia se mostró en toda su desvergüenza, con todos los dioses, allí en la conferencia de París, tratando de una paz imposible, bajo la cual quieren reunirse los supremáticos y sobre todo el Pontífice Cristiano, pero no ha lugar, habló el espíritu y obliga a callar a los dioses. En estos momentos que escribo esta premisa (23 de junio de 1919) para meter en prensa este libro (retrasado en ocho años, porque así lo han querido los hombres), en estos momentos, digo, se está extremando todo, para hacer firmar un documento que habla de paz, pero que sólo encierra guerra; y no se tardará en ver las consecuencias; pero una pretensión que alguien tiene... esa... no será por la justicia divina... Las demás consecuencias, aunque son funestas para los hombres, son de los hombres y por horrorosas que sean, se consumarán. La guerra debió morir, muerta por la guerra; la guerra se cortó por la falacia; no murió la guerra, y de unificada como estaba, se dividirá en cuarenta guerras todas desastrosas y a la vez, si aquel documento se firma. Si no se firma, la guerra se reanudará de nuevo y será mil veces más espantosa que lo fue antes de los 14 sencillos puntos (que no subsisten, porque fueron llevados por quienes habían comerciado con la guerra) ,y ¿cómo podrán organizar la paz? Hoy, los hombres que algo pueden pensar, (y son muy pocos) saben que el mundo no tiene arreglo, sino cambiándolo todo, mas no como empezó en la Rusia. Y, el “Espiritismo en su asiento“, es la palanca que puede poner a la humanidad en derrotero fijo sin que haya vencidos, en el cambio que la Ley exige. Leedlo, estudiadlo, profundizad sus principios con afán y sin prejuicios y acabará la agonía y sólo así podrá ser la paz, porque se habrá pacificado cada hombre en su conciencia. Si no lo conseguís cada uno, ¿cómo podréis abrigar una esperanza quimérica, de asentar la paz en el mundo? La mentira, dominó por el terror; la verdad, reinará por el amor y nada lo impedirá, porque el espíritu ha de cumplir el mandato inexorable del Creador su Padre, para lo cual se le rasga el crepúsculo. Sí; ¡hombre hermano!, lee, profundiza y declárate (por tu conciencia) si quieres seguir siendo obstáculo al progreso; en cuyo caso, prepárate, porque esta rueda aplasta al que no entra en sus engranajes; si felizmente te declaras obrero del progreso, sacude tu letargo; despierta y marcha por el camino que la ley te señala y recoge a cuantos se encuentran estancados o heridos y ayúdalos, porque desde hoy, no hay más que este mandato: “Ama a tu hermano”; de lo demás... la ley de Justicia tiene órdenes dadas; y pronto, muy pronto, hasta la Naturaleza, hará sus demostracionesL1). ................................................................................................................ Y lee, estudia, comprueba sin temor; duda pero no niegues; critica pero no calumnies.
JOAQUÍN TRINCADOBuenos Aires, 23 de junio de 1919.
EL ESPIRITISMO EN SU ASIENTO
PREFACIOPasó la noche; en el horizonte se anuncia el sol; pero es la hora del crepúsculo incierto y es terrible, porque pueden dominar los nubarrones y sin gozar de la bella alborada, entrar en un día tormentoso y triste, que sólo al llegar el sol a su fuerza, podrá rasgar el crespón y bañar con su luz los campos y alegrar los corazones oprimidos por la densidad de la cerrazón. En esa hora indecisa, ¡cuántas negruras presiente el alma! Mas al penetrar los rayos vivificadores, las gotas de agua dan mil cambiantes de fuego y azul y la sombra se convirtió en belleza y armonía para el alma antes abrumada y que ahora se esparce y se hincha ante el verdor y lozanía de los campos; ante el azul del techo sin fondo que lo cobija amoroso y se enardece al contacto del tibio calor de los besos que el sol le manda al hombre, por sus dorados destellos, que él recibe de mayor luz; de mayor sol. ¡Oh! si el hombre comprendiera la causa de esa luz, la causa de su ser, las causas de sus tristezas y de sus alegrías; si el hombre no estuviera miope en su razón; si se conociera en su constitución y composición...en ese momento sublime, descubriría toda la metafísica que se opera en el universo y un canto de gracias saldría espontáneamente de su... ¿corazón?... de ¿su alma?... No. Saldría ese canto, de su razón. Pero, ¡ay!, que el hombre no se conoce. ¡Ay!, que el hombre está helado y no le reviven los rayos solares. ¡Ay! que el hombre está insensible y no siente la belleza del rojo-azul de las gotas de rocío, que como perlas cuelgan de las hojas, como el hombre pende de la ley inexorable de... ¿La muerte? No. De la ley de la vida eterna y continuada, hasta para el cuerpo que, en su ley, bajará a la fosa, más no morirá. La muerte no existe. Duerme el hombre aún, cuando vive solo la vida animal por larguísimos millones de siglos que representan la noche, que llama el mismo (poéticamente) la noche de los tiempos; pero la ley obliga a despertar al trabajo y no puede despertar el que no tiene en sí la ley del trabajo y yacen en la bruma de su niebla y aún la evocan. Les daña el sol en su miope retina y entonces no tienen crepúsculo y tienen que despertar de la noche al día. No hay para ellos la hora deliciosa crepuscular, en la que se desvanece la línea negra, por la áurea faja que hace a los ojos fuertes para mirar al sol. Mas la ley es despertar; y ella tiene medios dulces y medios bruscos; y sí, es dueño el hombre de elegir el medio; más no es dueño de eludir la ley del despertar. ¿Que tenéis libre albedrío? Dentro de la ley, lo tenéis. Pero la ley es despertar y llega en su hora y da la luz, sin mirar que os quedéis ciegos y sois vosotros los culpables; no la ley. Ella pone el crepúsculo, para ayudar la vista del débil a pasar de las tinieblas a la luz, porque, queráis o no, no habéis de dormir siempre, ni seréis quien le quite, ni ponga obstáculos al carro del progreso, a no ser que os declaréis poderosos para parar el mecanismo universal. La ley (os lo diré sin ambages) es como un ser sin entrañas ni sentimientos; ella no tiene oídos para lamentos ni para alabanzas; llega omnipotente como infinito y terrible rodillo y todo lo aplasta; no hay jerarquías, no hay posiciones, no hay dignidades, no hay más que justicia; no hay más que la ley. El que está fuera de ella se suicida, puesto que os anuncio el crepúsculo que no quisisteis rasgar, ni ver rasgarse. Es la ley de un solo hombre, toda la del universo; y la vida de una corta existencia corpórea, lo mismo que la vida eterna o la vida temporaria de los mundos y la vida de las humanidades (que son más temporarias con relación a los mundos) todos tienen su noche, su crepúsculo y su día, igual que sea el día civil, como el de la existencia de un hombre, como la de una humanidad, como la de un mundo, el crepúsculo es el intermediario entre la noche y el día. Todos tienen que rasgar o ver rasgarse el crepúsculo, que para los mundos es la aparición del hombre; para las humanidades el descubrimiento del espiritismo, y para los hombres, la entrada en él, descubriendo su trinidad. El crepúsculo de los mundos, es terriblemente grande en sus magnificencias de fundirse los tres reinos en una sola masa; el crepúsculo de las humanidades es horriblemente grande, porque essu liquidación de cuentas, su juicio final, en el que todas las miserias han de descubrirse; y el crepúsculo del hombre, es terrible y horriblemente grande, porque ha de verse trino y con su jefe dentro de sí mismo, a quien no contaba ni daba vida y sólo por él vivía, porque, sólo el espíritu es el actor de la vida, la cual sólo puede él demostrarla por mandato único y exclusivo del autor de la vida y, ésta es el asiento del espiritismo; la Vida Eterna y Continuada. Sin el espíritu, la vida no existiría, pues fue hecha sólo para el espíritu. Es por esto, el espiritismo, el crepúsculo que nadie puede dejar de rasgar y por la justicia, al que no lo quiere rasgar, llega el juez, mandado por el autor de la ley que no sólo es autor de la ley el creador, sino que El es la misma Ley, fatal e inflexible. Pero así y todo, su ley es amor; aún en el mayor rigor de la justicia. Pero manda, repito a un juez, hombre hijo del hombre, a pedir cuentas; a rasgar ese crepúsculo a los que duermen y nada importa la carne; ésta no tiene responsabilidad. Y aún nada importa el alma; ésta tampoco tiene responsabilidad. A la ley, sólo le importa del espíritu, único responsable en toda la creación, ante la ley, ante el creador y ante el juez.. ¿Protestan los que duermen? Nada importa. ¿Se tapan los ojos los somnolientos? Tampoco importa; a tiempo dijo el profeta: “Tienen ojos y no ven, orejas y no oyen“: les rasga el velo y la luz brilla; si se les queman los ojos, hay otras moradas de semi-luz; también esto se les dijo por Jesús, ha muchos siglos, como también que “El hijo del hombre llegará como ladrón de sorpresa“; así sucede; no lo esperaban y les sorprende el esposo con las luces apagadas y sin aceite para el camino; no han sido prudentes y su torpeza los condujo al precipicio. El velo se rasgó y la luz baña ya a la tierra, y ésta viene de Sión; más no sólo la luz para el espíritu de la razón metafísica y matemática pura, sino la luz del movimiento que suplanta todas las fuerzas negativas que el espíritu inspiró en la noche y el crepúsculo. Todo es obra del espiritismo, porque el hombre es sólo por el espíritu y sólo puede llamarse hombre en su estado trino. Merece premio de la ley cuando es Dúo consciente, que es cuando el hombre trabaja en rasgar el crepúsculo; momento terrible en el que se encontrará con su espíritu a quien no conocía, viviendo sólo por él y en él, como el espíritu vive por el Padre y en el Padre, del que es su voluntad ejecutora, porque es Consubstancial ab y coeterno con Él y en Él; por lo que el espiritismo es la vida eterna y continuada y la vida su asiento.

ESPIRITISMO EN SU ASIENTOPARTE 2 ¿Se niega? Nada vale negar. Por negar y por afirmar, lo mismo es la verdad eterna y ni la negativa ni la afirmación la cambian: el que cambia es el hombre, de Dúo en Trino; de oscuro en luminoso; de ignorante en sabio; de menor en mayor de edad; de aprendiz en obrero; de discípulo en maestro y la ley siempre es igual: Omnipotente rodillo que aplasta sin oír lamentos ni alabanzas; por lo que, sólo se dañan los negadores; los sin razón; los que no conocen la verdad de la vida; los que no entran en la metafísica; los que desconocen por eso el movimiento de la mecánica universal, único impulsor que la obra para producir los cuerpos físicos que apreciamos, que pesamos, que medimos por las matemáticas positivas; que si ellas dominan las ciencias y las artes, son a su vez dominadas por la metafísica, por la razón, única matemática pura, que siendo el idealismo, la razón encontró en ese idealismo, el gran C.G.S, (centímetro, gramo, segundo) que sacó del espacio, del tiempo y del éter única substancia de la que todo procede: pero el espíritu es de antes que el Eter, porque éste es el pensamiento del creador que todo lo llena, sin dejar un mil millonésimo de milímetro vacío: si lo hubiera, allí estaría la muerte. Pero el éter, (pensamiento del Creador) sólo es vida universal sin formas y de éstas, es sólo el espíritu el encargado de crearlas eternamente porque es la voluntad omnipotente de su Padre. Y todos los espíritus del universo infinito están por ley y afinidad solidarizados, de cuya pluralidad nace el espiritismo que se asienta en la vida eterna y continuada, por lo que el espíritu es la vida misma: esta luz, calor y movimiento, por lo que, la vida y el espíritu, una misma y única cosa son en verdad, en ELOÍ. Venid artes, venid ciencias, venid hombres... desmentid esta afirmación, racionalmente, metafísicamente: si me podéis asegurar que vosotros no vivís, habréis desmentido la verdad eterna de la vida, del espíritu y al mismo creador. Mas si a pesar de que no podéis negar que vivís, os atrevéis a negar el espiritismo, sois los que tienen ojos y no ven, y orejas y no oyen y la ley no os puede consentir más la vida entre los que viven de la luz; y en juicio fuisteis llamados a las moradas de la luz opaca, que Jesús anunció y el Dante describió en su videncia, porque a eso vinieron. Mas no sois allí desheredados; sois enfermos que han de curarse y después de largos siglos, llamaréis al juez y el Padre os lo mandará. Aquí no habéis querido ser redimidos; allí seréis redentores. Aquí fuísteis malos discípulos; allí habréis de ser buenos maestros: habréis sufrido los horrores de un mundo que empieza; de un mundo sin ley de trabajo; ¿Qué importa a la ley? ¿Qué importa el tiempo? Pasarán 30, 50, 100 siglos y ni un segundo es del tiempo, que sólo tiene presente. Sólo vosotros que hoy no queréis rasgar el crepúsculo habréis perdido y os habréis recargado más. El espíritu no retrasa, porque nada olvida; pero lo opaquiza el cuerpo en el que se encierra una o más veces para cada cosa que en la eterna creación le está encomendada y que él solo y no otro ha de hacer. Han llegado los tiempos predichos y se ha llenado el tiempo y los tiempos: acabó la noche de la humanidad de la tierra, señalándose el día con el crepúsculo del espiritismo, como en todos los mundos. Nacía en la tierra el hijo del hombre que rasgaría el velo que ocultaba la luz y en todas partes y en todas formas, los espíritus se anunciaron. Había venido un misionero precediéndole y dado a luz sus libros, que servirían de prólogo a la obra anunciada. La ley es justa y puntual al segundo, al milímetro y al gramo; y al salir a la luz la filosofía de Kardec, nacía en la tierra el que el Padre mandaba a rasgar el velo; a presentar a los hombres al Espíritu de Verdad anunciado y a derogar todas las leyes, credos y creencias, llamando al autor universal, por su solo y único nombre Eloí, como se le conoce en todo el universo. Mas no lo ignoraba el mundo, aunque no lo esperaba; se les había dicho que vendría “Como ladrón de sorpresa“: y, todas las palabras que Jesús pronunciara por mandato, eran oídas por los mismos que lo habían autorizado; el hijo del hombre que él anunciaba diciendo: “Yo vengo en nombre de mi Padre y no me recibís; mas otro vendrá y aquél, sí, lo recibiréis; pero en aquel día serán pesadas todas las cosas y el Espíritu de Verdad descenderá y confirmará mis palabras“.Todo está cumplido; aquel hombre que Jesús anunciaba, era un hermano carnal del mismo Jesús y fue su apóstol; el Espíritu de Verdad era un juez civil que lo justificaba, no encontrando culpa para sentenciarlo. El hijo del hombre vino y pesó todas las conciencias de espíritus y hombres, descendiendo el Espíritu de Verdad, a descubrir la verdad y firmar con los consejos del Padre, por el hijo del hombre su representante, la sentencia final del mundo tierra: Jesús es entonces justificado y retirado al descanso bien ganado y ya ciñe desde aquel día, la palma del vencedor... y el universo lo saludó. Estamos en el día séptimo de la humanidad; se firmó la sentencia del juicio final de la tierra y los hombres no se dieron cuenta; más no hay un espíritu que lo ignore, aunque sea de los que duermen y los que soñolean; los hechos son consumados y no se repetirán. Tampoco ha sido el acto oculto, ni a espaldas del hombre-detractor; pues hasta a la bestia del Apocalipsis y su dragón había notificado el nacimiento del juez, bajo la firma terrible del Anticristo desfigurado por las religiones y los soñolientos. Mas todo ello, nada importa, ni aunque sean teosofistas (que apagan la luz) los que le temen y le calumnian (llamándolo Satanás y representando el genio del mal) y... ¿Qué hacen menos que los católicos y cristianos? Obra es de los ciegos a quienes hiere la luz y ésta se impone, porque es la luz de Eloí que llegó. ¿Acaso llamó el juez a ninguno de sus enemigos para pedirles ayuda? El no es enemigo de nadie, ni aún como hombre, porque en espíritu es el juez de todos; y por este cargo, los que no acepten la justicia, son sus enemigos y se hacen responsables ante la justicia divina, por la calumnia porque, Anticristo en los secretos de la justicia, dice Verdad descubierta. Sí, llamó a las puertas de los que se llaman espiritistas y las encontró cerradas, aunque llamó como soldado de fila que vigila y da la voz de alerta, no fue contestado y no se inmutó. Lo han calumniado y no se quejó, porque él penetra en la metafísica; midió las distancias y vió que la infición de la carne y el prejuicio anestesiaba las conciencias y ya no eran espiritistas; eran espiritualistas, soñolientos, que para salir a la luz, se cubrían los ojos; pero son más responsables que todos, porque les sopló el espíritu y no supieron ver de dónde venía el viento y se dejaron sorprender por el simoún. La justicia ha sido hecha y la tierra, su humanidad, no será juzgada otra vez. Se rasga el crepúsculo y se llama a todos los hombres; los espíritus libres, ya cumplen la justicia que acataron, en la luz; los que no acataron yacen en las moradas de su afinidad, donde esperan a sus afines encarnados; pero la ley deja en libertad de elegir, la tierra ya juzgada, o el mundo primitivo como hospital. La Justicia está en acción y se muestra en mil fenómenos; pero los hombres de las ciencias, no ven los hechos que conmueven a la tierra y a la humanidad y como los que descansan en la supremacía no pueden despertar, necesitan un sacudimiento potente y lo habrá como jamás hizo otro la tierra desde que hay hombres sobre ella; pero entonces, despertarán en otra morada, porque la tierra está dada en patrimonio a los trabajadores, a los despiertos, a los que velan, a los que piden al Padre sin entender de dioses, de razas ni clases; a los que rasgaron el crepúsculo y se vieron trinos, porque entrañan en la metafísica, aunque no sepan letra en la materia; es dada, en fin, al que le fue prometida, cuando sería renovada la faz de la tierra y aparecerían las nuevas tierras, los nuevos cielos y el nuevo sol. Para esta renovación todo está cumplido; todas las formalidades (que fueron muchas y largas) se han llenado. El receptor del maná espera sólo unos segundos de nuestro tiempo, en que Eloí dirá “Hágase”, y todo será consumado. Pasad hombres, pasad ciencias y llenad vuestros vacíos, que los tenéis, por el prejuicio; pasad religiones, que vuestra triste historia fue juzgada y en la tierra no cabéis más. Pasad errores, que ya la verdad está en su trono y ya no hay dioses; sólo es ¡Eloí! como en todo el universo; pasad credos absurdos hechos de la concupiscencia y para el polvo, porque sólo hay ya para la tierra, el Espiritismo en su asiento que es la vida y espíritu y vida es una sola cosa y este es el asiento del Dios Amor que yo busqué y el universo lo llama con el nombre universal, Eloí, que yo os doy. ¡Cosmogonía... Maestros del universo... Espíritu de Verdad... Maestro amado! Os llamo. Empecé buscando a dios porque presentía al Padre y encontré que su asiento era el espiritismo, el que afirmé indestructiblemente. Está escrita esa obra; se ha escrito la filosofía que dictásteis, poniéndole por corona el juicio final; se ha hecho el “Código de amor”, el “Conócete a ti mismo”, el “Memorial del electromagno“, el "Prontuario o resumen del credo", "La enciclopedia" y "El Profilaxis de la Vida" y hoy debo dar asiento al espiritismo en la vida eterna y continuada, bajo la razón de la metafísica indestructible. Ya estoy, pues, en marcha y te pido, como siempre, tu clara inspiración, porque la obra es común y debe ser digna de ti y de provecho al hombre nuestro hermano; sigo, pues, con la bendición de Eloí y tu mirada de amor. JOAQUÍN TRINCADONoviembre de 1913.
LIBRO PRIMERO – PARTE PRIMERA
CAPÍTULO I
¿Qué es el espiritismo?En la larga obra que ya está escrita, está argumentado extensamente lo que es el espiritismo para responder a toda pregunta. Sé que Kardec dijo este mismo título y otros más que se le mandó hacer, recogiendo los fragmentos diseminados en todo el mundo, para preparar el camino a la obra que ahora se termina. Sé que en los años de mi infancia hablaron mis afines lo claro que podían, allá en Lérida(1), pero sólo dando el paliativo que la larga enfermedad de la humanidad necesitaba, para prepararse a la gran verdad. Sé también que allí les dijeron: "Ya está en vuestro horizonte y lo podréis ver“ Sé que el aludido les habló, bajo un nombre que antes ostentara y tampoco les descorrió el velo. No era hora. No podían aún resistir la luz plena aquel grupo valiente, porque había que hablarles bajo el cristianismo, que como a toda religión se venía a destruir: Obra empezada en Adán y que terminará en el Anticristo(2), siendo sostenida por Abraham, Jacob, Moisés, los profetas, Sócrates, Juan y Jesús, que fueron los mismos siempre y eran 29 misioneros que con Adán y Eva vinieron de otro mundo entonces juzgado y todos los mismos continúan la obra que ahora terminan, unos en espíritu y otros encarnados; asegurándoos que nunca faltaron algunos en los 57 siglos de Adán, en que empezaron la regeneración de la tierra. Dominó su raza toda la tierra; está cumplida la promesa del Padre en Abraham y Jacob, de "multiplicaré y cubriré la tierra de tu semilla". Nos han ayudado todos los que hoy en la luz están. Ha triunfado la verdad, con grandes luchas, porque la fiera raza primitiva juró guerra sin cuartel a los misioneros que les destruían las religiones, porque el espiritismo no es religión y éste, lo traemos como arma del Padre, para destruir todas las religiones. Nació el hombre que el Padre mandaba y corrió entre peligros de los que siempre lo salvó; pero debía ignorar hasta la edad madura su misión, y empezada, lo encerró en la soledad hasta que llegaron sus ayudas: no hubo tampoco de prejuiciarse en nada, para que así su razón sólo obedeciese a la inspiración y a su conciencia, cuando vería la realidad de las cosas, porque todo estaba en el archivo de su espíritu y el Espíritu de Verdad y los misioneros de siempre, dirigían la acción y estaban prontos a su consejo. Así sabía el juez lo que se ha dado a la humanidad, por los mismos que se lo dieron y nada dieron ni indicaron, que no estuviera en su archivo. Todo obedece a un plan que lo dirige el Espíritu de Verdad, el que desde el juicio rige la tierra como todos los mundos de su plano cuyo centro es Sión, donde residen los consejos de Eloí, para el plano primero al que pertenece la tierra. Os diré de paso, que este plano está compuesto de 7½ nebulosas, siendo la más pequeña la inmensa Vía Láctea; y que toda la sabiduría y toda la luz de esos inmumerables mundos de su plano, son su sabiduría y su luz. Toda esa grandeza, sin embargo, ha vivido en la tierra encarnando en diferentes períodos ayudando a los misioneros y preparando el día de la justicia, porque la justicia divina, no se paga de apariencias; exige realidad, porque ella no puede equivocarse, ni cometer injusticia. Hechas estas aclaraciones de justicia y fundamento, entraremos a describir los artículos, diciendo las cosas como son y no como se quiere o como se haya querido que sean; si resulta algún cargo en vuestras conciencias, parar mientes y no culpéis a la verdad, porque ella es la ley y, ya os dije que a todos los aplasta por igual sin reparar en nadie, ni en nada. No culpéis tampoco al que por orden lo describe, ni os preocupe quien sea: Sabed, sí, que es la hora de pesarlo todo, para separar y cortar lo que estorba al reinado del espíritu, cuya hora ya se marcó en la esfera de la eternidad; por lo que, sólo bendecir debéis la grata nueva y adorar en espíritu y verdad al autor de la vida eterna y continuada, sobre la que descansa el espiritismo. El espiritismo es tan fecundo, porque es la sabiduría, tan fuerte, porque es la omnipotencia; tan brillante, porque es la luz; tan ardiente, porque es el amor universal; y aún así, en mi estudio, lo encontré tísico de tanto sufrimiento: es propio del amor, que sólo sabe sacrificarse por sus mismos verdugos... Pero cuando buscaba al Dios de Amor al encontrarlo en su asiento y ser su estrado el espiritismo. ¿Qué importaba la enfermedad, si era hijo del eterno creador? ¿Qué había que hacer sino curarlo curando a los hombres, que son los que sin poder matarlo, no le dejaban vivir? En el espiritismo (aunque tísico), descubrí en él la verdad metafísica, encontrando al fin, que la enfermedad estaba sólo en los hombres. Pero... ¡era tan vieja!... ¡tenía tantos árboles sin raíz que vivían pegados de los que estaban arraigados! Era, pues, necesario, descubrir el secreto y la raíz del mal, que no estaba en el espiritismo, sino en sus detractores. Busqué sin prejuicio, (teniendo mi razón sana) y encontré que el espiritismo es la vida. El vivir es de ley. La vida es un hecho innegable; entonces ¿por qué siendo el espiritismo la vida eterna y continuada es negado, desfigurado y perseguido en su doctrina y en los hombres que encuentran ese camino único que puede enseñar la vida, desde que el espiritismo es la vida real, porque, sin el espíritu no hay la vida racional? Lejos me había de llevar este principio que en mi razón se asentaba como axioma indestructible como mi dios de amor. Para analizarlo, para axiomatizarlo, era necesario elevarse a las alturas de El y de allí descender de nuevo al cieno de la humanidad de la tierra y entrarse en las negras conciencias de los negadores del espíritu y así de la vida. Para llegar al Creador vi y comprendí que no se puede llegar solo. Pero conocía ya al introductor (que no es Jesús)(1) y ese introductor pedía las obras de todos los hombres, para pesarlas en la balanza. Si los méritos estaban en mayoría de valor y número, se decretaría la justicia. Los méritos de los hombres que pedían la justicia, resultaron mayores que sus yerros y la justicia fue decretada; y acto seguido, se juzgó a los espíritus y los hombres. Declarada ya la verdad, tendrá el mismo valor que la creáis que no; que la aceptéis, como que la rechacéis; que la confeséis, como que la neguéis; pues los hechos son consumados y no se repetirán. Ahora sólo me resta decir en este capítulo lo que es el espiritismo, axiomáticamente. El Espiritismo es la vida eterna y continuada. La vida es la eterna verdad; y como el espíritu es la vida, ésta es el asiento del espiritismo. El espiritismo es todo el universo solidarizado; es la omnipotencia, porque es la suma de las potencias de todos los espíritus. El espiritismo es la sabiduría, porque ésta es la suma de la sabiduría de los espíritus, que en la luz, cuando el hombre es trino, dispone en ley y justicia de toda la sabiduría y la omnipotencia solidarizada. El espiritismo es, en fin, todo, porque su único maestro es el creador universal, cuyo nombre en el infinito, se llama Eloí, el que sólo tiene por ley, amor: y amor es la ley del espiritismo.
CAPÍTULO II
Lo que abarca el espiritismoHe dicho "El espiritismo es, en fin, todo”; y si todos los hombres se conocieran a sí mismos, ya habría que firmar y cerrar el libro; y a eso llegarán los hombres, en el tiempo, quieran y no quieran, porque la Ley es inexorable; pero aún el hombre necesita que se le diga lo que es todo; y esto ha de ser por partes; por grados y razonado; y todo esto ya está escrito en el "Conócete a ti mismo", que a sus manos llegará cuando... cuando es de Justicia que se le dé;(1) por lo que, aquí se dice la verdad de las cosas, con el rigor de la misma Justicia, con el valor de la verdad suprema y eterna. El espiritismo es, en fin, todo, porque es la razón; y la razón, idealiza como matemática pura que domina la matemática positiva, que no existiría si la razón no hubiera idealizado, para dar margen y camino interminable a la matemática positiva, la que sí es la verdad inexorable físicamente, esos mismos números, no son la realidad de la verdad metafísica, a la que el número no alcanza, porque éste, es sólo una verdad condicional; y la metafísica del universo, en la que la razón idealiza, es la matemática pura que domina y dominará eternamente a las ciencias, las que siempre ascenderán y jamás la metafísica cesará de ofrecerle más vasto campo, porque la razón idealiza cada vez más, según asciende más, cuanto más luz descubre el espíritu. ¿Y porqué? Porque la razón es sólo del espíritu y no es del alma y menos del cuerpo; uno y otra son irracionales en sí mismos y no pueden por su ley, salirse de su reino, ni salen, aunque el espíritu se envuelva en su alma por toda la eternidad; por lo que, la razón es del espíritu y de él todo el idealismo. Este idealismo, es el que hace a los hombres correr tras el progreso en todo instante y nada sucede ni puede suceder sin la intervención del espíritu, porque sólo él es el creador de las formas, de los mundos y los cuerpos y de su misma alma de la que se viste, para crearse cuerpos con que obrar. Y si el espíritu al que negáis la vida, no se creara este mismo cuerpo con que demostráis la vida, y esa misma lengua con que lo negáis, no existiríais como hombres; pero el espíritu viviría, porque para la vida, no necesita el espíritu ni el cuerpo ni el alma; pero si los necesita para la acción y la demostración de la vida universal y de la suya propia, como individualidad. Todo lo que en el universo existe en cuerpos y formas, obra es del espíritu, individual y colectivamente. El espíritu forma los mundos, los perfecciona y los disgrega después de haber exprimido todas las esencias que de la materia reunidas resultan por la insondable metafísica que en ellas opera. He dicho insondable, para el hombre; más no lo es para el espíritu encarnado en el hombre, porque en todos los mundos, el espíritu da fin a sus extracciones y sólo deja escorias y no sin valor; pero no asimilables a él, por entonces; y cuando ha llegado a ese punto la familia espiritual de ese mundo, se marcha en compacta Rosa Luminosa y el mundo se disgrega, para buscar cada molécula su centro, en otros mundos de su grado: el espíritu entonces recorre los mundos sus hermanos, cantando su triunfo en colectividad y... esos son las más de las veces esos cometas que tanto os hacen temblar, porque no sabéis que son hermanos que os saludan y que os manifiestan su triunfo y os animan; y... ellos... se van... a la casa de su Padre, llegando en familia a recibir su bendición, para entrar a otro estudio, en otro mundo que empieza en progreso donde terminó el que dejaron. Esa es la vida eternamente del espíritu; crear mundos, hacerlos progresar, crear las artes, las ciencias, el progreso, la civilización, haciéndose cada vez más sabio, más potente y siempre agrandando el universo infinito; por lo que, todo en los mundos y en el infinito lo abarca el espíritu y es su creador. ¿Y no le dabas vida ni acción?... ¡Pobre hombre en la obscuridad, matándote a tí mismo!... Rasga el crepúsculo y pasa el día mirando cara a cara al sol y llegarás a verte que eres hombre por el espíritu; pero que no te puedes dar este nombre hasta que rasgues ese crepúsculo y veas que eres tres y que cada individualidad tiene su ley; pero no podrás ver que eres hombre hasta que oigas a tu espíritu; y por lo tanto, mientras no entiendas que el espiritismo lo es todo, lo visible y lo invisible, pero que sólo hay cosas invisibles, en la noche y en el crepúsculo. Si se pregunta ¿por qué hay ignorancia?, se dice, porque no hay sabios; más yo os digo que la ignorancia no existirá tan pronto como los hombres sepan que no saben; porque el sabio nunca sabe, pero sabe estudiar y sabe. Pero, ¡ay del solo! Nadie puede saber nada solo o individualmente, y por esto, el espiritismo lo sabe todo por la solidaridad y porque todo es común de todos los espíritus en el universo infinito; hasta la potencia, que sumada la de todos, cada uno es omnipotente aunque no omnímodo, porque sobre todos, está Eloí. Y es sabio el espíritu, porque le pertenece a cada uno la sabiduría de todos y es suyo, hasta el amor de todos y a todos los reconoce así el Autor Universal, Padre de todos los Espíritus, Eloí. He dicho atrás, que, todo lo abarca el espíritu y es un creador y así es; pero oigo el murmullo; os escandalizáis; por que al espíritu que no admitíais, vengo yo y os digo; el espíritu, es un creador y digo más; digo que, sin el espíritu, nada existiría de formas ni mundos ni vuestros mismos cuerpos con los que, viviendo, negáis la vida, la que sólo es el espíritu: en vuestro escándalo decís, "Eso, es anteponer el espíritu al creador". Voy a deshaceros este error. El Autor de la creación, ha llenado el infinito de la sustancia única que es el Eter; éste, es la vibración constante suya que es vida universal y el Eter todo lo llena y vivifica; pero esto no es vida palpable o demostrada; es el pensamiento de la eterna creación en las infinitas formas que deben demostrarse; pero el pensamiento, no es ser; es, deseo de ser. ¿Qué falta para que el pensamiento se convierta en hecho? Una voluntad que realice el pensamiento; y en tanto no lo realiza la voluntad, no es ser el pensamiento. Y el autor, saca de sí mismo a los espíritus y los lanza a convertir el pensamiento en obras: el espíritu desde entonces es individual en sí, pero sujetos por la ley única de su autor, están solidarizados para la acción común de la creación de formas, de la demostración de la vida y así, el espíritu es la voluntad del creador universal; por lo que, el espíritu es un creador eterno como su progenitor. No sólo no se antepone a él, sino que lo demuestra en sus obras de los infinitos mundos que véis titilar: y en confirmación, yo os pregunto: el arquitecto, solo hace el plano de la obra y los obreros la ejecutan. ¿De quién es el mérito? Indudablemente que es del arquitecto que concibió y midió los materiales y dió el plano de ejecución; pues aplicar el caso al Creador y a los espíritus y estad convencidos de mis afirmaciones. He hecho esta explicación, por la magnitud del argumento; pero no es que he de hacerla en todos los casos, porque yo vengo a señalar jalones; a rasgar el crepúsculo a los hombres y a los espíritus, con el espiritismo. Sé las grandes discusiones que en todo el mundo han de hacer los hombres y las podría evitar con una palabra muy filosófica, diciendo "Así veo yo la verdad". No puedo yo decir eso: soy mandado a decir. Esta es la verdad eterna y la digo y no contesto a la crítica, porque tengo la medida de los grados de progreso, de cada hombre y de cada espíritu y cada uno, solo apreciará las cosas conforme a su progreso. Dije y repito que, negando o afirmando los hombres, la verdad será la misma; y en el tiempo, todos, quieran y no quieran, afirmarán esta verdad. Sé también, que este es el fuego que había de venir a la tierra, para encender las conciencias y a Jesús le fue mandado anunciarlo; ahora llegó ese fuego... ¿Y qué quiero sino que prenda en colosales llamas, que engendraran el verdadero fuego de amor? Discutan, pues, los hombres en amplia libertad pero con la razón clara, sin prejuicios de dioses ni de ciencias y no teman; que si ofendierais a los dioses, es porque justificaríais la verdad y adoraríais a Eloí con la verdad del espiritismo. Sabedlo, pues, de una vez; la silla o banco en que os sentáis; el cuchillo con que partís el pan, o matáis a un hombre; desde la acción más fea o ruin hasta la mayor maravilla; desde la A, hasta la más alta ecuación matemática; todas las artes, todas las ciencias, el crimen y la virtud, el bien y el mal, el mundo en que pisáis y el cuerpo en que vivís, todo, todo es obra y creación del espíritu que en vosotros está encerrado, individual y colectivamente y sin él, nada de la vida demostrativa existiría y en su existencia, conocéis al creador universal. Sin esas formas, no conoceríais al Padre Eloí que dentro de cada uno está aunque neguéis al espíritu, porque sin éste, no seríais hombres: Y el espíritu, porque procede de Eloí y es consustancial y Ab y Coeterno con Él y en Él, donde vive el espíritu, allí está su Padre; está en todas partes, porque todo es vida. Esto es el espiritismo y por esto, todo lo abarca. Hombres, repito y termino este capítulo; lo mismo vale negar que afirmar; queráis y no, vivís en el espiritismo, porque no hay más vida que una y esta es el asiento del espíritu, que por ley solidaria, (que sólo es una en el creador y en el espíritu) todos los espíritus están ligados unos a otros y todos a su progenitor Eloí. Por esta unión indivisible, se llama espiritismo; pero ten en cuenta, que hay noche, crepúsculo y día y debes saber en qué fracción de las tres te encuentras; pero después de esto no puedes quedar en el crepúsculo, por que yo lo he rasgado como me mandó el Padre. Si en la noche estás, otra morada te espera, como en su lugar verás y leerás; eres libre de estar en la noche, o entrar en el día y elige, por que la sentencia no se dará otra vez; pues la firmó el Espíritu de Verdad que pronto has de conocer y Él, no otra cosa te dirá, que lo que aquí se te dice; ni te dirá otros tres nombres que estos, espiritismo, amor, y Eloí.
CAPÍTULO III
Cómo se estudia el espiritismoEl espiritismo se estudia en todo, por todo y con todo, primando la razón limpia absolutamente de prejuicio; porque si hay prejuicio, hay parcialidad y el espiritismo es la imparcialidad y en él no tiene asiento el error: el error es de la materia, la que al fin es purificada por el espíritu en el tiempo y por grados y sin abandonar ni un solo instante el interminable C.G.S. en que se funda la matemática que tan mal se usa para el espíritu, siendo la representación genuina material del ser divino, el único creador, que sólo por eso las matemáticas son inacabables, como Eloí es eterno. No se espante el hombre que usa esa misma fórmula para negar al Creador que representa: que aunque hayáis dicho y hecho todas las barbaridades imaginables; todas las fechorías de la inconsciencia, sabe el Padre que erais niños, pero también sabe que habéis de ser hombres. Él, lo ha visto todo; a su presencia lo habéis hecho todo, porque está dentro de cada uno de sus hijos, por que todos tenéis el espíritu dentro de vosotros mismos, por el que únicamente vivís; y viéndoos el Padre en los juegos de niños, no se inmutó ni os castigó. Él, no tiene castigo; Él, es sólo amor; y Él, no tiene más que esta sentencia. "Ve hijo mío a continuar la creación; cuando seas maestro de la creación; cuando hayas hecho la obra que te encomiendo, ven a mí porque sólo así puedes ser la armonía con mis hijos, tus hermanos. Y... Siempre te espero".Sentencia inflexible cuanto omnipotente y omnímoda; todo en ella es amor y con él todo lo domina. Lo terrible está en el momento de rasgar el espíritu el crepúsculo a la materia; y sabed que, tan materia es el cuerpo, como el alma; es cuestión de grados (como aprenderéis en el "Conócete a ti mismo") y allí veréis que, ni el cuerpo ni el alma son responsables de nada en todos sus actos, sino solo el espíritu; como no serían responsables los obreros, (que ejecutan el plano del arquitecto), de los equívocos de éste. El espiritismo se estudia en todo, física, metafísica y mecánicamente, por que en toda obra, en toda concepción veis vida y ésta es sólo del espíritu, en la que se asienta eternamente. Mas los hombres en su niñez (aun que tenga ya canas) han pretendido estudiar la naturaleza, sin querer conceder ni vida ni acción al único que es la vida y la acción, al espíritu, y de aquí tantos vacíos en las ciencias y no han podido ver que las ciencias, son una metamorfosis de la mecánica; por que, si antes no está el arte, si antes no se hubiera ideado el hecho real y tangible, no se podía descubrir la ley del por qué de aquella ley. El mal está en la Universidad donde la ciencia se estudia por cabeza ajena, por que allí no se le hace ver rigurosamente la verdad al estudiante de que, para que exista la ingeniería, primero el hombre, amontonó piedras y tejió ramas para hacer casas o chozas. O hizo represas de cascajo y de ahí el arte dió base por el ideal de la razón a la ingeniería, que trazó líneas que elevó a geometría y se hizo la ciencia, o ley del por qué. No se le enseña, que si el cuerpo del hombre no estuviera en el de los animales, no hubiera nacido la Anatomía; y si no existiera la enfermedad y el dolor no se habría descubierto la medicina. Parémosnos un momento en esta ciencia la más trascendental; la más cercana a la sabiduría; la más indicada para rasgar el crepúsculo y es la que más se encierra en la noche; y en verdad de verdad, son sus hombres (en general) los que tienen ojos y no ven; orejas y no oyen; manos y no palpan; narices y no huelen y pies y no andan, sino como el cangrejo. No calumnio, no vitupero, no hago cargos, digo la verdad. Es que no quieren rasgar el crepúsculo: temen saber, que no saben; manosean la vida; ésta se deja manipular y no la ven ni la tocan, aún que les habla la vida entre sus manos y sus cuchillos y no la oyen: y es peregrino el caso; ellos, que viven buscando la razón de la vida, no quieren entrar en la vida de la razón. De aquí el desconcierto y desequilibrio; el cruzarse de brazos y por fin, niegan la vida viviendo ellos, con lo que crece el error cada día y con cada hombre facultado en esa ciencia: y es que; en ninguna cosa del mundo encuadra menos que en la medicina las matemáticas; pero es por que, el cuerpo es un Universo en pequeño pero tan completo como el Infinito Universo, del que nace el gran C.G.S. que nos dió la matemática positiva; y por lo tanto, no se le podrá aplicar ese efecto al cuerpo humano, ni a la vida, mientras no se quiera saber que la vida, como el cuerpo del hombre y el universo, no se sujeta más que a la matemática pura que es la razón y ésta, es solo del espíritu. He ahí la clave; después, todo se sujeta a una ley derivada, comprensible a la materia, porque se materializa bajo los números, para medirla, pesarla y sujetarla al tiempo, a la evolución natural, que es su eterna carrera. ¿Qué es el cuerpo del hombre? Misterio para los médicos; misterio para la química; misterio para todas las ciencias; misterio para todos los hombres y el misterio no existe del creador Eloí abajo. Pero de este misterio, es causa sólo el crepúsculo de la razón dormida o somnolienta por el misterio de los dioses irracionales que levantaron todas las religiones y todos los hombres que en su ignorancia esperan castigos, premios y gracias; y las gracias, ni los premios, ni los castigos, no son ni los tiene ni los da el creador, porque sería injusticia. Esas gracias, esos premios y esos castigos, sólo los tiene el espíritu, en su razón o en su sinrazón con que viva en la vida, su eterno asiento. Escrito está y razonado metafísicamente lo que es el cuerpo humano, en el "Conócete a ti mismo", "la Filosofía y el Código"; pero aún diré el axioma exactamente. Es el cuerpo humano, todo el Universo completo, sin que en él falte el creador de las formas; el espíritu y el creador de la vida. Eloí. Es el cuerpo humano, la realidad del símbolo genésico del Arca de Noé; por que en el cuerpo y el alma del hombre, viven realmente, todos los tres reinos, Mineral, Vegetal y Animal, con todos sus defectos, virtudes e instintos, que el espíritu domina y es su conciencia; es el cuerpo del hombre, el instrumento, la herramienta que el espíritu se prepara para cada parte de su obra y aparece y desaparece en tantos cuerpos y tantas veces cuantas necesita para terminar su parte encomendada en cada mundo; y en cada existencia, extrae la esencia de la materia que vino a exprimir y esa esencia la agrega cada vez en su alma. Esas esencias, (que son los instintos dominados) forman su conciencia, que es su archivo; y cuantas más existencias hizo el espíritu en diferentes cuerpos, más sabiduría acumula, hasta llegar a la suma total de la sabiduría en cada mundo, que en todos tiene su límite graduado en el Eterno pensamiento. Acaba el espíritu en un mundo, para empezar en otro, en el grado que terminó en el anterior y todo lo lleva en su alma. ¿Y el alma qué es? El alma es materia, (lo mismo que el cuerpo) en distintos grados de progreso; que tanto más sensible será, cuanto más pura esencia sea y sólo la sensibilidad es su facultad; todo lo demás, es del espíritu, que para ser creador de formas, toma del alma universal la parte correspondiente que une metafísicamente a otra parte de alma animal, ya metamorfoseada por la vida de los instintos. Esta alma, la hace individual el espíritu por su sabiduría y potencia propias; por su origen; y ya, esa alma, no puede abandonar al espíritu, ni éste dejarla y, no deja, ni aún los cuerpos múltiples que se crea en cada mundo, por que todo lo que en la creación es una vez, ya entra en el infinito índice; y una vez que tomó forma individual mecánica, ya no puede ser que no sea y todo queda en el alma, como archivo del espíritu que él solo ha de ordenar; y allí está la serpiente, el mono, el caballo, el tigre, el elefante y todo cuanto anda, se arrastra, nada o vuela; como todos los vegetales y arbustos y los minerales, primera formación de todas las especies. Ese es el cuerpo y el alma del hombre, que con el espíritu su jefe, es el universo completo. Y en tanto el hombre no se conozca a sí mismo, está en el crepúsculo y no puede entrar en la luz, que es únicamente el espiritismo, por que él es el universo en grande y completo, con Eloí su Padre. Yo sé, que esto os va a anonadar; yo sé que os vais a quedar atolondrados; pero sé también, que es vuestro nacimiento en verdad, a la vida; y sé más; sé, que en cuanto ante este grado de sublimidad miréis arriba y digáis. ¡Padre, Padre! ¡Erré el camino!... millones de voces os contestarán; millones de luces descubrirá vuestra razón y habréis rasgado el crepúsculo. Yo os digo anticipado. No puede ser que no seáis. No os acobardéis; dar el paso y llamad al Padre: Reconocer al espíritu que dentro de vosotros está y sentiréis que éste se muestra; que éste se marcha a compartir con los libres, hasta donde la flexibilidad y grandeza de su alma le permita y la luz descenderá sobre vuestra razón a torrentes y en un segundo, descubriréis por la razón lo que en millones de siglos no podríais, ni eternamente podríais descubrir, ni dominar por la ciencia más alta de las matemáticas positivas. Por que la luz, entonces penetra en vuestra conciencia, (inmenso archivo del espíritu) y entonces veréis en cada molécula del cuerpo del hombre, un ser, con todos sus instintos; con todos sus defectos, con todas sus virtudes; sus fuerzas, sus caracteres y veréis que, por todo habéis pasado o habéis de pasar; comprobaréis también, que todos están vivos como lo veis en el bosque, en los aires, en el mar y en las entrañas de la tierra. Verás asimismo, que tu alma, periespíritu, doble etéreo o cuerpo astral (como lo habéis llamado acaso en la intención de negarlo o desconocer al espíritu) esa alma, es sólo una intermediaria: una resistencia hecha a la más alta sabiduría para servir de ligazón, de conductor del espíritu al cuerpo, para equilibrar las fuerzas y evitar el corto circuito terrible que se produciría entre la fuerza positiva espíritu y la fuerza negativa cuerpo y esto te lo probarán las leyes de la electricidad, del magnetismo, la física y la química y al fin, reirás gozoso y satisfecho de tí mismo, sin avergonzarte de tu error en la ceguera de la noche y en la somnolencia del crepúsculo. Ya vives en el día que es la luz que es el espiritismo, que entonces sabrás estudiar por la razón que es la matemática pura. Los hombres, en el crepúsculo, (hasta el mismo Kardec, que prologó la obra que hoy se hace), idearon métodos más o menos racionales; unos, de investigación de fenómenos medianímicos; otros físicos y materiales: bueno es todo, por que por todo ha de pasar el hombre; (hasta por el crimen, ocasionado en el antagonismo de los instintos), pero todo esto no tenía más fin que rasgar el crepúsculo y muchos lo rasgaron, afirmado por la inmortalidad del alma, la necesidad de la reencarnación, que era el límite del crepúsculo y del prólogo de Kardec, sobre cuyo límite debía sentarse la vida eterna y continuada, como Asiento del Espiritismo, para explicar la razón de la vida, que es Eloí, como razón de la vida universal: y el espíritu, su hijo consubstancial, como razón de la vida de las formas y los cuerpos y por esto, creador de ellos y razón de la vida tangible. No está el error, en que el hombre haya querido saber lo abstracto; sino en no estudiar y comprender primero, lo tangible; la razón del porqué de las cosas; el conocimiento de sí mismo. De esto, sólo es causa la supremacía y el prejuicio que gravita como losa aplastadora de la conciencia y son responsables las religiones, que dijeron, gracia, premio y castigo. Pero todo ello es obra de la concupiscencia; de la infición de la carne; de los dioses, tan pequeños como sus creadores los hombres, en el reinado de la materia. Pero todos son escalones de la eterna escala que vió Jacob y por todos ha de pasar el hombre, hasta llegar a la cúspide de la sabiduría. Esta, no sería apreciada si no fuéramos primero ignorantes; como si no creáramos errores, no apreciaríamos la verdad; si no odiáramos, no comprenderíamos las sublimidades del amor. Pero todo tiene su límite en los mundos, por la ley inflexible. La noche, es rendida por el crepúsculo y éste es vencido por el sol, para hacer el día; y descubierto el sol, no hay más remedio, que si se quiere vivir hay que bañarse en sus rayos y luz y sino esconderse en una mazmorra negra y eso no es vida; la vida consiste, en juntar los dos polos; en unirse los dos extremos; y para ello está la razón como regulador para pasar de la ignorancia a la sabiduría, como el alma lo es, entre el cuerpo y el espíritu. Emplear todos los medios químicos, físicos, mecánicos y matemáticos si os placen, para estudiar, investigar, desentrañar y comprobar los hechos del espiritismo, que hoy sabéis que son todos los que el hombre y la naturaleza os demuestran en la tierra y en el espacio; yo os aplaudo: pero os digo, todo en cada mundo tiene su límite moral, material y espiritual y la tierra llegó al límite de lo material, pesando, midiendo y sujetando el alma universal, que es la electricidad: Esencia producida en el Eter, alma universal, igual a la que el espíritu individualizó, pero con arreglo al grado metafísico que le correspondía a su procedencia, por qué nada en la ley, puede desarmonizar y así la electricidad, es el alma misma; y se pesa, se mide y se sujeta, pero solo por la voluntad del espíritu. Y llega en todos los mundos la electricidad, como línea divisoria entre el crepúsculo y el día y son esas, las lenguas de fuego anunciadas. Hasta ahí el hombre dúo, creyendo a su alma el más del hombre: desde ahí se descubre el espíritu y el hombre es trino y nadie puede detener la ley. Esa electricidad brillante, es el crepúsculo. ¿Cómo brillará la luz del día? Ya deberían haberlo sabido y vislumbrado los hombres; pero la tierra, la humanidad de la tierra, por sólo las religiones, no ha tenido crepúsculo: apenas es solo la línea divisoria entre la noche y el día; y apenas nacida la electricidad dinámica, pasa a la historia, porque no basta esa luz para el reinado del espíritu y llega a la tierra el gran Electro Magno para el séptimo día, y esto, el hombre debió verlo, presentirlo ha mucho, si hubiera rasgado el crepúsculo de su razón. Pero esto es de otro capítulo, donde se dirán las consecuencias del mal uso del espiritismo. Veis pues, que en todo, por todo y con todo, se estudia el espiritismo, por que todo es espiritismo. Pero del alma arriba, no se sujeta más que a la razón que es la matemática pura, la metafísica inflexible y ésta, la razón, tiene grados, como los tiene el espíritu en la sabiduría y sólo alcanza cada uno, a donde su progreso. Pero en la comunión universal, se llega hasta el borde de Eloí y sólo allí existe un misterio, que jamás descifraremos entre todo el universo: el ser de Eloí. Más de ese punto abajo, todo ha de saberlo el espíritu y no como espíritu, sino como hombre, viviendo en los infinitos mundos que él mismo ha de crear, conforme a su progreso. Así se estudia el espiritismo y esto no lo habéis hecho aún, por que no habéis rasgado el crepúsculo y por ello y por que la esfera de Eloí marcó el segundo prefijado, mandó un juez que liquidara las cuentas y rasgara el crepúsculo con el ancla regeneradora del maestro de los maestros, el Espíritu de Verdad y rasgado queda y la luz penetra en la tierra directamente del centro vibratorio, de donde con el espiritismo llega lo que a la tierra pertenece en común, por que común es la acción de todos, aún de los negadores del espíritu; que no se les deshereda; pero se les remite al hospital, como enfermos y... curarán... curarán, por qué es la sentencia, volver a la casa paterna de donde todos hemos salido; y en el tiempo todos vuelven para ser graduados maestros de la creación: y negando o afirmando, siempre la verdad eterna será la misma; sólo habrá cambiado, el espíritu de posición, de la noche al día; pero tiene que rasgar el crepúsculo, estudiar y comulgar en la unidad común, porque no hay otro credo en el universo, que el espiritismo. 2) “Téngase presente que el Anticristo no es un hombre solo, sino un cuerpo de doctrinas que expone la verdad y los axiomas, frente a la mentira y tolerancia de los dogmas.1) El creer los hombres por imposición del dogma Católico a Jesús, el más y llamarlo Cristo, es el fundamento de todos los errores que la humanidad sufre.1) Cuando se hace esta 2ª edición el “Conócete a ti mismo” anda cerca de agotarse. Tal ha sido la acogida que le han hecho y le hacen los hombres, aún los que no se llaman Espiritistas.

ESPIRITISMO EN SU ASIENTOPARTE 3
CAPÍTULO IV
Cómo es necio negar el EspiritismoNegando y afirmando, la verdad no cambia de su ser; pero el que niega la verdad, más tarde o más temprano descubre ésta y ve que fue necio en negar lo que no comprendía. Así sucede con los que sin conocer el espiritismo lo niegan; son necios que se niegan a sí mismos y luego suelen ser los cobardes que no quieren rasgar el crepúsculo y por no confesar su ignorancia, sufren la incertidumbre de entre dos luces. ¿Pero hay quién burle a la ley? No lo hay, como no hay quien detenga el progreso; la ley llega como un ser sin entrañas como terrible inmenso rodillo y todo lo aplana. No valen lamentos, lágrimas ni alabanzas: ella es sólo la ley y a todos los somete. Al pasar el rodillo, unos se destrozan en su conciencia y otros cantan himnos sobre el terreno igualado y la ley... sigue impertérrita, serena, sin alegrarse y sin entristecerse en su incesante carrera y diciendo siempre: volveré... Terrible advertencia, pues vuelve sobre cada conciencia en todos los instantes de la vida y sólo sufre el necio; el que ha sido muchas veces pisado y avisado y no quiere ser prudente encendiendo su luz de acatamiento a la terrible justicia y otra vez es pisado, aplastado con tortura y lo seguirá siendo, hasta que deje de ser necio. A la ley no se le dice soy la dignidad; soy la supremacía; tengo fe. La ley pide obras de justicia y lo demás, es necedad; es injusticia; y sólo las obras recoge la ley como testimonio de su reconocimiento. La ley es omnipotente y ella obra por el omnímodo mandato del gran Eloí. La ley, no es otra cosa que la acción unificada del cumplimiento del deber solidarizado de todos los espíritus del infinito universo, cuya autoridad inflexible es el creador su Padre, que marcó un punto en cada espíritu y en cuyo punto, su progreso ha de encajar justo en el engranaje de la inmensa rueda de la armonía, en cuyos engranajes sólo puede librarse y se libra de ser aplastado todo ser al pasar igualándolo todo. Si no encaja, lo pisa y sólo él sufre la pisada; pero hiere a otros con sus quejidos y les hace injusticia a todos, porque desequilibra la balanza no poniendo productos de armonía y beneficio al ahorro común: esto, en su día, dará origen a reclamaciones y ese es el día del juicio final. Si veis salir y ponerse el sol; si veis sembrar y recoger las cosechas; si vivís vosotros y aún engendráis otros seres; ¿podréis negar la vida con razón? ¿Qué diríais del que la vida que él mismo disfruta la negara? Lo llamaríais necio; pues no es menos necio el que niega el espiritismo; que es además de necio, ciego y sordo a su misma voz. Pero hay cosas, no sólo de necedad e ignorancia o imbecilidad, sino de malicia; y esto es ya locura furibunda que obliga a la ley a ponerles la camisa de fuerza aplicándoles la justicia de sacarlos de la tierra para llevarlos a las moradas de sus iguales, y es aquí un caso de Justicia que justifica las palabras escritas por Moisés y repetidas y sostenidas por Jesús, como advertencia de amor, cuando dijo: "Con la vara que midieres serás medido".Estos locos verdaderos, trataron de locos a los cuerdos que se atrevían a rasgar el crepúsculo y no era más sino que les dañaba la luz porque sus retinas sólo podían soportar la semiluz de la noche y con esfuerzo, la primer línea tenue del crepúsculo, que es la inmortalidad del alma, pero en la inacción; en el infierno o el cielo al capricho de los locos. Sí, hasta ahí podían resistir; hasta el nacer del crepúsculo que les convida el goce bajo el tenue blanco azul. Pero en cuanto empieza a tomar las tintas de púrpura y oro que anuncia trabajo y lucha, buscan la topera y desde allí escupen su veneno inficionando el ambiente y es justo que llegue el fuego purificador a sanear el ambiente. El remedio al mal, es sólo quitar la causa; de otro modo, no pueden desaparecer los efectos; y llega por última vez la gran rueda, para que entre en sus engranes el que sea capaz de trabajar y el que no, es barrido de la faz de la heredad que deshonró. Es terrible la medida; pero es la hora de la recolección, de la clasificación, del reparto de los frutos; y el que sólo sembró piedras de escándalo no puede esperar recoger más que tempestades; y esas, no han de suceder ya en la tierra, ni aún atmosféricas. Por lo que, la misma ley los lleva a las moradas donde la tempestad es su armonía, porque ¡la casa del Padre es tan grande y tan completa!, que tiene habitaciones para todos los gustos; hasta para los necios y los locos donde se recluyen ellos mismos, hasta que curados invoquen a la misma ley; el espiritismo que hasta en aquellos pisos bajos de la infinita casa les recordará en su dormida conciencia, quieran que no, porque él domina y reina en todo el universo infinito; y la causa es, que esos mismos que lo niegan lo llevan dentro de sí mismos, sin poder dejar de ser. Ya veis si es locura y necedad negar el espiritismo. ¿Podéis vivir como hombres, sin el corazón? Pues si sólo podéis vivir con ese centro de la vida orgánica, tampoco podéis ser hombres sin el espíritu; y si no podéis vivir sin el espíritu, porque él es la vida ¿no es ser loco y necio negar al espíritu? Y si no se puede negar el espíritu porque vivís y sois hombres sólo por él y él es la potencia como individualidad y la omnipotencia en la solidaridad, ¿de qué le serviría eso al espíritu si no pudiera comunicarse, manifestarse y aún disfrutar de su trabajo en los mundos con sus afinidades?... Si necio es negar al espíritu, es más necio, egoísta y malicioso negarle el derecho de manifestarse y comunicarse y hablar con los hombres. Más negar o afirmar; los hechos son así; las verdades, las mismas siempre; los perjudicados son los necios; y quien niega la comunicación y las manifestaciones de los espíritus, aunque reconozca la vida del espíritu, es negarle la acción. Esto, sobre necio, es absurdo. Esa negación, equivale a negar al espíritu, a la vida que es él mismo y a Eloí, autor del espíritu y la vida. Mas aún digo, que: Es de obligación (por ley ineludible e inflexible) que el espíritu se comunique y manifieste en los mundos, por las dos razones supremas de que, el espíritu es la vida y su alma la esencia del mundo; y el espíritu, cometería injusticia en privar a su alma de llegar a sus afinidades que son todos los hombres, en cuanto a lo humano; y los otros reinos, en cuanto a lo material o irracional, de los que llevan las esencias todas en la conciencia. Esto sería hasta criminal en el espíritu, como lo sería entre los hombres arrancar al niño del regazo de la madre y no dejarlo llegar a ella a devolverle los besos, los arrullos y los sacrificios de haberlo concebido, encerrado en sus entrañas, exponerse a la muerte por darle vida y desgastar su vida por dársela en sus pechos. Así sería el espíritu de criminal si no viniera a la tierra a comunicarse para consolar a sus afines y enseñarles el progreso; y aún incurriría en mayor falta con respecto a la demostración de la vida y acción continuada, de la que sólo él tiene el mandato; y sería también oponerse a la ley ineludible que entre todos los espíritus del universo no pueden eludir, porque es La razón de su existencia. La Ley, hay que cumplirla por entero; faltar a uno de sus artículos, es ser transgresor de toda la Ley.
CAPÍTULO VTodo el universo es el espiritismo y su maestro, EloíLa solidaridad es la fuerza omnipotente de la que todos los espíritus pueden disponer por la ley de justicia; pero no hay dos espíritus del mismo grado de elevación y para obviar esto, un espíritu pide a su maestro; éste al otro inmediato; el otro al otro, hasta el que puede llegar a Eloí su Padre, único que autoriza los hechos como único maestro. Esto parece contradecir la libertad y libre albedrío del espíritu y no es así, porque el espíritu tiene señalada su obra en la parte que le corresponde en la creación y en nada que a ese trabajo se refiera necesita el espíritu autorización; pero sí necesita hacerlo en tiempo de justicia para la armonía del eterno pensamiento; y por lo tanto, lo que hace es pedir permiso para obrar lo que se propone. Y como el momento matemático sólo reside en el Padre, para el universo y los movimientos universales; y en los maestros de los planos (que llamamos espíritus de verdad), para el gobierno de sus mundos, es por esto, que cada espíritu, para ejecutar cada parte de su trabajo, tiene que pedir permiso y sufrir un juicio. Este se refiere a la reencarnación que es cuando el espíritu, siendo hombre, ha de hacer sus tareas: todo otro trabajo de estudio como espíritu, es libre para realizarlo en todo aquello que su progreso alcanza. Pero jamás pasa desapercibido, porque en cuanto se mueve y nunca para, vibra el Eter y su acción y su presencia es descubierta, porque impresa queda en el Eter como toda acción y palabra del hombre. La causa de pedir permiso es armónica y de justicia; y cada espíritu, cuando ya está en la solidaridad, que es desde que su mundo sufre el juicio de mayoría (y antes, sólo los maestros misioneros están en esa solidaridad), tienen derecho a disponer de la parte de sabiduría y potencia que reclama su obra, para no errar. Si no pidieran permiso, podría suceder que en todos los mundos a la vez se realizara la misma obra y entonces, la cantidad de sabiduría y potencia podría ser muy reducida y sufrir demasiado en la realización, que casi sería individual, o a lo más colectiva de las fuerzas del mundo. Pero no sería solidaria y común y esto sería desarmonía, lo que no cabe en los espíritus en la luz. Como no está la solidaridad en los mundos de expiación, aunque reciban mucha ayuda de sus afinidades y guías antes del juicio universal, los hombres fracasan muchas veces en sus pruebas, porque existe el antagonismo y la desigualdad entre ellos; y como el pensamiento no es unificado, son actos espontáneos, de prueba, de aprendizaje de cada hombre y en ellos, no retrasa el espíritu porque fracase o yerre, sino que adquiere experiencia en el daño y descubre más su sabiduría en el examen que hará luego de desencarnar de los hechos en que erró y verá, que si hubiera contado con mayores fuerzas, no hubiera fracasado. Esto convence hoy a uno, de que la individualidad es mala y la causa del fracaso; mañana se convence otro y así llegan a formar familias afines que obran ya más seguros y por este camino llega un momento feliz en que se solidariza la mayoría con los maestros misioneros. Entonces, éstos se presentan al maestro de su sistema solar, presentándole su mayoría y los autoriza para solidarizarse con los mundos de su familia y ya reciben la ayuda de ellos, en su mundo, para preparar el juicio de ley, que es, cuando el que tiene el archivo de la tierra (o del mundo que se regenera), es acompañado (por esa solidaridad) hasta el maestro del plano, para entregarle la solicitud del juicio, a la que acompaña el balance del mundo y todo le es presentado al Padre, que autoriza y da poderes de juez, al que el mundo mismo propone por su mayoría espiritual y el Espíritu de Verdad lo confirma y lo presenta a los maestros y se firma la solidaridad en todo su plano, abriéndose el juicio de inmediato; para lo que al juez, se le dan dos asesores con los que compone el tribunal de derecho que oye las justificaciones de los enjuiciados que son llamados en espíritu por grupos afines, religiosos, científicos o supremáticos. Oídos éstos, se procede a la sentencia final en la tierra y los espacios, descubriéndose la luz del Espíritu de Verdad en ellos y estando presentes todo el plano y maestros de la cosmogonía, a cuya luz no pueden resistir los detractores espíritus y huyen, persiguiéndoles la luz, hasta el mundo donde la afinidad de sus afectos les lleva y caen allí de donde no saldrán hasta que el sufrimiento de aquella vida les cure de su error. A los que están encarnados, es decir, a los hombres, se les da una tregua (la de su presente existencia) para acatar o no la sentencia; y al desencarnar, o quedan en la luz, o marchan al mundo correspondiente: Pero de todo esto hablaré en el libro segundo, porque este punto sólo me ha sido necesario insertarlo aquí para explicar cómo se llega a la solidaridad para el goce de cada espíritu, de la sabiduría, de la omnipotencia y del amor de todo el universo. Hasta ese momento histórico en que se rasga el crepúsculo para toda una humanidad, han cabido en la tierra todos los errores, todos los credos, todas las tendencias, las clases y las supremacías y la esclavitud del trabajador y de la mujer, porque era el reinado de la materia; del cuerpo y del alma que tienen por razón la fuerza bruta. Desde ese momento feliz, entra el reinado del espíritu, que tiene por fuerza, la razón, la potencia, la sabiduría y por ley, el Amor que sólo engendra justicia. Mas hasta ese día, el mundo era un colegio de adultos con todas sus travesuras; sólo los reprendía un maestro, que mil veces era desconocido; pero ahora se convierte en colegio superior, con muchos maestros superiores y sujetos todos ya al reglamento universal, cuyo maestro director es el Espíritu de Verdad; y el rector, es nada menos que el Padre Universal; y cada maestro de la cosmogonía, es un bedel autorizado y saben (por la vibración) lo que se hace en todo instante en este colegio, porque se le rasgó la bruma que lo aislaba para que no hiriera tanta luz como es la luz del día, la luz del espiritismo, las retinas débiles de los alumnos adultos y juguetones. Esa bruma (que es el crepúsculo), ya no está más y así las vibraciones de cada hecho de los hombres de la tierra, se comunican en todo instante por el conductor Eter y el maestro que rige el mundo (hombre encarnado y designado por los Consejos de Sión), recibe en todo momento los avisos del maestro director, inspirándole sus instrucciones, o hablándole al mundo por sí mismo, porque no puede haber desarmonía en los hechos, conforme al grado que cursa el hombre en este colegio. Así es cómo el espiritismo es todo el universo, porque la ley es solo una, desde el mundo embrionario hasta Eloí. Las diferencias, sólo están en los grados que las humanidades cursan en la creación; y en ésta cada espíritu tiene su grado y no hay dos iguales en progreso. Pero como en los colegios, son reunidos en secciones por el grado que cursan y sin embargo, solo uno lleva el primer puesto en los exámenes (aunque todos sean aprobados), pero que a pesar de la diferencia de inteligencia de los estudiantes, el programa es uno para la armonía de los estudios. Como en las Naciones, la constitución es una y no todos los ciudadanos son de la misma cultura o civilización, el universo, no es otra cosa que un colegio o una nación, cuyo director, cuyo maestro único es Eloí; con la diferencia de que, en el colegio y la Nación, el maestro y el jefe de estado, es un ciudadano; y en el universo, el que lo rige, es el creador Padre de todos los estudiantes; por cuya diferencia y por la paternidad, no tiene parcialidad ni amor particular por ninguno de sus hijos y esto nos lo probó en el testamento de Abraham, diciendo: "Mi luz di en Adán, para mis hijos; y cuando la conocerán me serán fieles"."Y de Abraham mi hijo, nacerá mi hijo, que es la verdad y no la querrán“."Y tu hijo Isaac y los que después serán, hablarán con mis espíritus que ángeles llamáis"."Y mis hijos negros de hollín, que demonios llamáis, enseñan a los hermanos de la carne (que son mis hijos), los deleites y los placeres y los males de matar y creen (porque no ven la luz de Hellí) que son dioses; y la lucha es y el mal es y los sufrimientos es, lo que les pagan".Ya lo véis; ángeles y demonios reciben lo mismo su paternidad y a todos los llama y a todos los espera con el mismo amor. Y no dice que El les da el sufrimiento a los hermanos de la carne; si no que el mal, la lucha y los sufrimientos es, lo que les pagan a los engañados, los mismos incitadores, los negros de hollín; por lo que, el llamado es a todos y para todos dió su luz, que "cuando la conocerán le serán fieles"; es decir, cuando rasgaran el crepúsculo; cuando hagan la unidad con los misioneros o maestros que vinieron para llevarle al Padre sus hermanos negros de hollín, porque para eso hablan con sus maestros, "Con mis espíritus que ángeles llamáis".Todo esto, ya nos confirma la solidaridad de un mundo, por el llamado de hijos a todos "ángeles y demonios". Y como el que esto habla es el Espíritu de Verdad (ministro secretario para todo su plano) en nombre de Eloí Universal, nos pone en camino de comprender, que todo el universo se solidariza, porque Eloí es el Padre universal. Pero que nos lo dice en el mismo testamento–contrato en otra cláusula, diciendo: "El hombre ha de vivir en todos los mundos que hoy existen; pero la creación sigue y no se acaba".De modo, que además de la razón que nos lo dice, tenemos la palabra indudable del mismo Eloí, que confirma nuestra razón y nos da la vida y la acción Eterna y Continuada: esto le fue dicho a la tierra, hace ya 40 siglos ahora. Yo leo en mi archivo todas las profecías; veo en sus folios las promesas de Jesús y hasta éste ha repetido sus palabras, sin cuyo cumplimiento (puesto que lo prometió), no podía ser justificado. Podría citar todos los textos verdad; pero nada queda ya en pie de todo aquello, ni aún la ley de Moisés; y por esto, no cito lo que ya pasó; lo que ya se cumplió; y sí cito, las cláusulas del testamento-contrato entre el creador y sus hijos de la tierra, porque éste queda, porque es palabra de Eloí y ésta no pasa nunca, aunque pasen los cielos, o los mundos. No pasa la palabra de Eloí; y tampoco pasa el espíritu su hijo, que eternamente vive en El; en su sustancia; como voluntad ejecutora de su eterno pensamiento, Eter, sustancia única que da origen por el espíritu, a todas las creaciones que pasan y se renuevan, dejando sus nombres y sus obras en el eterno archivo, que sólo el espíritu organizará para la suma sabiduría y para su omnipotencia, todo solidarizado en el infinito depósito del universo, en el que todo es libre y común con sólo tener progreso para utilizarlo y ser mayor de edad reconocida en el juicio final de cada mundo. Sólo entonces el hombre no puede errar, porque ha rasgado el crepúsculo y vive en la unidad espiritismo y obra en todos sus actos con toda la sabiduría y potencias necesarias para no sufrir en la operación ni errar en sus actos, porque no puede errar, debido a que sus actos son ordenados y regidos por maestros autorizados y los de la cosmogonía y los de los otros planos, mandan su potencia por obligación solidaria, para que todo así sea armonía y comunidad, que es lo que la ley persigue en todos los mundos desde su iniciación a la vida. Mas queda un punto muy trascendental que decir, antes de cerrar esta primera parte y es sobre los mundos de expiación hasta su regeneración (y los anteriores, primitivos y embrionarios), para ver que aquellos tampoco están fuera de la solidaridad, pero en condiciones muy diferentes, conforme a la armonía. Ya he dicho antes que en los mundos y en los espacios (añado aquí), están agrupados los espíritus, por secciones, como en los colegios, todos aquellos que cursan el mismo grado, aunque ninguno de los estudiantes sea del mismo adelanto, pues el universo es sólo un colegio, con tantas aulas cuantos grados de progreso hay en las infinitas humanidades; pero unos deletrean, empiezan y no pueden estar con los que ya están en un curso más adelante, ni los párvulos con los adultos, ni esos con los bachilleres: Mas todos reciben su instrucción correspondiente por maestros adelantados o instructores, que todos ellos reciben sus órdenes de un superior y los materiales del único fondo. Pero si en todas las secciones existe la ley de instrucción, no son las responsabilidades del párvulo o adulto, como las del bachillerato, que es la preparación para tomar carrera; ni éste con el que ya cursa la carrera que eligió para doctorarse. A éste, sólo profesores, maestros y sabios en la ciencia correspondiente pueden enseñarlo; a los bachilleres podría enseñarles y los enseñan maestros inferiores; a los otros, sucesivamente, maestros de menos responsabilidad. Completamente igual ocurre en los mundos del universo. El mundo embrionario (a donde desciende a iniciar su vida individual todo espíritu) es como un colegio de párvulos, donde se llevan los niños recién destetados y se les tiene hasta que se inician en la razón, para poder empezar el cartel; allí no hay responsabilidad ninguna. Pasan al mundo de prueba y allí cada uno se iniciará en sus aptitudes; pero tampoco hay responsabilidad en los daños que se causen los adultos en sus travesuras; allí están hasta que saben que son seres. Pasan entonces al primitivo, donde han de ejercitarse en el aprendizaje de aquello en que se vieron aptos en la prueba y aquí han de disponerse al bachillerato. Aquí nada se les exige tampoco, porque son inconscientes y se les saca en cuanto la razón les apunta y pasan al mundo de expiación. Aquí sí; aquí cursan el bachillerato; aquí ya, las amonestaciones son severas y se les hace responsables, porque ya empiezan a razonar; ya descubren sus remordimientos, porque nace la conciencia; y cuanto más avanzan en su sexto día y curso, más arrecian las obligaciones, porque saben que han de ser examinados y juzgados públicamente en el juicio, porque ha llegado el momento de graduarse de bachiller, conociendo la generalidad de las teorías científicas, para pasar a estudiar la carrera de doctor, de maestro, de creador de mundos, pues hasta entonces, sólo lo fué de formas y cuerpos. Pero tiene que pagar todos los vidrios rotos anteriores, que apuntaditos se los guarda todos su espíritu mismo en su conciencia; de aquí la gran resistencia que el hombre pone a rasgar el velo, ese crepúsculo que le descubre un pasado horrible. Hemos celebrado el juicio de mayoría o sea el examen; los desaprobados, son llevados a un mundo primitivo y sirven de instructores. De allí van otros al de prueba y de aquel otros al embrionario (como al mundo que después del juicio se llama regenerado) vienen ya los maestros de la cosmogonía y el Espíritu de Verdad. He aquí cómo por sus grados, la cadena es eternamente continuada; pero cada eslabón hacia arriba, tiene su brillo correspondiente; mas toda ella recibe la vibración del creador su Padre y el amor y la ayuda solidaria de todo el universo y por esto, todo el universo es el espiritismo, que es adoración del único Eloí en espíritu y verdad, sin tener nada de religión pues ésta es sólo de la inficción de la carne y sólo está en los mundos de expiación y se anulan todas en el juicio de mayoría para entrar en el único credo espiritismo que es de todo el universo y es el crepúsculo que se rasga hoy en la tierra, a los que no tienen valor para rasgarlo ellos. No es esto tampoco una imposición y menos una injusticia: es la ley de amor que marcó la hora de igualar a todos los hijos del Padre, por sus grados, para darle a cada uno sus derechos y su merecido; lo que tenga depositado por su trabajo en el punto que le corresponda y él se ha preparado a su libertad voluntaria, para lo que se le instruyó todo lo debido y se le advirtió que esa liquidación llegaría y que estuviera preparado, y nadie ignora esta verdad, ni aún los detractores a quienes se les descubre rasgándoles el crepúsculo y no pueden menos de reconocer que todo el universo es el espiritismo.
EL ESPIRITISMO EN SU ASIENTO
SEGUNDA PARTE
CAPÍTULO I
Enemigos del espiritismoEn realidad, el espiritismo no tiene más enemigos que los dogmas, la supremacía y la ignorancia. Pero esas (lo mismo que las religiones), no son cosa porque ninguna de ellas es hombre ni mujer; es el antagonismo, la pasión y la estultez de la sinrazón la que crea todas esas entidades abstractas, incorpóreas e irresponsables en sí mismas; pero sí son responsables los que encarnan en sí mismos los errores de esos enseres, que bien lo demuestran en cuanto rasgan el crepúsculo, que ninguno quiere la responsabilidad sobre su persona. Es por esto una ficción que pasa y no puede ser de ellas, porque no son más que un conglomerado de deseos irracionales que el espíritu, siendo omnipotente por la solidaridad no puede hacerlos forma ni cuerpo, porque su figura no existe en la ley eterna de la vida. Así sentado esto, no hago cuestión; basta lo expuesto para que la razón comprenda que, aunque se digan enemigos del espiritismo, no lo son; pero sí son detractores mistificadores, que significa calumnia y esto es lo que voy a destripar sin bajar a personalidades, porque tampoco las hay; pero sí hay corporaciones de detractores y son los que no rasgan por sí mismos el crepúsculo, porque temen quemarse los ojos con tanta luz conociéndose a sí mismos, conociendo el espiritismo que es la vida eterna y continuada, que es el asiento del espiritismo y éste es el asiento del Dios Amor que busqué y hoy os digo, que en todo el universo se le llama Eloí; por lo que, la vida, (única razón de la existencia del espíritu y así de su Padre Eloí) es la verdad eterna que al hombre se le da hoy con el Espiritismo. Esta verdad es eterna, desde el mundo embrionario hasta Eloí y jamás cambia. Pero sí cambian (en su estudio eterno) los espíritus y por tanto los hombres que cada vez la comprenden más, pero que jamás la sabrán en su eterno estudio, porque como Eloí es eterna e infinita, e infinitas sus formas y demostraciones; y aún no pasó una forma, cuando engendró otra; y así será eternamente la vida creando mundos y formas siempre ascendiendo a la belleza, a la perfección, sin llegar jamás a su límite. No lo tiene. Pero si no llega jamás a saber el secreto de la vida, (porque éste es sólo del autor de la vida) nuestro Padre nos incita él mismo y nos obliga por su amor de Padre a comprender la vida, por la misma vida; y cuando rasgamos el crepúsculo, cuando entramos en la trinidad del hombre, vemos con espanto que lo que creíamos el más (el alma), no es más que un neutral que debe asumir las esencias del menos (cuerpo), y que hay el director (Espíritu) con quien no contábamos en nuestro dualismo. Aquí es la lucha; la mistificación, la calumnia y el espíritu, sufre la última tremenda batalla y sabe, que si no triunfa, no será aprobado y tendrá que volver a otra aula inferior donde ya cursó y allí será instructor solo, porque no pudo seguir en la clase de los doctores para graduarse de maestro. Como son muchos los que se encuentran como él, forman la barricada en las sombras de la materia reclamando los derechos de ésta y son ciegos puesto que no quieren entender que el espíritu es todo amor y justicia y ningún derecho va a quitarle a la materia; al contrario, va a dárselos en ley divina. Pero el alma, unida al cuerpo y vencida por la brutalidad de éste, no quiere convencerse de que, siendo segundo, va a ser más que hasta entonces que la sinrazón lo consideró primero; pero entonces, el espíritu acude a su última arma y remueve todo el archivo en su misma alma y los remordimientos crecen y las acusaciones se multiplican. Mas la falange de los materializados gritan a cuello suelto y hacen caer a los débiles y cargan de calumnia a los que emprenden su nuevo camino valerosos y atacan a los maestros, espiritual y corporalmente y la lucha es horrorosa, hasta que la justicia aplasta a los revoltosos metiéndolos en las madrigueras inmundas de sus cuerpos bestias, mientras pasa la transición que se les dió en el juicio de mayoría. La lucha fue empezada en Adán y Eva y está representada en el símbolo de Caín y Abel. El número de misioneros era de 29. Los espíritus y encarnados pertenecientes a la tierra (que llamamos primitivos), era de Dos Billones; más Tres Mil Quinientos Millones de desterrados que caían de Neptuno que sufrió su juicio de mayoría entonces; tocando así en la lucha, a Setenta mil millones de seres, contra cada uno de los 29 misioneros; los que, en escasos 57 siglos, se presentan triunfantes con mayoría de redimidos al Padre y llegan ahora a rasgar el crepúsculo a los que quedan en su corta transición. ¿Habrá sido ruda la lucha?

ESPIRITISMO EN SU ASIENTOPARTE 4 Hasta Abraham, habían caído los misioneros sacrificados muchas veces, porque con sus leyes y principios destruían los dioses y las religiones. Pero asegurada ya la victoria, el Padre, da su promesa en Abraham y se organiza un pueblo en Jacob, para luego recibir la ley escrita en el Sinaí. Vienen los profetas y caen sacrificados. Vienen Antulio y Sócrates y caen sacrificados. Vienen Juan y Jesús a acabar la siembra y caen sacrificados. Y todos y siempre, fueron los 29 misioneros. Mas sino hubieran recibido la ayuda a que ellos tenían derecho por la solidaridad, ¿era posible el triunfo de uno, contra setenta mil millones? Pero es que, si como hombres eran absolutamente igual a los demás hombres, el cuerpo en el misionero y maestro (que tiene que ser trino), no le estorba para vivir su espíritu en las regiones de la luz y allí carga la potencia necesaria y recibe la ayuda, el ánimo, el valor y la inspiración continua de la solidaridad. De este modo, la ley divina triunfa y triunfará eternamente del detractor; ahora se acaba ya esa lucha y a terminarla en ley y justicia vino "el juez hombre hijo del hombre" y con él llegaron más de la mitad de los 29. Los otros son los correos y consejeros entre los de acá y el Espíritu de Verdad que dirige la acción, para lo que descendió y señaló cargos, confirmando a todos la cosmogonía y bendiciéndolos Eloí y dándoles su luz por credencial... que llegará para la comunidad hasta materializada................................................................................. ................................................................................................................ No quiere la ley expulsar a nadie; pero es necesario que rasguen el crepúsculo y reconozcan la vida y la acción del espíritu, porque la mayoría, reclamó justicia y se le concedió y se hizo; y de no rasgar de su voluntad el crepúsculo los de la transición, la ley, (que en su justicia es inexorable), ordena al juez rasgarlo y todo queda al descubierto, sin miramiento a que se quemen la retina los que viven en la noche y en el crepúsculo que son los detractores. Y rasgado queda. No señalaré personas, pero sí entidades que son detractoras y mistificadoras (que ya he dicho que es calumnia) y son todas las religiones sin excepción, aunque de ellas haya que reconozcan la vida del espíritu, pero no le conceden acción; todas las ciencias y filosofías que están en ese mismo terreno; todos los dogmas y leyes que se oponen a la verdadera libertad; y sobre todos, está como detractor que asume en sí todas las responsabilidades de todos los errores, el Espiritualismo, porque se ampara hipócritamente en el Espiritismo, para así dar el zarpazo a mansalva y eso indica cobardía. El espiritualismo, admite en su seno todos los errores de todos los credos y a los espiritualistas se les habla más directamente y se les invita a pensar en su posición falsa ante el espiritismo universal, que es la verdad Eterna y absoluta, porque es la vida continuada, que será siempre la misma, aunque a los hombres les parezca diferente cuando cambian de posición y son ellos los que cambian y no la vida. El hombre no ha entrado en la metafísica por no verse pequeño y es entonces cuando se anonada. Hay que atomizarse, mirarse en la realidad como en un cristal inmaculado, sin que asusten las manchas que necesariamente ha de tener hasta después del mundo regenerado, porque la materia, por pura que sea, siempre es opaca. Pero sujeta a la ley del espíritu, la ley de la materia, se diviniza... Sí, se diviniza, porque el espíritu la eleva en esencia hasta el trono del creador que dió ley a la materia para que la domine su hijo el espíritu y el purificarla es su misión eterna, de mundo en mundo; y en cada uno llega a su límite para empezar en otro. Esa materia (nunca pura a la perfección absoluta) se ilumina en el alma y alumbrará más que un Sol y muchos Soles juntos, que no otra es la luz de los mundos, sino la que dejan traslucir los espíritus a través de sus almas, conforme a la armonía de la ley. Por esto, hoy, la tierra se ve en el espacio desde el día del juicio mayor y más brillante que nuestros vecinos hermanos, Venus y Marte, aunque nos llevan 60 y 20 siglos respectivamente, de mayoría. Siglos que viven en la luz y en la Comuna. Hasta de estos datos la tierra sabría mucho más que sabe; pero el prejuicio, la furia del detractor, la mistificación, la calumnia y persecución a los que han querido descubrir su trinidad, ha privado a los hombres de llenar muchos vacíos en las ciencias, que no los puede llenar más que la razón. Pero ésta ha sido amordazada por la fuerza bruta y por el escupitajo asqueroso de la calumnia del detractor, empeñado en sujetar todo el universo, a un átomo insignificante como la tierra, con lo que hicieron un dios de risa, pobre, loco y raquítico como el calumniador y era natural que se opusiera, calumniara, persiguiera y sacrificara, al valeroso que se atreviera a razonar en el universo. No: no hay enemigos del espiritismo, porque el espiritismo no puede tener enemigos, desde que él sólo es amor y justicia; pero sí hay detractores, mistificadores, calumniadores y desvergonzados supercheros, que se les descubre (para su provecho), rasgándoles el crepúsculo por mandato de la justicia que no puede castigar, pero que tiene el deber de corregir y corrige. ¿Cómo? Como es justicia que sea. Poniendo a cada uno en su afinidad; donde trabaje; donde se harte hasta la saciedad de sus afectos y gustos. Y cuando a un mundo (como la tierra hoy) se le rasga el crepúsculo, es por que llegó a su día de luz y de derechos y obligaciones iguales y los detractores no encuentran ya toperas donde guarecerse y la ley les señala el mundo de sus afecciones, donde se corregirán y serán maestros; tarde, pero lo serán porque la ley es que lo sean. Muchos desearían, por la obcecación, dejar de ser y no pueden; seguirán siendo todo el tiempo que les plazca, los "negros de hollín": enseñarán "los placeres de la carne y los males de matar”; pero su Padre los espera; "verán la luz y le serán fieles", porque los creó y ya no puede ser que no sean. ¿Os parece ese poco medio de corrección? Es horrible verse así sujeto por la ley que lleváis dentro de vosotros mismos; pero cambiad de actitud y la ley no os sujetará; ella misma os dará alas y fuerza para volar con entera libertad. ¿Qué haréis, me decís? Bien dulce es el mandato, "conoceros a vosotros mismos” "amar a vuestro hermano"; con eso solo, sin que lo penséis, conoceréis y amaréis a Eloí vuestro Padre que os espera siempre, aun cuando sois detractores de su único credo universal el Espiritismo, en lo que sois negadores de vuestra misma existencia y sin embargo, no puede ser que no seáis. Lleváis dentro de vosotros mismos, la única vida y en ella al autor de la vida y al actor de la vida demostrada en formas y cuerpos. Queréis negarlos y no podéis sin dejar de ser vosotros, y no puede ser que no seáis; ¿y teniéndolo todo dentro de vosotros mismos, queréis buscarlo fuera de vosotros, en lo abstracto? No, la vida es real y tangible y en ella se ve y se palpa al Creador, porque en cada cuerpo está encarnado un espíritu, hijo consustancial del creador universal, y ese espíritu a quien negáis, es además, el creador de vuestro mismo organismo tan complicado; que si vuestro espíritu no lo habría hecho, no viviría para negarlo y calumniarlo. ¿Qué tal te parece tu acción? ¿Puedes quejarte de que se te rasgue el crepúsculo? Por amarga que sea la medicina, ¿no es mejor tomarla, que ir a la corrección? No bajas, todos suben; pero todos iguales en su grado; esto es amor.
CAPITULO II
Los médiums; lo que son y sus cualidadesEn la "ley de mediumnidades en general" del código, está desmenuzado y reglamentado este capítulo que entraña tanta grandeza, gravedad y responsabilidad para el médium que teniendo conocimiento de lo que son, no pudieron menos de espantarse hasta hoy que ya se rasga el crepúsculo. Lo mismo que el pararrayos sobre una altura que recoge las descargas atmosféricas es un médium entre los hombres. Todos los pensamientos de los que le rodean están sobre él. El ambiente malo o bueno en que se educa, el que vive y el que actúa, en él se acumula y dará sólo aquello del ambiente en que se envuelve, si el médium no está educado para aislarse de los que le rodean, prejuiciados y maliciosos. Todos los médiums, por el hecho de serlo, tienen grandes responsabilidades y son (por naturaleza), delicadísimos, como los gusanos de seda. Todo les molesta y todo les subleva; hay que estar con ojo avizor sobre ellos y estudiarlos con toda frialdad y jamás conviene la adulación a su alrededor, pero aún menos el desprecio; las dos cosas pierde al médium, por lo que hay que mantenerlos en la realidad de las cosas; en el término medio verdadero, para evitarle elorgullo o el tedio a las facultades que les son pesadas siempre, hasta que está en su perfecto desarrollo, que es cuando él solo se basta para rechazar la influencia extraña y solo se entrega cuando su espíritu está cierto de que el que se le arrima para posesionarse, está en la justicia, El médium tiene todas las armas necesarias para su defensa. Pero la ley es una y el más domina al menos; causa por la que, puede ser muy grande la potencia dinámica del médium y la de sus guías y afinidades, pero puede ser mayor la influencia del ambiente y ser dominado por el detractor; en este caso, la responsabilidad es del círculo que le rodea. Pero hay muchísimas veces, las más, que el médium atrae sobre sí al detractor, aun contra la fuerza de un buen ambiente y la causa es el prejuicio; el hombre que se rebela; algunas veces, la malicia, el encono (si no es odio), y siempre la predisposición. El médium es responsable (por sólo serlo), como diez mil hombres del mundo en que actúa; pero también sus méritos o responsabilidades son por los méritos o responsabilidades de diez mil. Este solo hecho debe ser la bastante lección para los médiums y los que rodean al médium. Al médium no hay que darle otro trato que el de la verdad, sea dulce o sea amarga, porque él no debe oír más que justicia y no puede hacérsele acepción ninguna entre los hombres, porque de esa acepción se aprovecha el detractor para sembrar en él el orgullo, la vanidad y el desprecio de los otros médiums. El médium que desprecia, critica o calumnia a otros médiums, está dominado por detractores; obra en su dínamo con sólo el neutro y el negativo; tiene fundido el positivo y sólo él podrá poner de nuevo el fusible sufriendo las consecuencias, no sólo morales, sino también muchas veces corporales por enfermedades en la materia, pero rara vez y ninguna vez la locura, después de desarrollado. La locura es frecuente en todos los que, teniendo facultades medianímicas no las desarrollan por prejuicio o insidia y no se curan sino desarrollando la facultad, porque, la locura no es otra cosa (por compararlo materialmente) que un lobo entre un rebaño o un perro en un gallinero, que todo alborota. Ese lobo, o perro, es su mismo espíritu muchas veces; porque, no pudiendo doblegar su alma y cuerpo, tira continuamente de las cuerdas de sus instintos y a tantos tirones, la conciencia se subleva y en esa confusión, la razón es impotente y será loco o imbécil, según que la razón haya sido vencida o se mantenga en lucha, que en este caso, será locura furiosa. Pero en el médium en buen desarrollo y bien desarrollado, la locura no es con ellos; porque además no es enfermedad y la locura no existe; pero si existe la perturbación del espíritu. Los médiums no se hacen; los médiums nacen siéndolo; por lo que, toda provocación, es superchería. Todo médium es trino aunque sea un demonio (de los llamados así en el testamento de Abraham); y desgraciadamente, hasta hoy que se rasga el crepúsculo, de estos demonios hay más que de los llamados ángeles; de este efecto, la causa es la ley que es única y ni a malos ni a buenos niega ni quita lo que suyo es. Pero hay casos de justicia en que se deben suspender y se suspenden en verdad las facultades; pero esto no es quitárseles ni negarles lo suyo; es una advertencia amorosa de la ley; y un médium que llama y no es contestado, examínese, que encontrará mancha en sí mismo; ha fundido el fusible del positivo y sólo con la humildad, con el sometimiento a la justicia, podrá reponerlo y debe sufrir resignado esa corrección y aprovecharla. El médium (como tal), no es el hombre o la mujer; es el misionero y lo ha ganado por su esfuerzo y no debe eludirse de su misión; pero no debe en ninguna reunión pretender ser el hombre; sino el instrumento; el intermediario, entre los hombres y los espíritus; y sólo puede ser el hombre, en las cosas materiales que afectan a la vida; pero en cuanto se toque doctrinas y principios, no puede ser más que el médium y es su deber accionar continuamente su dínamo, para rechazar toda influencia contraria. La causa de que no puede ser el hombre, en cuanto a doctrinas y principios es, porque jamás pueden echar de sí el magnetismo que la facultad crea y por la que son lo mismo que el pararrayos y el imán. Querrán hablar como hombres; pero el detractor es tan astuto y ladino, que toma las líneas de fuerza que quiera y no desarrolla el magnetismo del médium y piensa que habla el hombre y es su lengua, pero no su conciencia, sino la del detractor y es responsable el médium; por lo cual nunca puede tomar parte como hombre ningún médium de posesión en las discusiones, sino estar preparados a dar solución o confirmación por la posesión y la inspiración a lo discutido. Ese es su deber. No crean que esto les quita nada de su valor de hombres; pues digo, que deben estar dispuestos a dar solución o confirmación por la posesión si hay lugar; y si no la hay, reciben seguro la solución, autofónicamente, si es la discusión sobre principios que afectan la verdadera sabiduría; por que hay que decir, (para que lo sepan todos), que esta clase de comunicación, ha llegado a la tierra por necesidad a la justicia. Esa es la gran misión de los médiums en las asambleas y tienen las facultades, para ser por ellas, el misionero y el instrumento de los espíritus. Para actuar como hombres en las discusiones, les estorba la facultad. Es cierto que es un sacrificio. ¿Pero cuándo el deber y el amor no es sacrificio? En cambio, pueden recibir avisos, órdenes y lecciones que no pueden recibir los otros y así, son los mensajeros de aquellos que dice Eloí por Abraham. "Por que hablarán con mis espíritus, que ángeles llamáis"; esta compensación, es bastante mayor que discutir con los hombres. Mas hay que decir también y debe exponerse en toda reunión esta máxima. "Se acabaron las discusiones y empiezan los razonamientos; hablen los médiums y razonen los hombres”. Los médiums, deben ser ilustrados cuanto más mejor en la literatura y la dicción correcta; pero no pueden prejuiciarse con ninguna idea o entidad y menos tener acepción de personas ni espíritus; por que esto, pone obstáculos a la libre comunicación que en justicia puede hacer todo espíritu libre o encarnado; pero debe estar perfectamente identificado con su guía y protector y es a éstos a quien siempre debe evocar, para que ellos den la posesión al hermano que en justicia le sea permitido, que puede ser "Angel o demonio". (empleando las frases de Abraham) pero para eso está el razonamiento para analizar lo que dieran. Mas desde hoy, todos deben firmarse para responder de lo que dijeran. Pero entended bien, que todos tenemos muchísimos nombres (uno de cada existencia) y el espíritu puede usarlos, según de lo que se manifiesta, que corresponderá a los hechos de una existencia: Pero lo justo es (y a eso obliga la justicia) que se firme con el nombre más conocido. El médium, tiene el deber de conocer los nombres de su guía y protector y aún el de sus afines y familiares más cercanos; y por sus biografías y hechos, saber qué árbol le cubre; pues hoy es día de luz y no caben las tinieblas; y aquel comunicante que se encubre, es porque quiere eludir responsabilidades, o no puede resistir la luz.. El hecho de que uno se firme san fulano, no quiere decir nada para el respeto al hermano. Mas ningún espíritu elevado os va a decir, soy san fulano; pues todo espíritu de luz sabe, que no hay ni puede llamarse santo; porque santo, es solo Eloí. Tampoco os pueden hablar del ejercicio de la caridad, sino del amor; ni del cristo, refiriéndose a Jesús; ni de redención por la sangre de Jesús, ni a éste llamarlo divino en ningún concepto, ni menos recomendaros nada religioso, ni cultos, ni sacramentos, sino de justicia, de libertad, de sabiduría, de comuna y por todo, de amor. Las facultades son muchas y están algunas catalogadas antes de ahora por Kardec y se anotan en el código; por lo que no tengo nada que decir de su número, sino que, nada de lo que el hombre hace en la tierra, está exento de ser facultad medianímica y más o menos desarrollados, todos los seres son médiums; luego lo comprenderéis por vosotros mismos. La causa de haber tantos médiums malos, es mayormente el prejuicio (que gravita pesado) de religión, de ciencia y de sociedad; pero estaba previsto en la ley y se levantan muchas responsabilidades por esa atenuante y por la otra mayor de que, la ley, no prohibe la manifestación a los detractores, que tomaron como agencias suyas la mayoría de los centros espiritistas y todos los de los espiritualistas. Mas esto, ya se acaba, gracias a Eloí, por que llega su vibración y la luz espiritual y material todo lo cubre y el detractor no puede salir de su topera, por que se quema y se ve descubierto; y para más, se acaban los detractores en la tierra, en la transición que se les dió; y sabed (aunque lo diré en su sitio) que desde el juicio final o de mayoría sólo hay detractores encarnados que en desdoblamiento se comunican y está probado en el testamento de Abraham, en la cláusula. "Y mis hijos negros de hollín que demonios llamáis, enseñan a sus hermanos de la carne, los deleites y los placeres y males de matar". Estos son los encargados hoy, por que en el espacio, no hay ya ningún Negro; todos fueron quitados el día de la sentencia. Con lo dicho y agregar que el médium debe ser un ejemplar de moralidad, es bastante para encaminarlos; pero no pasaré sin decir, que el que dirige al médium, es responsable y merece diez veces más que él y el médium merece y responde por diez mil. De lo que deben tomar buena nota los que se aferran por las presidencias de las sociedades y no saben su responsabilidad. No podéis nunca discutir. ¿Quién es el primero? No habéis entendido la metáfora que dijera Jesús porque éste, hablaba para el espíritu y por esto dijo: “Los primeros serán los últimos y los últimos los primeros". Y es así y lo comprendéis ahora, por que veís que el último descubierto es el espíritu y se pone él primero, porque lo es: Jesús no lo dijo por categorías de hombres; y además en el espíritu no hay categorías; hay cargos; y quien viene con un cargo, lo desempeñará aunque tuviera en contra todo el mundo, porque a la ley no se le puede burlar. Ganadlos, conquistad los cargos, por que a todos se os pide que seáis maestros y habéis de llegar; y cuantos más maestros habrá, señal será de progreso y menos discusiones habrá por categorías, que sólo puede haberlas en la ignorancia y es propio sólo de los detractores, que ya acaban.
CAPÍTULO III
Las comunicaciones y manifestacionesLos espíritus, están obligados a comunicarse y manifestarse a los hombres. Y más obligados que todos, son los misioneros y maestros; además de que la afinidad los atrae y les está mandado por la ley suprema de amor y prometido a los hombres de la tierra por Eloí, en el testamento de Abraham, para estos tiempos, cuando dice: "Y los siglos serán treinta y seis, desde que escribiere mi ley, hasta que la tierra la sabrá; y de este siglo, mis hijos serán de luz, por que verán la luz de su Padre que les darán mis espíritus. Y tu hijo Isaac y los que después serán, hablarán con mis espíritus, que ángeles llamáis”. ¿Por qué, pues, no pueden los grandes espíritus comunicarse? ¿De qué les servirá su grandeza, si lo que hacen los menores no pudieran hacerlo los mayores? Los que esto sientan; los que esto afirman, son detractores; son negros de hollín que les daña la luz; pero a pesar de eso, vienen aunque los llamen fantasmas; porque podrá el detractor no querer recibirlos; pero ¿por qué no los quieran recibir los que calumnian, no han de venir ellos faltando al mandato de venir y a la ley que les obliga? No, ellos, precisamente, porque saben la ley, porque comprenden su deber, porque no quieren eludir su deber, vienen, quieran y no los hombres; y si no los quieren recibir en comunicación, se manifiestan en efectos físicos y obligan al hombre a sentirlos y estudiar los hechos, aunque saben que los llaman fantasmas. Pero eso mismo atestiguará que vinieron y quedará cumplimentada la ley, confirmándolo los mismos negadores, llamándolos fantasmas y confirmado queda. Se aduce por los prevaricadores, que "somos muy imperfectos“; que "nuestra atmósfera es muy pesada para que los grandes espíritus puedan llegar a nosotros, llenos de pasiones y defectos".Cualquier inocente vería en esa filosofía un abismo de virtud, de humildad y de respeto y en realidad, lo que hay es, un océano de malicia, de hipocresía y de ignorancia; y lo voy a probar. La perfección absoluta, no existe en los espíritus ni existir puede, porque su misión es eterna de purificar materia de lo que eternamente no acabarán porque si acabaran, acabaría la vida; y si acabara la vida, acabaría el autor de la vida y ésta es precisamente la verdad eterna, que no puede acabar. Llegan sí (y todos hemos de llegar), a la perfección relativa a cada mundo. Pero es entonces cuando verdaderamente viven los mundos, porque están en esencia en cada espíritu, siendo ésta la eterna metafísica que opera el espíritu en el Eter, depósito eterno de la vida universal; depurar siempre. Si entrañaran los negadores en esa metafísica, encontrarían la clave de cómo el espíritu más puro puede llegar no sólo a los mundos de expiación (que ya son cuarta esencia de la materia hasta su juicio en el que pasan a ser mundos regenerados y materia de quinta esencia) sino que, el espíritu más puro, puede llegar y llega hasta los mundos embrionarios y no hace en ello más que cumplir la ley. Si no llegara allí, faltaría a su ley que no puede eludir ni quiere eludir el espíritu de Luz. Que sufren en esas descensiones, sí es cierto; pero repito, que el amor es sacrificio; y el amor lleva impreso todo espíritu por ley ineludible, desde que el Padre lo individualiza para lanzarlo a la vida, a la demostración de la vida. Y no hay un solo espíritu (ni el mayor del infinito universo) que no haya pasado desde el mundo embrionario. El espíritu guarda en su alma, el gran archivo de todas sus existencias de cada mundo; y más guarda y más comprende la vida, el que más viejo es, para hacer eternamente el parangón de donde se encuentra y dónde empezó. Así sabe lo que tiene que hacer, para llegar a cada grado más bajo de donde él está. El espíritu, cuando ha de entrar en un mundo inferior, tan pronto toca su atmósfera, se viste de ella para asimilarse a la gravedad, sin lo cual, no podría estabilizarse; pero tampoco cruzar por la atmósfera podría, porque es contra la ley de atracción y gravedad y en él está esa sabiduría y esa potencia que usa por necesidad de cumplir la ley y la cumplen (aún sin ser llamados) yendo por deber y amor a los mundos embrionarios, de prueba, primitivos y de transición, en cuyo último (que es de preparación sólo en estado espiritual para entrar en el de expiación), les enseñan el trabajo y su ley y allí les dicen: "Dónde vais, siempre que nos llaméis acudiremos, porque ya nos conocéis; hasta aquí fuímos donde estábais, sin llamarnos, porque no teníais conciencia; más ahora, para contestaros, es necesario que llaméis; pero estamos con vosotros porque os guiamos a la regeneración".Mas encarnan en el mundo de expiación y encuentran buena la vida de goces que no habían sentido hasta allí, porque no había conciencia; y en el placer se engolfan por millones de siglos sin que nadie les moleste; tienen que saciarse de todo lo que el mundo les ofrece; pero en cuanto la pasión se hace lugar y hace nacer la concupiscencia, entonces, sin que llamen, se manifiestan los mayores por efectos físicos, hasta horrorizarlos y hacerlos temer, aunque sea por la matanza de unos a otros, que nada importa un cuerpo que luego renacerá; porque la sabiduría tiene el deber de tomar del mal el menos y de sacar bien del mal; y cuando el hombre temerá a sus semejantes (aunque sea por la matanza de unos a otros) de ese temor nacerá el respeto; del respeto, llegarán a la fraternidad; y en ésta, empezarán a amarse. Ya podrán recibir entonces, no sólo en efectos físicos los avisos, sino por la inspiración que sentirán; luego por las apariciones; más adelante, empezarán las audiciones; más allá, descubrirán el magnetismo, la hipnosis, la telepatía y empezarán los escribientes mecánicos y al fin, recibirán la palabra viva, cuando llegan los médiums de posesión. Todo esto es trabajo de esos mismos negadores, prevaricadores, calumniadores y cobardes soldados, que hoy se amparan bajo cualquier nombre de conveniencia, para llegar en el caso extremo, a la amalgama del espiritualismo. Esto, sin embargo, lo tolera la ley, que hasta que llega el feliz cuanto terrible día del juicio, no toma acción la justicia, mas que para la compensación, porque el Padre, no tiene parcialidad y reconoce a sus hijos, lo mismo en los ángeles que en los demonios. Pero pedida la justicia por los mismos hombres y concedida ésta, entonces "ya es otro cantar", porque la mayoría reconoce y exige la igualdad y el trabajo por ley en el Régimen Comunal que está impreso en cada espíritu por la ley suprema de amor; y toda esta evolución, la preparan en los mundos, los maestros misioneros que vienen a marcar la regeneración. Desde ese momento, la comunicación del mundo con el universo queda establecida, aunque sólo sea por los maestros (lo que sucedía en la tierra hace 57 siglos, cuando el mundo era como una jaula de fieras), y hoy que ya es un mundo regenerado, ¿no habían de poder comunicarse estos maestros, que cada uno tiene entre espíritus libres y encarnados 70 mil millones de redimidos y por lo tanto afines? Más entended bien, que los 29, eran cuando vinieron una sola familia y lo fueron siempre en la tierra, dándoles vida muchas veces a todos y siempre sin excepción a los Mesías y legisladores, la misma madre que empezó siendo Eva y acabó (por entonces y hasta ahora) siendo María. Pues todo el fruto recogido por los 29, es fruto común de la familia; y cuando unos están encarnados, otros están en espíritu para aconsejar y ahora están las tres cuartas partes en la tierra y las facultades en todo su desarrollo. ¿Y no habían de venir a los suyos y a los de los suyos? ¿Dónde estaría la justicia? ¿Dónde el deber cumplido? ¿Dónde la afinidad? ¿Dónde, en fin, el amor? Si aún entre vosotros está el buen sentido para decir que "en el hospital y la cárcel se conoce a los amigos". ¿Qué mayor cárcel y hospital para el espíritu, que el cuerpo y el mundo? Mas aquí ya no se trata de amigos; se trata de hermanos en espíritu y materia y por añadidura de bienes comunes y el deber es de todos de defender su hacienda y arrimar el hombro; y en cuanto mayor sea la parte que le toque a cada uno, más tiene que poner y ayudar por propio interés, aparte del amor que le obliga por justicia. Y si vosotros decís que, “Jesús es el mayor", es entonces el más obligado a poner más y ayudar más, ¿y cómo decís que Jesús no puede comunicarse? ¿Le obligáis por eso a que no cumpla con su deber? No; lo que hacéis es, hacerle sufrir más porque sufre, no lo dudéis, porque ama; y os habla muchas veces y no lo presentís porque sois sus negadores y llamándole "divino, el mayor y el inimitable", lo confundís; lo anonadáis y lo hacéis ídolo, cosa que él vino a destruir. Jesús tiene mayores, aún en su familia en la tierra; pero mayores y menores, por la ley, todos son igual ante el Padre; y lo mismo es hijo de Eloí, Jesús, que el más negro o demonio. De esto, felicitaros sus negadores... pero... haceros justicia. Grande fue la obra de Abraham; grande fue la de su nieto Jacob; grande fue también la de Juan y Jesús; pero había sido mayor la de Moisés, moral, social, material y espiritualmente mirada; pero todas esas obras grandes, no eran más que preparación para la mayor y final que se hace hoy y por esto, aún no era bastante ni la comunicación continua de Jesús, María, José, Joaquín, Daniel y demás misioneros de la familia, ni aún con Miguel, Rafael y Gabriel, tribunal permanente de la tierra, desde Adán, hasta que el Padre puso el Tribunal de Derecho para el Juicio, compuesto de hombres. Todos esos vinieron y vienen en todo instante. Pero repito, no era bastante, porque la obra máxima entrañaba ya la solidaridad con la cosmogonía; era precisa, la presencia, la acción y la palabra del Espíritu de Verdad, que desde su descensión autorizó a los maestros de la cosmogonía y vinieron a reconocer y justificar, encabezados por el maestro del Sol (nuestro padre en los organismos), y vienen siempre que son necesarios a vibrar su palabra y siempre su inspiración y nos llaman sus Benjamines.

ESPIRITISMO EN SU ASIENTOPARTE 5 Sí, hombres, todo espíritu puede entrar en todas partes; pero los mayores tienen la obligación ineludible de venir y comunicarse: lo que hace falta es, que no os escandalicéis y los queráis reconocer y os dirán yo soy; pero también os dirán: "matar el prejuicio"; y Jesús os dirá: "no soy el mayor, ni el único, ni el divino, ni el inimitable", esto os dirá Jesús. Lo que hay, sí, es, una ley inflexible y es que, el más domina al menos; y en las reuniones, si el más es el prejuicio, la preconcepción, la hipocresía y la negación, no tendréis más que los correspondientes espíritus a vuestro ambiente que es vuestro deseo. Porque sólo en casos de justicia se impone un espíritu elevado a la turbamulta de detractores que os rodean y atraéis por vuestro ambiente, que es una evocación psíquica poderosa; y además no llamáis al espíritu de luz y no viene a vosotros, porque ya lo dijeron los maestros al entrar en el mundo de expiación: "Para ir a vosotros, tenéis que llamar porque ya tenéis conciencia“. Y hoy agrego yo; tenéis conciencia y razón; y con conciencia de lo que hacéis, retiráis de vosotros la luz porque os daña y sois responsables; mucho más responsables que los no iniciados; pero aún a pesar de no querer recibir luz a conciencia y razón, os han hablado los grandes espíritus y en todos los centros habló Jesús o alguno de sus hermanos misioneros por orden de la justicia y no los habéis querido oír porque os acusaban. He probado por la ley de justicia y la afinidad, que no sólo se comunican los maestros y mesías de la tierra, sino los de la cosmogonía y el Espíritu de Verdad, por el Padre; y si no lo hicieran, faltarían a su deber quebrantando la suprema ley de amor y ellos, no sólo no pueden faltar a la ley, sino que son los encargados de hacerla cumplir y la cumplen y los justifico yo ante los hombres, como es mi deber. He probado también, que el estribillo de "imperfección, mal ambiente e imposibilidad" de comunicarse los grandes espíritus tañido por los espiritualistas o cobardes soldados del espiritismo, es un océano de maldad e hipocresía, lo que parece para los incautos virtud y humildad; y sólo me resta decir en este capítulo, que El espiritismo es guerra al error, por lo que en él no cabe el error, pero sí caben los errados para enderezar sus pasos y a esto vino el espiritismo siendo luz, para que nadie se equivoque. ¿Quién le pone el crespón? Tiemblen los que recibieron los primeros destellos de su luz y viéndose defectuosos se espantaron y la cubrieron para no tener un acusador. Mas hoy se descubre la Causa y Efecto y el análisis queda terminado metafísicamente por la misma física (aunque sólo es verdad condicional) y la metafísica, verdad real y eterna, enseña la vida, que es el espíritu en su consubstanciabilidad con su Padre Eloí. Sabed sí, que no hay categorías y sólo hay cargos; y cuanto mayor es el cargo, mayor es el trabajo, mayor la responsabilidad y por eso, no es más el más maestro que el menor discípulo, ni el ángel ni el demonio ante el Padre y su ley; lo será en su grandeza, pesada por su sabiduría y potencia; medida por su amor; y todo esto, en este mundo, sólo sacrificios le impone realmente y sufre el espíritu de amor por la ceguera de los aberrados que ya acaba felizmente, ya que se declara que, sólo los que se acobardan y los sin razón niegan a Jesús y sus mayores el derecho de comunicarse. Como esto es de gran interés, me veré obligado a publicar algunas de las comunicaciones de mi archivo en el segundo libro, por lo que cierro este capítulo.
CAPÍTULO IV
Consecuencias del mal uso del espiritismoNo voy a catalogar las consecuencias del mal uso del espiritismo. No se escribe ya para prevenir, sino para corregir a los que están en la transición y porque esto es (a modo de memoria) para que rememoren todos en la vida feliz del Séptimo día, hasta donde llegó la insidia y la hidrofobia en los detractores de la causa única y puedan así los espíritus (en sus desdoblamientos cuando encarnados), llevar la medicina a los mundos donde van los detractores, para corregirlos allí al llegar este único credo del universo; porque nos compete a nosotros hijos de la tierra llegar a ellos como mayores, como a nosotros llegaron nuestros mayores; pues todo en el universo es armonía y reciprocidad por mandato de la ley suprema y única de amor. Voy pues, a señalar algunas consecuencias, las más grandes que ocasiona el mal uso del espiritismo, las que servirán de ejemplo para apreciar todas las demás. La más grave y funesta consecuencia del mal uso del espiritismo es, el engaño de sí mismo: la generalidad de los hombres aceptan en principio el espiritismo por su verdad de la inmortalidad y la no condenación, desde que es un axioma la reencarnación. Un alma abrumada por los remordimientos de su prejuicio religioso-social, oye, la saludable doctrina y se siente renacer: esto no es más que la operación que el médico se ve precisado a hacer a muerte o vida, pero que sale bien de su expuesto trabajo; mas luego descuida las consecuencias el enfermo, porque se le dijo que la operación fué feliz; que aquel mal ya no lo mata; y como siente el alivio, olvida o descuida que cada molécula sacada de su organismo y que baja a la tierra, tienen afines en el cuerpo. El enfermo, no sabe este pormenor esencial y por lo tanto ignora el resultado físico–psicológico que puede operarse entre las moléculas disgregadas, afines de las que están en el cuerpo y vienen la defección, después de haber recibido el médico y el enfermo la alegría, el alivio y la felicitación de sus allegados y amigos. Si el doctor no sabe esta psico-fisiología, comete imprudencia; pero la puede salvar tomando lección de un superior y generalmente la toman; mas el enfermo, sintiéndose aliviado y oyendo que ya aquel mal no lo matará, descuida la pauta del doctor, a lo que le ayudan los amigos y allegados, que porque ya no oyen los ayes de antes, piensan que ya no hay cuidado o peligro que temer por darle un rato más de conversación inútil y aún algunos excesos; y cuando menos piensan, muere el operado por causa del abuso. Este es un ejemplo vivo y material de lo que pasa con el espiritismo en su mal uso y voy a individualisarlo para la buena comprensión de todos. El médico, representa al Espíritu guía, protector o afín que siempre tenemos con nosotros sobre todo en la aflicción que sin saberlo los evocamos y atraemos ya que por su ley y deber nos acompañan en todo instante uno u otro y en los casos de aflicción, todos. En este ejemplo, el enfermo representa un alma dolorida por los remordimientos, por sus hechos, por sus dudas, por sus prejuicios y está abrumada por un terrible sufrimiento, que no puede echar de sí. Este sufrimiento puede ser por infinitas causas; pero el hecho verdad es, que el espíritu encerrado en el alma, no está conforme ya con su conciencia y tira continuamente de los hilos de sus instintos y llama a su conciencia al reconocimiento del encerrado espíritu; pero tiene que tirar de su alma el tremendo caparazón creado y esto ha de dolerle, y porque le duele, se resiste; pero el espíritu tiene ya necesidad de salir de su encierro y continúa aumentando los dolores hasta que por fin, esa alma se decide a la operación; a la amputación de su cáscara en la que están los mismos instintos y derechos del cuerpo animal, que nunca se decidiría a la operación; pero como los sufrimientos del alma se reflejan en el organismo y el cuerpo sufre, cede éste y se deja conducir por el alma, allá donde su espíritu escucha la voz del médico, que aquí son su guía, su protector o su afín. Y se hace la operación, en una comunicación, en una conferencia, o en una lectura que le abre su cáscara y ve la causa de sus sufrimientos y recibe el consuelo, quedando en la beatitud. Pero he aquí a los amigos imprudentes; el cuerpo del hombre, que viéndose libre de dolores, de angustias y aun de prejuicios, se ensancha en la beatitud de su alma y ésta cree que ya no corre el peligro de muerte, porque ha visto que es inmortal; que renacerá de nuevo; y no precave que todos aquellos pensamientos de "soy inmortal, renaceré y enmendaré mis pasos porque elegiré mejor ambiente y prepararé las cosas al cumplimiento de mi deber", no precave, repito, que aquellos pensamientos son errores nuevos porque lo primero que debe pensar es, en la justicia; y ésta por tener un deber ineludible, sigue abrumando al alma, porque aquellas moléculas que dejó en la operación de rasgar la cáscara, son instintos no dominados y reclaman su derecho de satisfacerse y han quedado en el cuerpo y muchas veces pueden más en los hechos que los propósitos del alma en la beatitud, con los que cae en la inacción y son autómatas de voluntad ajena, o no admiten el trato de otros hombres y esto es al fin la muerte moral, que les hará sufrir mucho más que antes de romper la cáscara. La culpa es de su inexperiencia y acaba por no matar el prejuicio del que suena en su alma "San Fulano“, "el divino Jesús" y mil otras bisoñerías que hacen sufrir mucho más que el primer error en que vivieron y que era necesario arrancar de raíz y solo hicieron desmochar y así no arrancaron el prejuicio. De ese modo, la raíz tomó más fuerza, porque la abonaron con la beatitud, que es virtud falsa si no razona; y ninguno con prejuicios, puede razonar. Por esto, la falta de energía los abate, los enmudece y se anonadan ante la magnitud sublime del espiritismo y es una muerte moral, con la agravante de no quererse defender por prejuicio: no le aprovechó la operación. Aquí hay una nueva víctima: el espiritismo mal comprendido. Pero sabe el espiritismo todo esto y lo sufre, porque ha de llegar a desengañar al operado. La causa del sufrimiento del espiritismo, es por la ley que para todos es igual; pero el detractor se finge un espíritu de luz y aun el de Verdad y le habla al recién operado y le enaltece la caridad; le habla del divino maestro, de los santos, de los ángeles, en fin, de lo inimitable y consigue de ese pobre... mucho más que consigue de los fanáticos de su religión o credo, porque ese... pobre autómata... y sin razón, es un lunar, una mancha en la gran luz del espiritismo y dicen enfáticamente los detractores: ¡he aquí un modelo de lo que son los espiritistas!... Este es un extremo en el que caen muchos por el mal uso del espiritismo. El otro extremo es el fanatismo que suele ser y lo es, mucho más dañino aún que los sin voluntad y los imbéciles beatos, porque el fanático, aún razona menos que el otro; pero habla mucho y discute más sin observación y éste es mas víctima que el inepto beato, porque está siempre impresionado de la hidrofobia de los furibundos detractores y es continuamente el contradictor, el turbulento en las reuniones y hace de un centro, un manicomio. Unos y otros entienden mal la libertad; unos y otros son instrumentos del detractor y la mayor parte de los adeptos del espiritismo, pasan por uno de los dos caminos, que entre los dos conducen a todas las tontunas, gazmoñerías y desaciertos; en mi examen "Buscando a Dios en su asiento", encontré que el espiritismo es el único asiento del Dios Amor, al que tuve que confesarle que el espiritismo estaba tísico de tanto sufrimiento y así es. El espiritismo no es religión, no es fanatismo, no es ignorancia. El espiritismo es reconocimiento en espíritu y verdad al Creador. Pero es necesario antes y primero amar al hermano, sin lo cual no se puede amar al Padre del que no amamos. El espiritismo no puede coyundarse con el error, porque él es la verdad eterna, porque es la vida; no puede amparar ni admitir la ignorancia, porque el espiritismo es la sabiduría; no puede adorar lo físico ni sentarse en ello, porque el espíritu es la eterna metafísica (que es la matemática pura) porque suya es la razón; por esto, no puede apadrinar y no apadrina a los que no razonan (beatos o fanáticos que son el microbio que causó su tisis), por lo que hoy se rasga sin miramientos el crepúsculo y con la luz omnipotente del espiritismo solidarizado, se mata el microbio por el fuego de las lenguas anunciadas; y sobre todo, por el fuego del amor al que nada ya puede resistir y, la tisis del espiritismo es curada con la muerte del microbio espiritualismo, engendrado como amalgama de todas las religiones, que ninguna pudo, ni jamás podrá probar su derecho divino, ni la verdad de sus credos: y como lo sabían, se agarraron en el último extremo, desesperados al espiritualismo, que nació y no llegó a ser hombre, porque la tisis del espiritismo se atajó en el primer grado en el que estaba cuando se hizo el juicio, siendo entonces condenado el espiritualismo, con más rigor que entre todas las religiones. Con ello la tisis del espiritismo, quedó curada para siempre. El espiritismo llama a todos, porque es La Comuna Universal, pero para llamarse el hombre espiritista, ha de ser limpio de prejuicios: no ha de ver objeto de adoración más que en el creador y en los hombres todos, a su hermano; y en cuanto a los espíritus, reconocerá mayoría, cargo, sabiduría y progreso; pero aun sobre el Espíritu de Verdad, ha de ver sucesión de cargos y ha de tener la viva aspiración, el propósito firme de pasar de allí porque (además de que nos está mandado) esa emulación es justa y en ello se reconoce mejor la mayoría y el progreso infinito Pero en todo ha de primar la razón y de ella ha de nacer la fe en la solidaridad espiritual, con la que todo lo podéis, hasta lo que esté dentro de la justicia; pues fuera de ésta, nada conseguiréis, ni nada ni nadie, ni aun el Padre os lo puede dar; y así debéis primero conoceros anatómicamente a vosotros mismos en las tres entidades del cuerpo, alma y espíritu, sin cuya base, no podréis sentar vuestro edificio; todos los que levantéis caerán como si fueran de azúcar con agua al pie, porque solo el conocimiento de sí mismo es roca diamantina sobre la que todo se quiebra y el edificio queda impune. Ved pues, que no hay necesidad de señalar mayores males causados por el mal uso del espiritismo, que la beatería o el fanatismo en que caen los más y de cuyos dos extremos nace el engaño que se hacen de sí mismos: por lo que yo os digo, que no toméis el espiritismo como calmante, sino como sinapismo revulsivo; el que no tenga valor para ello, vale más que no lo tome. La causa, nada gana con soldados cobardes ni locos. Las batallas sólo se ganan con soldados avisados, fuertes, cuerdos, estrategas y sabios; los que no reúnen una de estas condiciones, son microbios de muerte y hay que quemarlos rasgándoles el crepúsculo. Si ciegan, al hospital. También aquel es morada del Padre. Y cuando curaran... porque curarán, bendecirán la acción fuerte que les rasgó el crepúsculo. Podría decirse por alguno después de lo expuesto: "Pues si tan peligroso es el espiritismo, bueno es no exponerse y militar donde me enseñaron de niño”, esto os lo han dicho las religiones y lo recomiendan así. Voy a deshacer ese terrible error, preguntando: ¿quién es capaz de detener el progreso? Sabed, que para detenerlo; la cristianísima iglesia, levantó la inquisición; inventó los venenos; usó el puñal y los potros; la ponzoña y la calumnia y tiró por millones los hombres a las hogueras. ¿Y qué? ¿Paró el progreso? Lo mismo pasó triunfante, aplastando Tiaras y Coronas. ¿No ha de ser así si el progreso es espiritual? No vale negar ni renegar del espiritismo. El es el fin del progreso en los mundos de expiación y el Credo de todo el universo. Podréis resistir la ley todo el tiempo que queráis dentro del término del designio absoluto; pero cuando llega el momento de la justicia y ésta es concedida a la mayoría (que llegó a serlo desde el uno solitario, conquistando el terreno milímetro a milímetro y cayendo sacrificados por la cicuta, por la hoguera, el potro, la espada o la cruz...), concedida la justicia, se dice por ella: "El espiritismo es el credo y él se implanta porque es la ley universal del infinito, de mundos regenerados arriba. El que lo acepte, sea bien venido; el que no lo admita, no cabe en esta morada; elegir en justicia y libertad". Ya veis que no hay imposición, pues todo se hace en voluntad, pero... cedemos, queramos que no a la ley que es progreso. Pero de no haber aceptado el espiritismo, a ser detractor, prevaricador y mistificador, o degradado superchero del espiritismo hay tanta diferencia, como del que nunca pecó, al sanguinario Torquemada, Nerón, Vespasiano y otros: de esa comparación, ver con cuál os quedaríais. De seguro que os quedaríais con el inocente. Lo mismo hace la mayoría en el juicio en buena ley y justicia y nadie culpe a la ley y la justicia. Cúlpese a sí mismo, porque os habéis engañado vosotros mismos y habéis llevado el escándalo a los que caminaban de buena voluntad y originásteis la tisis que ha sufrido el espiritismo en la tierra. Y no vale no querer entrar por el aro; no hay más salida ni entrada en la vida que el espiritismo porque el espíritu es la vida y ésta, el asiento del espiritismo, y el espiritismo el asiento del creador: por lo que, el espiritismo es la vida eterna y continuada y ésta la existencia del universo y sino no existiría... y... no puede ser que no sea lo que una vez fué porque todo es en Eloí, eternamente. No; en el espiritismo, no se puede ser débil; no se puede ser beato, timorato ni fanático. Porque el espiritismo es razón y ésta es su fé: Razonar y hacerse luz, para hacer obras que son fe viva. Lo demás es fe muerta, es fe de ciegos y los ciegos no pueden disfrutar de la vida, ni aun de la material. A esto se condenan los espiritistas beatos, timoratos, fanáticos, detractores, mistificadores y despreciables supercheros, a los que hoy llamamos espiritualistas. Deducir del mal que señalé en el mal uso del espiritismo, todos los otros males que se originan a la causa única y descubriréis al charlatán, al agorero, al adivino, al lucrador y la superstición y todo ello es ocasionado por el engaño de sí mismo; por la timoracia y el fanatismo, que son las dos cosas principales que usa el detractor con su astucia para perder al hombre que vislumbró el camino de la luz y se empeña en extraviarlo, ya que lo perdió de su grey y, la religión no perdona jamás. Mas hay un mal, el mayor de todos que enumerar y a propósito lo dejé para cerrar el capítulo; porque todos los otros males, aunque grandes, son migajas, comparados con el mal mundial que ha originado el mal uso del espiritismo y para lo cual digo, repitiendo aquí lo que en otros libros dije: "Que el espiritismo existe en la tierra, desde que aparecieron los hombres". Y digo esto, para que no se piense que el espiritismo nació con Moisés que prohibió a los hombres su mal uso, pero que para eso les dió la ley escrita. Ni nació cuando Kardec escribió su obra, prólogo de ésta, que se da en el día de la justicia; sino que en Moisés, se marcaba ya el fin de la noche y empezaba el crepúsculo que debía anunciar el alba en Jesús, por lo que éste predicó mucho la Resurrección que es el despertar del espíritu; porque la reencarnación ya se había enseñado aunque fuese por la Metempsícosis, ya que al hombre había que hacerle temer por su fiereza. Si, el crepúsculo de la humanidad, se marcó en Moisés y el alba en Jesús, para llegar del alba plácida, al día refulgente que se avecinaba con el juicio de la mayoría, que Jesús y Juan anunciaron. Pero en Moisés, como en Jesús; y antes y después de ellos, el mundo está dominado por las religiones que son científicamenteL1) la negación del espiritismo y del gran Eloí. Los camaradas religiosos del espacio, ven la obra que los ha de desalojar y mistifican todos los principios, para lo que usan la revelación (no sólo inspirada sino por efectos físicos como la cruz que vio Constantino y otros muchos en las terribles cruzadas), inspirándoles y hablándoles por muchos médiums que pasaron por santos, pero que todo fué obra de los detractores porque, tanto es el espiritismo para los demonios, como para los ángeles (usando el lenguaje de Abraham). La diferencia está en que los ángeles usaron como arma el amor y la vida y los demonios, el odio y la muerte; pero a pesar de caer por ellos sacrificados los profetas, mesías, apóstoles y misioneros, hasta las terribles hogueras de la Inquisición y las actuales guerras de religión y supremacía, del capital y del trabajador, así y todo sucumbe el odio y la muerte y triunfa el amor y la vida; pero se ha operado el mayor de los males que es, el haber convertido en crepúsculo tormentoso, el plácido crepúsculo de Moisés y la belleza del alba de Jesús, pasando la humanidad, por la fuerza de la ley y la justicia, de la noche al día, sin disfrutar de la bella aurora. La culpa es del mal uso del espiritismo; porque las religiones tomaron la revelación, los efectos físicos y las comunicaciones de los detractores denigrando al espiritismo y llegando al máximum de lo irracional adorando a Jesús como a Dios para vilipendiarlo únicamente. De Moisés hasta Jesús, debió ser el crepúsculo sereno del razonamiento y en Jesús, debió empezar el alba pacífica y vivificante. De esa forma, en el siglo XV, habrían llegado los "Carros y Lenguas de Fuego" anunciadas, que no son otros que los ferrocarriles y la electricidad dinámica y con ellos, todo el progreso que hoy tiene la tierra y el hombre no lo disfrutó hasta que nacía el anunciado, que se señala por la obra de Kardec, porque había llegado la hora de la justicia. Así, el disfrute de cuatro siglos del progreso máximo material, se ha reducido a 50 años y nadie lo disfrutó, porque solo se ha usado el progreso, para oprimir y destruir al hombre. Este es el mayor mal ocasionado solo por el mal uso del espiritismo, porque los detractores sabían, que el espiritismo desalojaría religiones y supremacías; y en vez de progreso (en esos cuatro siglos), el mundo ha presenciado las hogueras de la inquisición y los más grandes desastres en las encarnizadas guerras de religión y supremacía que aun duran en estos momentos y que solo acabarán por la justicia divina, renovando la faz de la tierra moral y materialmente: Así se descubre el día de sol fuerte que dañará muchos ojos acostumbrados solo a la noche y no han podido hacer su vista a la luz. Porque el crepúsculo y el alba, fué una tormenta que lo convirtió en noche negra y hoy, el sol de la justicia, llega a su perihelio y potente rasga el crepúsculo y las tinieblas huyen despavoridas, llevándose envueltos a los detractores. El espiritismo les dice: paz en vuestras tumbas. Porque tumbas son de muertos que han de resucitar, los mundos a donde van por su ley. He aquí el punto en que debieron ocuparse los espiritistas que dicen que son, desde que les dió el prólogo Kardec, pero no quisieron llevar la guerra que inició aquel precursor. ¿Cómo la habían de querer, si les recomendaban paz, mucha paz, los detractores a los timoratos, o encendían el fanatismo en otros que no podían ser beatos, para de sus hechos, sacar por fruto el desprestigio, la calumnia y al fin hacer la amalgama del espiritualismo, intentando una reforma religiosa, con tal de mantener un momento más la supremacía? Pero al fin, todo se acaba y el crepúsculo se rasga: cae el error y se levanta triunfante y amoroso el espiritismo, sobre su pedestal: la Vida Eterna y continuada.
CAPÍTULO V
El bien que trae y a lo que obliga el EspiritismoSiendo el espiritismo la guerra sin cuartel a todo error, es por esto la Paz universal de cuerpos y almas, ya que sus bases son, la Libertad de conciencia, la Sabiduría y el Amor universal de hermanos entre todos los seres de la tierra, enlazados con el infinito. La pretensión; más; la afirmación que se ha hecho de que "el espiritismo no se relaciona con las cosas de la vida material”, es el arma más funesta que se ha empleado contra el espiritismo, porque ha sido invalidado para renovar las leyes de opresión en que gimen los pueblos y ha prohibido al espíritu legislar, a lo que tiene perfecto derecho y deber, en ley Divina y Humana. El espíritu crea los mundos y las formas, desde el mineral al cuerpo del hombre. Trae por deber, el progreso; hace las ciencias y las artes primero: y sin embargo, se le relega de participar en las asambleas administrativas y esto, solo es obra del detractor. Si el espiritismo no tiene que ver en las cosas materiales de la vida, es negarle la vida al que es la misma vida; y nadie puede ser más consciente de la vida, que el que vive la verdadera vida y ese es, el espiritismo. Los espiritistas, han debido entrar (como tales), desde el cargo concejil, hasta la más alta Magistratura. Y tan pronto como hubieran escalado el poder de un pueblo bajo ese credo, su ejemplo, habría sido secundado en todos los pueblos, porque su moral, habríase esparcido como la luz y la paz se habría sentado hace mucho en su trono de la verdad, con leyes de Amor. Mas tuvieron buen cuidado los detractores de imbuir en los sentimientos, "que no debían tomar el espiritismo para nada material ni político" y este prejuicio perdura y gravita en los prejuiciados, hasta que el espiritismo se descubre hoy como es: creador eternamente de los mundos y las formas. Y siendo el creador de todo lo que es vida demostrativa, ¿cómo no le ha de ser mandado legislarlo? No sólo no le está prohibido al espiritismo hablar y tomar parte en las cosas materiales y en las contiendas de los hombres, sino que les está mandado por ley ineludible tomar parte y la tomaron aun contra la voluntad del hombre; y la toman en las guerras y en los golpes de estado, porque saben que, ellos, los espíritus, trabajan para ellos, porque mañana serán hombres y han de tener que vivir socialmente, por las leyes que rigen los pueblos. El no permitir al espíritu tomar parte en las cosas materiales, es declarar al espiritismo inepto para regir un mundo, porque, un mundo y sus cosas, materia es. Esto, sería condenar a las humanidades, al eterno error. Y esto es lo que han pretendido los detractores y calumniadores, con decir, sostener y afirmar que, "el Espíritu no puede tomar parte en las cosas materiales”. Y sin embargo, el espiritismo reina en todo el universo y todos los mundos son y viven de la materia y son administrados por el espiritismo, en la más justa comuna. Este es el bien que el espiritismo trae a la tierra, como lo llevó a todos los mundos después del juicio final de cada uno. Lo que hay es, que en el espiritismo, en la comuna, su ley es trabajo productivo, desde el maestro hasta el menor de los individuos y, no quiere parásitos ni vampiros, que son los que niegan derecho material al espíritu; y éstos, para conservar "el mango de la sartén" un momento más, han imbuído esa idea en los pasivos espiritistas, que han vivido agonizando, porque morir no podían; sino, también habrían muerto. El espiritismo es la vida y la vida es lucha continuada. El hombre de hoy, ayer era espíritu y lo volverá a ser mañana, para ser pasado mañana hombre: pero encarnado y libre, espíritu es y sólo él puede gobernar y gobierna, aunque no sea reconocido. Mas sólo no es reconocido el espiritismo en su gobierno, por los detractores, que aprovechando la opacidad de la materia a la que quieren dar la vida que sólo es del espíritu y lo matan en la intención para deificar la materia, a la que adoran. Se muestran en este punto, al colmo de la hipocresía. Divinizan al espíritu, diciendo, "que se rebajaría si tomara parte en las cosas materiales". Con esto, les quedaría el campo libre para matar la acción viva del espiritismo luz y verdad, en tanto que los materializados usaron del espiritismo negro, porque ellos son "los espíritus negros de hollín" y no pueden dejar de ser espíritus aunque quieran y por tanto, es el espiritismo negro y falsario (o sea el espiritualismo) el que imbuyó en la mente de los espiritistas que, "el espíritu de luz, no puede tomar parte en las cosas de la materia".El espiritismo de luz inspira y deja la acción al hombre; pero le inspira primero lo material, porque la materia es la base del progreso del espíritu en los mundos y no otra es su misión y trabajo en los mundos, que purificar materia. Y purificando materia eternamente, se eleva el espíritu: y no se eleva haciendo oraciones faltas de razón, como los negros aconsejan y hacen ante los dioses de palo, oro y barro y no conocen a Eloí, que no dice primero Adórame; sinó, Ama a tu hermano. Bien claro está en Isaías, cuándo dice: "El hombre va al bosque y corta un árbol; con una parte se calienta y con la otra parte del tronco, hace un dios; pero en el día de la justicia me mostraré y salvaré a mi siervo Jacob, y sabrán los hombres que fuera de mí, no hay otro dios”. Y... ¿A qué adoró Jacob? ¿Y qué adoran hoy todavía los israelitas de fe, a través de los siglos que esperan y esperan con razón? Adoran la ley y nada más que la ley; pero no tienen figuras de dioses y esperan y están en la verdad. Mas las religiones todas, retrasaron el gran momento, puesto que no podía llegar hasta que hubiera mayoría entre los hombres que adoran la ley, que es adorar a Eloí en espíritu y verdad, aunque sea llenos de defectos e impurezas, porque la materia es siempre impura e imperfecta. Pero sabe el Padre, que les encomendó a sus hijos la eterna perfección de la materia. Porque los hombres que adoran la ley sin dioses ni figuras están en mayoría, llegaron los progresos materiales (que debían llegar en justicia antes del juicio porque es ley), y también es exclusividad del espíritu todo el progreso material, demostrado por el hombre (instrumento del espíritu). Y porque estaban en mayoría espíritus y hombres dentro de la ley, se descubrió el espiritismo, (único credo en todo el universo) pudiendo entonces la tierra solidarizarse con sus hermanos los mundos, mayores y menores, pero de luz y así pudo invocar la justicia, que les fué concedida. Operada está y no se repetirá. Pero aún sigue la justicia en su acción, quitando todos los estorbos que puso el detractor.

ESPIRITISMO EN SU ASIENTOPARTE 6 Porque la justicia fué hecha, se expone en "El espiritismo en su asiento", declarando como único régimen la Comuna, bajo la ley única de amor, con lo que acaba la máscara caridad, que significa injusticia; y no habrá caridad, porque habrá amor de hermanos; y donde reina el amor, no puede haber injusticia, ni lágrimas, ni miseria, ni desigualdades, ni aún dolores ni enfermedades incurables. Estos son, entre otros, los bienes que trae el espiritismo y por ellos podréis comprender, quiénes son sus detractores; pero que ahondando un poco, muy poco, buscando la raíz de los males que la tierra sufre, encontraréis en todas las cosas que, sólo las religiones son la raíz, el tronco y las ramas del mal moral, material y social. Pero este punto está anatómicamente estudiado y os queda en el "Conócete a tí mismo", por lo que aquí no se expone porque este libro, sólo es "El asiento del espiritismo", que es la Vida. Mas si todos los bienes los trae el espiritismo, es justicia que exija también todo el progreso y lo exige y lo impone; y quieran los hombres y no quieran, el progreso aplasta con sus ruedas, Idolos, Dioses, Tiaras, Coronas, Supremacías, Autocracias, caridad e injusticia y todo lo iguala inexorablemente, sin oír lamentos ni alabanzas; y más aplastado es, el que intenta detener su marcha. Entender primero, que el progreso material es la base del progreso espiritual y por él progresa el espíritu. Y si non, non. El espiritismo no quiere santos; quiere justos, que no es lo mismo; y declara y confirma que, la santidad es sólo del único santo, Eloí. El espiritismo quiere justicia y no caridad; y ni aún pide misericordia, porque ésta sólo puede tenerla el injusto y lo demuestra en la caridad, que es injusticia. El espiritismo pide amor, que es la justicia; la misericordia, ha de tenerla cada uno de sí mismo. El espiritismo, no quiere beatos ni fanáticos; quiere razón; quiere sabiduría; quiere verdad; porque él es la sabiduría y la verdad, la omnipotencia y no omnímoda, porque el omnímodo, es sólo Eloí. Pero como del espiritismo es sólo el maestro Eloí, hasta obra el espiritismo la omnipotencia omnímoda, por que no hace nada fuera de ley y a sus obras, Eloí pone su sello omnímodo en toda justicia; y eso no es más, que la confirmación de que el espíritu es su hijo consubstancial, que no puede dejar de serlo, porque Eloí es la ley y no puede dejar de ser. El espiritismo demuestra la física, para comprobar la verdad; pero exige entrar y desmenuzar la metafísica, para ver la causa y el porqué de la vida. Para eso hay que tirar todos los prejuicios, hasta los de la familia, porque la verdadera familia, sólo está en los espíritus y no en el hogar. No reconocer esto, es negar la reencarnación y sujetar al espíritu al sufrimiento con injusticia, porque la ley es sólo de amor universal. La familia es todo el universo, porque sólo hay un padre Eloí, del que, cada mundo es un hogar de la universal familia. Y si nos reunimos en el mundo en familias consanguíneas, es por la afinidad de los espíritus y por la justicia; pero es para pagarnos deudas mutuamente y para ir ensanchando las afinidades, para lo que somos obligados a vivir (como hombres y mujeres), en todas las posiciones; en todos los continentes; en todas las naciones; haciendo así el depósito común de lo material que han de disfrutar todos en común en el séptimo día que se marca con el juicio en el que todo se deroga por una sola ley, con este sólo mandato, "Ama a tu hermano”. Con este sólo credo, "Espiritismo” Con esta sola ley, "Amor", y con este sólo adorado, Eloí. El espiritismo obliga al hombre a ser trino y no condena a los dúos ni aún a los unos; pero en la justicia (que se ejerce una sola vez), los coloca a cada uno en su sitio y quieran que no van ellos mismos tras de sus afinidades, para lo cual, el espiritismo, enciende su luz potente y en ella se queman los que no pueden resistirla; los negros de hollín, que sólo en la noche pueden vegetar (o hacer injusticia), bajo la semiluz del crepúsculo; por lo que se rasga éste, sin que ellos lo pueden estorbar, ni con leyes de opresión, persecuciones, guerras, calumnias, ni excomuniones, porque el espíritu, obra la justicia en su omnipotencia y es confirmada con el sello omnímodo de su Padre Eloí, autor de la Ley y que es la ley misma. El espiritismo obliga a que el hombre se conozca a sí mismo anatómicamente; pero en ese conocimiento, el hombre que sólo vive la vida de la materia, en cuanto vislumbra al espíritu, lo teme y lo cubre con tupido crespón, porque no quiere desengañarse de que nada sabe sino error y se encierra en su cascarón consintiendo negarse a sí mismo antes que reconocerse ignorante. De aquí las injusticias que amargan a la humanidad, hasta que la mayoría hace el juicio y la justicia soluciona el conflicto, aunque sea con las hecatombes presentes. El espiritismo obliga, por fin, a ver el hombre, en toda su realidad, todos los tres reinos de la naturaleza, en su cuerpo y alma, con todos los instintos de esos mismos reinos y en su espíritu, al creador de los mundos con todos sus componentes y de su mismo cuerpo; y está obligado el espíritu, a ver en sí mismo, la voluntad ejecutora del creador universal, que todo lo llena en su vibración; y esa vibración es, el pensamiento de la eterna creación. Pero en tanto es pensamiento, es sólo deseo de ser, hasta que llega el espíritu (voluntad del único vibrante) y el pensamiento lo convierte en formas; entonces ya es y lo será eternamente, más siempre metamorfoseándose, y mientras el espíritu no opera y crea las formas, no se crean. Pero todas son creadas en su hora, porque el espíritu no puede eludir la ley y la ejecuta en los tiempos que la ley marca. Todo esto impone al hombre saber el espiritismo, y los espiritistas deben saberlo desde hoy y practicarlo. Pero son los primeros llamados, (cuantos toparon con el prólogo de Kardec que todo esto hacía vislumbrar) para que los llamados se preparasen y hoy se les exige en justicia, dentro de las leyes en que se actúa: lo demás, la renovación de la faz de la tierra es un acto del omnímodo Eloí, que llega como fué anunciado: "Como ladrón de sorpresa"; pero yo os advierto, que todo está cumplido y que el Espíritu de Verdad descendió a quien había venido a recibirlo y pesar todas las cosas. Así estad preparados con las luces encendidas, como las vírgenes prudentes. Cesad en la discusión de ¿quién será el primero? Porque el primero es el espíritu; el segundo el alma; y el tercero el cuerpo. Pero ni éste, ni aquélla son responsables, sino el espíritu; que siendo el primero se envolvió en el alma y no se descubrió hasta que sus dos criaturas no se escandalizaran, después que se habrían saciado en su ley, porque sabe el espíritu que, nada puede corregir al hombre sino la hartura de sus derechos, que en ley les pertenecen. Toda otra cosa, es injusticia. No son las discusiones, propias de los hombres trinos. Las discusiones son de los dúos; el razonamiento es de los trinos; por lo que se os pide, razón; la fe, vendrá del razonamiento convertido en obras. Esa es la fe que salva, no la fe ciega, sino las obras. Mas mientras tengáis prejuicios de religión, de ciencia y de sociedad, no podréis razonar, como tampoco mientras tengáis acepción de personas, aunque sea Jesús el que consideréis, pues si es un maestro significado, es perfectamente hombre, como todo otro hombre; como espíritu tiene mayores y no es inimitable y mucho menos el límite de la perfección; esto es una impostura, una injusticia, una blasfemia; y para llegar el progreso sólo a donde lo veis en Jesús, no valía la pena tantas luchas, ni la vida merecería aprecio. Todo eso es de la amalgama del detractor del espiritismo, cosa que están obligados los espiritistas a rebatir con autoridad y sin temor a religiones, credos y espiritualismo, porque viven en el error; y además, no son estados. El estado es el poder civil y éste es del Pueblo y el mismo Pueblo.
PARTE TERCERA
CAPÍTULO I
El reinado del Espiritismo"Y los siglos serán 36 desde que escribiré mi ley, hasta que la tierra la sabrá; y de este siglo mis hijos serán de luz, porque verán la luz de su Padre que les darán mis espíritus", le fué dicho a Abraham; y en otra cláusula, "Y tu hijo Isaac y los que después serán, hablarán con mis espíritus, que ángeles llamáis".Todos en el mundo saben, que Abraham entregó un testamento secreto, el que sólo pasaba a los primogénitos. Este testamento, aquel precioso pergamino (piel de cordero) el original, fué enterrado por Moisés momentos antes de la batalla que sostuvo contra Aytekes cerca del mar Rojo y sobre él dejó la piedra ungida por Jacob, como señal. La piedra fué encontrada y recogida por los soldados de Faraón (que bien la conocían), y se la llevaron. Esa piedra existe y sabemos dónde está y es la misma en que Jacob reclinó su cabeza en Bhethel, cuando tuvo la visión de la escala. Mas los pergaminos seculares, perdida la señal, no fueron encontrados y la tierra de Egipto los consumió. Pero el Espíritu de Verdad, que había hecho todas las promesas a Abraham en nombre de Eloí, no lo puede olvidar; ni Moisés, que era el mismo Jacob, podría olvidarlo y tampoco había de olvidarlo Abraham, a quien se lo dictara; y en el día de la Justicia cuando se cumplían los 36 siglos de la ley escrita en el Sinaí, fué dictado de nuevo aquel testamento, para probar que Eloí, nada deja de cumplir; y hoy, cumplidos los 36 siglos, la tierra toda sabe la ley de amor, en sus espíritus. Para las materias, se ha escrito en un "Código" y se cumple la promesa de que: "Y tu hijo Isaac y los que después serán, hablarán con mis espíritus, que ángeles llamáis".Pero si se había prometido a Abraham en un testamento (que es el contrato de Eloí con la familia misionera que vino a salvar a la humanidad, ese testamento, era secreto, porque contenía las promesas que se cumplirían 40 siglos después) en la mitad de los tiempos, es mandado Jesús a recordar la misma ley; y lo justifica a sus perseguidores los sacerdotes, diciendo: "Yo no vine a invalidar la ley, sino a cumplirla"; y el Padre, renueva su promesa en Jesús, cuando dice: "Yo vengo en nombre de mi Padre, y no me recibís; más otro vendrá y a aquél sí lo recibiréis; más en aquel día serán pesadas todas las cosas y el Espíritu de Verdad descenderá al hijo del hombre y confirmará mis palabras". Todo queda cumplido; quedando sólo en este momento por cumplir, la renovación de la faz de la tierra, por la que han de aparecer nuevas tierras, nuevos cielos y nuevo sol, prometidos por Isaías. Pero si falta ese acto, en este momento, todo está preparado para el reinado del espíritu, el que se proclamó el día de la sentencia del juicio final; y esta renovación que llega, es mayor y alcanza a más que la transformación del globo terráqueo. Ni fué hecho el juicio en secreto; porque aunque fueron sólo 32 los testigos presenciales y firmantes del acta del juicio, los espíritus todos libres y encarnados comparecieron y las materias prejuiciadas y materializadas de los hombres, no se han dado cuenta: y ni aún los centros espiritistas o espiritualistas han entendido a los espíritus, que les han dicho lo bastante; pero hecho queda y el juicio no se repetirá otra vez en la tierra. He sentado los textos citados, no por la necesidad para justificar el reinado del Espíritu, que ya llegó, sino por los hombres que no lo sabían, porque los han olvidado; pues a mí, me bastaría decir los hechos como son, ya que los espíritus libres y encarnados lo saben. Pero tenía que demostrar que todo lo prometido con 40 siglos de antelación por Eloí, se ha cumplido y yo, cumplo mi deber diciéndolo, créanlo o no los hombres. Más tampoco (a pesar de mi retiro) , he estado en silencio. Levanté la voz ante una bien concurrida conferencia y probé (en breves, pero contundentes palabras) "que la verdad espiritismo es eterna; y que cambian los hombres, pero no la verdad espiritismo" "Que el espiritualismo es la amalgama y el antítesis del espiritismo; por lo que, siendo el espiritualismo el conjunto que admite todos los credos religiosos (y todas las religiones son un error), el espiritualismo por ende, es el error de todas las religiones y falsos principios"."Que el espiritismo es bandera de guerra al error; y que ni Jesús, ni profeta alguno había levantado templos, ni hecho religiones y así, el espiritismo, venía a anularlos a todos: que el espiritismo era verdad hoy y mañana y lo será eternamente: que es el credo único en todo el universo y que el espiritualismo ha sido hecho sólo por las religiones y en él militan muchos engañados; pero sus directores son prevaricadores. Que el día de descubrirse la verdad ha llegado y el espiritismo se asienta en su reinado".Esta declaración hecha tres meses después de celebrado el juicio final, sirvió sólo para ser más perseguido y calumniado por los espiritualistas. Y ¿qué importa, si al fin, los hechos hechos son? Sólo que les será más doloroso el momento de la evidencia material de los hechos y no valdrá decir ¡Ignoraba! porque, los cuerpos, ni aún el alma son responsables de nada en la tierra, ni fuera de ella. Sólo el espíritu responderá y él sólo es el llamado. Por esto, al espíritu se le habla y no ignora los hechos. Ahora bien: ¿qué quiere decir el reinado del espíritu? ¿Pensáis, acaso que se eliminan los cuerpos? El cuerpo es el instrumento con el que el espíritu opera la creación y el eterno progreso en los mundos y por tanto, el espíritu, no sólo no prescinde de los cuerpos en su reinado, sino que obra el cuerpo en conciencia de su alma, regido al descubierto por su primero, el espíritu, sin que les falte nada en sus derechos de ley sobre la materia, pero espiritualizado todo conforme a la ley del espíritu, que es la ley de amor, la que deriva de sí misma para los hechos, la más estricta justicia. El reinado del espíritu quiere decir, régimen de la sabiduría; conocimiento de causas y efectos; para lo que impone el conocimiento de sí mismo en sus tres entidades de cuerpo, alma y espíritu, reinando en todo, la razón. El reinado del espíritu, lleva consigo la demostración de la fe por las obras y mata la fe ciega "que es muerta como el cuerpo es muerto sin el espíritu", como lo dejó dicho en sus cartas de justicia, el apóstol Santiago. El reinado del espíritu es, matar todos los prejuicios de religión, de ídolos, de dioses, de ciencias, supersticiones y agoreísmos: declara un sólo adorado en todo el universo, sin formulismos ni templos; sin dogmas, ni sacramentos; pero declara por única ley el amor y la justicia por la justicia misma. El reinado del espíritu, pone término a todo error científico sobre las hipótesis; declara los axiomas; llena todos los vacíos; acepta la matemática condicional, pero la sujeta a la matemática pura; a la razón metafísica que eternamente abre camino a los números: y en fin, establece la verdad real y eterna de la vida continuada. Este es el reinado del espíritu en su esencia, por lo que, necesariamente habría de ser combatido por los enemigos del progreso y de la civilización, ya que todo esto obliga al trabajo productivo y éste es siempre duro porque arranca gotas de sudor de la frente del trabajador y los parásitos, los supremáticos y los vampiros, no se amoldaron nunca al trabajo. Pero llegaría el complemento del "tiempo, los tiempos y la mitad del tiempo"; la faz de la tierra sería renovada en el reinado del espiritismo, que aunque en este momento sea desconocido, él está ya en su asiento y rasgado el crepúsculo y solo falta la publicación; la celebración de las fiestas del establecimiento de su trono; mas sabed que está dicho: "que una estrella caerá y arrastrará la tercera parte de la tierra y las dos terceras partes de la humanidad". Y esto ya está preparado para el momento en que el Padre diga: "Fiat". Y hecho será. ¿Está este momento lejos? No os diré más, sino que las generaciones presentes sentenciadas lo han de presenciar y la vida de un cuerpo no es muy larga. Mas día y hora, no se sabrá, porque eso es el secreto de los designios impenetrables de Eloí. Mas si quiere el mundo adelantar los hechos provocando la justicia, desoiga, niegue, oponga su locura a la sentencia; pues el terrible acto puede ser más dulce o más amoroso, pero será. Mas, también al que más le interesa que estas cosas no llegaran nunca, se le avisó antes del juicio; se le negó poderes de perdonar y derechos divinos, anunciándole que, "El reinado del espiritismo estaba en nuestros días". Y como a él, se le dice a todo el mundo y se rasga el crepúsculo y el espíritismo se asienta en su trono, que es la vida eterna y continuada, de la que es actor por mandato del autor de la vida universal que reina en el universo y establece en ley y justicia el reinado de sus hijos los espíritus de luz, que ha de empezar en los mundos de expiación regenerados por un juicio de mayoría y para ello, para este reinado de paz, justicia y amor, separa sus hijos "negros de hollín" a las moradas de su afinidad, donde se curarán de su ceguera; donde se hartarán de sus pasiones y el sufrimiento que ellos mismos se proporcionen a su voluntad, les hará pedir la justicia; porque hasta ésta somos nosotros mismos los que nos la hacemos, porque, el Padre es solo amor, hasta en este caso el más extremo que en los mundos ocurre una sola vez en su vida y es, cuando la esfera del designio del creador marca el momento del reinado del espíritu. Y... aún somos nosotros mismos los que movemos la aguja de esa esfera, pues se mueve solo por las obras que realizamos. Os lo quedo advertido. "Mas vigilad y orad", os dijeron; lo que hoy se traduce, meditad y pedid, porque llegara sin aviso y como Jesús dijo "Como ladrón de sorpresa". Porque como todo el universo es su casa, no necesita anunciarse para visitar sus moradas. ¿Estáis prevenidos con las luces encendidas? ¿Seréis admitidos a la fiesta? ¿Os tomará de sorpresa? Habréis sido imprudentes y será entonces el "rechinar de dientes" en la impotencia. El llega con su luz y la deja en la tierra para credencial de los que mandó; y él que firmó la sentencia ante el universo y bajo el ancla salvadora del Espíritu de Verdad, lo dice a vuestros espíritus dejando cumplido su deber: porque, los cuerpos, ni aun las almas, no son responsables de nada y sólo el espíritu es responsable y a él es el llamado: la mayoría contestó y por esto fué hecha la justicia, pesadas todas las cosas y el acta firmada; y desde aquel instante tan terrible como majestuoso, reina el espiritismo en su asiento, que es la vida eterna y continuada.
CAPÍTULO II
El juicio final y universal¡Cuántos cuentos fantásticos e irracionales se han hecho del juicio final! ¡Qué escandaloso comercio hizo la iglesia católica y cristiana de ese acto que ha pasado desapercibido para sus materias!... Hasta parece que lo han tomado por una broma las religiones cuando tanto lo charlatanean en busca del dinero de los horrorizados creyentes prejuiciados, que están temiendo la caída de los montes que los aplasten; los huesos bailando, buscando sus compañeros para armarse en cuerpos y salir de las tumbas para oír el "Id malditos de mi Padre, al fuego eterno, que os está preparado"... ¡Farsantes!... ¿Temeríais por esto quizá al espiritismo, que os desmentiría? Pues nunca la tierra disfrutó de mejor fondo azul que el 5 de abril de 1912, día en que se cerró el Juicio y se firmó la Sentencia. Y ved la ironía de la justicia divina: Se pesaban todas las conciencias, durante las tres horas en que rememorábais la agonía de Jesús (pues fué Viernes Santo ese día), y mientras levantábais (en la intención), el patíbulo del Gólgota, el Juez del Padre, el anunciado por el mismo Jesús; el hijo del hombre que había de venir y el mundo lo recibiría, derribaba y enterraba para siempre en la tierra, la cruz y el Cristo; se justificaba a Jesús por toda la cosmogonía y el Espíritu de Verdad, posando su ancla salvadora sobre el acta que firmaba el Juez, era investido Jesús con la palma del vencedor y, el universo lo saludó................................. ................................................................................................................ Todo está escrito y lo leeréis en su día; pero no se puede menos de recopilar aquí un algo del acto más tremendo, más trágico y majestuoso que los mundos tienen y no se repite. Voy a dejar a la pluma decir la esencia, dando la primer palabra a Eloí en el testamento de Abraham. "Y los siglos serán 36, desde que escribiré mi ley, hasta que la tierra la sabrá; y de este siglo mis hijos serán de luz, porque verán la luz de su Padre que les darán mis espíritus".Isaías y todos los profetas y más tarde el apocalipsis, nos señalan diciendo que sería el juicio, "cumplido el tiempo, los tiempos y la mitad del tiempo" y nadie comprendió la fecha. Mas fué dicho “Y los siglos serán 36, desde que escribiré mi ley, hasta que la tierra la sabrá". De Abraham a Moisés, son próximos 4 siglos; de Moisés (que escribió la ley) a Jesús, 18 siglos incompletos; y de Jesús al advenimiento del Espíritu de Verdad que él anunciaba, 18 siglos completos, que son 40; menos 4 de Moisés a Abraham, son los 36 siglos marcados por Helli a Abraham. Son éstos, "el tiempo, los tiempos y la mitad del tiempo".Todos los profetas y Jesús dijeron: "Estad preparados porque la hora está cerca y no os tome como ladrón de sorpresa”. Y, efectivamente; (como han pasado todos esos siglos, que en el tiempo eterno no son un minuto...) a todos los cogió entretenidos y con las luces apagadas; no lo esperaban ya y mayor fué su sorpresa. Mas las trompetas espirituales sonaron en las conciencias muchas veces, desde el 28 de Enero de 1912, en que se llamó a juicio por el Espíritu de Verdad, desde el tribunal de la tierra; porque desde ese día, se celebraron juicios particulares para oír las justificaciones de todas las religiones, en solidaridad cada una; a los estados civiles; a los libertinos y a los jefes de estado, quedando así todos preparados para el día de la sentencia. Mas, si en todos los juicios no perdió la serenidad el Juez, le fué doloroso tener que recibir a justificarse al precursor Kardec porque sobre el espiritismo pesaba la amalgama espiritualismo. Las lágrimas de Kardec, no podrían menos de doler al hombre; pero la justicia es inexorable y el mismo Jesús fué el primero que dió el ejemplo justificándose ante el hombre, aun antes de ser formado el tribunal, con lo que quedaba Jesús, como intermediario entre los que se habrían de justificar y el juez que los habría de oír por el Padre y dió a cada uno lo suyo. El acto de la sentencia duró 5 horas, que fueron como 5 millones de siglos para los que no esperaban prevenidos. Pero todo fué, según estaba ordenado por el Espíritu de Verdad, juez del juez. A las doce meridiano en punto, se había constituído el tribunal, presenciando el acto 30 testigos más, muchos de los cuales, habían presenciado y oído los juicios particulares. Al dar las 12, se dió en la tierra la voz de "Juicio" a los cuatro vientos, en cuyo momento rompían el silencio de los espacios, las trompetas espirituales que herían las conciencias de todos los hombres de la tierra, cuyos espíritus eran sacados de sus cuerpos por la fuerza de la justicia, para comparecer ante los tribunales que eran tres: el de derecho, compuesto en la tierra por un juez y dos asesores; el tribunal permanente de la humanidad desde la venida de Adán y Eva y los misioneros, compuesto por los espíritus conocidos de Miguel, Rafael y Gabriel: y el tribunal Supremo de Justicia, por el Espíritu de Verdad y sus consejos. Tan pronto se hubieron dado las voces en la tierra, el Juez, con sus asesores, en desdoblamiento, arrastró a toda la mayoría de la tierra hasta Sión, punto del tribunal de justicia, el que ya esperaba preparado con el tribunal permanente a la cabeza; y al llegar la mayoría de la tierra, espíritus libres y encarnados, guiados por Abraham, María y Jesús y todos los misioneros... todos a una voz dijeron ¡Justicia!... En ese momento, llegaron a Sión todos los maestros de la cosmogonía y los tribunales del plano primero, encabezados por el del Sol, nuestro Padre en la materia. La columna se puso en marcha, viniendo a la cabeza el tribunal de la tierra, precediéndole las trompetas espirituales que resonaban estridentes en todo el universo y decían: "Un mundo va a ser juzgado"... Precedían al Tribunal, toda la mayoría de la tierra; detrás, el Tribunal permanente que traía las insignias de la justicia; detrás de éste, el Espíritu de Verdad con sus Consejos y les seguían todos los Tribunales y el universo infinito, cantando Hosannas. Llegados a la atmósfera de la tierra, el sol, que alumbra más que nunca por la limpidez azul y luz que daban las interminables columnas de espíritus puros, apenas el sol era un crepúsculo ante tanta Majestad. En ese instante, se formaron dos grandes anillos cruzados que envolvían la tierra, con los espíritus de la cosmogonía. De la encrucijada o vértice, el Espíritu de Verdad colgó su ancla, dejándola caer hasta la mesa del Tribunal en la tierra, sobre el acta (que ya se encontraba labrada sólo a falta de firmar), y quedaron constituidos arriba, los tres tribunales espirituales, el de derecho, el permanente y el de justicia, formando el triángulo. El Espíritu de Verdad dijo en toda su Potencia y Majestad..."¡Hijos de la tierra!...Venid a juicio, la hora es llegada"...Cuadros terribles se veían en ese instante; todos los hechos de los hombres pasaban a la vista de todos. Querían cubrirse para no mirar y huir, pero en vano; había que verlo, leerlo, acusarse en verdad cada uno a sí mismo; y mayor era la estupefacción, conociéndose los hombres de esta existencia, en todas sus anteriores, viéndose antropófagos, verdugos o tiranos. Pero el momento más terrible fué al llegar el martirio del Gólgota, que era en la misma hora que los sacerdotes lo celebraban en sus iglesias: aquí querían no ser, mejor que verse acusados en sus conciencias y llegó el estupor al máximo, al ver que las cuentas de todos habían llegado al día presente ajustadas y se veían completamente desnudos, todos los que se creían supremáticos; querían romper lanzas con los que tan miserables creían; los trabajadores. Ellos, que en espíritu se veían desnudos y con sus cuentas sin pagar, estando sus cuerpos vestidos de púrpura y oro, o de un correcto frac, u otras vestimentas supremáticas, viviendo bajo torres y cúpulas que en aquel momento solo servían para acusarles y aun no se desengañaban de su impotencia. Pasada su historia ante la vista de cada uno, el juez, rememoró, cómo en todos los tiempos se les había avisado y que al fin, les sorprende el juez desprevenidos. Pero que no teman; pues no van a oír la terrible voz de "Id malditos al fuego eterno", porque el Padre es todo amor y tiene sus moradas hospitales preparadas, las que se os muestran en este acto para que aun podáis asiros al ancla, acatando la ley única de amor, que nos da en el Código nuevo. En ese instante, el gran Dante con otros muchos, arrastró a todos a los mundos primitivos y no a todos les horrorizó. Ahora se les concedió la defensa, haciéndolo uno por todos los que no acataron, que fueron separados a la izquierda. Hubo grandes incidentes, siendo de notar uno, que reaccionando en aquel acto, se destacó de la grey cristiana; y después de una arenga hermosísima y valiente (en posesión del médium) y ya asido al ancla, desafiaba él solo a toda la grey; y como no podían acometerle los jefes, esta impotencia, levantó el ánimo en la deprimida grey y se le sumaron al valiente 3.755.000, que dijeron: "Somos conformes en ser los últimos y acatamos la ley". María entonces, seguida por Jesús y los misioneros se cubrieron su desnudez con vestidos de luz y aun se concedió un momento de reflexión, mientras el Espíritu de Verdad, en posesión, hablaba en el tribunal de la tierra, aclarando puntos y declarando el juicio terminado. Eran las tres en punto cuando se firmaba el acta. Este fue el terrible momento: el Espíritu de Verdad descubre toda su luz y parecía hincharse como si no cupiera en toda la cosmogonía y, de un soplo barrió todas las tinieblas de la atmósfera. La luz de la tierra empezó a verse en los espacios, y un... "¡Salve tierra bella, hija del sol, tus hermanos te saludan por Eloí; eres nuestra hermana menor, nuestro Benjamín; y nuestros amores más tiernos, son para tí. Loor al juez y su tribunal; loor a la madre de los misioneros y sus hijos; loor a todos los trabajadores; loor y alabanzas al maestro Espíritu de Verdad. Cantemos todos un hosanna al grande y único Eloí!"

ESPIRITISMO EN SU ASIENTOPARTE 7 El espíritu de Verdad, entre cantos y hosannas, vuelve a soplar y arrastró del espacio a todos los que no habían acatado la ley y estaban en espíritu, dando una transición de su presente existencia a los encarnados. Partió con su carga asida al ancla la humanidad redimida para presentarla al Padre y volvió para decir por boca del juez: "Consumatum est", y declaró la tierra en su Séptimo día, dejando a Jesús en posesión del médium para declarar el estado en que quedaba la tierra, terminándose el acto a las 5 de la tarde. Ahora bien; lo expuesto no es más que a título de participarlo al mundo, pues todo está escrito para darlo luego con todos sus pormenores. Entre tanto, pensar, que todos estáis juzgados y sentenciados; y oyendo la voz de vuestro mismo espíritu, sabréis si estáis en la ley o fuera de ella y aprovechad la transición que cada uno tiene en su presente existencia. Si en la ley estáis, quedaréis a disfrutar de la unión de los dos mundos (el material y el espiritual) bajo el solo credo espiritismo; bajo la única ley de amor y con el solo Eloí para su adoración en espíritu y verdad, cumpliendo todo lo prometido y observando este solo mandato: "Ama a tu hermano".
CAPÍTULO III
El descubrimiento de la eterna verdadEstá ya dicha la verdad eterna en lo contenido en los capítulos anteriores y hecha ley en el "código" que os llegará en breve; pero hay necesidad de concretar y ratificar aquí lo que es la eterna verdad. Lo hombres cambian de posición en cada instante; y como sólo han tenido verdades relativas a su estudio, porque no se les podía dar toda la verdad de una vez, porque todas las cosas, por buena justicia y lógica, es necesario empezar por un principio, para poder llegar al fin. Así la verdad suprema, no se podía dar más que por grados. El Padre, no tiene más que una ley para todo el universo y rige con ella a todos, "ángeles y demonios", como dice Abraham, y a todos los llama el Padre hijos suyos sin distinción. La verdad suprema eterna e indiscutible es la vida eterna y continuada. Mas tan sencillo axioma, envuelve toda la creación y todo el progreso del infinito, desde el Alfa a la Omega; y cambian los hombres de posición según ascienden en progreso; pero jamás la vida cambia en ningún mundo, ni en ningún ser, sea este labriego o potentado; mendigo o emperador; sabio aparente o sabio olvidado; célibe o libertino declarado; todo ello, es un grado aparente; una faceta más o menos tallada en el diamante de nuestra conciencia. Véis el oro que os llena los sentidos en una moneda o una alhaja y la admiráis en su color, valor y sonido; pero ved ese mismo oro en el filón mineral y sólo tierra véis; no os llena; no hay belleza; no hay atractivo y es el mismo oro, del mismo valor, color y sonido, que después de separadas sus pepitas del terrón y acrisolado y trabajado por la inteligencia del hombre. Véis sacar igualmente de la mina fangosa una piedra bruta, deforme y fea y si no sois peritos, la despreciáis; pero la toma el perito, la escama, la pule y os la presenta deslumbrante de luz y colores en sus facetas. Todo es lo mismo. El diamante, el oro y la sabiduría encubierta por el traje humilde o el conocimiento de sí mismo descubierto en su luz y belleza por el trabajo. No ha cambiado la sabiduría, el oro o el diamante, sino el hombre, que progresa en cada instante. Pero este punto lo trataré más extenso en el segundo libro. Dice Tolomeo: "La tierra es el centro del universo y todo se mueve alrededor de ella; ella está firme presidiendo los cielos tachonados de estrellas para recreo del hombre". ¡Triste grandeza, aun entre tanta magnitud! porque la vida no era infinita. Mas viene Galileo. Comprueba que la tierra se mueve y aun firmando una retractación obligada, su conciencia veía la verdad y, mientras firmaba, pega con el talón sobre la tierra y dice: "A pesar de esto se mueve". De allí llega el hombre a ver, que el centro de Tolomeo, apenas es un átomo del infinito y es en realidad un átomo: pero ese átomo es infinitamente más grande que la grandeza del centro de Tolomeo, porque en este la vida es limitada. En el de Galileo, la vida es infinita. Y es lo mismo la vida y los movimientos cuando Tolomeo, que cuando Galileo; y lo fué antes y lo será eternamente. Pasan los mundos en su progreso, pero no pasa el espíritu autor de la vida demostrada, porque es la palabra eterna de Eloí que no pasa, vida, porque es para siempre. Los hombres (en su materia o cuerpo) pasan y pasarán infinitas veces en todos los mundos que existen y se crean eternamente; (pero no pasa el espíritu que es la vida demostrativa) porque el espíritu es creador de los mundos y los cuerpos, para lo que es consubstancial con su Padre Eloí, autor del pensamiento perpetuo e infinito de la vida eterna y continuada, cuyo pensamiento es el Eter. ¡Potente y eterna vibración! del cual el espíritu voluntad y acción del omnipotente Eloí, toma todos los materiales para demostrar la creación en mundos y formas; por lo que, siendo el espíritu el demostrador de la vida y por ser consubstancial con su progenitor, la verdad eterna es la vida eterna y continuada, la que es solo el espíritu y en él, sólo Eloí su Padre, cuya verdad no cambia. Lo que cambia es el hombre de ignorante en sabio cuando se conoce a sí mismo, con lo que llega a ser hombre perfecto relativamente en el mundo de expiación, lo que solo sucede, cuando descubre su trinidad; cuando ve a su primero el espíritu. Entonces, todo cambia en él como el diamante pulido, que de tosca piedra se convierte en luminar, que tantos más cambiantes de bella luz tendrá, cuantas más facetas se haya labrado en el progreso. Lo mismo es para el espíritu: llega a su plena luz, cuando de todos los efectos sube a las causas, con lo que, en sí mismo y en su hermano, no ve dos, sino uno y lo ama y de ahí, en sí mismo, ve todo el universo; la vida eterna, la acción eterna, la ley única y al único creador: Eloí. Ha cambiado millones de veces de posición y vió que la verdad relativa de ayer, hoy era más relativa y vacía y por tanto error. Ve ahora, que todo lo que no es vida eterna y continuada, es siempre relativo, vacío, falto de valor y se rinde a la evidencia de que, la verdad que no cambia eternamente es la vida y que no sería tal, si no fuera continuada; porque, si un mil millonésimo de segundo se interrumpiera, cesaría la luz, cesaría el movimiento y, el universo desaparecería. No: la vida no sufre interrupción; por esto es continuada. No; la vida no se acabará, porque es el espíritu la vida demostrada en su Padre Eloí, que tiene el pensamiento eterno de la vida que demostrará el espíritu su hijo consubstancial y por lo tanto coeterno con él y en él y tiene que demostrar la vida en todos los grados, desde el mundo embrionario hasta el centro vibratorio. Por esto, el espiritismo es la verdad suprema y eterna, porque, su alma, su progenitor, su substancia, su ley, su misma vida, es Eloí. Espiritismo, lo dice todo: luz, fuerza, potencia, sabiduría y amor, que se encierra todo en la mágica y universal palabra Eloí que solo cuando el hombre es trino puede pronunciarlo en fruicción.
CAPÍTULO IV
La comuna es el régimen único del espiritismoFuí lacónico en el capítulo anterior, para dejar más patente la majestad de la eterna verdad descubierta; pero en otro gran capítulo veremos, que no se puede ir más allá del espiritismo.v Mas de esa verdad del reinado del espíritu y por tanto del espiritismo, surge necesariamente, un cambio de régimen económico-social, como sucede en un cambio de forma de gobierno en cualquier nación; solo que ahora se cambia de forma en toda la tierra, bajo la sola constitución de la ley de amor, borrándose las fronteras y estableciéndose la comuna de amor y Ley. No se asuste nadie de esto. Es decreto del creador para todos los mundos desde su juicio de mayoría y su justicia se encarga de allanar todos los caminos quitando todo lo que estorbe, como lo promete por Isaías, cuando llama a Jacob para entregarle las nuevas tierras, los nuevos cielos y el nuevo sol; y nadie perderá, más que aquel que se oponga al decreto absoluto. Más los pueblos todos (con sus gobiernos a la cabeza) van a la comuna sin darse cuenta (aun sin el acto de justicia) que aunque fuese más paulatinamente, llegarían, porque la ley empuja. Por esto hicieron contratos máximos de 99 años; luego de 50; después de 25 y todos vienen a terminarse en un mismo tiempo, pasando (sin pensarlo) todo, ferrocarriles, tranvías, telégrafos, usinas de luz, obras hidráulicas, etc., etc., al fondo común ¿Y para qué pasa esa riqueza producto de la unión de las fuerzas, al poder del pueblo? ¿Pasaría para mantener parásitos, supremáticos, improductores, o servirles de tren a los autócratas? No dudan los jefes de estado de que están en los tronos porque el pueblo lo quiere, porque solo él es soberano. Y con tiempo, el pueblo, el verdadero pueblo, se ha retirado de las religiones, porque sabe que éstas los anestesió y ha hecho feudos suyos a los estados, para lo que habían prejuiciado las conciencias y levantado la caridad para acallar un momento más el hambre del trabajador, al que no le han reconocido derechos, hasta que se emancipó de las religiones. Pero es porque llegaba la hora de la liquidación de cuentas y comenzaron a manifestarse con tiempo los espíritus fuertes, para la hora de la justicia y se rieron del dogma en la misma cara de los pontífices, los que quisieron entonces (viéndose perdidos) reformar los vetustos edificios, pero era ya tarde. Ya se oía el rugido del simoun; y ellos reformando y el pueblo diciéndoles: "Te conozco aunque te disfraces; no caeré en tus redes otra vez; sabemos a lo que venimos y ya, no solo pensamos, sino que razonamos, mientras esperamos la consigna".Pués bien. La consigna la dará el mismo Eloí por el Espíritu de Verdad y la naturaleza toda hará la renovación de la tierra en su faz y caerá todo el que estorbe para el cumplimiento del decreto absoluto. Y se sabe el tiempo máximo en que ha de suceder. ¿Queréis adelantarlo y que sea más terrible? Continuar en la oposición y habréis acortado la transición los que no estáis dentro de la ley; pero pueden estarlo todos los que viven en la tierra; basta acatar la ley de amor; basta comulgar en el espiritismo, que no es religión, ni tiene ritos, ni dogmas, ni cultos grotescos, ni sacramentos pudibundos, ni gracias, ni perdones; pero tiene justicia en equidad, que es por lo que el pueblo lucha, trabaja y espera la consigna que en sus espíritus saben. No quiere el pueblo guerras. No quiere el pueblo parásitos, porque la ley del creador es paz; es trabajo obligatorio pero trabajo productivo y anula toda supremacía, porque el espiritismo quita todo error. Esto es lo que asusta al parásito, al autócrata y al plutócrata. Pero oíd bien: no hay que asustarse porque, "ángeles y, demonios" son hijos de Eloí y a todos los llamó en el juicio; pero que por la armonía, por la justicia de su ley, señaló a cada uno la morada correspondiente conforme a sus afecciones. ¿Quién se quejará si al fin el que se sale de la tierra (que ya es bello jardín en el que su propietario Eloí quiere pasear entre sus trabajadores ya mayores de edad), quién se quejará digo, si sale por voluntad propia? La ley que se da, es de derechos y obligaciones iguales, para cada uno según su grado, pero en común, porque solo tiene el universo un tesorero y ese es el Padre, que declaró mayores de edad a los hijos de la tierra, porque acataron y observaron su ley de amor en el trabajo y la procreación. Y la tierra pertenece a los trabajadores en usufructo común por todo el Séptimo día y el Padre se las entrega, quitando los lunares que afean el jardín. ¿Quién se resistiría a su mandato? Yo os digo, hombres, que es su decreto absoluto y lo dió a la tierra, por Abraham, padre de los misioneros, hace 40 siglos ya, para que los hombres estuvieran preparados y llega, porque decretó para todos los mundos la comuna, después de su mayoría de edad; después del juicio final; y este se celebró, dando una transición a las tres generaciones existentes en la tierra, en cuyo tiempo todo se habrá renovado. ¿Pero será hoy? ¿Mañana? El juez vino a presenciarlo: pero día y hora, está solo en el secreto del absoluto designio, en el que nadie penetra. Pero renovará la faz de la tierra; borrará todas las líneas que hacen al hombre extranjero al otro lado; aparecerán nuevas tierras; nuevos cielos y nuevo sol. Y él mismo establecerá la comuna. ¿Cuándo? Sabed solo que estamos en el día del hecho y El es el propietario y llega sin pedir permiso. Mas el juez que él mandó, ya le ha entregado el libro de la vida. En él están inscritos los redimidos y el Espíritu de Verdad todo lo confirmó en su nombre. Estad, pues, siempre preparados para recibir a vuestro Padre Eloí y que no os sorprenda con las luces apagadas. La comuna, no hace bajar a nadie: a todos los eleva en justicia, por su grado: Pero no puede consentir sufrimientos morales, ni menos materiales, ni odios, ni injusticias, ni desigualdades y para todos, la ley es el trabajo. Pero llega una nueva fuerza que sustituye a todas las fuerzas y esa no se agotará jamás. Llegan muchas semillas y ya, la vida no será a costa de otras vidas, ni los brazos del hombre han de ser la máquina, sino el director de las máquinas. La fluidez de la tierra dará mil por uno que hoy nos da, porque ya, su atmósfera será oxígeno puro, desde que no la envolverán los malos pensamientos y deseos de destrucción y todas las virtudes, serán una sola virtud: el amor de hermanos. ¿Pensáis, acaso que hay algo prohibido de las artes, ni de las ciencias, ni de nada necesario a la vida y al asueto? No tal; todo es del derecho del hombre; y cuanto más progresa, más bienestar se crea; pero el labrador y el ingeniero, el artista y el astrónomo; y desde el último que acató la ley hasta el maestro Nato, todos tienen los mismos derechos y obligaciones en armónica libertad, dentro de la ley única, en la más justa equidad. Los que sí acaban son, los señores; los supremáticos; los parásitos; el orgullo y el odio; esto no cabe ya en la tierra; es de los seis días pasados; pero ni aun a ellos les quita la ley su afección; sólo les dice: "En la tierra se establece la comuna bajo la ley de amor, con solo el credo universal espiritismo; no hay más ley de progreso que el trabajo; si no queréis esta ley, el Padre os preparó otra morada conforme a vuestros gustos; allí id y hartaros; y cuando llaméis, os contestará esta misma ley". ¿Quién puede quejarse de la injusticia? Pero hay otro temor en los supremáticos, parásitos y detractores y es la represalia del pueblo, porque saben que lo han agobiado, que lo han ahogado y transido de miserias. Oidme bien: el pueblo es noble y por su nobleza lo habéis asfixiado y exprimídole el sudor para vuestras bacanales y os aguantó. Sabéis que a su fuerza no lo podríais resistir, porque él es la potencia popular y suyas las armas y esto os lo advirtió Napoleón. Pero los trabajadores de hoy, no vinieron a vengarse y os aguantaron aunque les negáistes el pan que él creaba y se lo acaparábais con el oro (que tampoco vosotros sacábais de la mina) y todo os lo aguantó, porque esperaban y sabían en su espíritu que llegaba su Padre a igualar a todos sin represalias y acataron la ley sin pensar en castigaros, porque en su corazón está la bondad; en su alma el sentimiento; en su conciencia la tranquilidad y en su espíritu el amor de hermanos única Ley de Eloí su Padre que esperaba y que ya llegó. El pueblo no quiere represalias, no quiere venganzas y hasta protesta de la guerra; y van a ella, solo porque los prejuiciásteis con otro engaño, no tan miserable como la religión, pero sí tan pequeño como es el de la Patria, que nació de las religiones y es la misma cadena de hierro; pero ésta se oxidó y se ha roto y ya no hay fuego que pueda fundir otra, porque salió el sol de la santa libertad del pensamiento y el pueblo se ha hecho libre, teniendo y cumpliendo las constituciones que en preparación de una constitución universal el pueblo se creó a costa de sus luchas y sangrientas epopeyas a que los dos errores de religión y de patria los llevó; pero el espíritu trabajaba para llegar a este final risueño de la familia universal de la comuna en el reinado del espiritismo, que no habéis podido ahogar (como se ha pretendido) en su nacimiento y es porque era el decreto absoluto del Padre universal Eloí que, por ser su credo, es inmortal y nunca pasa. El pueblo no es vengativo y os llama con amor de hermanos, no negándoos lo que a él se le ha negado siendo todo suyo, pero os lo ofrece en común y nada para nadie en particular. No hay quien niegue que todo es del pueblo trabajador, porque él todo lo ha producido: hasta el oro con que se acapara su sudor para encarecerle la vida. Suyas son las máquinas que la supremacía y la autocracia convirtió en armas de destrucción de ese mismo pueblo y habéis sacrificado muchos millones de seres de los que tenéis que responder; pero que a pesar de tanta inmolación, el pueblo se multiplicó en número y fuerzas por la libertad del pensamiento y rompió las vallas de las fronteras, por la asociación, sin faltar a las constituciones y esto es sabiduría del espíritu. Si los hombres y los pueblos se sublevan, es por leyes sociales de opresión contrarias a las constituciones, que son de unión y libertad. Mas si el pueblo en su nobleza, os llama y os admite en amor al trabajo común y al usufructo común, no lo provoquéis porque luchará la última vez y no será responsable, si no los que lo provocan, que serán arrollados y pisoteados como reptiles y sin odio; porque las cosas de justicia, no se manchan de venganza. Ha sido ultrajado el pueblo por la religión y la supremacía: y de entre el pueblo ha salido alguna nota discordante; pero ellas son de dos clases y de las dos es responsable el orgullo y la maldad de los que se llaman religiosos, o supremáticos, autócratas, plutócratas y sangre noble, o señores, que nunca doblaron el lomo al trabajo. Las dos clases de notas discordantes a que me refiero que de entre el pueblo han salido y que sirven de base a denigrarlo, no son del pueblo, sino provocadas por los mismos opresores: porque si la una es dada con escándalo por un verdadero hijo del pueblo, es un exaltado por el prejuicio, por la opresión que le ahoga y por la ignorancia. Y de esto, ¿quién si no la maldad y los poderes autócratas son responsables? Paga y sostiene el pueblo las universidades, ¿por qué no se le educa y se le hace justicia verdadera y esas notas discordantes no las dará jamás el hijo del trabajo porque no están en él? Solo la ociosidad es la madre de todos los vicios. La otra clase es más triste. Son seres degenerados por el odio; pero son los mismos supremáticos, ciegos, que para vengarse de un plutócrata y de muchos que por ambiciones iguales en existencias anteriores le frustraron en algunos hechos, reencarnan entre el pueblo, para vengarse así de sus dos enemigos a la vez: de los supremáticos como él y del pueblo noble al que afrentan con sus hechos; pero no son hijos del pueblo trabajador, sino enemigos del pueblo en espíritu, aunque estén entre el obrero y son los comerciantes de mujeres, jugadores, etc., etc. No hago aquí más que decir la verdad estrictamente, por que en el "Código" y en el "Conócete a ti mismo", está esto anatomizado y en esos libros lo veréis claro en toda su desnudez como la verdad, por lo que voy a cerrar este capítulo diciendo: La comuna llega, porque es decreto absoluto del creador para todos los mundos después de su juicio de mayoría y nadie puede evitarlo, porque la ley de justicia está encargada de implantarla, con dulzura o con rigor, según sea provocada por los detractores del espiritismo. Que el espiritismo es la omnipotencia y es todo el universo solidarizado; por lo que, no es obra solo de los espíritus y hombres de la tierra, sino de todo el universo, de donde nace su omnipotencia. Y por fin; que esa omnipotencia es omnímoda, porque el único maestro del espiritismo universal, es el omnímodo creador nuestro Padre y manda inexorablemente, la implantación de la comuna, para lo que mandó un juez hombre, hijo del hombre y a él, su ministro secretario, maestro de los maestros en el plano primero: el Espíritu de Verdad, que ya rige la tierra como todos los mundos de luz y progreso de su plano, desde el día de la sentencia del juicio. Ahora bien: ¿Será el mundo cuerdo para recibirla y en ella al Espíritu de Verdad y a Eloí, demostrado en la nueva luz directa de su centro vibratorio? Muéstrese el mundo como le plazca; pero lea a Isaías, por el que prometió Eloí a Jacob para este día, que quitaría de la tierra todo lo que estorbe .¿Quién estorba? Meditad.
CAPITULO V
La creación es eterna por el espiritismoAlgunos timoratos se escandalizarán de este axioma, por sus prejuicios; ya se limpiarán de ellos y verán la verdad y ésta no habrá cambiado, sino ellos. A algunos materialistas y negadores del espíritu, se les crisparán los pelos o se pondrán nerviosos. Pero qué queréis; la verdad es así y al que no quiere tomar la medicina a sorbos, tiene que tomarla de un solo trago, o rendirse a su grave enfermedad. El autor de la vida universal nos habló por Abraham y nos dijo que "hemos de vivir en todos los mundos que existen, pero la creación sigue y no se acaba": y que, "sus hijos le llevarán a sus hermanos, que son sus hijos" y no exceptúa ni ángeles ni demonios: y señala un tiempo de 36 siglos desde que nos daría su ley escrita, hasta que la tierra la sabría, siendo desde ese siglo sus hijos de luz, por la luz que a los hombres les darían sus espíritus "que ángeles llamáis”. En todos está latente el “Creced y multiplicáos”. Y os he afirmado que, si vuestro espíritu no se fabricara los cuerpos con que operáis el progreso en los mundos, no existiría el hombre. Mas es mucho menos complicada la creación de los mundos y aún todo el movimiento mecánico del universo, que la creación maravilla máxima de un cuerpo humano y sus movimientos. Sólo que éste, es un átomo y el universo infinito. Pero por lo mismo de ser el cuerpo del hombre complicado y microscópico, es más difícil su ejecución por su delicadeza y finura y, es la gran alhaja Maestra dibujada e ideada por el divino artífice, pero ejecutada por sus obreros, por sus hijos consubstanciales, los espíritus, para los que su Padre creó en su pensamiento eterno la vida universal, llenando todo el infinito de su pensamiento vibratorio el Eter, que es vida, pero sin forma y por lo tanto, solo es deseo constante de ser; y sin una voluntad, no puede ser forma o cuerpo tangible que demuestre la vida. Esta voluntad, salió del mismo pensante y lanzó a los espíritus con el sello de su potencia, a crear formas: reasumiendo todo el universo en la forma mágica y microscópica del cuerpo humano; obra irrealizable por el pensamiento Eter, pero realizada por la voluntad Espíritu. Pero el Eter pensamiento ni el espíritu voluntad, nada realizarían el uno sin el otro, porque ambos se complementan por el absoluto... “Quiero"... de su autor, que vibra eternamente su pensamiento en el que mueve su voluntad y de aquí nacen las formas, los mundos y los cuerpos, obedeciendo siempre al eterno plan geométrico que ideó y pensó para toda la eternidad que, llena de vida con su sola vida todo el infinito y no quiso estar solo en su Ser sin forma. ¡Eterno enigma! que sus hijos llegan a presentir, pero jamás a comprender. Es solo ese secreto el que está vedado al espíritu y más al hombre. Pero el hombre es solo por el espíritu y sin él, solo sería el animal, que aún siendo hombre lo es por muchos millones de siglos, hasta que encuentra su trinidad, descubriendo a su espíritu. Entonces ve que, el hombre es todo el universo infinito y que nada del universo falta en él ni aún el mismo autor del universo y la vida; Eloí. Entonces es el hombre, conociéndose a sí mismo continuador de la creación del eterno pensamiento y demostrador de esa vida universal, pero impalpable, cuando solo es Eter, pensamiento; y tangible, cuando es forma y pesada y medida en los hechos de la voluntad espíritu, por la acción de éste. Se ve entonces el hombre microscópico en su cuerpo, comparado con el infinito; pero tan grande como el infinito, porque en él está todo lo que constituye ese infinito, hasta su autor. Ve también el hombre, que sirve de corona del universo y de pedestal y asiento del autor del universo, su Padre, que presenció todos sus desaciertos de niño y no se inmutó, porque era ley, que de niño se hiciera hombre. Que por los desaciertos descubriera su sabiduría cuando se viera en su realidad y vería que, el hombre es tres; la creación tres y que todo es trinidad; pero que es el todo para el espíritu, solo Eloí su Padre; y para el hombre, el todo es, el espiritismo. Sí. Tres es la representación de Eloí: Padre, Espíritu y Vida, representado en el hombre por Cuerpo, Alma y Espíritu. El autor es Eloí. El actor su hijo el Espíritu. La vida es, el Eter convertido en formas y cuerpos, para demostrar la vida tangible. Pero el autor hizo el proyecto, el plano. El actor, lo realiza eternamente. Por esto, la creación es eterna por el espiritismo y porque, solo para los espíritus fué hecha la vida por el autor de la vida misma, en la que se asienta el espiritismo. Ya os lo he dicho todo hermanos míos, espíritus libres y encarnados. El crepúsculo, rasgado queda. Que la luz de Eloí os ilumine en su estudio, es mi deseo. ¡Padre! Rasgué el velo de la verdad eterna y con ella rompí en átomos el crepúsculo en que se envolvían los detractores de tu único credo espiritismo. Dí a mis hermanos lo que se me entregó para darles en ley de amor y mi conciencia está satisfecha. Recibiste el libro de la vida y en él la liquidación del mundo tierra, que hemos regenerado tus misioneros, conforme a tu mandato. Los hermanos "negros de hollín" desde el día de la sentencia, encendieron la más terrible guerra declarando, no acatar. Por lo que, ahora, venga ya sobre nosotros tu justicia, para salvar a los que trabajan en tu viña.
Joaquín Trincado
FIN DEL LIBRO PRIMERO

ESPIRITISMO EN SU ASIENTOPARTE 8
LIBRO SEGUNDO
LEYES, PRUEBAS Y MANIFESTACIONES
CAPITULO I
Ley de las mediumnidades en general(1)
PREFACIOLástima y pena causa ver el uso que se hace de las facultades medianímicas; lástima, porque demuestran el desconocimiento absoluto de lo que representan las facultades y el estado de la sociedad; pena, porque demuestran los médiums el desconocimiento de su misión, de dónde proceden sus facultades y sus demostraciones; y aún más pena, porque los mismos médiums se vituperan entre ellos mismos. Pero la culpa es de las sociedades o centros espiritistas que no han sabido cultivar esas preciosas plantas que el Padre concede a la humanidad por el progreso espiritual y se han dogmatizado esas sociedades y centros, amalgamando las doctrinas espiritistas con las de las religiones, admitiendo el nombre de espiritualismo, que es el antítesis del espiritismo, por lo que es un cisma apoyado por las religiones. Voy a estudiar un momento estos puntos, bendiciendo a Eloí, porque ya muere el espiritualismo recién nacido, con sus padrinos las caducas religiones. El espiritismo no es religión. El espiritualismo es todas las religiones amalgamadas y unidas para desnaturalizar el Espiritismo y retardar todo lo más posible la caída de las religiones. El Espiritismo es Jesús. El Espiritualismo, Jesucristo. He ahí la mejor figura que se puede hacer: pero como Jesús no es Cristo y como Jesús es persona real como hombre y como Espíritu y el Cristo, sobre ser una piedra es figura de peligro y baldón, he aquí que, la religión infamó y vilipendió a Jesús agregándole el Cristo y los malos espiritistas han vilipendiado al Espiritismo, creando el Espiritualismo. ¿A qué obedece este embrollo? A lo mismo que obedeció Manuel I, Papa, para hacer el "Jesucristo": a obscurecer la verdad. Pero ahora los tiempos van más rápidos; pasan con la celeridad de la luz: y como en lucha, los Espíritus se han conquistado la libertad y las facultades medianímicas con las que todo lo pueden saber viéndolo todo en su realidad, en la tierra, dentro de la tierra y fuera de ella, muy lejos, hasta donde su fuerza y su progreso puede llegar, resulta que ya, nada hay oculto. Y hasta hemos copiado (o leído) algún documento importante dentro de una caja de hierro en Europa desde aquí América. ¿Cómo no hemos de ver los pensamientos que corren por las ondas etéreas de la atmósfera, en todas direcciones? Pues bien. La causa de haber tan malos médiums, es porque los centros donde se educan son dogmáticos e hijos predilectos de la religión y cuyos maestros son obispos disfrazados; y en todo caso, están prejuiciados y han tenido miedo de descubrir los reptiles que llevan encerrados en sus pechos, que dominan a su espíritu: no; a su alma: porque el Espíritu aun no se ha descubierto en ellos, porque lo envuelven de la mentira, la farsa, la conveniencia y la cobardía. Son, en general, fenomenistas, que es lo mismo que decir, comediantes o saltimbanquis. El fenómeno, no se provoca. El fenómeno, se estudia cuando se presenta y se analiza en amor al progreso y no por la curiosidad que es lo que se ha hecho, con lo que han ridiculizado al espiritismo (que es lo que se propuso la serpiente religión) y de ello, son culpables los fenomenistas, con los centros de cobardes: y no tanto los adeptos, sino los directores de ese juego de iniquidad y profanación. Al ver tanta ignorancia; tan poco respeto; y admitir el espiritualismo (retrato fiel y compendio de todos los errores religiosos y hasta políticos) se ha mercantilizado y profanado el nombre santo del espiritismo. Tan santo como Eloí porque es como él Eterno, porque es El mismo. Lo mismo han hecho las religiones con sus dioses; pero estas, no fueron tan descaradas como los espiritualistas, porque aquellas, fraguaron nombres que para el vulgo ignorante de su grey era Dios, pero para los sacerdotes no lo es. Causa esta por la que, el espiritualismo y los espiritualistas, fueron juzgados con más severidad aún que las mismas religiones. La generalidad, no se atreve a levantar ni la punta del velo. Para casi todos es Jesús, el límite máximo de la perfección: con lo que anonadan a Jesús y empequeñecen al Padre y ellos se absuelven de sus fechorías y embrollos, porque dicen "no podemos llegar a él en perfección". No hacen más que los sacerdotes de las religiones, que se amparan en el mismo estribillo. No, hermanos míos. Jesús es uno de los jalones; pero no el último jalón y sí solo el primero de los jalones y subiendo por él se engrandece a Jesús y él mismo os lo dijo: "Yo soy el camino”. Ya véis que no dijo yo soy el fin; y si alguien, en teología dogmática o cualquier otro principio le atribuye otras palabras, son invención de la malicia. Jesús tenía convencimiento de la causa que traía y no dijo "yo soy el fin" sino “el principio” que equivale a decir el camino; y el camino conduce a alguna parte más allá de donde empieza. Jesús es uno de los maestros y no el mayor de los maestros, ni el único de los maestros; el más significado sí, porque en sus obras cifró el amor, como Juan cifró la fortaleza; como Abraham cifró la fé; como Moisés cifró el arrojo y como Jacob cifró la previsión; porque unos a otros y todos los antes y después hasta hoy, traen el mismo conocimiento de la verdad. Se proclama por muchos que: "Jesús es el Espíritu más grande que ha venido a la tierra". Yo os pregunto: ¿porqué se le profetizó a Juan que era el mayor de los nacidos? Si lo fuera, ¿sería Jesús por eso menor de lo que es? Juan era grande; Jesús era grande; Abraham era grande; ¿eran por eso menores los otros profetas, el viejo Joaquín, el padre de Jesús gran patriarca por ser el Padre de 12 hijos y fuertes artesanos? ¿Y María? ¿Se atrevería Jesús, Juan, José, Joaquín, Moisés y Jacob, ni Abraham, a justificarse mayores? ¡Con qué respeto hermanos mío, evocan su nombre! Sabedlo hermanos míos; no ofendáis a Jesús poniéndolo en el pináculo donde no se le puede alcanzar, porque él es el camino: el jalón que nos señala el camino. Tenedlo, sí, por el Maestro abnegado en pro de la libertad (hasta afrontar la afrenta mayor que hombre afrontó), pero no para empequeñecerlo no poniendo en obra sus palabras, porque es condenarlo en sus doctrinas al decir que "es inimitable"Otros, aparentando querer a Jesús, no se quitan de la boca, "El divino Maestro", "El divino Jesús". ¿Sabéis lo que lo habéis hecho padecer con esos epítetos? No menos que la religión con el sacramento de la impiedad, llamado la Eucaristía, que es lo que le ha cargado de baldón y de odio y lo que ha hecho a su espíritu llorar, más que todos sus otros tormentos y a María, más que a él todavía porque, esos epítetos de divino y el sacramento nefando, ha puesto en peligro toda la obra desde Adán hasta el Anticristo,(1) y ha sido necesario (para salvar a la humanidad) la venida a la tierra, tres veces, en las tres edades terribles; la de hierro, la media y en la de la bárbara Inquisición, al Espíritu de Verdad; y el investigador muchas más (hasta catorce veces en veinte siglos) y todo, por los epítetos divinos y sacramento impío; hasta que por fin, hemos podido derribar la cruz y el Cristo y aligerar su carga, dándoles descanso a Jesús y María justificándolos el Espíritu de Verdad que en el día de la sentencia tomó la tierra a su cargo para que ellos descansen y para que nadie más pronuncie los epítetos referidos y solo a Eloí se lo digáis; porque El solo es divino. Ya lo sabéis; Jesús es el primer jalón y el camino; es el hermano mayor para nuestras tareas y por él y con la mediación de María y los que siempre les acompañaron y hoy nos acompañan, llegaremos al Espíritu de Verdad, fin de la jornada en la tierra; y es el segundo jalón. Pues cuando a él podamos llegar sin que nos ciegue su luz, saldremos en triunfante peregrinación para presentarnos al Padre que nos enseño Jesús, por su mandato, pero que solo el Espíritu de Verdad nos puede presentar a Eloí; y ha de ser con Jesús, María, Juan, José, Joaquín, Jacob y todos los que han cumplido las palabras de Jesús, contenidas en el testamento de Abraham. No aleguéis entonces que a Jesús lo creíais inimitable, porque seréis acusados de farsantes y prevaricadores y veréis claro que, habéis humillado a Jesús queriendo ensalzarlo y lo sacábais de la ley general , que es la que hace grandes a los seres; y ni Jesús, ni María, que es indudablemente más grande que Jesús, son inimitables; porque entonces, el progreso sería limitado y no valía la pena tanto sacrificio. He recalcado este punto, porque sé que es la tangente por donde escapan los espíritus indolentes y los prevaricadores Espiritualistas, que en pocos años han hecho más daño a la causa de Eloí que todas las religiones juntas desde la aparición de éstas. Por ellas, forjaron Dioses a su imagen y conveniencia, en tanto que la amalgama espiritualista con todo descaro ha querido cubrir la Luz, no de Jesús que es relativa, aunque pueda su espíritu alumbrar la tierra, sino la del Espíritu de Verdad, que es relativa también, pero que ilumina siete y media nebulosas que la más pequeña es la Vía láctea; pero que, aunque relativa la Luz del Espíritu de Verdad, es infinita porque representa la Luz y sabiduría del Padre, del que guarda sus secretos. Ved la diferencia que hay entre el pecado de las religiones y el del espiritualismo y pensad, si habréis sido juzgados con rigor, porque recibísteis la luz directa y la anublásteis con la más refinada malicia y la más infame cobardía. Ahora ya, aclarado el espiritualismo que tomó los centros llamados espiritistas donde se regatean las representaciones y siempre se preparan a la eterna discusión de ¿quién será el primero? y dónde se ponen trabas a las mediumnidades; donde no se saben estudiar los efectos medianímicos por qué no han querido saber de dónde proceden y por qué proceden y por qué las poseen los que tienen facultades y hubieran sabido que solo el progreso del espíritu las puede conquistar y que no se regalan, ni se provocan y que es enteramente contrario a la ley suprema el comercio con las facultades, bajo ningún concepto. Todo esto no lo ignoran, porque Kardec reglamentó las mediumnidades, según se lo mandaron; y los espiritualistas lo han desobedecido y aún han llegado a más: han falsificado su obra, que era el prólogo de la obra que ahora se da de puro Espiritismo. Kardec dijo "Espiritismo ", y espiritismo escribió y los cobardes, en vez de espiritismo, han dicho espiritualismo: por lo que, hasta este apóstol hubo de justificarse para la sentencia del juicio final, como se encontrará en la "Filosofía Enciclopédica Universal".Los directores de estos centros se han hecho supremáticos y obcecados, por lo que han caído en la más desgraciada obsesión y han perdido las mediumnidades. Es que no han sabido ser maestros porque no fueron buenos discípulos del Apóstol Kardec y menos de Jesús. Los médiums son unos instrumentos muy delicados y necesitan un ambiente de bondad; se parecen a los gusanos de seda, que en tiempo de tormenta es necesario distraerlos con otros ruidos que los del trueno. El médium no puede estar donde no hay ambiente propicio de bondad. Yo he visto tratar algunos médiums (muy buenos) por los directores de los centros espiritualistas, peor que a un esclavo; a otros se les ha dicho que "estaban camino del manicomio" y a todos en general, se les ha prejuiciado con prácticas equivocadas. Los médiums, mal educados y prejuiciados, han comerciado con lo que gratis les daban. ¿Son responsables los médiums de tal hecho? Sí. Porque debían oír a su guía espiritual y comprender si estaban bajo buen árbol por el fruto que recogía: el fruto fué malo: ¿Puede decirse que el árbol (guía) era malo? En muchos casos, sí: no importa conocer al guía con el nombre de santo para ser un mal guía, pues que las santidades las ha repartido la iglesia católica a su capricho y conveniencia; pero que eso no ha prohibido a la justicia divina, para que muchos, cuyas imágenes están recibiendo incienso en los altares, hayan sido expulsados al mundo primitivo por su obcecación y maldades. Otros, se encuentran encarnados cometiendo mil fechorías en la actualidad, como la que llaman "Santa Elena” y miles más, como expuse en el libro "Buscando a Dios” y el anunciado mismo que fué Jacob, Moisés, Santiago Apóstol de España y hoy el obscuro obrero manual, que aunque como espíritu sea algo, como hombre, está sujeto a las imperfecciones de la materia; y aún que esté en continuo desdoblamiento. ¿Quién puede negar que la materia requiere en ciertos momentos, el calor y la compañía de su espíritu? Pues sus guiados (que son millones en todo el mundo) en esos momentos que las necesidades de la vida del cuerpo necesita a su espíritu, sus guiados, cuyos nombres llaman, no pueden ser en esos momentos por él atendidos. Ahí tenéis el secreto de que muchos no encuentren al guía, porque, o está encarnado, o puede ser un espíritu ciego y malo pero hipócrita y con capa de santidad, los han habido a millones que han conducido a sus guiados por el camino que ellos marchaban. He aquí una de las causas de las malas mediumnidades también. Hoy, desde el día del juicio, en que millones de nombres de santos y beatos (según los cánones católicos y de otras religiones) han sido desterrados al mundo de sus afinidades, se encuentran esos millones de hombres y mujeres que llaman a san fulano, sin que le puedan contestar si fueron desterrados: o les contestan si se encuentran encarnados y a lo mejor es un delincuente, en espíritu y materia. ¿Qué consejo le puede dar? El médium tiene facultades para saberlo; pero como lo educaron mal, se encuentra identificado con su consejero y guía y no es raro que sea alguno de esos del centro espiritualista; y ya tenéis otro secreto de las malas mediumnidades. Son los médiums responsables, por no emplear sus facultades primero en curarse a sí mismos, comprendiendo que su guía era malo y sus maestros peores y que quizás son los mismos; pero son mucho más responsables los maestros de los médiums en los centros, porque hicieron un dogma para sujetar al error teórico y rutinario, a los adeptos y los médiums. Los maestros de los centros, están obligados a saber sacar bien del mal; y el mal en general, han sido los fenómenos provocados y aun los espontáneos, de los que solo sacaron mal, porque ni en uno ni en otro caso los han estudiado para explicarlos; y si algunas veces los han comprendido, no han tenido la fuerza de confesarlos, por el prejuicio y la conveniencia. Mas los fenómenos físicos (de cualquier clase) no son realizados por grandes espíritus generalmente (salvo algunos de aporte) que los han hecho, para no negar nada a los hombres que quisieran comprender que el espíritu tiene acción. Pero éste es un medio, no propio de los espíritus de progreso, como lo ha dicho el mismo espíritu de Jesús y el de Verdad por todos. En general, los fenómenos físicos han sido producidos por espíritus bajos y aun malignos; pero más especialmente, por espíritus encarnados de la grey cristiana, para mantener el nombre de milagro por la ignorancia y la obsesión de los maestros de los centros espiritualistas; que no estudiando el fenómeno más que por leyes materiales (y con éstas no se pueden explicar todos) han dado autoridad a la iglesia católica para mantener el milagro que aun estos mismos días proclama, siendo esto (anular el milagro) lo primero que los centros espiritistas debieron hacer en favor de la verdad y de Jesús, a quien alardean de querer, porque debían saber que Jesús, como ningún otro ser, no puede hacer milagros, porque son contra la ley. Ya he expuesto, en síntesis, el por qué de las malas mediumnidades, que es la ignorancia por malicia de los directores de los centros que se prejuiciaron y no emprendieron la batalla a que se les mandaba y esto quiere decir, cobardía; por lo que están relevados ante el Espíritu de Verdad, todos los que no han cumplido con sus deberes y están sentenciados con el mayor rigor de la Justicia del Padre y conforme a las palabras de Jesús, "no se puede servir a dos señores a la vez”; y las otras que son la más grave sentencia: "El que no está conmigo, está contra mí”. Y como fuísteis de los llamados y no habéis querido ser de los elegidos, el Juez pidió para vosotros, todo el peso de la sentencia de: "Juicio sin misericordia será hecho, al que no usó de Misericordia”. Vosotros, no la habéis tenido ni de vosotros mismos. Ya sé que vuestra imprecación va a ser contra el Juez. Pero es porque, sois hijos predilectos de las religiones y no piqueta de las religiones, como son los espíritus de Eloí. Pero está el juez curado de vuestra imprecación, por en cuanto fuísteis sentenciados al igual que las religiones dogmáticas, cuyo resumen es el espiritualismo. Yo cumplo con mi deber de descubriros la llaga para que la curéis en el tiempo de la transición, que para cada uno es de esta existencia en las tres generaciones que pasan con el siglo de la verdad en el que corremos. Por si aún tenéis valor y amor a vosotros mismos y queréis curaros, voy a decir algunas palabras de cómo ha quedado la humanidad después del Juicio y las mediumnidades que llegan que no podrán ser prejuiciadas y servirán de base a la Ley de mediumnidades. Para los que "tienen ojos y no ven y orejas y no oyen", el juicio pasó desapercibido; después de él, yo sé que los Espíritus del Padre han dicho lo bastante en todos los centros, que si no fueran sus directores ciegos de voluntad, hubieran comprendido lo que había. No quisieron oír y sigue la humanidad lo mismo; impasible. Pero la Justicia sigue su acción y nada la puede detener, ni otro juicio habrá. La previsora ley de los afines, con su ejecutor la de justicia, con tiempo suficiente hizo reencarnar a todos los espíritus que tenían sus afines en la tierra, o deudas y acreedores con quienes saldar cuentas, para que en la transición las pudiesen liquidar, presenciando en espíritu la majestad del juicio y la sentencia y así no alegar ignorancia. Todos los Espíritus (y los encarnados, en desdoblamiento y transporte) ha visto la majestad del Espíritu de Verdad; las grandezas de la cosmogonía y lo horrible de las moradas primitivas, donde irían los disconformes. Muchos Espíritus encarnados, le han dado parte a sus materias y lo recuerdan, aunque lo tienen por un sueño o pesadilla; pero otros, más obcecados por la concupiscencia, no han dado recuerdo a su materia para no privarse de los goces impuros y fuera de ley de la materia. Nunca fué más heterogénea la humanidad en la tierra, que en estas tres generaciones que la pueblan y así, todos los individuos de una familia son enemigos de antes y la Justicia les impuso la unión de cuerpos para darles ocasión mejor de pagarse mutuamente las deudas y llegar a curarse, y aunque en muchos se ha conseguido que se perdonen y se amen, no es en todos; por lo que hay en la actualidad, disensiones, odios y venganzas entre los individuos obcecados, aun dentro del mismo hogar; de pueblo a pueblo y de nación a nación, probándolo, la horrorosa conflagración y descontento mundial que nos aflige y aun no hemos llegado al desenlace final(1) Los Espíritus desencarnados de la supremacía, antes del día del Juicio y en las horas de reposo, acudían a los suyos en el espacio de tinieblas donde estaban los de su grey; con ellos celebraban pactos y juntos en la tierra mistificaron hasta al Espíritu de Verdad. El Padre no coarta la libertad, pero impone una ley y sus moradas y el espíritu es libre de acatar la ley o no acatarla y así fué el Juicio. Quien acató la ley, quedó en la luz para trabajar en la Tierra: el que no acató fué expulsado en el momento de firmar la sentencia y los encarnados quedaron sentenciados, pero en la transición de su presente existencia. Como los encarnados obcecados, ahora no pueden ir al espacio porque en él no hay tinieblas y no pueden ver la luz, en sus desdoblamientos, acuden a los centros donde hacen de las suyas: cualquier vidente puede seguir el hilo fluídico de ese espíritu y verá que lo lleva a un cuerpo humano, que a lo mejor (como nos ha sucedido muchas veces en nuestras observaciones) lo encontrará entregado al vicio y maquinando contra los mismos donde está hablando su espíritu, tendiendo un lazo de engaño. Hoy, ningún espíritu de luz os puede hablar de caridad: el que miente tal palabra, es un mistificador, pero encarnado, porque del espacio no puede venir ninguno que hable de caridad, ni del nombre cristiano, ni de religión, si no es para condenarlo: solo pueden hablaros los espíritus del Padre, de amor, libertad, justicia; y en una palabra: de la Comuna Universal. He ahí el programa de la Nueva Era y por lo que conoceréis el árbol que os ofrece frutos; pero es tratándose de una posesión, por que los médiums de hoy, el 80% no toman posesión y son conscientes; de los otros, la mitad son prejuiciados por los centros; y de esos 10 que quedan, 5, son pusilánimes, u orgullosos o insidiosos, y solo tenemos así, el 5% de los médiums, verdaderos instrumentos. Estos no pueden estar sino con grandes sacrificios en los centros, por el pésimo ambiente que reina entre ellos. He ahí el estado verdadero de las mediumnidades; y son responsables los directores de los centros, porque el médium es cera blanda donde se puede imprimir cualquier molde; pero tiene el diamante por armadura y los maestros deben aprovechar las dos materias; la una para imprimir y la otra para que nada lo pueda quebrar. Pero hay un tercer estado; el dinámico, que es de gran necesidad que los médiums sepan desarrollarlo para recibir o repeler a voluntad las influencias extrañas y con cuyas fuerzas, puestas en acoplamiento con las fuerzas del éter, el espíritu del médium sepa defenderse, aun entre corrientes contrarias. ¡Qué lejos han estado los educadores de los médiums, de estos conocimientos! Por esto hay tantos malos médiums y tan pocos buenos: de esta ignorancia se han aprovechado los detractores que han jugado feo porque les faltaba el Amor y hablaban de caridad. Por fin, diré: que del compuesto de las tres entidades, materia impresionable (cera), constitución facultativa (diamante), fuente productora a voluntad (dinamismo), nace la palabra "Mediumnidad” y con palabras técnicas, "poder psíquico”. Este es otro vocablo que no puedo pasar sin decir algo por la gran variedad que encierra y por la gran discusión de que ha sido y es objeto la "psiquis". Pero como no escribo para un tiempo de tinieblas y a lo más para el tiempo de transición, solo haré una definición codificativa a fin de que puedan mis hermanos aprovechar y salir de dudas. La Psiquis, se pretende estudiarla en la materia separadamente a la del Alma por los materialistas y la ciencia médica, para lo cual, esta ciencia, se ha dogmatizado; pero la psiquis, es propiedad exclusiva del alma cuando el espíritu la ha dominado y le puede comunicar sus facultades y potencia; por lo que, toda mediumnidad, indica progreso del espíritu, aunque sea en el mal; pues no quita a un espíritu ser malo para ser sabio en conocimientos; pero estos están obstinados por falta de amor y por consiguiente, odian el principio del bien y son prevaricadores, porque saben que no serán destruidos o aniquilados; y como están muy materializados por la concupiscencia y aman la supremacía porque son orgullosos de su sabiduría, es por esto que obran todo lo que les viene en gana, porque saben, como dije, que no serán destruidos. Pero así fueron los desterrados que echó la Justicia a la tierra y arrastraron algunos millones de la grey que les seguía en Neptuno, que eran muy sabios, pero supremáticos y conocían el secreto de la unidad; pero en la supremacía eran grandes materialmente y no acataron el principio de unidad que se estableció en Neptuno con el juicio final, como ahora en la tierra. Y no eran los consumadores de crímenes religiosos, sino simplemente supremáticos por la materia y fueron expulsados y echados a la tierra, donde se vieron, entre religiones que no tenían de donde venían y estas religiones eran mil veces más supremáticas que lo que ellos habían sido y lloraron desde el primer momento su error. Pero traían la gran potencia de la sabiduría y clamaron pronto al Padre y se descubrió brillante la trinidad en ellos; por lo que, sus espíritus, comunicaron a sus cuerpos la Psiquis de sus facultades, con las que dominaron a su materia y a la raza primitiva en toda la tierra, hasta quedar un muy reducido número que no cede en sus aberraciones y son expulsados, teniendo que ser en los mundos donde son destinados, lo que la raza adámica en la tierra: la salvación de los primitivos, después de haberlos hecho progresar en las artes y las ciencias y descubrir sus moradores, la trinidad de su ser; en cuyo descubrimiento, se encontrarán dominadores de las fuerzas materiales, porque habrán desarrollado la Psiquis que el espíritu comunica a sus almas. La Psiquis, procede de la sabiduría del Espíritu; y como la sabiduría lo pone en relación con el centro de su procedencia, con esta luz y fuerza, entra en la comunión de los espíritus de progreso, comprende los efectos que originan las causas y obra según sus inclinaciones, que serán buenas si descubrió por el trabajo su centro y potencia; u obrará mal, si la sabiduría la tomó de otros espíritus de progreso que la enseñaron continuamente para llevarlo a la luz, pero que él, aferrado a la concupiscencia, toma aquellas enseñanzas para volver las armas contra la bondad y humildad de los misioneros y moralistas. Esto es lo que ha pasado con los supremáticos de las religiones y los parásitos. La primer facultad que el hombre descubre, es el magnetismo animal, pero no la puede descubrir con conciencia hasta que el espíritu es sabio, aunque sea malo. No hay una contradicción en ser sabio y malo, porque el espíritu aprende y no olvida: y como siempre se les está enseñando por los espíritus de luz y progreso, porque estos saben que tarde o temprano los malos caerán de su burro, mientras no caen, obran con más refinamiento y aun con odio contra quien les quiere no arrebatar la supremacía sino anular la supremacía y de aquí las hecatombes que la tierra ha presenciado. Es que son prevaricadores, porque emplean las armas de principios que los espíritus de luz les entregan. La obstrucción que han hecho a las facultades medianímicas los sistemáticos, es porque han visto que todo el que las posee es un espíritu sabio que las ganó por su trabajo y que se salen de la grey en cuanto se han hecho luz y han arreciado las batallas y las persecuciones, cuantos más veían huir de sus filas, que sobre aminorarlas, descubrían sus crímenes y falsedades. Pero los espíritus de progreso descubrieron las ciencias y los retrógrados opusieron el materialismo, que no puede jamás sentar base de ciencia, porque no sólo excluye de sí al espíritu, sino también el alma. He aquí porque tanto tiempo se combatió el magnetismo, que al fin, la ciencia tuvo que admitirlo como ciencia. Pero el magnetismo, es una rama del gran árbol espiritismo, lo mismo que el hipnotismo, los efectos físicos, los aportes, las materializaciones, la videncia, la escritura, la intuición o audición y los desdoblamientos, al igual que los parlantes y las demostraciones luminosas o irradiaciones de la aureola y la telepatía. Por fin, digo: que todas estas demostraciones y otras innumerables ya en desarrollo, son potencia Psíquica y que la Psiquis, es sólo espiritual porque, aún la materia inerte está poseída de los espíritus naturales y elementales, sino desconocidos en el nombre, absolutamente desconocidos hasta hoy en su poder y obras; pero obedecen (como los espíritus humanos del infinito) a la única causa, a la única ley suprema, a la que está sujeta toda la creación. Por tanto y durante la transición, todos los médiums y los maestros de los médiums, deben regirse para su desarrollo y comunicaciones a lo que queda expuesto, con la reglamentación que dejó Kardec, para empezar: pero con sujeción a la presente ley que se dicta ante el Espíritu de Verdad, porque las mediumnidades, en el régimen comunal de nuestro séptimo día, no pueden tener los errores que hasta hoy y porque, pasadas las tres generaciones sentenciadas, no hay perturbadores y mistificadores y el mal fruto no puede existir, porque el mal árbol se ha arrancado, por lo que se decreta la siguiente: Acotaciones:1) Por necesidad de adelantar a los médiums y los directores de las sociedades y centros de estudio del Espiritismo en el conocimiento de lo que manejan, se inserta aquí esta Ley del “Código de Amor Universal”, porque éste, aún se tardará en imprimirlo, pues todo obedece a su tiempo.1) Se emplea ese nombre, porque es bajo el cual, la religión católica y cristiana augura ella misma el fin de su existencia y se confirma que así es.1) En estos momentos en que estoy corrigiendo para la segunda edición, ha empezado el principio del desenlace final. ¿Cuánto durará? Lo que dure enterrar las religiones

ESPIRITISMO EN SU ASIENTOPARTE 9
Ley de las mediumnidades en general.Artículo 1º– Son facultades medianímicas todas las demostraciones psíquicas; ya procedan de posesión del médium, ya se manifiesten por cualquier concepto en la materia humana, aún inerte, porque ésta es regida por su ley y esta ley, es desempeñada por los espíritus naturales y elementales y aún muchas veces por el espíritu que ocupó la materia y obedece a una ley, que en todo caso y con ayuda del médium (si la ciencia es impotente) el Padre, no ocultará lo que con ello nos quiere enseñar, porque a eso tienden todos los fenómenos que se nos han mostrado. Art.2º– Ningún efecto medianímico puede ser estudiado ni aclarado por la simple ciencia; pero ésta ayuda a la comprensión de los menos sabios que aún no pueden comprender la potencia y facultad del espíritu: pero es de necesidad que en las comprobaciones, no se prescinda de la acción del espíritu, en cuyo conocimiento de facultades debe ser competente el maestro o director de una sesión porque, de no serlo por ciencia y conciencia, no podrá comprobar el por qué y para qué se les ha concedido el fenómeno o comunicación. Pero nunca podrá comprobar nada fundadamente, un sistemático, ni un fanático: el uno, porque sólo busca los defectos y no sabe por que puede ser el fenómeno defectuoso: el otro, por qué el fanatismo conduce por el camino de la equivocación. Por lo que se manda, que dentro del buen juicio, sin ideas sistemáticas, ni prejuicios, ni fanatismo, se empleen los medios materiales, (pero como secundarios) al conocimiento de la sabiduría espiritista. Art. 3º– La sabiduría espiritista, no es una hipótesis; es un axioma como su causa espíritu y no es transitoria, aunque sea progresiva: y no es progresiva porque la sabiduría ascienda; ésta, fué, es y será la misma, pero parece cambiar cuando los hombres la comprenden y no es la sabiduría la que cambió, sino el hombre, que progresó al comprenderla porque el espiritismo es la sabiduría de Eloí y ésta es eterna y única como El. Art. 4º– Es ciencia espiritista, todo lo que es ciencia y filosofía racional; ya sea del ser humano espiritual, de los tres reinos de la naturaleza, ciencias, artes, industrias y todo lo que no se oponga a la razón por dogma o sistema y encamine al mayor progreso espiritual y material y al descubrimiento de la verdad eterna y causa única, subiendo a ésta, por los efectos de todas las índoles que presenciamos en la vida. Art. 5º– La sabiduría espiritista, no reconoce límites; no admite lo sobrenatural, porque no existe; define (hasta donde su progreso alcanza) toda la sabiduría del Creador; conoce todas las leyes de la creación de los mundos y de las humanidades en el infinito y aclara las leyes que rigen al Universo y las cifra en una sola ley, que se llama Amor. Art. 6º– Los medios de aclaración del espiritismo, son las mediumnidades. Estas, sólo las poseen los espíritus sabios que por el trabajo se han elevado al progreso en continuadas existencias y tremendas luchas, con las que se han pulimentado y adquirido todas las cualidades necesarias a la impresión, la fortaleza y el poder dinámico, constituyendo el conjunto de las fuerzas de la naturaleza, en la facultad que, se les autoriza o les niega su uso conforme a la justicia, por el consejo del Padre, único depositario de ellas. Pero el médium adquiere una grandísima responsabilidad ante el creador y no se pertenece el médium a sí mismo, porque es un misionero y está por su ley a disposición de los hermanos de luz y para el bien y progreso de los hombres. Art.7º– El solo hecho de manifestar un ser una facultad medianímimica, acusa elevación de espíritu: esto, unido a su abnegación en bien de la humanidad, impone a los demás hombres respeto y benevolencia para su trato; y como son instrumentos muy delicados e impresionables, los maestros de éstos, deben extremar la educación, para que puedan defenderse en toda emergencia contra el ambiente contrario, hasta saber rechazar la mala influencia y aceptar la buena con voluntad y conocimiento de causa. Art.8º– Mientras dura el tiempo de la transición, deben los médiums y los maestros velar mucho para no ser burlados por los encarnados, que ciegos en su obcecación, atropellan a los espíritus de amor y progreso para estorbar las sesiones y muchas veces se aprovechan del ambiente e imperan por falta de cohesión y unión de los asistentes; pero los podéis conocer pronto en su peroración y lenguaje y sobre todo si hablan y recomiendan la caridad; en cuyo momento debéis expulsarlo en nombre de la justicia, sin admitirle excusas: ningún espíritu de los acogidos en la ley el día del Juicio no puede recomendar caridad, sino amor; esto, aparte de otras mil causas, como defender la religión, la cruz, el Cristo y las tendencias supremáticas; porque tampoco los espíritus de amor, pueden hablar más que de la unidad universal en la Comuna, que es la ley decretada para la tierra por el consejo de Eloí y proclamada por su representante el Espíritu de Verdad. Art. 9º– Los médiums deben ser humildes, sin rebajamiento en su materia; pues como hombres, tienen las mismas atribuciones, derechos y obligaciones y están sujetos en su cuerpo a las necesidades todas de la materia; por lo que, no se ha de pretender ver en el médium al humilde servil, sino al humilde de espíritu y corazón, cuya humildad, eleva y engrandece. Art. 10º– Los médiums, para conservar su investidura y ser dignos instrumentos de nuestros mayores y mediadores entre los hijos y el Padre, observarán en conciencia lo siguiente: A.– Ser ajenos a cuantas imperfecciones les rodean, procurando con su ejemplo la corrección de sus semejantes. B.–Ser buen conocedor de la influencia que le rodea y revestirse de la coraza fluídica de los guías. C.–Ser ajeno a la vanidad que los ignorantes o los aduladores y aun los envidiosos, quieran participarle por las comunicaciones obtenidas por su medio, o de cualquier otro hecho medianímico, porque sabéis, que solo sois el instrumento operador de un maestro, pero sirvaos de estímulo para proseguir y con humildad, dad gracias y bendecid a Eloí porque os eligió por su instrumento. D.–Ser bondadosos con todos los que os rodean, siendo el último en hablar, para dar solución a una discusión científica, poniéndoos siempre (aún sin posesión) a la voluntad e inspiración del guía. E.–Al poneros a la posesión, dirigir la humilde plegaria al Padre, para que no seáis un obstáculo a la posesión de un hermano espiritual. F.–Observar la presión fluídica que os rodea en el momento de la posesión: si ésta es rechazada por vuestro espíritu, no os entreguéis sin oír la voz del guía y obrar en consecuencia, rechazando o admitiendo con valor, pues para eso tenéis el dinamismo que debéis poner en comunicación con el éter vivificante. G.–Vuestro espíritu debe estar fuera de vosotros mismos (pero velando con el guía) cuando el comunicante no sea conocido o sea inferior en progreso, para suplir su flaqueza o desecharlo en caso de necesidad para vuestra materia. H.–Tendréis siempre por norma el bien por el bien mismo, sin esperar de vuestros semejantes recompensa alguna: el Padre se cuida de vosotros y es de El de quien esperáis el galardón. I.–No podéis dar cabida a la envidia entre los otros médiums por si fuera preferido por un espíritu más elevado, porque sabéis que obedece a la afinidad y no es menor el mérito de todos; pero os debe servir de estímulo para perfeccionaros más cada día, porque si menor fuéseis en progreso y la envidia os dominara, os hacéis menores aún y os exponéis a que os sean retiradas las facultades; porque aunque es cierto que las poseéis por derecho propio, está la Justicia de por medio que no puede ya permitir el mal uso de esta potencia: cuando se ocasiona daño a un segundo vuestra responsabilidad será grande. J.–El despecho y la ficción, son dos males muy graves en el médium, hasta para él mismo. Muchas veces, os puede ser negada la posesión; pero esto, os debería servir de amoroso aviso para examinar la causa y reconciliaros en el momento. Si se os niega la posesión, retiráos del recinto, advirtiendo al maestro o director que no recibísteis influencia y pronto, consultad en secreto por otro médium y oír humildemente la recomendación. K.–Es conveniente, que luego de una comunicación o hecho físico, oigáis al maestro director el resultado de la sesión, pues debéis saber el fruto que se debe recoger de vuestra facultad y en pro de vuestro progreso. L.–Los médiums deben oír al maestro con respeto, porque representa directamente al guía espiritual y éste al Espíritu de Verdad, éste al Padre y por lo tanto, el maestro (si es tal) representa en delegación al Padre. M.–Los médiums deben estudiar constantemente los principios de la eterna verdad en el universo, pues los espíritus son tan justicieros, que sus vibraciones las amoldan al conocimiento e ilustración y educación dicente de los médiums; por lo que debéis estar en posesión de la dicción correcta del idioma y les dáis con esto gran facilidad a los comunicantes. N.–Por fin; vuestras acciones, todas deben respirar amor, aun las propias de la materia, porque solo no sois excluídos de esta ley, sino que tenéis deber ineludible de cumplir con todos sus requisitos y aun servir de ejemplo a toda la Comuna, ya que estáis preparados para sentir la inspiración mejor que los que no poseen facultades. Art. 11.–Las mediumnidades, en la comuna, serán más numerosas y cada vez más y mejor desarrolladas por el progreso común, el particular y el ambiente por lo que los médiums, no son excluídos del trabajo ordinario en sus oficios, salvo los que sean designados para el consejo de Higiene, educacionistas y conferencistas, que el maestro sabrá a ciencia cierta, que esa misión trajeron. Art. 12. –Los médiums, en familia, harán uso de su facultad en las horas del estudio, siempre que sean autorizados por el maestro y tendrán muy buen cuidado de aprovechar las instrucciones que los hermanos les comunican y observarlas para sí; pero si se refiriese a la comunidad, tomarán nota por escrito firmándola los asistentes y la remitirán al maestro de la ciudad. (Hoy se entiende de la Cátedra). Art. 13.–Como al principio de la Comuna no puede haber médiums parlantes en todas las familias, pueden reunirse varios en la casa donde habite el médium, dirigiendo el más anciano o el individuo más versado o de mayores conocimientos del espiritismo. (Conforme al artículo 12). Art.14.–Ningún fenómeno debe provocarse en una reunión de familia; porque si es necesidad esa demostración os la regalarán; pero tener presente que solo los médiums que tienen esa facultad lo deben intentar y cuando está el ambiente y la fuerza unida; pero los hechos de aporte, que son los más significativos, instructivos y amorosos, se pueden intentar en la reunión familiar, si hay un médium a propósito y el amor reina entre todos. Art. 15 –Como el fin que los hermanos mayores se propusieran al ofrecernos hechos físicos (que hemos llamado fenómenos) era llamar la atención a la ciencia en general y en la comuna no hay ciencia llamada materialista, no es necesario la provocación de estos hechos para convicción, sino para un estudio de progreso; y así, no se provocarán más que los de aporte, en amor como queda dicho en el artículo anterior: pero no se descuidarán los hechos que espontáneamente se produzcan y no se dejarán de la vista, hasta explicarse la causa, quién la produjo y sobre todo para qué la han producido. Art. 16. –La escritura mecánica, la intuitiva y la comunicación hablada, son las tres facultades ordinarias más inteligentes de los espíritus, las que por medio de una buena preparación del médium y del ambiente, se pueden ejercer en todo momento y están autorizados todos los médiums que posean esas facultades, para posesionarse, después que hayan sido educados convenientemente; y entran en esas facultades, la planimetría, dibujo, pintura y cuanto se refiere a la pluma, lápiz o hablar. (Siempre conforme al art. 12.) Art. 17 –Las facultades curativas, son el producto del amor de nuestros mayores; y son tales las de posesión, el magnetismo y el hipnotismo; y como en todos obra la fuerza fluídica, no reconoce distancias y en amor, puédese ejercer; pero sujeto al artículo 18 y 19 de la ley de higiene inflexiblemente porque en aquel cuerpo estarán los médicos maestros de esas facultades. Art. 18 –La videncia y el desdoblamiento, son las dos facultades mayores que el ser humano puede conquistar: pero la videncia, no siempre va unida al desdoblamiento y los hermanos suplen esta falta, presentándole al médium, delante, lo que necesita examinar. Esta facultad, plenamente desarrollada, no reconoce opacidad en los cuerpos; penetra a través del cuerpo opaco; ve la enfermedad y los remedios de curación: más cuando la videncia va unida al desdoblamiento consciente, no puede ir más allá el ser humano en poder y facultades, porque representan toda la elevación posible del espíritu en el grado del mundo en que habita y registra a voluntad y con conciencia los pensamientos, que los ve: la naturaleza, en sus funciones; las entrañas de la tierra: los fondos de los mares: los mundos todos hasta donde su progreso alcanza: y en fin, domina la materia en alto grado, porque a su voluntad deja el cuerpo en la tierra en sus funciones y el espíritu va por todas partes registrando y estudiando, mientras su materia habla sonambúlicamente, pero natural y sin sueño; y aun está manejando las herramientas de su trabajo, escribe o dicta lo que ve y palpa y deja su pensamiento indeleble donde debe: y aun en caso de necesidad, se materializa y puede ser visto por su influenciado. En una palabra: el hombre que posee la facultad del desdoblamiento consciente con la videncia, puede transformar con solo su voluntad un mundo, si está dentro de la justicia: por lo que, estos hermanos, son del más alto respeto, pero dentro del mayor amor, porque son los representantes de la potencia del Padre, siendo misiones especialísimas las que tienen que desempeñar, porque son el telégrafo secreto e invisible del Espíritu de Verdad y así del gran Eloí. Art. 19 –Hay la facultad sonambúlica consciente; pero entra en el grado del artículo anterior, pues necesita el desdoblamiento; pero la codificó aparte, porque es un caso único y una misión y la posee y ejerce un alto espíritu encarnado, que está en comunicación con el tribunal del Padre en la tierra para esa misión única en su naturaleza, que es la notificación a un ser de la tierra de los actos que se realizan; pero sólo diré que el que la desempeña, fué el hermano Felipe, apóstol de Jesús y que el Espíritu de Verdad la proveyó para sus fines de la implantación de la Comuna y quedará ya de posesión de la tierra; pero repito, entra en la categoría del artículo 18 y solo se codifica, para conocimiento en la historia(1) . Art. 20 – Los maestros deben inculcar todos los conocimientos de que ellos son depositarios, en el uso de las facultades en desarrollo y discernir cuáles son las facultades desarrolladas en el medium, para el presente, o si solo son iniciativas de la facultad; porque observamos el deseo del espíritu que se dispone a adquirir las facultades, pero puede ser que ese desarrollo no será en la presente existencia y sí, discípulos de provecho, que serán médiums maestros en otra existencia y se les debe tener como ayuda en las reuniones y prepararlos para recoger de ellos lo que como aprendices puedan dar, ejercitándolos en las cualidades que debe reunir el medium; esta es una buena siembra. Art. 21 – La fuerza Psíquica, da como resultado la transmisión del pensamiento, o la telepatía inconsciente; pero en la bondad de un ser, esto origina el dinamismo, o poder magnético que en su mal uso éste, ha causado grandes trastornos por el desconocimiento de la facultad, porque se le ha querido separar de su tronco y porque ha servido de fuente de explotación, dando lugar a infamias y crímenes; por lo que no es permitido en la ley del Padre, su uso, sin los conocimientos de la ciencia espiritista, bajo la gran responsabilidad de malversores. Al efecto, la educación magnética será por nuestras "lecciones de magnetismo" del "Método supremo”(1) . Art. 22 – Los Maestros deben hacer comprender a los Psíquicos declarados, que el magnetismo y el Hipnotismo es la espada de dos filos y que su uso en la ignorancia es peligroso para ellos mismos, porque lo mismo se puede hacer el mal que el bien y recibir ellos el mal por ejecutar el bien; por lo que el Magnetismo y el Hipnotismo no se pueden practicar, si no por individuos sabios en las doctrinas de amor y en la comunión espiritista porque los que lo ejercen sin estos conocimientos son los hijos de las tinieblas, que pueden poseer esos poderes por su trabajo y sabiduría, aún en el mal y tendremos aún estas plagas durante el tiempo de la transición, pero cada día en menor grado y escala. Pero tienen los maestros el deber de desenmascarar a estos enemigos de la verdad, que hoy se conocen con el nombre de charlatanes, adivinos, agoreros, y aún curanderos espiritistas y todos son sólo supercheros: bastará el hecho de que se anuncien y comercien con las facultades viviendo de ellas, para conocer y asegurarles a ellos mismos, que son malversores de lo que no les pertenece y enemigos declarados de la verdad y defensores desenmascarados de la patraña religión: por lo que, usando de las armas de nobleza que se han puesto en nuestras manos; y en nombre de la justicia y la verdad, se les formará un juicio espiritual, primero, para convencer al espíritu: y si este no quisiera ver la luz, se le someterá por la Justicia de la ley, declarando ficción y superchería sus posesiones y embustero en sus hechos y al fin, fuera de la ley común; llegando, (si es necesario), hasta poner su nombre en carteles que denuncien al individuo usurpador, para prevenir a los incautos. Art.23– No es contrario a la ley de amor ni a la libertad, lo mandado en el artículo anterior: porque estamos en el período de la batalla y son armas que debemos blandir, en el mayor amor, pero sin miramientos más que al fin de la justicia, persiguiendo que esos individuos empleen sus aptitudes conforme al progreso del séptimo día y trabajen para ganar el sustento, que en la comuna es la ley. Art. 24 – A los efectos de los artículos anteriores constitúyese una comisión investigadora, de la que formen parte en cada ciudad, un maestro de mediumnidades, un parlante, un vidente y un psíquico de gran poder, los que le formarán juicio a cada uno de los malversores; que en caso de incorrección los desposeerán de las facultades, previa consulta al Consejo Superior. Art. 25 –Los artículos 22, 27, y 24, no tienen aplicación después del establecimiento de la Comuna; pero estarán en vigencia hasta después del paso de las tres generaciones sentenciadas en el juicio, porque son el arma defensiva que nos manda oponer a los detractores de la verdad y está apoyada en la sentencia de "juicio sin misericordia será hecho, al que no usare de misericordia" y esta sentencia es de justicia y la justicia es amor. Art.26– En las reuniones deben observar la mayor unión de pensamientos y nadie debe hacer una evocación particular; ni el médium. Todos deben ponerse sobre la intención y evocación del maestro o director, el que sabrá las necesidades más apremiantes para poder pedir; pero los hermanos espirituales, ven mejor que los encarnados y autorizados por el maestro de los maestros, darán las instrucciones según las necesidades comunes o particulares, obedeciendo a la justicia. Art.27– El pedido se hace, conforme a la inspiración y sentimientos. No se debe tener una fórmula de oración, porque ésta se hace rutinaria y se hace sin sentimiento. Al Padre, nos debemos dirigir siempre, con el sentimiento del momento, el que expresa nuestra necesidad: en el pedir bien, está el conseguir el pedido si éste está en la justicia; y al terminar las comunicaciones, se dará gracias en la misma forma mental y sin fórmula. Art. 28 –Entre los médiums parlantes, los hay moralistas y científicos o de temas y se debe dar a cada uno lo que le pertenece porque, una conferencia moral, no es lo mismo que otra donde se debe desarrollar un tema científico, del que ha de venir un progreso; y todas las manifestaciones de puntos morales, filosóficos y ciencias, (de la que ha de resultar una nueva ley o conocimiento científico), han de ser taquigrafiadas y entregadas al cuerpo científico correspondiente, después de visada (en los primeros tiempos de la Comuna) por el maestro de la ciudad o región, o según su importancia, por el maestro nato. Art.29– Son muy grandes los descubrimientos que hemos de conseguir para el bien de la Comuna, y los médiums del desdoblamiento consciente y videncia, son los que están destinados a traer esos secretos de los mundos mayores: por lo que se manda a todos que: obteniendo un descubrimiento, lo manifieste en secreto al maestro de la ciudad, el que lo remitirá escrito con el mismo médium, al regional y éste al maestro Nato, para llevarlo a la práctica: porque son tan grandes las promesas hechas al maestro por la ley del Padre, que al llegar su hora, cada una y una especialmente, renovará todas las fuentes de riqueza de la Comuna. (El Electro Magno). Art.30– Los médiums son misioneros. Como tales, no se pertenecen a sí mismos, sino a sus hermanos: son seres de sacrificio y por esto se manda a toda la Comuna mirar con gran amor a sus hermanos abnegados y ante ellos, no promover disturbios, ni violencias, ni contrariarlos por lo que dijesen en posesión. Tengan presente, que los médiums son un pararrayos de efectos positivos, que recogen todas las impresiones de los que les rodean y se hace culpable el que ocasione a sabiendas el mal. Art.31 – Las mediumnidades, no son efectos de histerismo como la ciencia médica materialista ha querido sostener Y no son, ni pueden ser ciencias esas dos ramas del saber, en tanto no acaten el principio espiritual y anulen por sí mismos el dogma que se han creado. Y se les acusa de daño intencional con abuso de poder, por todos sus errores sobre enfermedades ocasionadas por las mediumnidades sin desarrollar, que ellos no pueden comprender, porque son sistemáticos. Art. 32 –Jamás un medium desarrollado ha perdido su razón o facultades mentales, por el hecho del uso de la facultad: pero sí pierden la razón la generalidad de los que han tenido la facultad y no la desarrollan por insidia, maldad, prejuicio, pusilanimidad y otras causas. Son responsables de ello la ciencia médica, que tiene obligación de conocer ante todo la fisiología del espíritu, único modo de curar a ese espíritu enfermo, al que ninguna medicina material más que el desarrollo de su facultad puede curar. Son también responsables los maestros de los centros, si allí llegó el individuo y no lo encaminaron bien a su desarrollo: y el mismo médium que no atendió por cualquier razón a la inclinación de su espíritu y éste (en cualquiera de los casos) ve que pierde esa prueba y ocasiona la enfermedad, ya de enajenación, ya de histerismo, que son los dos casos más frecuentes, pero también de otras mil clases de enfermedades que llaman incurables y algunas por el suicidio: porque, lo que tratan esos espíritus es, de dejar la materia que mal les sirve, para tomar otra pronto y adelantar el tiempo perdido. Por lo que, curad al espíritu y curaréis la materia. Art.33– Quedan prohibidas las evocaciones de curiosidad y puramente materiales. Y se manda a todos los espíritus de luz, no acudir al llamado que no tenga por base el amor, porque sobre él recae la Justicia y se carga con la falta de que fué cómplice. Si creyese conveniente manifestarse, será para darles una severa lección por jugadores con lo más santo del Padre. Art. 34 –Todo asistente a una sesión no hará pregunta alguna al hermano comunicante sin antes exponerla al maestro, el que, según las circunstancias y el espíritu que se comunica., lo autorizará, pero si no lo autorizase, sepa el hermano, que así corresponderá a la justicia: mas como esa pregunta sea por consejo o consuelo, siempre tendrá contestación. Art.35 – Estamos en la "Era de la Verdad”. Y todo comunicante, debe firmar su comunicación con su nombre conocido más popular; pues desde que obtiene el permiso para comunicarse, debe sostener su consejo y sabiduría con su nombre durante el tiempo de la transición, pues hombres y espíritus libramos la batalla; así, los hombres tienen una garantía más de la veracidad de lo afirmado. El comunicante atenderá a las observaciones que le fueran hechas de disconformidad o de aclaración, si ellas fueran puntos concluyentes y no fuesen dadas esas instrucciones como puntos de estudio. Esto encuadra en la solidaridad firmada y tiene el gran fin de matar la mistificación. Art.36 – En todas las reuniones, la alegría es el mejor síntoma del conocimiento del acto, por lo que no se debe dar predominio a la tristeza; pues los hermanos de amor, padecen demasiado con nuestras desgracias y la tristeza los coarta. Pero no quiere decir, que la alegría haya de ser ficticia o demostrada en carcajadas de risas, sino en la alegría sensata hija de la conformidad de las situaciones, porque esto implica, conocimiento de la justicia. Art.37 – En las reuniones familiares y después de oír el consejo que siempre tienen que dar los afines, deben explayarse en la más franca hermandad con el comunicante, afín o familiar, porque como buenos hermanos, gustan de que les participemos nuestras cuitas, pesares y alegrías. Es entonces donde ellos dan el verdadero consejo o reprensión y gozan del ambiente de la familia en asueto amoroso, porque el engrandecimiento y la familiaridad los atrae. La misantropía, no debe tener cabida desde el día de la santa Comuna. Art.38 – Cúmplanse todos los artículos precedentes, para el buen régimen de las mediumnidades y el buen resultado práctico de las comunicaciones, con más las observaciones que el buen juicio sugiera, dando lectura al principiar la sesión, al artículo 33 y sea ante todo vuestra norma, el amor. Y en su nombre, por el Espíritu de Verdad, de orden del Padre, os bendice.
El Maestro JuezAcotaciones:1) El ser para quien se había provisto a ese hermano con la dicha facultad, prevaricó y se le retiró ese guía quedando a sus solas fuerzas, rodando al abismo.1) La experiencia nos obliga a exigir a los directores de cátedras y a todos los médiums el estudio continuo del “Método Supremo” y de la “Ley de las Mediumnidades”.

ESPIRITISMO EN SU ASIENTOPARTE 10
CAPITULO II
LEY DE APORTESEs ley de fuerzas en libertad, sus artículos son, La Potencia, por La SabiduríaVoy a explicar cómo se efectúa el aportePara los negadores del espíritu; para los que a pesar de todas las demostraciones de la vida que la ciencia no puede ni jamás podrá explicar, porque no son de su competencia intrínseca, esta explicación no tendrá valor científico a pesar de ser realmente científico-matemática. Pero para los que tienen menos ciencia y más conciencia, de la que hacen una superciencia con la razón, esta explicación, será de todo el valor científico–racional, porque opera con la matemática pura, la que no tiene círculo y por lo cual es exacta, pues vive en el cuadrado, el que no tiene quebrados sino enteros: es la matemática del espíritu. Todo es regido por la ley de las fuerzas y ésta es la ley del espíritu, dentro de la cual obra. No reconocer el espíritu en su acción, es desconocer el principio único del que las ciencias nacen. Y querer que las ciencias sean superiores a la sabiduría del espíritu es oponer la ciencia a la sabiduría y es el acto más supremático e irracional. El hombre, como tal, sólo puede regirse por las leyes de la ciencia en lo positivo. No encuentra difícil su vida, mientras sólo conoce de su ser, cuerpo y alma; de cuyas dos entidades, el cuerpo reclama las leyes de la materia, porque otras no lo rigen. Como el alma es un intermediario, no tiene ley; y la rige la ley del cuerpo (materia), mientras el hombre sólo es de cuerpo y alma materialista, que sólo puede conocer la ley de la materia: es decir, que lucha sólo a lo animal, porque apenas ve los instintos como régimen de la naturaleza. Pedir que un hombre en ese grado ejecute efectos Psíquicos, es lo mismo que mandarle al buey volar. El alma vive de la ley de la materia, en el grado dicho del hombre-animal. En ese estado, el alma no desarrolla sentimientos, pero sí tiene sentimentalismos, que llegan a ser sentimientos, cuando empieza a descubrirse el espíritu. Aquí sufre el alma los horrores de una lucha singular, porque el cuerpo, (la materia), la reclama y la arrastra el espíritu, cuándo ya salió a la superficie y despertó de su sueño hipnótico en el que cayó por la lucha de la rústica materia y dejó a ésta saciarse de su ley, sin abandonarla, pues se encerró en el alma dentro de la cual siguió obrando su ley; pero como el buzo, dentro de su escafandra. En ese estado, no reina la sabiduría y potencia del espíritu, sino los instintos de la materia, cuyos efectos (arte) los va recogiendo el progreso común de los hombres que ya van despertando y su alma sufre los tirones del espíritu que la arrastra y los del cuerpo que la reclaman de lo que van sacando consecuencias de los efectos y nacen las ciencias, que facilitarán el despertar de los que duermen el sueño hipnótico. Si el alma tuviera ley, la lucha sería tres veces más horrible, pero el alma no sufriría la tercera parte de lo que sufre, pues podría defenderse y en el que se defiende, el sufrimiento es menor; pero podría sucumbir, como sucumbe el cuerpo por las enfermedades y las heridas. Pero como no tiene ley, no sucumbe con el cuerpo, ni obra las cosas del espíritu. Pero sirve a este de envoltura y al cuerpo de eslabón del espíritu, como neutralizador del más y el menos, que son el espíritu y el cuerpo, lo que está científicamente demostrado en las leyes de la electricidad, que condensan la ley de las fuerzas. Ahí es donde los hombres (que dicen que saben ciencias) deben buscar el desenlace de todos sus dilemas, si quieren entrar en el primer grado de la sabiduría. Pero no podrán menos de reconocer en el polo positivo el más, espíritu y en el polo negativo, el menos, cuerpo. ¿Pero cómo lo utilizaréis? Sin un alma (resistencia, enrollado o filamento) que demuestre el efecto de la causa, nada conseguiréis sino, la muerte del menos. Es decir, que se fundirá el negativo; se quemará el plomo. Pero con ese neutralizador del más y del menos, matemáticamente regulado, se demostraría en la luz, la vida que no véis en los conductores: he ahí el alma. Cuando el alma del hombre está equilibrada en este grado, sirve al espíritu sin extorsión del cuerpo y vive la vida por completo; no tiene círculo; vive del cubo; es la potencia creadora; conoce el secreto de la vida; es el hombre real y obra como espíritu. "Obra como espíritu", he dicho. ¿Niega alguien que para el espíritu no hay nada impenetrable? Está reconocido en la razón, en la sabiduría y por los efectos que los hombres han historiado de que, "el espíritu no reconoce opacidad, y por lo tanto, no hay barreras a su paso"... Nadie niega; todos reconocen, religiosos, ateos y materialistas; físicos, químicos y astrónomos, lo confiesan; y aquí tenéis explicada todo lo más materialista posible, la causa de los fenómenos físicos y de las materializaciones y desmaterializaciones y por ende, de los aportes, que deberían explicarse una vez y hoy se explica para siempre. La operación es la mas sencilla, aunque necesite grande potencia y sabiduría: Pero lo puede operar, todo aquel que está en ese grado correspondiente y tiene fuerzas que oponga a las fuerzas: es decir, a la resistencia del objeto que puede aportar. En estas condiciones, el espíritu se desdobla y penetra en donde está el objeto y lo reduce hasta el estado etéreo, convirtiéndolo en su envoltura y vuelve al punto donde está su cuerpo pasando paredes sin obstáculo, porque el objeto va eterizado y lo vuelve a materializar en el objeto, cuyos moldes, hechura exacta y estado, van en estado de éter y a voluntad de la potencia del facultado espíritu, vuelve a ser la cosa. La entrada del objeto aportado, si hay una semiluz, es vista por muchos o por todos los asistentes, sin necesidad de tener la mediumnidad de la videncia, porque entra en forma de una chispa eléctrica, que en la semiluz es bien visible, pero rápida como el pensamiento, causa de que algunos, o muchos, no lo vean. Por lo demás, para el aporte, no es necesaria la semiluz pero ayuda a la unidad del pensamiento que ayuda al médium y es por lo mismo que se acostumbra a hacer luz roja. Esta es la ley de los aportes y la explico, como es mi deber. Buenos Aires, 29 de Agosto de 1918. Nota: Este estudio ha sido causado por el primer aporte obtenido en la Escuela, a la sexta sesión de pruebas. Tuvimos 21 sesiones, obteniendo 28 aportes, todos muy originales. Esta escuela no es fenomenista, pero los estudia en su verdad, para que los hombres tengan todas las pruebas científicas del espiritismo. Como confirmación, hay un acta de cada aporte, firmada por los asistentes, en un libro especial; y para que veáis la causa de que se concedan estas manifestaciones de amor, inserto la siguiente comunicación espiritual, que siguió al aporte.
Párrafo II
Por la médium Mercedes, dijo:"La paz sea con vosotros” He aquí que tenéis una bella noche; no porque sea diferente a las demás, sino porque todos los que estáis ya sabéis el principio de la doctrina; os conozco y me conocéis y podremos daros algún punto o consejos mayores, para que no os equivoquéis ni os ofusquéis de más luz tras de la cual váis y la luz no puede llegar a vosotros como es ley, sino por grados y muy regulada; pues descubriros más que la que podéis resistir, sería cegaros y esto sería contrario al amor del Padre que os mira a vosotros como estimadas plantas de su almácigo, para ser plantadas a su hora, cada una, en el punto que en su destino tiene. Si, hermanos míos; plantas sois preciadas que en vuestro destino, cada uno tenéis vuestro puesto que ocuparéis, luego que en este vivero, en esta escuela, hayáis recibido la sabia, el desarrollo y la fuerza correspondiente para resistir los vientos del campo abierto, cuando cada uno ocupéis un cargo de la causa de esta escuela. En prueba y confirmación de esta verdad, ¡cuántas pruebas de amor recibís cada momento! Pero no las comprendéis aún, porque os quedan algunos pequeños prejuicios, que son como trabas en vuestros pies: pero cuantas promesas se os hacen, han de llegar en su hora justa, que no está muy lejana, pero que aún vuestros prejuicios retarda, porque no dejáis que la ley corra tanto como el amor querría. Esos prejuicios, también tienen otra consecuencia y es que, obligáis a los consejeros a que empleen la mitad de su tiempo en vosotros; y ya deberíais dejar más tiempo a los maestros y a los familiares para ocuparse en procuraros mejoras; lo que sólo puede ser quitando prejuicios, con lo que no peligraríais de que el detractor os envuelva y os retire, o haga dudar, de lo que tantas pruebas eficientes tenéis. Con los prejuicios os envuelve el detractor y vosotros no podéis comprender, porque os pegáis a la materia; y no llegando a vuestra materia para palpar ese trabajo de los maestros, no podéis comprenderlo y por lo cual, muchas veces decís que, "la casualidad os puso en el camino aquello que os vino, que os alivió en la situación y os dió consuelo". ¡Y si supiérais cuánto habrá costado luchar a los que en amor, pero por deber por la causa, a los maestros!... Si hubiérais progresado más, no estaríais dónde estáis; no estaríais como estáis y la incertidumbre no os dominaría y triunfaríais siempre. Pero es que también trabajáis y pensáis sólo individualmente; y sabéis, que hasta en los partidos políticos, la unidad del querer da muchas veces el triunfo y en su triunfo, los partidarios ganan en bienestar y alegría: lo que os debe unir y querer que la escuela progrese, se ensanche, triunfe y en ello os va mucho hoy y todo mañana, a vosotros. Sí, hermanos míos. Las pruebas de amor que os dan los hermanos de la cosmogonía, no se reciben aún en la tierra más que en esta Escuela y aun no conocen más que esta cátedra que les señaló el Padre. Quisiera que meditárais, que pensárais que mucho se os ama, si tales pruebas recibís; y es justo y noble que correspondáis y vean que sabéis ser agradecidos y que estáis dispuestos para llegar hasta el fin. Acabáis de tener una prueba del amor; prueba grande, sublime, que no alcanzáis a comprender, porque sois opacos, porque tenéis prejuicios. Si en mi tiempo hubiéramos podido ver una prueba de esta clase, un aporte de un objeto de un continente lejano, habríamos sabido agradecer, siendo, todos como un sólo hombre, a levantar la bandera de la verdad al pináculo del triunfo. Pero ¿qué hubiéramos hecho ante un espectáculo tan sublime, como la presentación de niños que habéis presenciado explicándoos lo que representa? Estad seguros que, nuestro grito de admiración y nuestra alegría de contar entre nosotros de nuevo espíritus valientes de historia conocida y saber que venían a continuar su obra, todo, todo nuestro ser, se hubiera dedicado a facilitarles su lucha y que llegaran antes y con dulzura al fin de su meta, porque nuestros hijos, disfrutarían ya de nuestra ayuda a los misioneros. Acaso diréis que nosotros éramos menos ilustrados; pero yo os contestaré que éramos más honrados; sabíamos pensar y teníamos corazón y me remito a la historia. Sí, sois más ilustrados, pero estáis más opacos, y no se puede comprender opacidez e ilustración. Haced como nosotros: mirad a vuestro alrededor y encontraréis los libros en que debéis estudiar, que os enseñarán la verdad. En esos libros debéis estudiar y hay un punto en el que es forzoso que os fijéis y veréis si se vela por vosotros. Mirad los cuadros horripilantes, de allá, de la vieja Europa y comparad lo que os rodea aquí (que aunque un tanto agobiados) no pisáis ruinas y charcos de sangre y sabéis ¡cuánto se ha hecho para arrastrar a esta Nación a la catástrofe! Sabéis también que, aquí en la escuela, se han señalado puntos a los espíritus, que han tenido que respetar los hombres, aunque sus materias no se hayan dado cuenta; pero cuyos espíritus han recibido órdenes de justicia. Pero como no comprendéis si no veis con los ojos de la materia todos estos hechos, tendréis la prueba que se os ha prometido y la semilla vieja, irá donde corresponda. Y esa semilla nueva que ya llega; esos niños misioneros; no tendrán los estorbos de los maestros de hoy y fructificarán con lozanía y vigor sobre el trabajo de hoy y vosotros volveréis sobre ellos, a disfrutar de su trabajo, realizado sobre vuestro trabajo. Sed fuertes en la lucha, no olvidéis esta verdad y adelante. MACTHEUIC(1)
CAPITULO III
No se puede ir más allá del espiritismo
PÁRRAFO INo os escandalice esta afirmación; estudiad las razones que voy a exponer, quedaréis convencidos y daréis al traste con todos los credos religiosos y aún políticos. El espiritismo (diré para los principiantes), es la religión universal, sin ser religión positiva. Pero tiene de religión lo bastante para adorar al creador como nos está impuesto en la ley eterna, en espíritu y verdad; y como religión universal, en ella comulgan los espíritus y los hombres de todos los mundos y de todos los espacios; y por tanto, no se puede ir más allá del espiritismo. El espiritismo no es cosa(1): y como no es cosa, no puede transformarse: pueden progresar los hombres; pero el espiritismo será el mismo hoy, que fué hace 10, 20 o 100 millones de siglos y lo mismo será dentro de mil millones de siglos y en la eternidad: y dispensadme esta comparación de siglos, por hablar de tiempo; porque el espíritu, no tiene tiempo pasado ni futuro, sino que vive siempre en el presente eterno. Ved el diamante recién sacado de la cantera, ¿qué véis? una piedra rústica se presenta a vuestra vista, y como sois profanos en el conocimiento de esa piedra preciosa en ese estado, la abandonáis. Pero llega un inteligente, un perito, y os sorprende verlo escamar esa piedra y con aquellas mismas escamas pulimentar y dar brillo al corazón de ella y os presenta un hermoso brillante que admiráis y deseáis. ¿Cambió el brillante de naturaleza? Ciertamente que no: diamante era y diamante es y ahora apreciáis y dáis valor y antes lo arrojábais como cosa inútil, porque estaba oscurecido por su contacto con la tierra y el agua; y así hubiera permanecido siempre si el arte y la ciencia no lo hubieran pulimentado para mostrarlo a la ignorancia de los profanos, en toda su belleza. Pues bien. El espiritismo, es la comunidad de espíritus. El espíritu, es un hálito o chispa de la divinidad del creador y es, por lo tanto, Co-Eterno, en el creador. El Padre lo lanza al trabajo con el germen de progreso, pero en estado ignorante del mal y sencillo en su ser: Toma materia, en la que se obscurece, pero como el diamante, sigue su progreso envuelto en la materia y ganando en valor, hasta que el espíritu, ya bastante fuerte en las luchas de la materia y cansado de su obscuridad, empieza (como buen perito), a tirar las primeras escamas de su alma y se pulimenta con ellas mismas, para mostrarse en su propia luz y rico en valor de sabiduría al creador, triunfante de su lucha. Pero el espíritu, por su sencillez, no podía salir de su atolladero sin la ayuda de otros más experimentados (como el diamante no sería pulido sin la ayuda del artista); y al espíritu le ayudan otros espíritus, tanto en el espacio donde es su verdadera patria, como en el mundo donde sufre sus pruebas envuelto en la materia de un cuerpo. Mientras es ignorante, aprende en las obras que otros más sabios dejaron en el mundo. Cuando es sabio, aprende en la naturaleza del mundo al que por un período pertenece. Cuando ha estudiado y comprende la naturaleza donde vive, estudia en la cosmogonía por los grados ascendentes y correlativos y así progresará hasta el infinito, porque infinitos son los mundos de la infinita creación. Pero el espíritu, en su ignorancia, recibe la intuición de otros espíritus y obedece (sin darse cuenta) a las ideas sugeridas, ni más ni menos que un niño hace lo que le es sugerido por sus mayores, hasta que tiene discernimiento y obra por su idea y por su razón: sin embargo, es el hombre el niño que obedecía: y el espíritu que estudia la cosmogonía, el mismo que estaba envuelto en la materia y obraba por las obras de otros. Lo que hay es, que el niño se hizo hombre de conciencia y voluntad propia y el espíritu, a fin de pruebas, se hizo sabio; no se ha transformado; como el diamante, se ha enriquecido; y su sabiduría (que es su riqueza) le da su alegría, su satisfacción, su... gloria si queréis. Y mientras no llega a ese grado en su progreso, sufre por su ceguera, por su falta de conocimientos y sus continuas caídas, le obligan a luchar; esto constituye sus penas... Llamadle si os place, infierno. Pero el diamante, hasta que el artista empieza a quitarle las escamas, está obscurecido y por lo tanto, no puede recibir los destellos del sol; y cada escama que el artista le saca, refléjase una infinidad de cambiantes de luz, lo que no haría por sí solo si no fuese ayudado por el artista. El espíritu, no podría sacudir la materia que se le adipó; pero el creador en su sabiduría, estableció su ley de amor y por ella, los espíritus libertos y sabios, guían a los ignorantes en el espacio y encarnados, les intuyen, les inspiran y les hablan. Sólo que todo esto sucede por grados, como la operación del diamante; y este trabajo, esta unión, esta manifestación de los espíritus, no puede llamarse más que espiritismo, que el espíritu, ya encarnado, ya errante, sólo lo comprende cuando es suficientemente sabio, o cuando presta oídos a la voz de sus guías, espíritus de luz y de amor; éstos han trabajado sobre aquel ignorante del mal desde el primer momento y sin embargo, la obcecación suele ser tan grande, las deudas contraídas tan importantes, que les asustan y suelen pasar cientos de siglos y miles de siglos, sin querer ver la luz. Cuando la ven, entonces sí, creen en la ayuda y en la comunión de los espíritus. En un momento parecen diferentes; y, ¿ qué ha cambiado? La unión de los espíritus impuesta por la ley de amor, es la misma; por lo tanto, el espiritismo es el mismo. Lo que ha cambiado es, la vista del espíritu que se abrillantó por el trabajo y depuró sus vicios, quedando como el diamante pulido y da entrada a la luz; y ésta, que es fuerza, le lleva a estudiar lo que no sabía (mejor dicho, había olvidado) y entonces se eleva en aras del deseo de descubrir más y más; y todo lo ve más grande, más bello, más armónico. Pero el espiritismo no se ha transformado: lo que se ha transformado es el hombre, de ignorante en sabio.
PÁRRAFO II
Definición del hombreVoy a dar una breve definición del hombre, pero firme y asentada para tener fundamento de saber ¿de dónde viene?... Razonemos. Sostiene el materialismo "que el hombre es un conjunto de átomos que se reúnen en virtud de la ley de atracción (yo digo de afinidad), para dispersarse después de la muerte y constituir otros organismos”(1) . Por más que las religiones positivas proclamen en el hombre "un alma imperecedera y un cuerpo mortal". Aunque el panteísmo diga que "es un destello de la gran luz, una parte del todo que vuelve a él, cuando deja de existir en este mundo” , y haya tantas divisiones de esto, cuántas escuelas hay y no llegan a un acuerdo racional los sistemáticos, malgastando el tiempo en la discusión de “si el hombre es materia o espíritu, o conjuntamente las dos cosas"; y todos se apoyen o busquen razones en que apoyarse, yo, apoyo y confirmo (porque ya lo he dicho) a Williams Krokes. "Sólo una substancia existe en absoluto", llámesele Pantógeno. Eter o Cósmica, esto no importa: en los idiomas hay muchas palabras. En la antigüedad, se creía diferente el hielo, el agua y la nieve y es la misma cosa en diferentes estados; veían en todo una diversidad absoluta, porque los sentidos engañan y el estado rudimentario de los hombres en su escaso desarrollo intelectual, les hacía apreciar las cosas por sus aparentes formas. En el orden político-religioso, hemos pasado del individuo aislado, a la familia, a la tribu, al pueblo, a la ciudad, a la nación y de aquí, hasta el derecho común entre naciones, para llegar un día muy cercano a la familia universal: Pasamos del ídolo bárbaro y despótico por una inmensa variedad de dioses particulares y hoy llegamos al conocimiento del Dios único, verdadero, Padre universal, al que llamaremos Dios de Amor(2) . En el orden físico y por grados, hemos visto desprenderse (metafísicamente), grandezas aún inapreciables (por los prejuicios), pero palpamos la conversión del calor en luz y la luz, en movimiento; el movimiento en fuerza, la electricidad en magnetismo, el armónico canto, en estrepitoso y horrísimo trueno. Y visto en la ciencia fría todas estas manifestaciones mágicas, en tan variadas formas y sonidos, ¿qué son?. Una sola cosa; una vibración; una partícula del infinito lago del éter. Inútil es ya pensar el error de las religiones positivas, admitiendo dos principios absolutos en la creación, puesto que la ciencia nos demuestra ( y si aún no lo demostrara habría que enseñárselo con el sentimiento de la razón) que "Dos principios absolutos, se excluyen mutuamente". Lo mismo sucede con dos substancias absolutas. En este punto os digo como Jesús dijo: "Si os entendéis, hablad como queráis". Llamad espíritu, fluído universal, éter, sustancia cósmica, y si queréis materia. Una es la sustancia , viva por esencia y activa por naturaleza, de cuya actividad proviene el movimiento; del movimiento las infinitas combinaciones, y de éstas, por consiguiente, las infinitas formas. El átomo, unido a otros átomos, forman la molécula: las moléculas afines se atraen, se unen y forman los cuerpos. De este principio (ley física), con sus leyes de atracción y afinidad, se formó el insecto, la flor, la piedra, la montaña, los mares, los continentes, el planeta entero y el hombre. De aquí también, el sistema donde gira nuestro mundo; así los espacios interplanetarios y los infinitos soles con sus legiones de sistemas, mundos y humanidades que bullen en ese inmenso torbellino, girando con la rapidez del pensamiento en todas direcciones y sin estorbarse el uno al otro, bajo la dirección de una sola ley impuesta por el Dios de Amor, que está presente en todas partes, visible en la sublime hermosura de tan grande armonía!!!! Al proclamar al hombre “rey de la naturaleza”... se comete un grave error y se le saca de su verdadero ser . El hombre en la naturaleza y dicho propiamente en el universo, es un complemento del todo universal. Sin el hombre el universo no existiría. Ni existiría el universo, si faltara la laboriosa hormiga; y cuando dijo Víctor Hugo: "Si llegara a extinguirse la pobre esencia de un animalillo microscópico, se extinguiría el universo". Dijo cuanto se puede decir. Lo que hay es que, el hombre tiene las funciones de ordenador, de administrador si queréis de la creación y es su trabajo ordenar; poner cada cosa en su lugar, pero sin poder salirse de la ley impuesta a las cosas y para esto, el creador le ha dado su luz inteligente, que no tiene otro ser y como el creador es todo armonía, no podía privar al cuerpo humano (que debía servir de máquina al intelecto) de lo más sublime de la esencia de lo que llamamos tierra o materia que palpamos, pero que no deja por esto de ser materia viva; que aunque obedece a la disposición inteligente del hombre, ella tiene su ley invariable, de la que el hombre no la puede apartar por capricho. Parece que el espíritu y la materia, por razón de sus funciones, hagan cosa diferente; pero en el fondo y por distinto camino, hacen la misma cosa, el progreso. El hombre, en el intelecto, es la esencia de la vibración de la creación. En el cuerpo, es la esencia de los efectos de la misma vibración, que por una ley de afinidad (muy poco profundizada por las ciencias), se reúnen en la esencia del movimiento o vibración (espíritu), todas las esencias de los efectos, o sea la esencia de cada cosa que hemos llegado a catalogar, desde la rústica cal, al diamante; desde el insecto, al más perfecto animal; desde la simple hierba hasta el árbol de la quina. En una palabra: el hombre, en espíritu y materia, en su todo intelectual y animal, es la esencia viva de las cosas vivas. Y ya he dicho, que todo tiene vida. El trueno, la música, el dolor, el resoplido de la fiera, el mugido de los mares, el terremoto horrible, el movimiento de los astros y nuestro aliento suave, todo, todo es la misma cosa; una vibración del éter; una manifestación del creador en la eterna creación; un hálito de la entera y eterna vida, del autor de la vida, de todas las cosas. ¡Cómo se agranda así el concepto del universo, el del creador universal y el de nuestro ser y destino! ¡Cómo se aclara y se comprende de una ojeada la unidad en la infinita variedad!... Nada hay sin objeto y todo está donde le corresponde; todo depende del todo y nada esclavo de otro; todas las cosas se son necesarias las unas a las otras y ninguna existiría, si no concurrieran las demás. En la igualdad, vemos las jerarquías dentro de su ley, en el sometimiento, está marcada la libertad; en la renovación continuada, la vida imperecedera; en la diversidad de funciones, la justicia; en la variedad, la armonía; en el movimiento, el orden y, la divinidad y grandeza del Padre, en todas sus criaturas. Parece ser diferente el espíritu de la materia, por la diferencia de sus funciones; pero en realidad es la misma cosa; sólo que las apariencias y la educación falseada, nos hace concebir diferencias, para no ver la verdad; pero es necesario que así sea, mientras el hombre es ignorante. Porque ¿quién osaría llevar a su olfato la bella flor que nace en un estercolero, si sus sentidos se persuadieran que habían de oler aquellas sustancias hediondas, que dieron belleza y aromas a la flor?. Recibimos fragancia y aroma agradable y sin embargo, es el hedor del estiércol, pero transformado por las funciones de la naturaleza; pero es la realidad, que la flor y el estiércol son la misma cosa y así es en todo lo que el universo tiene. El espíritu, tiene a su cargo la dirección de los actos y el cuerpo, la ejecución de éstos y uno a otro se complementan y el uno sin el otro, no pueden existir como hombre. Pero luego de cumplidas las funciones de la ley; desempeñada la parte del trabajo que el espíritu se propuso para su progreso, se separan y cada una vuelve a su centro (a esperar órdenes diremos), para entrar nuevamente en funciones; la parte material (cuerpo), será transformada en todos sus átomos, a propósito para ocupar un puesto en otro cuerpo de los que componen la infinita variedad: el espíritu, ocupará otro cuerpo, correspondiente a las funciones que debe desempeñar en otra nueva prueba de progreso y así se eternizará, siempre agrandándose; siempre ascendiendo; siempre con el deseo de la perfección que jamás alcanzará, porque lleva en sí impreso el más eterno. Pero en toda esta grandeza, siempre será la misma substancia, aunque bella y hermosa cada vez más (como la flor y el diamante), aunque ésta haya salido del estiércol y aquél del fango de la mina, pero que a uno y a otro, el trabajo los hizo hermosa y bello; y el trabajo continuado, hace hermosos los cuerpos y bellos y luminosos a los espíritus; esta es la ley, y digo: No hay más que una substancia; y el espíritu y la materia, es una misma substancia, en diferente grado y función, en la eterna vida de evolución y progreso; se sirven mutuamente y se complementan uno a otro, cumpliendo la eterna ley del progreso indefinido e infinito y su vida es eterna, por que la sustancia es eterna. El espíritu es el ser racional y eterno ocupante de los mundos, en tanto que el cuerpo humano es transitorio en todos los mundos, pero eternamente transformado y destinado a la vida animal progresiva y perfecta, relativamente. Recordaré resumiendo en una sola palabra lo dicho sobre el cuerpo del hombre. Es la esencia de las cosas, como producto o efectos del movimiento de la única sustancia, como el espíritu es la esencia de la inteligencia de la misma sustancia, por lo que, sólo una sustancia existe. Acotaciones:1) “Me remito a la historia” ha dicho este hermano: Tenemos en archivo los datos precisos dados por él, de tres existencias suyas, que se darán a su tiempo.1) Por esto, los materialistas se han estrellado siempre y se estrellarán, buscando en las cosas materiales, los hechos del espíritu, aunque éste, en su amor, ha dado pruebas en la materia, por los efectos físicos, aportes, etc., etc.1) Con su misma afirmación, destruyen su obra.2) Cuando hacía este estudio en mayo de 1910, aún no se me había descubierto el nombre de Eloí, en el que todo el Universo reconoce, al Creador.

ESPIRITISMO EN SU ASIENTOPARTE 11
PÁRRAFO III
¿De dónde viene? Ya queda contestada esta pregunta arriba. De la substancia única. Pero hay que razonar para desvirtuar conceptos y aclarar errores que están arraigados en el pueblo. Hay dos hipótesis muy dignas de estudiar: la del Adán bíblico, que supone al hombre formado directamente por Dios, de un poco de barro y animado por su divino soplo, está desechada por la razón y la ciencia; y ya dije y señalé lo que hay de verdad sobre Adán; pero hay que razonar algunos puntos aún sobre esta hipótesis, que son de este caso. Decir que el hombre está formado de tierra; y decirlo en aquel tiempo en el que se creía que este mundo era centro y objeto y fin de la creación, aparte del error, da origen al hombre en la substancia universal, pero individualizando el principio que lo anima: El soplo divino. En la biblia, Adán, es un símbolo; los símbolos, se prestan fácilmente al error; y como éste ha sido traído y llevado tanto, se ha hecho una cosa incomprensible, hasta ponerlo la ciencia, como caso perdido(1) ... Virtud de las religiones... que todo lo desfiguran. Pero en este símbolo, encontramos algo que prevalece como dogma en la expirante iglesia católica, y es que "La carne es enemiga del espíritu”. Y la católica religión castiga a la carne y la condena al suicidio por las penitencias y maceraciones, contrario a la ley amorosa y armónica del creador, que destina la carne (entiéndase cuerpo humano), a ser la base del progreso del espíritu; a vivir juntos para su ayuda mutua y progresar bajo la misma ley. No haré más observaciones a este gran error, porque al desaparecer la iglesia causa del error, desaparece el error efecto de aquella causa. Estudiemos la otra hipótesis que parecería más racional: la de la evolución; para llegar a una afirmación de acuerdo con la causa única. Si pudiéramos hacer un supremo esfuerzo de abstracción para imaginarnos ver por un momento el universo en reposo, sin tiempo, ni formas, siendo una substancia única, veríamos que todo estaba muerto. No se puede concebir vida sin movimiento; y sin éste tampoco pueden existir las formas. Es decir, la transformación de esa materia única, en la diversidad de las que llamamos cosas. Pero existen estas formas variadas. Luego existe el movimiento que las modula; el espíritu que les dá ser. Esto nos asegura que hay vida, y esta vida que palpamos, nos asegura que hay el universo, con todas las cosas que componen el universo, vivas; que bullen y revolotean, sin estorbarse la una a la otra; esto es orden y, el orden es ley. La ley no puede hacerse sola; necesita un legislador. ¿La ha hecho algún hombre?... ¿No?... Luego, el legislador es el creador. Y como todas las cosas son regidas y se sirven unas a otras bajo la misma ley y con el mismo amor, desinteresado (pero no gratuito, pues todas a todas se sirven), hay la reciprocidad y hermandad, de la que nos elevamos por necesidad, al reconocimiento de la causa ley y encontramos el todo que asume el amor y reconocimiento de nuestra vida, de nuestro ser y lo llamamos ¡Padre!, por la fraternidad en que la ley nos obliga a vivir a todos, sirviéndonos unos a otros. Pero hagamos otro esfuerzo y veamos ya todo lleno de cosas y supongámoslas paradas. ¿Viven? Aunque pudieran estar en ese estado de creación, no vivirían; porque la vida es movimiento eterno; transformación eterna; y sólo así hemos llegado donde estamos y así será siempre necesariamente, por que la vida es eterna en la sustancia única, siempre la misma, pero en eternas y variadas manifestaciones progresivas por la evolución misma de las cosas: y tenemos así probada la vida, ascendiendo de la unidad a la variedad y descendiendo de la variedad a la unidad, sin que nada, ni nadie, pueda desmentirla, en ninguno de los dos términos de la ley. La ciencia y la experiencia nos enseñan. "Que todo ser, se adapta al medio en que vive”. Pero ya hemos demostrado que la paralización sería la muerte y ésta no puede existir y sí la transformación; y según esa afirmación de la ciencia y la irrebatible ley del movimiento y transformación para la demostración de la vida, llegamos a esta sublime afirmación: Que el primer acto de vida, modeló un segundo; éste un tercero; el tercero un cuarto y así hasta perderse al conocimiento humano en el infinito. Pero no se pierde para el espíritu que es la inteligencia de la substancia única y no tiene ayer, ni mañana, sino hoy; ahora; el presente; ese es su tiempo. Este principio (que afirmo ser así) nos asegura también, que el hombre llegó a serlo por la evolución y cuando las circunstancias se reunieron en su punto (como nos lo afirma una ley físico-química) llegó a serlo, por innumerables evoluciones en su germen(1) . Y como la ley de evolución, tiene por necesidad que ir de la mano de la ley de conservación, que es un capítulo de la ley de justicia, tenemos: evolución progresiva del ser, sin salir de su ambiente, pero siempre con miras al más, por que, el espíritu sabe que la vida es la eterna ascensión. Si el universo tuviera por fin manifestar las explosiones de su grandeza en crear y destruir, sería una grandeza monstruosa como las leyes de la mitología. La naturaleza, no puede crear y comerse sus hijos; los crea, para que eternamente vivan en una eterna transformación; y por esto, el espíritu trabaja sin cesar, porque trabaja en la unidad y con provecho propio. Verdad racional irrebatible e innegable, que debe saberla todo hombre. Pero... para llegar al grado de inteligencia en que está hoy el hombre. ¡Qué serie tan portentosa de evoluciones, ha desempeñado!... ¡Que trabajo tan enorme! ¡Qué actividad! ¡Qué luchas tan incesantes por el infinito, hasta reunir en un punto los elementos necesarios al ser!... ¡Al dar una mirada retrospectiva a toda esa serie de evoluciones!... Tan grande se hace mi espíritu... que no cabe en la tierra, ni en los espacios de la tierra y... Se va... se va... se va lejos, muy lejos... visita remotos y grandes anuncios: tan grandes que la tierra es un grano de arena en su comparación y ni aun allí cabe... necesita todo, todo el universo para vivir y desarrollar sus facultades, su poder, por que es el poder de la substancia única, en todas sus manifestaciones, y... esto es cada hombre...; esto es cada espíritu y... de ahí, de ese inmenso... de ese infinito lagar de néctar, que emborracha su grandeza, de ahí... de ahí vienes hombre... desagradecido... y... ¿Quieres hacerte tan miserable, tan insensato, tan... pequeñito? Yo, que aún estoy en el primer grado de civilización, te digo ¡hombre que te llamas civilizado!... que sólo tienes un poco de ilustración... Pero hoy se señala la verdad de la verdad y puedes verla, siendo llevado como yo soy llevado de la mano, al estudio de la verdad; por el Espíritu de Verdad prometido a la tierra, si como yo lo oí lo oyes tú ante cuyo estudio, te digo hombre hermano, que eres grande; tan grande como el universo. Estúdiate en tí mismo y verás dentro de tí, todos los gérmenes de todas las cosas del universo y te harás tan grande, como de donde procedes. Pero ten en cuenta que necesitas limpiarte de prejuicios, sin lo cual no puedes ni estudiarte a tí mismo, ni elevarte a aquel estudio. Desecha esos prejuicios y no creas más que a ti mismo cuando te estudies sin miedo. El camino para llegar a esto, lo tienes en el espiritismo y no existe otro fuera de su principio que te enseña la igualdad verdadera, por las sucesivas evoluciones o existencias. Allí verás, que todos y cada uno a su tiempo, sufrimos la deformidad, la miseria y la ignorancia: Que a si mismo y a su tiempo gozamos la hermosura, el placer y el triunfo. Verás que en el curso de la vida inacabable, todos gastamos la misma fortuna. Que en determinados momentos parecemos más pobres o más ricos, por que la justicia es inflexible y es de necesidad, que al despilfarro siga el hambre, hasta que aprendemos a nivelar nuestras acciones. Entonces afirmarás, como yo te afirmo, que todos procedemos del mismo origen; que luchamos con iguales armas y somos regidos por las mismas leyes; que las desigualdades naturales y sociales, son una ficción del tiempo; que todos caminamos a la felicidad, que hemos de conquistar con nuestro esfuerzo; que la prontitud y la tardanza, sólo de nosotros depende; pero te señalo el camino recto: trabaja, ama.
PÁRRAFO IV
¿ Para qué estamos aquí?Ni la tierra ni los mundos que compone el sistema solar; ni todos los de las constelaciones que registra el telescopio; ni todos los de la vía láctea, son la patria definitiva o mansión de los espíritus, ni en todos ellos está el límite de la felicidad que presiente el espíritu. "Los mundos son infinitos, pero la creación sigue y no se acaba”. Dice el testamento de Abraham que se nos ha entregado. Estamos en la tierra, por que es una de las ciudades del universo: hemos venido aquí, como eternos viajeros que somos y como turistas deseosos de aprender: estamos aquí, por que nos seguimos en familia y necesitamos estrechar lazos de amor, o hacer las paces con enemigos que nos hemos creado en mundos inferiores, donde la gnorancia es mayor: estamos aquí, en fin, para luchar con nuestras inclinaciones y por que "luchar es vivir”. Pero venimos a luchar las luchas del alma que quiere descubrir la verdad. El alma, en ese estado, opone la ciencia a la ignorancia; la verdad, a la mentira; la fuerza de la razón, contra la razón de la fuerza; la hermandad y el amor, al despotismo y la tiranía. Habrá momentos de duda, pero al fin triunfará el espíritu. Las ciencias sin espíritu y las religiones, todas han querido tener razón y por siglos se han destrozado. Mas la ciencia, por la misma ciencia se hizo luz y llegó la separación, porque no pueden hermanarse, y la justicia se impone y da el triunfo a la ciencia, que (aunque pobre), va por el camino de la grandeza del espíritu. Pero por ley suprema, en las luchas de la sabiduría no puede haber vencidos ni vencedores y se prueba en la lucha de la razón, que sólo puede haber al fin, vencedores de su error. En la lucha de la materia, todos tiranos y vencidos. Mas en la tierra, (hoy mundo de 5º grado que ya está al fin de su sexto día)(1) hemos venido a enderezar nuestros pasos; a llorar nuestros errores; a sacudir la ignorancia; a tomar el primer grado de ciencia, de civilización y de sabiduría, y de la tierra no puede salir la humanidad, hasta que su progreso y civilización sea igual al valor del mundo. Entonces esta humanidad pasará a un mundo inmediato superior, donde la lucha sólo es la ciencia, pero con un solo principio que ahora se proclama para la tierra: el amor. Para esto la humanidad terrestre, ha pasado por los grados necesarios y han descendido a ella (por períodos seculares) espíritus de luz y mesías del Padre, que cada uno dijo a la humanidad una palabra de aliento para el porvenir, después de proclamar el principio que traían. Después de los tiempos embrionarios (demasiado largos por cierto) vino Adán con toda una inmigración de sabios y declaró al dios único. Más tarde Abraham y manifestó, que el espíritu no es de la tierra y anunció la comunión de los espíritus con los espíritus del universo, el que es su patria verdadera. Llegó Moisés y escribió la ley conforme al principio eterno. Vino Jesús y anunció el amor, proclamando la libertad. Y cumplidos los tiempos anunciados, viene el prometido a los hombres, el Espíritu de Verdad, el que anunciaba la iglesia universal en el credo espiritismo y proclama la comuna, en la ley de amor. La humanidad de la tierra, cumple el fin por el que se encuentra aquí, por que están ya en mayoría los espíritus sabios que conocen la verdad eterna y se hace necesaria una selección, para lo cual, el Espíritu de Verdad llama a juicio, primero a los espíritus y luego a los hombres y son separados los que no quieren acatar la justicia de la ley y son desterrados a mundos embrionarios, quedando en la tierra los amantes del progreso; los que saben a donde van enriqueciendo de sabiduría su archivo y disfrutando un momento de su trabajo y victoria, para llegar en comunidad, a su hora, a mundo superior. Aquella será otra etapa que luego estudiaremos: Pero antes voy a decir que, la sabiduría no la alcanza nadie hasta que triunfa su espíritu y se reconoce dentro del espiritismo; pero entonces se pone de manifiesto, la locura de los que llaman locos a los primeros espiritistas. Por esto os dice la doctrina del espiritismo. Las puertas de la sabiduría para todos están abiertas; todos los hombres son iguales en la ley eterna; en la casa del Padre, no hay réprobos ni privilegiados; si andáis desnudos o harapientos, saber que antes habéis vestido púrpura y derrochado la fortuna; si odias tendrás que amar; si matas con tus besos resucitarás al muerto; cuanto mal y bien hiciérais para vosotros los hacéis, porque el bien y el mal refluyen al alma, como las olas al profundo del mar; vuestro mal y vuestro bien; vuestra ignorancia y vuestra sabiduría, es el producto de vuestro trabajo; a la tierra venís a enriqueceros con más conocimientos y virtudes; a ganar afinidades; a olvidar odios y a agrandar la familia universal. He aquí claro y conciso, porqué y para qué el hombre está en la tierra por que tiene que rehabilitarse y ganar morada mejor. Más si de la prueba repetida tantas veces sea necesaria y no cause perjuicio a un segundo ni a un tercero, el espíritu obcecado y aberrado a sus vicios no cumple sus compromisos hechos al Padre, la justicia lo separa sin coartar la libertad del espíritu; pero lo remite al lugar donde sus afecciones reinan y allí tendrá que luchar con los de armas iguales. ¿Quién puede rechazar estos santos principios, que son santos por que provienen del santo amor del Padre? Pues yo os digo en verdad, que los juicios han empezado por los espíritus del espacio y que se avecina el de la tierra, cuyas señales pronto veréis(1) los que comprenderéis aun en vuestras locas negaciones, por que los más, ya han sucedido (insensibles a vuestra alma, anestesiada), pero no pasaron desapercibidos para vuestros espíritus, ni para los hombres que formaron el tribunal.
PÁRRAFO V
¿A dónde va? De lo expuesto está ya contestada esta pregunta. El espíritu va a su centro, con su archivo pobre o rico y con sus goces o sus penas. Pero hay tantas consideraciones y sublimes afirmaciones que hacer en este punto, que no me basta decir, lo que se concibe en los párrafos anteriores. Quiero probarlo todo y no dejar lugar a interpretaciones ni dudas, a la ciencia y a la ignorancia. Desde luego, está sentado y admitido por todas las ciencias y las religiones, la supervivencia del alma; de lo que resulta esta afirmación: "Que la muerte no existe; sólo es una ficción”. Pero también, todas las escuelas discrepan en lo que se refiere al destino ulterior del espíritu. El espiritismo, en frente de todas las escuelas, sostiene y confirma. "Que las existencias de ultratumba, son una continuación de la presente: fases nuevas que con la actual se enlazan en el infinito, sin transiciones bruscas y sin absurdos rompimientos”. El prejuicio y la gravitación de lo físico tienen tanto imperio sobre los hombres, que aún muchos de los que se llaman espiritistas, creen distanciados los dos mundos; el espiritual y el material. Es decir, el de los espíritus y el que habitamos. Conciben una distancia incalculable y nada más erróneo. Yo os digo, apoyado en la argumentación de Jesús y en la ley de amor que traigo: "donde amas allí está tu corazón" lo que quiere decir: los espíritus (con sus almas) están donde tienen amor. Y no os asuste a los pusilánimes saber, que en vuestra propia cama, envueltos en vuestras sábanas y asidos a vosotros, están en todo momento los espíritus de vuestros muertos; si aman por amor y si odian por odio(1). Esto, os lo puede probar cualquier médium vidente de los muchos que han llegado al mundo en este tiempo para dar testimonio de los juicios, escudriñar los secretos del corazón de los hombres y leer sus pensamientos. Al espíritu, no le rigen y gobiernan las leyes que a nuestros pesados cuerpos, sino las del pensamiento y el sentimiento. Para el hombre, hay límites naturales como las montañas y la atmósfera. Impedimentas, como la pesadez de los cuerpos que salva o contrasta, en virtud de otras leyes. Para el espíritu, el único límite y dificultad es, la ignorancia. Donde conoce, allí está; donde ama, allí vive. Podrá hallarse (metafóricamente) a gran altura sobre vosotros; más como el sol, vivifica con su esencia a los hermanos de la tierra. Por esto es impropio las palabras, muerte, este mundo, el otro mundo, si con esto se indica la transformación del ser, o se quiere significar distancia. El ejemplo de una bola de nieve, os indica el modo cómo los espíritus progresan y llegan a la elevación y la fuerza; una gota de agua congelada, a fin de rodar por la superficie de la vertiente de una montaña y sobre una capa de su misma especie, aumentará poco a poco, hasta llegar a ser una esfera de colosales proporciones. Así el alma rudimentaria que se manifiesta solo con instintos, llega por el trabajo continuado a la fase inteligente, con la agregación de nuevas ideas y sentimientos. Esto no se verifica en una existencia breve como la que disfrutamos una vez en la tierra, sino en la sucesión de continuas existencias, en los infinitos mundos y en interminables siglos. El cuerpo, es una forma de manifestación; un traje de los tantos que se amasa el espíritu para cada prueba. De estos hechos verdad, nacen dos axiomas: la pluralidad de mundos habitados y la pluralidad de existencias que se suman en un solo hecho: la reencarnación, necesaria a la ley de igualdad y compensación de la justicia del creador, sin la cual, su amor, no sería la ley suprema. No ignoro que la ciencia es recelosa con tan necesario principio como es el de la reencarnación, aun habiéndolo predicado abiertamente Jesús. Yo sé que es por el prejuicio en muchos y en los demás por que las doctrinas de Jesús fueron adulteradas por los sacerdotes y la humanidad ha caído en un escepticismo lamentable. Pero ha llegado el momento de renovar la faz de la tierra; y como a los otros mundos superiores se les dió el contrato de Dios y los hombres, a su hora, a la tierra se le manifiesta en el momento histórico de pasar a la luz, en el testamento de Abraham que se nos ha entregado, el que desde hoy, es el principio de la verdad suprema y la credencial del credo espiritismo que es, la comunión de los espíritus de luz, de todos los mundos de la cosmogonía y, ahí... es donde va el pequeñito hombre de la tierra. Ya hemos llegado en grandes rasgos, al punto de partida del espiritismo, después de las grandes luchas del espíritu, caídas y revalidaciones y entra en su luz y es suyo todo el universo.¡No te apenes, ciego materialismo! Las almas no mueren. La materia no muere tampoco. Todo cumple su fin más pronto, o más tarde. Vosotros mismos, materialistas, llegaréis a ser grandes en espíritu, aunque os empeñéis en ser microscópicos: tardaréis uno, mil, cien mil millones de siglos... llegaréis y sólo vosotros habréis perdido, porque más habréis luchado por no querer tomar el camino que se os señala. Pero dejaréis esta existencia y a la tierra no volveréis, hasta que hayáis acatado la justicia de estas doctrinas de esta ley de amor. Se os deja juzgados para su día por la misma justicia de la materia, por que ha llegado su día y veréis que la faz de la tierra será renovada en testimonio, desapareciendo continentes viejos y apareciendo otros nuevos del fondo de los mares, en los que aún la malicia, no posó sus pies de fango. En verdad os digo, que estas cosas están pasando y los hombres y los espíritus, serán testigos y justificarán la ley de amor y lo conocerán y amarán sus hijos todos, a su Padre Eloí, nombre universal. Más vosotros, que insensatos habréis pasado largos siglos en lucha de armas iguales, en moradas que por vuestra voluntad elegís, a la tierra volveréis, cuando hayáis querido ver la luz y confesaréis lo que ahora negáis: que el espiritismo es la verdad y que no se puede ir más allá del espiritismo. De esto, seré extenso hasta atomizarlo en el "Código de Amor" y en el "Conócete a ti mismo" que luego os daré. Llegado a este punto; quedando expuesto ya todo lo que el hombre debe saber para conocer "El espiritismo Luz y Verdad" que esta Escuela sostiene y proclama; con más, importantes leyes necesarias para el verdadero estudio, voy a dar cabida en los capítulos siguientes, a algunos hermanos espirituales; lo que servirá de confirmación de que, la tierra está solidarizada ya con los mundos del universo. Sé que es demasiada luz para la generalidad de los hombres; pero no se puede ya tener miramientos con los que niegan el espiritismo por sistema y aún menos con los espiritualistas, antagonistas feroces del espiritismo, si se queman sus retinas, no es culpa de la luz, si no de su hipócrita vista que se ha disfrazado con anteojos ahumados y de otros colores, con los que amalgamaron la Electro-Luz del Espíritu. Y además ellos son causa de las acusaciones que les hacen en justicia y autoridad. Leédlos y meditad.
CAPITULO IV
La voz universal solidaria
PARTE PRIMERA
Justificación — El prólogo de KardecAbril 14 de 1912. Por el medium PortilloPaz, amor, unidad sea vuestro lema. También soy yo de los crucificados, que están entre los que tienen que justificarse. Yo sabía el efecto que en el mundo había de producir mi filosofía; mejor dicho: La filosofía que me daban los hermanos mayores por los médiums, que estaban repartidos por el planeta y que recogía con cuidado para darla al mundo, como prólogo de la obra que vendría después del juicio final de los hombres y de los espíritus. Después que se recibiría la palabra del Espíritu de Verdad, que queda escrita por el que había de venir y marcaría a los hombres el juicio y la verdad de la verdad. Yo vine a la tierra, e hice una doctrina conforme al estado de la humanidad, cuidándome bien de anotar, que era progresiva y por lo tanto, no podía ser la ley, ya que como prólogo la recibiera y sólo en aquello, que el sentenciado cristianismo envolvía; cosa que a mí me fué vedado comprender cómo podría admitirse sin efusión de sangre. Esta ley, hoy se escribe con la tinta de toda la cosmogonía y el que a ello vino, copia las palabras dichas a él mismo en los mundos que visita y luego repetidas y confirmadas por aquellos mismos maestros que descienden hasta él, lo justifican, justifican a Jesús el grande maestro, que nos puso en el camino de la luz y todos, justifican al Espíritu de Verdad, el que justificó a Kardec y su misión, por que solo vine a formar el prólogo de una doctrina de unidad. Y por que de el resulta ya una doctrina que desmiente a Roma, vino la calumnia en forma de crítica para amordazarla, por que veían claro que iba muy lejos, por que ya descubría el cieno de las conciencias. Yo hablé como me era dado, a los espiritistas cristianos; y recopilaba las enseñanzas de los mismos que habían sostenido el cristianismo, que también venían a enderezar sus pasos; pero que no podían negar del todo el cristianismo, para no traer el desequilibrio brusco y así lo entendía Kardec. Yo dije espiritismo y espiritismo dicen los maestros que ilustran y rodean al maestro, que escribe el código y Espiritismo confirman éstos y Jesús y los sanciona el Espíritu de Verdad. Mas el mal era muy viejo; sus raíces aun conservaban fortaleza por la sabia chupada en la sangre de los apóstoles y mesías del pensamiento libre; yo, no podía hablar de la gran cosmogonía, porque estaba reservado al que nacía cuando mi prólogo se imprimía y ante el cual me justifico. Yo no llamé espiritualistas, ni dije espiritualismo; es hijo de la cobardía y de las conveniencias de los que encuentran en esas doctrinas atracción, por que no los condena como el dogma cristiano, pero que están pegados a la materia y no quieren dejar de imponer; tienen esos una ley cónica, que aplican para ellos la base, queriendo que los demás se sujetan a la estrechez. Yo, en el día de mi desencarnación, ví cómo me coronaban de flores; mi espíritu padecía por que ví y hube de oír las palabras de mis hermanos que hoy os dan opúsculos que os son útiles, pero que no bastan, por que se han prejuiciado y no comprendido que, si el amor hacia Kardec les prohibe adelantar su juicio sobre aquel prólogo, es dogmatizar aquella doctrina; es convertir en ídolo al que fué solo simple instrumento; solo feliz precursor del que daría la luz descubierta, la verdad suprema; para lo cual, y librarse de la mistificación, venía a ser el juez del Padre y limpió los espacios de tinieblas con el juicio universal. Venid hombres y oíd. Yo soy el autor; yo os digo; en el fondo de mi obra, sólo podéis ver el prólogo de la gran ley; solo es el medio de estudiar las mediumnidades de entonces y hasta ahora; solo es el jalón, que debe servir de partida para el resto del camino. Yo, en mi filosofía, labré la primera piedra que pudiera servir de asiento a la piedra angular, por que aquella piedra es muy pálida, comparada con el Código de Amor, que se escribe y con la filosofía de máximos vuelos que lo acompaña, cuyos dictadores son, Jesús el grande y aun muy pequeño, visto con los maestros de toda la cosmogonía, que ilustran al que yo era su precursor. Benditos vosotros, hijos de Sión, que sabéis llegar a los mundos de lejanas nebulosas y os atraéis aquellos maestros y os confirman por el tribunal y juez del Padre, para que escriba el Código de Amor para todas las generaciones venideras y para eso, los espacios se han limpiado de tinieblas. Benditos vosotros hombres, si con mi prólogo y el nuevo código en la mano, adelantáis para vosotros el día del amor... Oigo el Hosanna que cantan en la luz los espíritus de hoy hombres de mañana, que se preparan para recibir ese "Código de Amor" , que hará de la tierra el jardín ameno de aromas y fragancia, por que la verdad en él es la luz y la luz circunda ya a la tierra... Era muy grande la emoción e hizo una pausa. Sigue. Esa ley suprema, es el máximum de la ley de los mundos de amor y endulzará las amarguras que aun sentís, mientras pasan las tres generaciones que quedan sentenciadas y que aun son hijos del prejuicio y del error. ¡Ay de vosotros dogmatizadores del prólogo de Kardec! ¡Ay de vosotros espiritualistas, que anubláis por vuestra cobardía la luz que os dejé para orientaros y disponeros a recibir la totalidad de la luz!... Temblad... porque la sentencia se dió y no hay apelación. Ese código que se os da, es el crisol en que os podéis purificaros y en él está concentrada la santa comuna en la tierra, como está en los otros mundos de luz, en cuya cadena ya la tierra entró. Heme aquí pues, satisfecho y lleno de alegría al poder justificarme, por que veo y me oye el espíritu grande de la verdad que tremoló su ancla: Veo a Jesús, que ocupé en el lugar que en mi amor le reconocía de grandeza, pero que hoy lo veo en el que en ley le corresponde. ¡Jesús!... Descansas al fin, por que tuviste el valor de cumplir lo que la tierra te trajo, después de otras existencias de pulsación y grandes luchas y... en la que te falta triunfarás, por que ya la luz se difunde; por que sigues el camino derecho que te trazaste, en el que te dirige el Espíritu de Verdad... Foco luminoso, que en su luz se bañan los mundos de siete y media nebulosas, que a mí no me fué dado ver y que aún no puedo caminarlas, sino por grados. Loor a los luchadores, mi saludo a los trabajadores, mi amor a toda la humanidad, y mi fuerza y respeto al juez y su tribunal.
Allan KardecAcotaciones:1) Busque y lea por su bien El Primer Rayo de Luz donde se hará entera luz en ese punto tan importante.1) “Conócete a ti mismo” aparición del hombre en la tierra.1) Cuando esto se escribía, aún estábamos en el sexto día; pero este terminó el 5 de abril de 1912, con el acto del Juicio de Mayoría y final.1) Febrero de 1911 que esto se escribía. Describimos ya, la terrible guerra presente y el gran cataclismo geológico que en ley ha de suceder, del que nacerá un nuevo satélite, como página imborrable del Reinado del Espiritismo.1) Conviene aquí advertir que, una vez celebrado el juicio final y universal, los espíritus de odio, no pueden quedar en la tierra ni en los espacios, porque desaparecen las tinieblas.

ESPIRITISMO EN SU ASIENTOPARTE 12
Abril 26 de 1912. Por el médium PortilloPaz, amor, unidad sea vuestro lema. Bendito el Padre en su amor, benditos nuestros hermanos en la ciencia que se inspiran en el amor, por el bien desinteresado. Benditos los hombres que libran las batallas de principios con valor y se inspiran en el Padre; rebaten errores con denuedo y sientan axiomas con tesón, ante los plañidores del error y supremáticos; cuyos axiomas, verdad del Padre, son los que redimirán a los cautivos y darán libertad de acción en sus derechos de amor, de justicia y respeto, a los esclavizadores de hoy. Axiomas que levantará a la mujer a su alto grado, sin que descienda el hombre de su nivel y dignidad y más aun se elevará en justicia, porque crecerá en amor; porque verá con diferentes ojos que hoy vé a la compañera; por que habrá sentido y palpado los beneficios santos que se predican en el código de amor. En ese código, el hombre beberá el amor y la justicia; verá el error en que vivió y los errores cometidos, por que por su malicia no pudo penetrar en la medida justa del uso de la carne. Mas ¡ay! todos estáis vulnerados en vuestras conciencias; todos estáis al descubierto en vuestras desmedidas codicias; todos os presentáis cual sois en vuestro interior y, ¡oh desgracia! se ven vuestros pensamientos cruzar los continentes en enredada red, porque la malicia puso barreras a la afinidad. No levanta el hermano su edificio, sobre piedra falsa; pero tiene que limpiar mi piedra de las basuras que le habéis arrimando, que no la dejarían unificarse con el resto del edificio y esto, no lo puede hacer sin luchar con los sistemáticos; con los cobardes; que en vez de limpiar la piedra que yo labré para darle asiento, la habéis embarrado con el lodo de la mentira espiritualismo, que yo no escribí. El hermano que va en el primer puesto, sanea los cimientos y levanta al edificio con la ayuda de sus hermanos de lucha; tiene que hacer el código de amor y es arremetido por todos los pensamientos que quisieran coartar la acción: Pero... limpió de antemano los caminos de las piedras y espinas de que estaba sembrado, por donde habían de venir los hermanos de luz y con el juicio, quitó a los detractores de la verdad que poblaban el espacio. Antes de ese acto, no puede mirar las conciencias, por que los maestros del error rompían la armonía y la cadena estaba enmohecida por el orín de los siglos de supremacía y de terror; después de ese día, él, mira y penetra en las conciencias; sabe vuestros secretos y puede escribir el código de amor del Padre y hablar a la conciencia del pueblo. Mas el pueblo, que ve su rehabilitación; la mujer que sale de la esclavitud, para ser el verdadero eslabón de la armonía, comprende la comuna: ve su grandeza en el amor y la libertad del pensamiento y proclama la comuna; proclama el amor santo; conoce el alto fin de la procreación y canta al Padre el Hosanna, dentro del puro espiritismo; dentro del espiritismo, axioma perdurable. Bendito día, en que el hombre se levanta y proclama con tesón, el espiritismo axioma, donde todos los hombres y los espíritus tienen su único credo y en el cuál está demostrado irrefutablemente, el asiento del verdadero, del único dios posible: el amor. De oriente a occidente y a los cuatro puntos cardinales de nuestro mundo, ha resonado la voz de la verdad por los meteoros del Padre, que son los médiums, los hombres oyen la voz y se preguntan unos a otros, maravillados de tanta grandeza. Pero el prejuicio, ora de religión, ora de ciencia, ora de sociedad, aun los detiene. Pero les llegará el código que se escribe y el resurgimiento es en un solo día, porque ese código, está escrito con la tinta del Eter; con la palabra inspirada de los hermanos mayores y es dirigido el juez, por el Espíritu de Verdad; porque, en él, las afirmaciones, suplantan a las hipótesis; porque el hombre ha salido de la tierra y se eleva hasta los mundos de amor donde es instruído en los secretos de la cosmogonía y puede escribir el axioma. Se escribe el código, para salvar a los esclavos; para los que no son reconocidos en sus derechos; ese es el mayor de los hermanos, que en sus luchas, está frente al error y trae la comuna, de los otros mundos. ¿Qué se precisa para esto? Un poco de voluntad; un poco de trabajo y cada generación cederá un poco, dejando al hijo un nuevo ejemplo y, en la tercera, la justicia será un hecho y el amor la única ley! Labor divina! Que en un corto siglo, los hombres gozarán de la comuna y estará en toda su hermosura y ya, las miserias no serán conocidas más que por la historia. En las generaciones que hoy están en acción, todas quieren elevarse sobre su ciencia y conocimientos, todos quieren en su estudio ser el visto de todos por su amor personal, hijo de la amalgama y del prejuicio, porque, el error siempre necesita el apoyo de los errados e ignorantes. El que escribe el código de amor, se cuida de todos menos de sí mismo y nada le importa las clases, ni el número. Se levanta con tesón y ardor y proclama el axioma y declara la cobardía y la mentira, del falso principio del espiritualismo. ¿Por qué hombres de ciencia, no estudiáis la verdad del axioma que ha proclamado el hombre que escribe el código y penetra en vuestras conciencias y en la conciencia de las cosas, os señala el derrotero y no puede errar por que vive en la luz? Matar los prejuicios de error de esos lazos que llamáis hereditarios, pero que no son tales, porque la ley es de igualdad. Los tiempos se han cumplido y la luz penetra en las conciencias, aun prejuiciadas, pero que, cuando viene el espíritu libre, debéis matar el prejuicio. ¿No véis qué trae la luz? ¿No véis que ayer hablé como hombre, escribí el prólogo y hoy os hablo como espíritu y justifico y confirmo la obra que prologué? Y si vosotros sois los más bellos seres de la tierra; los que asumís la esencia de las esencias, como os lo describe y afirma el hombre en el código, ¿por qué no habéis de complementar la belleza, tomando la esencia de la ley? Se ha llamado a un juicio, para separar la cizaña; este juicio, anunciado por los profetas y por Jesús, se ha celebrado y con él, los espacios se han limpiado de las tinieblas y de los ofuscados y mistificadores, con lo que el juez se libró de la falsificación de los amalgamadores y os libró a todos de las influencias de maldad del espacio y veréis, de día en día, brillar la verdad pura. No temáis el prejuicio; confesar vuestra equivocación, porque, en un corto siglo, la ley de amor será la ley de la comuna universal. Venir con nosotros; podríamos trasportaros a los mundos de dicha donde el juez va a recoger los artículos de su código, si os limpiárais del prejuicio y allí os saturaríais de luz, de sabiduría, de amor. Y puesto que váis entrando en la ciencia verdadera, porque os convencéis de que en la materia no podéis adelantar; y que los humildes, aun desde el rudo trabajo os dan los derroteros y os ponen la luz para no equivocar el camino, haced el último esfuerzo y bendeciréis al Padre en conocimiento del axioma, que no podéis negar. Oíd al espíritu, que es el mayor de vuestro ser y modificaréis las leyes oprimentes; no seáis insensatos en no reconocer la verdad de la justicia que se os dice; dejad las guerras de encono y prevalezca la guerra serena de principios, dando a cada uno lo suyo y cediendo el terreno a la verdad, porque en el código, está escrito que, "en esa lucha, no hay vencidos: Todos son vencedores".Sed sabios, estudiándoos a vosotros mismos, que no lo seréis mientras tal sabiduría primordial no tengáis, pero no lo podéis conseguir sin matar el prejuicio y acatando el axioma espiritismo. Sabéis ya por el Código, como seréis sabios; os veréis cual sois y os justificaréis en su estudio y entonces bendeciréis el amor del Padre. El Código que se escribe, es el eslabón que enlaza en la ley el mundo tierra a la cadena de la cosmogonía, donde la unidad y el amor, el trabajo y el usufructo, son comunes. Por él sabréis ser sabios y todo lo caduco habrá tenido que ceder, o lo demolerá si se resistiese, la fuerza de la generación que ya empieza a llegar, que es de amor y de progreso verdadero, donde la esclavitud de la mujer no existirá, ocupando ésta el eslabón de la armonía, para lo que fué destinada. He ahí lo que es el espiritismo, proclamando axioma en alta voz, que no podéis negar ni rebatir y confirma al que lo proclama y al que asumió el cargo, de primer apóstol, o precursor feliz que como prólogo, os dió lo que el Padre le confió en la medida que entonces se podía. Si oís y aun veís al espíritu que os habla, ¿por qué deberíais dudar? Es solo el prejuicio y la cobardía la que os hace la oscuridad; pero vuestros hijos, viven ya en el principio de la potente luz y vendrá la tercera generación y el amor reinará en pleno goce. Ya no habrá sufrimiento; en un siglo habréis llegado a la comuna. ¿Qué habéis hecho? (a vosotros os hablo ofuscados). ¿Qué habéis hecho, digo, en un siglo de la edad media? ¿Qué se ha hecho de la cantada civilización de la Grecia y el imperio Romano? Consultad vuestra historia y compararla, con un siglo de espiritismo y veréis de qué parte está la luz, el progreso, el amor, la justicia, la sabiduría en fin. Oíd, pues, a los espíritus del Padre que os hablan por los médiums y os traen la verdad; oíd al que os ha juzgado y os da el código de amor, que el Padre en su sabiduría preparó para la proclamación del axioma, para la implantación del amor, después del acto de la justicia. Ellos están dispuestos al sacrificio por el amor y por él se sacrifican en bien de sus hermanos pero no tienen que temer en sus luchas ya el martirio, porque la tierra se baña en la luz y no puede mancharse con el crimen y porque, el Espíritu de Verdad descendió a ellos y los protege, dando el descanso a Jesús, mesías del amor, el que les da y el que os desea éste vuestro hermano. Allan Kardec. N.B. –Estas dos comunicaciones fueron dadas sin previa evocación y ante unas cuarenta personas de ambos sexos, entre los cuales se encontraban afiliados de las sociedades "Constancia", "Fraternidad", "La Fe" y otras. Todos los antecedentes y resultados están anotados en los anales y diario de esta Escuela, que como "Filosofía Enciclopédica Universal" se dará a su tiempo formándolo más de 8000 comunicaciones, cuya muestra son estas pocas que se toman, de "El Espiritismo en su Asiento".
JOAQUÍN TRINCADO.
PARTE SEGUNDA
La mujer en sus derechosAbril 28 de 1912 por el médium PortilloHeme aquí: Amor, unidad, acierto en vuestras luchas, paz y amor que dilatéis a toda la tierra, para el bienestar de todos mis queridos hermanos. Ya es la hora de cantar en alegría y amor la luz del nuevo día: bendito el Padre, que en su amor nos concedió el tan deseado día en que la luz y la verdad resplandeciese sobre la tierra. Bendito el día en que nuestros hermanos mayores de la cosmogonía, descienden como lenguas de fuego de amor y nos justifican. Benditas sus palabras de amor y justicia y benditas sus enseñanzas que depositan en el hermano, que las escribe en el código de amor, monumento vivo del día de la luz e imperecedero porque sus leyes son grabadas en el espíritu para no olvidarlas jamás, porque son leyes eternas del creador, traídas por el espíritu que traspasa la atmósfera ya limpia de perturbadores, empañada por su ofuscación tantos siglos y que estaba decretado y anunciado para el día santo de la justicia, del amor. Por cuyo acto, el hombre designado en justa ley, ha proclamado el gran axioma, el indiscutible axioma del Dios único de amor, representado en el puro espiritismo sin amalgamas ni dudas, cuyo principio, cuyas leyes son del Padre. El espiritismo proclamado axioma, compendio de las leyes divinas de la divina sabiduría, es la piedra angular del edificio eterno en la obra de la creación, cuyo único principio es la ley del universo, eterna e inmutable como su causa, que es el Padre, Eloí que ya podemos pronunciar. Venid hermanos míos de la tierra; fijad vuestra atención en los espíritus de amor; la luz de Sión, penetra por todas partes. ¿Por qué estáis inconscientes? ¿Por qué dudáis de lo que palpáis, de lo que estudiáis y comprobáis que no puede ser de la materia? Dudáis, porque no estáis libres de prejuicios; os obscurecéis la luz, porque amáis a la materia y ante su influencia buscáis la amalgama que os acusa de vuestra cobardía, de vuestra malicia, de vuestra ignorancia. Pensad, meditad (quitando el prejuicio) la luz que se os trae por todos los hermanos de la cosmogonía, que depositan su ciencia en el que escribe el código bajo los auspicios del Espíritu de Verdad que había sido anunciado por mi hijo Jesús, el que descendió al que lo representa y celebró el juicio dentro de la más estricta justicia y dentro del santo amor del Padre. Podrá estar el juez, obscurecido a vuestra supremacía y soberbia en el traje del obrero; pero es reconocido y justificado por el Padre a quién juró y a él vienen los maestros de la cosmogonía. Vuestra soberbia autócrata será abatida y sentenciados estáis en juicio inapelable... Cuantos hermanitos pequeñitos en la tierra que no quisísteis reconocerlos y aún los hicísteis mártires, os recuerdan sus doctrinas, que por fuerza reconoceréis, aunque la historia no los anotó porque ella es obra de la supremacía y entre los anónimos se encuentra Jesús. Pero que los hechos quedan en la tradición que es la historia de los humildes; y aunque la traicionáis vosotros, el conocimiento, la clarividencia de la razón, saca la verdad inédita de esas tradiciones... Jesús, olvidado en la historia de los hombres, sembró (porque amó) en el corazón de los hombres, por que sabía que vosotros, sólo del polvo escribíais y él traía la ley de amor que sólo con la tinta del éter puede escribirse y él, vive en la tradición, grande por su amor, aunque los hombres lo eliminaron para baldón propio. Pero que los que recibieron sus enseñanzas, han hecho un cuerpo de doctrina, que en su pureza, desmiente la falsa doctrina hecha en la malicia y con su claridad, descubre las amalgamas y porque llegó de Sión el que en alta voz que resonó en todo el universo, la proclamó axioma eterno, porque el espiritismo, es Dios. Por que los espíritus, son de Dios(1). El espiritismo, destruye las doctrinas erróneas de las amalgamas de alianzas con principios de teocracia que son la contra posición de las palabras de Jesús. Él decía: "Si te toman la capa, deja que la lleven por que no te lleven también la piel" y vosotros tomáis la piel y la capa por la fuerza y aún echáis al hombre a las llamas de la calumnia, de cuya arma, largos siglos os servísteis a pesar de la negación del santo principio, porque no habéis escrito la letra que vivifica al espíritu y Jesús lo advirtió, porque lo presentía. Mas se cumplió la profecía y la justicia del Padre ha sido hecha en su hora, viniendo al hombre con la tinta imborrable y en la hora matemática desciende a él el Espíritu de Verdad; anunciada la justicia, vienen al juez los maestros de la cosmogonía; los mesías de los mundos de luz consejeros del Padre y cada uno le deposita su artículo para el código de amor, el que, pasadas estas tres generaciones, todos, todos lo sabrán en su conciencia y vivirán la vida del amor, sin menospreciar la mitad de la humanidad, porque ya, el hombre ha escrito y substanciado las leyes de la metafísica de la materia, dando en conocimiento, la ley de la substancia única, la causa única., la ley única y único Dios: Amor. Estas letras que vivifican al espíritu, resucitan la conciencia y matan el anestesio del corazón dichas por Jesús; ratificadas por el Espíritu de Verdad; justificadas por los hermanos de la cosmogonía, son las que se escriben por el juez en el código que se da a la humanidad de la tierra y, es el mismo código que tiene todo el universo y su unidad constituye el único credo, bajo el nombre de espiritismo, proclamado axioma eterno por el hombre que estaba preparado, que vino de Sión, trayendo consigo las partes necesarias para el cumplimiento de su obra. El lleva el sacrificio de su persona, sosteniendo frente a frente las luchas del espíritu ofuscado, de la materia prejuiciada y la malicia del espíritu materializado. El se eleva en aras de su amor; traspasa la atmósfera y los espacios; entra en los mundos de luz y se le franquean los secretos e intimidades de los mundos, con cuya tinta imborrable escribe el código que rompe la esclavitud de la mitad de la humanidad, dignificando a la mujer. Venid hombres, estudiad y entender que, si estas páginas no las pudísteis escribir con todos vuestros conocimientos de la materia y principios autocráticos, no podréis negar que el hombre se eleva sobre sí mismo y os abre camino para vosotros, dejándoos jalones que os conducen inequívocamente, al centro de la verdadera ciencia. Estas páginas, son luz para la ciencia; este código, es luz para las conciencias; y es también luz para los hombres prejuiciados de las religiones. Este código de amor, dignifica lo que la autocracia ha rebajado, sin pensar que todos vosotros debéis el primer beso a vuestras madres; todos debéis un beso a la mujer; todos queréis respirar el perfume de la mujer; y si es flor de aroma. ¿Por qué la hacéis en la ley inodora? ¿Por qué la mujer no legisla? La buscáis en la pasión de la carne; reconocéis en la madre, el amor y el respeto; pero le dejáis sólo el derecho de ser madre; sólo el derecho de dentro de casa; pero no le concedéis las funciones públicas, porque en su delicadeza, porque en su percepción más clara que el hombre en la vida del espíritu que por el hecho de ser madre tiene, os afrentaría en su sabiduría y virtud; porque os veríais cohibidos en vuestro libertinaje; porque la mujer, sacada de la esclavitud, legislaría en amor y justicia y vuestra concupiscencia no ha podido renunciar al libertinaje. Vosotros, mancebos robustos que aun bebéis el amor en los ojos y labios de vuestra madre, no olvidéis que debéis ese beso. Y cuándo leáis estas páginas, comprender, que sólo de los hermanos de amor, de los maestros de la cosmogonía podrían venir, porque en todos los textos y códigos que tenéis, no las encontraréis escritas hasta hoy. Vosotros, jóvenes robustos; cuando llegáreis a legislar, no olvidéis que el beso de amor de la mujer os da bríos y valor en las luchas; y haciendo justicia, acatar las leyes que se os dan, dignificando a vuestra mitad y os elevaréis más vosotros, porque trabajaréis en la unidad. El que escribe el código, ve en esos mundos que visita, que el hermano ve al hermano, en todos sus semejantes; donde la mujer y el hombre desempeñan las mismas funciones en el concierto armónico de la ciudad y todos los cargos son inherentes al hombre y la mujer y donde el amor es la ley y la propiedad, la más justa comuna. Posee el hombre de la tierra largos escritos y en todos ha olvidado la igualdad del ser de la mujer, por que nada ha escrito ni estudiado de esas miríadas de puntos brillantes que véis en la primera nebulosa, porque en su materialidad, no pudo salir de la atmósfera pesada de la tierra. Pero llegó la hora del reinado del amor. Se hizo el acto de justicia de la ley y el hombre busca a Dios y señala su asiento, porque se eleva del efecto a la causa y descubre la verdad única en todas las humanidades que pueblan el infinito y se lo dice a los hombres, para que hagan la igualdad. Benditos hombres intrépidos que dejan su cuerpo en la tierra en el trabajo y su espíritu registra los archivos de la luz; habéis jurado al Padre dignificar a la mitad de la humanidad, a las madres, cuyo amor, os da el sentimiento; yo que soy madre, os bendigo por todas las madres. El primero de los juramentados, pide al Padre; y el Padre le manda sus consejeros bajo la prerrogativa del Espíritu de Verdad; recibe las enseñanzas que traslada a las páginas del código, para lo cual, había el Padre preparado a los otros juramentados, por los que vendría la palabra y la percepción real, por la vista de las cosas en su verdad. Fruto es de vuestro trabajo y sacrificio el bien que la humanidad recibe por los cuatro puntos cardinales de la tierra y has organizado bajo los auspicios del Espíritu de Verdad, la escala progresiva ascendente. Primero: El asiento, con conocimiento real de la verdad. Segundo: El código con la tinta de la cosmogonía, en el que todo es axioma y letra que vivifica. Tercero: la luz, en la que de su estudio se hace la conciencia y llena los vacíos de la ciencia, llegando al cuarto punto que es la comuna, fruto de la convicción y donde la unidad es el lema y la ley, el amor. Veníd, jóvenes legisladores; monarcas o jefes de estado y jueces y administradores: estudiad este código y haceros grandes dignificando a la mujer, pues sabéis que sin ella, no os encontraríais en el mundo; sabéis que en sus entrañas germinásteis y que al nacer recibísteis su beso de amor y bienvenida; que en vuestra infancia, os alimentó con el néctar de sus pechos; que vigiló vuestra cuna y os arrolló en su regazo; que de adultos y en la juventud robusta, os consolaba en vuestras cuitas; que os aconsejó al recibir compañera de la que bebísteis el néctar sublime de la naturaleza y de cuyo amor nacieron los niños en que os perpetuáis. Todo, todo lo debéis a la mujer y la sacáis de la ley general por aberraciones de la malicia, de la concupiscencia, del libertinaje de los que se creyeron dioses de la materia y lo han sido hasta que ha llegado el venturoso día de la justicia, de la luz y del amor. Venir jóvenes robustos: haceos grandes sabiendo, que desde hoy, pertenece la tierra a los mundos de luz y que no se pondrá ya sobre la tierra la tiniebla del ambiente a que perteneció largos siglos por culpa de la autocracia de las iglesias, que todas asumieron la esclavización de la mujer, pero que ya, sólo por la historia podréis conocer, para que más bendigáis al Padre, que por sus hijos os mandó el código de amor, que el juez escribe. Venir también vosotros, hombres jóvenes del presente; hombres de leyes que prometéis al pueblo cuando queréis que os lleven como representantes de sus aspiraciones, al palacio de las leyes; venir, estudiad estas páginas del código y levantar la voz en cumplimiento de vuestros compromisos, dignificando a la mujer. No temáis que se os tache de ignorantes al recibir consejo en este código, ni de recibir la comunicación del espíritu, porque es vuestro Padre, vuestra madre que os dió el primer beso quien os lo enseña y que, si en vida la hubiérais complacido porque creíais en ella, ahora vive en la luz de la verdad y os lo pide con mayor conocimiento de la verdad. Mas llegando aquí, el prejuicio os domina; aún sois robustos en la materia, pero débiles en el espíritu. Pero no está lejano el día en que los espíritus hablaremos en esos congresos, por los médiums y haremos leyes de justicia equitativa. Pero entre tanto, os invitamos a que trabajéis en lo que os enseñamos, que no nos lleva el prurito ni el egoísmo. Quizás no haréis lo que os pedimos y lo haremos nosotros en justicia y amor. Adelantad el camino por vuestro bien y os lo aconsejamos en nuestro amor, diciéndoos: Que muchos son los meteoros que el Padre tiene en la tierra, a los que llamáis médiums; llevad ese médium al congreso y entonces escucharéis la voz de la sabiduría y dictaréis leyes de armonía y de justicia equitativa y cumpliréis vuestra promesa al pueblo que os elige para que lo representéis; porque, si el espíritu consejero del Padre rige los destinos de los mundos mayores, ¿ cómo no podrá regir el vuestro? El prejuicio, os hace ver un rebajamiento. Yo os digo: no es cobardía declarar no saber; es valor y el Padre, esa declaración, sabe que es un pedido de sus hijos y manda sus consejeros a enseñar al que quiere aprender. Esta es la luz del día venidero y la anunciamos para redimir a la mitad de la humanidad, porque si la palabra étnica de humanidad no excluye a la mujer, ¿por qué ha de ser excluida y ha de hacer el cómputo sólo el hombre? En el código, os ha escrito el hombre que lo escribe que, el espíritu no tiene sexo; es un axioma, del axioma único ¿Por qué no se completa el cómputo? Pero aun hay más cómputo para el conjunto que vosotros; también el espíritu hace número; ese número falta en vuestro cómputo y hay que hacer números completos, como lo son en esos mundos que ya empezáis a estudiar y donde marcha paralelo el espíritu libre y el encarnado y de ahí la unidad y la comuna. Oíd la experiencia que os viene de lo lejos y donde sólo la armonía, la paz y el amor reinan, el que os deseo yo. María
Nota importantísima: Huelga el comentario sobre el amor, conocimientos, verdad y justicia expuestos en esa comunicación de la que se desprende la más alta sabiduría. ¿Pero creerán los hombres que sea María la madre de Jesús madre legitima de él y de sus seis hermanos más, Efraín, Elisabeta, José, Andrea, Ana y Jaime? Cuando conoceréis su actuación, la mayor actuación de todos los misioneros de la tierra desde Adán hasta Jesús en materia y siempre como espíritu, no dudaréis pero para ahora diré solo, que el médium que la dictó, como hombre, es bien conocido de muchos por su actuación como médium. Rústico hasta el extremo como hombre y lego en letras, no puede ser de él esa pieza de sabiduría y profecía que se cumple y por lo tanto, alguien por él habló y es María y lo afirmo como es mi deber, porque la conozco, como puede conocerse la misma María... pero cedamos la palabra al siguiente.
Abril 28 de 1912. Por el médium PortilloAmor y paz, será el lema que os unirá. Yo entre vosotros; déjame, déjame respirar un momento el ambiente familiar. Quieres intimidades maestro, ¿no es cierto?, pero aun hay que hablarle al mundo: nuestros recuerdos, son lo último. Venir, venir todos y escuchar al antiguo, al viejo pastor que vigiló de cerca, que bebió el amor en la mirada de la que albergó luego en sus entrañas al mesías de la libertad; a la que mucho se ha cantado por el egoísmo y la malicia, sacándola de la ley que hace grandes a los seres. Pero que en el día de la luz fué justificada, ensalzada y reconocida en la ley; y si bien no es reina de los cielos, es la reina del amor y su amor la hizo grande; y su amor, es reconocido por los consejeros del Padre. El designado por la ley escribe el código y a ella se le concede ser la primera en dar un principio y su artículo para la redención de la mitad de la humanidad. Ella dicta en justicia la elevación de la esclavizada mujer y dice: "Si los pueblos son representados por el pueblo mismo”, ¿dónde está la justicia si se esclaviza y se saca de la ley a la mujer? "Y los hombres promulgan leyes y dejan a la mujer sólo el derecho de ser madres y no se le concede que legisle, porque su virtud mataría el libertinaje de la concupiscencia". "Llevar el médium al palacio de las leyes y veréis la justicia equitativa". "No pasará mucho tiempo, en que legislemos los espíritus y será el cómputo completo".Ya lo habéis oído: eso llegará porque es de justicia; vosotros no habéis hecho luz y leyes armónicas, porque en verdad, no tenéis la idea de justicia; y no teniendo idea de justicia, no podéis tener amor. Pero ha llegado la luz a la tierra; están limpios los caminos y llegan los maestros de los grandes mundos; depositan la esencia de la ley y el hombre escribe el código con esa tinta y llega... María... llena de amor y dice una palabra que a ella le fué reservada; canta el hosanna a la mujer redimida, que ha sido sujetada al capricho de leyes supremáticas de un ser sin derechos; de una esclava... Y es que, los hombres no salieron del polvo de la tierra; pero con el polvo escribieron sus leyes y estas leyes, escritas con tinta negra de negros pensamientos, de supremacía y autocracia, no podían igualar a la mujer porque en realidad, tiene más percepción que el hombre, de la sabiduría divina, por que, por su cualidad de madre, presiente la grandeza del que la puso para la eterna creación. El código que se le da a la humanidad, está escrito, no del polvo de la materia, sino del éter vivificante, y el cual, es producto del plebiscito universal, que vive en toda la cosmogonía y... ¿Lo queréis resistir vosotros?... La ley de la tierra, dice: El gobierno es la representación del pueblo; y yo, que soy muy viejo, os digo... que no es así; porque para buscar la ley, para hacer la ley, no habéis hecho plebiscito, aunque la hagan los que se llaman representantes del pueblo. Para ser ley; tiene que sancionarla el pueblo y, la mujer es medio pueblo en número y el pueblo entero en percepción de verdad y amorPor esto, constantemente protestan los pueblos de las leyes deprimentes y faltas de razón, por que se le prohibe a la mujer el derecho de legislar, por que para esto, la mujer se instruiría y en su moralidad y amor sobrepujaría al hombre sistemático y le mataría el libertinaje, que es en todo caso, lo que sostiene irracionalmente la supremacía. Pero llega el día, en que oiréis, queráis o no, el médium en la tribuna y se dictará la ley en justicia y equidad, en justicia y amor. Ley que sancionará el pueblo, en cómputo completo de hombres, mujeres y espíritus. ¡Bendita María, que has sido tu como reina del amor, la designada por el consejo para anunciar tanta grandeza; bendita la lengua que la ha pronunciado y bendita la mano que la escribe para trasladarla al código eterno, obra de toda la cosmogonía!. ¡Hombres de la tierra! No sois dignos sino por el amor del Padre de tantas grandezas, porque esto es amor, con aureola. Ahora bien; venir conmigo todos los que representáis, los que legisláis: ¿no véis qué os falta el complemento del consejo?... ¿no véis qué la madre os aconseja con amor?... ¿porqué no os puede aconsejar para la ley, si la familia constituye un eterno gobierno?... ¿no véis que la tierra no ha producido más que la materia y que la materia sin el espíritu, no sería el hombre?... Pues si esto que es la A de la sabiduría lo ignoráis, o si lo sabéis, por malicia lo negáis ¿no véis en ello ignorancia? Pues el amor del Padre que ve vuestras necesidades, dispone: "Que ya que los hombres no quieren elevarse hasta sus hermanos, desciendan los espíritus y les digan a los hombres”: "Aunque estáis tiznados de hollín, sois hijos del Padre" y descendemos por su mandato. ¿Por qué no nos habéis de oír si sólo amor y luz os traemos? Yo os lo digo y por viejo sé que la verdad del espiritismo como lo ha proclamado el hombre del código, es la fuente donde os lavaréis el tizne de la ignorancia; él es luz, sabiduría y amor. El espiritismo enseña, qué es el hombre; qué es la ley; qué es justicia y, hasta la comuna; fin del ideal en todos los mundos de progreso, en cuya cadena ha entrado la tierra el día de la justicia; y que entra en la luz,... no lo dudéis... porque ya la baña ésta; débil sí porque no podéis resistirla aún las tres generaciones que estáis sentenciadas, tras de las cuales vienen los que disfrutarán de la comuna en toda su magnitud y vosotros, luego volveréis y la encontraréis perfeccionada. Acotaciones:1) Aun debo aquí, hijo mío, usar la palabra “Dios” para ser mejor entendida, me dijo María.

ESPIRITISMO EN SU ASIENTOPARTE 13 Vuestras leyes, son tinta de la tierra y la tinta es negra y la luz, no es tinta. Las generaciones que llegan, no necesitan la letra vuestra que mata el espíritu; pero se os da la letra que vivifica, para que la tinta negra la convirtáis en tinta luminosa con la luz del espíritu; porque en el día que habrán pasado las tres generaciones, hasta las tintas se tornan blancas, porque la luz del espíritu, todo lo ilumina. Mas ya sabéis, que el lazo que une a la tierra con la cosmogonía, la obliga a tener hijos sabios en el amor y yo os demuestro el mío para que no digáis que falto a la verdad; porque hasta esto lo olvidáis en vuestra ofuscación de la carne y no es extraño, puesto que no recordáis el beso de vuestra madre, demostrado en que no le dáis el derecho de la ley. Pero si entramos en el nuevo día, ¿Por qué retroceder a lo que nos atormentaba hasta el día del juicio? Es que el amor, no tiene en cuenta que se haya decretado la sentencia, sino que está en la brecha el que ama, hasta que se conozca el acto. Y como vosotros estáis en la última existencia de prueba, en la que jugáis el todo... no podemos dejar de aconsejaros y enseñaros la luz. Pero hoy, que el espíritu se sobrepone a la materia y los espíritus retrasados que inspiraban a la humanidad fueron separados, trabajamos con más ahínco para atraer al redil del padre todas las ovejas descarriadas y les enseñamos el camino despejado, para que se eleven a Eloí¿Quién nos detesta?. Nosotros somos luz y sólo los hijos de las tinieblas no nos oyen. Pero dejadles; si no nos quieren oír, dadles sin cesar el aviso necesario, para que no digan que lo ignoraban. Nosotros cumplimos nuestro deber y cantaremos el hosanna al Padre y en cercano día nos veremos fatie a fatiem porque será de justicia que se justifiquen ante el tribunal que justificó a mi hija y a mi nieto. Pero el espiritualismo, amalgama incolora de tantos colores que sólo pueden hacer el borrón en el que la luz no tiene cabida ni reflejo,... estos, han sido juzgados sin misericordia, porque ellos no han usado de misericordia: porque llegó el espiritismo y en él se confirma el intérprete Kardec, en la misión que se le encomendara de escribir el prólogo del código; en aquel, debían los hombres prepararse a recibir el código que sanciona y proclama axioma al espíritu y al espiritismo... Eterno como el Padre. Kardec, en el día de la verdad, es justificado por el juez y Kardec se justifica. El Espíritu de Verdad, vigila el prólogo y en su día dicta el código, proclama el axioma eterno y lo confirmo yo.
JOAQUÍN. EL viejo Pastor.
PARTE TERCERA
El derecho de los espíritus: Alta lecciónI
Mayo 3 de 1912. Un espiritualista.Dada lectura a las anteriores manifestaciones de María y Joaquín, uno de los asistentes a la reunión manifestó su disconformidad, con lo que se refiere a la separación de los espíritus perturbadores y por lo tanto con el juicio celebrado, apoyándose en que: “el espíritu tiene libre albedrío absoluto y así era coartar la libertad y contrario al amor del Padre”. No admite tampoco “la injerencia de los espíritus a legislar, porque es obra exclusiva de los hombres; y si los espíritus lo habían de hacer todo, los hombres no se elevarían“. Yo había manifestado al terminar la lectura que, si el discurso de María era una improvisación, por su profundidad y lógica, después del Espíritu de Verdad, era el espíritu más sabio en moral de nuestro plano. Al respecto el interpelante dijo: “Yo entiendo, que el espíritu elevado es sabiduría y verdad y todo está en él“. Hay reptiles que se elevan a la copa de los árboles y a las torres; así están elevados y son reptiles. ¿Pero su luz?, le repuse al hermano y seguí. El espíritu tiene libre albedrío es cierto; pero la ley no consiente el daño a un segundo ni a un tercero. El espíritu perturbador, debe ser separado de la familia, si su libre albedrío causa daño. No por esto se le quita el libre albedrío, sino que en buena ley, se le manda luchar con los de armas iguales; porque el espíritu de amor, por su amor, no quiere ni puede causar daño al perturbador; pero éste, en su malicia, entorpece la acción de progreso y se hace necesaria la acción de la justicia; por lo que, el Padre, los destina a las moradas de su afinidad, de sus deseos y allí, luchar con armas iguales; pero se anuncia mucho tiempo antes el día de la justicia, la nueva ley a que debe someterse (por que el libre albedrío absoluto no existe, desde que hay una ley ineludible) y debe someterse repito, por la unidad; y este acto fué anunciado para la tierra, 40 siglos antes por el testamento de Abraham, que usted mismo ha oído dictar aquí: 40 siglos, es mucho tiempo para que los perturbadores se hubieran acogido a la ley que ya habían aceptado las tres cuartas partes de los espíritus; y estando en mayoría los acatantes y negándose los otros a acatar, por honor de la justicia, se impone la separación de los disconformes (como usted), a los mundos de su afección: Para mayor justicia, se concedieron juicios particulares, en los que han formulado sus quejas; y casos han habido, que sólo el poder de la justicia del Padre, nos libró de ser molidos a golpes, por los que no quisieron acatar la ley de amor, de lo que usted es testigo, aunque no quiera. Con referencia a la legislación de los espíritus, ellos son, en general, los que inspiran: Yo puedo decirle al hermano, que en mis visitas a mundos superiores, he visto y con testigos (y diré que en el sol, por estar en nuestra casa) he presenciado dos plebiscitos; y como allí ya los espíritus y los hombres marchan paralelos, se sancionan las leyes o acuerdos, por unos y por otros; y como por lo general, todos los encarnados tienen mediumnidades, ven a los espíritus y obran en común. Como la tierra (después del juicio) entró en esta categoría, no es extraño que legislen los espíritus y hablen los médiums para hacer leyes racionales, que la malicia del hombre terreno hasta ahora no ha hecho, estando avisados hace 40 siglos. Sobre lo que dice "Que el espíritu elevado es sabiduría y verdad", así es. Pero estos tienen grados y cada uno tiene su archivo de sabiduría y no puede dar más que lo que tiene aprendido.
IIAquí se posesionó el médium Portillo y dijo. Por amor, uníos y amáos; esta es la ley general en todo el universo. Los mundos son materia; y la materia es inconsciente, aunque viva. Vemos la materia convertida en múltiples formas y moverse y vemos todas esas especies que crecen y se multiplican; la materia es al parecer inerte: ¿Quién dirá que es obra de la materia? Pero el hombre es también de la materia; y el hombre sin embargo, es el único ser pensante en la tierra y en todos los mundos. ¿Por qué? Por que la anima el espíritu que es luz, fuerza o movimiento. Y sin esto, nada más que lo que hacen las demás formas y especies haría. Mas el hombre es grande cuando proclamó una ley que concibió, porque en ella conoce que es efecto y causa a la vez: y se reconoce superior a los tres reinos que vegetan bajo su poder y dirección, después que la primera causa, le dio los primeros efectos, en las especies y las formas. Luego si domina los tres reinos, debería el hombre no ignorar nada sobre ellos (aún cuando fuese en el conjunto) sabiendo la ley a que cada unidad de la variedad responde: pero eso aún no está en la tierra y es el por qué ha tenido que buscar los recursos en la emancipación del yo pensante, por que es él y no la materia el que tiene la dirección de ésta: y en tanto que no domina a ésta para bien servirle, el hombre es ignorante, por que es materia como los otros reinos, que tampoco servirían, si otros compañeros... (sí; diré compañeros por que aún no admitís con amor la palabra hermano) no fuesen sabios e hicieran servir a la materia y sus especies, a sus semejantes compañeros ignorantes. En poco se diferencia el hombre del animal en este estado: pero el espíritu, en el sueño de la materia, percibe día a día la realidad de la sabiduría (muy lentamente es cierto) pero al fin, logra emanciparse de ese medio del sueño que significa tinieblas y va más allá, donde voces le llaman. Es el primer día del hombre, en su verdadero estado. El hombre, en el estado dicho, es el hombre primitivo que hizo su código conforme a la percepción, conforme a los sueños y, es por lo tanto el código del ensueño y la fantasía, creada por esta percepción, que en su obtusa inteligencia, encuentra el goce de la materia y llega hasta la religión fantástica, a base de la fuerza bruta. Esta, originó terror; el terror, supremacía; la supremacía, ceguera; y la ceguera, ignorancia; que no le permitió pasar de la fantasía del sueño. Pero de aquellos atemorizados surgía la razón y por la lucha, su espíritu no vio sueños de fantasía y hacía también religión, ya más en razón con la realidad, surgiendo por el conocimiento (aunque solo fuese por percepción) pero que dió la primera base de ciencia hacia la verdad. Y fué cada cosa de su tiempo, conforme a la mayor emancipación, hasta sobreponerse al código de los sueños; para lo que iban y venían de la tierra al espacio y cada vez volvían con mayores conocimientos para dominar a los tres reinos. Pero hoy no le basta eso, por que las leyes metafísicas están bien cimentadas, por efecto de la perfección de la materia, en su evolución y desarrollo y, es otro problema que debe resolverse, por que la materia no puede ir más allá por su ley, sin el factor principal: el yo pensante que la ha elevado, para que le sirva de base firme. Pero ésta, la materia, no se aviene a servir cuando ella ha reinado y de ahí las luchas presentes; por que, la materia es fuerza ciega y el yo pensante, fuerza de luz y de amor. Pero a pesar de esa fuerza ciega, con leyes que el espíritu le ha dado, por que la materia no es capaz de encontrarlas por que no le pertenecen ni las tiene en sí, la fuerza luz, vence: pero tiene el hombre que emanciparse por el desdoblamiento que adquirió en sus luchas y llega al centro donde reside la fuerza abrumadora de la luz y la verdad y es de ley de justicia, que la causa, se sobreponga al efecto: para lo cual, el espíritu en su luz (aunque encarnado) se eleva del efecto a la causa, matando el código de los sueños con el código de la verdad y del amor, que une en dulce consorcio, pero sirviendo la materia, al espíritu su dominador. Que todas estas evoluciones metafísicas se han operado ¿No os lo demuestra el museo arqueológico? ¿No véis allí la diferencia del hombre actual con el más antiguo fósil que poseéis? Y esta demostración de las leyes metafísicas de la materia. ¿No demuestran también la evolución metafísica del espíritu? Por esto, el hombre de hoy, no necesita dormir para ver fantasías ni realidades; sino que por la evolución metafísica del espíritu, se eleva en voluntario desdoblamiento y vive en común con los maestros de la sabiduría y trae real, no la percepción, si no la verdad de la realidad y está en su ley, por que aspira a más eternamente. Pero el hombre, no se reconoce en su ser real y étnico y por esto ha eliminado de sus funciones (en equivocación de su fuerza) a la mitad de la humanidad y ha saciado sin embargo su necesidad (que es ley ineludible) en esa mitad, mayor en percepción por que ama, pero menor en fuerza material, bruta, por lo mismo que ama, y no puede sacrificar a los hijos de su amor. El hombre, en su orgullo de fuerza bruta, trató de dominar por ella y ¿quién era su enemigo o su contrario, si era superior a los otros reinos? El fué egoísta, ignorante y perjuro y no quiso reconocer en su madre al ser superior a él; la mujer por que ama, llora su esclavitud; pero en su amor, en su agobio, estudia, penetra, pulsa el sentimiento de generación en generación y la ley de justicia e igualdad, viene a redimir esa media humanidad, por la que los espíritus se han elevado, más cuantas más veces fueron madres. Hoy las véis en toda la tierra, en ese movimiento levantisco reclamando sus derechos de intervención en las cosas comunales porque esas valientes, vinieron a ese cumplimiento en el día de la justicia y de la luz. Los hombres de la supremacía y de la materia las rechazan, porque serán descubiertos en sus libertinajes e inmoralidades. Pero el hombre civilizado sale a su defensa y las instruye y las anima, porque el espíritu vivificado en la justicia y el amor, dicta la ley de igualdad para su regulador, porque es inspirado por el espíritu en verdad y es hora de dar asiento a la verdadera sabiduría y matar al código de los sueños. Pero el hombre se aferra en su fuerza; y en su supremacía inmoral, quiere tener esclavas y no compañeras, que no le darían lugar al libertinaje, porque, sólo el amor puede unir dos seres iguales en derechos y que los dos constituyen la misma cosa, porque de la misma causa proceden. Esto es lucha noble y de principios y se abre una nueva era de evolución metafísica, del espíritu y la razón. A esto llega el espiritismo; dicta de escrito y de palabra y confirma la evolución metafísica del ser pensante. Y es el hombre y la mujer, ese total metafísico, porque, bien escrito está. El espíritu no tiene sexo. Procede del mismo principio en el hombre y la mujer; camina al mismo fin y la ley le da los mismos derechos Venimos los espíritus, por esta evolución preparada por la inexorable ley de los afines y, retamos a la ciencia, a los codificadores del código de los sueños, para que nos estudien; para que nos observen; para que comparen nuestras leyes y nuestras palabras; y no vacilamos, aún sabiendo que es una sociedad que se llama civilizada, pero que yo, espíritu en verdad, la llamo aún sociedad de los durmientes; porque aún defienden el código de los sueños; porque es una civilización que se desmiente a cada momento en sus hechos y costumbres, inmorales y de opresión. ¿Qué hace el hombre emancipado en su misión de verdadera civilización? Busca la causa por el efecto; encuentra en su camino el espíritu; se satura en la sabiduría de las causas y escribe el código del amor. El espíritu, no le traza la línea de conducta; pero le hace un llamamiento para el cumplimiento de su misión, sin coartarle en lo más mínimo su libre albedrío; pero le pone delante la luz y la verdad. Así aleccionado el hombre que ya vió la luz y la verdad, en realidad y no en sueños, busca los dos principios: Primero el de la materia y luego el del espíritu, para llegar a formar la ley única de la metafísica de los dos principios, porque los dos proceden de la misma causa. Estos han sido dichos, (como poco ha lo decíais y lo he oído) hace muchos siglos. ¿Pero qué se ha hecho? Sólo se ha buscado la ley metafísica de la materia, de la que es la fuerza bruta y ciega en perjuicio de sus compañeros más ignorantes, por no ser su tiempo de evolución, o por encontrarse en la evolución de amor, pero en minoría aparente, porque sabiduría es amor; el amor, humildad; y la soberbia de lo material, por la fuerza, llegó (y la sigue sosteniendo) a formar una ley de opresión, de esclavitud hasta para su misma madre, olvidando el beso de la infancia; el arrullo de su regazo; el coloquio de la pubertad; la confidencia al elegir compañera; la consulta y el consejo en el apuro de la vida; sus desvelos en la enfermedad y su consejo y sonrisa en todos los momentos de la vida. Todos estos amores, el hombre los olvida, tan pronto toca los halagos de la materia, por el libertinaje en el que hace otra esclava de su fuerza bruta y fantasía de superioridad y crea leyes cada vez más deprimentes, pero que ya no son respetadas las anteriores, porque el espíritu sabe que es llegada la hora de sacudir la esclavitud, para formar la unidad en amor y no en tiranía. Muchos han cumplido ya, como buenos obreros; pero muchos aun se obstinan en conservar la supremacía por la materia, despreciando los besos de su madre, de su esposa y de sus hijas; porque si los educa; si les permite legislar, el libertinaje no tiene cabida. ¿Puede el espíritu en verdad, ver impasible la lucha del espíritu y la materia, cuando a la materia, el espíritu la hizo progresar para servirle a su sabiduría? No puede el espíritu, ser impasible, porque es él la causa del efecto materia, como él es efecto de la causa única y primera, que por su origen, le obliga a sobreponerse a su efecto. He aquí porque, el espíritu ha preparado estos meteoros, (que llamáis médiums) para dictar las leyes del espíritu, porque las de la materia están en la materia misma. Sin la comunicación por la palabra o el escrito, no las podríamos dictar. Para esto, el espíritu se ha emancipado con desdoblamientos voluntarios y se eleva, registra, ve y se satura en la verdad de lo que se le comunica y lleva la videncia para asesorarse de la realidad; y cuanto el médium da, es porque ha alcanzado el grado de luz y sabiduría que le pone en condición de servir de fe pública de la verdad. También nosotros los espíritus de verdad tenemos que tomar cuerpo en los mundos, cuando éstos llegan al grado de progreso que en nuestra última existencia les anunciamos, porque somos perfectibles. Y como hemos de tomar cuerpo (como antes lo tuvimos) he ahí la razón de que queramos el progreso (cuanto mayor mejor) de la sociedad en que hemos de vivir y así, trabajamos para nosotros mismos, a la par que para nuestros hermanos. ¿ No es esto lógico? Si ésta en la ley. ¿Quién no nos quiere recibir más que nuestro contrario? Pero así y todo, venimos y retamos, porque queremos que nos estudien los mismos contrarios. En esto, nada más desinteresado que el espíritu en verdad, porque nada necesita de los menores: El, se alimenta en la fuente generatriz; pero esto mismo le obliga en su amor a elevar a los pequeños; porque cuanto más grandes son las humanidades, mayor es la armonía. Temen los ofuscados al Código de Amor: No ven en su ceguera, la desunión horrible en que vegetan; y el espíritu en la luz redobla sus esfuerzos, porque vuestro error, aun no ha permitido hacer familia; sí, aún no hay familia en la tierra y hay una civilización que se desmiente; y no me lo negaréis, porque vuestras compañeras no tienen derechos y sí son esclavas, porque dependen de la fuerza bruta y así, la familia, no es familia; es, señor y esclavos. Ahora bien; nosotros vemos vuestras debilidades; venimos y os damos la luz para no equivocaros, pero no os trazamos rumbos, porque esto es del libre albedrío; no os obligamos al trabajo, porque esto entra en la voluntad; pero estamos en la ley. ¿Quién nos prohibirá hablar, hoy como espíritus y mañana como hombres? ¿Por qué no es justo separar al que estorba la obra en su marcha, o aun trata de matar la planta alimento del espíritu? Yo lo dije y lo repitió muchas veces Jesús, mi compañero en misión y sacrificio; "no sólo de pan vive el hombre; mas el espíritu, se alimenta de la verdad del padre" ¿Cómo entendéis esta verdad? Pondré un ejemplo. Si un padre de familia tiene su jardín y pone al abrigo las plantas que deban cuidarse de las heladas, recomendándolas al jardinero; y cuando llega el tiempo de multiplicarse, el jardinero indolente las descuida. ¿Qué hará en justicia este padre de familia, que le priva a él y a sus hijos, de la belleza y aroma de las flores en que se embelesaba? Lo separará y lo mandará a trabajos más burdos, porque su indolencia no le permite ocuparse en la belleza y hace justicia. El Padre, es padre universal y tiene plantas de todos temples en su infinito jardín; manda sus obreros con órdenes de hacer germinar la semilla que él les entrega, al propio tiempo que deben expulsar las plantas parásitas donde deben florecer aquellas semillas. Muchos las siembran bien; pero otros, no cuidan de las plantas y las dejan morir ahogadas por las malas plantas y viene esto en perjuicio de los otros obreros. Llega el jardinero encargado; ve la labor de unos y otros y separa en justicia los indolentes, mandándolos a trabajar tierras más duras y aun pedregosas, hasta que el trabajo les haga ser previsores y avisados y trabajan y se hacen aptos para el jardín de las flores aromáticas. ¿Quién puede criticar esta acción toda justicia y amor? ¿No es sabia ley? Pero el día es uno y las horas varias; en todas ellas separa a unos y confía en otros las más delicadas flores; pero como vé sus aptitudes y el jardín es tan grande... a cada uno, después de su primera prueba en que manifiesta su aptitud, lo remite a la región o morada de sus afectos. ¿Hizo mal el jardinero? ¿Faltó al amor? No los despidió; los mandó a donde están las plantas de su afecto; donde no puede causar daño su indolencia, su ignorancia o su maldad, a los cultivadores de las bellas flores que no pueden ser distraídos, ni molestados por importunos. ¿Quién puede censurar esto? Pero el día es uno y las horas varias y se reciben obreros en todas ellas; y en una hora, hay una necesidad; en otra, una obligación; y en cada hora, es diferente el trabajo, pero todo ello ha de formar un solo conjunto en la hora máxima, desde la flor al fruto. Es cuando más hay que vigilar, porque la imprudencia, la indolencia, la ignorancia y la maldad, puede ocasionar la pérdida de aquel fruto y el obrero de esa hora, tiene que ser el más experimentado jardinero de todo el inmenso jardín, en toda su variedad. Si no se separaran los peligrosos, los indolentes. ¿Respondería el encargado, del fruto? ¿No es justicia, que en esa hora suprema en que todo el trabajo está pronto a sazonarse, se separe al que distrae, al que lucha con la fuerza bruta, al que atropella, al que escandaliza? Pues esto ha hecho el Padre en el Día del juicio. Y... ¿es esto lo que vituperan los hombres? Los hombres, lo sabían hace muchos siglos. Llegó la hora del fruto y resonó en los espacios la trompeta de juicio; se expuso la nueva ley y se mandaron a los obreros de mala voluntad al mundo de sus afecciones. El hombre encargado de custodiar el fruto, viene y escribe el código para el disfrute de ese fruto en común y vienen las lenguas de fuego a dictar y grabar los artículos en letra imborrable, que el hombre escribe para conocimiento de los obreros de la hora suprema, en la que hay obreros de todas horas y se someten a su justicia, porque ella significa amor y comunidad. Los trabajadores de voluntad se alegran, porque les alienta al trabajo el disfrute de sus desvelos y serán todos iguales en el derecho y en el trabajo, porque la vanidad no cabe en ninguno; porque todos al igual, comprenden la ley en el trabajo; en éste, el progreso; y de éste el amor, bajo un solo credo: el espiritismo. Muchos sois los hombres sobre la tierra y dos, no hay iguales; pero la belleza está, en la armonía de la variedad; todos son iguales en derecho, mas no en sabiduría; pero bajo la ley de amor, todo late al unísono y el espíritu y la materia (aún siendo la misma substancia pero en grado diferente) viven unidos en su mismo ser y esto hace la unidad, aunque sirva la materia al espíritu, porque éste la moduló, porque es luz, sabiduría y amor. Podréis decir, que en esto hay una imposición del espíritu, sobre la materia; pero yo os digo, que solo hay avenencia y reciprocidad, porque primero, el espíritu trabajó sobre la materia; éste se eleva sobre ella y ésta espera luego otro mayor progreso y el espíritu le debe dar esta esperanza, que es conciencia. Y si los convencionalistas; los hijos espurios de la amalgama niegan mis afirmaciones que son la unidad del espíritu; si ven injusticia en la separación de los perturbadores ellos serán separados por malos obreros y lo afirmo yo, Juan. ¿Cómo podría explicarse en otra forma la justicia y la perfección relativa a cada uno de los mundos, sino tuviese el Padre esas sapientísimas leyes? ¿No sería el libre albedrío, la confirmación del libertinaje? ¿Cómo se explicaría "Que no solo de pan vive el hombre"? No es ya el tiempo de los dormidos; no es ya el tiempo de los códigos del sueño, porque yo fuí segado en mi cabeza y porque Jesús fué sacrificado por los códigos del sueño y de la concupiscencia. El código que hoy se da, no es de los dormidos; es de los descendidos de Sión, que en sus desdoblamientos ven y se saturan en los mundos de luz y, cuando estudian no se duermen para soñar; se desdoblan, para ver y tomar lo que necesitan para cumplir su deber sagrado de sacar de la esclavitud a la ¡pobre mujer! que gime, bajo el poderío del libertinaje, al que llamáis libre albedrío. Es la mujer esclavizada después de darle la sangre y el beso, a su hijo verdugo, lo que el espiritismo ha de salvar en primer punto, para hacer sociedad de amor, y no sociedad de señores y esclavos como es aún vuestra sociedad. ¿Y son estos actos de amor y justicia, los que vituperas hombre reptil? ¿No ves que tus mordeduras hacen sobre tu madre, lo que el veneno de las víboras harían en tu cuerpo? ¿Dónde está tu civilización? ¿Dónde la cantada sabiduría? ¿Dónde está la libertad mentida? Sólo quieres el libre albedrío, para deshojar las rosas del jardín, haciéndolas inodoras(1) . La obra de la justicia, ha sido decretada en Sión, ante mí, consejero del Padre y son testigos, todos esos brillantes de la cosmogonía, en los que se mueven humanidades que sufrieron o sufrirán la misma justicia y que sus maestros tienen asiento en los consejos de Sión, donde se decretó el código que hoy se escribe, mandando al juez y censor, con las partes necesarias; y el uno habla, lo que de Sión le ordenan; el otro, vé y asesora y el juez escribe y proclama la ley y el axioma. Y si la humanidad sentenciada no lo acata... ya tiene su morada que le espera y será de tierra dura y pedregosa, conforme a sus aspiraciones, porque los jardineros, llegan con la práctica de buenos; y pasadas tres generaciones, el jardín ha de estar a su solo cuidado, sin estorbos de malos aprendices en la delicada tarea de conservar las flores y sacar fruto de amor. Y si los que me oís vituperáis la justicia; si no acatáis el código, seréis separados con más razón, porque en medio del foco donde sale la luz, os quedáis en la tiniebla de la materia. Sois los obreros llamados a primera hora y tenéis la obligación de haceros obreros de provecho por voluntad y sino demostraréis no tener aptitud más que para tierras más duras y seréis destinados al mundo correspondiente. No tengo yo en mi ser, la palabra débil ni doblada; y de hombre y de espíritu, dentro de la justicia, así lo demostré.
Yo, Juan o Elías.
Mayo 5 de 1912. Por el médium Portillo.Vuelvo; porque no es el día del sueño que animaba a los fantásticos, sin los cuales no podían hacer leyes; es el día de la luz; es el día de la realidad; es el día de la verdad, porque es el día del espíritu; y es el día que se escribe el código de la verdadera comuna, porque es el día de los derechos iguales de la humanidad, por el que la mujer es sacada de la miserable esclavitud y puesta en el lugar que le pertenece en la creación. ¡Hombres de la tierra! Venimos con la luz del Padre, que antes de ahora hemos predicado: pero como las religiones y como los legisladores prejuiciados por éstas, han hecho leyes de opresión que fundamentaron en los sueños haciendo el código de esclavitud, hacemos un código de igualdad y de amor, para el adelanto del espíritu, no rebajando la materia sinó dignificándola, pero debiendo servir al espíritu que la elevó al progreso. Sobre el código de los sueños, habéis hecho otro código, si bien más real, no como el espíritu lo inspiraba con el fin de quitar el de los sueños; pero que las religiones, en él tenían su filón y han, por la fuerza, aceptado el código de la materia, más real, porque es tangible; pero se empeñan en sostener el de los sueños que es impenetrable y de ahí sus dogmas y misterios, que tal será, cuando el de la materia le restó toda la ciencia, a pesar de estar llena de vacíos, porque no los puede llenar el hombre sin salir de la materia; y ya ha llegado el momento que el espíritu concibió al revelar este progreso del código y leyes de la materia. Por este último, habéis sacado algo de provecho y habéis llegado al descubrimiento de vuestras comodidades; pero habéis cifrado en la materia el máximo de las cosas, hasta que algunas señales os han demostrado que, más allá; que fuera de la materia tangible y analizable, estaba la causa primera; y nos alegramos, porque ese era el fin ideado y en ello nos señalamos el momento de nuestra participación en las cosas del hombre. Pero nosotros, os hemos presentado ejemplos para que dignificárais a la mujer y no queréis olvidar el código de los sueños y seguís esclavizándola y ha llegado la hora de hacer el código de igualdad y amor, por el que ha de concederle todo el derecho que le pertenece a vuestra madre, a vuestra esposa y a vuestra hija. Sois orgullosos, hombres; os preciáis de poseer la mujer hermosa; la presentáis cual rica alhaja en los salones y la lleváis del brazo como un adorno, pero os engañáis en no ver en ella más que la hermosura de las flores. La adornáis con las alhajas y el brazalete y le ponéis en las manos unas esposas y en los pies un grillete y, así os presentáis en la sociedad, orgullosos y triunfantes con vuestra esclava, que por que no le habéis dado la libertad y porque en ella, sólo habéis cifrado el deleite de la carne, la borrachera del aroma de la juventud, la embriaguez del néctar que la naturaleza en ella depositó, vuestro orgullo de su posesión y el haber hecho el código de la materia por el que os engañáis, en otros varones despiertan los deseos de poseerla, ya por la atracción; ya por el vicio; ya porque aún entre vosotros no cabe la palabra hermano; o porque en vuestro orgullo y supremacía, os queréis humillar el uno al otro. Entre los varones de esa reunión y de los del paseo, cae sobre vuestra compañera la mirada lasciva y venenosa algunas veces; otras la mirada de la afinidad y, aún la del simple deseo de la hermosura. Todo esto (que está en la ley de la carne) origina un duelo y ya sabéis los resultados. Cayó el esposo, queda la madre con sus hijos y no es dueña de sus actos, ni aun tiene autoridad sobre ellos, ni en este caso imprevisto, ni en el de la viudez por caso natural. Se nombra un tutor y a la mayoría de edad del primer hijo, la madre, queda doblegada al hijo. Acotaciones:1) En el texto queda la prueba de esa acusación del delito de deshojar una Rosa, el disconforme. Rosa se llamaba la joven.

ESPIRITISMO EN SU ASIENTOPARTE 14 ¿Es esto civilización? Esto es del código de los durmientes; esto es la esclavitud más onerosa. ¿Por qué presentas, hombre orgulloso, a la mujer atada? Rompe las esposas de sus manos y déjala pulsar la pluma y te convencerás, de que en realidad y conocimientos, es superior a tí. Suéltale los grilletes de sus pies desde niña y verás cómo ella se hace respetar, porque encontrará su verdadero afín que en la mayor libertad, no le faltará a la compañera, porque vive en su corazón; porque lo siente en su alma; y cuanto más ausentes estarán sus cuerpos, tanto más se respetarán. Si él trabaja, ella trabaja; si él se solaza, ella se solaza y se cuelga a su brazo, no como alhaja envidiable, sinó como uno en fusión, aunque sean dos en apariencia. Pero esto, es del día de la luz que hoy empieza. Venir hombres libertinos, hijos de la materia, admiradores de las bellas formas. Decidme, ¿qué habéis hecho de la compañera? Si la presentábais con orgullo en la rambla o en los salones sirviéndoos de adorno y desafiando con su hermosura la vanidad de vuestros amigos o compañeros. ¿Por qué no la respetáis en todos los derechos? Pero es que la supremacía, el libertinaje, en cuanto asoma la primera arruga en la frente de aquel mueble... ya os cansa y buscáis a la joven, que en sus labios de rosa y ojos de vida, lleva la dicha para su afín; pero que vosotros marchitáis por vuestra supremacía, por vuestra materialidad bestial y deshojáis aquella fragante flor, envenenándola con vuestra lascivia y la pagáis con... mísero puñado de oro que tampoco habéis ganado, dejándola burlada y cuyas consecuencias, ya os ha descripto el hermano en el código de amor. Venir, víboras ponzoñosas. ¿Con qué derecho, si no con el de la supremacía destrozáis el corazón de esa joven, que siempre pertenece a la clase del pueblo, o la clase humilde, que es producto de vuestro despilfarro, de vuestro orgullo, del veneno de vuestras leyes del código de los sueños? Ella no se rendiría, si vuestra malicia e imposición no la forzara; pero ella, sólo os entrega su cuerpo, no su alma donde reside el corazón, pero queda amargada en su conciencia y se va, a las otras desgraciadas por el mismo procedimiento y en el pueblo plebeyo, se va almacenando la protesta que estallará imponente. Y si nosotros no contuviéramos a ese pueblo, seríais arrastrados como reptiles que sois; pero las animamos, las instruímos en el amor y la libertad y no podéis impedir su protesta y movimiento y sufriréis en justicia vuestra caída material, para nunca más surgir. Por la ley de los afines; por la evolución metafísica de los espíritus; las víctimas de ayer, están de nuevo entre vosotros y se levantan y os dicen: Queremos la igualdad de la ley en los derechos, porque la ley de hoy es vuestra y es opresora; porque nunca habéis entrado en nuestro interior y nos habéis destrozado, siendo media humanidad y vuestras madres y esposas siempre buscáis en nosotras, sólo la satisfacción animal y nunca la satisfacción del alma. Justa protesta que ya no podéis reprimir y nosotros la animamos y ella, se hace doctor y se entra en la administración y quiere y entrará, en el palacio de las leyes. ¿Queréis atajarla? Pues legislar para ella; reconocerle derechos iguales; dignificar a vuestras madres; romper los grilletes que las aprisionan; no las hagáis más tiempo esclavas. No queréis concederle el derecho de legislar, porque matará vuestro libertinaje; subyugará vuestro orgullo; descubrirá vuestra ignorancia; os enseñará a no derrochar y esto lo tiene probado la mujer (aun en su prejuicio) en las sociedades que ella administra, donde el altruismo es bien reconocido y la sensatez y justicia se revelan, aún dentro de las leyes opresoras y del código de los sueños que las rige. Quitad las esposas de la mano ya que le quitásteis el grillete del pié; educadla, dejadla pulsar la pluma por la que exprese su pensamiento y veréis que tiene clara percepción del destino de los seres, porque ella es madre y crea la familia y os veréis transformados según el código de amor y la luz será hecha. Comprended que en su mano está el poder, desde que es iluminada en su espíritu; porque cada madre, sólo con unos robustos hijos, formará la fuerza si la necesita: Y vosotros, libertinos, supremáticos, reptiles ponzoñosos, seréis acorralados y ni aún el amor de la carne podréis encontrar, porque la justicia será inexorable. No tratéis de engañaros por más tiempo, porque vosotros no sois fecundos ni en el cuerpo ni en el espíritu, porque vivís la vida de fantasía del código de los sueños. Estamos en la primera hora del día de la luz y ésta, ya no la podéis resistir y os tenéis que amparar en las toperas de las tinieblas. Pero viene el espíritu y le dicta al hombre el código de amor, en el que escribe los derechos iguales con la más justa equidad y por el cual la comuna se establecerá con el paso de tres generaciones y ya, no reinará la miseria, por la que vencéis a las hijas del pueblo; porque el amor, en su plena libertad, será entre los afines que habéis desequilibrado. La supremacía, el orgullo, el parasitismo, os ha sugerido la ampulación de la ciudad y la mayoría, vive en estos centros, donde la miseria es forzosa por el despilfarro y el orgullo, que no tendría cabida si viviérais en proporción en la campiña. Sin embargo, los que viven en la campiña, los que trabajan la tierra y las minas, carecen hasta del pan necesario, porque vosotros habéis organizado leyes vergonzosas de acaparamiento y de opresión, que imposibilita la vida al productor. Este, para vuestro castigo, vive también en la ciudad, donde en unión de los otros oprimidos, os pone freno y lucha y se abre paso en los congresos y os derrocará estrepitosamente, porque el desequilibrio llegó al máximum; porque vuestra corrupción y concupiscencia, no respeta la hija del plebeyo; y porque vuestro orgullo y despilfarro, lleva el desconcierto y la miseria a los hogares. ¿Es esto sociedad? ¿Y nos queréis prohibir a los espíritus de Dios, que fuímos hombres y hombres seremos, que vengamos a dictar el código de unión, de libertad y de amor? Si la materia es inerte para la creación de las leyes de civilización; si la luz dada en todos los tiempos por los mesías, ha sido cubierta por el negro crespón de la maldad del hombre, de la supremacía y la concupiscencia. ¿Cómo no hemos de venir, los que hemos predicado como hombres, a revivir nuestras prédicas, porque se impone el hombre del orgullo, al hombre de la humildad? ¿Cómo no hemos de venir a salvar a la media humanidad, que son madres vilipendiadas por sus propios hijos, por el error de la ley fantástica del sueño, oponiéndole en justicia el código de amor? ¿Cómo no hemos de venir nosotros, que hemos nacido de mujer y nos llega el clamor de esclavitud de esas vuestras compañeras y de sus compañeras del infortunio? Faltaríamos a nuestro amor y no podemos faltar a tan sagrado deber, los que somos consejeros del Padre en Sión. No podemos ver impasibles las injusticias y hoy, que nos hemos abierto paso entre las tinieblas, venimos y llamamos a los humildes; les hablamos, les instruímos y se agitan... anunciándose la tempestad en toda la tierra, porque ya, en los espacios se libró la batalla y se han quitado los nubarrones negros de los perturbadores que inspiraban, incitaban y hacían el desconcierto. ¡Supremáticos hombres de leyes! Venir conmigo y decirme: ¿Qué se ha hecho de la sociedad hasta hoy? ¿Dónde está vuestra compañera manifestando su pensamiento? ¿A dónde habéis arrojado su dignidad de mujer y madre? ¿Para qué han servido las leyes de opresión, producto de un código de sueños y fantasías? Sólo guerras enconadas se ven por todas partes; sólo clamores y bajezas que avergüenzan se oyen; sólo esclavitud se señala por libertad y, ¿no hemos de venir los espíritus de luz, que todo lo vemos y podemos saber? Se ha levantado la bandera de protesta y rebelión en el pueblo, con principios muy buenos; pero a fuerza de sacrificios y luchas, consiguen; una migaja; es nuestro preparativo para el día de la luz (que ya ha llegado), pero estamos en su principio y ya la tiniebla tiembla y se encastilla; pero esa tiniebla es arrojada por la luz y esta luz, es el espiritismo, que ahora habéis de conocer, puro y limpio en su Luz y Verdad. Sonó potente la palabra del hombre declarando axioma eterno el espiritismo y venimos los espíritus con los artículos del código de amor, representando las lenguas de fuego que hieren de muerte las carcomidas leyes del sueño y esta luz, que es fuerza, aparece sobre las humanidades, mostrándonos nosotros los espíritus, que nos ven y somos fuerza de su fuerza y luz de su luz y les damos valor en sus luchas y los defendemos de vuestra opresión. No hemos usado del incógnito; hablamos en todas partes; nos dejamos ver de los que han ganado facultades; y aun para vosotros, sistemáticos y materialistas, han venido los médiums de efectos físicos, para que os déis cuenta de que el espíritu tiene acción y le rigen las mismas leyes que al hombre encarnado; pero vosotros lo queréis envolver en la materia y la materia no puede descubrir los secretos que no tiene y... nos llamáis fantasmas... Los fantasmas sois vosotros, porque vivís de leyes fantásticas, hijas del código de los ensueños. Sabedlo hombres: El espíritu es luz, fuerza e inteligencia, y obra lo mismo libre que encarnado, cuando como el hombre que vino de Sión, son conscientes de su deber y aman a la humanidad en el amor del Padre; en su código, os desmentirá vuestro código y vuestras fantasías; hundirá vuestra supremacía y matará vuestra concupiscencia. Aun retáis en vuestro orgullo las cuerdas fuertes de mi espíritu: Aun me obligáis con vuestra concupiscencia a volveros a llamar “Raza de víboras“. Y si por esta palabra, arrancásteis la cabeza de mi cuerpo, no conseguísteis acallar mi espíritu y os lo vuelve a repetir en el momento en que sois sentenciados por la justicia del Padre; corto es el tiempo que os queda y comprobaréis por vosotros mismos vuestra impotencia, pero entonces será tarde: entonces veréis, como el hombre hoy bajo el traje del obrero es vuestro juez y censor, porque el Padre, en él depositó su amor y justicia. Veréis vuestro equívoco, pero ya no podréis volver a la tierra, porque en ésta, el amor, la libertad y la luz la circundará. ¿Vosotros queréis sujetar la ley divina? ¿queréis prohibir la venida del espíritu? ¿Quién sois vosotros, hijos pigmeos de los sueños; hijos locos de vuestra falsía; hijos espúrios de una ley de mordaza, que aun esa os acusa porque aun ella no es tan mala en su letra como vuestros hechos? Dejad, dejad, que en una hora del día que ha empezado, todos estaréis en el período de la transplantación; en menos de un siglo, habréis comparecido en el tribunal que el Espíritu de Verdad tiene formado y allí rendiréis cuentas si no las queréis dar al plebiscito que se os ha formado. Allí no podréis formular excusas de ignorancia, porque siempre se os avisó y vuestros espíritus, desnudos y tiznados se avergonzarán de vuestros dioses terrenales, por los que habéis oprimido al pueblo. ¡Ay de vosotros jueces de la sociedad! ¡Ay de vosotros raza de víboras! ¿Por qué os escandalizáis de que nosotros, los hijos del Padre, los consejeros de las nebulosas con miríadas de mundos y humanidades cuyo centro está en Sión de donde venimos en amor y os traemos la luz para el camino y nos llamáis fantasmas?...¡Temblad de vuestra insensatez! No queréis comprender que dentro de un corto lapso de tiempo ocuparéis el lugar de espíritu, y... ¡ay de vosotros, si al fin no acatáis el código, que los hijos de Sión escriben! No importa su calidad humilde. Los ha reconocido toda la cosmogonía y son los hijos de Dios, mandados para hacer la unidad en la comuna. Vosotros, estáis engolfados en la materia y, en la decrepitud y aun en la robustez, no os podéis satisfacer ni con lo robado y os coméis entre vosotros en vuestra propia rabia(1) . La justicia se hizo y no hay apelación. Pero se os da la ley a tiempo y comulgar en el día de la luz, dentro del espiritismo sin amalgamas ni componendas, porque sus doctrinas, todas se resumen en una sola palabra: AmorEn esta ley están, esos humildes que el Padre mandó. Con ellos vinieron y están en toda la tierra los médiums, porque el Padre los mandó y son sus meteoros, para que los utilicen sus hijos los espíritus y os dén la enseñanza y la luz para el camino. No los despreciéis, porque es la prueba del amor del Padre. Venid, estudiar el código de amor y en él encontraréis la verdad eterna descubierta. No temáis las heridas que necesariamente os hará la fuerza de la verdad, porque en el mismo sitio tenéis la medicina que la cicatriza, que es, el reconocimiento de los hijos del Padre; la libertad de la mujer y la comuna para todos, porque así está decretado en los consejos del Padre, a los que habéis de culpar de los hechos: no a los hombres. ¡Pobres mis hermanos! ¡Me dais lástima en vuestra postrimería, por vuestra obcecación! Mas negad cuanto queráis; nada conseguís, porque descienden igual en su cumplimiento los hermanos mayores. Descienden los maestros de los grandes mundos; desciende Juan o Elías; desciende Jesús y desciende el Espíritu de Verdad. En vuestro código del sueño, formuláis juramentos que los hacéis letra; decís que son revelados y no sabéis de dónde os vienen... ¡Hipócritas!... ¡Ignorantes!... Entrar un momento dentro de vosotros mismos y veréis vuestra alma anestesiada que no puede encontrar sosiego: piensa solo en la materia de la que es la esencia y quisiera, en solo ella encontrar satisfacción: mas no puede, porque dentro de ella está el espíritu que le da continuos avisos y es causa de su desasosiego y en su materialismo, se revuelca como bestia. Pero el tiempo llega "como el ladrón de sorpresa": y llegamos los espíritus y os retamos y os llamamos por vuestro nombre; hipócritas, porque lo sois; y reptiles, porque os arrastráis en el vacío; y raza de víboras, porque en vuestro constante picar envenenáis la sangre del cuerpo humanidad. Viene el hombre humilde pero con el cargo de Juez y es “aquel que había de venir y el mundo lo recibiría" y resume toda la doctrina de la verdad en una sola palabra, amor. Vosotros no la admitís; nosotros somos maestros hasta por vosotros confesados y espíritus consejeros del Padre y comulgamos con ese principio santo porque es el lema de toda la cosmogonía. Vosotros aprovecháis los tres reinos de la naturaleza, y sólo vuestra compañera es esclava. Mas nosotros venimos a libertarla sin esclavizaros a vosotros, porque el lema es amor; porque la nueva ley es amor y os señala una vida de dulce paz; de melodiosa armonía; de franca libertad y de alta sabiduría. Os queremos nuestros hermanos, pero no tiznados; porque en ese estado, no podéis vivir por más tiempo en esta morada y si no os laváis, seréis separados en breve: y sólo cuando sepáis llamarnos hermanos, os podremos oír. Os llamamos ahora durante la transición; no nos oís; pero tomamos vuestro archivo con el que justificaremos vuestra expulsión. Entonces no habrá lugar a lloros ni excusas, porque el tribunal es inexorable y no quedará ninguno que perturbe la hora del fruto. Podéis quedar en la morada de la tierra, pero hay que amar; para amar, hay que ser sabios; para ser sabios; hay que conocerse a sí mismos y hacer justicia, por la justicia misma. La justicia, no habrá coartado vuestra libertad, porque los espíritus de luz no podemos ser injustos y no os obligamos; pero cumplimos con amor, en poneros delante la luz y la verdad. Si otra cosa no podéis mirar, mirar siquiera las plantas y ver que en su libertad crecen y dan fruto; y pues vosotros sois plantas, ¿por qué no daréis fruto de amor, si en amor os creó el jardinero? No dáis fruto de amor, porque gustáis de la supremacía y ésta, sólo puede estar en la materia. Mas yo os digo en verdad del Padre, que las horas os están contadas: que el código que se os da, es dictado desde Sión; que el espiritismo es axioma eterno, porque es luz y verdad del Padre: no comulgar en él, es condenarse a la tiniebla y lo digo yo.
JUAN y ELÍAS
IVMayo 5 de 1912. Por el médium Portillo. Paz y amor Sí, amor; porque este es el lazo indisoluble, eterno, que liga toda la cosmogonía, por el que todos los seres son grandes por respeto a la ley de las armonías; por amor a la ley única, que es amor. ¿Porqué venimos a saludar al misionero en la tierra? Eran estos los tiempos que estaban anunciados para el advenimiento del Espíritu de Verdad y se cumplió la profecía, para lo que el Padre, mandó sus meteoros por los que hablaría a los hombres como lenguas de fuego, para hacer justicia a los espíritus y los hombres, anunciando el nuevo día del amor. He aquí porque vinimos a saludar al misionero: Porque obró la justicia del Padre y porque escribe el código de libertad y emancipación de la mujer esclavizada. Un código de leyes de igualdad en las que se rigen las comunas de los mundos mayores; un código que da resumen de todas las leyes, en una sola ley: Amor. Un código que se eleva del efecto a la causa en la más estricta justicia, asumiendo todas las especies, todas las formas y la infinita variedad, a la sustancia única, a la causa única, al dios Amor. Un código que analiza los efectos de la causa ley de los palacios; de esas leyes que se amasan, sólo estudiando la supremacía; sólo reconociendo los hechos tangibles de la materia; sólo defendiendo los intereses propios, sin tener en cuenta la justicia y equidad del pueblo, por lo que, el nuevo código, condena la causa error, pero quiere salvar a los efectos del error, porque su lema es, amor. Habéis hecho leyes en los salones sin consultar al plebiscito y se han perpetuado largos siglos bajo los auspicios del hombre; pero se ha equivocado, porque no ha hecho justicia. El hombre, en su agobio por la fuerza de la supremacía, se revolucionaba; pero vió que su potencia estaba en la verdad que negábais, en su espíritu y en la variedad de la creación que forma un solo pensamiento y en él acusa una causa. Llegó el misionero y se eleva a rememorar sus instrucciones; recibe la visita de la variedad de los mundos y resume todas las leyes en una palabra definida, que se llama amor. Venimos a la tierra, porque ya la ley de amor nos llama; habéis oído nuestra voz y muchos pueblos que oyeron la profecía, la comprenden en su cumplimiento; pero os apoyásteis en la supremacía y por la fuerza los destruísteis; pero ha llegado el plebeyo, de reflexión en reflexión por nuestro aviso, a encontrar el camino y llega al Padre, porque por los médiums han evocado a los espíritus del Dios Amor y obran en amor, aunque vosotros los arrastrásteis al hielo de la incredulidad y la ignorancia; pero nosotros les damos el fuego del amor y por él se vivifican y sólo esperan para mostrarse arrogantes, el día de la luz. Nosotros que hemos vigilado en misión la tierra y caminamos por los mundos de la cosmogonía, estudiamos la unidad en la variedad y la armonía en el movimiento; libertos, llegamos a nuestros hermanos; nos comunicamos y les damos puntos para estudio de las leyes del universo: que si son más puras más allá del más allá donde llegamos, no por eso son otras, sino las mismas y substanciales leyes que se escriben en el código de amor para la tierra. No se puede dar a las humanidades en su primer día de trabajo esta ley para la materia, porque ésta tiene sus leyes que necesariamente debe cumplir con la ayuda del espíritu. El espíritu trabaja en la materia, con el mandato de la ley; y solo después de grandes luchas, logra dominar los instintos animales y en ese momento empieza el amor. El amor, soplo del Padre creador: El amor, beso prudente de la Madre, en el fuego santo: El amor, que no reconoce superioridad más que en el mayor amor y la sabiduría: El amor, que no admite superioridad, porque en el hermano ve siempre a un hermano que si es mayor aprende de él y si es menor lo enseña a igualarse a él. Esta santa chispa del amor por la que ni aun el dolor se siente, ha sido separada en la tierra por los opresores de la ley; por la supremacía de los hijos de la carne y han pasado los hombres en crueldad, a las mismas fieras, porque separan al infante del regazo de la madre, que aún quizás no le permitan dar el beso de amor y ya no la ven más. Todos estos actos, han impregnado la atmósfera y los espacios y ya no cabía más tanta amargura. Se revolvía el mundo ya en su malestar y se levantó la caridad, iniciada a impulsos de un alma grande. En buen hora la recibimos, porque la vimos llegar hasta el hogar del indigente, a la cama del enfermo y al asilo de las víctimas de la concupiscencia; pero ni aun siquiera salió de la supremacía; salió del mismo indigente y en él representaba amor. Pero los detractores de las leyes divinas, ven en ese acto natural la unión de los seres y el principio del amor y la hacen suya y no para acrecentarla, sino para emponzoñarla con el dogma y caridad se oyó por todas partes; caridad dijo el sacerdote; caridad invocó el pastor; caridad el supremático y hasta el verdugo invocó caridad y la caridad llegó a ser el manto de la hipocresía; es en el momento la caridad, el rebajamiento del que recibe la limosna y el envilecimiento del que la dá. En la tierra hay miserias y en la tierra sobran medios de vida. Unos están hartos sin producir y al productor le falta lo que produce y tiene que pedirlo por caridad, rebajándose al supremático que se la arrebató y le impondrá su voluntad para darle un desperdicio de lo mismo que produjo. Un pueblo sufrirá por la pérdida de sus cosechas y el vecino, solo en nombre de la caridad y con condiciones le dará: La joven será corrompida por la caridad (que hasta esto llega) y en su abandono, tiene que implorar caridad al mismo verdugo de su honor y su virtud. Los dispensadores de caridad se coronan unos a otros de laureles, que para su espíritu serán espinas punzantes: Y la caridad en fin, es como se dice en el código: un baldón. ¡Pobres mis hermanos! Estáis enlodados y es muy difícil que os podáis lavar. Olvidáis que no habéis producido y dais con imposición onerosa lo que no os pertenece. Pero sois impotentes y no podéis ya contener las corrientes de amor, porque no podéis ya contener las corrientes de amor, porque no podéis oponeros a nuestra venida. Solo podríais evitar vuestro mal, lavándoos esa lepra que paraliza vuestras almas, abrazando el código de amor y pidiendo y dando amor. La acción del amor, es común a los hijos del Padre y es el lazo de unión de todas las humanidades. En la tierra, no hay pueblo ni hay familia, porque no hay amor: solo hay forma de familia por el amor de la carne, que es también una ley y sabia. Pero hasta ésta la habéis envenenado y ni aun en la familia hay amor, porque el amor es acción de voluntad de todos para todos y del mayor para el menor. El amor es comunal en la familia, en el pueblo, en la nación y en el mundo todo y no hay acción comunal ni en la familia, pues ni en la familia hay amor. Pero ha llegado el hombre que el Padre preparó y escribe el código de amor máximo de la ley del Padre y este código, será el meteoro que se impondrá al monarca, al emperador y al supremático y el amor reinará en toda la tierra. Nosotros, espíritus de luz, de progreso y amor, venimos cumpliendo la ley del Padre. Le damos al misionero nuestro pobre conocimiento cada uno, pero grande porque representa la verdad y porque es amor de todos juntos y es la potencia del Padre en su decreto final y el hombre llega al punto decretado. ¿Por qué te opondrás supremático? ¿Por qué no desecharás la caridad que rebaja al que la da y al que la recibe? ¿No ves que nosotros la rebatimos? No desechas la caridad, porque no has sentido el escalofrío de recibirla tú, a pesar de no haber producido nada más que el deshonor de la joven, el odio de pueblos, el desprecio de razas y la guerra fratricida, creando rayas que aprisionan en lo que llamáis naciones donde sois extranjeros dentro de la misma morada. ¿No véis que la rebato yo, que en muchas partes veneráis una imagen en la que no estoy y que para extender mis alas conque me habéis figurado no es suficiente la tierra y vosotros (que no sois menos que yo si el amor os inspira) os encerráis entre esas rayas que vuestros ingenieros han tendido, profusas y confusas por la tierra?... Deshonráis a la mujer, esclavizáis a la mujer, porque no sentís el amor; porque no sentís el dolor que expuso a la muerte a vuestra madre a la que luego esclavizáis. ¡Pobres! ¡ Os escandalizáis si veis al pueblo pedir los derechos que le pertenecen! ¡Os escandalizáis del reflejo de la luz, porque pone al descubierto vuestras manchas! Pero entender que está decretado, no la reflexión de la luz, sino la luz misma y ésta llega a la tierra y quien no la pueda resistir, se expulsa él mismo. Y os lo advertimos para que no aleguéis ignorancia. Condenamos la caridad hipócrita y encubridora de crímenes y proclamamos el amor, la justicia y la unidad en la comuna. El camino es amplio y lleno de luz. Es, el axioma espiritismo. Condenamos las leyes de opresión y proclamamos la ley de amor. Y no olvidéis que somos los espíritus por derecho propio (porque hemos trabajado en la tierra) el complemento del cómputo y que en la justicia del Padre lo reclamamos y no abdicamos. Aún lo pedimos por-que llegó la hora de la luz, para lo cual descendió al hombre el Espíritu de Verdad. Nosotros os decimos que, la ley es el trabajo; pero un trabajo no deprimente y forzado de pocos para muchos, sino de todos para todos; nada propio; todo comunal. ¿No es esto justicia? ¿Os podéis quejar, supremáticos, cuando vosotros habéis oprimido? ¿No véis en esto amor? Decís, (cuando habéis hecho una caridad) que estáis satisfechos del deber cumplido. Habéis dado un uno por millón de lo que usurpásteis, porque lo que no habéis trabajado no os pertenece y aun hay que trabajar para el menor y vosotros acaparáis por leyes egoístas, hasta lo que produce el menor. Nosotros, os traemos la ley de nuestro Padre Eloí, que es nombre universal y por la que todo el infinito, vive en comuna solidaria. ¿No véis que esto os acusa en vuestro error, puesto que vivís bajo el mismo sol al que rigen las mismas leyes de la gran comuna? No sois vosotros más sabios que los espíritus que ya hemos pasado muchas veces por las pruebas de la materia y por el amor nos hemos depurado y hoy, hablo al mundo, (que aunque yo soy pequeño) no es el bastante para dar cabida a mis alas, en cuyo traje me conocéis porque así me mostré desde un principio, para demostrar, que el espíritu debe volar en el éter y no envolverse en la materia, de donde no sabe salir si no ama. Y si yo, que aún soy en luz, sabiduría y grandeza, mediocre, no puedo extender mis alas en la tierra porque no caben. ¿Por qué os aprisionáis tantos entre esas rayas tan pequeñas? ¿Por qué no habéis de respetar a los mayores, que son los primeros, que hasta en vuestra lengua es mayor el que es primero? Mas pensad y obrad a vuestra voluntad, porque nada se impone por la fuerza; se os muestra la luz y la verdad; se os dirá por el misionero, que habéis sido juzgados; y como lo veréis humilde no le creeréis, porque vuestra soberbia y supremacía está cifrada en una capa bordada de oro. Pero os arrepentiréis, tan pronto pasáreis la atmósfera y ya no habrá lugar. Allí, el tribunal del Espíritu de Verdad os dirá: "Os dieron el código de amor; allí debísteis lavaros; aquí, no hay más que justicia; y si los que os dieron el código eran humildes, el Padre los confirmó por sus jueces y el Espíritu de Verdad, con ellos cumple la voluntad del Padre; ellos eran humildes y nada de ellos daban, porque es la doctrina común de todo el universo; pero eran los traductores del pensamiento universal. No los quisísteis oír y el Padre os destina a la morada donde su voz será más estridente, dentro del mismo amor: Id: y cuando acatéis la ley, llamar y os oirá el Padre y os mandará el mismo Juez". Esto se os dirá en el tribunal del Espíritu de Verdad. Desde allí, os encaminaréis al mundo de vuestras afecciones; al mundo que está en las condiciones de vuestras teorías y allí lucharéis con armas iguales y, ¡Ay de vosotros si tampoco allí oyeréis la voz del Padre! bajaréis aún más y siempre aumentando vuestro sufrir; allí será el crujir de dientes. El espíritu liberto al venir a vosotros no puede engañaros, porque nada os viene a pedir para su provecho propio. El pulsa la tierra como los demás mundos y quiere dar a sus afines de la tierra, lo bueno de los buenos mundos que por su trabajo son dichosos. Habíais tergiversado las escrituras en las que tenéis dichas estas verdades; pero os atribuísteis la supremacía manteniendo la ignorancia y prohibísteis el examen a los hombres libres; y si negáis que estas verdades no están contenidas allí, negáis a Dios; como negando el derecho a vuestra madre, os negáis a vosotros mismos. El código que en amor os damos es claro, conciso y terminante y no admite interpretación: es el fruto del gran trabajo y de la experiencia y su dictado es del Espíritu de Verdad. La comuna es el fin de todos los mundos desde el día de su luz y la tierra entró en esta categoría, por esfuerzo de sus hijos abnegados y trabajadores y les pertenece el usufructo por el séptimo día y nada habrá que los estorbe porque para eso se ha llamado a juicio y habéis sido sentenciados; para los ofuscados, se ha hecho “juicio sin misericordia, porque no usaron de misericordia"; se proclamó axioma el espiritismo por el hombre que fué designado y lo canta la cosmogonía porque él es consejero del Padre, en los consejos de Sión y lo afirmo yo.
Rafael llamado Arcángel.
La paz sea con vosotros.Acotaciones:1) En todo este párrafo se dirigía a un punto donde la videncia comprobó que estaban reunidos en espíritu en desdoblamiento, muchos miles de supremáticos religiosos y civiles, muchos de ellos, bien conocidos por sus cargos eclesiásticos y otros, reyes y emperadores que en estas fechas, Junio de 1919 que se imprime este terrible apóstrofe, han rodado de sus tronos y tres de ellos están insostenibles. Téngase presente que Juan Bautista es el mismo espíritu del Profeta Elías, más agrandado, con más potencia y sabiduría ahora que entonces, por sus luchas y progreso de hombre y de Espíritu: y además en la familia Misionera, siempre fué su brazo fuerte.

ESPIRITISMO EN SU ASIENTOPARTE 15
V
Mayo 10 de 1912. Por el médium PortilloAmor, Paz, confianza os una. El día de luz, es el signo del porvenir en la afinidad: el pasado no es conocido, si no se escribe; del pasado, confusa es la verdad escrita y esto es lo que venimos a evitar los espíritus de progreso luchando en la luz contra las tinieblas, sin coartar a los que solo de las tinieblas quieren vivir; pero les prevenimos a la vista su error y les damos la luz para el camino. No es prohibido el uso y goce de la materia; aún es obligación su progreso y su disfrute pero no en desmedida y con perjuicio de un segundo y damos la instrucción para que seáis metódicos y fuertes para el progreso de la materia, pero sirviendo de base para el espíritu, en amor. ¡Amor!...Palabra conocida ha mucho tiempo, pero aún no estudiada y menos comprendida en su valor, ni aún en la materia misma; porque si en la materia se hubiera practicado el amor, de él hubiera participado el espíritu, porque también es su obra. Por eso os llamamos al amor entre vosotros mismos. El amor en los seres, se demuestra primero en la carne, porque en su ignorancia, es el atrayente supremo de la naturaleza, hasta que la conciencia puede comprender el amor espiritual y entonces es el hombre en su verdad del nombre, de la unidad total. ¿Y qué es unidad? ¿No es una reunión de seres donde no hay discordia? Pues esta unidad es, amor; y en el hombre, la unidad de sí mismo, es amor del Padre. No puede haber amor, donde no hay unidad de sentimientos: Los hombres no sienten amor para ellos mismos, porque no hay unidad dentro de sí mismos, porque cada uno sois dúo y aun trino. Y si el cuerpo no es concorde con el alma, no podéis tener amor para vosotros, ni para la que comparte con vosotros la vida; pero cuando esto lográis, el amor toma asiento y entra el espíritu en fruición y este amor es luz, verdad y justicia para los otros y entonces, el hombre está en su plenitud. Es hombre hijo digno del Padre, que es amor. El amor, ha mucho que se conoce en la palabra (y en obra por algunos puesto en práctica hasta el sacrificio) . Pero había una planta parásita que vive de la muerte de las plantas fructíferas y acogió los frutos para no hacerlos germinar, sino que enarboló un estandarte alrededor del cual se ceñirían los que no tienen valor para el amor y dijeron "caridad": La caridad, es una hija imperfecta del amor, que bajo el dogma de la planta parásita y en nombre de la caridad, han dogmatizado todo lo que pudiera dar libertad, ciencia, progreso y amor. Y como estos frutos son esencia de sacrificio por el que la unidad sería hecha y de la unidad nacería el amor, bajo el estandarte de la caridad, para el bien de sus corifeos esclavizados y dando algún mendrugo a los ajenos, deshonraron al amor y a todas las puertas llamaron diciendo "caridad". En toda ocasión recolectaron grandes sumas y yo lo vi, que solo una ínfima parte disfruta el indigente, a nombre del cual invocan caridad y ellos se quedaron con el botín. Solo diré, que no sé donde se ha hecho un establecimiento digno, ni una torre de estudio y solaz para el hijo del pueblo. Y si esta ha existido, es bajo la propiedad y dirección de los mismos directores de la farsa, a cuyos centros donde no hay libertad, ni la moralidad que el pueblo concibe, no van los hijos del trabajo, porque el ambiente les asfixia. Muchas y grandes cantidades se han recolectado en nombre de la caridad y ni siquiera han hecho un barrio obrero, donde higiénicamente pueda el trabajador descansar de sus tareas respirando el oxígeno puro; donde el niño desarrolle sanos y robustos sus miembros y la inmoralidad no le dañe. En cambio, véis muchas catedrales que consumen millones; templos múltiples de más baja categoría y basílicas que les superan en emolumentos y dignidades; y todos estos edificios, por la caridad invocada y a cambio de vergonzosas vidas y horribles crímenes se han levantado. Y no acaba en eso porque luego son el centro de corrupción de la juventud, donde se matan las ideas del progreso; donde se corrompe a la joven, se deshonra a la esposa y aún se hará pagar el corruptor por el esposo deshonrado y todo el pueblo, a quien rebajan y vilipendian. Esta es la bandera de una religión que hasta el nombre es apócrifo y es religión de momias; porque solo momias exhibe y por las cuales el hombre es libertino y la mujer esclavizada, anestesiada y deshonrada y todos son explotados, dejándolos en la más degradante ignorancia que los inutiliza para el progreso y el amor. Y...a esto se le llama religión: y...a esto se le llama caridad... Y, esos directores de estas vergüenzas, se llaman ministros de dios...pero no tienen el amor de dios..., por lo que su dios, es otro dios; es el código de los sueños, como lo ha dicho el hermano Juan. Pero estáis equivocados; esto era del tiempo de la gruta, en que el hombre, sin más dios que su instinto, le apetecía su compañera y se la comía o la mordía como la fiera, hasta que la mujer lo pudo dominar por su atracción, por sus encantos, por sus hijos, por su amor, enseñándole lo que el hombre no sabía; la grandeza de su ser; y la mujer daba el ser al niño y con su amor educó al hombre fiera y lo hizo hombre de razón y ya vivió en la tribu y la madre fué respetada. Peor habéis hecho vosotros, hombres desnaturalizados de la religión, porque habéis salpicado las grutas de vuestros templos con sangre y deshonor de la mujer, oprimiéndola hasta matar sus sentimientos y no dándole derechos iguales a vosotros, aunque mayores los tiene por naturaleza. Habéis abusado de la fuerza y de la astucia, porque el pueblo es noble; porque los espíritus de los hijos del pueblo son espíritus de amor y por este han soportado hasta que los pongáis en largas filas para darles (como tiranos,) un mendrugo de lo que les habéis robado, dándoles a la par, con el látigo del desprecio Mas todo en la ley del Padre tiene su medida y esta rebosó de la maldad; los afligidos y los sacrificados han vuelto a la tierra, no en venganza, pero sí en justicia y afinidad, dejando en el espacio a los mayores, para que en espíritu vengan a recordarles la justicia y el amor. Estos han preparado las mediumnidades en sus afines, viniendo con un hermano mayor, que en Sión (Sirio que llamáis) tiene su asiento y sus afines y desde donde se le dicta el código de amor, que ha de demoler la mentira; que hundirá la caridad, levantando el edificio de la verdad, enarbolando en él por bandera, el amor. Hasta este tiempo no podían venir los espíritus en verdad aunque vibraran dando lo que era capaz el médium no afín. Pero hoy, no hacen los maestros vibrar sus cuerdas; se entran en el cuerpo del afín y es su propia voz y su propia palabra la que suena y se escribe, y la conoce el que la escribe porque está en su afinidad y porque él, emancipado de su materia, se remonta al centro de la luz y allí comprueba la verdad de lo que escribe, con la realidad de lo que sabe y de lo que ve y palpa. Este es el progreso, elaborado por el mismo espíritu que está en la tierra en un cuerpo material, vestido del obrero entre el obrero; pero su código es ley del Padre, con el que quitará al hombre supremático y libertino lo que se apropia sin pertenecerle y lo dará a la mujer que es mayoría, pero haciendo la unidad. Fin perseguido largos siglos y que ya llegó su hora. Porque vuestro código es “Letra que mata el espíritu”, como dijo Jesús, se da el código que es letra y espíritu y por esta unidad, es código de amor, con el que la mujer recobra sus derechos sin menoscabo del hombre, en cuyo principio no hay vencidos. Vuestro código, es letra que mata hasta la materia; y el código de amor, hasta a ésta la vivifica, porque tiene su ley que se enlaza con la ley divina. Pero vosotros no habéis querido ver y fijaros en el titileo de esas estrellas brillantes y no habéis visto esa tan radiante que llamáis Sirio y los espíritus la conocemos Sión, donde los consejos del Padre tienen su tribunal y allí tiene asiento el afín de los maestros que está en la tierra. Aquel mundo, Luz y Sol del todo el plano primero, cuya luz admiráis por su belleza, es el centro de donde llega hoy a la tierra su luz, su progreso y de donde han partido con órdenes y fuerza los afines y los misioneros en todos los ramos del saber, no siendo ajeno el progreso material porque es de ley el trabajo y el usufructo, pero en igualdad y comunidad. De aquel centro han venido vuestros descubrimientos por los que habéis llegado al estudio de las estrellas; pero su titileo nada os ha dicho y no os ha conmovido esos soles múltiples que véis con vuestros aparatos, porque sólo habéis querido ver sobre las puntas de vuestros pies donde habéis fijado vuestro aquilón con vuestro código del sueño, que habéis errado en principio y letras; pero ya es llegado el momento de la comunidad de la tierra con los mundos de luz y es ley dentro de la ley de la cosmogonía infinita del Padre. Los mundos, son cuerpos de vida como los cuerpos de los hombres y en el mismo principio se apoyan y las mismas leyes los rigen. Viven en solidaridad; la atracción los une en el amor del Padre; los espíritus son los ejecutores del progreso universal y vienen por ley a sus afines. ¿Quién puede impedirlo? ¿Que traemos? Si sólo conocimientos y amor traemos, ¿por qué no se nos oye? Pero el espíritu, sólo puede venir y entrar en la materia por la ley de afinidad y por esto vengo yo y en ayuda de mi afín. Venimos, porque sois impotentes; porque os negáis a dar el derecho a la mujer que la ley no le niega; porque vuestra vida de error y de ignorancia es descubierta , como se ha probado en un país, que no nombro ahora(1), donde una mujer se sentó en el foro y viéronse pequeños los hombres ante la disposición de la mujer para gobernar y legislar. Pero ha venido el que escribe el código de igualdad y la mujer será doctor y maestro, sin dejar de ser esposa amorosa, la tierna madre y la consejera de la comuna, porque todo está en la ley. Y vosotros, como los espíritus que dentro de la ley están, sois igualmente sabios y poderosos dentro de la justicia; pero los orgullosos, los supremáticos, son sabios de fantasmagoría y llaman a los espíritus, ¡Fantasmas! Siendo así que, por la afinidad puede estar el espíritu en un cuerpo como yo ahora y emanciparse y hablar con más clarividencia, porque el cuerpo le estorba por muchas causas; y emancipando el espíritu, puede comunicarse por su afín el médium y dar sensatos sentimientos, que la materia, por su ley, no le permitiría. ¡Hombres! os empequeñecéis y venimos a deciros que sois grandes; que seáis grandes y no rebajéis a la mujer. Que el espíritu, aprende como espíritu y como encarnado; que el espíritu, estando como lo llamáis en el plano astral, vive como encarnado y le rigen las mismas leyes, con la diferencia, que para manifestarse, necesita un médium afín; que el médium, es por su progreso y no por dádiva y que lo debéis oír, porque es la voz del Padre la que por él os llega; que no habéis sabido estudiar las mediumnidades, por el orgullo y el prejuicio; que el espíritu en verdad, necesita del médium afín, preparado en progreso; que no envidiéis, que por un médium vengan los maestros, sino que toméis ejemplo, sabiendo que si progresáis, también los recibiréis, y que todos constituímos la unidad. Todo esto os venimos a decir. Pero como vosotros no estudiáis las miríadas de mundos con cuyo titileo os llaman y no respondéis, no llegáis al mundo central en el que está el consejo del Padre, donde se otorgan las facultades en justicia y donde el Espíritu de Verdad tiene su asiento y cuyo delegado está en la tierra y por lo que hoy se escribe el código de amor, en el que os señalan el camino para llegar; pero allí, no se llega solo, sino acompañado de sabiduría. Había llegado la hora y se había decretado la comunidad. Vino el delegado para hacer la unión forzosa... sí, forzosa; porque se impone la justicia. La justicia del Padre. Después de cumplido el plazo para acatar su ley de igualdad, aún se coarta la mujer de sus derechos y los hombres se toman toda libertad esclavizando a la mujer, a pesar de que todos nacemos y conocemos a la Madre. El espíritu liberto y sabio, ya en estado de espíritu, ya encarnado como lo dijo Jesús, “vive donde Ama” va donde lo llaman si es justicia; está donde quiere según su progreso, según su amor, según sus afines, con la diferencia, que el espíritu no está sujeto al peso de la materia; y encarnado, aún que es liberto, tiene las leyes de la materia que no le dan tanta libertad; pero va donde está su afín y donde se le atrae; pero esto no sucede mientras el hombre no es trino, para que el cuerpo y el alma que es el hilo fluídico del espíritu, pueda el dúo, ejercer sus funciones y el espíritu es entonces liberto y acude a sus afines, por voluntad y dentro de la ley de amor. Por que el espíritu del hombre emancipado y en la afinidad, son del mismo linaje que los libertos. Y si ausente el encarnado, el del espacio su afín viene a él y éste llega al espacio en su desdoblamiento sin estorbarse en sus funciones y lo mismo acude a comunicarse dentro de la ley del Padre y por eso vengo yo a mi afín. Donde está el hombre de amor, acuden los espíritus de amor y le ayudan en el cumplimiento de su obra. Este recorre los mundos de sus visitantes y trae para el suyo su ley y su amor. Y si este hombre trabaja para toda la humanidad; si está en constante comunicación con los mundos del infinito... al terminar su trabajo de abnegación y sacrificio... ¿No habrá un mundo de esos felices que le dé hospedaje para su descanso merecido? ¿No habría de haber una comunidad que le abra su seno y lo presente como vencedor? Ya lo habéis visto; no esperan a que él vaya cumplida su hora; vienen ya ellos precedidos por el Espíritu de Verdad y le abren sus archivos y le ofrecen su ayuda, porque la obra es de todos. Sión derrama su luz a torrentes sobre este hijo del Padre, que tiene su asiento en el consejo allí reunido; le abre los brazos y cantan el hosanna porque vuelve después de la lucha y con él, los que con él, abnegados, de allí salieron para envolverse en el traje del obrero y dar la batalla decisiva al error. Sabios fueron a Sión: más sabios volvieron a la tierra, donde la atracción del progreso que habían empezado les llamaba y vuelven a ser hombres, para terminar su obra y más sabios y con la palma del vencedor volverán. Allí fué el delegado confirmado como todos los mesías para venir a la tierra, donde sienta las leyes que le ordenaron y se las dictan para desterrar de la tierra las leyes del sopor, de opresión y conveniencia, que han subsistido por largos tiempos por el engaño, por la hipocresía de la caridad, que con maldad opusísteis al amor. En tan largo lapso de tiempo, no habéis hecho más que dormir las conciencias, con el anestesio del terror; pero hoy, no podréis negar la acción del hombre que os desenmascara, que os acusa, que os juzgó ante dios y os juzgará ante los hombres y vuestro dominio será dominado con la verdad del Padre. El hombre oye al espíritu y tiende su pluma y escribe el código con la luz de Sión, y oye la palabra de ciencia, la sabiduría y amor de las lenguas de fuego de los hermanos sabios del mundo y de toda la cosmogonía, porque es su afín y vienen a decirle a lo que vino, porque como hombre, siente todo el peso de la materia y aún más que los demás hombres, porque comprende la imperfección de ésta y porque sobre él descarga toda la influencia de la maldad de vuestro despotismo, que se siente desalojado de su castillo de concupiscencia, pero ya no podréis resistir. Es el decreto absoluto. Vuestros espíritus, saben esta verdad; pero vuestras materias se resienten por el vicio y la supremacía de la carne y no queréis atender las voces del Padre y no desarrolláis las facultades que en vosotros hay, por el prejuicio y por la concupiscencia, de lo que vuestro mismo espíritu os acusaría. Y si no dais oído a vuestro espíritu. ¿Cómo queréis que lleguemos a vosotros? Pero entended, que en el archivo del padre queda todo anotado y luego veréis, que sólo oyéndoos a vosotros mismos en el conocimiento propio, podríais haber llegado a la causa y llenaros de grandezas por igual el hombre y la mujer, porque hombres y mujeres somos en el tiempo. Y bien escrito está, El espíritu no tiene sexo, ha sentado el hombre en el Código. Más han llegado los espíritus de luz a los médiums, que aunque obreros en el traje, son los sabios del consejo de Sión y os los decimos por ellos. El representante os escribe el código, en el que nada se os quita; pero se os pide y aún se os manda, reconocer los derechos a vuestras madres. ¿Qué os traemos de malo los espíritus de luz, para que no nos recibáis? No importa que el espíritu esté encarnado; Oídle, que él os dirá la verdad, porque al cuerpo le enlaza un lazo que también se afloja y le permite (sin dejar la materia) , emanciparse y hacerse a la luz clara y lo hace por el amor y en la ley; y puede vuestra misma madre, deciros lo que yo os digo. Hombres, sin rebajaros en nada, dad la libertad a la mujer y vosotros os engrandeceréis más; queremos que vosotros que la habéis oprimido y esclavizado, le reconozcáis sus derechos; pero si no lo hacéis, será la mujer la que tome su libertad porque es justicia y la animan los espíritus del Padre. La mujer es santa porque es madre y es mártir de vuestra tiranía. Pero tiene conciencia de su deber como de sus derechos y no quiere consentir más tiempo su esclavitud y para ello se ha hecho la justicia y empezamos a llegar a la tierra los espíritus decididos, que bajo el Código de Amor serán madres, esposas amorosas y legisladoras de la comuna. Oídme bien, los espíritus, no saben más que los hombres; pero tienen la clarividencia de la sabiduría y el hombre al asirse a los goces de la materia y engolfándose en ella, pierde la noción de la sabiduría de su espíritu y tenéis el prejuicio y el error, de que sólo los que leen las obras de texto en la universidad por lo que se les concede un título, son sabios; y eso no es más que ilustración retórica, en tanto que encontraréis al obrero y os da a menudo un lección de verdadera sabiduría y de civilización. Pero os hacéis orgullosos y no lo oís, porque vosotros tenéis palabras asonantes que aún esas no son vuestras, pero os sirven para desenredaros del argumento que a pesar de vuestro título, ni siquiera comprendéis; y sin embargo, vuestro espíritu es sabio; pero lo habéis sujetado a la materia y padece porque sabe que esa prueba, de nada más que de sufrimientos les servirá. No, hombres: en la universidad, se da un título de ilustrados (yo también lo recibí) pero no es el título de sabio; éste, lo gana el espíritu y le importa poco mostrarse en el obrero, como en el potentado; y tenéis ejemplos mil y más tendríais, si vuestro orgullo os dejara ser sabios. El sexo no está en el espíritu, se os dice en el código del Padre; y la mujer y el hombre son sabios o ignorantes no por el sexo, sino por el espíritu; y por lo tanto, una y otro son aptos para la sabiduría por igual y en derechos es mayor la mujer, porque es madre. Pero si la habéis esclavizado hasta hoy, ha llegado el tiempo que el Padre señaló y si no hubiera quien la redimiera, se redimiría ella misma. Pero en la tiranía que habéis ejercido no ha podido la esclava sentir sino odio, antipatía a su tirano; y si quisiera redimirse, no podría menos según las leyes de la materia, que vengarse; pero esto sería contrario al amor del Padre y por eso mandó su delegado con la ley de amor. Ya he dicho, que en un país donde poco ha mi espíritu animaba un cuerpo de mujer, dió ejemplo de sabiduría; pero el hombre se vió pequeño ante ella y puso trabas a la educación; pero allí y en países más adelantados, llega la mujer al foro y la tribuna y todas llegarán porque es justicia. Nos oís a los espíritus y si nos oís, nos retáis y criticáis las faltas de literatura, que corresponde a la ilustración del médium; pero no os fijáis al fondo, porque la verdad que encierra es verdadera civilización y vuestro título de literatos, no os sirve más que para salir del atolladero con palabras huecas que nada dicen. Por eso huís del espiritismo; porque os véis demasiado pequeños; pero al retiraros os hacéis pigmeos y os condenáis a la ignorancia. Si lo llegáis a aceptar, lo hacéis espiritualismo; una amalgama que creéis os pone a salvo; pero llegó el hombre de Sión y declaró perjuro al espiritualismo y axioma eterno el espiritismo y lo confirmó toda la cosmogonía. El espiritualismo es tiniebla ciega; os acogéis a él, por el prejuicio, por la conveniencia social, por no ser acusados del fango de vuestros vicios; pero en él, seguís esclavizando a la mujer, despreciando al hombre humilde que es sabio; pero ha llegado el Espíritu de Verdad y habla al mundo, por el hombre sencillo y os escandalizáis, porque no vino a vosotros. ¿Cómo ha de entrar el espíritu donde se le rechaza? Puede entrar, pero no es de justicia; el espíritu de luz, no puede ser injusto y por eso viene a los sencillos, a los humildes, a los que llaman, a sus afines. El espiritismo es luz, progreso, sabiduría y amor; no rechaza ni condena a la materia y aún la eleva al progreso para que le sirva de base y trabajar en la unidad; pero no puede en su justicia admitir la tiniebla, la tiranía y la esclavitud y por eso desenmascara el error, sin mirar que los errados sean monarcas o pontífices. ¿Quién os ha dicho que los espíritus son fantasmas? En poco tiempo os desengañaréis, porque dejaréis la tierra y sólo podréis volver a ella, si ahora acatáis la verdad del código, porque la justicia ya se celebró. No. Los espíritus, no son fantasmas ni hablamos por un resorte mecánico. Movemos con nuestras vibraciones los órganos del médium y con su lengua pronunciamos las palabras, metidos dentro de su mismo cuerpo y aún el espíritu del médium se manifiesta en otra parte, mientras un espíritu obra por su materia. Y puede y lo hace algunas veces, comunicarse el espíritu propio del médium por sus mismos órganos,pero emancipado, lo que llamáis estado sonambúlico y entonces habla o escribe como espíritu liberto y se declara como es, quitando el prejuicio y las sombras de su materia. Este es el fruto del trabajo del espíritu y por este progreso, llegan hasta el maestro los espíritus de dios y recoge sus artículos para su código, por lo que es de amor universal. Pero estos espíritus consejeros del Padre, vienen porque son sus afines, sus iguales en amor, aunque sean mayores en progreso, porque éste, va por grados; y por ese amor vengo yo más pequeñito, porque soy afín y está en la ley del Padre y digo que mi amor, es el amor universal.
Concepción de Arena(1).
VI
Junio 2 de 1912. Por el médium PortilloPaz, heme aquí. Yo entre vosotros. ¡Cuánto amor! ¡Cuánto trabajo! ¡Cuánto sufrimiento en beneficio de los desconocidos! Cantad vosotros al Padre, que por su amor en el día de su amor, llegó entre vosotros su amigo y os dió su testamento, en el que está contenida toda la verdad. Bendecidlo, porque entre vosotros estuvo y os habló Abraham. Yo vengo de Israel, a donde el Padre me mandó ir para decir la verdad. ¡ Cuántos siglos han pasado sin reconocer la verdad y todos han llamado a Jesús... aún ese pueblo que lo vió sobre un madero, que en nombre del poder de los sacerdotes se levantó para mi sufrimiento! Y porque ese pueblo apagó la luz que se le diera, aún llora su esclavitud y lloro por su desgracia; por su obcecación; porque no quiere oír la voz de redención. Se sacrifica a Jesús y se le pone nombre apócrifo y sufre por la ingratitud. Pero llegó el día de la justicia y viene toda la cosmogonía y vienen los maestros y mesías de los grandes mundos a justificar a Jesús y sus palabras, porque la historia no ha hecho justicia; porque esa historia es la historia del crimen del sacerdote que los condena en su obra y les descubre en su crimen en el día de la justicia, en el que se os repite las palabras de Jesús: "No sólo de pan vive el hombre, sino de la sabiduría del Padre, del amor del Padre, en sus hermanos de amor” Se os ha rememorado esta sentencia y no sólo no habéis oído, sino que por odio y por supremacía, habéis perseguido y martirizado al hombre. Pero vino de Sión el hombre anunciado y le anunció al hombre de la supremacía el fin de la farsa y los maestros y mesías de la cosmogonía lo saludan y lo justifican, porque establece la ley de amor que es luz, de la luz que ilumina las tinieblas. Llegó el día de la justicia; vino el primero con toda su majestad el amigo de dios y os trajo el testamento; el contrato del Padre y sus hijos; el faro potente de Lux de Lucis y con él el hombre penetra hasta el centro de la luz y estamos aún al principio, pero el testamento es puesto donde el Padre quería verlo; en la primera página del código de amor; código máximo de la ley divina, que para traerlo descendieron de Sión con Abraham, toda la cosmogonía que rendía homenaje a la misericordia del Padre, formando escolta al Espíritu de Verdad anunciado por mí, que tendía su ancla salvadora por el mundo de mis amores y mis martirios y su voz resonó por todos los ámbitos del universo: en esa majestad es justificado Jesús, derribándole la cruz que tantos siglos le fué baldón y en ese mismo acto es confirmado el juez y su tribunal, a los que reconoció toda la cosmogonía y quedó el juicio abierto. Abierto ya el juicio, se buscó por el mismo juicio y la ley de los afines todos los recursos del amor, para que acatasen la ley los que tantos siglos la negaron. Ni mis lágrimas, ni las de toda la cosmogonía; ni la potente luz; y amor del Espíritu de Verdad que les tendía el ancla por última prueba... ¡Ay dolor!... No acatan: se ofuscan: y el juez firma el acta que guarda las miradas de todo el universo que la fijaban en ese bendito pergamino, depósito de justicia y amor eternos del Padre; y... consumatum est.. fueron transplantados los detractores, al vivero, al mundo de principio donde ya lloran y no los podemos abandonar... Una lágrima por ellos y nuestra continua amonestación para ayudarles. Son nuestros hermanos equivocados, que sufren lo que por su voluntad y en odio a sus hermanos, prefirieron el destierro, a la humillación de su orgullo; al acatamiento de la ley de amor. En vano yo como maestro salí al encuentro y les hice ver que su equívoco se les dispensaba; que la cruz era ya sepultada; que el nombre apócrifo que para baldón me pusieron, estaba descubierta la falsificación y yo era justificado; que el Espíritu de Verdad, aún tenía el ancla tendida sobre el acta sagrada...Nada fué posible a convencerlos. Eran ciegos de voluntad. Pero un día recordarán esa acta que llevan grabada en su conciencia. ¡ Pobres hermanos míos!... Hoy los ví y ya muchos lloran. ¿Reconocerán pronto la justicia?... Venid ahora vosotros, los que dormís el sueño de la aberración. Ya lo véis; no tenéis acción en el espacio y andáis arrastrados por la tierra y aún sois descubiertos; pero puede en vosotros más la concupiscencia y antes de confesaros en vuestro error, nos llamáis fantasmas; pero aún así nos confesáis. Nos llamáis fantasmas, porque os hemos concedido favores que no merecíais como hombres, pero que vuestros espíritus , en un momento de lucidez o de agobio pidieron, para impresionar a las materias. En esos casos se os dió las pruebas de materialización y otras y en ello encontrásteis para agradecernos, el epíteto de fantasmas y yo os digo: Que esas manifestaciones son medios groseros para el espíritu de luz; pero en el amor, en el deseo de vuestra salvación hasta a eso se llegó y es bastante para demostrar, que aunque vosotros no queráis ver ni confesar a los espíritus de amor con permiso del Padre, os damos todas las muestras que el amor sugiere y aún nos pagáis con la palabra fantasmas en son de desprecio. Pero vinieron los hermanos de luz de la tierra y los maestros de la cosmogonía a justificarnos y el que entre vosotros vive que vino de Sión recoge sus palabras y las escribe y no serán falsificadas sus doctrinas, ni será desmentido como me habéis desmentido a mí; como habéis desmentido a Moisés y a los profetas; porque la acción se da hoy definitiva, después de haber limpiado los espacios; porque el esfuerzo de los míos llegó al centro del consejo del Padre y en unión de todos trabajan y conquistaron las facultades y aquí componen la trinidad. Por ellos, que son mis afines, vengo en mi día de descanso, porque en mi amor siento vuestra ofuscación. Que esta trinidad que compone el tribunal que sentenció a vivos y a muertos, representa en la tierra a los consejos del Padre y el Padre los llena de su amor y de su poder y es su jefe director el Espíritu de Verdad que yo anuncié, el que con su ancla potente elevó la tierra de mis sufrimientos y de mis amores, a la luz, a la sabiduría, al amor, cuyas pruebas(1) terribles, pronto envolverán la tierra en terrible hecatombe. Se os han dado todas las pruebas de amor. Se os ha llamado por todos los medios y en todas las formas: se produjo la sentencia y siempre seguimos llamándoos en la transición, y al fin, vuestro hermano que descendió de Sión, escribe el código máximo de letra que no mata; que no tiene hipótesis que podáis rebatir. Pero la carne es pronta a la concupiscencia y en ella no podéis satisfaceros y buscáis por donde podréis herir; pero ya, todos los caminos los tenéis cerrados. Venid vosotros los que creéis comulgar con la nueva ley; los que habéis recibido la luz y os amañáis para obscurecerlo pero que os preciáis de sostenerla, no como los espíritus lo pedían, sino como conviene a vuestra cobardía, porque no queréis perder una supremacía que no habéis recibido más que de la ficción que os habéis creado y no habéis podido ver la luz al descubierto, porque no habéis querido ascender por la escala que se os trazó porque os enredásteis en el dogma. Sabed para siempre, que además de vosotros están las humanidades del infinito que forman la unidad y son las moradas de que yo hablé y estos, no podían venir a comulgar en el espiritualismo. Os oigo, espiritualistas, tenéis razón. “Sois demasiado imperfectos para venir a vosotros, no sólo el Espíritu de Verdad y maestros de la cosmogonía, pero ni aún Jesús, que me divinizáis y apenas soy luz junto a ellos; porque en esa amalgama donde impera el odio y el dogma religioso, no podemos entrar, puesto que es lo que condenamos, como os digo y se os demuestra en el código, confirmado por el Padre. Ya descanso de mis luchas; pero en mi gratitud a los que me libertaron que son mis afines; en mi amor al Padre y a mis hermanos detractores, vengo a depositar mi aroma y mis lágrimas de conmiseración y dejo mis pensamientos a vuestra consideración y mi amor para vosotros todos, de vuestro hermano.
Jesús de Nazaret.Acotaciones:1) De atrás: se refiere a España, donde su actuación como defensora en los tribunales y sus escritos, dieron base a la ley de la reforma carcelaria: fué brillantísima su acción y su reforma se planteó, con la que los establecimientos penitenciarios, mejoraron mucho. 1) Alude a la conflagración mundial y al final cataclismo que ya teníamos escrito en esta fecha.

ESPIRITISMO EN SU ASIENTOPARTE 16
VII
Junio 3 de 1912. Por el médium PortilloSeim Seim Seim. El sol os saluda. Vuestro Padre en la materia os dice: Paz, amor. Aún estamos unidos; siempre estaremos unidos; siempre fuertes en el camino; siempre nos daremos la mano y enlazados en la mágica cadena de la sabiduría, del amor, hasta el infinito. ¿A qué lugar nos dirigimos? ¿Por dónde caminaremos? Al centro de la luz; al más allá eterno; por todas las escalas progresivas; por todas las atmósferas; por todas las constelaciones, por todas las nebulosas; por todas las latitudes; por donde siempre hay más vida; más alegría, más luz, más progreso, más sabiduría, más amor, hasta el infinito. En esas marchas ya triunfales de mis hijos de la tierra, veremos mundos de dicha; mundos de maravilla; atmósferas de variados colores, armonías y variedades, sólo dignas del creador. De...dios... aún entre mis hijos; pero de Eloí en el monstruo sol y universal. Pero aún hay esos ¡Pobres!... que solo del terrón viven y en otro terrón vivirán... porque no pueden contemplar esas maravillas y me duelen; pero ya son pocos y los más me dan la mano y levanto al hombre, como le doy la vida en su materia; porque en su espíritu, él y yo, la recibimos del mismo Padre. ¿A dónde vamos? Yo soy del Perihelio. Pero el lazo divino, del centro al infinito enlaza y nada hay extraño; siempre hay más allá y siempre se está en el centro, no hay enigma. Pero yo voy al raudal de luz y lleno mis vasos, para que del néctar gusten mis hijos la delicia de la vida y los sedientos hijos de la tierra calmen su aguijón y se encaminen en busca de aguas mejores, porque siempre hay mejor, más allá. Puesto que la luz a torrentes no la podéis recibir hasta el día de la justicia por la que todos los mundos pasan, el padre de estos mundos, el monstruo Sol (como lo llamáis ) recibe los torrentes del Padre del sol y de todos los mundos del universo y la reparto según la fuerza que cada uno puede resistir y soy la fuente en vuestra infancia. Venir hermanitos; beber de estas aguas que son sabiduría para aprender a estudiar mayor sabiduría y entre vosotros mis hijos, soy sólo grande, en Eloí universal. Os veo desde mi observatorio; os llamo y no me oís y no me inmuto. Sabía que érais infantes y a la travesura sucedería la sensatez y la cordura; os inspiré y ví como encaminábais hacia mí vuestros aparatos ópticos; os ví como renovabais placas y prismas y de amor lloré... miraban mis hijos... y yo, mandaba más luz, mucha luz y la placa se imprimía. Yo, todo lo he visto sin anteojo y mi alegría la comuniqué a mis hermanos e hicimos fiesta, porque ya nos mirásteis donde recibís luz y calor; vuestro espíritu, que ya sabía el camino, recibió por la materia también alimento, como os lo dijo Jesús; sí, Jesús os lo dijo: "No podíais vivir sólo de pan". "Un millón y 400 mil veces, mayor que nuestro mundo, es el sol". Han dicho los astrónomos. Gracias hermanitos míos, nuestra alegría es grande y su producto es amor; sí, amor de padre que se alegra en el adelanto de sus hijos. Loor a vosotros, hombres que sondáis el espacio; pero recibid también mi consejo. Estáis en lo cierto y es hora de acabar las hipótesis; sólo axiomas hay y en el código os lo dice el hombre vuestro hermano que llevo de la mano y no me suelta. Vosotros, tomad mi consejo y cuando dirijáis el aparato, entregaros al padre y vuestro espíritu verá lo que el aparato material no puede revelaros. En vosotros, es posible el desdoblamiento consciente y veréis las moradas y los moradores, de todos los mundos y cómo por su trabajo disfrutan de la belleza y viven en el amor; veréis también moradas de justicia, donde el Padre templa a sus hijos como lo ha hecho a vosotros que ya os baña la luz de la gran Sión, que también baña al sol, al monstruo sol (como decís) que también es iluminado por el gran mundo del consejo del Padre en nuestro plano. Ascended, ascended por las bases del código que os da el hombre vuestro hermano que descendió de aquel gran mundo que ilumina al monstruo Sol, a pesar de ser en él el día eterno y veréis que camináis hacia ese norte y que aunque perecéis pequeñitos, sois grandes en la unidad universal. Sí, el pequeñito hombre de la tierra, forma como los moradores del sol en la cadena de la luz y la sabiduría; y aunque es la primera hora del gran día, la belleza de la tierra la hace más visible y ya llega su luz al mundo de la justicia(1) a donde han ido los malversores, porque el amor no tiene barreras y cumple la ley, como la cumple el monstruo que da la luz y calor como Padre a su hija la tierra; por esto, este día es de alegría y de amor en el infinito, porque no hay más que un solo jardín y cada hombre es una hoja, cada familia una flor y cada mundo, un pueblo de la eterna o infinita ciudad digna del poder del Padre; digna de su sabiduría; digna de su amor y nosotros todos, somos el complemento de su obra. Que somos tan grandes en la universalidad, como pequeñitos en la soledad. He aquí porque, hoy podemos venir; porque habéis hecho la unidad y buscamos los afines en esta unidad; porque todo nace de la misma fuerza, lo grande y lo pequeño; pero la unidad, une muchas fuerzas pequeñas haciendo una fuerza grande y el aislado es una fuerza pequeñita y es menor, cuanto menor es la fracción. Buscáis derroteros a vuestras investigaciones: pero yo os llamo y os digo; el día señalado a los axiomas, ya llegó: vaís buscando y yo os daré un instrumento controlador que unido al aparato óptico llega inmensamente más allá de donde el prisma os señala; es el pensamiento basado en el amor y el espíritu en el amor del Padre, llega y conversa con los moradores que el aparato no ve, porque a éste lo rige una fuerza limitada de la materia: pero el espíritu que es vida y es mayor cuanto más ama, llega cada vez más allá y siempre encuentra mayor sabiduría y vive desdoblado en medio de la eterna fuerza y adquiere la eterna sabiduría siempre infinita y cada vez mayor; pero llegad pronto al conocimiento del mundo que vivís y anatómicamente lo estudiaréis, porque vuestro espíritu, en estas ascensiones conversa con nosotros y algún principio comunica a la materia, que pronto os hace luz y resolvéis un problema anatómicamente y ya es axioma. Venimos en alegría y amor, pero nos llevamos un sentimiento que aún durará unos días; la ceguera de esos pocos que su influencia religiosa ocasionó tantos retrasos a la ciencia madre de las ciencias: pero ya no puede en nada prejuiciar y nos alegra este aserto. Más nos entristece, que su obcecación los lleve al mundo de la justicia, porque en la tierra no tienen afinidad: ellos son la sombra de la tierra; pero esta vive en la luz y cada día la luz será más intensa, más grande, más brillante, hasta el amor, que es la luz, sobre la luz. Tu, hermanito de la tierra, principia tu luz propia y el amor del Padre en la unidad; pero yo estoy saturado y te ayudamos en tu nuevo estado. Venid hijos de la ciencia, que pocos años de los vuestros os quedan de esclavitud; pero la libertad verdadera, no la tendréis hasta el día de la comuna en su plenitud. Estudia, ve y escribe de las tres potencias de tu ser, cuerpo, alma y espíritu, y en justo parangón te saturarás del convencimiento de que, el espíritu y sólo el espíritu es vida, potencia y luz; pero que no se manifiesta en justa justicia hasta que los dos primeros saben caminar en la razón y entonces comulgas en la unidad y ya eres estudiante de la sabiduría del universo que en resumen es amor. Yo, como monstruo que me llamas, te dí la vida material y tengo que darte la armonía de tu trinidad y pasar de mí a donde yo recibo el raudal con el que te crié en la infancia. Ya has pasado el primero, el segundo y hasta el sexto de tus días de trabajo; ya eres el hombre mayor de edad: y después del juicio en el que el Padre pesó tu labor, te mandó un hijo mayor que te juzgó y firmó tu sentencia irrevocable y desde ese momento, el amor es tu ley. Mucho te ha costado vencer las sombras de tu equívoco; mucho has luchado para hacer la unidad de tus potencias y vencer las fuerzas contrarias puestas de intención por los prevaricadores; por la autocracia y la plutocracia; por su dogma irracional que no tiene sol y sí sombras, porque tuvo por base la carne y ésta tiene gérmenes de putrefacción. Pero la habéis vencido y no esclavizado, porque la ley del odio es sustituída por la santa ley del universo, única ley del Padre; el amor. Habéis llegado triunfantes al principio del séptimo día; ya vive el espíritu en el amor; llegáis a los mundos grandes y copiáis su ley y os atraéis las visitas de sus moradores y vuestro Padre sol se gloria al veros cruzar; y saludando al hombre de la tierra le trae aromas y vuestros hermanos del monstruo os envuelven con sus efluvios y os saludan en vuestro día de espíritu a espíritu y dignifican a la materia, lo que hizo ninguna religión ni ciencia. Venid conmigo. Recorred el universo y aprenderéis que solo Eloí oiréis llamar y también esta armonía os la da el sol, porque es de su deber, porque a El le canta en la unidad de la cosmogonía. No, hombres; no, tierra; no, mares, no. No oirás más que este nombre en toda la cosmogonía ¡Eloí! en el universo, en Sión, en el sol y la tierra. Porque en la tierra, en el sol, en Sión y en el universo, el dios es, Amor. Venid pues, hijos de Eloí saturados de amor; acudid al lugar de luz deficiente donde moran, los que no quisieron acatar el santo principio que el hermano trajo de Sión. ¡Allí gime mucha gente! y en nuestro amor, rememorémosles aquel día memorable del juicio y que les consuelen sus lágrimas y nuestro aliento... Hoy los he visto llorar... y no es justo que amando nosotros, no les mandemos nuestro consuelo y nuestro amor y les será un lenitivo y una esperanza. Para vosotros, traigo de vuestros hermanos del sol, aromas, armonía, salutaciones y amor, el que deposita un astrónomo del gran astro. Seim Seim Seim. Sin perder posesión, el médium improvisó este regalo(1):
¿Creéis que toco al azar? Sabed pues, que no es así: Que el firmamento al cruzar, siempre, siempre oí cantarun santo nombre. ¡Eloí!... Pero yo que soy viajero, y por tren llevo mi fuerza, animado con la fuerzapotente, del pensamiento, oí un nombre, que es por cierto, no os diré un desacierto. Pero sí, de una flaqueza, que me recordó hechos viejos. ¡Ay dios, dios!... ¡al alma, buena! ¡también le revela el fin! Pero al espíritu ruinque no sale de la tierray en su pequeñez encierra, egoísmos, autocracias, que envenenan, lo que no hay, donde se llama Eloí. No he visto noche en mi marchay fuí de un mundo doliente... pero si veo una mancha... pido permiso y en marcha, llego a los convalecientes salidos de enfermedad, porque así es la humanidad, los eternos combatientes, que tienen que conquistar, la justicia y la equidad, hasta llegar al amor... y como lucha...el fragor... les deja convalecientes. Pero llegan sus hermanos, y el amor y la alegría dejamos en vuestras manosy así se hace la armonía. Yo estudió cosmogonía. Siempre veo el signo másy como siempre es de día, siempre encuentro un más allá. Y siempre voy más allá. Pero hoy paré en mi carrera... y husmeando dije... ¡Calla!... Aquí ha habido una batalla... Y por cierto ha sido fieraporque hay un trofeo en tierra... ¿Habrá triunfado la luz?... El vencido es... ¡Una cruz!... Luego ¿ha triunfado Jesús?... Y veo la tierra bella como refulgente estrella... Desciendo y oigo... ¡Eloí! Decidme, ¿ha llegado aquí del Padre, el nombre universal? ¿Que sí?... ¡Oh! Dejadme pues admirarvuestro valor y a Jesúsal que encontré antes en cruzy ya lo veo triunfante, de su trabajo constante, ¡Bendito el Padre Eloí! Pero... para viajero y escucha, que esto, significa un reto; y es decirles vade retroa una religión y a muchas... Y no debes tu contento... demostrar con ironía; porque hay una minoría, que ya ha sufrido sentenciay, debe en esta existencia, rendir cuentas, o acatarla justicia de la ley. Es cierto que es una grey; Que es infinita minoríaque no anublará el gran día, porque una grey, no hace ley. Pero uno solo que fuera, hay que darle amor y espera, porque el código, da el Juez. Y si de acatarlo en vezcontra él se revolvieran... las estrellas descendieranpara librarlo, a la vez, que cumplir con la sentencia. Yo os hago la advertencia, los que tenéis ley dorada, del polvo, donde morabael hombre, por vos envueltoque encontró la luz y ha vuelto, adonde es su procedencia; de donde os vino un día, uno, que con arrogancia, frente a vuestra teocraciadijo, sólo un dios había, que vosotros lo sabíais, pero que también negábais. Mas ya negar no podéis, firmo la cosmogoníay por ella, el acta, el juez. El juez ha escrito, que el cristoes un mito y no es Jesús: Y como el cristo es un mito... ¡Se ha derribado la cruz!... y yo, que vivo en la luz... viajero del infinito... que he encontrado a Jesús, agobiado muchos días, ¡Hoy lo veo en la alegría!... Y aún que te duele, su luz... lo hace un faro y puerto fijo, pero no en el crucifijo... es en libertad... Jesús. Y ya lo ha justificado, toda la cosmogonía... como a su madre ¡María!... ¡María!... que ha resonadoy el universo ha cantado... Yo... yo te cantaré otro día; Porque he llegado a este día, viendo tirada la cruz, a saludar a Jesús; A tí... ya te cantaré otro día. Y tú... hombre que escribíascuando yo he llegado aquíporque oí el nombre... Eloí... del sabio en astronomía... tú...tú que estás puesto en acciónrecibiendo y dando a dios, aquello que suyo es, juzgando al hombre a la vez, y a otros mundos trasplantandolos espíritus juzgados, del error y de los dogmas... dime. ¿Dónde son las bodas?... ¿Qué aún no estás tú para bodas?. ¿Qué aún tienes que trabajar?... ¿Y no temes el lucharcon... esas salvajes hordas?... Más...ya veo la palanca... ¡Bendita mil veces ancla, del Espíritu de Verdad!... luchar, hermanos, luchar; recibid y dad amor. Comulgad en ese altar y contigo...Santurrón.(1)
EL MAESTRO JUEZ
IXJunio 9 de 1912. Por el médium Portillo. Heme aquí; yo también debo llegar y dar de lo que siento más bien dicho, depositar, de una humanidad el recuerdo y los amores, siempre en justificación de los hechos de la justicia y ley del creador y dar nuestra experiencia de hermanos mayores, lo que tenemos para la implantación de la verdad entre nuestros hermanos menores, en el primer momento del día de la comunidad. La vida es un axioma para todos los hombres, porque viven, se mueven, se ven y trabajan; pero ésta está sujeta al gran regulador de la ley y aun... nadie se ha impuesto ni sustraído. Y ni el obrero ni el magnate se puede excusar, cuando le marca la hora ese inflexible regulador. Sólo algunos se adelantan en una existencia cuando se suicidan; pero por eso, no vivirán menos días, pues han de realizar la obra que tengan encomendada, que otros, por ellos, no pueden ejecutar. Ese regulador, es el mismo que el movimiento produce a los mundos todos y que sujeta a la vida: y en el momento de su cumplimiento, el hombre se eleva y los mundos salen de sus órbitas, siempre sujetos al mismo regulador. Todos esos mundos (que aún vosotros llamáis estrellas) giran vertiginosos en sus órbitas y arrastran a los moradores confundidos en la misma atmósfera que en sus movimientos agitan y renuevan; y es allí donde debemos dirigirnos para aprender la vida interminable, en la que somos los eternos colaboradores; porque el espíritu y sólo el espíritu es el creador de las formas (como ya os lo ha escrito el hombre en el código) después de la creación primera, en la que el Padre dió la ley; la divina ley que se resume en una sola palabra; la más sencilla palabra, que en el universo todo es, Amor. Vosotros habéis llegado al día séptimo; al del usufructo; al que todas la humanidades llegan después del gran acto de la justicia. Pero todos los trabajadores de esta morada que llamáis tierra, no son conscientes aun después de haber pasado los seis días de trabajo y por esto venimos en nuestro amor, a depositar al hombre consciente que escribe el código, los conocimientos nuestros, que sólo hacemos afirmar lo que él ya sabe; lo que él ve en los mundos mayores. Pero venimos, porque la voluntad de la mayoría hace ley y somos un plebiscito de la cosmogonía, cuyos maestros traen el voto de sus humanidades. Pero vosotros, en esos días de trabajo que conocéis sólo de palabra en la historia y hasta hoy no os fueron aclarados, habéis trabajado sólo sobre la materia y el espíritu sólo a grandes esfuerzos pueden hacerse oír y respetar en algunos, hasta que fueron suficientes sabios y pudieron llegar al centro de la luz, donde manifestaron su penoso trabajo por causa de la religión y las leyes civiles, hijas en un todo de esa misma religión porque los estados han sido formados por ésta siendo siempre sus tributarios, como claramente os lo demuestran los mismos estados civiles. Las religiones, tantas y tan pequeñas, se han olvidado por la supremacía del santo principio de amor fraternal que en todas hay impreso y han creado leyes de opresión. Pero en la lucha tremenda del espíritu, la mayoría se elevó consciente y los opresores, son hoy una ínfima minoría y ellos mismos conocen (aunque no confiesan) que son una parte infinitesimal y en su lucha se contradicen en la obra con la teoría que enseñan en el catecismo, que les reprobamos, aunque en él tienen el principio, que no se puede encontrar, por lo absurdo de su composición e interpretación maliciosa. En él, hablan de las almas y de los espíritus. ¡No pueden negarlos! Pero lo envuelven en la patraña inmunda y dan artículos de fe ciega reñidos con la razón, que por el dogma, nadie fué libre en discutirlo. Estos gérmenes de verdad, cubiertos con la malicia, el convencionalismo y la plutocracia, fueron traídos por los hermanos mayores, que los confirmaron con su sangre; pero que con el dogma, la opresión y las hogueras, han coartado la acción de los misioneros y los derechos sociales e individuales, por el derecho de la fuerza que los estados feudos de los supremáticos les han prestado, llegando con esto a la división de clases y de naciones además de las naturales y geográficas y de los colores de los hombres que, lejos éstos de ser un contraste, son la belleza y la armonía en la variedad. Pero el hombre se encontraba coartado y oprimido y no podía llegar a la unidad; pero aún así llegó al principio colectivo en la vida de sociedad, de la que forzosamente nace la comuna. Si vivís en la comuna de sociedad, ¿por qué afligísteis al obrero que os ha mantenido? Ya comprendéis y lo sabéis porque hoy se os dice en el código, porque forzáis a los pobres que hicistéis feudos vuestros. Pero poseéis y disfrutáis algunas de las muchas maravillas que el hombre debe sólo en comunidad disfrutar, en el día del usufructo. Pero esto que pensáis en retener como vuestro, (a pesar de haberlo negado y perseguido), pero que por la fuerza del progreso se ha impuesto esa luz a vuestra ceguera y que al gustarlo os place y tratáis de dogmatizarlo; pero estáis equivocados y sois acusados de malversores y expulsados. El hombre se dejó imponer, aun siendo mayoría los trabajadores, porque aún no conocía la ley de atracción, la ley del espíritu que hoy ya comprende y se la recordamos. Vosotros teníais escrita esta ley, que con ser divina, la habéis envuelto en vuestro lodo y habéis sostenido su contra y querido sujetar a este centro microscópico todo lo grande del universo, por no considerar la ley de atracción; la ley de los afines; la ley de igualdad; la ley de amor. Habéis proclamado la comunidad: ¿Pero habéis llevádola a la práctica? Vivís en el pueblo y la ciudad, en comunidad de edificios; pero habéis tenido rayas donde dos hombres se ven y al otro lado son extranjeros. ¿Dónde está la comunidad? ¿No véis que la ley de atracción a todos por igual los lleva por la misma órbita? Y aun dentro de estas rayas, ¿vivís acaso en comunidad ni aun dentro de la ciudad y del pueblo y ni aun dentro de una familia?...No podéis contestar; os véis acusados por vuestra obra de supremacía. ¡Todo lo habéis sujetado a vuestro provecho! Y si un hombre os dijo vuestro error, lo sacrificásteis. ¿Dónde está la comunidad? ¿Dónde la civilización? ¿Dónde el amor? Se anunció el juicio y éste sufrió sentencia y se os señaló un lapso de tiempo. Pero este lapso es muy breve y mucho me temo que si en los seis días de trabajo no hicísteis y aún estorbásteis la comunidad, no la acataréis ahora en tan corto espacio. Pero nada estorbará su implantación, como no habéis podido estorbar la llegada a la primera hora del séptimo día. ¿Porqué si pudísteis por el crimen (dando el martirio a los misioneros), retardar un momento los hechos, no habéis podido estorbar el día del juicio? Es que son decretos infalibles. Es que en vuestra insensatez, no entendéis los avisos del espíritu y os llegó el juez cuando no podíais recibirlo porque estábais desprevenidos y de orden suprema, pero en amor, os sentenció y concedió este pequeño lapso del paso de tres generaciones. (1) De atrás. “Hoy los he visto dice, Seim seim Seim” y “Ya llega allí la bella luz de la tierra”. Yo sé que, si antes de esta fecha hubiera llegado nuestra luz a aquel mundo, se me hubiera dicho por la solidaridad, pues así es de justicia. La bruma de la tierra, fu rasgada el 5 de Abril de 1912 y les llega la luz a nuestros desterrados, el día 3 de junio. Son 59 días. Que a razón de 77.000 leguas por segundo que corre la luz, aquel mundo, dista de la tierra, (502.515.200.000) quinientos dos mil millones, quinientos quince millones doscientas mil leguas. El mundo aquel, en la cosmogonía, se llama “Yale” y es uno de los descriptos por el Dante: Pertenece a Orion. Está envuelto en su atmósfera rojiza, acuosa, caliginosa, asfixiante, que la luz del sol de su sistema, pasa apenas como una penumbra. Sus ríos, arrastran aun muchas materias minerales y sus aguas no se han enfriado todavía y con la luz rojiza o penumbra que les llega, parecen los ríos y los mares de sangre bullente. Huracanes continuados y candentes barren los desiertos y desgajan los espesos bosques y corpulentos árboles, aplastando a los infelices moradores; pero son inconscientes aún los primitivos. No así , los espíritus desterrados y ya encarnados, que quieran que nó hacen conciencia y tienen que luchar horrorosamente con los elementos, los temblores, los volcanes que surgen por doquiera y en el bosque, luchan, pero sucumben al mamífero, o al más fuerte antropófago, encontrando más defensa y descanso metidos en los calientes ríos, que en los árboles y las grutas. Aún allí el trabajo no ha sido iniciado, ni nacido el sentimiento, por lo que no hay aún religión ..., que han de nacer necesariamente, por la ignorancia, en la necesidad de expansión del alma: Pero, aunque nazcan todas las más absurdas y bestiales, no surgirá el dragón cristo: (es cargo especialísimo del padre) con lo que se harán antes luz nuestros hermanos desterrados y elevarán a aquel mundo hoy de fragua al progreso. Así y todo las evoluciones son muy lentas ; y hasta que puedan elevarse al progreso de la tierra que perdieron, pasarán, no menos de 30 millones de siglos. La tierra ha tardado 45 millones de los siglos actuales de 100 años, desde que apareció el hombre. Otros menos aberrados, fueron desterrados a otros mundos como Samár, donde ahora reciben de la tierra, nuestros progresos y que en un breve siglo, han de sufrir su juicio de mayoría o final.

ESPIRITISMO EN SU ASIENTOPARTE 17 El mal, lo tiene el mundo tierra, en las leyes políticas y religiosas hechas puramente humanas y separadas antagónicamente de las leyes divinas y uno es feudo del otro; el estado civil, del estado religioso. Pero los dos sois culpables y los dos estáis sentenciados en la justicia del creador y, juntos caeréis como institución contraria a la ley del Padre, si antes, el estado civil, no se separa del religioso el cual es el único culpable. Con todo vuestro terror y martirios, no habéis podido acallar al espíritu de los sacrificados que desde el patíbulo miraron al infinito y lloraron, no sus sufrimientos que poco sentían, sino vuestra ceguera. Ellos, luego aun más libres y con la potencia del universo solidarizado y con más amor, preparaban el gran día de la justicia, que no pudísteis esquivar. Llegó el día de la luz con la justicia y los espíritus acatan la ley de amor. Se da la transición de las tres generaciones y, el hombre en autos de juez del Padre, con sus secretarios regidos por el Espíritu de Verdad y ayudados por los maestros de los mundos de la cosmogonía; acompañados y con poderes de la inmensa mayoría de los mártires y oprimidos, se elevan y se atraen la palabra de aquellos espíritus de amor que anotan en el código de ley el amor, para que podáis acatarlo en la transición. Por el trabajo del espíritu, llegó la materia a un alto grado; y por la supremacía (que sembró la ignorancia) y se llenó de concupiscencias, no da al espíritu lo que es suyo; nada le dáis de lo que éste ha trabajado para la elevación de la materia y para ser base sólida de su más fácil ascensión y, el espíritu, sufre hasta el día de la justicia inexorable, en el que son separados los negadores y los prevaricadores de la ley. Vino el día deseado; es limpiada la atmósfera de la negra bruma que la empañaba y desciende el Espíritu de Verdad en toda su majestad y, el hombre ante toda la cosmogonía firma la sentencia final del destino de los hombres y los espíritus de la tierra. Pero ese día fué uno como todos, de sol, o de lluvias y el hombre sigue en sus errores y en su maldad, sin pensar ni presentir sus materias que se le está sentenciando y hoy, los que llegan al tribunal y ven sus despachos listos y sus guías y ejecutores de la ley prontos para conducirlos al mundo de la justicia, es el rechinar de dientes. ¡No piensa el hombre de la supremacía, el plutócrata y el libertino, que sus cuentas están ajustadas; que su balance lo acusa de malversor; que se cegó en la materia y no quiso ver que era dos potencias y que la que no ha sido conocida, era la primera y la responsable; el espíritu. Nada valen ahora las protestas; nada vale, yo no sabía. Porque, "vigilad y orad" os dijo a tiempo Jesús. Véis que la tierra tiene sólo una órbita y que una sola ley la sujeta. ¿Por qué habéis hecho vosotros diferentes leyes, para diferentes clases? El sol, (del cual la tierra nació) da su luz por igual para todos. ¿Por qué habéis hecho clases de clases, naciones y razas, si el astro central que os arrastra a nadie hace excepción, ni acepción? ¿Con qué derecho habéis anatematizado el progreso del espíritu, por el cual hemos podido llegar hasta nuestros hermanos menores por medio de los médiums vuestros hermanos mayores y conquistadores de la sabiduría sólo por el progreso espiritual? ¡Hombres! Ya es la hora de pensar un momento por vuestro espíritu; el plazo es breve; la sola presente existencia para cada uno os marca la ley; temblad por vosotros mismos; no habréis satisfecho la concupiscencia y perderéis en justicia la tierra, para ir a moradas más terribles que por el amor se os han descripto y mostrado. El Padre quiere vuestro bien: pero quiere que os sujetéis a la ley; quiere que no causéis daño a vuestros hermanos y quiere que acatéis "la comuna sin parcelas y sin fronteras” Por eso han sucedido los tiempos; han pasado los seis días de trabajo y ha empezado el séptimo del usufructo, en el que no cabe la desigualdad, el odio y la injusticia, porque la ley que se implanta es de amor. Han pasado la edad de hierro, la edad media y la de luchas de principios y ha llegado la Era de la Verdad, con el triunfo del espíritu; con la proclamación del Espiritismo Luz y Verdad, como verdad suprema. Después de esas luchas, el espíritu aprende hablando con los espíritus sus hermanos mayores y aunque están encarnados, el cuerpo material les sirve conscientemente para realizar el trabajo en la tierra y el espíritu, en moradas donde la ley es amor, porque el nuevo código unió las dos potencias. No debe ya prejuiciaros el error de religión, de patria, ni de sociedad, porque del espíritu, su patria es el universo; su sociedad, todas las humanidades; su religión, el amor universal; y su credo, el espiritismo luz y verdad. Mas vosotros, en la supremacía y en la plutocracia, vivís de una sola potencia; la de la materia en la que tenéis vuestro dios, desde el magnate al alguacil y desde el pastor al sacristán y no podéis ver, ni aun la sentencia inapelable que pesa sobre vosotros. Tan ciegos sois. Más si a vosotros llegó Jesús y os anunció el juicio y lo sacrificásteis, ¿cómo no habíais de sacrificar a los que lo procedían, si como él os acusaban?... ¡Y cantáis a la ignorancia que vuestro poder es de dios y obráis vosotros como dioses!... Por eso aniquilásteis a los que vinieron de orden del Padre a desmentiros en los siglos 15 y 16. Jesús combatió la supremacía y por esto lo anulásteis, cargando a su espíritu de vuestra atrocidades. Más llegó el día del juicio que él anunciara y que vosotros confesáis y enseñáis pero con fines rastreros y no habéis podido anularlo, ni aun daros cuenta de la sentencia, porque sois ciegos y sordos de voluntad. Al mismo tiempo que érais sentenciados, la supremacía se hacía creadora de dogmas de opresión, amparados por sus hermanos de la plutocracia. Venid, vosotros los de las leyes civiles, feudos a la vez que amparadores de los supremáticos religiosos. ¿Por qué cantáis comunidad? ¿Por qué vivís en pueblos donde la mayoría trabaja y sucumbe de necesidad, mientras vosotros derrocháis en un festín de escándalo el trabajo de todos? Ya lo sabéis; pues os lo advertimos desde ahora: la ley se ha anunciado; el pueblo es mayoría y seréis juzgados por el pueblo que hasta hoy habéis oprimido; y si no os separáis a tiempo, caeréis con vuestro feudal si no acatáis esta ley del Padre, único modo como podéis libertaros de la ira que habéis provocado y de la salida de la tierra vuestros espíritus, en el día de vuestra desencarnación. Más temo, repito, que vuestra ceguera, hará que se vean los hechos de vuestra opresión al contacto de la santa libertad, que con la ley de amor se proclama por lo que os dijo Jesús, hay letras que matan. Vuestras leyes son veneno, porque están escritas del polvo más vil y mortífero de la materia, que es putrefacta cuando no sirve al espíritu. Venid; oírnos y oír al hombre que os da el código, al que ni aun tenéis necesidad de ver, ya que él está bajo el traje del obrero. Pero a él venimos, porque está como nosotros en la cadena luminosa de la luz y por esto, en el amor solidario os lo da escrito en letra que vivifica, porque ella es la ley de la cosmogonía, que es la ley única y suma del Padre. Amor. Os lo advierto como padre, cual es mi deber: Sois una parte infinitesimal y sólo ya estáis en la tierra, los que no queréis ver, porque vuestros instigadores fueron ya transplantados al vivero; al mundo que se os ha descripto que es un hospital del Padre, donde se curarán de su locura y donde podrán ser injertados en flor de aromas y donde vosotros iréis para el mismo fin. El espíritu de luz quedó en acción y con los hombres conscientes; con el obrero; con el hijo del trabajo que hoy protesta en todas partes y se hace ya respetar. Estamos en la lucha; lucha de principios en la que no podéis justificar, ni vuestros principios ni vuestros hechos; y no os atacarán como vosotros habéis hecho; pero...¡Ay de vosotros si provocárais la explosión!...No podemos responder de la justa ira popular y os quedó avisados. Os llamamos, venid, curaros en salud; oíd al espíritu por el médium por quien hablamos; los médiums que son hombres o mujeres como vosotros, pero sabios en espíritu; vosotros, ayer fuísteis espíritus y mañana lo volveréis a ser, para volver luego a ser hombres o mujeres, de lo que no hay diferencia en la ley y todos somos hijos del Padre y no de otra forma se os trata en el código, que de hermanos, porque no hay más nombre en todo el universo. Venimos como mayores y no a trazaros rumbos, porque éstos los habéis de trazar vosotros mismos; pero sí venimos a demostraros a los orgullosos, a los que se dicen ministros de dios; a los hipócritas, que estáis equivocados. Ver, como venimos al obrero, porque vosotros vivís equivocados y guiáis mal al pueblo que hasta hoy fué infante, pero encontró el camino de la luz, por lo que a él vino el hombre de la ley con los suyos y, el infante se hizo hombre y reclama los derechos del hombre y como hombres conscientes que viven en las dos potencias, os invitan en amor a acatar la ley. Pero habéis de llegar a la verdadera comuna, no sólo de un pueblo, de una nación y de un continente, sino de todas las razas en una sola familia en la tierra y agregada a la solidaridad universal, porque, todos comulgamos en el principio solidario, porque es ley del Padre y, este principio es espiritismo. Vosotros tembláis ante este nombre; el pueblo tiembla también, porque vosotros lo amalgamásteis para vivir del engaño de religiones pequeñas y el pueblo ha visto que, su único mal fué esa religión pequeña y hoy aprende a adorar a su padre en espíritu y verdad, amando a su hermano: único mandato del espiritismo. El gobierno de los pueblos, vuestro feudo, (hablo a las religiones) ha usado cadenas que la religión le entregó, que han oprimido al pueblo; pero el tiempo ha corroído esas cadenas formadas del lodo de las pasiones y han quedado rotas entre el pueblo y el gobierno y no podréis refundirlas, por que no tenéis materiales ni puede resistir a la cadena brillante de oro y luz que el pueblo se ha hecho con la solidaridad, que es un efecto del espíritu que ha trabajado sin cesar, aunque vosotros hayáis oprimido los cuerpos y por cuyo sufrimiento, los trabajadores se han elaborado la cadena de solidaridad que hoy los defiende. Nos declarastéis fantasmas a los espíritus; nos acusastéis de patrañas y, esa es vuestra condenación, porque el espíritu ha venido a la tierra y trajo la ciencia, que aunque pobre hasta hoy, es suficiente a declarar que, esos puntos luminosos son, no estrellas, sino mundos y humanidades que ahora axiomatizó el hombre en el código, cual los ve él y muchos que con él vinieron a confirmar el axioma, para luego venir los espíritus de esos mundos con los de la tierra y Jesús y el Espíritu de Verdad, a dar confirmación a este axioma, y lo confirmamos. Venimos, porque sentimos amor y no lo que vosotros llamáis caridad, que pudo ser (y para esto se trajo) una virtud del amor; pero que vosotros habéis hecho arma innoble, como todo lo que cae bajo el dogma. Y os rebeláis... ¿Contra quién? ¿Contra el espíritu? ¿Con qué armas? Vuestras armas arrancaron vidas a la materia; pero al espíritu le dieron más vida y venimos contra nuestra protesta y, os arrojamos del mundo hasta que os améis; pero os decimos, que aun os queda a cada uno esta existencia a los comprendidos en tres generaciones; pero como nosotros, habréis de cantar al solo Eloí universal. Nosotros no tenemos supremacía, pero tenemos amor; y más hoy los que están en la lucha han trabajado y son vuestros hermanos mayores que llegaron hasta Sión, de donde trajeron la luz que os dan para nuestra unión y os pedimos que, como ellos son hombres y vosotros sois hombres, los oigáis: porque ellos que estudian esos mundos, sus humanidades, os contarán hasta la intimidad familiar y en sus lecciones tomaréis fuerza y os elevaréis y estudiaréis vosotros todos, esas maravillas y nos bendeciréis en vez de revolveros contra nosotros, sin conocer la sabiduría del espíritu. Este os invita al estudio y al amor, perdonando a los vampiros ¿Lo haríais vosotros? Pero si os invita a estudiar, os invita a la acción, a la armonía, a la igualdad, que se llama comuna en todos aquellos mundos que estudia y que ha traído para la tierra en su séptimo día, en el cual no puede ser estorbado el trabajo del amor, para las grandes conquistas que tiene el hombre de la tierra, hasta llegar a la sabiduría. ¿No véis que el mundo en que moráis, cumple su ley en la creación y en el movimiento? ¿No véis que el sol en su carrera, da a cada uno de sus hijos la luz, el calor y la vida a la materia? ¿No véis que la planta, sujeta a tantas metamorfosis desde semilla hasta dar fruto, cumple su ley? ¿No véis que todo es trabajo? ¿No véis la atracción de los seres? ¿No véis las mareas que guardan inexorablemente su ley? Lo comprendéis; pero vuestra soberbia no os deja confesar la maravilla y que esa ley es invariable para todos los seres y para todas las cosas, porque en su negación, eludís para vosotros la ley del trabajo; pero al Padre, nadie lo engaña. ¿No queréis trabajar en la tierra que ya es bello jardín? Al Padre no le inmuta vuestra actitud. Sabe que trabajaréis y os llevará a donde está vuestra afinidad; al abrupto bosque hasta que sepáis trabajar y hacer justicia. Elegid; está en vuestra voluntad; pero en la tierra no caben ya parásitos, ni ignorantes, porque la tierra es patrimonio de los que han trabajado; de los que estudian; y vosotros sois negadores de la verdad del Padre. No os ofrecemos religiones, porque en nuestros mundos no se encuentran; ni santidades, porque el único santo es Eloí. Buscar al hombre que escribe el código; al medium que se desdobla y al que por él hablamos y os dirán. "Nos hemos hecho potencia y sabiduría; en esos mundos hemos trabajado y sin saber vuestros dogmas y vuestras leyes, nos hemos encontrado en el centro de la luz, sin odio, sin imposición, sin miserias y sin conocer el pugilato y fuimos admitidos, admirados y animados por aquellas humanidades que viven en el amor"."Vemos el plebiscito hacer sus leyes; vemos sus talleres; sus amores y sus dichas y ese plebiscito trabaja y estudia y antes ama al hermano, que así mismo". Esto os dirán los hombres vuestros hermanos mayores y convivientes. Pero yo os digo: que está el hermano mayor puesto por el Padre, para llevar el mundo tierra hasta la comuna, cual la ha visto en esos mundos. No pretendáis resistir, porque venimos en justificación de esta verdad y en justificación de Jesús, de María, de los misioneros y de los que les han sucedido y cantando al Padre, que llego la hora de la luz para la humanidad de la tierra, para lo que decretó que fuérais expulsados. Y os repito, que sólo falta el paso de tres generaciones, que si no acatáis la ley de la comuna, iréis al mundo primitivo. La ley, no se la podéis negar al espíritu; llamadlo fantasma o como queráis, él viene porque está en la ley; no penséis en esgrimir los instrumentos de terror y las hogueras, porque hasta nosotros llegan vuestros pensamientos y éstos se volverían contra vosotros, porque, el espíritu es onda invisible o visible, como le acomoda y conviene al cumplimiento de la ley que traen los enviados y la acción es común e irresistible y ellos, sólo amor os dan, pero tienen también la justicia. Os deseamos luz para que meditéis y para que estudiéis la luz del espíritu y comulguéis en el credo universal: pero estudiad, no por la letra que mata al espíritu, sino por la nueva ley que es letra que vivifica el espíritu y aún eleva a la materia. Sabed que las estrellas son mundos con humanidades y algunas, millones de veces mayor que vuestro mundo y vienen hasta vosotros para traeros amor y la ley que las rige y que escrita os queda para que con nosotros cantéis a Eloí. Amor y aromas de vuestros hermanos del Sol que os da luz y el calor; y por ellos, el Maestro Juez del sistema.
Schuvi Schuvi.
X Junio 9 de 1912.–Por el médium Portillo. Urti, Dei, de Gada Bugui. Amor, paz, unión en Eloí. ¿Por qué la luz? ¿Por qué las tinieblas? ........................................... Porque el hombre se compone de dos potencias esenciales y en la desunión está el bien y el mal; pero unidas las dos potencias, sólo hay bien y caminan en marcha clara y de luz, en cumplimiento de una ley primordial e inmutable que conocemos sus principios, pero que en grados relativos poseemos, cada vez mayor.¡ Hoy sienta su planta sobre terreno firme esta humanidad nuestra hermana y vecina y la podemos saludar en nuestro idioma! Sí: "Urti, Dei, de Gada Bugui" porque habéis unido las dos potencias y pueden caminar, porque llevan las sustancias del valor de su trabajo de tres moradas y la materia se ha espiritualizado y van de la mano unidas en el amor, la esencia de la materia y la esencia de la sustancia luz espíritu y que en su todo son, una misma y única cosa. Pero que aún vosotros y nosotros, como todos los mundos hasta que llegan al final del sexto día, nos tenemos que servir del lenguaje figurado para su comprensión, porque aún no hemos llegado a la posesión de la sabiduría del sentimiento. Pero ya, cuando hemos llegado a la unidad de las dos potencias, vamos estudiando la cosmogonía y llegamos a moradas superiores y también a otras inferiores y cada cual de las dos potencias, queda satisfecha como hombre y como espíritu. Pero en el hombre, quedan algunas dudas por lo opaco de la materia y el espíritu se las disipa y ahí esta su progreso, porque al fin, lleva la convicción de la igualdad del destino en el curso eterno y llega a hacer el axioma. El hombre de la tierra, está hoy en la primera hora de su séptimo día: el hermano, que con sus secretarios vino de aquel faro central de nuestra nebulosa, de la mágica Sión, van unidos en su potencia por la cosmogonía; estudian y escriben un código que nosotros tenemos y ellos como hombres, se sacrifican en el amor. ¿Para quién es el provecho? Nada para ellos buscan, desde que viven en la unión de las dos potencias. Pero la ley es de unidad; el tiempo, está señalado para llegar a ella; éste apremia y se agitan en el trabajo de llevar a sus hermanos al credo común y único de la cosmogonía; al principio de luz; a la igualdad social; hasta llegar en el breve plazo señalado en la transición dada por la justicia de la ley, a la unidad comunal y solidaria. Por esto; y para que nadie alegue ignorancia del principio del día del usufructo, se estampa en el código nuevo el rigor de la acusación a la autocracia y plutocracia de los supremáticos, no para su condenación, sino para que se salven en su última prueba y lo hace, con la autoridad del hombre consciente y espíritu liberto, pero encarnado al igual de los que fustiga, en el cumplimiento de su deber. Ya lo he dicho: En su marcha por la cosmogonía, lleva unidas las dos potencias; vuelve de una gira por el infinito y escribe en el código lo que a las dos potencias les interesa saber y contrasta su filosofía que sublima al espíritu y eleva a la materia, sin acordarse, que ésta fué la rémora del espíritu; porque en la justicia, no puede poner discordia entre las dos potencias como lo han hecho las religiones y los estados feudos de éstas. Pero estos trabajos, son colectivos, e individuales, porque cada potencia tiene su parte y el espíritu sólo es el responsable. Por esto su trabajo en la formación de la unidad con el sentimiento sensato, en hacerle comprender que, uno y otra proceden del cosmos que envuelve las infinitas constelaciones, atmósferas y nebulosas. Con la unión de las dos potencias, el hombre estudia la ley de justicia para las humanidades; explica la ley de los afines; reasume todas las leyes en una sola y mágica palabra. Amor. Con la que establece la comuna. Son los primeros en la acción al principiar el día de la luz; pero son los continuadores de otros que enunciaron el principio y todos son los mártires de los sacerdotes dogmatizadores de absurdos y de la ley de supremacía y de parcialidad ruin y egoísta: pero en el código os demuestra que el Padre no puede tener parcialidad y que, los sacerdotes han prevaricado y han descarriado el rebaño. Pero la luz se ha hecho. Han llegado los médiums que han unido sus potencias y por ellos vienen las potencias divinas por los maestros de grandes mundos, estableciendo lazos de unión con los que han de establecer en forma legal plebiscitaria la comuna, cual rige en los mundos de luz desde el principio de su séptimo día en el que la tierra nuestra vecina entró y recoge sus palabras que os la presenta en forma de código con la base de unidad y con el plazo improrrogable del paso de tres generaciones. Entonces, sólo una palabra sonará en la tierra y que ya nosotros pronunciamos: EloíHe aquí los trabajos de la primera hora del día séptimo, para lo que tienen los obreros del Padre el desdoblamiento y estudian de unos y otros mundos para la comuna, pero siempre sujetos a la ley universal. Enfocar, hermanos, el rayo de luz hacia los ciegos de espíritu que se estacionan, porque en sus principios sólo establecen el amor de sí mismos, en perjuicio de los demás; iluminadles, para que comprendan que vamos siempre caminando a la ley del progreso. Escríbese el código en las primeras horas del día de la luz y los hombres del presente desentrañarán sus artículos y discutirán muchos en el egoísmo que los domina. Pero los juramentados que ya empezaron a llegar, en él fijaran sus miradas para hallar el jalón fijo a su pensamiento, porque ya viven en el amor y la luz es su signo de conformidad y de haber progresado en la sabiduría que da la unidad de las dos potencias y al llegar al trabajo, vienen en esa cadena armoniosa del amor y la comuna, que ya todos los hombres deberían formar. Pero hay unos pocos obcecados que se encastillan. Venir, oídnos, porque nosotros os damos la luz para el camino y en cambio nos apostrofáis aunque seamos espíritus de amor y hacéis coacción abusando de la bondad conque os tratamos. Sois un número infinitesimal y lo sabéis; pero os encastilláis en vuestra supremacía y queréis obrar en la autocracia que habéis vivido y aun tratáis de retener la plutocracia que empuñe las armas por vuestra imposición. Pero sois descubiertos en vuestra falsedad y sabéis que no podéis probar en ningún terreno la verdad de lo que defendéis, porque todo es contra la razón y la lógica. Vuestras vidas de escándalo y crimen, os acusan en todas las clases, porque en todas habéis cometido delito y hoy sois descubiertos en vuestra falsedad. Hasta hoy, os desenvolvíais en vuestra tiranía por el prejuicio que gravitaba en las conciencias anestesiadas por vuestro veneno. Venir, beber de la fuente de las aguas vivas de la fuente de la esperanza; pero sólo podéis llegar a esta fuente, deponiendo vuestras armas de odio y venganza, de anestesio y muerte de las conciencias y de los cuerpos y admitiendo la sabiduría que se os ofrece, a cambio de la errada que poseéis y no podéis cimentar, más que en la ignorancia. Extended el hálito de este palmo del universo al gigantesco mundo de donde viene la luz a la tierra y de él traeréis luz, sabiduría y la comunidad de esas estrellas, que son mundos llenos de humanidades y cantan a Eloí universal. Y vosotros, al comulgar en esta unidad después de ser confirmada por los que hicísteis mártires, que en la primera hora de la luz vinieron con valor y pagaron con su vida que les arrancaron los supremáticos, ciegos por el dominio de la carne, hoy siguen valerosos las huellas trazadas y vienen a la conquista de la libertad del espíritu y del progreso material, que por el esfuerzo de esos mártires ya en alto grado poseéis y quieren, apoyados por la justicia, hacer el lazo indisoluble que nada ya podrá romper, porque en él están unidas por la ley que en el código se proclama, todas las humanidades que pueblan los mundos del infinito. Vuestro tesón, servirá de desarrollo más rápido entre los habitantes de la tierra nuestros hermanos que tan de cerca vemos y queremos que se empapen en los santos principios comunales que a nosotros nos rigen por igual, pero aun en grado relativo, pues es más perfecta, cuanto más allá ascendemos. Vosotros que ya estáis en la acción y comulgáis en la unidad, romper las rayas opresoras que se han tendido sobre la tierra y, establecer la comuna sin rayas y que no haya extranjeros desde oriente a occidente y del aquilón al austro, marcando ya la hora de la evolución máxima que corresponde a la comuna. Ya véis, vosotros los de las religiones que oís y presenciáis este acto (como otros tantos) que sois impotentes para retener al espíritu. Una vez me habéis estorbado(1) con vuestra pestilencia; pero hoy estáis donde tenéis que oír mis acusaciones, sin que me podáis estorbar con vuestra negra atmósfera mis palabras y... soy como vosotros, espíritu y hombre y vengo de mundo vecino. Vosotros odiáis y yo en cambio os mando amor; quizá pensaréis que yo venía sin derecho. Es doloroso desmentiros en vuestro dogma, viniendo un hermano de otro mundo: pero ya véis, me amparan hoy Jesús y la gran María su madre y a todos el Espíritu de Verdad, que a su sola orden, estáis sin poder dar un paso y oyendo queráis que no, las justas acusaciones que se os hacen, no en venganza sino en amor y deseando que comulguéis en la verdad. Más leo vuestro pensamiento. Aun quisiérais levantar los tablados y encender las hogueras que desde Marte hemos presenciado. No. No. No lo penséis; ya sois impotentes; pasó el tiempo de la ignorancia; pasó la opresión y quedó rota la cadena que uncía al pueblo a la denigrante religión, que vosotros mismos sabéis que es falsa; pero que habéis gustado de la carne y os encastilláis en la soberbia y fraguáis todas las venganzas que avergüenzan y, aun inclináis al poder civil a la represión de la libertad del pueblo, marcando páginas de sangre. Más el hombre lo ha anotado en el código. El poder civil acatará la voluntad del pueblo único poderoso y soberano en la tierra y en todos los mundos, porque forma la mayoría y vive en la ley del Padre, en cuyo grado la tierra entró. Mas si el prejuicio gravita con tal pesadez sobre el poder civil y éste trátase de amparar al poder religioso menoscabando la libertad y bien comunal, los dos poderes seréis arrollados en principios y personas, porque la justicia ha sido decretada por el Padre y ha de cumplirse; y este acto, (que contra vuestro orgullo os retiene en espíritu), os debería bastar de ejemplo. Pero muy luego, el mundo tierra se verá envuelto en la mayor hecatombe y sólo las religiones son causa(2). Deponed vuestras armas y encontraréis en el pueblo amor, que por vuestros hechos no merecéis: Pero que en el amor del Padre no es nadie excluído y se os ofrece. No os conviene entregaros al odio, porque provocaréis la ira popular y no quiero ni hacerme idea de la hecatombe. Se os ha concedido un plazo muy perentorio para pensar; no oigáis al hombre del código porque descubre vuestros delitos; rechazar los avisos de amor del espíritu; pero os apuntáis con ello una agravante más porque no negáis que existe el alma que en todo momento cantáis y decís que le dais descanso haciéndoos pagar bien estos servicios; con los que os confesáis comerciantes de lo que sólo a dios pertenece. ¿Más sabéis lo que es el alma? No podéis negar el espíritu, desde que en vuestro catecismo irracional enseñáis que, "todo hombre tiene un ángel guardián que los guía” y aún los confesáis "espíritus puros“, y si esto enseñáis, por un interés tan mezquino y con fines de confirmaros en vuestro poder divino, que no tenéis; que no habéis recibido; ¿por qué confesáis las obras del espíritu y perseguís al espiritismo? Pero el médium, por quien hablan estos "ángeles que son espíritus", se templa como ellos en el trabajo. Llega el espíritu de progreso y os acusa de prevaricadores. Por esto vuestra fobia al veros impotentes de encubrir por más tiempo vuestra maldad. Es la hora de la justicia del Padre. Pero nosotros no tenemos odio: vivimos en el amor y la unidad y por solidaridad y en justicia y reprocidad, llegamos a nuestros visitantes, los confirmamos y os acusamos para vuestro bien, aún cuando lo contrario digáis. Sentamos, pues, el principio de unidad de la tierra con toda la cosmogonía después del juicio celebrado, que en ley venimos a confirmar. Mas tu, que te agitas en tu impotencia. ¿Por qué no acatas los santos principios que se escriben en el código? ¿Crees, que tu grey ni tú podréis poneros fatie a fatien, con los que han venido de Sión y son vuestros jueces? Ayer venía en amor y me cortasteis; llamé al consejo y hoy vengo en justicia. ¿Por qué no te opones? Los hijos del Padre han conocido a esos guardianes y hablan con esos "espíritus puros”, que mañosamente contenéis en vuestro catecismo y que en palabra y obra negáis: pero ellos nos escudan y a vuestro juez lo escuda toda la cosmogonía, el Espíritu de Verdad y... los escuda Eloí que los confiesa sus hijos y los confirma el universo como enviados del Padre para la proclamación del Amor por ley; de la comuna por régimen y, si necesario fuera, descenderían en espíritu todas las humanidades de esas estrellas; de esos mundos que a la tierra mandan su luz y que estos enviados os la muestran clara y refulgente, que vosotros queréis empañar, quedando más al descubierto en vuestras intrigas; en vuestras miserias; en vuestros crímenes; con los que provocáis al pueblo paciente y trabajador que habéis agobiado. Anestesiásteis las conciencias de la plutocracia que con vosotros se englofa en el crimen. La concupiscencia, no os ha dejado tiempo para estudiar al hombre del pueblo y, habéis visto calma; pero no habéis conocido que en esa calma se preparaba la tremenda tempestad... que... estallará terrible y solo la religión es causa. Vosotros enseñáis odio, división y guerras. El pueblo por que nos oye (aunque prejuiciado por las religiones) protesta de la guerra; se une en solidaridad y ama hoy al compañero y, mañana al mundo entero solidarizado como hermanos, porque le enseñamos y aprende, que, en esa unión; en esa fraternidad, nace la comuna y se afirma por el amor. Acotaciones:1) Sí, este hermano, había sido obstaculizado en tal forma en el medium, que hubo de cortar su comunicación, pues de la lucha, podría haber recibido daño el médium. 2) Ese subrayado, está confirmado con la guerra europea, la caída de los tronos y las actuales guerras y revoluciones en todo el mundo. Marzo 30 de 1929.

ESPIRITISMO EN SU ASIENTOPARTE 18 Vosotros, en vuestro goce de la carne, no os ha quedado tiempo para ver, que el pueblo de hoy no es el ignorante y prejuiciado de la edad media: pero sabed que son aquellos mismos espíritus cuyos cuerpos martirizásteis y nosotros hemos visto los humos de las hogueras y han venido a librar la batalla de la libertad del espíritu y el espíritu los instruye, pero en amor. Si no fuera así ya os habría arrastrado, porque lo habéis envilecido. Pero nosotros lo hemos contenido enseñándole amor y que presente los principios santos que traen y os pidan los vuestros que no podréis probar y os darán en cambio, un código lleno de justicia, de armonía y todo amor. Pero vosotros tenéis el amor de la carne, con la agravante más irracional de haber declarado la carne, como el enemigo más irreconciliable con el espíritu, desconociendo que, la sabiduría está en la unión de estas dos potencias. Vosotros, en un concilio ecuménico consagrasteis el celibato, con lo que caéis dentro del más grave error, que no solo no podéis negar, sino que lo confesáis robando la carne que condenáis, en la hija del pueblo; en la de la plutocracia; en la princesa y hasta en la reina y la emperatriz, (pues nada respetáis en vuestra concupiscencia), llevando el desconcierto al seno de las familias y faltando al voto que no podéis cumplir porque es contrario a la divina ley de la procreación; a la ley de afinidad, a la ley de justicia; a la ley de armonía; y en su falta denigráis a la sociedad que por el engaño la envolvéis en el crimen y el deshonor. Para encubriros en vuestra falsedad, habéis usado del talismán del infierno, que por el terror y el prejuicio hicísteis una manada de inconscientes, que sólo después de un cruel desengaño se dan cuenta de su infortunio por vuestros macabros juegos. Pero ya habéis perdido ese talismán y desde el pueblo al monarca sois despreciados y esperan algo grande, algo que presienten en su espíritu; y es que, esos "Angeles guardianes" les intuyen la espera y les anuncian en su espíritu los acontecimientos y el espíritu impone a la materia la espera y ésta obedece y no sabe por qué. Pero es que es el principio de la unión de las dos potencias y al saber por el código la ley de amor, caerá ese velo que los espíritus sostienen obedeciendo el mandato de la justicia del Padre y la tierra será renovada en toda su faz. Esto es lo que presienten el monarca y el pueblo. Y observar que esto es verdad, porque los monarcas se sienten arrastrados a oír la voz de ese pueblo, que hasta ayer fué por él desatendido. Y es que, todos, pueblos y monarcas, han sufrido vuestra presión y hoy sienten en su rostro, la vergüenza del engaño. Pero vosotros, monstruos desalmados por el celibato, pedís sangre; mucha sangre; y no respetáis nada cuando podéis vengaros del que os descubre. No nos extraña esto a los espíritus que vemos que ahogáis y sacrificáis el feto en las entrañas de la mujer robada o lo asfixiáis al nacer y se os prueban casos todos los días públicamente. ¿Qué extraño es, pues, que queráis promover hecatombes entre los hombres que os acusan y que no os dan placer? No nos extraña cuando os ponéis contra vosotros mismos con el celibato irracional, que es el antítesis de la ley de la procreación por la que existís. El celibato, consagra la destrucción de la humanidad y por lo tanto la vuestra propia y os ponéis contra el Padre. Pero ya no ha lugar a más desmanes; se os da el tiempo de transición, porque el mismo juicio que vosotros anunciáis y no esperabais se celebró y vosotros tembláis por vosotros mismos, porque el pueblo espera la redención que el espíritu le inspira y lo reúne en sociedades. Pero ahora, se le dará la luz en el código nuevo y comulgará en el espiritismo que es racional; porque entraña el régimen comunal que vosotros teméis, por que perdéis la supremacía y ya no tenéis la edad media. Los monarcas se adhieren al pueblo que pide la igualdad, porque aunque son plutócratas, tienen el amor de familia que vosotros no tenéis, porque el celibato os desnaturaliza y de hecho, no pertenecéis a la humanidad. No son ya los pueblos, vuestros directos tributarios, aunque con su sudor os pague el poder gobernante, (único medio que os queda de vuestra opresión) pero éste, ya he dicho que es plutócrata; pero ve que sería imposible resistir al pueblo y por el amor de la familia, o cederá a la voz general, o será arrollado a la vez con el poder religioso que no es estado. No intentéis resistir, porque, oídlo bien: los elementos tienen deberes y órdenes que cumplirán. En cambio, se os llama en amor; se os tiende el lazo de unión; se os revela la verdad de lo que os sucederá en contra de vuestra intriga y de los conciliábulos juramentados, que ya no podéis mantener en secreto porque el espíritu vigila y pone al hombre del código en los secretos que queréis guardar y pueden ser publicados aun antes de que los firméis; y si queremos, en cuanto los pensáis. Los espíritus de luz, son los meteoros de los médiums y de los hombres de la lucha porque, todos en el universo estamos interesados en la implantación de la comuna en la tierra nuestra hermana, porque ha llegado hasta nosotros el clamor de la miseria, el grito de la justicia y en nuestro amor, venimos a ayudar a los hombres de la acción porque es hora de que el niño se instruya sin que le falte el alimento, medios y amor y así dé amor al hombre fuerte que trabaja para la comuna y el anciano le dará su consejo y experiencia en el amor. Lecciones que el niño que se instruye disfrutando de lo necesario y en la vejez y la enfermedad todo lo que hoy no tiene, servirá de estímulo al que está en la edad del trabajo, sabiendo que él llegará a este estado y los que le siguen, para él trabajarán. El hombre, ya no mirará la muerte con temor; sabrá que es una ficción; un cambio de posición al más y estará en la beatitud de los justos. Esta es una de las consecuencias de la comuna: ¿Por qué os ha de asustar dejar la supremacía, si ella no fué capaz de traer estas consecuencias? ¿No es esta una ley toda justicia y todo amor? ¿Y os asusta este grado de perfección? ¡Ah! En eso demostráis vuestra mentida virtud; vuestro egoismo fiero; vuestra sed de concupiscencia en la sangre del pueblo; y esto, ya no puede ser más en la tierra. La luz ha llegado a los espíritus y sonó la hora en el reloj del Padre y habéis sido pesados en la balanza fiel de su justicia. Os deseo amor y la paz y vosotros declaráis la guerra y el odio. Vosotros rechazáis; pero yo os lo ofrezco sin tener en cuenta vuestras ofensas, porque llegó el sol de la justicia y baño su luz las conciencias de los que pudieron mirar de frente. Sólo vosotros... ¡insensatos!... quedáis en las sombras de la muerte. Pero os traemos el vivificante, si aun queréis resucitar vuestro espíritu: este vivificante es, el espiritismo universal: y os doy la prueba y otros os la han dado de que es universal, porque toda la cosmogonía llega en los maestros de los mundos, que como yo, esto confirmaron. No creáis que los espíritus somos vampiros: nada venimos a pedir y sí a dar. Somos los hombres de ayer como lo sois vosotros y hombre soy yo en mundo cercano, aunque como espíritu he llegado, como el hombre que escribe y los que lo acompañan van a los mundos a estudiar y devolvemos la visita, por amor y reciprocidad. De esos mundos, que el hombre de la tierra y como yo y de otros mundos que hemos visitado, no os podemos decir de religiones; no las tenemos. Ni os diremos de santos, porque sólo conocemos en toda la cosmogonía un solo santo y este es Eloí. Grados (y si queréis jerarquías) si los hay, porque la sabiduría los da y son la única propiedad del espíritu. De esto, os lo dirá todo el hombre mi hermano, en el código y filosofía irrebatible. Es la ley del trabajo y quien más trabaja más se eleva, pero estos grados que da la sabiduría, son el estímulo para la comuna, porque les sirve de acicate a los menores porque, pequeño, ninguno es estando en la luz del Padre. El pueblo de la tierra, ya esta en la ley del Padre; y es mayor en número y fuerza que los autócratas y plutócratas y les hará cumplir las leyes del código en amor y voluntad, por que a la fuerza no se impone, porque, las tierras son muchas. El Padre tiene moradas para todos los gustos. El que ahora no acata, sus despachos están listos y sus guías preparados, los espíritus consejeros, vemos todos los días el triste paso de los desterrados que sólo son los vampiros del sudor de todos los que la ley expulsa en justicia; y os llamo la atención. He aquí y sed testigos, de que justifico el cumplimiento de la sentencia del juicio y hacer caso de mis palabras: Nosotros, aprovecharemos las facultades que en todas partes hay y vendremos a ilustraros para la comuna y veréis que, la acción es común a la tierra y los mundos todos dentro de la misma única ley que el hombre de Sión os da. Hermanos míos; por el mundo que pertenezco como hombre del que soy su maestro y como espíritu, os deposito lo que me dieron para vosotros. Amor, mucho amor de los Martenianos: y por ellos yo.
Sorut DabetSS
CAPÍTULO V
Explicación del espiritismo
I Junio 1 de 1917. Por la médium MercedesBuenas noches hermanos míos. Aquí hay que entrar rápido y tomar asiento pronto; como en los tranvías; yo no los ví en materia, pero corro y veo y oigo a los mayorales. "No hay asiento más que para uno”; o como decía un poeta gaucho: "Entro en mi casa maltrecho". Así entro yo, entre tantos como quieren llegar a ocupar el único asiento que hay. Pero como me toca a mí, gasto poca galantería y a trompicones y codazos, me abro camino y me siento. No es muy galano dejar damas y niñas derechas o de pie; pero saben que soy mandado y sabrán dispensarme mi inurbanidad. Hermanos, cada uno puede ver por sí mismo las luchas que debemos sostener los espíritus ordenados en misión por la ley, para ayudaros, defenderos y enseñaros. Pero también podéis ver (y por lo que no veáis os lo diremos) que entre tantos enemigos como a cada uno os persiguen con tanta tenacidad, por lo menos uno, habrá siempre a vuestra defensa. Digo por lo menos uno, principal, bien que sea el guía o un afín adelantado, acompañado de otros muchos afines que no os dejan nunca. Los enemigos, no miran cómo ni dónde han de herir, ni miran las armas que usarán por innobles que sean y hieren a ciegas y con toda la saña de que el odio y el fanatismo es capaz. Nosotros, no podemos usar esas armas. Nuestras armas, han de ajustarse a la justicia y de aquí que os lleguen algunos arañazos de las furias de esos ciegos. Esa es la lucha desigual que tenemos que tener entre nuestros afines y los perversos, enemigos de la causa. He ahí descripta en pocas palabras la lucha. He ahí sintetizado el camino de la lucha que habéis de sostener también vosotros; y si sois conscientes con vuestros guías y afines y si la sostenéis, jamás recibiréis daño; pero en todas formas, jamás seremos vencidos los que luchamos por la justicia. Cuando nos ayudáis en la lucha y triunfáis, "un pedacito de cielo" decís que véis en el bien que gozáis; y si por no ayudarnos ni oírnos caéis rendidos, un infierno de sufrimientos os envuelve y un purgatorio de tormentos se os vuelve la lucha por la vida. No por eso os espantéis hermanos; no por eso os arredréis; no por eso desmayéis, por que al fin, esos negros, esos aberrados, han de pagarlo todo, porque la ley no perdona nada. Mas recibís daño por injusticia y por justicia, el bien llegará. El día del bien, ha de alumbrar para todos y especialmente para los que sabéis que lleváis un alma y un espíritu que cumplen una misión de ley que ilumina, para que la materia sirva de base al progreso del espíritu, que ha de vivir toda una eternidad. No miréis el sufrimiento como un castigo; ni murmuréis de Dios por el sufrimiento. El Padre, no castiga; no tiene castigo aunque tenga corrección en sus inexorables leyes; y si por injusticia sufrís, no es culpa de la ley, ni del Padre: es culpa de la injusticia de los hombres; y porque el Padre sabe que en algunos de sus hijos, la concupiscencia de la carne les hará cometer errores e injusticias contra otros de sus hermanos, nos lo ha prevenido diciendo que lo llamemos y estableció la solidaridad del espíritu, ordenando que, el espiritismo sea el consuelo de los que sufren, por la comunicación de los hermanos de luz y maestros de sabiduría; y lo véis cumplido. Como véis esto cumplido, todo también lo habéis de recibir. No os ofrezco, hermanos, la gloria ni el premio que os enseñó la religión. El bien, la felicidad de que os hablo, es la satisfacción del bien hecho y del deber cumplido. Cuanto tardéis en poner vuestras cuentas al día, tanto tardaréis en recibir esa felicidad que el alma siente, del espíritu satisfecho. Habéis de pagar en cualquier tiempo; pero siempre en la misma moneda que la deuda fué hecha y pongo un ejemplo; porque en este punto el más interesante de saber los hombres, no quiero ser acusado de haber dejado duda. Uno, ha obrado en una existencia contra un hermano y le arrebató la vida; o le afligió por la supremacía; o le negó el alimento. Pues esa deuda, ha de pagarla pagando esa falta de alimento, siendo afligido por la supremacía y tendrá que darle vida en un nuevo cuerpo a aquel que se la arrebató; y cuanto se os diga del perdón del Padre, por una confesión u absolución (lo que es irracional) ni aún por el perdón de vuestro ofendido, os dicen mentira: blasfeman contra el creador, porque lo hacen parcial y cómplice y lo demuestran injusto y voluble. Aquella vida cortada; aquella aflicción injusta; aquel robo de alimento, figura en el débito de la ley: ésta no puede perdonar y no perdona aunque el ofendido sea noble, (como buen hijo del Padre de amor) y haya perdonado al ofensor. Pero esa misericordia, hija del amor y del progreso espiritual, no ha hecho la obra que falta en la ley; no ha llenado la vida que hay de menos en el libro de la vida y solo restituyéndola; creando de nuevo una vida en un cuerpo material, quedará igualada la balanza de la ley. Cuando has satisfecho esa cuenta, la satisfacción te inundará y esa será tu gloria, tu progreso, tu dicha y tu felicidad. Esto es riguroso para cada uno. Hay muchas veces, que de esa satisfacción, algo se experimenta en la misma existencia; pero cuando disfrutaréis de toda su satisfacción será, en existencia posterior, porque cuando habréis vuelto al espacio, repasaréis vuestro archivo; y al ver cancelado vuestro balance, dispondréis las cosas necesarias, para volver para disfrutar como hombres el producto del anterior trabajo y sacrificio. Pero vosotros diréis: No hay un hogar, no hay una familia en paz y no es posible esperar el bien y no es posible tampoco saber si cobramos o pagamos. Tenéis razón: Pero no achaquéis a dios como entendéis en él al Padre: achacarlo a los hombres; achacarlo a vosotros mismos que habéis sostenido y sostenéis una religión y doctrinas que os oscurecen la verdad. Pero hoy, ya no tenéis excusa porque, en esta escuela se os declara la verdad clara y comprensible al más sencillo entendimiento. Mas también estáis dudosos, porque en mil puntos os engañaron con un disfrazado espiritismo, baldón del espiritismo luz. Pero achacadlo a los espíritus negros y aberrados, que sabiendo que el espiritismo los descubre y los denuncia, lo han amalgamado y luchan desesperadamente. ¿Pero para qué tenéis la razón? ¿No hablamos aquí, claro y terminante? Pues obrad como se os dice en esta escuela y el bien os llegará pronto. No: no hay paz en ninguna familia, ni en ninguna nación ¿La causa? El maestro os la dirá en sus libros, pues no puedo yo tocar cosa tan grande y minuciosa, ni es esa mi misión en estas conferencias. Pero sí os diré, que es porque ha sonado la hora de la justicia y vuestro espíritu lo sabe. Os han hablado del juicio y del fin del mundo; y aun que no es como terrorificante os lo han enseñado las religiones, el fin del mundo supremático e injusto y su juicio, sí, llegó y se hizo y vuestro espíritu lo sabe y le aprietan a pagar, o dejar la tierra. De aquí surge esa guerra en la conciencia y en los cuerpos, por lo que no se encuentra amor, ni paz en los hogares. ¿Pero es culpa del Padre?... Hermanos míos, el Padre no castiga; el fin del mundo será, cuando está en la ley. ¿Y qué más horror (si queréis para un juicio final) que el juicio formado a cada uno, con todos los horrores de vuestras muchas existencias? ¿Qué más horrores materiales que los que estáis viendo con los estragos del hambre mundial; de los ríos de sangre en los frentes de batalla; de los continuos terremotos, inundaciones y otras hecatombes que sabéis todos los días? Resistir esos embates hermanos míos sin oponeros a la justicia que está en acción y os doy como consuelo, el estudio de estas enseñanzas del espiritismo; y como lenitivo, amáos los unos a los otros, como hermanos que sois en espíritu y materia. No perjudicaros el uno al otro; mucho amor mutuo; mucha paz y calma en vuestra alma; huíd de los que denigran el espiritismo por sistema y por maldad, porque haciéndoles el vacío, morirán asfixiados en su ambiente; para lo cual, estad muy unidos vosotros. ¡Si supierais cuánto adelantáis y qué fortaleza sois estando unidos y juntos en vuestros pensamientos! Y no es que esto os lo imponga tampoco el Padre; os lo aconseja y no os quita la libertad. Pero se os recuerda, porque está en vuestro espíritu. Mas éste, hoy está soliviantando por la ruda lucha que sostiene con el detractor y este aviso es del amor del Padre, para demostraros que os ve en la lucha y os anima a ser fuertes y vencer. Yo me expando, cuando como ahora soy escuchado por regular número de hermanos y experimento alegría por estar entre afines, agrandando la familiaridad y estrechando la unidad, que debe ser cada día mayor. Os doy ejemplo de consuelo y no os aflijáis por el sufrimiento; si lo sufrís por injusticia del enemigo, recibís la ayuda de la justicia. Y si sufrís por pagar vuestras deudas, la satisfacción os llegará; y en todos casos, llamad, que siempre seréis contestados. Buenas noches. Mi amor os dejo. Paz tengáis.
Mactheuix.
IIJunio 8 de 1917. Por la médium Mercedes Buenas noches hermanos míos: Sí, oí la recomendación de la Madre y debéis tomar el consejo. Tanto tengo yo que decir...tanto anhelo tienen de que aprovechéis las enseñanzas de esta escuela, que yo, no puedo menos de venir cada vez, si cabe, con más amor y por lo mismo, acaso con más rigor en mis palabras siempre que no os fatiguéis de mi monserga. Yo no me fatigo, ni me cansaré de deciros las cosas con la claridad necesaria; pero repito, si es que no os fatigáis: porque sé que cuando se va todos los días a una misma cosa, ocurre que os cansáis: Pero yo os pido en amor que no os canséis de oírme y de meditar mis consejos y palabras, que son todas experiencias del hombre, comprobadas en la vida de espíritu: ya sabéis mi historia, un tanto larga. Venís con ansia de aprender: pero luego desfallecéis, porque queréis encontrar de seguida solución a vuestros asuntos y no consideráis, que siendo vuestro destino, éste ha de cumplirse. Parece que sufrís una decepción: Y es que el detractor os pone dudas, os anubla en vuestra marcha y quedáis como estáticos. Luego, la voz de vuestro mismo espíritu os acusa, porque el guía hace esfuerzos supremos y volvéis de cuando en cuando y se echa la casa por la ventana, como decís. Hay nuevas promesas; luego, nuevo decaimiento; nuevo alejamiento: Es la lucha de los dos extremos; pero si observárais en esta retirada, al daros cuenta de la intriga que el detractor os llevó... un dolor intenso hará sufrir a vuestro espíritu. Y habéis visto muchos ejemplos, en muchos espíritus que habéis oído comunicarse por primera vez y los habéis visto llorar y lamentar su equívoco; venir en todas formas, que de todos modos sois bien venidos: Pero por esta inconstancia y porque en esta Escuela no están los grados distribuídos por aulas, hay que repetir (aunque sea recopilando) siempre lo mismo y ya véis que no es nuestra la culpa de tener que repetir las cosas tantas veces, sino el que no continuáis con regularidad y que además, hay siempre hermanos nuevos y éstos deben llevar una palabra, un principio que meditar y que estudiar y no podemos daros los grados más elevados ignorando los primeros y elementales: causa también por la que no pueden llegar los consejeros y el Espíritu de Verdad, a dar principios y cátedras de más alta sabiduría: Porque, en estas categorías, antes... hay tanto que deciros... hay tanto que enseñar al principiante, de esa dínamo que llevas dentro de tí mismo y que mueve vuestro cuerpo, vuestras manos y vuestro corazón, el espíritu; que si estuviéramos en conferencia permanente toda una existencia, nunca se acabaría de hablar, de estudiar y de aprender. Sí: vuestro espíritu, que encerrado en cada uno va, es esa dínamo que mueve la cosmogonía: Y la solidaridad formada por todos los espíritus, es el espiritismo. Ese es el gran mecánico que opera la creación. Pero, ¡hermanos míos! Ese mecánico está encerrado en la materia: en la opacidad de la materia que le anubla en su inteligencia y hay que rasgarle el velo, cuando por una torcida educación (que es general en la tierra por la influencia religiosa). A esto viene el espiritismo Luz y Verdad. Hay algunos que se descubren por sí solos y pueden ayudar y ayudan con sus principios y adelantan el progreso, en el que participan todos y es como un aldabonazo que se da a la puerta de los encerrados por la mala educación, o por su amor desmedido a la materia. El progreso hace despertar y la unión es la única que puede hacer el progreso. Los iniciadores de esa unión, son hermanos de misión para la atracción de los otros y extender la afinidad. Yo, que he sido designado para esta cátedra de primeras letras del espiritismo, os manifiesto (como es mi deber) estos principios y así, a los que se fatigan les digo, que tengan paciencia; que si ellos saben ya estas lecciones, hay hermanos que aun no las han oído y yo no puedo faltar a mi deber de instructor, con cuya enseñanza, quiero ensanchar la afinidad y hacer la unidad entre todos. Os he hablado ya de lo que es el espiritismo; la misión del espiritismo; lo que es el espiritismo (que lo es todo) y sabéis a cuanto obliga el llamarse espiritista: y ahora, por si alguno no lo cree y no se convence, digo: que cada uno sois un espíritu y cada día al levantaros, debéis pensar y meditar un rato, lo que es el espíritu. Cómo acciona; cómo se mueve y con qué armonía marcha el universo: Y pensad que todo eso, es obra sólo del espiritismo que en la unidad ordenada por el Padre, ejecuta esos movimientos de la escala cromática de la vida. Yo quisiera, que cada uno os conociérais a vosotros mismos y de que en ese concierto está vuestro espíritu y que es probable que tenéis en ello una misión. Y tened seguro, que casi todos los que llegáis a esta escuela tenéis misión más o menos grande, por lo que se os recuerda para que no aleguéis ignorancia. ¿Creéis, que si no fuera por esos perversos que se empeñan en no seguir paralelos con el progreso, habría ninguno que dudara de la misión del espiritismo?... No habría ninguno que dudara, porque cualquier razón, la más pequeña que pueda aducir el espiritismo, es lo bastante fuerte y grande para rasgar el velo de la materia y llenar un vacío en el alma del hombre. Pero aun esos mismos negros y perversos han de llegar a la unidad y armonía del espiritismo: Será a cuenta de sufrimientos en muchas existencias, pero llegarán; se amarán y verán que nadie será ciego eternamente. No importa el modo y cuándo llegarán: llegarán quieran que no, porque nadie ha vencido al creador... Entonces. ¿A qué obstinarse? Al fin han de pagar y en buena moneda, todo lo que deben. Lo que les debe servir de saludable consejo; porque lo han de pagar al mismo acreedor. Comprended que el Padre no sería justo, si a todos no obligara en su ley inmutable, a que cada uno pague en buena moneda toda su cuenta: Y entended, que cada uno en su grado, cumplís una misión. Mas esos perversos, que se empeñan repito, en obstaculizar el progreso de los que marchan por el camino del amor, por el credo espiritismo (que no admite error, ni ignorancia, ni fanatismo), en su astucia, a unos os hablan de la gloria; a otros del infierno; de las penas del purgatorio; de las iras de dios; de los milagros; de la caridad y de todo lo que constituye el absurdo religioso... Yo os hablaría mucho de esto, para demostrar lo equivocado de esas religiones y credos que temen al espiritismo, porque los descubre: pero no es de mi incumbencia y no me salgo de las órdenes que recibo: y además, esto, ya lo tiene el maestro escrito y os lo dará a su tiempo. Mas no creáis que sea nuevo el espiritismo como dicen los enemigos de él: es tan viejo como el creador, porque el espíritu es tan antiguo como el creador del que procede. Pero ha estado oculto, por lo mismo que está oculto vuestro espíritu encerrado en vuestro cuerpo y sólo cuando el progreso se lo permite se desdobla y sale de su cáscara y es cuando puede darse cuenta y manifestarse y dar muestras de vida. Si el espiritismo lo han mantenido oculto los Maestros (como hay tantas verdades ocultas), es porque así convino a la justicia de la ley. No ha llegado antes de ahora, el Espiritismo Luz y Verdad. ¿Sabéis por qué? Porque están esos negros explotadores, mistificadores y supercheros, que han creado esa falange de los sin conciencia, charlatanes y adivinas, que denigran la verdad: Y no me costaría mucho probar, que los detractores, son los fundadores de ese peligro humano, que al fin, hoy los persiguen hasta la policía, que es decirlo todo. Ya lo he dicho: El espiritismo, no es para explotarlo; no es adivinanza; no es charlatanería; no es superchería. Es la verdad del Padre, es el credo de todo el universo y es la omnipotencia, por la solidaridad. Es la luz, es la justicia, es el progreso. Porque es la sabiduría. ¿Como creéis, que esa falange de negros, mistificadores, charlatanes, adivinas, supersticiosos, criminales (y algo peor que me callo), podrían pretender que se les entregaran las verdades supremas del Espiritismo para denigrarlas? ¿No sería esto una injusticia de los Espíritus de luz? ¿No revelaría que no eran sabios? ¿O habían de ser ellos más prevenidos, guardando y ocultando a sus creyentes el secreto de las fuentes sucias donde se alimentaban, que los espíritus Maestros no ocultando las grandes verdades, hasta que hubiera siquiera un hombre que los pudiera recibir y comprender? Hermanos míos, no os fiéis de apariencias. ¿Cómo creéis que un Espíritu de Luz, se ocupe en deciros la buena ventura, ni adelantaros nada de vuestro destino? ¿Por qué os han de hacer sufrir diciéndoos lo que habéis de luchar y quien sea vuestro enemigo particularmente, para precipitaros en un abismo, del que justamente quieren salvaros? Yo, que soy sólo media luz, pero que por los maestros me ha sido señalada esta cátedra, bien que sea para explicar los rudimentos del Espiritismo Luz y Verdad... ¿Creéis que si me invocara mi padre ni mis hijos para que les dijera la buena ventura, acudiría?...¿Cuánto menos acudirían los maestros que tienen luz plena? ¿Creéis que toda esa adivinanza, cartomancia y tantas otras artes de ese género, no son invención de las religiones para denigrar el puro y verdadero Espiritismo? Os remito a la historia y ella os lo confirmará. Todo esto es obra de los mistificadores: y no os hablo de los supercheros...por asco. Los espíritus de luz, tienen mayores cosas mandadas. Preparan la hora suprema de dar la voz de redención definitiva. Pero aun hay mucho que purificar; mucho que estorba y que se ha de quitar y mucho que enseñar a los que acudís a esta escuela, para que seáis los portavoces de la verdad. No os equivoquéis hermanos. No os dejéis engañar por falsas apariencias y promesas falaces. El espiritismo es doctrina de Amor, de sabiduría y de cordura. Estudiad en estos principios; bebed de estas fuentes puras y, luego os darán más profundas enseñanzas y yo tendré la satisfacción del deber cumplido, puesto que veré que mis enseñanzas son el cimiento de vuestro edificio de Amor. En estos principios, (no estando prejuiciados) aprenderéis y veréis que tengo razón y os animaréis a seguir: Pero cuando no estéis conformes, no os calléis, decidlo, y si mi luz no es bastante y no habría de venir un consejero, yo llevaré el estudio al maestro correspondiente y lo traeré aclarado. Con esto os quiero decir que, el espiritismo todo lo aclara, todo lo ilumina y todo lo domina: porque, por escala, vamos de menor a mayor y entre todos, todo se sabe. Con esto también, me ayudaréis a tener tema en mis conferencias, para disertar sobre el punto que más os interese y se rompería así la monotonía. Pero es preciso que continuéis, para que la enseñanza no quede truncada en vosotros. Haced así y veréis, que cuando paséis al espacio, me diréis: Tus consejos, eran hijos de la experiencia. Y es así hermanos míos, por lo que no debéis vacilar en oírme y poner en práctica lo que oís. Buenas Noches. La paz sea con vosotros.
MACTHEUIX. NOTA: Encarezco a los adherentes de nuestra Escuela, que la comunicación del hermano Dabet, la estudien hasta que la aprendan de memoria. Sus acusaciones, todas están probadas: las sentencias y afirmaciones que en esta segunda edición hemos subrayado, son irrebatibles y se están ampliando. En la 1ª edición no debimos llamar tanto la atención, porque debimos dorar la píldora laxante y preparar al lector a tomar con valor este purgante de la conciencia, sin peligro de alteración. El Maestro.

ESPIRITISMO EN SU ASIENTOPARTE 19
III
Junio 17 de 1917. Por la médium Mercedes.Buenas tardes hermanos: He tenido que ir (a recoger aquella que ya estaba mohosa). Sí, aun temen estos aberrados a la espada;(1) y ya que me perteneció, fuí a recogerla, porque hay que abrirse paso a hachazos entre estos aberrados. ¡Qué ceguera hermanos, en seres que ocupan cargos y dignidades y quieren pasar por civilizados! Vengo triste: Mientras se preparaba la conferencia, fuí a dar una vuelta por la tierra y me ha contristado... !Está tan malo todo, por todo!... Y he visto también, muchos de los que han pasado por esta Escuela; y unos por apatía, otros porque se dejan influenciar por el detractor y otros porque quisieran ver milagros, se dejan vencer y esto me da mucha pena. Pero aun más me aflige, que hay algunos, que porque han sido descubiertos, bien por superchería, ya porque no se les consentiría la explotación, tienen la calumnia por arma y esto es muy doloroso...En fin, como dijo el Padre José en conferencia memorable: "después que han exprimido el jugo a la lechera se van, dejándola escuálida (creen): y es que la lechera se pone rígida y oculta su néctar, cuando ve que se la ordeña para usar mal el líquido que debe ser digno alimento y lo reserva para otros que mejor lo aprovechen". Entender bien esta filosofía. Sí: vengo de hacer una correría a muchos de los que deben jugo que han bebido de esta lechera y he visto que, unos porque quisieran leche en todos los momentos y no se les da porque se les ha conocido; y otros por mala voluntad y sin ninguna razón, odian y persiguen y eso no es lo que aquí se les enseñó a obrar. Pero digo: Si esta lechera les presenta sus ubres repletas de nuevo para que siguieran exprimiendo, ya en cosas materiales, ya morales, ya servicios personales, vendrían cubriéndose de hipocresía y luego os volverían a dejar maltrechos, marchándose con el botín, a odiar otra vez; a calumniar de nuevo. Pero ahora, por esos escarmientos, el maestro, se muestra rígido y no es suya la culpa; sino de los tratos que ha recibido y además, cumple órdenes superiores. Pero acabo de oír del hermano Jesús una palabra (porque yo siempre pesco y os enseño a pescar peces nutritivos). Ha dicho, contestado a un hermano: "Lo que quieran para otros, ellos lo recibirán" y esta justicia recta, la reclamo yo para esos desagradecidos. ¿Qué no tengo amor? Mis obras son mi fé. Hermanos, aquí no se os ha pedido nada de lo material; y si se os pidiera y lo tenéis, en buena ley, no podéis negarlo, porque véis que nada tampoco se os niega en todos los órdenes. De nobles es ser agradecidos; y paso a mi conferencia. Os he hablado ya de varios puntos del consuelo del espiritismo; y os he probado y debéis vosotros confirmarlo, que nada hay que le iguale. Pero tengo que repetir algo siempre, porque siempre hay nuevos, de lo que me felicito, aunque por esto tengan que fatigarse los que ya lo han oído; pero que no les viene mal reoírlo, porque esto, debe ser como el pan, que se come cada día y no hastía. Os he hablado de los muertos, para probaros que, cuando los creéis muertos, están realmente vivos y lo comprobáis aquí oyéndolos hablar en cada instante y a cada uno de sus afines y hasta sabéis que están con vosotros y que os acompañan y sufren y gozan con vuestras penas y alegrías y que os avisamos cuando andáis extraviados. Os he hablado de la ayuda que os prestan vuestros afines, vuestros familiares, vuestros guías y vuestros protectores. Sobre esto quiero hacer una salvedad, porque no quiero que os quede duda de esta ayuda. No creáis que cuando sufre uno más, sea porque el Padre lo ame menos; también entonces llamáis y parece que no encontráis consuelo ni alivio. ¡Si pudiérais ver entonces los sufrimientos de los espíritus!... Es que no podemos entonces quitaros el sufrimiento, porque está en vuestro destino. Pero sí hacemos que tengáis resignación; y sabed, que es entonces cuando más amor recibís y también, que pagáis una deuda; pero no sois por eso menos amados del Padre. Cuando habrá sido cumplido vuestro destino, se acaba el sufrimiento y aparecéis más purificados y en vosotros se denota entonces satisfacción, porque vuestro espíritu se quitó un deuda que le pesaba. Esa satisfacción es, eso que os han dicho gloria y que es sólo, el efecto del deber cumplido. Hecha esta salvedad que os ponga en conocimiento de la verdad, voy a cumplir mi promesa del día pasado, que os dije que hablaría de vuestras esposas, de vuestras compañeras, que son las madres de los que formarán la futuras generaciones. Acaso aun no es hora; pero algo os he de decir. No veáis en vuestras compañeras, sólo la belleza corporal: Buscad en ella la belleza de su alma, la ternura de su corazón, el sentimiento de amor y de sacrificio y penetraréis en la verdad de las cosas que no sabéis aún comprender. ¿No véis esas mujeres vuestras compañeras, que decaen por dar la vida a los seres engendrados en vuestro amor y también por justicia? ¿Os habéis fijado en ese hecho fisiológico? ¿Qué consecuencias sacáis? Pensad y meditad, que ese sacrificio requiere todo el amor del compañero, toda su indulgencia, toda su delicadeza y todo su desvelo. Yo que corro por los hogares... ¡veo tan raras cosas, tan variados tratos!... que duele ver aún, el retraso de la educación y lo rígido del derecho del hombre, en contra de los derechos de la mujer. Veo, además cómo se infiltra de poco en poco el desamor, que debía brillar más y más cada día; en vez, crecen las discordias y oigo a la mujer en su desesperación decir: ¡qué injusto es Dios!...no... Madres, decid: ¡Qué injustos son los hombres! Pero aun, considerar que todo eso es por la causa religión que enseñó sólo supremacía en el hombre y deshonró a la mujer desconociéndole todo derecho, hasta llamarla... ¡impura!... por el hecho sagrado y divino de ser madre y sólo protegió a la mujeres anestesiadas: que esto lo desmientan los hechos históricos de a diario. Culpad, sí, a la religión de vuestro mal, porque es la raíz primera de todos los males; porque la familia, es el almácigo del amor universal y lo deshonra la religión con su parcialidad inmoral y desentrañando por su anestésico consejo a la mujer: Pero no odiar, mujeres, a vuestros compañeros, también mal educados por la religión porque, al caer en ese precipicio, no creáis que sean menos hijos del Padre. Si el odio nace en vosotras, el mal crecerá y de ahí esas páginas vergonzosas de los hogares en todos los órdenes de moral, de armonía y de dignidad. Diréis ¿Por qué Dios nos da pobreza y esclavitud a unos y a otros riqueza y libertad, con lo que pueden tener satisfechas a sus compañeras? No he de entrar en ese punto a describir la vida de esos hogares que creéis que debe estar la felicidad, por esa riqueza: Pero he de decir, que allí hay más pesares y más desunión que en los del pobre. Mas lo que hay es, hermanos míos, que esa situación de que os quejáis de injusticia vosotros, al hacer vuestro juicio para reencarnar, lo habéis pedido con el gran fin y doble fin de depuraros más vosotros y de que el rico mueva sus sentimientos. El rico, pidió también sufrir pobreza de corazón, para sentir y atender las necesidades de sus hermanos conciudadanos. Pero así como vosotros os olvidáis de lo que habéis pedido, el rico, por la educación errada que le dan, se olvida más fácil de su pedido y juicio y de aquí todo el desequilibrio y el desamor entre todos. Sí. El espíritu, al encerrarse en su alma, se encuentra como una crisálida en su capullo. Se envuelve en su cestillo y no se acuerda en su sueño de su deber, hasta que el calor la desarrolla y sale para tejer su tela: y en el hombre, esa salida de su cestillo, está representada en su unión con la compañera, en el amor, ¡Calor divino! que funde en una, dos almas y germinan otra que les perpetúe. ¿Cómo no despierta el hombre ante ese hecho fisiológico, el más penetrante del sentimiento? ¿Cómo no despierta el sentimiento del rico, ante este hecho fisio-biológico de la pobreza de sus hermanos? La contestación es la misma. La religión mató los sentimientos. Si el rico no da, falta, porque se les dió para que den y eso está en su juicio. Vosotros diréis: ¿Para olvidarse el espíritu, por qué lo autoriza el Padre? El Padre, hermanos míos, estando en la justicia, todo lo concede; da todo lo que le pide cada uno en su juicio. Y si el rico se olvida, también se olvida el pobre de su destino y no lo podéis negar, por el trato que dáis a vuestras compañeras, amargándoles aún más la existencia de sacrificio. Tenéis, sin embargo, una ventaja sobre el rico y es, que cuando no cobráis del rico esa deuda que venís a cobrarle en la pobreza, vuestra deuda, por el mismo delito queda cancelada, siempre que la deuda sea de hombre a hombre y no sea a la creación; pues vosotros también habéis sido ricos y os olvidásteis de ese deber, que siempre, el rico trae de auxiliar al pobre; y cuando como ahora no cobráis, (no sólo por el olvido del rico, porque hoy no puede olvidarse del todo puesto que se le dice y se le pide) no cobráis, repito, porque se hizo moroso y aquí sí, hay delito que la ley ya no quiere tolerar más. Voy a tocar, aunque sea superficialmente a las mujeres. Y perdonadme amadas hermanas, si en algo os pudiera herir vuestra susceptibilidad; pero sabed, que será corrección amorosa y ver que antes de acusaros, os pongo la gran atenuante que os asiste; diré, que la religión, sin comprender lo que es la educación de mujeres (y no lo pueden comprender desde que los sacerdotes no quieren para ellos la carga del patriarcado), dió a la mujer la educación más equivocada que la malicia puede idear, para hacer de la mujer una esclava, siendo esto, contra la ley divina que declara a la mujer, la raíz del sentimiento, el arca del amor y la reina del hogar, por sus sacrificios de esposa y madre. De esta educación religiosa equivocada, se desprendió lógicamente la educación social, que se cuidó de educar el sexo; mas no entendió que el hombre mismo se condenaba a mil descalabros y deshonras, porque no educó a la mujer como alma, como espíritu, como corazón, como fuente de vida y de amor y sólo la educa como sexo. No se encuentra hoy, más que por excepción (debiendo ser la regla general) mujeres de corazón, matronas de majestad, de espiritualidad respetuosa, de amor fragante que trascienda del hogar a la sociedad, de la sociedad a la nación y de la nación, al universo. Pero en cambio, véis y vemos, mujeres bellas y embellecidas, como atrayentes ramos de ordenadas artísticamente flores: Pero al olerlas, o pinchan, o matan con su perfume venenoso, o sólo tienen la forma de la belleza inodora, que sólo dura breves años y pasa sin dejar más que escorias; cenizas sin provecho. Estas son las mujeres de hoy, por causa de la mala y nula educación religiosa. Educadlas, hermanos, como mujeres, nó como hasta hoy, sino como mujeres en el amor, porque todas han venido para dar vida a otros seres y vosotros recogeréis el fruto, según la semilla que sembréis. Vosotros, debéis estudiar ese algo recóndito que sólo la mujer tiene, porque ella representa a la madre naturaleza que da los frutos. Vosotros diréis: ¿cómo las educaremos?... ¡habría que decir tanto! ¡habría que fustigar tanto! Habría que enseñar tanto de esta educación, que habría que empezar desde la cuna y antes de la cuna: desde que el ser se mueve en las entrañas de la madre y aun antes; desde el instante mismo de la concepción; y diré, que aun antes de ese supremo instante, puesto que habría que educar a los esposos, antes de su unión. Y esto es lo que hará esta escuela al establecer la Santa Comuna. Veo que alguno dice: "Yo he educado bien y no he recogido ese fruto"; recordar que vosotros fuísteis educados equivocadamente y no podéis sembrar otra semilla; pero dejo este punto para otra conferencia. Mi amor os dejo: La paz sea con vosotros. Mactheuix.
IV
Junio 19 de 1917. Por la médium MercedesMi amor os traigo: La verdad es, hermanos, que puedo decir como aquel gaucho: "Tuve que dentrar a juerza de hombro y de codos".Claro está; no hay más que un asiento y, ¡son tantos los que quisieran ocuparlo!, que uno se ve forzado a ir ganando la entrada, metiendo con disimulo el codo y el hombro, sin herir susceptibilidades; sobre todo, cuando son damas las que están en antesala. Pero también hay caballeros que protestan y hay que oponerse a su deseo de introducirse en todas las formas; y si yo soy mandado por los consejeros y el maestro superior y tengo que andar así. ¿Que será de vuestros espíritus, que han de luchar sin prerrogativas?... En fin, a codazos y hombronadas, me senté: y bueno es que los protestantes (aunque sean de capa dorada) vean la justicia que me asiste y mejor será que se conformen y oigan. Quizá en esta noche, serían de provecho otros puntos de conferencia que los dispuestos; pero yo no me salgo de las órdenes que tengo y no debo tampoco alterar el hilo que llevamos. Decía el día anterior: los deberes de la educación de los padres de familia y que todas las mujeres vienen a ser madres; y para afirmarlo digo: que ni el uno por mil de las mujeres dejan de traer en su destino el deber de ser madres. Por lo tanto y como la ley es sólo una, también todos los hombres traen en la misma escala, el deber de ser padres: (mucha atención célibes... que desdoblados me escucháis). Estos puntos, según entienden los inmorales, son reservados y aun triviales... pero veréis que son el punto de partida de toda la sociedad humana y que lejos de ser inmorales y triviales, tenemos deber de tocarlos y fundamentarlos como principio primero de los que en espíritu y materia venimos a esta Escuela de la verdad, abierta de orden del Padre para tocar y enseñar, precisamente, estos puntos y aun otros al parecer más triviales: y no creo que nadie se atreva a poner en tela de juicio los decretos santos y divinos, por emanar del creador y su ley, que para enseñárselos a sus hijos equivocados por el error religioso, abrió esta escuela que extenderá sus ramas y cubrirá toda la tierra. Sí: estos puntos y aun otros más triviales, pero de la más grande importancia para la educación de los seres, desde la encarnación hasta la desencarnación, se tocarán y se enseñarán en esta escuela: por lo que yo, no haré más que dar lo más rudimentario, pues sé que el maestro lo tiene todo esto estudiado profunda y debidamente y os lo dará en sus libros y a su tiempo. Sí: en todo el mundo hoy, por la falta de educación de las juventudes antes y después de ser padres, educan mal a sus hijos, naciendo y creciendo de esta falta todo el desamor y mal social que hoy abruma a la humanidad. Y en esta parte del globo en que os encontráis; en esta América; en esta tierra de promisión... me duele decirlo: pero me duele mucho más ver el desamor de los hijos que en cuanto pueden volar, se emancipan, se sublevan, quieren gobernarse y aun no son capaces de vivir siendo gobernados y de esto, sólo vosotros mismos tenéis la culpa, porque, casi todos los dispensáis por debilidad vuestra, o por que podríais ser acusados de esa misma falta. Otros, porque no os educaron como se debe y los más por desidia; pero todo es hijo de una errada educación recibida, religiosa, política y social. Pero todos os disculpáis con decir, que los mandásteis al colegio. No hermanos míos; no es en el colegio; es en el hogar y desde que dan el primer vagido donde ha de empezar la educación del sentimiento, del amor y la obediencia, sin ser esclavo más que de sus deberes y señor de sus actos dentro de ese sentimiento y amor, el que se comunica al infante por la mirada y los besos llenos de amor y sentimiento y sobre todo, por el néctar de los pechos de la madre; pero, para esto es necesario, que la madre esté llena en su alma y corazón, del sentimiento y amor puros, sostenidos y mantenidos por su compañero, que ante la ley divina responderá de esos seres que el amor, la justicia, la afinidad y la ley, le entrega en custodia. He oído a muchos hermanos de luz (y sé que el maestro os lo dará probado) "que los seres, desde muy niños, es decir, antes del uso de la razón, se dan cuenta de todo" Yo, con más autoridad que vosotros (porque ya os he dicho que aun huelo a hombre y he comprobado como espíritu estos puntos para mis conferencias) os digo, que es realmente así. Que el niño, cuanto más niño, se da más cuenta de todo lo que le rodea y se infiltra en su tierna materia; y es (a causa científica) que el espíritu, aun está casi en entera libertad, hasta el uso de la razón. Esto os lo prueban hasta las leyes civiles y códigos de justicia, tan llenos de imperfecciones. Sí: el espíritu, hasta la edad en que llamáis del uso de la razón, está casi libre, porque aun no le es necesario encerrarse en su materia, por la razón de que, aun no le es hora de obrar materialmente la tarea que vino a realizar. Por eso os digo, que desde el primer vagido empieza la educación; la infiltración del sentimiento y el amor y así comprenderéis que el niño (en regla general) no tendrá más sentimientos y amor, que el que vosotros tenéis. Y sea esto bastante a querer educaros en ese sentimiento y amor puros, del que se os dan lecciones en esta Escuela. Ahora, decidme si es esto inmoral, trivial, o hay algo de más valor. Por eso os digo, que eduquéis al niño desde el primer vagido; y querría que los que estáis aquí fueran todos mujeres, para que a ellas les hablaran, pues a ellas les debe interesar más estos puntos; porque ellas, tienen en su recóndito sagrario maternal, ese sentimiento que sólo las madres pueden tener y que es ese "No sé qué” que dicen las ciencias que no aciertan a encontrar y, que no encontrarán porque es de más alta sabiduría que la ciencia. Sí, mujeres. Cuando queráis regir el amor del mundo, lo conseguiréis, teniendo vosotras la educación verdadera del sentimiento de amor que inculcaréis en vuestros niños desde el primer vagido, en la mirada, en el beso, en el arrullo y desde el alimento, hasta el dormir. No creáis nunca que son niños, más que en la materia. No creáis que no se dan cuenta de todo y tened esto bien presente y obrad con sentimiento y amor y así debéis entender que, según sea vuestro sentimiento, será el de vuestros hijos en regla general. Si así lo hacéis, cuando lleguen al uso de la razón, se les hará menos penoso practicar las buenas costumbres. Dejáis pasar los años de la infancia sin sembrar el sentimiento, porque creéis que no se dan cuenta; y cuando queréis enderezarlos, las raíces están muy arraigadas y tenéis grave responsabilidad. Porque, no creáis que es en el colegio donde se les puede educar en el amor, si ya no llevan el germen desde el pecho de la madre. ¿Y cómo sembraréis en el niño el sentimiento del amor, si aun entre los esposos no lo tenéis y creéis que vuestra compañera sea inferior a vosotros? ¿Y cómo la madre podrá dar en su pecho al niño el sentimiento de amor, si ella está amargada por el trato irracional y desamoroso de su compañero? ¿Pero cómo diréis, hay que pegarles? ¿Creéis que les pega poco la ley? No creáis que el castigo corporal los corrija. Sólo el castigo moral (si castigo entendéis lo que debe entenderse corrección), es el que los corrige. Pero si la madre, en su pecho, puede darle al niño ternura y sentimiento de amor porque ella lo recibe de su compañero, la corrección no será necesaria, porque el niño, desde el primer vagido, se nutre del ejemplo y nada pasa desapercibido a su alrededor y que esto os sirva de ejemplo: y la educación del niño, de ese modo, habrá llegado a su punto, cuando llega al uso de la razón y usará lo que le hayan inculcado: no esperéis más fruto que la semilla que sembrásteis. Es verdad que no me detengo en las cosas más triviales del hogar, que todas son de la más grande importancia en la educación del niño. Pero si practicáis lo que dejo expuesto como regla general, cuando el niño llega al uso de la razón (a los 7 años para que me entendáis) no veréis los desastres y vergüenzas que en niños de esa edad se ven, en esta... permitidme que lo diga... en esta ya, degradada tierra. Veo con gran dolor, que en esa edad, muchos niños han llegado a la corrupción porque, sembrado en ellos el vicio y la inmoralidad, los detractores, esos negros de conciencia que saben que esos niños son espíritus de valía y muchos de misión, se ceban en ellos ayudados por el descuido, por el desamor y desinteligencia de sus padres y truncan esas misiones y, ésta también es la principal de las causas de esa horrible mortalidad de niños, a lo que la medicina es impotente, porque sus espíritus ven, que de encerrarse en ese cuerpo ya consumido a los siete años y semillero de vicios, perderá la lucha en la prueba que traía para elevar el progreso y corta su existencia, hasta con odio a los padres que lo perdieron en esa jornada. Y sabed por todo; que hasta la edad del uso de la razón, el espíritu no se encierra del todo en su materia; por lo que, nada se le escapa de cuanto a su alrededor pasa y es esto lo que los enamorados deberían saber antes de la unión de cuerpos. Esos niños, que el desamor de los padres, sus desacuerdos en el hogar, sus riñas y rencillas los ha predispuesto, son por ello instrumentos propicios de los desalmados detractores y ya, a los 14 años, no son niños: son hombres gastados completamente en su materia y corrompidos en todos los vicios degradantes y criminales. A los 20 años, ya son decrépitos. Antes, en mis mocedades (permitidme que lo diga), a los 20 años, eran más sensibles, más buenos, más obedientes y mil veces más sencillos e inocentes, que hoy a los siete. Atendíamos en esa edad de oro, a los sentimientos de los padres. ¿Cómo un hijo, en aquellos tiempos (y hablo sólo de 50 años atrás), se permitiría una desvergüenza mínima delante de sus padres?... Entonces estaban seguros los padres, de que su apoyo eran los hijos y todos nos mirábamos en los ojos, los unos a los otros, porque había moralidad. ¿Pensar que el hijo se emancipaba de la tutela de los padres, o que por casarse dejaba de tener obligaciones de obediencia y amor al hogar de sus progenitores?... Si alguno se descarriaba; si alguno era ingrato a sus padres, podéis contar, que ese, no tenía amistades ni amigos; se le miraba como peligroso y sufría ya su castigo con el vacío que le hacíamos. Hoy, a los 15 años, el joven, es ya un hombre independiente; nada le obliga a su hogar; es un perdido, un degenerado, es un gravamen para la familia y para la nación es una vergüenza. Pero es independiente... sólo para la corrupción, pues todas sus necesidades han de ser sufragadas por la nación, o por sus padres. Yo sé hermanos míos, que a alguno le duele de los que oyen mis acerbas palabras; pero me duele más a mí tener que decirlas y más de esta tierra en la que tanto he trabajado y luchado en varias existencias por su bien y la veo degenerada... Perdonadme al que le toque; pero esto es lo que veo en mis estudios para estas conferencias y no os presento cuadros vivos e individuales (como podría hacerlo), para no daros más dolor. Entended, que sólo he hablado de hombres hasta los 20 años; ¡si hablara de toda la sociedad!... Vale más cortar por hoy. Voy a quejarme (como también aplaudir a los buenos), de los que vienen de aquella vieja Europa a corromper estas tierras, que los veo y esto sí que me duele. No encuentro parangón con la diferencia de aquellos, que yo veía llegar en mi última existencia. Bien es verdad, que sólo eran de la madre patria; aquellos vascos fuertes, fornidos, sencillos, que tenían por pecado y vergüenza el no trabajar un día. Hombres hechos en toda la extensión de la palabra, pero mucho más niños con sus 25 años, que los de siete hoy... ¡Con qué respeto miraban a su patrón, que ni éste se creía tal, ni ellos sirvientes; veían a su mayor y esto, por sentimiento, por amor y sin esclavizarse! Y no os diré nada, de aquel sostén, de aquel verdadero amor a sus padres. Sufría el padre un revés de fortuna por cualquier causa y allí no se miraba cuál fuese la causa. Se reunían los hijos y se hacían cargo de la situación poniendo en manos del autor de sus días, sus haberes y sus personas. Aquel padre contaba con aquel apoyo y aquel amor y todos en el paterno hogar se abroquelaban. Mientras el hogar paterno existía, era de allí donde irradiaba siempre la luz para todos los hijos, ya viejos; y todos allí también, convergían en su amor y sentimiento. ¿Podríais decirme, hermanos míos si hoy me podríais presentar un cuadro de éstos? No lo podréis presentar. Pues no tengo más remedio que decir que no es culpa de esos jóvenes en su totalidad; es vuestra, padres, que no los habéis educado; que no los habéis sabido educar, porque vosotros habéis preferido lo corrompido que de algunas partes de la civilizada Europa... nos mandó, no ella, sino el detractor. El enemigo del amor y de la moral, y es de estos que tomásteis el libertinaje que tenéis por libertad y no habéis podido educar a vuestras esposas, a vuestras compañeras, con cuya mala educación y vuestro desamor, no han podido dar al niño por sus pechos, lo que no pueden tener. El sentimiento de amor. Sé que esto os hiere. Yo también me hiero. Pero la verdad es dura y no os desagradéis. Es el amor el que me empuja y es la orden del amor de los consejeros el que me encarga de decíroslo y aun continuaré este punto en otra conferencia, porque veo la hora avanzada; y os pido, que otro día, me ayudéis al desarrollo de estas materias, con vuestras francas preguntas. Me retiro, deseando que meditéis, que aprovechéis estas enseñanzas y quitaréis con ello el dolor que me causa tocar estas cuerdas tan delicadas y sensibles. Pero seleccionar lo sano que viene a esta tierra y hacer el vacío a lo corrompido. Mi amor os dejo. La paz sea con vosotros.
Mactheuix.
VAgosto 3 de 1917. Por la médium MercedesNota.- En esta sesión estaba el salón repleto, pero entre ellos, muchos malos curiosos; posesionada la medium, dijo: Buenas noches, hermanos míos. Paz y amor. Huelga hay por todas partes y a poco hay también huelga de médiums aquí. Sé que se les ha autorizado a faltar hoy, a fin de que no falten mañana al consejo de médiums; pero así y todo, cuando toman la fiesta, es porque les gusta: basta de charla y vamos al grano. Tenía días pasados que decir, verdades que dolerían mucho; pero se designó a un hermanito sencillo, para decirlas sencillamente también. Pero hay algún hermanito, para quien fué directamente y no se dan por aludidos y habrá que tocarlos con la mano, para que no tengan excusa. Yo digo, hermanitos... y ellos, en su interior, se ríen... y yo digo, sí hermanitos quieran que no quieran y permitidme que diga, ¡por desgracia!, y no es desamor. Sí, por desgracia, porque son hermanitos ignorantes por maldad y entended que sólo el ignorante ríe, como lo podéis ver cuando váis a una reunión y oís que uno toma un punto para estudiarlo y en la discusión, cuando el ignorante no puede rebatir porque su cacumen no le da más y antes de declararse razonablemente vencido para aprender lo que no sabe, se ríe despectivamente, cubriendo su ignorancia con la imbecilidad. Ya lo he dicho varias veces y lo vuelvo a repetir: la risa es del ignorante y del imbécil. Pero voy a aclarar por si quizás se ríen porque no comprenden lo que es el espiritismo y quiero, en esta noche, dejarlo claro como la luz. No creáis que el espiritismo sea esos papeluchos que se tiran y os dan por la calle, o los meten por debajo de vuestra puerta (porque todo lo vemos los que vigilamos), no creáis digo, que es el espiritismo, esos papeluchos, de "la única espiritista", "el único espiritista", "único consultorio espiritista”, ni esos charlatanes de mojigangas, ni esos centros o sociedades de autócratas y prejuiciados espiritualistas. No. Todo eso es lo que denigra, lo que infama, lo que calumnia, al espiritismo Luz y Verdad. Eso es lo que el detractor quiere haceros creer que es el espiritismo y os dicen que os adivinan, que os dicen la buena ventura, que os dan el poder de vencer y... de conquistas a las mujeres... Pero tengan en cuenta hermanitos, que en esos sitios, ni aún de mí que soy media luz se dirá que tomo parte, si no es para destruirlos; y si dicen que acudo a su llamado, me calumnian como a todos los hermanos de luz; y sí entro, entramos para ir dándoles ya su merecido, preparando su cercana desaparición; esto es lo que hacemos los espíritus de luz y media luz. No, hermanos míos; no creáis que allí os van a decir la verdad, ni que allí vaya ningún espíritu de luz. Los consejeros, tienen mucho que hacer en los trabajos de la ley y por esto nos encargan a nosotros ahora llegar a los hombres, porque estamos más cerca de vosotros; pero obedecemos sus órdenes y acuerdos, por lo que hablamos en autoridad y ellos nos confirman. No. No están a disposición de esos que os dirán si mañana se os caerá un botón del saco, o la traición y deshonra que hacéis al amigo y a la joven. Ellos y por ellos nosotros, tienen algo de mayor interés común que hacer que la ley exige para el cumplimiento de cosas grandes, que se cumplen con matemática precisión en esta hora marcada en la ley. Y además, tienen, por su afinidad, por su amor y la justicia, millares de viudas y huérfanos y millones de heridos en los campos de batalla que los llaman y acuden en su auxilio, pues es urgente por su vida, o por recoger a sus espíritus, infundiéndoles nuevas ideas. El espiritismo es lo más consolador y están con cada dolorido, además de los guías y protectores dirigidos por el consejero, (cuando no lo son ellos mismos) todos los afines y familiares; y en su ayuda, en millones de ocasiones, el herido no sufre el intenso dolor; la viuda se resigna y el huérfano se consuela en la esperanza. Y en todo momento están prontos para acudir a un llamado y llamadlos vosotros, pero con amor y veréis que acuden. Pero será, cuando aprendáis a llamar: y sólo podréis llamar, cuando no sepáis reiros porque habréis dejado de ser imbéciles haciéndoos sabios o menos ignorantes de lo que es el espiritismo que es como se enseña en esta Escuela. Pensad, que los que os han dejado: vuestros padres, vuestros hermanos y esposos, no se han perdido para siempre, si no que están cerca de vosotros y os oyen y sufren con vuestra risa insensata y les hacéis sufrir un infierno. No creáis que cayeron a ese infierno que os pintó la religión, porque no existe. Pero el infierno, lo lleva el espíritu en su conciencia y vosotros encendéis las más vivas llamas en vuestros afines, porque no hay más llamas de fuego que las del remordimiento de la conciencia. Eso; eso es lo que únicamente quema; la conciencia. Sí; todos vuestros afines os rodean y sufren y gozan en vuestras obras y los más, os esperan en el espacio cuando ya han recibido luz y no sabéis qué alegría tienen si os reciben con luz ganada en este estudio de la verdad espiritismo que es la única luz y ya váis dispuestos a despertar del natural letargo, pronto y con luz. Esto es el espiritismo. La luz, el progreso, la comprensión de la verdad, el conocimiento de la ciencia y más allá de la ciencia, hasta el infinito de la sabiduría. Ya comprendéis con esto, que no se puede decir ni pensar, que los espíritus que esto comprenden y en ello trabajan, estarán dispuestos a acudir a esos centros de amalgama, ni a esos consultorios de explotación y superchería que aquí os descubrimos y os probamos con toda claridad. Venid, meditad, pensad, que no es este lugar de risa, sino de serio estudio donde se os dice para que os ayudéis. "Amaos los unos a los otros"; y al saber que uno está necesitado, corred y llevadle el consuelo que tengáis, no por caridad sino por amor, por deber de hermanos, en la más amplia confianza de que cumplís con la ley divina. Sí, hermanos. Ese es el espiritismo luz y verdad; estrecharos más y más en el amor mutuo por deber; y cuanto más os estrechéis, más fuertes estaréis y también se os dice, sed fuertes y contestad con cara alta y satisfecha y el corazón fruido de convicción, cuando algún ignorante os pregunta: ¿Sois espiritista?, contestad, soy espiritista, sí; del espiritismo progreso; del espiritismo sabiduría; del espiritismo luz y verdad. Ya veréis que baja la cabeza corrido y avergonzado, signo de ignorante; pero si es sabio, lo veréis que medita; lo veréis que piensa; dadle a ese la dirección que no os desdeñará ante la convicción y fortaleza vuestra. Sí, soy espiritista, les diréis; de la Escuela donde la doctrina está en toda su pureza y se proclama la fraternidad hasta de sus enemigos: y si vais allí, (le diréis) veréis la fraternidad de los hermanos que a ella asisten con regularidad y la unión fraternal del consejo. Oiréis el sano consejo que se da; el consuelo del que participa el afligido y eso que veréis, será el consejo que recibiréis. Con esto y estudiar cualquiera de los principios que allí oiréis y veréis, os convenceréis que es muy sublime y más grande que todo lo que habéis visto: más grande que todas esas sociedades y fratelanzas amalgamadas y espiritualistas. Allí veréis, que no hay preferencia nunca por nadie, ni se le hace distinción personal a nadie y se fustiga y se aplaude con la misma justicia, sin mirar sexo y posición y nadie puede darse por aludido ni ofendido en la corrección, lo que os demostrará, que es la verdadera unión. Sí, sed fuertes: declarar con la altura del convencido estas verdades; y como sabéis de quien es la risa... Cuando véis que uno se ríe... ya sabéis, es ignorante e imbécil. Buenas noches. La paz sea con vosotros. Mactheuix. 1) El comunicante, fué coronel del ejército y luchó contra el tirano Rosas a las órdenes del general Lavalle en la República Argentina.

ESPIRITISMO EN SU ASIENTOPARTE 20
VI
Agosto 4 de 1917. Por la medium Mercedes.PRIMER CONSEJO DE MEDIUMSSe dió lectura en el prefacio de la ley de mediumnidades y en hora oportuna, se dio la palabra al protector general de los médiums, estando presentes 15 médiums en desarrollo y el consejo. La médium saludó. Buenas noches hermanos: Es bien halagüeño el cuadro; un plantel hermoso que a la sombra benéfica de esta Escuela, primera y única aún, que recibe para dar la sabiduría del Padre por el maestro superior E. V. que nos rige, este plantel, podrá ser fructífero, si no dejáis que os mine el gusano detractor. Pocos sois los que me conocéis bajo mi delicado cargo impuesto en la ley; ya me conoceréis; pero yo sí os conozco, por que os estudio en razón de mi obligado cargo de regir (en cuanto se puede) a los médiums de la tierra en general; pero obligado por justicia a vigilar, advertir, corregir, o descubrir los defectos o virtudes, las faltas y méritos los derechos y obligaciones de los médiums que en esta Escuela se desarrollan y actúan, para luego extenderse por la tierra a llevar la luz de la verdad sin mancha del espiritismo, bajo el Código de amor universal de la comuna. Mucho tengo que decir; mucho que reprender y mucho que aclarar sobre las mediumnidades tan variadas, porque hoy todos los seres de la tierra (entendiendo hombres y mujeres) con poca excepción, sois médiums. El trabajo es grande: la inspiración es muchas veces mal entendida y manchada con otra inspiración en contra, porque el detractor vela sagaz y astuto sobre todo aquel que descubre una facultad, está sobre él; por lo que, de acuerdo con los consejeros, pedí al maestro estos consejos y estas conferencias, en los que os puedo decir directamente a los médiums, vuestros deberes y defectos, que no se deben decir en público mientras todos los hombres no tengan conocimiento de lo que es un médium, que lo sabrán por "El Espiritismo en su Asiento".No vayáis tampoco a creer, que esto sea una preferencia fuera de la ley. No, es que es justo que se os diga en particular lo que es ser médium y vuestros derechos, con vuestros méritos y responsabilidades. Y esto, como digo, aún no es conveniente decirlo en público, por la equivocación que aún hay sobre lo que debe ser el médium: de lo que son culpables esos centros y sociedades que han denigrado a los médiums y conducido por los caminos que marcha el condenado espiritualismo, amalgama de todas las religiones. Por estas razones, se os reúne aparte del público, para instruíros y unificaros, porque sois para nosotros espíritus de luz y consejeros, nuestro portavoz y mediador entre el espíritu y el hombre y por lo tanto, entre el padre y sus hijos de la tierra. Por esta causa, sois los médiums, exactamente lo que el maestro os ha leído un pararrayos muy delicado que cualquier vibración os agarra y es conducida por vosotros, a donde es dirigida por el que da esa vibración. Y si no se os instruye, cómo habéis de conocer de dónde y de quien procede la vibración, por los efectos que en vosotros mismos produce de perjuicio o beneficio, tampoco podréis rechazar la vibración que os hiere y perjudica a la gran causa y entonces sois instrumentos perniciosos y peligrosos y esto son todos, mientras no tienen una saludable instrucción y un desarrollo bueno y moral, adecuado a cada facultad. La mediumnidad, no se da en gracia ni regalo; es producto del progreso de cada uno; y el sólo hecho de poseer una facultad medianímica, le da (asentadlo bien) un valor, por mil espíritus sin facultades. Es hoy la hora de declararlo. De modo que: cada uno de vosotros vale por mil espíritus y vuestra falta es grande como la de mil espíritus. Pero cada obra vuestra de vuestra facultad, es apreciada por valor de Once mil espíritus (1) lo que se os descubre, para que sepáis apreciar vuestras acciones y valor en la ley que os pide ser fuertes. Aquellos médiums flojos, débiles, que no cuidan a su materia (en cuanto es posible) de las imperfecciones y pasiones, se ven acosados y agobiados en su estado moral y físico porque, como es un pararrayos, una falta atrae otra y otra a otras, llega el desequilibrio y son responsables en cada falta, por la falta de diez mil. Ese descuido, esa debilidad; atrae para sí, todo lo malo que le rodea; los pensamientos de todos los que del mal se ocupan y son los receptores del detractor, con perjuicio suyo y de la causa espiritismo y por eso digo que son culpables y responsables, puesto que no quieren servir a la causa verdadera y sirven al detractor el que, una vez que infiltra sus fluídos y se impone, no es muy fácil arrancarlos. Antes consiente el detractor perturbar las facultades inutilizando al médium, que permitir que se limpie y sirva a la verdad. Un médium en esas condiciones es responsable, porque los espíritus de luz no podemos hablar, ni escribir, ni obrar los efectos de una causa y en cambio, se prestan a que obren los enemigos de la verdad. De aquí, proviene todo ese descrédito del verdadero espiritismo, desconocido aún, por culpa de esos médiums flojos, débiles y apasionados. Esto también, ha creado el espiritualismo, fin perseguido por los detractores del espiritismo, en cuyos centros tienen asiento esos médiums que sirven al detractor y son culpables los directores, porque también son médiums; pero se hacen autócratas con los médiums que al consentirlo se hacen cómplices y responsables y aquí está la causa de que tantos médiums vayan por camino errado. Hermanos. Os he dicho en pocas palabras la causa principal del retraso del espiritismo luz y verdad y de que haya tantos malos médiums y examinaros cada uno de vosotros. No os quiero decir, que hayáis faltado; es un consejo que os doy; y si con lo que os he descubierto encontráis que habéis faltado, limpiaros en seguida, porque no tenéis excusa en esta Escuela donde se os dice vuestro deber y se os dan los medios de obrar bien. Sed humildes de corazón, sed amables, sed buenos, procurad ser mejores cada día, procurad ser más fuertes cada vez y conquistad vosotros lo que otros no pueden por su debilidad y acaparar, sí, acaparar por vuestra bondad, la influencia, la vibración y la afinidad de los espíritus de luz y amor. Sobre todo, crearos, poneros una coraza fluídica invulnerable, donde se destroce al topar el detractor. Tened en cuenta esto por vuestro propio bien; desterrad de vosotros estas pasiones de envidia, porque no tienen explicación entre vosotros; dominad las pasiones de la materia, que por razón de la mayor sensibilidad tenéis que sentir y sabéis que no os pertenece en ley. Atraeros a vosotros, por vuestra salud, a los espíritus de luz y amor, porque necesitan la pureza del médium. Yo sé que os costará; pero hoy un poquito, mañana otro poquito, os dará la coraza de que os he hablado con la cual estaréis libres de la mistificación; porque aunque por justicia recibáis a un detractor, éste se verá atado, como preso y ofuscado en medio de vuestra luz propia y entonces no temeréis al mistificador, porque huirá de vosotros para no ser descubierto. Pero voy a tocar un punto terrible, con el cual no hemos de transigir; la superchería. Hermanos, cuidado, mucho cuidado, temblad del delito que cometéis con la superchería. No creáis que lo diga porque en vosotros se haya visto tal delito hasta hoy; pero sí lo hemos visto en alguien y fué separado deseguida y no quisiéramos tener de nuevo tal dolor, pero se obraría de la misma manera. Voy a aclarar lo que es superchería, para prevenir y no tener que curar. Por ejemplo; hay un médium; (aún bien guiado) que por una predisposición propia u otra causa física y moral y cuyo espíritu se pega a la materia, de modo que ni su guía puede entrar ni acercársele, porque en esas circunstancias está entregado al detractor, el que tampoco puede tomar del médium, porque sólo pueden tomarlo, es decir, alejándose; saliendo del cuerpo el espíritu del médium. Viendo éste que no hay posesión y teniendo conciencia de lo que pasa, su amor propio se impone por no aparecer ante los que esperan, vencidos por sus pasiones, no quiere sufrir lo que él cree una vergüenza para su nombre y se decide a fingir posesión, porque oye la voz del orgullo, que le da el detractor, de que ha perdido la mediumnidad. En una semiconciencia, oye las palabras del detractor y las da a nombre de cualquier hermano de luz, que en aquellos momentos sufre horrores por el engaño que en su nombre da el detractor, por el médium superchero. Este es el caso general y el principio de la superchería que luego se convierte en superchería consciente, queriendo así el superchero, ser actor y parte. Mas luego es descubierto, sufriendo la verdadera vergüenza. ¿Pero qué nos importa de la vergüenza del superchero, ante el descrédito y daño que hizo a la causa y a los que presenciaron el engaño superchero? ¿No véis aquí motivo suficiente, para que la ley, calcule la falta del médium, por diez mil faltas de los hombres? No véis aquí también fundamento de justicia, para considerar culpable al superchero de diez mil faltas, por el escándalo de cuantos lo oyen que huirán del espiritismo? Con la superchería, no transigiremos. Si os llega por una desgracia este caso de no recibir influencia, de no tener posesión... por amor del Padre hermanos míos... por vuestra propia dignidad... No... No déis oídos al detractor: no os prestéis a la superchería... Aceptad antes la muerte. Habladle al maestro que él, pronto os comprenderá y decidle sin temor lo que os pasa y no es culpa vuestra si así procedéis, de que no tengáis alguna vez posesión. Es culpa del detractor que sostiene lucha con vuestro espíritu y se pone cerca de vuestra materia y se opone y no deja que vuestro espíritu se retire y es entonces cuando se produce el caso referido. Sí, acudid al maestro el que os explicará el fenómeno y os librará de esa garra si tenéis voluntad y por otro médium, oiréis la explicación y veréis cómo nosotros sabemos que no es culpa vuestra, porque son efectos del desarrollo, y de está acción descubriréis grandes horizontes de progreso: lo que no conseguiréis, si os prestáis a la superchería. Y han habido médiums, que al reincidir los han descubierto por otro médium en plena superchería y se les ha corrido como merecían y han llegado a la miseria, al descrédito hasta como los hombres y no han podido vivir con honor en ninguna parte, porque hasta el mismo detractor los abandona después de perder al superchero, porque hasta él mismo se avergüenza. No sois culpables de la mistificación: pero de la superchería, siempre seréis culpables y responsables. Y aunque las facultades no se os pueden quitar porque son vuestras; como de vosotros se retiran todos los espíritus, hasta los detractores, vuestras facultades quedan anuladas para el uso y esto os explicará, la mala fama y el desprestigio de los charlatanes y supercheros. Hablad al maestro hermanos y quitaremos así muchas alegrías al detractor y evitaremos las tristezas vuestras y de vuestros guías, afines y protectores y el mal que a la causa hace la superchería... y no quiero callarlo: sobre todo, con la superchería, a dos les causáis más daño que a todos, a Jesús y a María, porque, de esas supercherías, han recibido los más de los males que a ellos ha causado la religión, en lo que no hay necesidad de detenerme, porque ya lo comprendéis... Y repito. No creáis que digo que vosotros hagáis la superchería, porque ya os he dicho, que hubo un ser que hizo superchería y al reincidir se le echó y hay un juicio que da fe. Por lo que, esto es un aviso de alivio y prevención. Cuando os sintáis desfallecidos; cuando comprendáis peligro de obsesión; cuando os ocurra no poder tomar posesión, venir, contadle con claridad al maestro en las horas de la lección y acudirá un consejero, o vuestro guía o protector, o aquel a quien vosotros queráis hablar por afinidad y confianza y os hablará, porque es ley que así sea y la ley siempre está pronta, en cuanto se le invoca por justicia. ¿Es que os hablo de cosas que ignoráis? Vosotros todos véis y sois testigos oculares de miles de casos y cada día tenéis algún ejemplo en esta Escuela, de cómo al maestro lo auxilia la justicia de la ley y es por deber y no por parcialidad; lo que os debe servir de confianza en todas las cosas que vosotros necesitaréis, porque de esto sois testigos. Más esto mismo os hace más responsables de vuestra debilidad y sobre todo, culpables sin atenuación, de la superchería. Comprender, que si el maestro es auxiliado y no podéis negar que si llama al maestro superior E. V. y viene siempre por sí mismo, o por delegación, es porque éste es su tribunal en ley y representa al Padre; y todo esto confirma, que la falta del médium se aprecie por diez mil; pero sois responsables por once mil, puesto que tenéis el mérito igual, si por vuestro ejemplo los ganáis. Sí: vosotros, por no oír al guía y protector siguiendo el derrotero trazado en ley de justicia y no acudiendo a lavaros a la fuente que se os señala, seréis responsables del dolor, de la pena y del extravío, de aquellos que por vuestra culpa no encontraron a tiempo el camino de la luz, lo que evitaríais si nos oyéseis y si nos prestárais, en buena voluntad vuestra materia. Pero cada uno de esos que por vosotros reciben la palabra de amor, de consejo y de consuelo y ven la luz, o reciben el primer rayo de luz, os son agradecidos y deudores y os siguen y os pagan, gritando a otros camaradas... ¡Aquellos!, aquellos son los que a mí me hicieron bien; corred, corred vosotros y yo os presentaré; y también de estos casos habéis visto muchos y sois testigos en esta Escuela. Sí; todo se cobra, hermanos míos. Pero toda falta se paga, porque nada puede perdonar la ley y...ni aun el Padre perdona porque sería injusticia. Sois vosotros los médiums, los hijos muy amados del Padre y no hay en ello injusticia ni parcialidad, porque es producto de la ley y del sacrificio y estáis protegidos (también en ley) más eficazmente que los que no son médiums, porque por serlo, estáis también más atacados por vuestra sensibilidad y deseados con peligro, como es más peligroso el diamante que la tosca, de ser robado. Pero como cosa de valor inapreciable, no os salgáis de la fortaleza que os guarda; es decir, sed fieles a la Escuela del Padre. Hay un momento que difícilmente se da cuenta el médium en su estado de vigilia y aún en el trabajo ordinario, de que está influenciado por el detractor. Mil veces ocurre, que se os va la imaginación de lo que tenéis entre manos y empezáis a pensar y meditar en cosas inútiles, que no hay porque meditar. El detractor, que no para de buscaros enredos que os puedan distraer de las obligaciones de vuestro deber, os hace pensar en cosas inútiles e irrealizables de momento. Otras veces, recibís una inspiración provechosa que la encontráis razonada, pero os asalta una duda. La cosa que encontráis razonada siendo viable, es del guía o protector. La duda es del detractor, que os la pone para que no obréis la inspiración. Es ese un momento, que para que me entendáis diré, que os encontráis entre dios y el diablo. Evitar esos diálogos que sostenéis con vosotros mismos, porque es del detractor, con lo que os desvía o hace olvidar por un momento vuestro deber y misión. Pero atender la cosa viable y razonada, porque es del guía que acude a romper ese diálogo del detractor. En otros días, especialmente en los de sesión, os pone trabas en cualquier forma. Ya haciéndoos retrasar la llegada a vuestra casa, llamándoos la atención cualquier cosa insignificante que no os importa y sin embargo os detiene. Bien poniendo a vuestro encuentro una persona que os habla y os para. O llegando a casa y por cualquier fruslería no os guardan la comida a punto, o la compañera influenciada, consintió en salir a una visita, o un paseo y también, retrasándoos por cualquier incidente, el tranvía en el camino. Todo esto, no es más que trabajos del detractor, para que no lleguéis, o no vengáis a la sesión, porque a él no le agrada que vengáis. Debéis imponeros a todos estos obstáculos y vencer en esa enmarañada batalla. Otras veces, os hará ver diferencias en el trato, de uno a otro médium, u os incitará a ver en el maestro defectos, en lo que otras veces vísteis y comprendísteis ser propio de hombres y en ese momento queréis que sea impecable... Y... esto, sabéis que él aún más que vosotros tiene que llevar una lucha de peligros terribles y que no puede ser agradable a todos, en todos los momentos y cosas. En este punto, habéis de saber primero, ver vuestra viga y no ver su paja y aún, parangonar vuestro cargo único, con los suyos múltiples e indeclinables. En otro orden de cosas, los médiums, son atacados por la envidia; y requiero en esto muchísimo cuidado hermanos míos porque es el arma más formidable del detractor, porque sabe que por los médiums van a recibir luz muchos encarnados y desencarnados y son números que les restáis de sus filas y ellos quieren que todos vivan ciegos y equivocados como ellos, porque en ello va su existencia. Cuando todos esos accidentes os ocurran, decir con energía: No es Verdad, es calumnia que se hace para apartarme; son obstáculos de mala fe que se me pone y no quiero ser vencido como un insensato y allá voy; y venir, burlando así al detractor, que al fin, viendo que pierde su tiempo, os deja libres de esos tropiezos; pero os va a poner otros no menos peligrosos. Os va entonces a buscar la caída por el amor propio y el orgullo, porque otro médium recibe al maestro, o un consejero, o un hermano de otro mundo y os infiltrará la idea de que hacen preferencia. No, hermanos míos. Los hermanos, no tienen preferencia por nadie. Pero debéis saber que eso es por la ley de afinidad y también por el desarrollo. Comprended que ese médium hace mayor sacrificio, con sólo pensar que vosotros disfrutáis de esas enseñanzas oyéndolas de viva voz, mientras que el médium que sirve nada disfruta, como ahora mismo lo podéis justificar, puesto que vosotros me oís a mí (que soy por ley maestro de los médiums) y en cambio, esta materia, nada oye. Y si luego no se le dijera todo lo que por su boca ha dicho, lo ignoraría en absoluto. Nosotros queremos que todos estéis en disposición de recibir a los consejeros y maestros, lo que os debe servir de estímulo. Cuando en todo esto habéis vencido al detractor, aún le queda un arma muy sutil y es la adulación; y no debéis querer que se os adule y menos desearlo. Hay muchos médiums que empiezan animosos y por cualquiera de las cosas expuestas, se paran y son víctimas del detractor y luego culpan al espiritismo de sus males... ¿Qué culpa tiene el espiritismo de vuestras debilidades? ¿Qué culpa tiene el espiritismo de que tengáis facultades que vuestro progreso únicamente alcanzó? ¿Qué podemos hacer más los espíritus y el maestro, que señalaros el camino que debéis seguir sin equívoco?... Si retrocedéis; si os paráis; si recibís daño, vuestra es la culpa y no del maestro, ni del espiritismo. Otros empiezan por desarrollarse, con la intención de explotar: Si llegan a esta Escuela, tan pronto ven que no se les permitirá la explotación se marchan calumniando. ¿Qué culpa tenemos nosotros de su mala inclinación? Ellos se retiran, o nosotros los sacamos lo mismo que a los supercheros. Algunos, conocéis cómo se desarrollan los médiums en otros centros, donde ha habido escándalos y heridos y otras cosas que me callo y tienen miles de dificultades, ya por la reglamentación autócrata, bien por la nula y mala dirección y sufren miles de inconvenientes. Y aquí véis como todo eso está anulado y... será por algo... Ya véis si debéis apreciar la ayuda que se os da en esta Escuela, para vuestro desarrollo. Por razón de mi cargo, entro a todos los centros y veo todos los inconvenientes anotados y no se pueden evitar, porque el mismo centro es causa de esos efectos y en todos los médiums he visto la envidia, por si uno recibe a tal o cual espíritu. Y yo os advierto, que eso, aquí no lo queremos consentir y os digo, que todos sois igualmente amados del Padre, del Maestro E.V. de los consejeros y del maestro que en la Escuela nos representa y no dudéis que está justificado y reconocido. Todos habéis de recibir a todos, pero rechazar al detractor. Adquirir las cualidades que el maestro os señala en la ley que os empezó a leer, cuya recopilación yo os doy verbal. Aprended a rechazar al detractor, que debéis conocerlo por sus fluidos (y mejor estando vosotros identificados con los de vuestros guías) y sabed que no estáis obligados a recibir a todo el que os arrima; que si lo habéis de recibir en justicia para darle luz o por otros motivos, el guía lo pondrá en posesión sin que os cause daño o perjuicio. Hay un caso que no debéis desconocer y es que, dos o más médiums, tienen un mismo protector. Uno de ellos, por cualquier causa justa, lo recibe en posesión, más que los otros. ¿Creéis que sea más amado que los otros?... Si alguno de ellos lo pensara, ese sería el más malo de todos. Pero tened seguro, que ese pensamiento, es del detractor. Vuelvo a repetir: No creáis porque uno no recibe a la Madre, ésta los ama menos a todos los otros. Lo que hay es (además de lo que ya he dicho antes, de afinidad del desarrollo) que todos somos hijos de nuestras obras. Es que su espíritu ha llegado en progreso a donde alcanza ese grado necesario para recibirla. En vosotros está; llegar también y más tarde o más pronto la recibiráis. Entre vosotros médiums, llamados y traídos a esta Escuela, debe haber más unidad, más moralidad, más amor, más diligencia y más fortaleza, que en los que aún no han recibido estas instrucciones; y os recomiendo, que en toda duda, en todo agobio, venid al maestro; sedle franco; contadle lo que os pasa y por él o caso necesario por un consejero, o por vuestros guías, seréis ilustrados, desengañados y confortados. Ya sabéis, que cada obrero cuida de sus herramientas. Pero los médiums, son herramientas muy preciadas y apreciables y no queremos que se nos destemplen, se oxiden, ni se rompan. Aceitarlas vosotros con nuestros consejos y descansará vuestro protector general, que os ama y os bendice por los consejeros y por el Padre
Ildelfonso.
EPÍLOGO¡Humanidad! ¡Humanidad! Despierta antes que llegue el simoum, cuyos ruidos ya se oyen como terribles mugidos, del que nadie podrá huir. Se te habló muchas veces y se te habla hoy, como siempre, por mandato de Eloí; pero hoy es el día de la verdad y se te da la última ley, con el único mandato de "Ama a tu hermano“. "Conócete a ti mismo". Rasga el crepúsculo de tu niebla descubriéndote la verdad eterna, que fué, es y será la misma y única verdad, aunque la veáis diferente; y es que habéis cambiado vosotros, mas no la verdad. ¿Soy yo un falso profeta de los tantos que habéis temido? Porque los habría, se les previno a los hombres por todos los misioneros y Jesús os lo recordó. Mas acudid a vuestra razón; sabéis que "Por el fruto conocerás el árbol". ¿Y qué mal fruto os traigo yo?... Luz, fuerza, potencia, sabiduría, verdad desnuda, amor y el nombre universal Eloí. ¿Es esto mal fruto? Pues si es bueno, ¿cómo será mi doctrina un mal fruto? ¿Os asusta el nombre espiritismo? ¿Os escandaliza la ley igual de la comuna? Pues son los frutos únicos del árbol de la vida, Eloí. ¿Es mala la vida? Pues esta es El Asiento del Espiritismo, y la vida, sólo es Eloí. ¿Cómo puedo ser, pues, un falso profeta? ¿Cómo si os presento limpios y escuetos los efectos luz, potencia, sabiduría, verdad desnuda y amor por ley en el espiritismo, derivados de su única causa Eloí, puedo representar falsedad? ¿No esperáis al Espíritu de Verdad? ¿No os dijo Jesús (que a ello vino). "Yo vengo en nombre de mi Padre y no me recibís, más otro vendrá y a aquél, sí, lo recibiréis; pero en aquel día serán pesadas todas las cosas y el Espíritu de Verdad, confirmará mis palabras"?Pues yo que firmé la sentencia en presencia del universo, por la que fueron pesadas todas las cosas, os digo. Que el Espíritu de Verdad descendió, sin el cual, no podían ser pesadas las conciencias y tampoco descubriros la eterna verdad. Pues se os descubre, es porque se hizo la justicia; es porque descendió a la tierra el Espíritu de Verdad prometido y Eloí todo lo sancionó. ¿Qué no habéis visto el juicio final porque esperábais ver bailando los huesos en las sepulturas buscando a sus compañeros; arder las aguas, caer los montes y tantos otros horrores que os dijo la religión? Ya se había dicho: "Tienen ojos y no ven y orejas y no oyen". Abrir los ojos de vuestro espíritu y veréis la verdad de los hechos; destapad vuestros oídos de la conciencia y oiréis: "Todo está consumado". Más yo os digo en verdad de verdad que todo ha sucedido y que vuestro espíritu lo sabe; que la vida y la acción y las responsabilidades sólo son del espíritu y al espíritu se juzga y para nada se tiene en cuenta la materia, aunque sean vuestros mismos cuerpos, que sólo son los instrumentos, las herramientas que el espíritu se crea para realizar sus obras y seríais necios vosotros, si al pintar mal un cuadro culpárais al pincel; será responsable el artista, mas no el pincel. Así, es el espíritu el artista responsable de sus obras y a él se le juzga y a él se le llama y no a su cuerpo, ni aún a su alma, porque sólo son sus efectos y Eloí sería tan necio e injusto como el mal artista, culpando a su herramienta. ¿Qué no habéis oído al Espíritu de Verdad? No lo habéis oído, porque teníais los sentidos embotados, taponados por el prejuicio y sólo los destapásteis, para oír al detractor que os halagó en vuestras conveniencias, en vuestra pusilanimidad; pero aun los detractores se vengaron de vosotros mismos, diciéndoos que, "el espiritismo no podía meterse ni mezclarse en lo material", con lo que os robaron los derechos materiales, producto del trabajo del espíritu por sus instrumentos, los cuerpos. Esos... Esos son los falsos profetas de que os hablaron siempre los misioneros, los profetas verdaderos, los mesías y Jesús. Escritas están para dároslas todas las palabras del Espíritu de Verdad, de sus consejos, de los maestros de la cosmogonía, de los misioneros y Jesús de los que algo os adelanté en este libro y estas mismas letras inspiradas son por él, que sólo puede hablar verdad de verdad y nada hay en la razón, que pueda dudar de sus dichos y juicios. Mas queréis ver lo que os horroriza; lo que las religiones os dijeron y ellas son la negación de la verdad eterna y del autor de la vida, que condena a los dioses de palo, oro, barro, o de carne, con sus religiones, que os pintaron la resurrección de los muertos; arder las aguas; caer los montes, etc., etc... ¡Triste es decirlo! pero a excepción de levantares los cuerpos de las sepulturas, porque eso no está en la ley ni puede hacer el autor de la ley porque él mismo es la ley, todo lo demás sucederá, porque el hombre lo quiere. ¿Hoy? ¿Mañana? ¿Pasado? Es el secreto designio el día y la hora. Sólo sabed por la palabra viva del Espíritu de Verdad, que los tiempos son cumplidos y que sólo espera que la aguja de la esfera universal, marque el meridiano: pero Eloí, ya vibró su aviso; el Espíritu de Verdad, ordenó prepararlo todo para recibir al Padre y todo está preparado conforme a sus disposiciones, órdenes y planos, por el juez que había de venir, hombre hijo del hombre, que os mostraría al Espíritu de Verdad y a Eloí en su luz, nuevo sol del séptimo día. No es el juicio universal y final el fin de la tierra y de la humanidad; es sí, el fin del error, el fin del reinado de la carne y sus concupiscencias; es el fin de la opresión; es el principio del reinado del espiritismo, como reina en todo el universo; como credo único con la única ley de amor, con su único régimen la Comuna y con un solo adorado; Eloí. Mas, "quitaré todo lo que estorbe”. Dijo Eloí por Isaías y Eloí no promete en vano; y por el mismo Isaías, dice: "Pasarán los cielos y la tierra, pero mi palabra, no pasará".¡Hijos de la tierra! Pesaros bien vosotros mismos y ver si estorbáis. Acatar el principio que se os da, "Ama a tu hermano", porque todo lo que en el espacio estorbaba, fué quitado y se les dió a los hombres de las tres generaciones que existen en la tierra, la transición de su existencia para acogerse a la ley; pero si estorbáis... llega, sí, llega la igualada de los montes y el fuego consumidor y quitará lo que estorbe. "No quiere el Padre la muerte del pecador” ni aun materialmente, que es la muerte aparente, porque la muerte no existe: si no que quiere que se convierta y viva; y yo, no puedo querer otra cosa que lo que quiere el Padre Eloí que me mandó a vosotros para cumplir sus mandatos; por lo que a mis hermanos digo, estad preparados. Y a nuestro Padre Eloí, ¡Eloí! Cúmplase tu justicia. Por el maestro juez.
JOAQUÍN TRINCADO1) Esto está contenido en la profecía cuando dice: “Uno vencerá a diez mil”. Y es exacto. Mil que vale el médium y diez mil que vence, son once mil el valor de su falta. Si vence gana diez mil.

0 comments: