Thursday, September 11, 2008

Vida De Maria

Cátedra “Maestro Juan Donato Trincado Riglos”
Editado en Monterrey, Nuevo León; México. 2 de Marzo de 2003 EV
Escuela Magnético – Espiritual de la Comuna Universal
V I D A D E M A R I A
HISTORIA VERDADERA DE MARIA DE NAZARETH
POR EL MAESTRO Y JUEZ
J O A Q U I N T R I N C A D O
Edición Electrónica Autorizada por el
Director General
Maestro Nato Víctor Rolando Trincado
© Propiedad Intelectual del Sucesor del Autor.
Vida de María
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HISTORIA, VERDADERA DE MARIA DE NAZARETH
MADRE DE JESUS
A MANERA DE PRESENTACION
Hermano Lector:
Dejó el Maestro JOAQUÍN TRINCADO para la humanidad, una cantidad de Obras inéditas y
trabajos diversos, todos referidos a su Doctrina Espiritista-Racionalista, en profusión tal que parece por
momentos imposible, que el curso de solo una existencia pudiera haberse hecho tanto.
En 1935 cuando su desencarnación, era yo un joven a través del cristal de mi excusable
ineptitud para juzgar las cosas de la vida en su exacta medida, no podía, no quería comprender y no
admitía lo estrecho de mi razonamiento, que mi padre se hubiese ido sacrificado por un trabajo: que
entonces veía estéril. No podía entender el porqué estuviera en sus últimos años en un estado de febril
actividad, relegando de sí todo aquello que no fuera escribir, escribir y escribir, sin descanso, sin pausa,
sin tomar un respiro, olvidándose de sí mismo.
Tenía cosas admirables, que yo ahora le envidio, tales como el estar escribiendo a mano (le
tenía alergia a las máquinas de escribir; decía él que "no eran humanas, que eran frías para traducir los
sentimientos") y sostener al mismo tiempo conversación sobre cualquier otro tema, sin perder en lo
mas mínimo la ilación de ambas cosas. Esa facultad le permitía suspender temporalmente algunos de
sus trabajos, para abocarse a problemas distintos y luego volver a retomarlos sin perder en nada la
continuidad de sus ideas.
La obra hecha y dada al mundo, es aún pequeña ante la magnitud de todo lo que dejó y que
sabiamente está puntualizado para los tiempos que ahora están llegando. Es necesario dar a publicidad
gran parte de la obra inédita, para que todo lo que en ella se advierte y previene sea dado con tiempo a
la humanidad. De no ser así los avisos llegarán tarde y muchos de los que" niegan a sabiendas", dirán
entonces que lo dicho por el Maestro no es novedad lo cual no dejaría de ser verdad si ya hubiera
sucedido, pero nadie podrá negar los hechos, cuando éstos se cumplan y previamente hayan sido
advertidos.
Sin simbolismos, en claro lenguaje, para que a todos lleguen, hay acontecimientos señalados,
que causarán asombro a muchos de los que dicen "no creer en nada". Casi me atrevería a señalar que en
algunos puntos hasta deja deducir fechas, que para el buen entendedor llegarán a ser con precisión de
días.
Hurgando en todo ese inmenso acervo de sabiduría Espiritista encuentro un cuaderno,
amarillentas sus hojas, con 263 páginas manuscritas y rubricadas por él y con su firma final, terrible
anatema para los sostenedores de la mentira, "El Anticristo".
No está fechado, pero por el orden numérico del cuaderno con respecto a otros, debemos fijar su
fecha de escritura entre los meses de abril y junio de 1913, lo que además me es confirmado
intuitivamente en estos momentos.
He Leído esta obra con verdadera fruición, pues es a mi criterio una verdadera joya de la
literatura Espiritista ya que agrega en forma precisa una gran cantidad de detalles de época, aspectos
íntimos, acción de personajes, que sólo habiéndolos vivido pueden relatarse con tal veracidad.
Quizás para muchos sean conocidos algunos de los capítulos que leerán, por estar descriptos los
mismos hechos en las distintas obras del Maestro ya publicadas, pero los agregados que encontrará el
lector, y la continuidad de la obra con referencia exclusiva a María Madre de Jesús contenida en la
primera parte del libro y la segunda parte dedicada a la historia Espiritual de María para aquilatar en
Maestro Juez Joaquín Trincado
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todo su valor la existencia valerosa como María que la acreditan como "Reina del Amor" justifican su
publicación.
Para que así la conozcan los hombres y en particular las mujeres del mundo, madres al fin,
venga este libro a esclarecer verdades y colocar a María en su magnífico trono "Reina del Amor “, para
que así por siempre jamás la llamemos e invoquemos en nuestras necesidades, y siempre acudirá con su
inmenso Amor y Sabiduría, porque --dijo el Maestro- "¿Sabio y sin Amor?", no lo creas.
Está publicación es la copia fiel, sin correcciones ni agregados, del original a que más arriba
aludo. He respetado en un todo la forma de escribir del Maestro, sus expresiones, su forma infatigable
de insistir y machacar sobre puntos que pareciera querer grabar en forma indeleble en mente de sus
lectores. Todo ello es posible que para los puristas de la lengua no sea muy agradable, pero el Maestro
escribió para llegar al fondo de los corazones, en forma contundente y recta sin buscar el florilegio de
frases tan bonitas como vacías.
De la primera parte, de sus tres primeros capítulos, fueron publicados algunos trozos ("La
Balanza"), más el resto de la obra
Tal como la disfrutareis, es virgen de publicación y tendrá el lector hermano, el privilegio de ser
quien recorra con sus ojos esas líneas plenas de verdades y emociones a raudales, por vez primera.
Cumplo así en parte, con uno de los deberes que me impuse al asumir la Dirección de la Escuela
Magnético Espiritual de la Comuna Universal; ir dando a la humanidad en forma paulatina y con la
mayor premura, todas las obras inéditas y espero sea en breve plazo una realidad al alcance de todos.
Es mi deseo que el deleite que yo experimenté al leer estas páginas añosas sea también el que
recorra las fibras más íntimas del ser de mis hermanos, brindándoles a ellos la misma Paz y sosiego que
a mí me dejaron después de llenarme los ojos de tantas verdades traducidas en Luz.
Que el Amor de María, "Reina del Amor", llegue a vuestras conciencias para guiaros en el
camino de la Fraternidad, camino que con su luz y la de todos los Misioneros está iluminado en forma
permanente, para que nos sea más fácil seguirlo.
Así deseo que podamos recorrerlo unidos en fraterno abrazo.
SIEMPRE MAS ALLA.
JUAN D. TRINCADO RIGLOS.-
Vida de María
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HISTORIA VERDADERA DE MARÍA DE NAZARETH,
MADRE DE JESÚS
PROLOGO DEL AUTOR.
Ante tantas historias o vidas de la Virgen María, con sus once mil y pico de nombres y el título
de Madre de Dios, que son otras tantas blasfemias que rebajan la dignidad de la Madre Natural, ponen
en entredicho su grandeza y la de Jesús y tratan de loco al verdadero, al Creador, la razón se rebela, el
corazón se ve lastimado de dolor y la conciencia al hacerse luz rechaza esas majaderías que en virtud
agiotista han inventado los vampiros de la grey cristiana.
Sin embargo, aún hay que darles gracias por haber dicho tantas inverosimilitudes porque han
adelantado la hora de la verdad; pero son reos de abuso y de Lesa Deidad y la generación presente les
dará su pago con significativo desprecio.
Ha llegado el Siglo XX, siglo de la verdad y es necesario decirla y retar a los que tengan
testimonios para negar lo que aquí se dirá de tan excelsa mujer, que lo fue por su propia fuerza y nada
debe a lo sobrenatural.
Al corazón amante causa indignación ver la virtud por obra de gracia y no por adquirida por
propios méritos y el alma que siente las leyes del Creador que rigen a los seres, protesta de tamañas
iniquidades.
El Espíritu celoso de la gloria del Creador y que en su individualidad sabe que todo lo ha hecho
bien, cuando ha hecho fuerzas suficientes para aclarar los hechos falsamente sostenidos por el Castillo
del Dogma, sale en defensa de la verdad y pone las cosas en el lugar que le corresponden sin temer a la
intriga ni a la asquerosa excomunión de que siempre se valieron los monopolizadores de la grandeza de
esta mujer a la que endiosaron en detrimento de su misma grandeza e hicieron objeto de adoración, que
sólo el Creador merece y sólo a ÉL debe tributársele.
Vamos a descubrir a la humanidad la verdad de las cosas y no temo que al saber esta verdad,
esta humanidad pierda su confianza en esta Gran Mujer y Esposa y Madre como todas las madres, sino
que estoy convencido de que la amaremos aun más, pero sin divinizarla y esto es lo que a su Espíritu
Elevado le llenará de la alegría de verse grande por su propia grandeza y no habrá una sola madre que
no la tome como ejemplo, ni habrá un alma en la humanidad terrestre que no la llame por su propio
nombre en su ayuda, pues su poder se acrecentará por el hecho de que ahora cuando la llamamos,
siempre acude pero siempre llena de dolor por nuestros equívocos y entonces nos oirá con alegría y el
que acude alegre a la cita del necesitado puede mucho más que presentándose dolorido.
Aceptemos a María como Madre de la humanidad, redimida por sus hijos con Jesús en cuanto
estos sembraron las semillas de redención, pero aceptémosla en su verdadera grandeza, siendo Madre
fecunda de siete hijos y Madre adoptiva de otros cinco más, que su esposo José llevóle como regalo de
boda.
¡Sí, Madre Querida!, hora es de que mis hermanos te conozcan GRANDE EN TODA TU
GRANDEZA y las madres copien en sus almas tu grandeza de Madre.
Este es mi propósito y mi Juramento y a cumplirlo voy.
JOAQUIN TRINCADO
Maestro Juez Joaquín Trincado
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HISTORIA, VERDADERA DE MARIA DE NAZARETH MADRE DE JESUS
PRIMERA PARTE.
CAPITULO PRIMERO
JOAQUÍN Y ANA PADRES NATURALES DE MARÍA.
En las floridas riberas del Jordán y en lo más hermoso del valle de Jericó vivían en el
crepúsculo de la Ley Mosaica y en los albores de una nueva era de luz, de cuya antorcha ellos serían
los progenitores, dos seres dichosos en su humildad de laboriosos pastores, apreciando la naturaleza a
la que comprendían lo suficiente para su felicidad y como seres destinados a dar a la humanidad un ser
que sería el arca de la Alianza entre todos los hombres, pues de su seno nacería el Misionero de la
Libertad, el enviado del Padre a predicar el Amor, el Libertador de la conciencia humana, pero hombre
como todos los hombres, e hijo del hombre como los demás hombres, sin que el "Espíritu Santo"
tuviera otra participación que la que tiene establecida para todos los seres en la Ley armónica del
Universo.
Aquellos seres son JOAQUÍN Y ANA.
En la madurez de su edad y para alegría de su hogar, fue elegida la materia de estos virtuosos
trabajadores por el Altísimo Espíritu de la que venía con la alta misión de dar carne en sus entrañas a
Jesús, espíritu de alta misión que hasta entonces había venido a la Tierra en su carácter de Amor y
Rebeldía, y necesitaba por esto que la materia que había de amamantarlo fuera lo más perfecta posible
y de la raza Adámica, para que justamente estuvieran en esa materia la fortaleza y la virtud en su más
alto grado.
En el mes de Tisseri del año Adámico de 3.743 Ana se sintió madre y Joaquín era un elevado
espíritu y poseía facultades medianímicas, fue intuido por los Espíritus de Luz y le fue revelado por
éstos lo que se les confiaba (lo mismo que sucede hoy en muchísimos casos con nuestros mediums), y
como Joaquín y Ana eran espíritus ya redimidos por su misma fuerza y a través de muchas
reencarnaciones sabían adorar en el fondo de sus conciencias a la causa de todo bien, amaban al
Creador sin temerle y a sus semejantes como a sí mismos. Fácil es comprender la alegría de aquel justo
varón y de aquella venturosa mujer al saber por los hermanos mayores la distinción con que eran
investidos por los Consejos del Padre Común y el cuidado que tendrían en prepararse a recibir en su
hogar aquella niña que luego seria cantada por el Universo llamándola Rosa de Jericó.
Mas nuestro Padre Común, todo lo hace bien y delante de esta niña había nacido un varón, su
hermano que conocemos con el nombre de Jaime, que le serviría de defensa en su niñez y de compañía
en su viudez y procurador de lo material durante su vida de Misionero, al hijo de María, Jesús, a quien
acompañó hasta el Gólgota.
¡Cómo hay que admirar en estas sabias disposiciones a la providencia!
Llegó por fin el día 8 de Tebet (Septiembre) de 3744 y reciben aquellos esposos en sus brazos
aquella flor selecta del Jardín del Padre, que en su mirada traía el amor y la bondad sumos y bellas sus
formas materiales, preparada así a dar materia a otra vida, que en perjuicio de su grandeza habían de
ocultar hombres sin escrúpulos y agiotistas de Jesús su hijo, al que amó más que a sus otros seis, no por
singularidad o parcialidad sino por la rebeldía y vida no común que éste se impuso desde sus primeros
años; y esto es común en todas las madres, demuestran más bondad con aquel hijo a quien comprenden
desgraciado y Jesús lo era demasiado por lo que se refiere al seno de su familia (porque al venir él al
mundo se encontró con cinco hermanos de padre; como veremos en su lugar, y su padre José tenía
alguna predilección por los primeros) y esto le quitó a Jesús las alegrías de la infancia y María empezó
a beber el amargo, del cáliz que más tarde consumiría.
Vida de María
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He adelantado estos datos en éste capítulo a fin de hacer justicia a los padres de María pues
abarcando de una ojeada la vida de ésta, se puede colegir y apreciar la Educación Moral y Doméstica,
que dieron Joaquín y Ana a su hija y tal fue, que supo dar gloria a sus progenitores, desempeñando las
cargas de una casa de artesanos que José le ofreciera en dote, donde la esperara con cinco hijos de
cinco diferentes genios y el de José, que valía por lo áspero al de los cinco vástagos y en este momento
aún María no contaba más que dieciséis años.
¡Honor a vosotros, ancianos venerables, laboriosos obreros de la viña del Padre!
Cumplisteis como buenos y sois reverenciados por los Espíritus Elevados y en la Tierra vuestro
nombre durará lo que la Humanidad.
Joaquín significa "preparación del camino" y Ana "medida a partes iguales". Yo veo en esto
toda La Ley de Justicia del Padre, ¡que los hombres todos así lo vean para vuestro honor y satisfacción!
Maestro Juez Joaquín Trincado
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CAPITULO II
NACIMIENTO DE MARÍA.
En el año 3744 de Adán, el día 8 de Tebet (corresponde al actual 8 de Septiembre), hacia una
niña robusta y hermosa, de color trigueño y cabello castaño, con cara y ojos que resumían toda la
belleza entonces no igualada, ni aun hoy, de las mujeres árabes, siendo aquella niña un adorno más al
ya muy bello Valle de Jericó y su histórica ciudad de la tribu de Benjamín.
Corrió su infancia como la de todas las niñas y la de todos los hijos del Creador. Nada anormal
podían notar sus amiguitas y parientes, salvo su precoz inteligencia y su hermosura, unida a un carácter
varonil acompañado de una ternura que hacían un gran contraste.
Sus venerables padres en cambio, sabían lo que tenían, porque ambos eran espíritus luchadores
y de Luz y por su Elevación habían conquistado facultades medianímicas y vivían en la Ley del Padre;
con sus cuerpos en la Tierra desempeñando el trabajo a que habían venido y sus espíritus en el centro
de la Luz saturándose del Santo Amor y la Justicia, en donde recibían la revelación de lo que se les
había confiado.
En prueba del conocimiento que estos venturosos padres tenían de su misión, inserto una de las
coplas que el anciano cantaba arrullando a la bella niña y luego a ella con su hermanito Jaime:
Blanca Cordera mía
Tú eres mi orgullo
Tú me das alegría
cuando te arrullo.
Ven niña ven,
porque Joaquín te adora
y Ana también.
Quien ovejas e hijos me dio
Es un Padre, más no puede ser.
Es el Dios de mi Padre Jacob
Adoradle hijos míos que es Él. (1)
Crecía María desarrollándose en las formas de la mujer fecunda y los jóvenes de la ciudad le
cantaban en todo momento amores y ya en sus 15 abriles no se le llamaba por su nombre, sino que
todos la conocían por "La Rosa de Jericó" y se empezaban así a cumplir las profecías.
Desde los años del uso de la razón, además de servir de aya a su hermano Jaime, ayudaba a sus
padres en el manejo de la casa y sus ganados y era enseñada por sus padres y sus tíos Simeón y
Zacarías en los secretos de las Escrituras y en el desarrollo de sus facultades medianímicas y es así
cómo Simeón supo algún tiempo antes que sería casada con el viudo José, el carpintero de Nazareth, y
Zacarías el nacimiento de Juan para precursor del Mesías Jesús.
María no era mística ni penitente, ni pasaba el tiempo en canturreos ni meditaciones: su espíritu
sabía otras cosas del verdadero Dios y estaba en todo momento en presencia del Padre Común, sin
dejar sus deberes de hija y de trabajos.
Vida de María
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Sabía Ana, que María su hija venía a ser Madre y le enseñó todas las obligaciones de tal, siendo
una mujer cabal los 16 Años, que pasaron entre el aprendizaje doméstico y el desarrollo, preparándose
a la gran obra que venía a terminar de la redención humana, que comenzó en Eva, como veremos en la
segunda parte de esta historia.
Esta es la verdad de la infancia de María, y no hay ningún acontecimiento y menos milagrerías
ni obras extra naturales; el Creador prepara las cosas todas dentro de su Ley y no son variadas por
nadie.
La grandeza la conquistan los Espíritus en lucha continuada y cada uno tiene lo que se ha
ganado; el Padre no regala nada con parcialidad, ni bienes ni males, pero se complace en la grandeza de
sus hijos porque éstos entienden su Ley y revela las virtudes de los mayores que han de realizar obras
en beneficio de todos, para que los beneficiados estén sabedores y no aleguen ignorancia, y esto es
propio de un Padre para estimular a los otros hijos a que imiten al virtuoso y no le regala nada, aunque
lo parezca, porque el buen hijo esté satisfecho y aparece por sobre los otros hermanos. Lo que hay es
que el deber cumplido da grandeza y majestad y el incumplimiento del deber da tacañería y cohíbe la
majestad, llevando consigo la vergüenza para presentarnos ante nuestro autor, el que se ve dolorido por
el alejamiento de sus malos hijos y se ve precisado a cantar los actos de los buenos y éstos para
amenguar la pena y dolor del Padre van hacia los que se alejan con la autoridad que les da el deber
cumplido y como esto aún les da mayor majestad, cree el desobediente que el Padre tiene parcialidad.
Pero cuando por el amor del hermano da un paso de acercamiento y puede entender su equívoco abraza
al hermano y en esa posición los encuentra el Padre y abraza a los dos y los bendice; pero el primero
aún se hace mayor pues recibió bendición del Padre y del hermano, que al fin pudo llegar por su ayuda
hasta su Padre y así somos los hombres de la Tierra y en todos los mundos. Los que primero amaron a
su Padre siempre irán delante, siempre serán nuestros mayores, pero todos seremos grandes, por que la
estirpe es grande.
María es el Espíritu más intrépido y más amoroso del Padre y de sus hermanos y el Padre nos lo
anunció en sus virtudes por sus otros hijos buenos, para que nos sirviera de escalón para llegar a Él y
no hay ser en la tierra sin distinción de religiones, razas, castas y colores que no la haya llamado y a
todos ella ha respondido, de lo que resulta que ella es grande por toda la grandeza de su espíritu en luz,
sabiduría y amor y con toda la grandeza de todos los hombres, lo que le da Majestad y es de Justicia
que el Padre se complazca en esas virtudes y nos la dé como modelo.
Ya tienen mis Hermanos, pintada en una pincelada, toda la grandeza de María, de la que en la
Segunda Parte sabréis quién es, de dónde viene y a qué viene a la Tierra y la apreciaréis mejor y veréis
cómo se os llena el alma de alegría y satisfacción y gritaréis cómo yo,
¡Madre llévame a mi Padre!...y seremos grandes en su grandeza.
Dicho aquí como convenía, la verdad sobre la grandeza y Majestad de María, en este capítulo
sobre su infancia, seguiremos la misma verdad sucinta de los actos de su vida y quedarán desechos
tantos errores como han imbuido los prevaricadores de la Ley Divina y María puesta en su justo lugar.
(1) Son recitados por el espíritu de Joaquín
Maestro Juez Joaquín Trincado
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CAPITULO III
LOS DESPOSORIOS DE MARÍA CON JOSE
No quiero perder el tiempo en relatar lo que la Iglesia Católica cuenta de los desposorios de
María; es una invención irracional y ¡basta! ; y ya he dicho como Simeón y Zacarías, parientes de
Joaquín y Ana, sabían sobre la niña María y por qué medios, y en la Segunda Parte se convencerán de
la verdad todos los que tengan Razón y Fe en la Razón y los que no se convenzan no será por culpa de
la Razón y la Verdad sino de su malicia e Ignorancia de las Leyes Divinas y naturales, pero nada
podrán oponer a esta verdad.
Viudo José de Débora, con quien había tenido cinco hijos e hijas en Nazareth donde ejercía el
oficio de carpintero en una casa no miserable, si no cómoda para aquellos tiempos, para lo que bastará
decir que tenía espacioso jardín. Sabía también este obrero del arte, porque también era versado en lo
que llamaron Doctrinas Secretas, que no son otra cosa que el estudio de las Leyes Divinas y Naturales,
y por añadidura era miembro de la "Cábala Blanca" de Jerusalén y tenía facultades medianímicas de
Videncia y Audición; sabía, repito, que la "Rosa de Jericó" venía a ser la Madre del Predicador de la
Libertad y que él sería su padre y así llegó hasta Jericó por mediación de Simeón y convinieron en
entregarle al carpintero la bella María, en cumplimiento de las predicciones que sabían y se celebraron
las bodas trasladándose a Nazareth, en donde le esperaba el cumplimiento de sus deberes de esposa y
madre de ya numerosa familia y de grandes exigencias, para la que en años era aún una niña. Si María
no hubiese sido educada en los manejos de una casa, si hubiese pasado sus años en canturreos y vida
mística, como nos la ha pintado la explotadora de sus virtudes y grandeza, ¿podría cumplir la tan
pesada carga de arreglar la casa de un artesano con cinco hijos, algunos de ellos ya crecidos de 12
años?.
Solicito aquí el juicio de las madres y mujeres hacendosas y su contestación no puede ser otra
que una gran admiración y afirmar que el tiempo falta para llegar a hacer las cosas con regularidad.
Pero aún hay que añadir, que los telares eran escasos y así las telas eran costosas, por lo que
para vestir había que hilar el lino y la lana en la casa y tejerlo, sobre todo para los vestidos exteriores
Esto nos lo confirman aún los mismos que la han desfigurado y la han pintado hilando y nos dicen que
Jesús llevó la túnica inconsútil y que fuera tejida por su madre; esto es cierto, pero lo que no es cierto y
es contra la razón y la Ley, que dicha túnica creciera a medida que el niño crecía. Las plantas crecen
cuando están vivas con sus raíces en la tierra y la lana en la piel grasa de las ovejas, como todas las
cosas que crecen en su Ley, luego es absurda la historia de la túnica creciendo a medida que lo hacía su
dueño.
María pues, trabajaba rudo y sin descanso en la corta edad de 16 años para arreglar aquella larga
familia (siete personas con ella) más alguno que otro huésped que frecuentemente llegaba, ya porque
venían a Nazareth a encomendar trabajos al carpintero, ya por las costumbres y tradición de las tribus
de que descendían y de las que eran fundadores y en su primitividad, como más adelante se verá; ellos
por percepción y lucidez de sus espíritus y por el conocimiento de la Doctrina de Amor del Creador lo
sabían y no podían dejar de dar hospedaje y auxilio a cuantos lo necesitaban.
María era hija del pueblo y en Jericó no fue la Rosa escondida, sino la flor de adorno en los
actos y fiestas del pueblo y su misma hermosura, el respeto al matrimonio virtuoso (sus padres), la
alegría de su alma en las reuniones y la magnanimidad de su espíritu conquistaron el respeto y
adoración de jóvenes y ancianos. La pureza de sus actos, costumbres y palabras poníanla a salvo de
toda asechanza, además que las costumbres sociales y morales de aquel final del quinto día de la
Humanidad, en aquel territorio de la tribu de Benjamín, nada dejaban que desear.
Vida de María
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María era pura en su espíritu y libre de Mancha Original (que no existe tal mancha en la forma
en que a la carne le atribuye la Teología) porque la carne tiene su Ley y sólo la manchan los que se
sustraen a la Ley Divina por la que los seres toman cuerpo material para cumplimiento de sus misiones.
La Mancha Original según ha sido dogmatizada, es el absurdo de los absurdos y es la negación
de la Divina Ley por la que viven los mismos dogmatizantes y célibes que condenan a la carne, para
hartarse de carne robada, lo que es una mancha difícil de lavar pero no imposible, porque el Sabio
Creador ha impuesto a la naturaleza humana un germen de fuerza irresistible en el cuerpo de los
hombres que pide con imperio y a su tiempo el cumplimiento de la Ley de procreación y nadie puede
hacerse el sordo a su llamado y menos cuando el espíritu vive la vida de Luz y Sabiduría y cumple la
Ley en su medida. Esto es la verdadera pureza, usar de la carne en medida y en cumplimiento de una
Ley Suprema; quien no la usa en medida y Ley se opone a las Leyes del Eterno Creador y María no
podía faltar a esas leyes y no faltó, por eso fue madre por la Ley estricta de Afinidad y Justicia y no por
obra extraña lo que según las Leyes Sociales sería un adulterio y en este concepto la ponen sus célibes
detractores, a la que quieren llevar a la virginidad siendo madre y la rebajan a esa condición y a quien
con el dogma hacen casto y padre putativo, lo condenan a pasar por consentidor de su deshonra y lo
rebajan a la indignidad con un doble sarcasmo llamándolo Gran Patriarca.
¿Puede imaginarse mayor calumnia y maldad?
José fue sí, casto de corazón y puro de Espíritu en el cumplimiento de la Ley de Procreación y
por eso fue verdadero Patriarca y bien merece tal nombre quien engendró a 12 seres (entre hijos e
hijas), cinco con Débora, que le entregó como dote y regalo de bodas a la joven María con la que tuvo
otros siete varones y mujeres, entre ellos el primero el Mesías Jesús y el último Jaime apóstol de las
Doctrinas de aquél en España y hoy el Anticristo que escribe esta Verdad.
María, madre de siete hijos por la Ley de la carne y de cinco más por adopción, es pura en el
más alto grado porque cumple la Divina Ley del Creador y es grande en la mayor de las grandezas y
"santa" en nuestro lenguaje.
María Virgen y Madre de Dios, según el Dogma Católico, es la adúltera según la Ley Social, e
impúdica según las costumbres y sentir del corazón.
¿Cómo lo queréis Madres de la Tierra? ¡OH! Ya os oigo, la queréis Madre en la Ley como
vosotras lo sois; así la admiráis y la podéis amar e imitar, así la podréis llamar con entera confianza de
que sabe en su Espíritu de las penas y amores de las madres. Acude a vuestros llamados porque ella
pasó por vuestros dolores y peligros; llamadla sí, que con el nombre de Madre en la Ley de las Madres
acude llena de alegría y su poder como Espíritu es tan grande como no hay otro igual en los Espíritus
de la humanidad terrestre (como podréis ver en la Segunda Parte) y os lo agradece por ella hoy como
hombre(aunque desfigurado por los mismos detractores) el que fue su Jaime, que fue él ultimo que
encerró en sus entrañas y amamantó con sus fuentes de vida... y vosotras Madres sabéis cómo se quiere
al último de vuestros hijos. Más María, en su percepción y clarividencia, lo amaba no sólo por ser el
último río que de sus fuentes brotara, sino porque sabía que él era el Legislador de siempre y sería el
Juez que su otro hijo Jesús anunciaba para juzgar a "vivos y muertos" y esto ha sido cumplido 19 siglos
más tarde cuando ha venido a ser el Juez, bajo el traje del obrero y con el temido nombre puesto por
nuestros detractores de El Anticristo, que haría el milagro único que cabe en la razón: decir la verdad y
probar que el milagro no existe.
No temáis, no, al Anticristo; él os trae él último beso de María, que al expirar su sagrado cuerpo
en sus brazos le depositó para toda la humanidad y lo doy en el Código Máximo, que ya se ha escrito,
el que confirma y proclama la Ley de Libertad de las Madres que Jesús predicó y el Amor que la Madre
trajo... pero yo sé lo que son las Madres, y aquí os dejo aquel beso que con tanta efusión recibí, para
Maestro Juez Joaquín Trincado
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que inspiradas por él copiéis el Amor de María Madre y la llaméis con más libertad, con más confianza,
porque ella pasó lo que vosotras pasáis con los hijos y hasta por los celos del esposo como vais a ver.
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CAPITULO IV
LOS CELOS DE JOSÉ, SUS CAUSAS
Soy el Juez del Padre, mi respeto y amor al que fue mi Padre, cuando Jaime, me obligarían a
tapar un defecto del hombre, pero la autoridad del Juez y el cumplimiento de mi deber de decir la
verdad, está por delante y defectos y virtudes componen la historia de los hijos del Creador, mas aquí
estos defectos harán un hermoso papel en favor del hombre, a quien se ha desnaturalizado y coronará a
María en su verdadero carácter de Madre en Ley general por obra de varón, y los esposos tomarán en
ello un buen consejo y aprenderán una lección aún necesaria por un poco tiempo, pues los celos
desaparecerán pronto, porque el Amor empieza su Reinado y en la Libertad que alcanzan las mujeres se
mata el libertinaje.
Ya dije que María no fue la Rosa escondida y anduvo entre las hijas del pueblo en todo lo que
las leyes y costumbres sociales permitían a las juventudes; María era admirada en su hermosura de
Espíritu y corporal belleza y más respetada que admirada; era como diríamos "una niña sesentona" en
el pensar y el obrar, y alegre como joven en sus sonrisas y gorjeos y decidme si estas cualidades
reunidas en una mujer en la primavera de su vida no atraen las miradas y hacen desear su amistad a
todos cuantos la conocen o le hablan.
José era viudo y maduro en años como ya se ha dicho llevaba cinco hijos y pocos meses más
tarde vio a María que había concebido y no podía extrañarle cosa tan natural en una mujer en toda la
lozanía y fuerza de su vida, que compartía el lecho con él. Lo extraño sería que así no hubiera sucedido
teniendo aquella mujer todas las apariencias y características de la fecundidad y que venía además de
raza proficua y no estéril, cualidades tenidas muy en cuenta en aquel pueblo y por añadidura José se
encontraba en la plenitud de sus fuerzas, en los años de la conciencia del hombre y seguro de no ser
eunuco, pues se lo aseguraba la prole que presentó a María y que dejara la difunta Débora.
Toda estas razones eran bastantes para que José no extrañara el embarazo de María y si
recordamos que ésta tenía demasiado quehacer en el arreglo de la casa y la atención de sus habitantes,
resultándole corto el día para atender sus deberes, llegamos a la lógica conclusión de que José no tenía
motivos para celarse de su esposa.
Añadamos un punto más de verdad muy interesante: José era de carácter muy fuerte y hosco,
unido a un trabajo rudo como lo es el de carpintero en el que no vale omitir fuerzas porque la sierra y la
garlopa sólo cortan con la fuerza impulsora necesaria y en razón del número de hijos que hay que vestir
y alimentar con arreglo a la clase del artesano, se veía obligado a largar el día para que no faltara lo
necesario y tenemos que convencernos que José no podía tener tiempo en celarse de María. Sucedió sin
embargo que José tomó celos, ¿cómo fue?,¿cuál es la causa?.
María era hermosa, joven, en la primavera de la vida; su Espíritu elevadísimo pleno de
afinidades en todos los hijos de la Tierra y más en aquellos tiempos en que la Raza Adámica había
suplantado a lo absoluto a la raza Primitiva por el Patriarcado de Jacob, causa por la que atraía a su
alrededor las miradas, las simpatías y deseaban todos verla, hablarla y disfrutar de su clarísima
inteligencia aunada a la dulzura de sus miradas y aún más de sus actos de amor puro y desinteresado,
cosa que aún desconocían en obra, aunque la Ley lo proclamaba.
Era por todos estos atributos, aunque niña en años, la consejera que no yerra y esta clarividencia
contentaba en todo momento al hosco José, a quien no perdía de vista ni un momento, para evitar
castigos a los hijos que con sus travesuras lo exaltaban.
Como María era alegre, como todo ser satisfecho en sí mismo en el cumplimiento de su deber y
su Espíritu conducía a la materia inequívocamente, amaba a todos los seres y no negaba su palabra al
pobre o al rico, al sabio o al ignorante y de aquí que algunas chanzonetas de algunos maliciosos
Maestro Juez Joaquín Trincado
-13
motivaran los celos de José y sabia él mismo que no podía fundamentar sus celos, mas el corazón
humano tiene sus crisis y la tuvo el de José y se disponía a dejar a María.
María no se desconcertó, era puro su corazón y nada le acusaba que pudiera enrojecer su rostro,
pero fue el primer acto doloroso de su vida y en su amor al padre del que latía en sus entrañas, rogó al
Padre Universal que disipase la niebla que ofuscaba a José.
José con sus vestidos y herramientas preparados para marcharse en la noche, sé recostó y quedó
dormido y tuvo la visión que más tarde la ignorancia y la malicia harían el misterio del Arcángel
Gabriel.
En efecto fue este Espíritu, que guiaba y protegía a María, el que en cuadros reales para el
Espíritu le mostró, no la inocencia de María, que no había por qué, sino la turbación del Espíritu de
José, acosado por los Espíritus del mal que veían destruida su obra y sus Dioses, por el que tenía María
en su vientre y José oyó hasta en su materia las palabras que, Gabriel le dijera y que son:
"Despierta José y ve al lado de tu esposa, no temas y vence tus celos que sabes son sin razón.
¿No sabes por las escrituras que ha de venir el Salvador de los hombres? Pues María lo lleva en su
vientre y ella será bendita en las generaciones, ve y dale consuelo y vence así a los enemigos de Dios".
José era fuerte varón y Elevado Espíritu y de gran afinidad con María desde largos siglos y en la
advertencia del "Ángel" vio y recordó historias y promesas pasadas y hechas al Padre y volvió al lado
de su esposa y la alegría reinó otra vez en el hogar que el secular enemigo de los hombres interrumpió
por un momento.
¿Bebe el amado lector aquí, la gran previsión de la Providencia, que es servida por los Espíritus
de Luz?.
Los hechos son sencillos y humanos y hasta la visión y sueño de José no dejan de ser vulgares.
¿Quién no ha visto cuadros y oído palabras en los sueños que ven realizarse?, mas si el lector no ve
toda la filosofía que esos hechos encierran, los sabe leer y es deber del Historiador estudiarlos,
razonarlos y darlos digeridos para que sean provechosos desde el primer momento y más tratándose de
destruir un error secular y de poner en la Ley Común a dos seres que la humanidad toda conoce y ama
y que más amará conociéndolos en sus hechos sin prerrogativas odiosas que los hacen inimitables y al
Padre de Amor Común, parcial en sus Leyes.
PARRAF0 2º
Debo insistir y dejar sentado aquí que José era hombre en toda la extensión de la palabra y no
fue deshonrado por María en adulterio, como no habría más remedio que lo fuese si los relatos a ellos
atribuidos por los Evangelios fuesen en verdad ocurridos.
Excluyamos de un golpe al padre de la parcialidad que esos relatos representan, porque no
puede ser el Creador parcial con ninguna de sus criaturas y descarguemos también a los evangelistas de
los cargos que podrían resultar contra ellos por mentir en las cosas del Creador, porque ellos no podían
escribir y no escribieron tamañas mentiras aunque su rudeza no les permitiera relatar los hechos con
fina literatura porque no la poseían (recordar que eran de la clase trabajadora) y porque también la
lengua era pobre en sonidos. Pero es su rudeza precisamente el testigo de su inocencia en esos delitos
que fueron cometidos en el siglo III después de la Alianza de las Religiones y cuando ya no existían ni
los Apóstoles ni los discípulos de los Apóstoles de Jesús.
Vida de María
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Pero vayamos a los hechos. Si como pretende el Dogma Católico florece la vara en las manos
de José en sus desposorios y sabe que la que toma por esposa ha de ser virgen siendo madre por la obra
y gracia del Espíritu Santo, José, aunque sea el varón Justo elegido por Dios como atestiguan los
mismos Dogmas, falta al celarse de ver a su mujer preñada.
Si José es casto por voto hecho y María ha de ser Madre sin obra de varón, falta el primero al
voto hecho al celarse, porque el celo representa que la pasión vive y donde la pasión vive no puede
haber continencia, porque el celo denuncia deseo y el deseo es falta de hecho según la Teología y
también según la razón.
Si José ha prometido al unirse a María, servirle de cubierta a su maternidad, falta a su promesa
al querer retirarse, pero es más grave la falta de los sacerdotes que pretenden saber de antemano que
María sería Madre de Dios y temen sin embargo que se resienta la Ley Social al ver preñada a una
virgen, aunque sea el Dios Todopoderoso el que lo quiera así.
Si la Ley Social se basaba en las Escrituras y éstas contenían el Nacimiento del Salvador de una
virgen, el pueblo lo sabía porque se lo enseñaban las Escrituras, ¿a qué exponer a una niña a que
quebrante su virginidad, entregándola a un hombre de trabajo, que como hombre frágil ante el aroma de
la belleza y juventud de los 16 años, que hace renacer el deseo de su posesión, aunque fuera si posible
es Santo, que no lo hay más que el Creador? Y reto a toda la humanidad a que por la ciencia y los
hechos demuestre fisiológicamente y sostengan lo contrario.
Lo que hay es que nada de esto sabían los sacerdotes de entonces, porque si lo hubieran sabido,
muchas rameras habían y, hubieran puesto muchas más, a fin de que los hombres no desearan a las
vírgenes doncellas, esperando que de alguna naciera el que esperaban y aún esperan y no de una virgen,
pues los que aún viven en aquella religión tienen y les es permitido más de una mujer, lo que equivale a
decir que todos esos Dogmas son un absurdo.
Haciendo a José Casto y Padre Putativo, forzoso es confesar por toda la ciencia, a María
adúltera, porque la ciencia no admite ni puede admitir el nacimiento de un ser más que por la Ley
general y única: por la unión de dos seres de los dos sexos y sólo así lo quiere en su Ley el Creador,
que si es Todopoderoso, no puede hacer absurdos ni cambiar la Ley que una vez dio, lo que sería por lo
contrario creerle un comediante, un sin razón y el Creador no es esto, pero sí lo son todos los Dioses de
las Religiones, porque son los mismos sacerdotes.
La Providencia sabía, porque Providencia son los Espíritus de Luz que viven en la Luz de
Creador, que se dirían todas esas patrañas de sus hijos, los Mesías y Misioneros y lo sabían por la
experiencia de hechos anteriores y porque conocían la malicia de los sacerdotes que los Misioneros y
enviados venían a derribar y no dejaron pasar inadvertidos los celos de José, para en su día justificarlo
como hombre en la Ley de los hombres y como Padre en la Ley de los Padres, de Jesús y seis hermanos
más habidos con María y otros cinco que tuviera antes con Débora, con cuyos doce hijos se recordaba y
renovaba en José el Patriarcado de Jacob, que precisamente renacía el último y sería testigo ocular de
los hechos cuya historia rememoraría 19 siglos más tarde cuando vendría como estaba anunciado el
Anticristo, desfigurado por los mismos que desfiguraron a sus Padres y a su hermano Jesús.
¡Benditos celos de José!, porque aunque es un defecto de hombre, hoy son arma inquebrantable
de que fuiste hombre como los otros hombres y yo estos satisfecho en ponerte en tu lugar, como pongo
a todos mis hermanos, para conocimiento del mundo, de que fuimos tus hijos por la Ley general de
procreación, engendrados por ti, siete con Jesús y Jaime en María y cinco con Débora.
Ya te dejo Justificado como hombre y Padre y a María como mujer y Madre y la larga prole que
de vosotros fuimos nacidos y bajo vuestra égida siempre estuvimos y el reconocimiento del mundo, que
no nos conocía, nos pertenece en Justicia y así pedimos.
Maestro Juez Joaquín Trincado
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PÁRRAFO 3º
Por el párrafo anterior mirado racional, científica y fisiológicamente quedan justificados los
celos de José que lo declaran hombre en toda la Ley: hemos visto que María no suplica a José y pide al
Padre que desvanezca la ofuscación momentánea del Espíritu de su compañero y progenitor de lo que
se mueve en sus entrañas.
José no ofende ni maltrata a su joven esposa, ni la detiene en la calle ni la denuncia como
adúltera, es él quien se retiraba en silencio y es comprendido en sus preparativos por María, la que se
retira y llora y pide al Padre en humildad y amor, Luz para su esposo y fuerzas y tacto para ella.
José cuenta, entonces 45 años y María poco más de 16. José cumplía todos sus deberes de
ciudadano, padre y esposo y se ve atormentado un momento por los celos, disponiéndose a separarse de
la niña y ya madre en sus entrañas y acude ésta a diferentes armas y a la petición humilde y amorosa al
Creador y triunfa sin hablar al fugitivo. Cede él y se rinde ante la visión e inspiración de algo que le
habla a su conciencia y razón y vuelve a los brazos de ella y ninguno se recrimina; se miran lloran en
su alegría y dan gracias al Creador y la Paz de sus Espíritus, por un instante amenazada, renace para
siempre, aunque sus cuerpos no hallen esa Paz en su lucha permanente con el trabajo.
¿Qué causas hubo para que José sintiera aquella picazón en su orgullo de hombre honrado? Ya
las he dicho en todas las razones del párrafo anterior, pero las repito en concreto aquí, pues es de todo
interés, dejar sentada la verdad.
Yo lo he oído del Espíritu de mi Padre José, en ocasión solemne, en que en familia le
consultaba sobre este punto: .."¿Qué quiere hijo si no?.. era hombre y María era una Hebrea... ya le
sabes tu más que nadie que estuvo en sus brazos, y en su amor... en fin, era la Rosa de Jericó y en aquel
valle se reúne toda la hermosura de la naturaleza en sus mujeres". Estas son sus palabras.
Entonces, los celos de José eran motivados por la hermosura y fragancia de la Rosa de Jericó y
por tanto José era hombre vivo en la Ley de la carne, Ley que es justa como todas las del Creador y por
tanto no hay quién pueda negar fundadamente
Que José no sea el Padre legítimo y natural (1) de Jesús, lo que confunde el infame misterio de
la virginidad, que pone al Creador, en liza de loco y abre el camino Racional de la verdad de que si
Jesús nació de María por obra de José, María no es virgen en la materia aunque sea pura en su Espíritu
de Amor y tampoco es adúltera porque José era varón fuerte y temido aún como hombre y María lo
sabe y lo sabemos sus hijos, que por no ser virgen ni adúltera pudimos nacer de ella y por José los seis
hermanos de Jesús.
Hay aún aquí una cuestión muy grande que dilucidar: las armas defensivas de María. ¡OH,
amantes esposas, cuánto os debe enseñar el procedimiento de María! Escuchad y atended bien que esto
es de gran interés para todas.
Es indiscutible que la mujer es superior en percepción al hombre, como es indiscutible que el
hombre es superior en fuerzas físicas, todo esto en Ley general, porque hay excepciones que no hacen
Ley y que hay que estudiarlas en cada caso.
El hombre por la constitución de su ser y por el régimen físico-animal que no sufre
interrupciones ni mayores peligros, es destinado en todos los mundos al trabajo para el progreso
industrial que ha de proporcionar a las humanidades el mayor bienestar y comodidades.
Vida de María
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El trabajo le ocasiona el cansancio de la materia y el hastío de sí mismo, por las fuerzas que
consume y si se le descuida en sus necesidades o se le exaspera con importunidades, se rebela contra
todo y aún contra sí mismo, porque sólo confía en sus fuerzas físicas y por lo tanto animal y no puede
su espíritu estar tranquilo cuando considera que trabaja tantas horas como el sol le permite y quizás
alumbrándose con luz artificial y no puede cubrir las necesidades de la casa porque su trabajo es mal
retribuido.
Si el hombre, por desgracia, no recibió una buena Educación Moral que dé Luz a su alma del
porqué del trabajo en aquellas circunstancias, temed mujeres de hablarle de las necesidades y de todo
aquello que lo ha de exasperar más y muchas lloráis desgraciadas por vuestro poco talento o falta de
educación como mujeres o bien porque sois casquivanas.
Si el hombre recibió una buena Educación Moral, el trabajo no le hastía, pero hay momentos
que el exceso de trabajo debilita la influencia del Espíritu sobre su Alma y en ese momento la materia
se rebela, más como no está acostumbrada a actos punibles no los obrará pero se volverá hosco y reacio
hacia aquellos que le rodean y hay que templar bien las cuerdas de la lira para que no se corte la poesía
del Amor del hogar y de esto es encargada la amante esposa con su discreción, con sus encantos físicos
muchas veces, pero primero y siempre con los impulsos que el amor imprima a la mayor percepción
que la mujer tiene en su Espíritu, y que la comunica a su materia, siempre más bella por ser más
depurada que la del hombre en razón de las funciones que viene a desempeñar.
José era Educado, tanto como podía serlo un artesano en lo Moral y material. En Espíritu era
muy elevado, pero poseía una muy fuerte materia y si agregamos a esto que las obligaciones eran cada
vez mayores ya que la creciente familia le obligaba a alargar el día para que no faltara lo necesario y es
extraño que tuviera un momento de hastío y pensara en tirar de sí la enorme carga que llevaba. Mas oyó
su alma la voy de su Espíritu y volvió sin cometer el acto premeditado, a los brazos de su compañera;
es que él era Educado y acosado en Espíritu por la lucha de la materia y por otros Espíritus que no
podían ver indiferentes que nacieran el que los venía a derribar de su Supremacía y le hacían ver la
hermosura envidiada de su joven esposa, para lo cual aprovechaban de la jovialidad de María, José que
se había ofuscado momentáneamente, reaccionó y aún se sintió avergonzado de sí mismo y corrió
adonde otro en silencio lo llamaba con voces de Amor irresistibles.
Efectivamente vio María los preparativos de su esposo, en su clara percepción del destino de la
mujer Esposa y Madre sabía que si la causa de la separación la originaban los celos, siendo limpia nada
conseguiría con protestar y manifestar su inocencia. Aunque tan joven, conocía sobradamente del
corazón humano y al celoso; sabía que la protesta de su víctima más lo exaspera, y que es necesario que
el convencimiento salga de quien se celó... ¿cómo?, no mostrándose ofendida, aparentando no entender
el celo del esposo y mostrándose digna sin gazmoñerías, incólume sin altanería y más amorosa sin
fastidiar, pero por sobre todo vivir en todo instante en el corazón del celoso adquiriendo en su imagen
la mayor majestad e influyendo con toda su potencia en el Espíritu ofuscado y pidiendo a la vez con
toda su humildad al Padre la Luz para su amado... y el Padre manda siempre su Luz sobre el afligido,
por los guías que todos tenemos y estos piden ayuda a otros afines y traban batallas (que muchas veces
hemos visto) hasta vencer a los influyentes del mal, que no escatiman medios para destruir la felicidad
del hogar, base de la felicidad de los pueblos, en cuya felicidad se aumenta el Amor y pierde terreno el
detractor y enemigo del bien común.
He ahí todo lo que pasó en los celos de José y también descriptas las cualidades de María y las
armas defensivas que usó. Es cierto que María es Espíritu de Amor y Potencia no alcanzado aún en la
Tierra, pero es verdad también que José era humanamente de los más fuertes de sus días y que como
Espíritu se acercaba en potencia al de su esposa aunque en Amor estaba muy distante de ella. Ello es
porque la Ley de Afinidad había reunido en los dos esposos la potencia de la materia y la potencia del
Maestro Juez Joaquín Trincado
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Espíritu y la suma de los dos debía dar el vástago que en sí sólo traía las dos potencias en consorcio,
porque eran llegados los días anunciados en la Ley Eterna.
María en la fuerza de su Espíritu y en la dulzura de su amor influyó en el corazón y en el
Espíritu, de José sin manifestarlo, por el pedido humilde al Padre y sin dejar sus obligaciones y José
cedió en Espíritu, porque los Espíritus saben en Justicia, cuando son de Luz, que los dos son
vencedores y ninguno vencido, lo que no sabe la materia en la que sí hay vencidos y vencedores y el
triunfo es del más fuerte y en batalla material por fuerza animal, José hubiera vencido a veinte Marías;
pero María en fuerza de Amor y potencia Espiritual hubiera vencido a veinte José y a veinte mil y aún
ha vencido a toda la humanidad de la que sólo ella es la Redentora y no habrá necesidad de discutirlo al
final de su historia.
¡Amadas Esposas!, estudiad en María como hija, como esposa y como Madre. Que ella sea
vuestra norma, ya que todas la llamáis en el sublime acto de ser Madres, por el que llegáis a la Santidad
única que se puede considerar en la Tierra. El título de Madre es el único que se debe tener y respetar
por Santo (aunque no lo es), pero para ser Santas Madres, aprended a ser esposas dignas y no necesitáis
saber más que lo contenido en este estudio provocado por los celos de José, para acentuar la grandeza
de María.
¡José, son tus celos un defecto como hombre!, pero te hacen más hombre y hombre entero..., y
te dejo y dejo a María donde os corresponde.
(1) La palabra natural contenida en las leyes para designar los hijos nacidos fuera de
matrimonio debe desaparecer. Hijos naturales son todos los nacidos; la legitimidad es un absurdo de
conveniencia y malicia social.
Vida de María
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CAPITULO V.
NACIMIENTO DE JESÚS.
Lleno de misterios y de absurdos irracionales ha llegado a nosotros el nacimiento del Mesías
Jesús Apóstol de la Libertad, en lo que no hay de verdad ni la fecha, ya que nuestros meses no se
corresponden con los de los Israelitas, por lo que el nacimiento de Jesús correspondería al 4 de
Diciembre y no al 25, pero como el arreglo del calendario lo señaló en esa fecha y todos lo celebran en
ese día, no hemos de hacer mayor objeción por ahora.
Rebatir uno por uno todos los absurdos de que lo ha revestido la Iglesia Católica Cristiana, sería
tarea enojosa y lo esencial está rebatido y comprobado matemáticamente en el libro fundamental
"Buscando a Dios y Asiento del Dios Amor", al que remito a mis lectores y aquí sólo haré historia
sucinta y verdad de los hechos sin adornos ni perifollos.
Sea lo primero el estudio del nacimiento del "hijo de Dios"; éste tenía que ser rodeado de todos
los absurdos correspondientes a lo absurdo de su encarnación; así nos dice la iglesia y lo que llaman
evangelio, que "habiendo mandado César Augusto empadronar a todos los habitantes de su imperio,
José fue a Bethelen (Belén) para cumplir con la Ley; que no encontró en toda la ciudad una casa ni una
habitación donde hospedarse y que se tuvo que albergar en un portal donde nació Jesús al dar las doce
el 25 de diciembre". El año se olvidaron de ponerlo; lo pondré yo con arreglo al calendario israelita que
regía, era el 3760 de Adán, el día 3 del mes de Tebhet, que no sé por qué arreglos del calendario
católico han cambiado la fecha; pero lo anoto para constancia, porque es cierto que nació en esa fecha
mas no en Belén, sino en Nazareth. Y digo también descubriendo el secreto de que todos los dioses de
la mitología, lo hacen nacer el 25 de Diciembre; y al fijar esa fecha como nacimiento de Jesús, éste
sería un mito.
Nos dice la iglesia y su evangelio, que al nacer el niño Dios cantaron los ángeles; que apareció
en oriente una estrella resplandeciente y que tres reyes magos, Melchor, Gaspar Y Baltasar, vinieron de
Arabia y lo adoraron ofreciéndole oro, incienso y mirra; que llegaron allí, guiados por la estrella; que
estuvieron con Herodes y le participaron del nacimiento del rey de los judíos; que Herodes con malicia,
les dijo: volved para que me digáis donde está y yo lo adore, y no volvieron; que Herodes, de rabia de
verse burlado y de miedo de que ese niño recién nacido, le quitara el trono, mandó degollar a todos los
niños de Belén y sus cercanías hasta la edad de tres años; que vinieron ángeles y le avisaron a José y se
marchó a Egipto burlando a Herodes; que los pastores de la comarca le ofrecieron leche, miel y
manteca; que un buey que había en el establo donde el niño estaba acostado en las pajas, lo calentaba
con su aliento y la mula, por no hacerlo, María la maldijo y desde entonces no pare este animal; y paro
yo de enumerar cuentos, para deshacerlos y hacer historia racional, sin prejuicios de lo que dicen las
historias de aquellos antiguos pueblos, que quizás pecan de anotar muchas minuciosidades, que hoy no
se tendrán en cuenta, ni se les daría cabida por los historiadores.
Digo en primer lugar, que no por la orden de empadronamiento es por lo que tuviera José que ir
a Belén; si no que fue por asuntos comerciales pero antes de esta fecha y a presentar a su joven esposa
a unos parientes; lo que desmiente la pobreza del artesano, que lo conozco en su anterior matrimonio
con Débora; y como fue a visitar parientes; no nacería Jesús, si en Belén naciera, en un portal
abandonado sino en casa habitada por gentes y acomodadas, como era toda la familia del viejo pastor
Joaquín, 12 entre hijos e hijas, sino no sería Patriarca.
Sobre los Reyes Magos, bastaría decir, es mentira. Pero se ha prejuiciado demasiado y conviene
probarlo matemáticamente; del promedio del territorio que compone la Arabia, a Belén o Jerusalén hay
aproximadamente 2.500 Kilómetros: queriendo hacer marchas forzadas de 50 Kilómetros, se necesitan
50 días; ¿cómo pudieron ellos llegar en 13 días? Y debe notarse que eran reyes, que para una excursión
de un día se tardan una semana en los preparativos. Hay otro absurdo mayor y es la estrella. ¿Hay
Maestro Juez Joaquín Trincado
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alguien que no sea supersticioso que crea que puede ser esto? Pues para los supersticiosos les diré, que
las estrellas y soles del firmamento tienen su órbita trazada que no pueden abandonar, sin haber un
cataclismo, y me remito a la ciencia astronómica que nos lo prueba; por tanto, la tal estrella no guió a
los reyes magos que tampoco fueron a adorar al niño que no era Dios; pero, sí era heredero de reyes.
No quiero perder más tiempo en inquirir, cómo se pudieron juntar los tres reyes, que desde luego
deberían estar cada uno en su reino; ni cómo se avisarían para combinar la excursión, pues basta lo
dicho para probar el absurdo. Ya sabéis que no había ferrocarriles, ni automóviles, ni aeroplanos, ni
había nacido el loco Julio Verne que ha contagiado su locura a todo el mundo como lo hemos
contagiado nosotros ahora de estas verdades.
¿Y sobre la degollación?. Sólo la enumeraré. Está probada su falsedad en que, según la iglesia,
fue el 28 de Diciembre y los reyes llegaron el 6 de Enero a sea 8 días más tarde, y nos dicen que, el Rey
Herodes mandó degollar a los niños después que no hubieron vuelto los magos a decirle dónde estaba
el rey de los judíos; y este hecho demasiado grande, no se encuentra en la historia, ni las tradiciones de
Belén, y por muchos motivos, no podía faltar.
Otra prueba, de la mentira ésta y de la huída a Egipto, está probada en el registro de la
circuncisión de Jesús a los ocho días de su nacimiento(según la iglesia católica) bajo el nombre de
Emanuel, etcétera.
José por otra parte era estimado por sus parientes y sabían que tenía por esposa a la mujer más
hermosa del valle de Jericó, la hija del viejo y bien conocido pastor Joaquín, y sólo en dar cabida a tan
hermosa joven sin otro mérito que éste cualquiera de Bethelen les habría hecho sitio en su casa si lo
pidiera; pero no hubo lugar a peticiones ya que los parientes de José vivían en forma desahogada.
También José disponía de medios, porque si fue celoso una vez de su esposa, del trabajo lo fue siempre
y el que trabaja independiente ahora y entonces (y entonces más que ahora), es lo bastante rico con el
sólo hecho de no depender de nadie; por esto y por ser su oficio de necesidad a pobres y ricos, José
podía disponer en cualquier momento de lo de algunos amigos y en algunas ocasiones lo dispuso como
honrado industrial, así como los otros disponían de sus obras.
Que José no vivía en la miseria, como lo pintan sus detractores en sus dogmas, lo atestigua la
holgada casa en que vivían, que se componía de las habitaciones necesarias a 14 individuos que
componían la familia cuando aún María no tenía más que 32 años, cuando tuvo su último hijo Jaime
(hoy el Anticristo que escribe estas verdades), más el hermano de María, el Tío Jaime como lo
llamábamos, el que incógnitamente fue mandado por María al lado de Jesús cuando éste comenzó su
vida pública, para que le procurase entre la parentela, muy larga por cierto y que Jaime bien conocía,
ayuda y albergue, y que cumplió con tanto amor como lo habría hecho la misma Madre.
La casa era de las más espaciosas de Nazareth, ubicada en el centro de la ciudad y rodeada de
jardines, lo que hoy exigiría ser muy rico para tener tales comodidades y regalías. Aquel memorable
sitio diré que hoy es la plaza única de aquella simpática ciudad que se alza sobre poética colina.
No es cierto el cuento de la casa de Loreto, aunque es posible que algún trasto llegado a
posesión de los inventores de absurdos y en ello basaron su fábula.
La casa donde vivía José con María y toda la familia menos Jesús que sólo vivió en ella hasta
los doce años, tiempo en que salió para ser presentado en el templo, tenía 10 habitaciones y otras
dependencias más el taller, que no era pequeño pues llegaron a juntarse entre padre hijos hasta 7
hombres trabajando y con el jardín ocupaba una extensión de más de 3.000 metros cuadrados.
¿Dónde está pues la verdad de la garita de Loreto?
Otra prueba de que José no vivía en la miseria, es la amistad que lo unía al hombre que además
de sabio y político, José de Arimatea, llega hasta nuestros días en la historia como rico propietario; que
Vida de María
-20-
el mundo sabe fue el protector de Jesús y lo mantuvo en el colegio y lo ayudó y lo consideró hasta
después de crucificado, dándole sepultura en un sepulcro que para sí mismo había construido, del que
según el Dogma Católica resucitó y subió a los cielos, y para desmentir ese absurdo antinatural, el
cuerpo de Jesús está en la Tierra, aunque no esté en el sepulcro en que se le depositó el día de su
crucifixión.
La verdad entonces es que Jesús nació como todo hijo del hombre y sin otra demostración que
los dolores de su Madre, como los sufren todas las madres y no fueron Reyes a ofrecerle oro, incienso y
mirra, ni estuvo depositado en el pesebre porque nació en la casa de sus padres; ni hubo la tal estrella
que guiara a los Magos, porque ese solo hecho de salirse una estrella de su órbita lleva consigo
destrucción o por lo menos trastorno de la armonía Universal y Jesús ni todos los Espíritus del Infinito
son acreedores a eso; ni hubo la degollación de los Inocentes y todo esto la Tradición, la Historia y las
Ciencias por todos la RAZON, os lo probará.
Jesús era uno de los misioneros que desde Adán y Eva venían periódicamente a enseñar a la
humanidad la Redención, no por su sangre porque ésta nada limpia y redime, sino por la sabiduría, por
el trabajo continuado, por el progreso en fin; pero sí se significó Jesús pues era de Justicia que se
significase, por el mandato que traía de los Consejos de Sión de predicar la Libertad, anunciar el
reinado del Espíritu o del Amor y prometer a la humanidad el Espíritu de Verdad y con él al Juez que él
Padre mandaría a liquidar cuentas.
Jesús cumplió el encargo que traía y esto lo significó, como significa a cualquiera que cumple
con su deber, por que el deber impone el sacrificio y esto es Amor y es Justicia, lo que no es el hacer
las cosas por sólo gusto o libertad sin obligación, que esto es lo que llamáis caridad, que hoy es baldón.
¡Cumplid vuestros deberes y seréis grandes y sabed que el Amor os obliga siempre al Amor y
no a la caridad denigrante!. Esto lo cumplió Jesús que aunque estaba en su Espíritu, lo llamó de María
como Madre, y en ello aprended.
Maestro Juez Joaquín Trincado
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CAPITULO VI
LA INFANCIA DE JESÚS Y LA PRESENTACIÓN AL TEMPLO
La infancia de Jesús no tuvo ninguna diferencia con la de los demás niños, salvo algo en su
contra, que era su rebeldía y soledad ensimismada que alejaba de sí las escasas caricias que José
propinaba a sus hijos, por las razones ya expuestas de su rudo trabajo.
Era precoz sí, desde que comenzó a balbucear, a tal punto que a los ocho años José no lo
entendía en sus tendencias, que si no se apartaban de la Ley, eran penadas por la Religión. José quería
hijos para el trabajo del taller, cosa a la que Jesús no podía amoldarse porque se distraía continuamente
y por que era muy débil en su físico, cosa que hacía exasperar a José y más de una vez le acarició las
mejillas el carpintero, por lo que María sufría desde el primer momento por él y desarmaba a José con
su amor y su tacto.
Jesús no era juguetón como los demás niños y esto no lo puede explicar hasta hoy la ciencia,
por lo que yo diré que esto es un caso fisio-psicológico, que es efectuado por el espíritu, que apenas
toma el cuerpo en que se encarna pone conciencia de lo que viene a hacer. Esto es lo que le pasaba a
Jesús y por ello estaba siempre a la Inspiración de los mayores, que le rememoraban su Misión, por lo
que en Jesús como en otros muchos no hubo Infancia Moral, aunque sí la hubiera Material y esto es
causa de grandes sufrimientos en sus progenitores y la muerte de las materias de muchísimos infantes,
por la ignorancia de las ciencias y así de los padres.
En este estado fisio-psíquico pasó Jesús hasta los doce años, sin otra amistad podríamos decir,
que la especial que le mostraba uno de sus hermanos hijo de José con Débora, llamado Eleazar, el que
sentía grandes simpatías por Jesús.
En esa edad en que debe empezarse el aprendizaje de un oficio, José comprendió que el niño,
por su despreocupación y su débil físico, no era apto para el rudo trabajo de carpintero; mas José era
adicto y miembro de la Kábala de Jerusalén por lo que era hermano en creencias, además de amigo, del
sabio y rico José de Arimatea, y para consultarlo sobre el niño aprovechó la fiesta de la Pascua y
mandó a Jesús a Jerusalén acompañado de María su esposa y de María Cleophas y Eleazar, hijos de
Débora y José, el que llegó dos días más tarde.
Jesús llevó una carta para José de Arimatea (1) (Cuyo texto puede leerse en el libro "Buscando a
Dios"), Pues José se cercioró que de Jesús no podía esperar nada en el taller y así se lo envía al de
Arimatea en Jerusalén para su instrucción, de lo que se encargó el mismo.
(1. José el Carpintero de Nazareth, aunque sea bajo el traje humilde pero honrado del obrero, su
espíritu es el del Padre de Shet, Adán histórico, y María Eva: no en el paraíso, sino en la hoy ciudad de
Abderabat, en la India.
Son los dos mismos, Abraham y Sara, padres de Isaac y en Ley de Justicia, terminan la obra
encomendada a sus espíritus regeneradores y son ahora padres de nuevo, de Isaac Jesús y Shet- Jaime.
Por tales actuaciones en la regeneración humana, acuden como espíritus conscientes donde la
Ley les marca y donde están depositados los principios dejados por ellos mimos y José es miembro de
la Kábala y amigo entrañable del otro José, secretario de la Kábala y miembro del Sanedrín, a cuya
amistad y conocimientos de Arimatea en los secretos de la Ley Suprema debemos la conservación de
algunas cartas o misivas escritas en pieles por José el Carpintero, al de Arimatea, siendo la más
esencial y expresiva la que llevó el mismo Jesús a los 12 Años, acompañado de su madre y de su
hermanastro Eleazar, dice así según la traducción:
"Amado hermano"
Vida de María
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"Con motivo de haber cumplido 12 años mi hijo Jesús, primero de María, va a esa para cumplir
con la Ley de presentación al Templo. Lo acompañan María y mi otro hijo Eleazar; yo los alcanzaré
dos días más tarde. Entretanto estudia ese niño, porque yo no lo entiendo; hace falta sacar provecho;
pero creo que para el taller no será útil; estúdialo y a ver qué se puede sacar de provecho para la casa,
porque mi familia se aumenta que es una bendición".
"Jehová nos bendiga, hasta luego, tu hermano".
"JOSÉ"
Este documento, como tantos otros, referentes a la verdad de Jesús hombre y no Dios,
conservados en la Kábala secreta y custodiados para dar fe a quien corresponde, destruye, cuando es
hora, toda la falacia Católica.
Acudió María al templo, Jesús estaba subido en puntillas en un banco para oír a los Doctores y
al ser visto por éstos, aprovecharon de la travesura del jovencito para dirigirle una pregunta que era
sobre Derecho Penal de Gentes, a la que Jesús contestó precisa y categóricamente y a éstas siguieron
otras que fueron contestadas del mismo modo.
Esto causó en María una gran desazón, pues al ver el atrevimiento del niño trató de hacerlo
bajar del banco reprendiéndole, a lo que él contestó: "¿Qué sabes tú de éstas cosas?",
Lo que hizo llorar a la madre, pues sabía que eran las manifestaciones de lo que ella tanto temía
y gracias a que no estuviera José, pues de seguro que se habría ganado una no codiciada caricia.
Todo esto es la gran discusión de que tanto se habría de abusar sobre las disputas del "Niño
Jesús" con los Doctores.
Volvió Jesús con sus padres y hermanos a Nazareth, pero ya le sería imposible sujetarse al
taller, pues sabía que no venía a eso y su espíritu ya había disipado las nieblas que la infancia podía
ponerle, así a sus ruegos, por su exaltación y porque María comprendía que amargaba la vida de José,
pidió también remitirlo a Jerusalén ya que José de Arimatea lo apadrinaría y así se desató Jesús de los
lazos de la familia que le aprisionaban. Toda esa es la infancia de Jesús.
Ahora, ¡Madres que sabéis amar!, suponed por vosotras mismas las luchas en el corazón de
María, los sufrimientos de la madre por ese hijo que obedeciendo a los impulsos de su deber, en la más
temprana juventud se emancipa del calor del hogar; además es su primer hijo, el fruto de su primer
amor y aunque ya tenían otros cinco más y otros cinco hijastros que la amaban de verdad, comprended
que esto mismo la hacía sufrir más porque todos ellos eran felices a su lado y sólo aquél se hacía
desgraciado entre todos y a las madres esto las hace meditar mucho y sufrir mucho más.
Ya José rayaba en los sesenta años y María estaba en los treinta, edad en que la mujer está en la
plenitud de su amor, de su razón, de su discernimiento y allí todo hacía falta para organizar aquella
gran familia que ya comenzaba a desparramarse, unos casados y otros por casar y entonces aun recibe
el último de sus hijos, que había de consolar sus últimos días y nace Jaime, sin estar Jesús, y el recién
nacido apaga en parte el dolor de la Madre, por la ausencia del primero.
Maestro Juez Joaquín Trincado
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CAPITULO VII.
LA VIDA EN FAMILIA HASTA LA DESENCARNACIÓN DE JOSÉ
Nada anormal hay en este período, a no ser el constante sufrimiento de la Madre por ausencia
del hijo.
Continuaba éste en el Colegio bajo la égida de José de Arimatea, pero Jesús había rememorado
tanto en las Escrituras como en la Kábala sobre la Misión que tenía en la Tierra, que parecía cada vez
más olvidado de la familia y no era tal olvido falta da amor sino sacrificio de sí mismo, pues
comprendía bien que no podía dejarse llevar del sentimiento familiar, y así evitaba aun en las
vacaciones ir a Nazareth, para no amargarse ni amargar a María, pues todos sus hermanos se oponían a
sus tendencias y más cuando les llegaban algunas noticias de las arengas que el estudiante hacía más de
una vez en el pueblo en sus conferencias, lo que les hacía prever el fin que le esperaba.
María callaba sus sufrimientos y por todos los medios trataba de atraerlo y de alejarlo del
peligro que presentía podría traerle su vida revolucionaria y se alegró cuando supo del amor de María
de Magdala por él, a la que animaba la madre a fin de que Jesús esquivara el peligro que su vida le
habría de traer; pero todo era en vano, podía en él más el Amor Universal que el Amor particular y el
de la familia aunque en ella estuviera María. En casa eran ya todos mayores, menos el amado Jaime y
el taller era una verdadera gloria con seis robustos oficiales y el padre como Director y la Madre el lazo
de unión que a todos contentaba y alegraba con su amor y hermosura de matrona, aunque algo ajada
por el dolor.
José había entrado ya en los 70 años, teniendo Jesús 23 y desencarnó, no pudiendo darle como
padre su último beso, pues Jesús no estaba presente.
Si hasta allí la vida de María fue de sufrimiento, ahora comenzaban los dolores y ya viuda y
acordado en consejo de familia, María con su pequeño Jaime y dos más de sus hijos se dirige a
Jerusalén para ver a Jesús y llegando al colegio se anunciaron; y aquí recibió María la mayor lanzada,
pues avisado Jesús que su Madre y hermanos le esperaban, él contestó: "Mi Madre y mis hermanos son
todos lo que hacen la voluntad de mi Padre".
No es que no comprendiera María el significado de las palabras de su hijo, sino que su corazón
de Madre gritaba y en su corazón había protestas contra el extremado rigor del hijo para sí mismo, pero
ella en su percepción se calmaba, en tanto que los hermanos se sulfuraban y no se conformaban con tal
conducta; pero al fin amaban demasiado a la Madre y acababan por oír las disculpas que ésta tenía para
el proceder de Jesús.
Mas si hubieron de verlo fue en el paseo, pero no hablaron y era esa la primera vez que Jaime lo
veía.
De esta negativa de Jesús creció entre algunos de sus hermanos cierto tedio hacía él, que se
acrecentó cuando salió a la vida pública y se llamó hijo de Dios.
Aquí veían ellos la deshonra de la madre y el padre y humanamente no les faltaba razón, pero
María en su amor de Madre todo lo dispensaba y dobló entonces sus esfuerzos con María de Magdala
para retirarlo de la vida peligrosa y nómade, pero nada consiguió de sus propósitos. Ya María se iba
quedando cada año más sola, pues los hijos ya todos acomodados se esparcieron por varias ciudades
con su oficio y todo esto era naturalmente para mayor amargura y crecía el recuerdo del rebelde Jesús.
Vida de María
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CAPÍTULO VIII
VIGILANCIA DE MARÍA SOBRE JESÚS
Ya Jesús en la vida pública, llegaban a menudo noticias de él y era sufrimiento para todos; pero
al ser degollado Juan que era tenido por grande Profeta, entonces ya no se podía ocultar a nadie el fin
que tendría Jesús y a todo trance querían evitarlo y hasta alguno de sus hermanos, Efraín, le hacía la
contra negándole él título que se daba de hijo de Dios.
Pero ya Jesús era mayor de edad y nada podían por Ley sobre él. María entonces llama a su
hermano Jaime y éste se mostró conforme con la predicación de Jesús y dijo: "Yo le acompañaré, sin
temor aunque sea hasta el Calvario" y María le mandó pues que fuera y le procurase lo necesario entre
la larga familia repartida por toda Judea y Jaime cumplió sus juramentos y lo acompañó hasta el
Calvario.
Después de la muerte de Juan, fue Jesús a Nazareth y fue mal recibido por sus hermanos, pero
él sólo oía la voz de su deber y casi es ésta la primera vez que recibe María una satisfacción de Jesús,
pero no accede a sus ruegos de dejar esa clase de vida penosa y expuesta y menos entonces, ya que le
siguen algunos discípulos.
Vuelve más tarde a Nazareth, en ocasión en que María ha de ir a Canaan a unas bodas de
familia y hace que los acompañe Jesús y por cierto que éste no pasó buen día entre aquellas gentes
porque le picaban en sus borracheras y María acertó al decirle": Hijo mío, si las fuentes de agua se
convirtieran en vino, también éstos la consumirían", mas no hubo allí ningún milagro de convertir el
agua en vino, ni otra clase de milagros, ni haberlos puede, ni Jesús los hizo. Volviéronse a Nazareth y
Jesús siguió con sus predicaciones.
Aún otra vez vuelve Jesús a Nazareth, tanto por ruego del tío Jaime para consolar a María como
por ir suavizando la tirantez de sus hermanos y aquí fue aún recriminado porque no ayudaba a la madre
y fue requerido por Efraín para que ayudara. Entonces Jesús llevó a su Madre a un rincón apartado del
jardín y le declaró que sus días se acercaban y que debía confirmar sus Doctrinas aunque hubiera de
recibir la muerte.
Ha comprendido entonces todo María y se conformó en su dolor, pero le dijo: "Ya que tienes
vocación y Fe, llévate a tu hermano menor, es joven y está sin padre, llévalo y Edúcalo Tú". Accedió
Jesús y llevó a Jaime consigo, teniendo éste sólo 20 años.
Aquí ya no son María ni Jesús los que obraban, sino la Justicia Divina, porque Jesús y María
ignoraban quién era aquel imberbe, pero no lo ignoraban sus Espíritus a los que obedecían y así es
cómo María viendo ya todo lo imposible de retirar a Jesús del peligro, aun hace el sacrificio de su otro
hijo y así se plega ella de lleno a la obra de Jesús.
Maestro Juez Joaquín Trincado
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CAPÍTULO IX
MARÍA SE PLEGA A LA OBRA DE JESÚS.
Quedaba María en Nazareth por un poco de tiempo, entre hijastros, hijos y nietos. Jesús y Jaime
por razón de la vida que el uno llevaba y el otro emprendía renunciaban a sus derechos de herencia, lo
que calmó un tanto a los otros hermanos y aumentó, si cabe, el amor de sus hermanos, que amaban con
toda su alma a Jesús por su obra y a Jaime por ser el pequeño de la casa.
Mas María si amaba a todos, tenía una singularidad por los dos que se lanzaban a la obra de
regenerar al mundo, al primero por ser el primer fruto de su Amor y por los sufrimientos que le
ocasionará con su rebeldía, pero que todo en su corazón de Madre tenía disculpa porque su espíritu ya
le dejaba entrever la causa de todo aquello de lo que justamente María era Causa Primera, como hemos
de ver en la segunda parte, y al segundo por ser su consuelo durante la infancia ya que era el último
racimo de la fuerte y proficua cepa de José y estos amores singulares y fundamentales fisiológicamente,
que las madres comprenden, no la dejarían estar mucho tiempo entre la familia de Nazareth.
Tenía además larga parentela en toda Judea y en Galilea por donde Jesús predicaba y los que
nunca negaron a Jesús sus recursos y María era de todos deseada y ella que sólo con el cuerpo vivía en
Nazareth se dispone para ir al lado de sus hijos y de su hermano Jaime.
Aún pensaba María que estando ella cerca de la de Magdala, que amaba sin igual a Jesús, quizás
podría influir en Jesús para unirlos y formar hogar y así evitar la vida fatigosa de sus hijos.
Pero he aquí, que le llega la noticia de que en Jerusalén ha sido decretada la muerte de Jesús y
aunque éste la esquivó saliéndose de Judea, corrió María y se fue a Betania y allí le prohibió Jesús el
seguirlo de cerca, pues ya no se le ocultaba a él que por mucho que esquivara no habría de poder
resistir mucho tiempo al fuego que lo animaba y trataba con esto de evitar a su Madre mayores
sufrimientos.
¿Mas cómo dejarlo, no sólo por Jesús, sino por el joven Jaime? ¡Madres que amáis, recogeros
un poco dentro de vuestros sentimientos y amores y ved que luchas y que dolores no sentirían el
corazón de la Madre!.
Pero estaban también María de Magdala y María Cleophas, aparte de la mujer samaritana, La
Verónica y otras que aunque fuese a escondidas lo seguían y más de una vez lo agasajaron y en estas
mujeres encontró la Madre la ayuda y la compañía para andar cerca de Jesús, ya que a Jaime lo tenía
mucho más en sus brazos y por él sabía todas las cosas de Jesús.
La Samaritana, ¡Pobre Teresa!, ¡Pobre antigua Iris!, estaba ya como sirvienta, ya como
institutriz, en una granja del Gobernador que ya lo era Pilatos y ella abrió camino libre allí a María y
sus acompañantes hermanas y allí descansaba la Madre algún rato y así seguía a sus hijos, siempre de
cerca y eran queridos en aquella casa en la que se ocultaba bajo la forma del hombre la Luz, la Potencia
y la Sabiduría de todo el Plano Primero. ¡¿Oh, esta declaración adónde me lleva?! ¡A que regiones me
remonta!, ¡¿Qué historias me recuerda que aún me hacen llorar hoy?! Pero diré en toda su sencillez la
Verdad, aunque en el Código quedó ya asentada.
Sí, Pilatos era el Espíritu de Verdad al que ya había anunciado Jesús para este tiempo, como él
mismo se lo mandara en los consejos del Padre y de aquí nacía la afinidad para la Madre de Jesús en
aquella casa por lo que también aquella mujer de Samaria y otras encontraban siempre la puerta abierta,
cuando se salían para ir a oír a Jesús en sus predicaciones, de lo que luego imponían al Gobernador y él
podía apreciar el alcance de las Doctrinas.
Vida de María
-26-
Por fin se decide Jesús a entregarse, porque en verdad le habían estrechado en circulo de hierro
los sacerdotes y no el poder civil, que lo amparaba en la Ley pero que era supeditado a la influencia del
Sacerdote, que jamás perdona.
Es entonces que la Madre entra y sale en aquella casa y es confortada en espíritu, aunque con el
cuerpo consumido y demacrada por el sufrimiento ¿Quién podría ver en aquel cuerpo aún joven pero
marchito y escuálido a la bella Rosa de Jericó? Sólo estaba allí el aroma, la esencia de su fragancia,
¡pobre Madre mía, cómo te ha consumido el amor!
Ya no había remedio, Jesús había dicho que había llegado su hora y la Madre se resigna, pues
sabe que es el amor a la humanidad primero que el amor propio, pero trata hasta el último momento de
evitar la muerte de su hijo, porque sabe que no es la sangre ni el patíbulo el que Redime sino las
Doctrinas de Amor y Libertad predicadas, las que habría que sostener y defender después para no
perder la obra del Mártir del odio sacerdotal.
Hay aquí que decir ahora, un punto muy grave acaecido antes del sacrificio: María se retira a
Betania de donde sale con las mujeres a Jerusalén para celebrar las Pascuas en la casa de un amigo en
Getsemani.
La Samaritana, que seguía siempre de cerca todo lo que a Jesús se refería, en sus pesquisas
sigue a uno de los discípulos de Jesús y le ve internarse en el monte cerca de una fuente y allí llegan
otros hombres y oye ella por sus propios oídos cómo conciertan la venta y entrega de Jesús y corre
afligida y desolada a participarlo todo al Gobernador y pronto Jesús fue sabedor, por lo que adelantó
dos días la comida de Pascua pues corría el peligro de no poder celebrarla y no poder dar a sus
discípulos las últimas palabras e instrucciones.
Jesús no debía dejarse sorprender en casa de sus amigos para no comprometerlos y celebrada la
comida de Pascua y dicho a los suyos sus últimas palabras, se salió al Monte de los Olivos so pretexto
de disfrutar del crepúsculo vespertino, pero en realidad de verdad era que Jesús se encontraba afligido
por la cercanía de su hora y más porque allí estaba la pobre Madre que sólo sufrir había hecho por él y
así se marchó y oró para fortalecerse y fue el momento de su entrega.
Jaime corrió entonces como loco hacia su Madre, había que intentar todo para salvarlo y
pasaron amarga noche, entre peticiones y marchas, mas todo era inútil, el poder civil era supeditado a
los sacerdotes, los que soliviantaron al pueblo prejuiciado.
Se consiguió lo que constituye la mayor protesta y probar la inocencia de Jesús, y es que el
Sanhedrín que existía no se hizo parte dimitiendo, uno de cuyos miembros era José de Arimatea, ¿mas
que les importa a los sacerdotes la injusticia?. Se compuso otro cuerpo y a pesar de que Pilatos declara
inocente a Jesús, el populacho agitado por los Sacerdotes pedía la muerte de Jesús.
Pilatos estaba decidido a levantar, las armas, pero había retirado a Jesús a su secretaría y allí le
dijo: "Si aún tienes confianza en tu triunfo sal por esa puerta", a lo que Jesús contestó: "Si tú me libras
a mí te arrasarán a ti y ya no tengo por qué esquivar la injusticia de los Sacerdotes".
¿Qué más podía hacer Pilatos?, ¿Para qué levantar las armas si el acusado no quería libertarse?
Además no sufría detrimento el Poder Civil porque la Ley Romana era Plebiscitaria y allí el pueblo
pedía la muerte del inocente. Pilatos cumplió con alta Justicia la Ley y porque la cumplió fue también
víctima muy pronto de los Sacerdotes, por el sólo hecho de haber declarado inocente a Jesús y el
Pontífice influyó y consiguió del Senado Romano el destierro de Poncio, y esto nos confirma como
todo estudio hecho sobre los Sacerdotes que éstos jamás perdonan.
Cuando ya todo fue inútil, María con Jaime, algunos otros de sus discípulos y las mujeres, se
retiraron al Cenáculo y en un momento de postración de la Madre, quedó cuidada por Cleophas y
Maestro Juez Joaquín Trincado
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Magdala. Jaime y Juan corrieron a la ciudad y ya el espectáculo era terrible, la comitiva se encaminaba
al Calvario y ellos le siguieron partidos por su dolor, viendo clavarlo y levantarlo en alto y colocado el
infamante "I N R I", momento en el cual Jaime poniendo la mano sobre una piedra en la que había
salpicado la sangre de su hermano, juró al Padre destruir el Cristo y lavar la ignominia de su hermano.
María en su letargo de tanto sufrimiento, tenía terribles visiones de la realidad de los hechos,
que nadie podía ocultarle, y José de Arimatea y Nicodemo fueron para consolarla, pero rompiendo el
círculo se puso el manto y bajó a la ciudad recorriendo la misma vía y llegó al Calvario seguida por las
otras dos Marías, donde estaban Jaime, Pedro y Juan. No he de relatar la escena, me duele en este
instante (y son pasados 19 siglos) tan intenso momento, al tener que tomar en mis brazos a mi Madre
que asida a la cruz aún amargaba más los últimos instantes de mi hermano; Jaime era el más joven de
todos los que allí había y tenía más valor que todos por dos cosas, porque ya había jurado al Padre ser
el anticristo y por la irreflexión de la edad, esto humanamente, pero era sobre todo porque su espíritu
sabía todas aquellas cosas puesto que él era el Profeta desde Adán y Eva y el Legislador y Juez del
Padre en su día, que es cuando esto escribo y doy testimonio.
Sepultado el cuerpo de Jesús, nos recogimos en la casa donde se celebró la última comida,
pasamos nuestro luto y tristeza y aún éramos perseguidos por los Sacerdotes, por lo que aconsejados
por los amigos permanecimos un tiempo ocultos, recibiendo es cierto la visita del Espíritu de Jesús
muchas veces, hasta que cayó el velo de todos y comprendimos el alcance de muchas de las palabras de
Jesús y es entonces María se constituyó en cabeza del apostolado y salieron algunos de ellos a Samaria
y predicaron y eran aceptadas las Doctrinas allí y en todas partes donde no había Sacerdotes.
Esto empezó a alarmar otra vez a los Sacerdotes y doblaron su persecución, siendo el más
furibundo Saulo, por entonces empleado de los Sacerdotes y en esto habían pasado siete meses y María
hizo cargos a algunos que sólo se preocupaban de quien era el Jefe.
María estaba repuesta de sus quebrantos y veía que si no avivaba ella en aquellos hombres la
obra de Jesús allí era muerta y Esteban, discípulo de Juan el Solitario, griego y sabio de sangre ardiente
y valor temerario heredado de su maestro el fuerte Juan, arremetió con coraje a los miedosos apóstoles
decidido sale por las calles de Jerusalén sublevando al pueblo con prédicas de la verdad y Saulo le
detiene y el pueblo le apedrea y cae inerte pidiendo al Padre perdón para sus asesinos y esto conmovió
a Saulo porque recordó que aquellas doctrinas las había aprendido en compañía de Juan y la muerte de
Esteban reavivó a los acobardados discípulos, dejando pensativo a Saulo.
Aquí María está haciendo las veces de Jesús, pero en privado y va acendrando el Amor al
Maestro y en compañía de Jaime, de Santiago el Mayor y de Juan, van organizando y mandando a cada
punto a los Apóstoles y Discípulos de Jesús.
Vida de María
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CAPITULO X.
MARÍA ORGANIZA LA PROPAGACIÓN DE LAS DOCTRINAS DE JESÚS.
Con la muerte de Esteban aún se horrorizaron más algunos de los escogidos como Apóstoles,
entre ellos Pedro, que procuraba ahuyentar de sí las sospechas por lo que acudía al templo y esta
pusilanimidad dañaba muchísimo a las Doctrinas de Libertad que había oído a Jesús, lo que originaba
discusiones porque además era celoso de creerse el primero y el acertado por ser el más Viejo.
Mateo seguía con gran provecho, sus prédicas en Samaria y empezó a circular un manuscrito
bajo su firma, que compró Saulo cuando marchó a Jerusalén con grandes remordimientos por la muerte
de Esteban y en el manuscrito rememoró toda la Doctrina Secreta de la Escuela de Gamaliel y cómo
había recibido las abluciones de agua en el Jordán de manos de Juan, coincidiendo eso con algunas
palabras de Jesús dichas a Nicodemo: "El que no renaciere de agua y de Espíritu no entrará en el Reino
de los Cielos". El se fue a Antioquía y abrió la primera Iglesia Cristiana con el Bautizo de agua.
Era importante esto, porque llevaba las Doctrinas de Jesús, a quien Saulo no había visto ni oído,
y conocía a Pedro y algunos otros Apóstoles porque los había perseguido, y ahora él predicaba aquellas
Doctrinas con más la Escuela de Gamaliel, que eran Kabalísticas o secretos basados en las Escrituras y
las Profecías y el Testamento de Abraham, pero sobre todo con la Ley del Sinaí, por lo que eran contra
todo culto externo o fuente de Religión Dogmática.
Pero he aquí que Pablo empezó a culpar a los Judíos de la muerte de Jesús al que llamaba
Cristo, por coincidencia de las Escrituras en las que era muy versado y Pedro por su celo de ser el
primero pues el Maestro le había confiado ciertos secretos y amonestado por María, Jaime, Santiago el
Mayor y Juan que componían como un Consejo, Pedro hubo de reivindicar por escrito los derechos que
tenía sobre Pablo que no estaba autorizado y se promovió una agria polémica entre Pedro y Pablo.
Jaime, por mandato de su Madre hubo de mediar y tomó sobré sí los cargos qué se hicieran
sobre las Doctrinas de su hermano, mas no los cargos personales, que hubiera entre hombres, y requirió
de Pablo venir a Jerusalén y entenderse con Pedro o en su deceso con el Consejo.
Pablo oyó con agrado el aviso de Jaime y vino a Jerusalén tres años más tarde de la muerte de
Esteban, encontrándose con Pedro en la Sinagoga con quien no pudo entenderse, por falta de capacidad
en Pedro que se mostró intransigente.
Pablo entonces se sometió al consejo y expuso sus Doctrinas y María reveló por posesión
Medianímica a Jaime lo que había de hacer y se entendió perfectamente con Pablo como lo revelan
estas palabras de la carta de Pablo a los gálatas y dice:
"Después, pasados tres años vine a Jerusalén a ver a Pedro y estuve con él quince días".
"Mas a ninguno otro de los Apóstoles vi, sino a Santiago hermano del Señor"
"Y en esto que os escribo, he aquí delante de Dios que no miento".
"Después pasados catorce años vine otra vez a Jerusalén con Barrabás y Tito, vine empero por
Revelación y comuniqué, con los que parecían ser algo, pero nada me dijeron".
"Porque el que eficazmente empezó para el Apostolado de la Circuncisión, obró también en mí
para los gentiles por la Incircucisión.
"Y como Santiago (Jaime), y Cefas y Juan parecían ser las columnas, vieron la gracia que me
era dada, nos dieron las diestras gentiles y ellos a la circuncisión".
"Solamente querían que nos acordásemos de los pobres; lo cual también yo hacía con solicitud".
"Empero viniendo Pedro a Antioquia le resistí en su cara porque era de condenar".
Maestro Juez Joaquín Trincado
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"Porque antes que viniesen unos de parte de Santiago, corría (Pedro) con los gentiles, mas como
vinieron se retrajo y apartó de ellos teniendo miedo de los que eran de la circuncisión".
"Más como yo vi que no andaban derechamente conforme a la verdad del Evangelio, dije a
Pedro delante de todos: Si tú siendo Judío vives como Gentil y no como Judío, ¿por qué constriñes los
Gentiles a Judaizar?".
Esto es lo que dice Pablo para justificarse públicamente entre los Gálatas y los anoto sólo para
fortalecer la verdad de que María era el único Apóstol de su hijo Jesús, que Jaime llevaba la carga
dirigido por ella y le ayudaban pocos, aunque todos tuvieron celos por Jesús, pero que no se quería que
lo tuvieran por él, sino por la Doctrina y esto no lo entendían apenas más que Juan y Santiago el Mayor
(Cefas) pero que éste lo dejamos al frente de Jerusalén siendo muerto pronto y Juan marchó a su
destino como todos, debiendo todos comunicarse con Jaime, que pasaba a España, donde los Israelitas
eran mayores en número.
Pedro y Pablo siguieron litigando siempre y al fin los dos llegaron a Roma para dirimir sus
cuestiones y de ahí nacería la Iglesia de los desaciertos, que ni es Apostólica ni de Jesús sino de la
discordia que se afianzaría dos siglos más tarde, cuando no existirían los Apóstoles ni los Discípulos de
los Apóstoles.
Pedro y Pablo, eran a cada cual más testarudo, pero tenía Pablo más razón que Pedro pues
sostenía una Doctrina más liberal y atendió bien que eran a salvo circuncisos e incircuncisos en el bien
del Amor, que es lo que Jaime le comunicara por la revelación medianímica de María, por lo que Pablo
reconoció a Jaime y le oía siempre y no así Pedro, pero era que Pedro era muy celoso de la gloria de
Jesús y luchaba contra Pablo por el Cristo, pero no sabían ni Pedro ni Pablo que era la hora de dar
vuelta al Dragón, lo que obligó al Espíritu de Verdad a revelar el Apocalipsis y Juan lo comunicó a las
siete Iglesias de Oriente como lo fue mandado.
María ha cumplido ya con su deber de Apóstol de su hijo distribuyendo a los Apóstoles por toda
la tierra, hasta en la India donde fue Javier y pasando Jaime a España ella se marchó a Samaria donde
vivía Efraín su otro hijo, pero éste un tanto herido, aún creyéndose deshonrado por la muerte de Jesús y
porque decía que había Jesús renegado de sus padres llamándose hijo de Dios, mortificaba de continuo
a María que se sentía desfallecer por falta, de amor y ambiente y con sus sesenta años tan amargos,
decidió ir en busca de la vida que le faltaba.
Aquí he de hacer notar cómo no fueron ni Jesús ni María los que mandaron a Jaime al lado de
Jesús, sino La Justicia del Padre que así lo requería, pues debería ser el sostenedor de la prueba de su
Doctrina y lo demuestran sus cartas de Justicia.
Vida de María
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CAPITULO XI.
MARÍA VA A BUSCAR LA VIDA QUE LE FALTABA.
No es que María no pudiera encontrar buena acogida o bienestar en casa de Efraín o de
cualquiera de sus otros hijos, aunque ya nunca podría estar alegre después de tantas luchas y
sufrimientos morales y materiales, sino que era Apóstol de verdad y de la Verdad y su puesto la
reclamaba y amaba la causa del Padre y por esto donde estaba la lucha de la Causa allí vivía su Espíritu
y su corazón y la Justicia Divina que sabe endurecer los corazones cuando conviene a sus designios,
endureció el de Efraín para que se decidiera la anciana Madre a dejar todo y correr hacia su Jaime y
alegrarlo y alegrarse ella en sus brazos y juntos trabajar y dirigir la obra de la regeneración.
El comercio de aquellas tierras con la Iberia había congregado allí grandes núcleos de Árabes y
por tantos Israelitas y las Doctrinas predicadas por Santiago eran muy bien recibidas y en breve tiempo
trabajo era grande, además de la correspondencia que había que sostener con los otros Apóstoles y las
molestias continuas causadas por las discusiones de Pedro y Pablo, de todo lo que la Madre estaba
impuesta por Santiago.
Había fijado éste su centro en Salduba (hoy Zaragoza), porque sus habitantes eran de la raza y
porque era cabeza de 52 ciudades y centro de cultura en lo que cabía.
Ya tenía organizado Santiago un ejército de discípulos y el amor y la comunidad reinaban hasta
tal punto que nadie creía tener nada suyo, cuando recibe aviso de la decisión de su Madre de ir con él.
Santiago preparó las cosas desde Zaragoza, por los gobernadores que lo amaban y respetaban y
al desembarcar en Tortosa ya era recibida por amantes creyentes de la Doctrina de Jesús y al pisar la
tierra Hispana Santiago la vio en visión grandiosa en la forma de una estrella de seis puntas, que es la
de Jacob y para su descanso le preparó una casita en las riberas del Ebro y donde él instruía y juzgaba a
sus creyentes.
Anunciaba la llegada de la Madre del Mártir del Gólgota y las madres Zaragozanas esperaban
aún con más afán que Santiago y he aquí: el memorable día dos de enero, a los 19 años de la muerte de
Jesús, estando Santiago predicando en aquellas riberas y en lo más fervoroso de su exposición llega la
viejecita y cae en los brazos de su Jaime y largos ratos confundidos en estrecho abrazo hicieron que las
lágrimas de todos bañaran aquellas tierras y María se sentía revivir ante una muchedumbre que la
reverenciaba y la llamaba su Madre y en Madre se convirtió de todos.
Una promesa hizo en aquella efusión y no la puede olvidar ni la deja de cumplir.
Ante tanto amor que se le ofrecía, ante el desvelo de aquellas mujeres para que nada le faltara y
le fuese, a ser posible, tan agradable la vida allí cuanto de amarga le fuera en la de sus martirios, les
prometió que "allí estaría hasta el fin de los siglos", no lo dijo sólo en Zaragoza sino por toda España y
allí está su Espíritu protegiéndola y su cuerpo enriqueciéndola, aquel cuerpo que sirvió de arca al
Mesías de la Libertad y anunciador del día de la Verdad y que hoy aquel cuerpo sepultado por su hijo
está oculto. El día llegará de exponerlo a la vista del mundo y le acompañarán dos más, el de Jesús y el
del Espíritu de Verdad que la tierra los guarda para testimonio de la Verdad del Anticristo que es aquel
mismo Santiago. ¿Cuándo? El designio de la Justicia lo sabe y yo espero su orden, esperad también
vosotros y sabréis que la promesa se cumple.
Maestro Juez Joaquín Trincado
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CAPITULO XII.
MARÍA ENSEÑANDO ALAS MADRES ESPAÑOLAS.
María, con todo su cabello blanco pero con más energías que cualquier mujer de treinta años, ya
por el amor de su hijo, ya por el cariño y veneración de aquellas gentes, que libres de sacerdotes eran
sencillos observantes de la nueva Doctrina y por lo tanto libres y alegres cuanto honrados y
trabajadores, hacían las delicias de María, que era incansable en acudir a todas las aflicciones de las
Madres.
Ella se multiplicaba y se rejuvenecía ante los progresos de la Doctrina de la Liberad y no hacía
falta el Apóstol en aquella metrópoli más que para organizar las 52 Ciudades que le eran sujetas y así
Santiago podía correr y recorrer toda España y aún María muchas veces le acompañó y recorrió la
Navarra y la Andalucía, donde dejó recuerdos que de sus mujeres no se pueden borrar.
En todas partes ella triunfaba con sólo su Amor, las madres se veían tan honradas en oír sus
consejos que corrían de pueblo a pueblo para oírla y verla, y esto facilitaba toda la Obra de Santiago.
Ella las enseñaba a ser madres tomándoles sus hijos y acunándolos por sus manos y con su
Amor que a ellos les comunicaba y aquel Amor y aquellas enseñanzas perduran a través de los siglos y
todas las madres son buenas, pero no iguala ninguna hoy a la madre Española, pero hoy llega el Amor
predicado y enseñado entonces a aquellas madres y todas seréis al mismo tenor y sentimiento.
No os ofendáis madres amantes, de que os haya dicho que no igualan las otras a las Madres
Españolas, no tenéis culpa las demás y sois buenas Madres pero si no igualáis a aquéllas es porque no
tuvisteis la dicha de vuestras antecesoras que oyeron el Consejo de María y a aquéllas les cupo. Por ello
el Enemigo de las Madres, porque lo es de la humanidad, la Religión Desastrosa que nació de la
discordia de Pedro y Pablo no pudo invadir hasta muy tarde (hasta el Siglo XV) el suelo español y para
eso hubo de asolarlo por la Inquisición, en tanto que los demás países en el siglo III ya eran cebadero
de los sacerdotes de la Iglesia Católica Romana.
España tenía Religión sí, porque era eso común pues aún no era en función la Ley de Amor que
se sembraba en tiempo de los Apóstoles y María, pero hoy sí, hoy ya llega y todas las Madres de la
Tierra bajo el beso de María y con la Ley de Amor por baluarte y la Comuna por Régimen, seréis
Madres como la Ley de Amor lo quiere y como María la fue y enseñó a las Madres Españolas, para
dejar el recuerdo de su paso.
Vida de María
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CAPITULO XIII.
DESENCARNACIÓN DE MARÍA.
Setenta y dos años contaba la ya marchita Rosa de Jericó, de los que cincuenta y seis fueron de
sin igual amargura y sufrimientos para su amante corazón.
Estaba ya bien sembrada la semilla de Amor y Libertad que trajo el que encerró en sus entrañas,
el incomprensible cuando niño y el rebelde desde la adultez, Jesús, que obedecía a su Espíritu y éste a
la Ley y mandato que traía por lo que se emancipó de la familia, causa del dolor de la Madre.
Habían caído ya algunos de los Apóstoles y quizás para no amargarle más la vida, fue llamado
su Espíritu a su patria.
Tanto del cuerpo de Jesús se ha hecho del de su Madre por la Religión Católica, diciendo que se
la llevaron los ángeles al cielo, pero hoy que ya no pasan esas invenciones absurdas y mercantiles en
todo contrarias a la Ley y porque hemos llegado al día de la verdad en que la Tierra es Iluminada sólo
por el sol de la Libertad, porque vuelve a ser encadenado el Dragón de Apocalipsis se os dice
sencillamente: el cuerpo de María está en España, como el de Jesús está en Jerusalén y en su día darán
testimonio.
María no sufrió para su desencarnación más enfermedad que sus sufrimientos morales. Se
despidió en materia, pero no se separó en Espíritu del lado del que amaba, su Jaime, que luchaba y más
le ayudó en Espíritu en su obra, pues le mostraba mejor los peligros y la Dirección de la Causa de la
Doctrina de Jesús.
Al expirar María, en su hijo abrazó a toda la humanidad dándole el último beso, para que él lo
diera como señal de Paz, y a la humanidad toda se lo doy en el Código de Amor, pero en particular a
las Madres se los doy aquí, donde conocéis a María Madre por la única Ley por la que se puede ser
Madre, por obra de varón, y en esa Ley cumplió ella y cumplís vosotras la Divina Ley de la
Procreación.
María siendo Madre por la Ley general es grande y fuera de ella sería un mito y aún deshonrada
y pone en tela de juicio al Creador del Universo.
María siendo Madre por obra y gracia del Espíritu Santo no podría comprender los dolores del
Matriarcado, ni tendría ningún mérito en su Maternidad, porque los Méritos se ganan y no se reciben de
gracia.
Es María Madre natural de sus hijos y no es Madre de Dios, pues por sobre ser el Creador
impersonal, tampoco hace acepción entre ninguno de los Espíritus de sus hijos y son tan hijos suyos los
que llamáis demonios como los que tenéis por ángeles.
María fue una mujer cabal en la ley de la materia, igual a todas las mujeres y de esto
precisamente nace su grandeza como mujer y como Madre, porque supo ser Madre, que no basta serlo
sino saber serlo, porque madres lo son hasta las bestias, pero de ser Madre a saber serlo hay una
distancia muy grande y para saber ser Madre hay que saber ser Digna Mujer y Buena Esposa y para
todo esto se requiere Amor, Amor y Amor, porque sólo el Amor todo lo ennoblece, todo lo iguala y
todo lo vence y recordad aquí el caso de los celos de José y en él veréis dónde está la fuente de la Paz
de las familias y María sabía acudir a beber en esa fuente de vida y salud.
Os he presentado a María como Mujer y Madre en la Ley general y no de otro modo se puede
ser mujer y madre, ni de otra manera se pueden saber las debilidades y virtudes del sexo, los
sufrimientos y goces de las madres, las penalidades y méritos de la esposa y tampoco de otro modo
puede elevarse el Espíritu ni cumplir su misión en los Mundos y este encargo que de ella tenía lo
Maestro Juez Joaquín Trincado
-33
cumplo con todo mi amor y llamo a las Madres de la Tierra a que me digáis, si no comprendéis mejor
así el amparo, protección y auxilio que María os da al invocarla; sino la llamaréis con más confianza
sabiendo que fue mujer de carne y hueso como vosotras, que sufrió lo que vosotras sufrís como
mujeres, esposas y Madres; si no es esto ser más grande que irracionalmente Virgen y Madre de Dios,
dos cosas imposibles porque son contra la Ley Divina.
Yo sé ¡pobres Madres!, que estáis prejuiciadas y os han prejuiciado los mismos que
deshonraron a María a sus siete hijos y a su esposo, pero sabed que mi Espíritu que hoy anima un
cuerpo, instrumento para Juez del Padre, es el mismo Espíritu que animó el cuerpo de Santiago, el
benjamín de la gran familia de José y María, el amado hijo de la gran María y me han querido
desmoralizar dándome por Madre, a una parienta de mi Madre y yo reclamo para mí y para mis
hermanos el reconocimiento de hijos de María y José, que fueron, por orden, de nacimiento Jesús,
Efraín, José, Elisabeta, Andrea, Ana y Jaime y en agradecimiento de reconocernos, repito aquí el beso
de Paz que mi Madre me dio para toda la humanidad al expirar su sagrado cuerpo porqué en él se
encerró el Mesías de la Libertad Jesús y la Ley de Amor que hoy os da y ya la tenía del Padre el que
entonces ya era el Juez, Jaime que hoy os Juzgó bajo otro cuerpo, siendo el Anticristo.
María prometió su ayuda y estar con la humanidad de la Tierra hasta el fin de los siglos. ¿Podía
prometerlo?, ¿tiene valor su promesa?, ¿en qué se funda su valor? ¿por qué todas las Madres la invocan
y reciben su auxilio y consuelo?; vamos a verlo.
Vida de María
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CAPÍTULO XIV.
CAUSAS DE LA GRANDEZA DE MARÍA.
Se unían en María todas las razones que hacen grandes a los hombres; pero sobre la grandeza
máxima que el hombre puede alcanzar está la que sólo las Madres pueden conquistar por la ternura del
corazón sólo reservada a las Madres que tanto será mayor, cuanto mayor sea su amor; mas el amor
tampoco se conquista en breve tiempo, ni aún paré sólo una persona amada, sino que se necesita para
esto que la afinidad exista y ésta para existir sólo puede crearse por mil causas de la vida.
La vida es el lazo Eterno de los seres, porque ni éstos ni la vida se acaban y por la Justicia y
fuerza de la Ley vive eternamente y siempre nos encontramos los seres afines, cuando Espíritus y
cuando hombres, ya por razón de cargos, misión o trabajos similares y éstos son los que dan base a la
afinidad, que más se agranda cuantas más veces nos encontramos en nuestros trabajos corporales y
Espirituales.
La Tierra naufragaba por la ignorancia y pasiones de sus habitantes primitivos y el Padre, que es
todo Amor y que no hace acepción con ninguno de sus hijos, pidió para la Tierra Misioneros
Voluntarios que vinieran a enseñar a sus hijos de la Tierra, y la hoy María levantó Bandera de Amor
poniéndose a la cabeza y le siguieron 28 seres más entre los que venían los hoy José, Jesús y Santiago.
He aquí la causa de la grandeza de María en la Tierra que hemos de estudiar en la Segunda
Parte de esta sencilla y verdadera historia.
María pasó por muchos nombres en la Tierra desde Eva, pues ella lo fue y dio en aquella
existencia el primer hijo Shet, que sería el último que daría siendo María, y lo digo aquí para
justificarla en su afinidad o amor singular tenido a su Jaime, pues si es un defecto el amor particular, o
bien dicho una debilidad, pues el amor nunca es defecto, es propio de las criaturas que jamás podremos
llegar al Amor Perfecto, que sólo el Padre Creador puede tener.
María es por esto no sólo Madre de los hijos naturales salidos de sus entrañas, sino Madre de
toda la humanidad de la Tierra y porque levantó bandera de Redención para este mundo, llevada sólo
del Amor, es reconocida en la Cosmogonía y cantada Reina del Amor Puro, en la relatividad de que son
capaces los Espíritus de Luz.
Este Título de Reina del Amor, reconocido en los Consejos del Padre, unido al verdadero
nombre de Madre de toda la humanidad de la Tierra, que le pertenece, le dan la grandeza y el poder que
ningún otro Espíritu llegó a alcanzar en la Tierra, ni Jesús como Mesías de la Libertad, ni Isaías siendo
el portavoz del Padre para sus anuncios y órdenes, ni Moisés siendo el brazo del Poder del Padre sobre
los faraones, ni Jacob siendo el organizador del pueblo de la fe en el Creador, ni Abraham siendo el
hijo obediente, ni aún el Anticristo, excluyendo el cargo de Juez, pueden igualar a María en Grandeza y
Poder, porque amó más que todos y porque también siempre fue la Madre natural de todos ellos.
Ahondar un poquito en vuestros Corazones Madres amorosas, que él os va a dictar la verdad de
estas declaraciones; quitad el prejuicio que sobre María os han creado y veréis una grandeza bien
ganada y la comprenderéis por vuestro cargo de Madres y no podréis menos que gritar alborozadas,
¡María, Madre mía!,¡eras grande, así, así te quiero, así puedo confiarte mis sufrimientos porque ahora
sé y comprendo que mereces ser Reina del Amor y Maestra de las Madres!.
Cuando este grito deis Madres de la Tierra, entonces sólo se mostrará María alegre y risueña,
esparciendo Luz, aromas y consuelos verdaderos porque la alegría estará en su Espíritu, mientras que
cuando la llamáis Virgen y Madre de Dios... María acude, sí, porque su amor todo lo dispensa, porque
sabe que es la Ignorancia la causa de ese error y la malicia de sus explotadores, pero acude triste y
llorosa y le restáis poder, porque sabe que de vuestros beneficios ha de aprovecharse el sacerdote, su
Maestro Juez Joaquín Trincado
-35
enemigo y comerciante y lo tenéis, probado en tantos títulos como os la presentan, que son el recuerdo
de otros tantos favores que en su amor y poder hizo a la humanidad, aún sabiendo que por ellos sería
ofendida por la maldad de las Religiones, pero que aceptó el sacrificio con tal que los que la invocaban
recibieran consuelo y porque sabía que llegaba el día de la Justicia en que todo sería declarado y la
verdad puesta en su lugar y hoy esto llegó.
Aquí os queda esbozada la causa de la grandeza y poder de María, última existencia que tuvo en
la Tierra, pero no la conocerías bastante con lo dicho y vamos a volver 97 siglos atrás ascendiendo
hasta llegar otra vez a Nazareth, a1 Gólgota a Zaragoza y al Juez o el Anticristo y entonces os daréis
perfecta cuenta de la grandeza y poder del auxilio de mi Madre y de vuestra Madre Eva María.
Vida de María
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SEGUNDA PARTE.
CAPÍTULO PRIMERO.
DESCENCIÓN DE LA FAMILIA MISIONERA.
Neptuno, mundo hermano de la Tierra, de nuestro mismo sistema solar, llegaba a su mayoría de
edad en el día de la Justicia que a todos los mundos llega, como la Tierra llegó hoy. Neptuno celebró su
Juicio Final, hace 97 siglos terrestres.
En estos juicios se establece en los mundos el reinado del Espíritu, se proclama la Ley de Amor;
un único credo El Espiritismo, que mata Dioses y Religiones y se establece la comuna en la más harta
Justicia, siendo la Ley de Progreso el trabajo y el derecho y las obligaciones iguales conforme al grado
de progreso de cada individuo, que no se puede faltar a la equidad porque el regulador exacto es el
Amor, única Ley del Creador.
En estos juicios en los que nadie se puede eludir ni esquivar ser descubiertos en todos sus
defectos y virtudes, no se obliga tampoco a nadie, pero se establece por Ley inflexible el progreso
común, la Justicia común, la Igualdad común y hasta el Amor común, sin supremacías, razas, castas, ni
distinciones, desde el Maestro Nato hasta el menor de los individuos.
Quien acata está en la Ley, le pertenece en Justicia aquel mundo regenerado; el que no acata no
puede estar allí, donde se establece la Armonía y la Justicia obra poniendo al descubierto las cuentas de
los infractores que avergonzados se tienen que marchar a donde sus afectos lo inclinan.
Es este un medio de corrección, el más poderoso que tiene la Ley y lo vais a comprender por
este ejemplo vulgar.
Imaginemos (y son casos que han sido practicados por hombres en la Tierra) un hombre de los
que llamáis ladrones, o una mujer en lo que llamasteis adulterio, han sido sorprendidos en sus delitos,
pero por evitar muchos contratiempos el damnificado por el ladrón, en vez de sacarlo a empellones y
exponerse a la lucha, lo ha saludado y se ha callado dejándole las puertas abiertas, y el hombre
deshonrado por el adulterio no profirió palabra, pero buscó una pieza acusadora del delito y se la pone
sobre sí de modo que la delincuente sin recibir ofensa se ve acusada en cada mirada sobre el ofendido.
¿Que harían uno y otra?, ¿será necesario echarlos por la fuerza? Ellos, avergonzados, corridos por la
presencia de su delito esquivan, se esconderán de una acusación y buscarán albergue donde no sean
conocidos: se expatrían en voluntad y cordura y esto mismo es lo que hace la Ley de Justicia con
relación a los Espíritus que se juzgan en cada uno y esto ha sido hecho ya en la Tierra y esto sucedió en
Neptuno hace ahora 98 siglos terrestres.
Dictada la Ley y firmada la Sentencia Final, había en Neptuno tres mil quinientos millones de
seres fuera de la Ley de la Mayoría o de Amor y quedaban sus cuentas al descubierto y la vergüenza los
ahuyentó siguiendo por instinto el camino de sus afectos, buscando el sitio donde no pudieran
avergonzarse y la Tierra era entonces el mundo que les podría servir de guarida, porque en ella estaban
en su apogeo las pasiones que aquellos disconformes de Neptuno tenían y la Justicia compasiva les
señaló el camino y la Tierra los recibió.
Mas traían una desventaja gravísima y es que ellos salían de un mundo en el apogeo del
progreso humano, como el que hoy tiene la Tierra y la Tierra era una jaula de fieras y el derecho sólo
era del más bruto y el progreso aún no había empezado y como sabían de la civilización en donde ya el
derecho de gentes era Ley y en aquel momento empezaba la Santa Comuna, que es la Justicia por la
Justicia misma y por más que fueran supremáticos, orgullosos e hijos de las pasiones, eran sabios y no
poseían ya la fuerza bruta del salvaje, que la tenían los hijos de la Tierra y esto los pondría en cordura,
tan pronto tomaran cuerpo y fueran hombres.
Maestro Juez Joaquín Trincado
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La Justicia Divina sabe de estos resultados y sabía que tan pronto hicieran su primera prueba de
la primera existencia, llamarían forzosamente al Juez que en Neptuno los sentenció y el Padre se los
mandaría como se los prometiera y para oírlos; con ellos mandó un tribunal de Espíritus Maestros que
fueron Miguel, Rafael y Gabriel, los que presentaron el pedido de los caídos al Tribunal de Padre en
Sión y allí se pidieron misioneros voluntarios para salvar a los caídos y con ellos al mundo Tierra, en el
que habían dejado lazos de afinidad que no se podían romper, sino fortalecerlos y salvar aquel mundo
que es esta Tierra.
El Espíritu en Luz vive en la Justicia y el Amor lo regula; la hoy María allí también había sido
la llave del Amor y la mediadora entre los caídos y el Juez del Padre, que al pedido de sus desterrados,
tenía que venir a saldar sus cuentas, ya que en Neptuno nos las quisieron saldar, y como todos fueran
una familia y tenían entre los caídos seres que amaban, el Juez tenía que venir por deber, pero el Amor
y la afinidad tiran muy fuerte y la que había sido en Neptuno, madre del Juez y otros que tenían cargos
de Maestros y Directores en los Consejos del Padre, la hoy María levanta la Bandera de Amor y
Redención y parte delante del Juez a redimir un Mundo.
He aquí la organización que traían por nombres que conocéis:
María- Eva a la Cabeza (1), el Juez (2), José- Adán (3) Isaac- Jesús (4), Ana (5), Joaquín (6)
Elías- Juan (7), Aarón- David (8), Jettro de Madián (9), Josué- Américo Vespucio (10), diez de los
hijos de Jacob (20) y nueve de los 12 profetas menores(29).
Es de advertir que todos se han reencarnado muchísimas veces y han sido siempre todos los
misioneros, mesías y profetas por lo que cada uno ostentaría muchísimos nombres como lo veremos en
algunos de los siguientes capítulos.
Ya veis pues que María viene a la Tierra hace 97 siglos siendo ya grande y poderosa y como
cabeza de la familia misionera que en su abnegación y obedeciendo a un plan bien estudiado, para así
poder esparcir siempre el Amor, dio la Jefatura al Nº 2 José que fue Adán y Abraham, porque el Nº 1,
el Juez no podía ser más que el Juez; la Representación del Padre en sus leyes que venía a dar para
preparar el día de la Justicia y así María, siendo Madre del Juez, atenuaría con su Amor el rigor de la
Justicia sin faltar a ella, pero a costa de mayores sacrificios y confieso que consiguió su propósito, por
lo que si grande vino a la Tierra, muchísimo más grande y poderosa acabará su misión redentora, por lo
que en el día del Amor, es ella el espejo donde todos tiene que mirarse.
Como está estudiada y expuesta la acción de los Misioneros en común, ya en el Código de
Amor, ya en la "Filosofía Austera Racional", y más en el "Conócete a ti mismo", solo he de hacer aquí
una especie de reseña de algunas existencias de la Madre, para que sea conocida cual merece.
Vida de María
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CAPÍTULO II.
ADÁN Y EVA, SU NACIMIENTO EN LA INDIA.
Hace ahora 5674 años (el calendario Israelita es la verdadera nomenclatura) un siglo más tarde
del destierro de los neptunianos, había llegado la petición de Justicia de los caídos al Tribunal de Sión y
la familia misionera voluntaria cargaba con el sagrado deber de llevarle a su padre, los hijos de la
Tierra sus hermanos, no siéndoles ocultos los sufrimientos que les había de costar.
Los tres mil quinientos millones de seres desterrados habían hecho ya su primera existencia en
la tierra y dejaban ya raíz y algunas costumbres más modernas que las de un siglo antes en la Tierra,
pero el espanto era mayor porque la belleza de los cuerpos sufrió en ese siglo tal transformación, que
los primitivos no conocían a sus propios hijos y los primeros fueron sacrificados por envidia y es el
crepúsculo que Shet escribió y rememoró Moisés en el Pasaje de Caín v Abel.
Mas los Misioneros no venían a fracasar en las primeras encarnaciones y como sabios
poderosos y libres para tomar los medios adecuados al cumplimiento de su deber, eligieron para sus
primeros progenitores, hijos de hijos de los desterrados en las dos castas más supremáticas, los
sacerdotes y los guerreros y era el modo de no ser sacrificados, pero obedecía también a la unión de las
dos castas en una que se hallaban divorciados y era causa de las matanzas continuas por las envidias y
concupiscencia.
Así pues, la intrépida mujer toma carne en la casta guerrera eligiendo por padre un mandarín y
el elegido para cabeza de la familia, nació de la casta sacerdotal, estando al cuidado para que se
encontraran la doncella y el mancebo todos los demás espíritus misioneros y por Protectores el
Tribunal de Miguel, Rafael y Gabriel.
En la hoy Ciudad de Abderabad, donde están los cuatro ríos que desde entonces tanto se ha
hablado, nacieron estos dos espíritus por primera vez en la Tierra, haciendo al varón Adán y a la
hembra Eva, que por la afinidad e intuición habían de encontrarse en la edad conveniente y ambos eran
bellos y por su clase eran respetados.
Unidos ya, la Tierra podía felicitarse porque la sabiduría triunfaría y porque con esa unión
cesaron las guerras por largo tiempo en la India, porque Adán heredaba el sacerdocio y Eva el poder
civil, que antes divorciados, sólo sangre se pedían el uno al otro.
Tienen su primer hijo, Shet, que en la edad madura escribió la Ley primera que hasta hoy llega
en el Sánscrito, recopilándola un apéndice que hoy se le llama por los Teósofos, el Canto del Señor y
aquella Ley prohibió ya el sacrificio humano y lo sustituyó por el sacrificio de animales y dio Leyes
Sociales buenas para entonces pues estableció la beneficencia por medio de la comunión de las
especies que aún hoy allí se conserva.
Shet era ayudado en un todo por sus padres y sus hermanos y la Ley se expandió por toda la
India aún en vida de Adán y Eva, y todos los otros misioneros encarnaban en la familia, cubriendo así
tres generaciones, o sea los abuelos Adán y Eva, los hijos de éstos y sus hijos, o sea los nietos de Adán
y Eva y así se extendía la familia para enseñar y sostener la nueva Ley, que como ya en Espíritu la
sabían los desterrados, era aceptada con alegría y así continuamos yendo y viniendo aprisa para
adelantar la obra, pero abarcando la Tierra toda en catorce siglos, hasta que en nuestros espíritus
supiéramos con certidumbre si triunfaríamos o no, cosa que nos dejaba en libertad de nuestro
compromiso de salvar un mundo.
Nos habíamos difundido por la Tierra en aquellos siglos y vivido entre todos en todas las partes
de la Tierra y el Legislador había dado Leyes para entonces en la Iberia bajo el nombre de Juan y allí
Maestro Juez Joaquín Trincado
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fue su Madre la anterior Eva y aquellas Leyes llegarían por toda la hoy Europa, pues otros de los
misioneros encarnaban siendo Reyes, Caudillos o Caciques, o simplemente, Jefes de Tribus.
Pero no debo apartarme aún de Adán y Eva, para dar orden a esta reseña, aunque lo dicho de la
unión de las dos castas en ellos y la proclamación de la nueva Ley y Doctrinas que conocéis con el
nombre de Veda, nombre que reúne el de Adán y Eva, bastaría para señalar la aurora de la
Regeneración, porque por lo demás llega a nosotros el conocimiento por la historia y tradiciones, de las
costumbres entre las que tenían que vivir aquellos grandes Espíritus.
Pero es de considerar, el sacrificio grande que representa haber dejado un mundo como Neptuno
que vivía ya la vida de Amor en la Comuna, para venir a vivir entre las salvajes hordas de
antropófagos, que aunque la Ley es Una y Sabia, no dejando que el Espíritu recuerde su pasado, rige la
misma Ley en los Misioneros pero la mayor clarividencia de ellos y la Misión que traían, más el ser tan
reciente el acto de Justicia en Neptuno, no todo se les podía opaquizar y lo recordaban, no digo en su
realidad, pero sí con gran percepción, puesto que lo revela el Sánscrito y la Ley Veda y esto nos pone
en la seguridad que lo recordaban y así el gran sufrimiento de sus espíritus habían de ser sensibles por
necesidad aún en medio de las grotescas fiestas y farándulas a las que se veían obligados a asistir
porque las costumbres no se pueden cortar ni cambiar en un momento, pero que ellos iban modificando
paulatinamente por la influencia de juegos más honestos e invenciones ingeniosas.
Su mayor trabajo fue el modificar los cultos, que como dije la mayor solemnidad era el
sacrificio de hermosas doncellas que luego de gozar las primicias el sacerdote, de la sangre de ellas
daba a probar a los magnates, cosa que se sustituyó por las especies de pan y algún licor, que cuando
hubo el vino fue de Ley.
En fin, Adán y Eva representan la nueva creación de una humanidad y no fue desacertada la
idea del paraíso escrita por Shet y luego rememorada en el Génesis cuando Moisés, porque no se les
podía hablar de espiritualidad a los antropófagos y sanguinarios hombres primitivos, pero tampoco se
podía dejar de decirles la verdad envuelta en semejanzas que les doblegase y tiempo llegaría de
descubrir la verdad y esto representaba el máximo del ingenio del espíritu, pues si es facilísimo decir la
verdad desnuda no lo es vestirla y figurarla a la comprensión de aquellas bestias humanas, hermanos a
quienes veníamos a regenerar y sois todos los hombres de la Tierra y vosotras mismas, Madres de hoy,
que criabais con afán un tierno infante con dos fines, uno hacerlo vuestro goce carnal cuando robusto
mancebo y esto todavía era bueno, porque el otro fin era criar un buen bocado que devoraríais en un
festín; este era el estado de la humanidad.
Pero no se puede desconocer que había relativa facilidad para implantar Leyes humanas, por
dos poderosísimas razones y aun tres, dos de orden fisiológico y la tercera geológica pero ejecutada
poco antes por la Justicia Divina.
La primera era la ignorancia de los hombres a los que cualquier cosa nueva llamaba la atención
y algunas se operaron de orden psíquico que se llamaron "prodigios" y "milagros" del nuevo Dios y
esto les amedrentaba y acataban por ello la Ley con relativa facilidad.
La segunda era la superior belleza y sabiduría de la nueva raza, que si era envidiada también era
respetada por lo mismo de su ignorancia y superstición, mayormente porque los principales hombres se
dieron nombres de planetas, que ellos por Dioses y la tercera razón era el hundimiento de la Atlántida
acaecida 30 siglos antes de Adán y Eva y estaba vivo aquel fenómeno geológico y esto era
aprovechado por los misioneros y lo representaron en el pasaje del Diluvio Universal, esto en segundo
término, pues en primer término representa una verdad no declarada hasta hoy, como lo encontraréis en
el "Conócete a ti mismo" y que es el cataclismo operado por la Tierra para la aparición del hombre, que
es la verdadera Arca de Noé, de lo que algo diré en el capítulo siguiente.
Vida de María
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CAPÍTULO III.
DE ADÁN Y EVA HASTA ABRAHAM.
Eva quedaba ya bien reconocida y cantada en toda la India y se recordaba su bondad y
hermosura y aquella tierra quedaba transformada y hoy es casi lo que era en aquellos primeros siglos en
Religión y costumbres, aunque se les adelantó en las Doctrinas del Veda que no son las de hoy ni más
adelantadas ni más humanas, ni más profundas; sólo que están menos disfrazadas.
Quedaban en aquella tierra conservada y aumentada la Civilización algunos de los hermanos
Misioneros, más todos los redimidos de los caídos de Neptuno, mientras los demás Misioneros
aparecían en otras tierras del oriente y occidente e iban preparando el camino para cuando llegara el
Legislador.
En el siglo XI de Adán vuelve a tomar carne Eva en Iberia llamándose Ceres y de ella nació el
Legislador llamándose Jun, que el tiempo cambiaría por Juno por la Mitología Religiosa, pero allí
había gente más indómita que los índicos pero también mejor dispuestos al progreso material por ser
menos religiosos y se les dio Leyes a propósito y se les enseñó el cultivo en los campos llegando Ceres
a convertirse por el agradecimiento de los favorecidos que aprendieron de ella ha hacer harina y
alimentos del trigo que se producía natural en los campos y la tenían por una Diosa.
No ha sido el África como se pretende, la cuna de la humanidad y lo prueba que esa parte del
mundo está aún hoy en las mantillas del infante y por su fiereza no se les pudo llevar las Leyes a su
interior, que tuvieron que ir entrando por el oriente mucho más tarde.
El sentido que se le da a esas palabras de "cuna de la humanidad", si fuera para representar el
progreso correspondería a la Europa Occidental y meridional, a los fuertes Vascos, única familia
organizada y en principio de progreso que había en todo lo que es Europa y en su lengua fue dada la
primera Ley aunque no en el norte sino en el medio día de la hoy España y en lo que forma la provincia
de Almería, de donde refluyó la Ley a Grecia a la que ya váyanle llegado principios del Veda y reunió
la moral de aquélla y el progreso material de la Ley Juna y ellos en agradecimiento levantaron templos
a Ceres y Juno, pero no en Justicia sino por conveniencia supremática, de lo que no teníamos que
cuidarnos por entonces los misioneros.
Ya con las dos Leyes Veda y Juna, el mundo se veía progresar aunque en medio de la
barahúnda y antropofagia de los hombres y los Misioneros nos reuníamos en Espíritu y por Consejo
debíamos reunirnos en una sola familia para crear la raíz indestructible con nuestros mismos productos
y en Siria, en donde estaba en un buen período la doctrina Veda o Shética, aparece el que había sido
Adán bajo el nombre de Noé que con su mujer Noema, que era la misma Eva, tuvo tres hijos que son
los mismos Espíritus que hoy son el Juez, sus dos asesores y así eran cinco y entre los tres hijos Sem,
Cam y Japhet, tuvieron los otros 24 que completaban los 29 misioneros descendidos de Neptuno, que
se juntaban para comunicarse sus impresiones y hacer un balance y reconocimiento de que se podía en
el tiempo que prefijaba la Ley del Padre regenerar la humanidad de la Tierra y así fue manifestado a
Jehová y éste dio la promesa de sanear la Tierra, pero dijo que sacaría de su faz a todos los hombres de
mal pensamiento, como se ha efectuado en estos días y son lo que no han querido fundirse en la raza de
Adán ni aceptar sus Leyes.
En recuerdo de ésta única vez que nos reunimos en familia (después de Adán) los 29
Misioneros, se hizo el símbolo del Arca de Noé, representando a un mismo tiempo la creación del
hombre y lo que es el hombre, verdadera realidad del símbolo del arca, conteniendo en sí todos los
instintos de los animales.
Renovado entonces nuestro juramento al Padre, de salvar la humanidad, dejábamos raíz para
establecer un pueblo que retuviera en sí la fe en nuestra misión, el nombre del Creador y el depósito de
Maestro Juez Joaquín Trincado
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las Doctrinas y Leyes que se habían dado y que se darían, por lo que Japhet que era el Legislador Shet
ya concordaba su plan y Noé y Noema aparecerían siendo Abraham y Sara para ser la raíz del pueblo
de Jehová.
Hasta entonces la mujer no tenía derechos entre los hombres, salvo que fuese muy hermosa y
entonces era convertida en Diosa lo que también la sacaba de la Ley natural y nosotros dábamos
derecho y aun primacía a nuestras Madres y mujeres para ir así libertando a la mujer de su condición de
bestia dominada y ultrajada por el hombre fiera y esta era la causa primordial por la que la hoy María
en Amor tomaba siempre el sexo femenino a la par que para ser siempre Madre del Legislador y los
Profetas y Mesías que ya entonces habían de empezar a aparecer conforme al plan ultimado en familia
en Noé y así aparecen Abraham y Sara.
Vida de María
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CAPÍTULO IV.
DE ABRAHAM A MOISÉS, POR JACOB.
Ya la familia Misionera ha dicho al Padre que pueden llevarle a sus hijos de la tierra en el plazo
que la Ley marcaba para el Juicio de Liquidación y unido Abraham con Sara hija de su hermano se va
al monte donde le fue señalado que fuera la de sus padres y allí espera el cumplimiento de su promesa;
pero Sara se manifiesta estéril y aunque aquello constituía una vergüenza entre aquellas gentes que
tenían el secreto de la Creación y sabían que los mundos son creados sólo para que viva el hombre y a
pesar de que resonaba en los oídos y estaba impreso en la conciencia de Abraham el "creced y
multiplicaos", que le había sido dicho por el Padre por voz del Espíritu Maestro -Espíritu de Verdad-, él
confiaba y esperaba, pero hay designios en los que sólo puede penetrar el Espíritu Maestro y así es
estrechado Moisés por la improducción del suelo que cultivaba y como estaban sin impedimenta,
Abraham toma a Sara y se marcha a Egipto, sabiendo que allí por la lascivia que reinaba corría peligro
su vida, por la belleza de Sara.
Pero inspirado, concierta que ella diga que es su hermana y así son preguntados en Egipto y
contestan en la forma convenida y Abraham recibe ganados y tierras para criar y cultivar, en tanto que
Sara es llevada a presencia del Faraón, que la guarda para en su día hacerla su mujer, cuando ésta se
impusiera de las ceremonias cortesanas y del culto de los Dioses de Faraón.
Abraham, se veía a menudo con Sara y sus ganados y cultivos se multiplicaban en tanto que
Egipto se llenaba de plagas, que no le daban reposo a Faraón por los males que le amenazaban.
Por fin Egipto sucumbe a las plagas y parecía llegar el tiempo fijado por Faraón para tomar a
Sara por mujer, pero ésta le declara que las plagas que sufre Egipto son mandadas por Jehová su Dios,
por haberla retenido separada de su marido Abraham y que temiera una venganza de ellos porque la
Justicia de su Dios caería más formidable sobre Faraón y su retiro.
Entonces llamó a Abraham y le dijo: "¿Por qué has hecho esto conmigo?, ¿por qué me dijiste
que ésta es tu hermana y es tu mujer y la tomé yo para hacerla mi mujer? Ahora pues toma a tu mujer y
tus ganados y vete de mi tierra para que yo no sea más castigado", y les regaló joyas y plata y oro.
Recogió Abraham sus prendas y su mujer y con criados se volvió a Asam, donde estaba su
hermano Lot y acrecentó sus ganados y su gente y conquistado territorios hasta ser reconocido como
Ministro del verdadero Dios, por el Rey y Sacerdote Melchisedec el que quiso recompensarle, pero
Abraham no aceptó diciendo: "Ganados y oro y plata gané con mi trabajo y no ofenderé a mi Dios
tomando nada tuyo", lo que equivale decir que sólo debe poseer el hombre lo que suda por su frente y
además declaraba que sólo a su Dios Jehová honraba y adoraba. Melchisedec era bueno y no tomó a
mal aquella acción de Abraham sino que aún dejó escrito que aceptarían a los descendientes de
Abraham en sus territorios, libres de cargas si así lo querían, por que Abraham les anunció las
promesas de Jehová de cubrir toda la tierra con su simiente.
Mas he aquí que Sara pierde ya la muestra de la maternidad y apesadumbrada no quiere dejar
sin sucesión a Abraham y le manda que tome a su sierva y ésta le da un hijo, pero se enorgulleció y se
volvió contra Sara, porque, ella era madre, y Sara rogó a Jehová y Abraham es hablado de lo que haría
y Sara concibió siendo ya vieja y parió a Isaac, qué es el hoy Jesús.
Vuélvele a hablar Jehová y le pide a Abraham el sacrificio de Isaac cuando ya ha muerto Sara y
recordad la promesa de que su simiente cubriría la tierra. Abraham no vacila, aun no teniendo más que
aquel hijo por ley ser primogénito y se dispuso al sacrificio, que ya sabéis cómo no fue ejecutado.
Abraham y Sara sabían por revelación que llegaba la fundación del pueblo de Dios y tan pronto
estaba criado Isaac, Sara desencarna, ¿para qué? ; aquí os he de hacer notar bien la potencia y Amor de
Maestro Juez Joaquín Trincado
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la Madre de la Humanidad, y después de este pasaje estaría relevado de anotar nada más para que
comprendáis la grandeza de María, pues es la misma siempre.
Ya Abraham había hecho testamento a su primogénito ordenaba a su mayordomo a que a su
tiempo fuera a la casa de sus padres y de entre sus hermanos escogiera mujer para Isaac, y Sara en la
clarividencia de su Espíritu, desencarna para volver a encarnar en la casa de sus parientes adonde irían
a buscar mujer para Isaac su hijo y llegado el tiempo la vieja Sara era la hermosa Rebeca, que sale a la
fuente y encuentra al que era mayordomo de Isaac el que le pide agua de su cántaro y se la da y aún le
ofrece agua para los camellos y esto respondía al propósito que tenía el mayordomo para acertar con la
moza que debía elegir para mujer de Isaac y la arrogante moza, bendecida por sus padres, marcha a la
casa de Abraham y la toma Isaac en la misma tienda y la misma cama en que él naciera de Sara de cuya
pérdida aún no había borrado su dolor y se fortificaba en aquel lecho de su madre.
Rebeca como mujer no podía saber todas estas cosas, porque la Justicia de la Ley no permite el
recuerdo, sino en casos de estricta Justicia, pero obedeciendo a las inspiraciones de los hombres
obramos la Justicia de las mismas cosas que nos hemos preparado y aquí Rebeca iba llena de Luz e
inspiración, además de que la gran afinidad la llevaba como el viento lleva el sonido.
Pues bien, el secreto de todo esto está en que cuando Sara, sabía que de Isaac había de nacer el
fundador del pueblo de Dios, el depositario de la fe de la Ley de Jehová y que éste sería el Legislador
del que debía ser Madre.
El espíritu en Luz y Amor es omnipotente y por la Ley de la Reencarnación puede obrar todas
las maravillas dentro de la Ley de la Justicia y Sara, que era la misma Eva, cabeza de la familia
misionera, estaba autorizado a todas las evoluciones posibles para conseguir la Redención humana y el
nacimiento que venía a fundar el pueblo de Dios era uno de los actos más importantes y ella debía y
quería ser su Madre.
Isaac, era recto y temeroso del Dios de su Padre y venía a cumplir un deber de Justicia, pero en
el hombre no está la ternura de las Madres y por esto no está tampoco tan intensa la percepción de los
peligros ni otras percepciones relativas a la Justicia Divina, referente a los cargos de sus hijos, porque
la Madre que está en la ley de Justicia, más de una vez penetra en los designios de la Ley Suprema, que
es Amor, y su retrato son las Madres y nadie como María, la entonces hermosa Rebeca.
Hasta allí, desde Adán, no habían tenido los espíritus Primitivos y Supremáticos de la tierra
conciencia de que se les iba a desalojar y la causa era que hasta entonces sólo su voluntad se hacía en la
Tierra y donde quiera que les convenía derribaban un Dios para levantar otro, cada vez más lleno de
concupiscencias y en aquel territorio en 19 siglos no quedaba en pie nada de sus Dioses y aquel iba a
ser el golpe mortal pues iba a nacer el pueblo que sería depósito y custodia del nuevo Dios, el Jehová,
del régimen Veda, pero que ya le había escrito al Eterno y Universal Helli, y se propusieron los
primitivos jugar el todo por el todo.
En efecto; por la Ley de Justicia recaba permiso el supremático más atrevido para encarnar en
Rebeca y lo hace a la vez que el Legislador, juntándose los dos extremos en la misma matriz donde
luchaban el error y la verdad, pero la percepción clara de Rebeca, además del aviso de Gabriel que se lo
mostró muchas veces en visiones, hasta conocer a los niños antes de nacer. Sabía ya cuánto sucedería y
cuánto debía hacer para recabar la primogenitura para el rubio, puesto que astutamente se había
colocado primero el supremático.
Mas la Justicia no quiere faltar y podrá alegar el supremático que vio antes la Luz del Sol al
nacer, pero no haber nacido antes porque el Legislador sale agarrado a su muslo y sacó la cabeza antes
que los pies del otro, cosa comprobada por los testigos presenciales y esto no era nacer primero y
Vida de María
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tampoco había sido concebido primero, sino que aunque fuera instantáneo como lo es siempre, hay uno
que entra antes que el otro en la matriz, cuando son dos o más.
Pero he dicho que Rebeca estaba avisada por Jehová y así ella en su día sabría lo que hacer,
porque Isaac amaba al que sacó primero la cabeza que se llamó Esaú y era peludo como un cabrito y
fue muy aficionado a la caza, no podía desmentir para Rebeca su procedencia, en cambio para Isaac era
el primogénito según el rigor de pensar.
El segundo, llamado Jacob, era en la Ley Divina el primogénito por su concepción, cosa que no
podía saber Isaac ni ningún padre y sí lo pueden percibir las madres y más Rebeca y que además le
había sido revelado "el mayor servirá al menor" y Jacob era sencillo y obediente, pero la Justicia
Divina dispone las cosas a tiempo y ya mozos los dos mancebos, llegaba el día en que el padre
bendijera al primogénito para presentarlo y el padre había quedado ciego ya hacía tiempo mas conocía
a Esaú por el tacto del pelo, pero como pidiera el padre un regalo de la caza de Esaú, mandó Rebeca a
Jacob al ganado a traer unos cabritos y los guisó y con las pieles vistió los brazos y el cuello de Jacob y
le presentó la comida pidiéndole la bendición, más Isaac lo conoció en la voz y dijo al bendecirlo: "Las
manos son de Esaú, pero la voz es de Jacob", y lo bendijo.
Cuando llegó Esaú estaba muy cansado y le dijo a Jacob: "Estoy cansado, dame de eso bermejo
que guisas (eran lentejas), y Jacob le dijo: "Véndeme pues tu primogenitura hoy" y Esaú que por el
cansancio se sentía mal le contestó: "Yo me voy a morir, ¿para qué me servirá pues la primogenitura?",
y Jacob le dice: "Júrame pues hoy", y Esaú le juró y tomó el plato de lentejas. Cuando Esaú entró a ver
a su padre y le pidió la bendición, Isaac le dijo: "Mi bendición la di a tu hermano y yo no tengo dos
bendiciones, por tanto a tu hermano servirás".
Esaú se marchó de casa y quería vengarse de Jacob, pero Rebeca pidió a Isaac que lo mandara a
tomar mujer y autorizado Jacob renunció a la hacienda de su padre para su hermano Esaú y salió sólo
con su vestido, el báculo y cordón y aceite para ungir.
Quedaba aquí la misión penosa de Rebeca cumplida, había cumplido su deber y aplastado la
serpiente con su calcañal, como ya se había escrito en el Canto del Señor por Shet y ya quedaba
fundado el pueblo de Dios y quebrada la cabeza de la serpiente, pues no en vano Esaú había recibido
vida en las entrañas de Rebeca y mamado de los mismos pechos que Jacob.
Que Rebeca había obrado conforme a la voluntad e intenciones del Padre, está confirmado en
que la primera noche que Jacob hace fuera de su casa tuvo la visión de la Escala en la que le fueron
repetidas las promesas hechas a Abraham y a Isaac, de que su simiente cubriría la Tierra y que todo le
serviría a él y hay algo en la promesa que notar, que declara y confirma fundamentalmente la
reencarnación, pues le dice: "Te multiplicarás al oriente, al occidente, al aquilón y al mediodía, y tus
hijos serán sobre el polvo de la tierra y las estrellas del cielo".
La existencia de Rebeca fue amarga porque Isaac estaba ciego y deshijada puesto que Esaú se
marchó y por cierto quebrantada la voluntad de Isaac, pues no debían mezclarse con los hijos de
Canaan, por lo que mandó a Jacob a tomar mujer a la tierra de Padan Aranc, cuna y tronco de Abraham
de cuyo árbol era raíz Rebeca.
Desde ese momento la lucha de los misioneros sería terrible, porque la raza primitiva había
despertado por el revulsivo de nuestras Doctrinas, mas había sido vano desde el vientre de Rebeca
donde entró con osadía para jugarse el todo por el todo, pero la Justicia Divina no puede ser vencida y
en cambio ella vence a todos.
Jacob llegó á Casa de Saban, hermano de Rebeca y allí tiene que servir veinte años y engañado
diez veces por su suegro, pero al fin sale rico y poderoso y vuelve a la tierra de sus padres
presentándosele en el camino un varón fuerte que le obliga a luchar solo toda la noche, después de
Maestro Juez Joaquín Trincado
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haber pasado el río toda su gente y su hacienda y si bien fue herido pues se dislocó el anca no dejó a su
contrincante hasta la salida del Sol en que le bendijo y lo llamó Israel, porque había luchado con "Dios
y los hombres" y es que el luchador era un Espíritu mandado por Jehová y materializado a la plenitud
luchó como hombre real y como Espíritu y fue vencido por Jacob, aunque dislocado su cuerpo.
Llegando a su gente cojeando, dijo su lucha y entonces le salió al encuentro Esaú y juraron las
paces, dándole presentes Jacob, con lo que queda confirmada la sumisión de los primitivos a la nueva
raza, pero había que ganarlos a todos uno por uno.
Entre los hijos de Jacob había dos que no eran de los misioneros y serían éstos los que
amargarían la vida de Jacob, pues pocos días más tarde de asentarse en Siquém le vengaron de un daño
causado a su hermana Dina y en las nuevas Doctrinas podía hacerse Justicia, mas no se admitía la
venganza, que eso es de los primitivos y ésta es la señal hasta hoy de los hombres que aún no se han
entregado y fundido en la Raza Adámica.
Estos dos hijos de Jacob tenidos con Lea, mujer que le fue dada por su suegro con engaños,
porque él trabajó por Raquel, vendieron a su hijo José, primero de Raquel y fue llevado a Egipto donde
más tarde iría toda la casa de Jacob, historia bien descripta por Moisés en el Génesis y es verdadera,
salvo errores de traducción por lo que aquí no relato más de esa historia, pues sigo la historia de Eva
hasta María y sabed que entre Rebeca, que es Eva, Jacob y su primer hijo, Shet, estamos en el Siglo 19
de Adán y Eva.
Ya estaba escrito que el pueblo y casa de Jacob sería esclavizado o retenido cuatrocientos años
en Egipto, pero su entrada en él fue auspiciada por el vendido José y allí cerró los ojos Jacob, después
de dar y confirmar cargos a diez de sus hijos, más a Maroses y Efraín, hijos de José, y quedaban así
como cabezas de sus casas que componían las doce tribus del pueblo de Israel.
Faltaba mucho que sembrar de la doctrina nueva y la Veda progresaba por toda la Tierra, pero
hacía falta Legislar y en el Siglo 19 de Adán, aparece el Legislador en China bajo el nombre de Braman
y su madre que era la misma Eva se llamó Sarabasti y fue la más grande oradora que haya visto la
China.
Allí se cambiaron cuanto se pudo las costumbres que habían "pendant" con todo el mundo, en
ser las mismas en cuanto a la bestialidad de los hombres, pero superiores porque las pasiones eran más
refinadas por la gran riqueza de aquel suelo y las artes muy adelantadas, pues allí estaban los más
grandes supremáticos caídos de Neptuno que se hartaban de sus afectos para corregirse, único medio de
corrección que la Ley Divina tiene, la hartura y el hastío del apetito; estaba tan adelantada la China, que
solo diré que la Ley de Braman fue impresa, no podían hacer menos los Sabios doctorados de Neptuno
que allí tomaron asiento, hacía ya entonces 20 Siglos de su caída.
Aquí debo decir una palabra sobre esta anomalía, que parece contradecir el adelanto a que me
refiero de la China y tenía las pasiones bestiales de todos los primitivos.
Sabed- como le veréis en él "Conócete a, Ti mismo"-, que el cuerpo humano es la verdadera
Arca de Noé, en él están todos los instintos animales y no se rinden al Espíritu hasta que han satisfecho
su Ley, hasta que se han saturado de sus derechos naturales, y corno son los instintos del hombre tantos
como cosas hay en los tres reinos, mineral, vegetal y animal, de aquí que todos quieran satisfacerse a la
vez y el Espíritu se ve agobiado, impotente para dominar esa jaula de fieras y hay un momento en que
reina la más feroz anarquía y en ese momento se encontraba la China, con conciencia de valer en lo
material sobre todos los pueblos de la tierra, pero ya estaba en decadencia de aquel su primer grado de
ilustración.
Por eso allí la capitana de la familia misionera tomó el nombre de Sarabasti, que allí era Diosa,
desplegó todas sus facultades medianímicas, obrando fenómenos incomparables para aquellos díscolos
Vida de María
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y con una elocuencia propia de ella y su nombre de Diosa confundía en lo moral a todos los sabios y
por la Ley Social y civil dada por su hijo Chay Chy, que entendían los chinos por Saturno, hicieron una
transformación muy grande, encerrándolos en su Nación, inmenso territorio, pero que se les infundía
que si sabían de aquella puerta que era del cielo morirían, y hasta hoy que es necesario ir a sacarlos de
la atonía y se consiguió el fin propuesto, porque por su fiereza y refinamiento si hubieran invadido el
mundo, aun no podrían las mujeres salir a la calle ni los hombres serían dignos de ese nombre.
Admirad aquí el inmenso trabajo de los misioneros, pero admirad por sobre todo a María en su
valor, sacrificio, sabiduría y Amor, pues al fin, para el Legislador era su deber por mandato del Padre,
pero ella y los otros veintisiete eran voluntarios para ayudarle, ¿y qué podría hacer menos el Legislador
hoy ya después del triunfo definitivo, que decirle al mundo estas cosas para que conozca a María, su
Madre y Madre de los Misioneros y por ellos de toda la humanidad?, ¿sería el Juez justo si esto no
hiciera?, lo hace como Juez en Justicia y como hijo, en Amor a su Madre.
De aquella gran campaña y la Ley Social y Civil quedó el terrible enemigo como anestesiado en
sus grandezas materiales y temeroso de su suerte si salía de sus límites, y para eso aprovechamos en la
prédica y los escritos, la superstición que tenían por la que temían reencarnar en bestias y sapos por
castigo; en fin, dimos para doblegarlos el mayor valor a la metempsicosis y la familia misionera pudo
obrar en libertad para llevar al progreso moral y material a las demás partes del mundo en 38 siglos, de
aquella fecha hasta hoy.
Porqué, ¿no era terrible un pueblo rico y furibundo con más de seiscientos millones de seres que
tenían entonces? Ved pues, que no sólo teníamos que atender a lo Espiritual sino a lo material y
político y no se ha dado otro ejemplo en la Tierra y fue el baluarte la gran María, entonces Sarabasti
nombre de Diosa, con lo cual apoyó a Bramán su hijo el Legislador, que fuera entonces cantado como
Saturno.
Mas se acercaba el fin de la esclavitud del pueblo de Israel, que yacía esclavo en Egipto después
de la muerte de José y como se multiplicaban asombrosamente, el sucesor de los faraones tuvo miedo
de aquel pueblo por su valía, riquezas y organización y eso que no tenía libertades, ni apenas derecho
de gentes.
Por ese temor, Faraón dio una Ley que mandaba sacrificar a todos los niños varones que
nacieran dé los Israelitas y esto ya era provocar la Justicia Divina y encarnaron allí todos los fuertes
Misioneros y la gran Sarabasti toma cuerpo en la tribu de los Levitas y se llamó Jacabel, teniendo por
hijo al Legislador que fue Moisés.
Si en la China hubo de ser estratega aquí tendría que ser astuta, pues pesaba sentencia de muerte
a todo niño varón nacido de los Israelitas, que eran tirados al río. Mas Jacabel había de cumplir la Ley y
sabía lo que debía hacer y Jehová había preparado bien las cosas y aun se serviría del enemigo para el
triunfo de sus designios.
Jacabel guardó al niño oculto durante tres meses y observó que la hija de Faraón bajaba a
bañarse al río por las mañanas y aprovechó esto para cumplir la Ley y salvar a su hijo, que ella bien
sabía quién era. Preparó una cesta embetunada y puso al niño en ella cerca del cañizal donde la
princesa se desnudaba con sus ayas y colocó allí de vigía instruida a su hermana María y cuando la hija
del Faraón entró en el agua vio la cesta y la recogió destapándola y el niño lloraba y le dio lástima
porque el niño era hermoso y lo sacó diciendo a sus amas: "Hijo de los Israelitas debe ser éste, pero lo
quiero para mí porque él es hermoso y como de las aguas lo saqué se llamará Moisés". Moisés significa
"Salvado de las aguas".
Como la hermana de Jacabel velaba alerta, cuando vio y oyó que la princesa lo quería para sí, se
hizo presente y le dijo: "¿Queréis que os busque un ama Israelita?", "Sí", contestó la princesa y María
Maestro Juez Joaquín Trincado
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corrió y trajo a Jacabel la madre, cosa que la princesa no podía saber y le entregó el niño para que se lo
criase por una paga y ya criado se lo llevara a palacio.
¡Madres!, os llamo al sentimiento. Imaginaos vosotras ante una escena igual con vuestro hijo y
lo que vosotras sentiríais sintió Jacabel. ¡Con qué efusión apretaría al niño sobre sus pechos!, ¡cuánto
inventa el Amor! y ¿qué no ideará una madre para salvar a su hijo, carne de su carne y alma de su
alma?
Pero aquí no sólo obra el amor, sino la sabiduría, la astucia, el celo y todo lo que puede caber en
un corazón puro y en un Espíritu sabio y potente. Esta es María, ¿podrá atenderos con conocimiento de
vuestros agobios?.
Aquí también ha cumplido su misión de salvar al Legislador de Jehová, tarea sólo posible a
aquella intrépida que a la cabeza de los Misioneros desciende en raudo vuelo de Neptuno, mundo ya de
dichas, para encerrarse en un mundo de fieras a las que han de redimir y hacer hombres.
Faraón da la Ley de destrucción de Israel y Jacabel pare al Libertador del pueblo esclavo y aún
se hace pagar de Faraón la crianza del que venía a castigarlo y lo sienta siendo mozo, a su mesa ¿quién
burlará a la Ley Divina?.
Ya era Moisés mozo fuerte y se veía con los suyos y con su hermano Aarón y revivían en él los
deseos de salvar al pueblo, pero he aquí que saliendo un día al campo ve luchar a un egipcio con un
israelita y de un varazo mata al egipcio y lo enterró no habiendo visto a otro hombre, pero poco tiempo
después luchaban dos israelitas y los reprende y uno de ellos lo acusa de matador, para negarle el
derecho de meterse entre los dos luchadores y Moisés comprende que debe dejar la corte, pues podría
ser acusado y se marchó pasando el Mar Rojo por la playa, fuera del dominio de los egipcios.
Ayudó a una joven a dar agua a sus ganados y la moza lo dijo a su padre, que era Jettro
sacerdote de Madián, que tenía su tienda en el Sinaí y mandó a la moza a que llamase al mancebo ya
hombre de cuarenta años y Moisés quedó allí adonde le siguieron Jacabel y María, hasta que tomó por
mujer a la hija del Sacerdote Jettro y ya empezó Jehová a dar sus instrucciones a Moisés para libertar al
pueblo, por revelación verbal por su Madre y su tía y pasados los setenta años bajó Moisés para
encontrarse con Aarón y los ancianos y castigaron a Egipto con las plagas históricas.
Lo que hay de verdad referente a la liberación del pueblo de Israel está dicho en el "Conócete a
Ti Mismo" en los siete días de la humanidad y aquí sólo vamos a seguir registrando otras existencias de
la Gran Madre, pues en Moisés que ya lo dejamos de vuelta en Egipto con un pueblo de más de dos
millones de seres comienza la verdadera siembra de las Doctrinas y conocimiento del único y
verdadero Dios, para lo cual Moisés había recibido la Ley Escrita en el Sinaí, cosa ocurrida a los 21
siglos de Adán y Eva.
Vida de María
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CAPITULO V.
DE MOISÉS A JESÚS, POR ISAIAS.
La siembra de las semillas definitivas de los principios de sabiduría y progreso general empieza
ahora, con la liberación del pueblo de Israel.
El embrión tan bien preparado con la doctrina Veda ya tenía raíz para poderse sembrar con
provecho y el almácigo era aquel pueblo donde se encontraban todos los 29 Misioneros y del Sinaí baja
la Ley Escrita, que era la raíz viva e inmortal que se había de hacer árbol, dar flores y razonar frutos
que se comerían después de la liquidación, cuando se habrían segado las mieses en el Juicio Final que
Moisés declararía.
Mas si Eva se había multiplicado hasta allí, para dar siempre vida corporal al Legislador y
antecesores, patriarcas y misioneros, ahora tendría trabajo aun más proficuo para dar vida a los profetas
y caudillos y grandes sabios, no sólo en el pueblo de Israel sino en todo el Mundo, pues ya Moisés
proféticamente le había dicho al pueblo que los gentiles vendrían a respetarlo.
Y es que en aquel pueblo se introducirían, porque era de Justicia, los espíritus de los
supremáticos primitivos y adulterarían las doctrinas y leyes que se le daban al pueblo de Israel y
teníamos que aceptarlo así porque no de otro modo podríamos dominar y fundir toda la humanidad en
la Raza Adámica, extendida ya por consanguinidad en toda la Tierra, pero que allí quedaba el tronco.
Mas había el gran foco de población en la China, donde Sarabasti dejó grandes afinidades y
memoria de su paso, por sus prédicas que quedaban dadas en Ley por su hijo Braman; pero que la
demasiada riqueza y aún sabiduría de la China pujaban demasiado, y había que renovarle las Leyes
entonces con arreglo a la Ley del Sinaí y aparece Kay Ahp que dio vida a Kay Juchen (Confucio) que
dio la Ley de su nombre. Moral y Religiosa y esto era tres siglos más tarde de Moisés, a los 24 siglos
de Adán y Eva, cuyas doctrinas de Confucio son estudiadas por todos los sabios de todo el mundo y en
la comparación no encuentran diferencias entre aquellas y las del Veda y las de Jesús y claro está pues
son los mismos, aunque como es natural haya diferencias en algunos conceptos, dado el estado de cada
tiempo y el ambiente en donde se daban.
Aquí Kay Ahp, deja su deber cumplido en aquella dilatada Región y tiene que tomar carne en
medio del pueblo de Israel, que lucha para hacerse pueblo con los territorios prometidos a Abraham,
Isaac y Jacob.
Aparece en Israel para fundar la casa de los Reyes o familia de David, siendo abuela de éste por
ser mujer de Saúl, pero tiene que correr en auxilio de las mujeres de Cariandá que huían de su territorio
invadido por los griegos y en Cariantiarín, donde posaba el arca rescatada a los Filisteos, les sirve de
ayuda y consuelo a aquellas valerosa matronas Cariandanas y tenía autoridad porque ya su hijo Saúl
había sido ungido por Samuel y su nieto David crecía y sería el sabio Rey que estabilizaría la Justicia y
la Fe del Pueblo.
De David había de nacer el primogénito heredero que, sabía su abuela, que sería el mismo
Adán, pero al ser éste propuesto por las influencias de la madre de Salomón, concubina de David, que
aunque fuera Salomón bueno y sabio, era uno de los espíritus supremáticos de los primitivos, por lo
cual levantarían un templo, cosa que no había hecho nunca la familia Adámica porque es contrario a su
Doctrina y al principio de adoración al Creador y único Dios en Espíritu y Verdad, se veía llegar el
cumplimiento de lo dicho por Moisés, de que los gentiles y paganos vendrían a despertar a Israel y en
Salomón iba a empezar su sueño.
Maestro Juez Joaquín Trincado
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Al efecto, desencarna la abuela de David y nace de la mujer de Eliacin, para ser mujer de Amos
y parió a Isaías que era el mismo Legislador que le pronosticó al pueblo su caída, le prometió al Mesías
Jesús y anunció las cosas todas hasta el Juicio y os bastará leer a Isaías.
Mas la amalgama ha entrado en Israel, ha empezado su sueño y si las Tablas de la Ley, los
hombres las han olvidado y han de venir a despertarlos los gentiles y paganos.
El Maestro Moralista da la familia, Isaac, que es el mismo al que Isaías anuncia como Mesías
Salvador del Pueblo de Dios, obedeciendo las órdenes de los Consejos del Padre ha de tomar carne en
el punto más adelantado en aquellos momentos históricos, la Grecia, para dar las primeras lecciones de
Filosofía Astronómica, bajo el nombre de Antulio y es la misma Eva su Madre y Antulio cae bebiendo
la cicuta por el odio de los sacerdotes del Areópago, que nunca pudieron vencerlo en su profunda
sabiduría.
Pero a Grecia habían acudido ya muchos Espíritus Misioneros para ser discípulos de Antulio y
continuadores de su filosofía, que se daba para cambiar los ritos y cultos y matar sus Ídolos y Dioses.
Como la Grecia por su posición topográfica era el punto intermedio entre el Asia y la Europa, y
por su progreso, a causa de que allí refluían la voz y las costumbres de todos los hemisferios, en su
gobierno, en sus ciencias, en sus artes y en sus religiones, era un compuesto de todo el mundo y de
todos recibían lo mejor, como es natural que suceda en todo país que recibe inmigraciones.
Mas ya, con los principios Filosóficos Astronómicos dejados por Antulio, se trabó una gran
lucha de principios y la luz se hacía más clara, pero era envuelta por el Areópago que cada vez estaba
más confundido haciendo y derogando Leyes, pero el Sacerdocio era condenado a su desaparición.
Con esta lucha de principios se levantaron las grandes guerras Médicas y las civiles, pero la Luz
se descubriría cada vez más y aparece otra vez la Madre del legislador y lo pare de nuevo siendo
Sócrates, cuyos principios son respetados por todo el mundo y su Madre con la profesión de partera va
dejando conocimientos y el sello de la inmortalidad y del único Dios, que su hijo, fundamentaría en
Cátedras y prédicas y ya viejo y por intrigas de la Princesa de Epiro que no pudo vencerlo a sus
pasiones, es acusado de inmoralidad y juzgado ante más de 500 Jueces y con 6 Votos de mayoría es
condenado a beber la cicuta como su hermano Antulio y la Grecia se condena así misma a su
destrucción.
La Ley dada en Iberia en el siglo XI de Adán por Jun, hijo de Ceres, la sabían los Vascos y la
habían extendido por toda la Europa hasta el confín de la hoy Rusia y se habían hecho pueblos fuertes
en su libertad y Ley natural pero se había reunido un foco de fugados y desterrados de la Persia, el
Egipto y la Grecia y los dominaba una colonia Vasca sobre el Tiber en el hoy Castillo de Sante Angelo
y se unificaron las tres Colonias Itálica, Griega y Vasca, dando por fundada a Roma, que por razón de
ser, como siempre sucede, todos esos expatriados hombres de empuje y de ideales, pero aquí con más
razón, porque ello era preparado por los Espíritus de los Misioneros para en su día allí encadenar y
encerrar al enemigo de la Raza Adámica, después de haber dado suelta y libertad a los ideales de
progreso y civilización allí congregados, por la persecución de la supremacía, era hora de dar Leyes
Civiles, Leyes de Derecho de Gentes, conforme al progreso ya ganado y porque se terminaba la
siembra en toda la Tierra y para madurar y sazonar y recoger los frutos eran necesarias otras Leyes más
materiales dentro de las Leyes del Espíritu y se requerían para eso otro Maestro de más altos vuelos que
el Legislador de siempre y porque para ese entonces éste nueve veces había escrito la Ley, en nueve
partes del mundo.
¿Quién debía dar esa Ley Civil de derecho común que había de regir civilmente a todo el
Mundo?.
Vida de María
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Al descender a la Tierra la Familia Misionera, el Maestro de los Maestros, el único que habló a
Abraham, Isaac, y Jacob y dictara la Ley a Moisés en nombre de Hellí o Jehová, el Espíritu de Verdad
que nos había dicho:" Id, que cuando más álgida sea vuestra lucha yo vendré a vosotros como hombre y
os ayudaré". Ahora se requería su sabiduría hecha hombre y ya en Roma habían aparecido como
hombres algunos Misioneros de la familia, que empezaron a idear el Gobierno Civil Plebiscitario, para
tener preparado el Terreno al Maestro Superior y allí nace la mujer intrépida para ser la Madre del
Espíritu de Verdad hecho hombre... ¡Oh, Eva! ¡Oh, María!, ya era ese bastante galardón a tus grandes
méritos, pues la Luz, Potencia y Sabiduría de todo el Plano Primero se encerró en tu Vientre y se
amamantó de tus pechos de Madre.
Aparece el Espíritu de Verdad y es Servio Tulio, que dio constituciones, hizo la Federación de
las 30 ciudades del Lacio, estableció las ferias latinas, dejando ya en marcha la República Romana,
para conquistar el mundo y llevar las Leyes que se daban y tal habrá sido que aún hoy se estudian para
el Derecho de Gentes.
Ya tenía Espíritu de Verdad lazos creados por esa existencia para seguir viniendo a la Tierra y
vino siendo Duilio Cayo, y hasta Cicerón y todos los grandes Legisladores y Senadores Romanos eran
los mismos Misioneros, apoyados en las Constituciones de Servio Tulio, que empujaba a Roma a
conquistar al mundo antes que cayeran allí los Espíritus Primitivos que la convertirían en un lodazal, en
una gran casa de prostitución, pues no otra cosa fue nunca su mayor pasión que el goce de la carne y el
crimen que en ella tenía su origen y esto lo sabían, pues lo había dicho Isaías; pero para entonces el
mundo Gentil y Pagano llegaría a despertar a Israel, cuando aparece María para dar vida a Jesús, que
venía precedido por el fuerte Juan, que había sido Elías.
Hasta aquí Eva- María ha parido siempre al Legislador, muchas veces a Jesús y alguna vez a
todos los Misioneros y su raza está difundida y dominando en todo el mundo.
Las Leyes dadas en la Tierra por Servio Tulio y Duilio Cayo y sus discípulos, que eran los
Misioneros, eran las mismas que había regido a Neptuno en su sexto día y os lo digo porque tengo
especial encargo del Espíritu de Verdad para que sepan los hijos de la Tierra el parentesco material,
moral y espiritual que tienen con aquel mundo del que en nuestro Espíritu los Misioneros traíamos la
esencia de los cuerpos que ostentaban allí, por lo que no sólo Espiritual como hijos del mismo Padre
Eloí, sino materialmente somos hermanos de los Neptunianos y porque son mayores, somos carne de su
carne.
Ya María es María, y además de muchas existencias que no anoté y nombres que omití, en mi
deber de obligar al hombre al estudio y registro de los anales en todo el mundo y así hacer historia
verdad, porque han de querer saber los hombres todos los nombres de la Madre en las existencias
señaladas del Legislador y algunos otros de sus hermanos aquí señalados y nacidos de ella, lo que los
ha de llevar por deber a buscar esos nombres y esto lo hago en Justicia porque así han de encontrar
pruebas escondidas por nuestros implacables enemigos.
Para el conocimiento de la grandeza de María bastan los nombres que ostentó y he señalado,
desde Eva a María que son: Eva, Ceres, Noemá, Sara, Rebeca, Sarabasti, Jacabel, Kay Ahp... María,
que cada uno en sí es tanto o más grande que el de María, de lo que habéis de deducir el porqué de su
grandeza, potencia, sabiduría y Amor.
¿Conocéis ahora, Madres Amorosas, a María? Hemos llegado pues desde Eva a María en
Nazareth, en el Gólgota y en Zaragoza dándoos el beso de Paz al expirar en los brazos de su Jaime, que
hoy os lo da siendo el Anticristo, que os pide que en todo momento y en toda aflicción, como hijos,
esposos o Madres, llaméis a María MADRE y no virgen.
Maestro Juez Joaquín Trincado
-51
CAPITULO VI.
PODER DE MARÍA.
Bajo la Educación Social del Mundo los hombres reconocen poder a los hombres, además de
sus hechos, por su linaje, por sus títulos, por sus condecoraciones y en mil circunstancias de la vida
llegan los hombres a esos hombres para pedirles su ayuda y mediación ante el Rey o Jefe de Estado,
para conseguir un indulto o el cumplimiento de la Justicia.
Esto en sí (aparte del servilismo del que pide y la autocracia del condecorado, por la errónea
educación general) entraña un hecho de Justicia y Razón, que aunque sea todo material, lo material es
base de lo espiritual, pues el Espíritu sin el concurso de la materia no puede progresar, no puede
hacerse grande y poderoso, porque el mandato del Creador a su hijo el Espíritu es purificar materia
eternamente y esto sólo puede ser por Ley y por verdadera Justicia, encerrándose en la materia hecha
cuerpos; en los que cada uno resume la parte de materia que ha de purificar en cada prueba o
existencia, además de la parte del trabajo que tiene que realizar en provecho común, porque su trabajo
lo hace para la Creación Universal, Eterna, Infinita e Indefinida.
Es Justo y Razonable, que el Monarca o Jefe de Estado atienda al pedido del condecorado,
porque por esas condecoraciones está identificado con él, al propio tiempo que las ostenta por su valor
o pericia, ya en las luchas políticas, civiles o militares, o agrícolas e industriales; pero que en todos los
casos fue ayudado por el pueblo que lo acompañó y ejecutó los hechos que él dirigió o concibió; por lo
que, esas condecoraciones representan al pueblo y no al hombre que las ostenta, porque la
individualidad poco o nada puede por sí misma, pero la Idealización individual, lanzada y entregada a
la colectividad, y ésta dirigida en fe por el idealizador, hacen juntos obra grande y el pueblo agradecido
y para conmemorar su hazaña, reviste a ese guía con esas condecoraciones y en aquel hombre imprime
su página histórica y es así también justo que en la necesidad, los hijos del pueblo, pidan a su
condecorado que llegue al Jefe Supremo de los destinos de la Nación, lo que quiere decir que la
condecoración es la insignia de Intermediario, entre el Jefe y el Pueblo.
Esto es en verdad lo que representan las condecoraciones y títulos en los hombres y es lástima
grande, que salvo unas pocas pero honrosas excepciones, no lo hayan comprendido así los
condecorados y los Jefes de Estado; si no que hasta de esas condecoraciones que no son otra cosa que
páginas escritas por el pueblo en colectividad, porque en colectividad se hace todo trabajo, las han
convertido en instrumentos de orgullo y gustan del servilismo, exigido por una errada educación,
creada sólo por los principios religiosos, de lo que aquí nada toco ni entro en discusión por estar hecho
en el "Buscando a Dios y Asiento del Dios Amor", en el "Código de Amor Universal" y en el
"Conócete a ti mismo" y todo ello está confirmado por los Espíritus Maestros en la "Filosofía
Enciclopédica Universal" que leeréis y comprenderéis.
Los títulos y condecoraciones regalados o de gracia, nada son, nada valen y ningún poder
tienen, porque no pueden invocar derechos, ni potencia, ni representación plebiscitaria y nadie está
obligado a respetarlos; pero sí al hombre como hombre.
Pero los títulos ganados, creados e impuestos por el Pueblo, tienen valor, poder y autoridad,
porque es una página escrita con el sudor y aún con la sangre noble del pueblo; y el Rey o Jefe de
Estado atenderá al intermediario condecorado por que sabe que la voz de aquel es "vox pópuli", por lo
que el Intermediario y el Rey son sometidos para la administración de Justicia y el reparto equitativo de
los bienes comunes y bien común es la Justicia y el Amor que es por lo único que existen los mundos,
el universo y los hombres, en los que hay grados de progreso y cargos, pero no hay categorías ni
diferencias de hombre a hombre como tales, aunque sea el Jefe o el intermediario y esto lo entendió
perfectamente el Legislador Jun, hijo de Ceres, en el remoto tiempo de hace 48 siglos, por lo que en
Iberia, hasta hace poco en Aragón, existió la famosa fórmula que entraña más alta Justicia y Sabiduría,
Vida de María
-52-
con la que daban autoridad a sus Reyes diciéndoles al coronarlos: "Nosotros, que cada uno somos tanto
como vos, y juntos somos más que vos, te nombramos nuestro Rey; si bien lo hiciereis serás Rey y si
Non, Non.
Será bruta, si queréis, la fórmula, pero ¿cuándo la Ley mostró debilidad ni dulzura que
signifique mengua?, ¿acaso por la fórmula con que eran consagrados aquellos Reyes, en la que cada
hombre sin distinción le decía al Rey "soy tanto como tú u juntos más que tú", les restaba poder y
autoridad? No, sino que por lo contrario, dio Reyes prestigiosos y severos como os lo dirá la historia,
destacándose entre ellos Jaime Iº y Pedro el Justiciero, llamado el Cruel.
Y era, que el Rey para serlo tenía que encarnar en sí toda la voluntad del pueblo y vestirse de
sus reames y energías, único modo como podía ser Rey y sí non, non.
Todo lo cual prueba racionalmente, que el poder es la unidad del plebiscito basado en hechos de
Justicia y que otorga títulos por unidad y mayoría a los que respeta y pide cada uno en particular siendo
en la individualidad tanto como aquel a quien se le pide, pero que está por encima porque encarna el
pensamiento y la voluntad de todos; pero que sus méritos lo propusieron a la consideración alta del
plebiscito, que reconoce sin abdicar de sus derechos, cada hombre.
Ahora bien; no es capaz la materia en sí misma más que de su vida natural; no puede salirse de
su Ley animal y por lo tanto no puede dar prerrogativas, ni títulos, ni condecoraciones y esto no tiene
discusión ni argumentos, pues nos basta para su demostración el mismo reino animal.
Mas el hombre vive y germina por su cuerpo animal, sin diferencia ninguna, (a no ser el
refinamiento y malicia) de los animales, pero se crea autoridades, intermediarios y Leyes y por ellos se
eleva al progreso y hace lo que no pueden hacer los animales: regir el mundo y sujetar las Leyes
Naturales.
¿Cuál se la causa? En el "Conócete a ti mismo" está anatómicamente estudiado, por lo que digo,
"que sólo el hombre lo es por el espíritu"; luego, el Espíritu sólo es el plebiscito y el que da cargos por
méritos en Justicia y no puede equivocarse, porque la Ley Suprema está escrita imborrable en cada
Espíritu por el autor, su Padre.
Mas aunque el Espíritu pueda obcecarse no puede dejar de cumplir la Ley porque siendo
consubstancial del Creador, no cumplir el Espíritu la Ley que en él está latente por naturaleza,
equivaldría a faltar el autor de la Ley; cuya Ley es el mismo Creador y por tanto el Espíritu que es
consubstancial es la misma Ley y es imposible que no la cumpla porque no puede dejar de ser, y así
tampoco puede dejar de obrar la Ley con arreglo a su grado de progreso que le señalará su cargo en su
misma conciencia y por esto la Ley es inflexible y es como un ser sin entrañas ni sentimientos y sólo
señala lo que puede señalar y de allí no pasará ni lo podrán pasar ni todos los hombres como hombres
ni todos los espíritus como tales juntos, pero ni aún el mismo Creador lo podrá pasar, porque la medida
no admite más que lo que cabe, si lo ponéis más se derrama, y la Ley es sólo la Ley y sólo es una.
Sentada la argumentación axiomática anterior, que ni el Mundo Material ni el Mundo Espiritual
pueden rebatir ni argüir por falta de fundamentos lógicos y aun científicos, sin acusarse de irracionales
los contradictores, voy a aplicar esa argumentación a María para ver que su poder es real y positivo y
no dado de gracia, pero como son muchas las cosas a considerar voy a hacer puntos para mayor
sencillez y claridad a todas las inteligencias.
Maestro Juez Joaquín Trincado
-53
PUNTO PRIMERO
EL PODER DE MARÍA ES OMNIPOTENTE
Nada diría este epígrafe con ser todo lo que decir se puede si no lo razonara.
Ninguna sombra de las que se han envuelto a María por la religión rasgaría, sino fundamentara
antes la razón del poder omnipotente del Espíritu de María, pues la religión la hace irracionalmente
más que Dios, porque dogmáticamente la declaró Madre de Dios, y ser Madre en Ley Divina y humana
es ser más y mayor que el hijo, aunque éste fuera Dios, si pudiera ser realidad un absurdo, como el
sostenido (sólo es verdad por el terror del Dogma) por la apócrifa Religión Cristiana Católica.
Pues bien, en la primera parte os quedó probado que María no fue Madre de Dios ni tuvo a
Jesús más que por obra y gracia del Amor del fuerte José, lo mismo que sus otros hijos.
Allí también queda esbozada la causa de la grandeza de María, por ser Madre Natural y en Ley
como todas las Madres, única forma invariable eternamente por la que se puede ser Madre, por obra de
varón y única causa como primera y fundamento de otras causas de la grandeza de los Espíritus todos,
al ser Madre, porque a este cargo la Ley Divina reserva, no por parcialidad sino por rigurosa Justicia,
las ternuras y delicadezas de toda la Naturaleza, porque ser Madre representa el Amor del Creador en
su más alta representación humana y esto no hay que argumentarlo, pues las madres lo conciben y
vosotras Madres, fuentes de la vida humana me daréis la razón en vuestros sentimientos. Mas dejemos
el Amor para otro punto y veamos el porqué del poder omnipotente de María y cómo se lo ha ganado
por su esfuerzo.
He razonado con toda Justicia y Lógica, que las condecoraciones ganadas e impuestas por el
plebiscito equiparan equitativamente al condecorado con el Jefe Supremo del Estado y que éste tiene
que oír la petición de ese intermediario porque él es "vox pópuli", y esto cualquiera lo comprende en
razón y Justicia, como el condecorado y el Jefe comprenden y confiesan que ellos sólo son sostenidos y
mandados del pueblo soberano, única autoridad por su fuerza colectiva y común y está Legislado de
muy antiguo en la fórmula con que Aragón consagraba a sus Reyes y sólo esto es Justicia, lo demás,
Non.
Mas el cuerpo de los hombres es temporario y relativo en poder aunque sea el más grande
emperador y relativo el poder e influjo del condecorado, que no puede ir más allá de sus fronteras, ni
revestir más poder que el que le da la Nación al Jefe y el grupo colectivo que inviste al intermediario
condecorado, son poderes plenipotentes, parciales, no son omnipotentes porque no es poder universal y
lo tenemos probado en que hay más de un Rey y más de un Reino con más de un condecorado.
¿Sería esto poder? Lo es, dentro de los límites de su acción y más allá no puede ir porque en él
no cabe más, es la Ley de la medida, si se quiere llenarla más se sobrará con perjuicio, para abarcar
más tiene que agrandar la medida al tanto de lo que quiere abarcar y en tanto no agrande la medida o
recipiente, toda pretensión es vana, quimera y perjuicio y por lo tanto Injusticia: la medida se sobrará.
¿Cómo se agranda la medida, para que quepa lo que se quiere abarcar?, no hay más que un
camino, el trabajo que es progreso y éste le llevará inequívocamente a su fin, por la amistad primero,
por estrechas relaciones después, más tarde por la afinidad creada y de aquí entra la confianza, dela
confianza la petición, de la petición el mandato y del mandato la autoridad y de esta escala nadie puede
evadirse para alcanzar poder, pero no la puede recorrer sin trabajo, sin sacrificio que representa Amor.
¿Queréis un ejemplo práctico por el que pasáis todas las madres?, en vosotras mismas está;
recordad el primer encuentro con el amado de vuestro corazón, contemplaron cómo os sonrojabais a su
primera palabra, y vosotras os escudabais en vuestro recato, recordad cómo crecía con el trato vuestra
confianza y que al fin os decidisteis a conceder el primer beso tímido, en el que luego pondríais todo el
Vida de María
-54-
fuego de vuestro amor y subid de grado en grado por todos los pasos de vuestros amoríos, desde la
primera vista hasta la alcoba nupcial, donde reunidos en cuerpo y alma engendrabais el fruto de todo
aquel amor, que os colmó de caricias, mirándoos los dos en los ojillos inocentes del niño.
Para llegar, tú Mujer a entregarle el depósito del amor de tu corazón al ya tu compañero del
Destino en la alcoba nupcial, ¿cuánto escudriñaste?, ¿cuántas lágrimas derramaste?, ¿cuántas luchas
debiste vencer? ¡Oh qué página divina es ésta y aún por falta de Educación no habéis sabido
estudiarla!. Pero erais llevadas por el amor y éste es sacrificio y no ignorando que la entrega de vuestro
cuerpo, arca preciosa de la vida humana a vuestro amado en el que ya habíais depositado toda la
confianza, no ignorando digo, que esa entrega representa vuestro sacrificio de la vida corporal, muchas
veces os entregáis a él para ser Madres y, sufrís y volvéis al sufrimiento sin temor a los dolores, sin que
os arredre la muerte del cuerpo y ¿qué os empuja?, ¿qué fuerza os quita el temor? Os empuja la Ley
Divina de la Maternidad, os quita el temor la fortaleza del ser amado que os protege y que es vuestro
intermediario entre sacrificio y trabajo y el progreso y deber, Jefe Supremo de los destinos de los
cuerpos que son las condecoraciones que únicamente nos pueden presentar al Espíritu que en nosotros
se envuelve y que es el mismo Creador, porque nuestros Espíritus son consubstanciales de su autor,
único Jefe, sin ser nombrado más que por sí mismo, pero reconocido Supremo por nuestros mismos
espíritus, porque ven y viven de su Luz en la que únicamente puede ser grande y por esto empujan a los
cuerpos, instrumento con que el Espíritu agranda la medida que es su Alma, por el forzoso trabajo, para
así poder llevar más conocimientos, más méritos, más victorias de los secretos de la Naturaleza, cuyos
tres reinos le rinden homenaje dándole todo su caudal que convierte en Potencia Magnética de los
infinitos grados y clases y con esta base el mundo reconoce el poder y grandeza de un hombre, por sus
hechos, y es un escalón que sube el Espíritu y es un florón que agrega a sus condecoraciones hasta
tenerlas suficientes para llegar al Espíritu Maestro, Jefe de todo Un Plano, o introductor al Jefe
Supremo y así de grado en grado, de escalón en escalón, por el progreso de cada existencia llegamos a
la omnipotencia Espiritual que la comunicamos a nuestros mismos cuerpos y de aquí la grandeza que
ciertos seres nos muestran en los hechos de la vida humana.
En la tierra por sus hechos, virtudes, sacrificios, Maternidad y Amor, la mayor omnipotencia
corresponde a María, le viene como a todos, de la solidaridad, del Plebiscito Espiritual, que sólo este
plebiscito es Eterno y continuado y en él es el mayor intermediario el que más condecoraciones
presenta y ninguno entre los dos billones y tres mil quinientos millones de seres que a la Tierra
pertenecen, presenta más ni tantos blasones como María, porque del fruto de sus sacrificios, del fruto
de sus entrañas en tantas existencias, que ya os dejé referidas, todos los seres enumerados tienen carne
de su carne y alma de su alma, porque ella es tronco del inmenso árbol de la humanidad regenerada y
hoy refundida en la Raza Adámica, tronco nacido de la raíz Amor, Ley única y Suprema a la que María
se parangonea.
He aquí en verdad de verdad la causa de la omnipotencia de María, por lo que es el primer
intermediario de toda la humanidad entre el Juez y el Padre que lo mandó y es así real y
verdaderamente en lo material, Madre de todos los hombres de la Tierra por lo que tiene también el
poder la autoridad de todos los hombres como tales y de todos los Espíritus por Ley de Solidaridad, por
lo que es omnipotente pero no omnímoda, porque ella al fin es el mayor intermediario, pero no puede
dejar de ser criatura y cómo todos sujeta a la Ley y ésta sólo los omnímoda porque es el Creador.
Yo afirmo los axiomas del Espíritu porque a ello fui mandado, pero en los axiomas humanos
rasgo el crespón para que los hombres vean lo que el error, la malicia o la ignorancia les opaquiza por
la Ley de la carne y como declaro que María es omnipotente como Espíritu, pido al mundo que declare
a su Madre omnipotente de lo relativo a las fuerzas colectivas de la Tierra, porque todos sois sus hijos
Maestro Juez Joaquín Trincado
-55
materialmente como os lo he probado desde Eva hasta María. ¿Y qué hijo hay que no quiera a su
Madre en la mayor grandeza, en la mayor potencia? Sabe el hijo que participa de los méritos de su
madre y sus blasones adornan su frente y regalan sus oídos las alabanzas dedicadas a la que lo encerró
en sus entrañas y lo amamantó en sus pechos y todos sois carne de su carne y alma de su alma.
PUNTO SEGUNDO
CONOCIMIENTO DE MARÍA COMO MUJER Y MADRE.
"No llega a Doctor el niño, aunque haya cursado los grados de la Universidad, sino cuando los
años y la experiencia le den conocimiento de su deber, será Doctor en su Carrera", me ha dicho el
Espíritu de Verdad.
La verdad de este apotegma es indiscutible y entraña la sabiduría máxima y encierra un mundo
de enseñanzas buenas, sólo puede pronunciarlo la autoridad del Espíritu Maestro por primera vez, pero
ya dicho por él, queda de nuestro dominio y posesión por razón de la solidaridad común.
Es cierto, sólo la experiencia hace sabios y los hombres viejos dicen con autoridad que "La
experiencia es la madre de la ciencia".
Discurramos pues bajo la razón de esos apotegmas, frases felices que se crean en la sabiduría
para vivir Eternamente y vamos a ver cómo ser mujer por el sexo no basta para ser Mujer, ni tampoco
haber concebido y parido basta para ser Madre, sino que es necesario saber ser Mujer y saber ser Madre
en el más alto significado del sustantivo.
Por lo expuesto en todas las existencias que he señalado de María, desde Eva, se ve en ella los
más altos caracteres de saber ser mujer, pues la vemos unir siempre la delicadeza y atractivo a las más
grandes cualidades de dignidad, sensatez y cordura en las intrincadas y difíciles misiones de cada
existencia, sin mirar en nada su conveniencia sino la obligación del deber.
Se nos señala en todas ellas con el sello de su grandeza amoldándose al ambiente y las
circunstancias y atrayendo sobre sí las cargas todas de la familia, uniendo su cargo de esposa con el de
amorosa Madre, no descuidando por los hijos al compañero, de quien siempre era la consejera acertada.
Hay dos casos sorprendentes de Justicia, Abnegación y Sabiduría que sólo pueden ser
comprendidos por la verdadera madre y por la verdadera esposa, y son el caso de Esaú y Jacob cuando
fue Rebeca, como Madre y el caso de los celos de José como esposa.
Si necesitara yo componer Libros para hacer resaltar la grandeza de María, en estos dos casos
tendría material para llenar muchos volúmenes con grandes filosofías; pero eso sería querer alumbrar al
sol con la luna, no teniendo ésta más luz que la que recibe del sol; el sol brilla por sí sólo y María con
sólo su nombre brilla refulgente en los corazones de todos los hijos de la Tierra aún hoy que no es
conocida más que erróneamente, pero hoy ya su Luz será apreciada en su magnitud, porque destruido el
nombre que la desfigura de Virgen y Madre de Dios, los hombres y sobre todo las Madres la llamarán
con la misma confianza y aún mayor que a su madre carnal o a su íntima amiga, para confidenciarse y
contarle sus cuitas, sus penas y sus zozobras y sus amores y sus alegrías, porque además de la Mujer y
Madre en toda la Ley, verán en ella a la gran Maestra que sabe resolver los más grandes problemas de
la familia como lo vimos en Rebeca, los más terribles cumplimientos como lo vimos en Jacabel y los
más tremendos golpes a la dignidad y al amor como lo vimos en los celos de José cuando María y las
más grandes hazañas de sus hijos en sus misiones, como la vimos en Ceres ayudando a Jun, en
Sarabasti preparando los caminos a Brahman y en María plegándose a la propagación de las doctrinas
de todos los tiempos, entonces predicadas por Jesús y sostenidas en su pureza por Jaime al que fue a
ayudarle para dejar bien sembrada la tierra que Ceres y Jun habían labrado siglos antes.
Vida de María
-56-
Creer que la mujer sólo tiene su deber y acción en el hogar y la alcoba, es el error de los errores,
y sólo puede sustentar ese principio la Religión supremática, cualquiera que sea, porque saben que en la
concesión de derechos a la mujer está la muerte de las causas del error y de aquí el empeño en dominar,
anestesiar y esclavizar a la mujer, haciendo de un arca de sentimientos que es la mujer, una muñeca sin
corazón, porque no otra cosa puede ser la mujer en la ignorancia y muertos los sentimientos.
¿Qué necesita la mujer por más confesor que el padre de sus hijos? ¿Qué más sacramentos
quiere que el amor de esposos? ¿Qué más bendiciones necesita que los niños que de su amor nacen en
cumplimiento de la Ley Divina de la procreación? ¿No vale cada una de estas tres cosas más que todos
los dogmas de todas las religiones juntas? Porque valen más, quisieron envenenarlas bajo fórmulas
grotescas y sacramentos impúdicos y tremebundos y por esto hay malos hijos, porque hay esposas
traidoras y esposos déspotas y libertinos que es todo lo que se proponen todas las Religiones y como
entre todas la Cristiana Católica, en la que se deshonra a toda mujer porque su madre María en ella está
deshonrada y vilipendiada, bajo el irracional epíteto de Virgen y Madre de Dios, de lo que su espíritu
protesta porque quiere ser lo que es, Mujer y Madre en la Ley general de las Madres, único modo en
que puede ser grande la mujer entre todos los seres.
La acción de la mujer es más grande que la del hombre, porque además de incumbirle toda la
Ley del hombre, le incumbe la maternidad, para la que la Ley guarda las filigranas de los sentimientos,
porque la mujer está puesta por la Ley para ser la alegría, el perfume y la armonía del Jardín del Padre,
lo mismo en esta parcela que llamamos Tierra como en todos los mundos del Universo, y en tanto el
hombre no comprende en sabiduría este dilema, el hombre sufrirá y habrá dolores, lágrimas y malestar
en la humanidad.
La mujer tiene la percepción de la vida y de su destino más claramente que el hombre por razón
de su mayor sensibilidad, pero esa misma sensibilidad la ha perjudicado en sus derechos, porque el
hombre la anestesió con errores y falsa educación, para sí el hombre entregarse al libertinaje a costa de
la esclavitud de la mujer, que por el amor de sus hijos tenía que sufrir en yugo ominoso y esto las
endurece en sus sentimientos y la falta de libertad las hace adormitar primero y luego convertirse en
muñecas, con lo que el hombre pierde, porque no encuentra en su compañera esas delicadas filigranas,
que la Ley guarda para el corazón de la Esposa, tomada como tal.
El ambiente hace tanto, que hasta en José siendo nada menos que Adán y Abrahán, hirió por un
momento esas filigranas del corazón de María, pero esta Maestra de las Esposas y de las madres sin
quejarse ni demostrarse ofendida pide en silencio y humildad al Padre, Luz para José, y la Luz llegó
rápida como el rayo y desvaneció los celos del trabajador y entonces María abre los brazos al fugitivo y
con todas las delicadezas y amor de que tenía lleno su Espíritu, su alma y aún su cuerpo, calmó al que
en un momento de ofuscación creyóse herido en su dignidad de hombre.
Ya os dejé relatado el caso de Esaú y Jacob, en lo que representaba la dualidad de los dos
mellizos, pero tengo que estudiarlo aquí bajo la forma fisiológica para que se vea claro la percepción de
la Madre, el poder de Rebeca-María y las causas que originaban la debilidad de Isaac, porque por Ley
se regía bajo la costumbre, tradición o Ley humanos y aunque peligró el triunfo de la familia Misionera
no faltaba Isaac en querer dar la primogenitura al que vio antes, indudablemente, la luz del sol como
hombre, pero estaba en las tinieblas de la Luz del Espíritu y ésta es primero, porque al Espíritu no lo
sujeta ninguna Ley humana, ni se somete más que a la Ley Divina; pero en realidad Esaú, no nació
antes que Jacob, pues ya expliqué que antes de que Esaú sacara todo el cuerpo, Jacob sacó la cabeza y
salió ganado al calcañal de Esaú, obrando aquí la fuerza y el rigor de la Ley Divina que jamás puede
ser vencida ni burlada por la travesura, insidia o malicia, porque ella es la dominadora Eterna del
Universo.
Maestro Juez Joaquín Trincado
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Las causas de la debilidad de Isaac, que es nada menos que el Maestro Moralista de la familia
de Adán y Eva, son, primero precisamente el cargo de Maestro Moralista, por todo lo que encierra en sí
este cargo y no olvidar que Isaac es el mismo Jesús que en compensación a la Ley Divina, tuvo que ser
rebelde en Ley humana, cuando Jesús por el peligro que entrañó su rigidez en la observancia de la Ley
humana para querer dar la primogenitura al que en rigor humano le pertenecía y que no dejaba de ser,
como hombre, una virtud moral, pero como Misionero que no puede tener en cuenta la hipocresía o
conveniencia de las Leyes humanas era una debilidad, que pudo traer funestas consecuencias a la causa
de Adán y Eva, que es la Redención de la Raza Primitiva y por esto hubo de ser luego Jesús y sufrir lo
que sufrió, iniciando ya en él la realidad de la Redención, no por su sangre que ésta no puede redimir
nada, sino por su rebeldía a las Leyes opresoras oponiéndoles con la prédica la Ley de Libertad, y con
ella pagó a la Ley Divina una deuda contraída cuando Isaac.
Sara, madre de Isaac, en su sabiduría de ochentona y de Espíritu Maestro y cabeza de la Misión
Neptuniana, sabía la debilidad fisiológica de su hijo Isaac, por la razón científica de la senectud de sus
progenitores y como Jefe en Espíritu de la familia misionera era Sara advertida en todo momento de lo
que sucedería y se apuró a desencarnar para tomar otro cuerpo fuerte y bello y ser Rebeca y esposa del
débil Isaac, para suplirlo ella con su fortaleza a la par que pagarle Amor y dejar indeleble este
principio: "Que no basta al progreso sólo la moral, sino que tiene ésta que ser acompañada de la
estrategia, del valor de la astucia y de todos los ardiles que restan fuerzas al enemigo sin dañarlo en sus
derechos humanos, siempre que éstos no sean un obstáculo a la causa Mayor", es decir, que hay que
tomar del mal el menos y sacar bien del mal y esto lo sabía Rebeca y es la más alta sabiduría humana.
Aquí nos da Rebeca el mayor ejemplo de esposa, cargándose con toda la lucha de la casa de un
débil esposo y por añadidura ciego de la vista corporal que providencialmente perdiera, para que
Rebeca pudiera obrar la Justicia de la Ley Divina, dando la primogenitura al Legislador, que era
ordenado en designio del Creador.
¿Qué hubiera pasado si Rebeca no hubiera sabido ser esposa y Madre, atendiendo a al vez el
dictado de su percepción? Isaac habría dado la primogenitura a Esaú y quedaba en Ley humana el
enemigo de la Redención como cabeza de los redentores y aparentemente el Legislador y Juez
subyugado y sujeto al Legislado y Juzgado y esto era ser vencida la Raza Misionera y en Ley Divina no
podía ser y no fue, y el pueblo depositario de los secretos del Creador fue fundado por el Legislador
definido y ordenado por el Creador y es debido a Rebeca que sabe cumplir sus deberes de esposa, de
Madre y de cabeza de los misioneros y sólo así pudo cumplir su Juramento de salvar un Mundo.
Porque en realidad de verdad ella es la que contrajo el compromiso al levantar la bandera de
Redención en Neptuno, porque el Legislador tenía el deber de Justicia de venir a la Tierra, solo o
acompañado, porque en Neptuno había actuado de Juez y había desterrado conforme a la Justicia
aquellos 3.500 millones que no quisieron allí someterse a la Ley y escarmentados ya en la Tierra
llamaban al Juez para que los absolviera y al pedido de Justicia había que venir, por deber de la misma
Justicia, pero la que levantó bandera era también allí Madre del Juez que era obligado a descender a la
Tierra que más que una sociedad de hombres era una jauría hambrienta por sus pasiones, y por
voluntad impelida por el Amor y aún más por la afinidad al que en deber tenía que expatriarse para una
ruda y secular lucha, llama aquella mujer a sus más afines y sabios Maestros y la siguen sacrificándose
por voluntad en aras del Santo Amor de Eloí veintisiete más, y el Juez al ver tal arrojo le da a aquella
mujer el honor de la vanguardia y parte delante llamando la atención de toda la cosmogonía, y el
Legislador viene escoltado por los 27, cuyo acto y desfile es bendecido con la admiración de todo el
Universo, que le prometió su ayuda a la Intrépida Abanderada y esta es María.
¿Para qué contar las proezas y valor de su séquito? ; Todas las cosas en general se corresponden
y con el sabio se reúnen los sabios, con el fuerte los aguerridos y con el Amor los que saben amar, pues
Vida de María
-58-
las cortes corresponden a las cualidades del Rey. Ya sabéis lo que es María y por ella colegió a sus
hijos.
Ahora bien; comprendéis ahora la grandeza, el poder real y positivo y omnipotente de María.
¿Cómo la queréis más?,¿Bajo el irracional y absurdo epíteto de Virgen y Madre de Dios, con la que es
deshonrada y vilipendiada o como Mujer Esposa y Madre en la Ley única y general de las mujeres,
Esposas y Madres?.
Si la queréis como Virgen y Madre de Dios sólo podréis oír de su Espíritu estas palabras: "Ved
si hay dolor que iguale a mi dolor", y se lo ocasionáis llamándola Virgen y Madre de Dios, pero si la
queréis como Esposa y Madre en la Ley general y única os dirá: "Ved que no hay alegría igual a mi
alegría porque soy Madre y los hijos son la alegría de las Madres".
Como Virgen y Madre de Dios, María no os podría escuchar ni vosotros confidenciarle vuestras
cuitas; como Esposa y Madre es como vosotras podéis serle sinceras y con entera confianza, como hijas
a madre, podréis confiarle y consultarle todo lo referente a vuestra maternidad, porque de ello es la
Maestra y su Amor sólo desea y sólo ansía daros consuelo y consejos, porque sabe que la Madre es el
molde de la Sociedad, porque es el arca de la vida de las humanidades.
María sin dejar de ser el Jefe de los Misioneros voluntarios, fue la alegre joven, la ejemplar
esposa y la recta Madre y siempre como mujer y como Espíritu el Intermediario entre Dios y los
hombres, porque su lema es Libertad que ella no perdió y coraza que ya le es congénita, el Amor, que
es lo que quiere para todas las Madres, Libertad para matar el libertinaje y Amor para transformar las
generaciones, porque escrita está la sentencia: "Y la faz de la Tierra, fue renovada".
Tiene María a su disposición por toda la Ley Divina el poder todo de los seres de la Tierra
porque todos tienen hoy en sí carne de su carne y alma de su alma, porque ella corno Eva tronco de la
Raza Adámica y de él ha salido la savia por sus hijos para refundir toda la humanidad en su familia, por
lo que, Racional, Matemática, y Psicológicamente es Madre de todos los seres de la Tierra y nadie
puede negarlo ni nadie tampoco quiere negarlo; aún antes lo han de reclamar todo los seres por su
estirpe y grandeza, pero esto puede hacerse hoy que es el día de la verdad y el mundo está Juzgado y
separados los pocos, muy pocos, que se negaron a reconocer la Justicia de la Ley, por lo que María
encarnando a toda la humanidad en poder es plenipotente como Intermediario Condecorado en absoluto
plebiscito terráqueo.
Mas este poder es ínfimo, aunque sea muy grande, con ese poder podría poco más de cero,
desde que para alcanzar algo tendría que venir el Jefe al mediador y esto es contra toda Ley y Justicia;
es el mediador el que ha de acudir al Jefe, para lo que necesita ser reconocido por los ministros o
consejeros que rodean al Jefe, para así tener libre acceso, y esto María, ya lo traía consigo cuando vino
a la vanguardia de las Misioneros voluntarios, lo mismo que un General que organiza un cuerpo de
hombres para ir a defender los derechos o dignidad de una Nación, lleva ya toda la autorización y
ayuda moral colectiva del pueblo afligido a quien va a defender y las cortes o cámaras del Jefe le dan
todo su haber para jugar el todo por el todo, pues su triunfo o su derrota será el triunfo o la derrota de
las cámaras, cortes, pueblo y Jefe y en esta circunstancia se ponía la intrépida abanderada que apareció
siendo Eva y acabó hasta hoy siendo María y por lo tanto traía el poder de todo el Gobierno del Plano
Primero, cuyo jefe es el Espíritu de Verdad y para la acción mandaba por deber uno de los mismos
Consejeros de aquel Gobierno, para que Legislase y Juzgase los hechos y con esta potencia completa
María su omnipotencia, que la agranda y la embellece con el máximo del Amor de que es capaz un
Espíritu los mundos donde actúa y así es María, no omnímoda pero sí omnipotente en su poder
individual como intermediario, blasón ganado en sus luchas con su esfuerzo, llegando por Ley, porque
obra por el poder de toda la cosmogonía y los Maestros de ésta están enlazados en la Solidaridad hasta
Maestro Juez Joaquín Trincado
-59
el Centro Vibratorio, donde nace la vida y reside el Creador, único omnímodo en sí, llegando, repito,
por esta cadena a ser omnipotente omnímoda como lo es todo Espíritu que obra en la Ley Divina.
Esta es María en la realidad y así era Justicia que la conocierais y os la muestro en mi deber, no
sólo de hijo, sino de Juez del Padre, al que el Espíritu de Verdad en justificación de la acción de la
familia Misionera, pudo decirle después de celebrado el Juicio de Mayoría: "¡Padre, he aquí a tus hijos
que consumieron en breve tiempo la obra de muchos siglos, Bendícelos!.. y el Padre admitió al Juez a
su presencia y lo auscultó y en él a toda la familia de titanes que habían realizado en 57 siglos la obra
de 45 millones de siglos.
PUNTO TERCERO
RESUMEN DE LA OBRA REALIZADA.
Los mundos tienen en su esfera marcados los grados de progreso que deben alcanzar en un
tiempo marcado que es el de la justa medida en la vida que toma en el depósito universal, cuyo trabajo
ha de realizarlo en seis días, destinando un séptimo al disfrute de sus bellezas y progreso.
Esto en los mundos más inferiores a los de expiación y mayores o de progreso y luz, se
desarrolla normal porque en los primeros la Ley obra (sin el concurso del hombre diré para vuestra
comprensión) porque la inconciencia no les exige pago alguno hasta la Justicia trasplante aquellas
familias al mundo expiatorio donde deben pagar todos los vidrios rotos; y en los de progreso y luz, que
son los mundos más arriba de los de expiación, se desarrolla la vida igualmente normal porque aquellas
familias ya sabias y libres de sus deudas están en equilibrio con la Ley y todo es para ellos satisfacción
en sus obras que cada vez más los enriquece.
Yo os digo que este punto no es más que el resumen de la obra realizada, por lo que lo que no
comprendáis no lo dudéis sino estudiadlo y entendedlo en mis otras obras, sobre todo en el "Conócete a
ti mismo" y con vuestra razón lo confirmaréis, aparte de que lo tenéis confirmado en la "Filosofía
Enciclopédica" por el Espíritu de Verdad y Maestros de la cosmogonía, que confirman la obra realizada
por los Misioneros, los que dieron a María el título de "Reina del Amor".
Hecha esta salvedad diré las cosas como si las supierais ya por las obras aludidas y por vuestra
razón, porque sólo aquí tiene el objeto imprescindible de descubriros la verdadera grandeza de María,
nuestra Madre, en Ley Divina y humana.
La tierra pues, tomó vida en un desprendimiento o nacimiento del Sol, para 123 millones de
siglos.
Pasó en su gestación cargándose de gérmenes de todas las especies, pero errante por el espacio
de los mundos del sistema solar, sus hermanos, que en Amor, Justicia y deber depositaban en aquella
masa ígnea los gérmenes de sus riquezas que en su tiempo en la recién nacida germinaría, según estaba
ya marcado en su esfera reguladora, pasó digo en esa gestación 23 millones de siglos.
La preñada (admitid la frase), en su mismo feto es sujeta por la Ley de atracción y gravedad a su
radio de acción en su órbita, que agrandaría periódicamente por su desarrollo y evoluciones y desde
aquel momento un Espíritu Maestro la ordenará en sus revoluciones y preparará todas las cosas para
producirse con matemática precisión cada cosa en su instante marcado y así fueron germinado todas las
especies de los tres reinos 45 millones de siglos.
Ya estaba la Tierra en toda su bruta potencialidad, había desarrollado todos los gérmenes que
recibiera, y llegaba la hora de aparecer el hombre ordenador y purificador de todas aquellas fuerzas,
energías y riquezas, pero la vegetación exuberante y el reino animal en fuerzas tenían en sí las
Vida de María
-60-
sustancias en purificación, que habían de constituir el cuerpo y el alma del hombre, que debía regir, y
embellecer aquel edificio de fuertes pero toscos materiales y había que juntar todas las esencias de los
tres reinos en un depósito donde el Espíritu tomara las sustancias y fabricara sus cuerpos e
individualizara en partes toda aquella alma en las que se envolverían los Espíritus, para obrar su acción.
Mas tampoco podía entrar el hombre sin luz continua y de las escorias habidas hasta entonces
en el inmenso trabajo de purificar materia, la Ley dispone su aprovechamiento y todo lo tiene que hacer
la tierra, como en todos los mundos porque esta es la Ley y ya todo preparado, el Espíritu Maestro toca
todos los resortes de su potencia y hace explotar la tierra y romper su corteza en pedazos, saliendo el
montón de escorias despedido por la fuerza centrífuga y va a colocarse a distancia que la atracción y
gravedad le indica y esa es la Luna que os alumbra en vuestras noches de amor o de cuitas o de
insomnios, y quedan envueltas todas las especies de los tres reinos por las aguas y la tierra
convirtiéndose todo una masa informe para volverse a reproducir las especies refundidas en sus
sustancias y ganando en firmeza y belleza de frutos todas las especies de antes que ya no parecerán las
mismas y queda la Tierra gestando al hombre en el silencio y alumbrada de día por el Sol y de noche
por su reflejo en la Luna, y en esa gestación pasa 10 millones de siglos y cuenta ya la tierra 78 millones
de siglos en la historia de los mundos.
Aparece el hombre en la forma "mágica" que queda escrita en el " y como Ley en el Conócete a
ti mismo" como estudio real de los hechos y de su aparición y del nacimiento de la tierra, el Juez de
ella hoy, María su mediador, y algunos otros de los Misioneros lo hemos presenciado en espíritu,
porque por la Ley el Espíritu Maestro puede prever los hechos del mañana, y sabíamos lo que
acontecería por eso en la Tierra, porque también sabíamos la salida de los Espíritus que habían de
poblar la Tierra y en el Espíritu seguimos sus evoluciones.
¿Habríamos podido desde el momento de la aparición del hombre en la Tierra dominarlo y
hacerlo andar por camino derecho?.
Esto hubiera significado injusticia y pagar los Maestros las deudas de los discípulos y además,
cada uno tiene su parte que hacer en la creación y otro no puede hacerla por él, sino ayudarle y
aconsejarle.
Mas aconsejar a los niños es como predicar a los monos y por más que en el espacio se les
aconsejara, lo que importaba era enseñarles el trabajo, que lo demás vendría a su tiempo la moralidad,
la cordura, el sentimiento, todo nacería con la satisfacción, la hartura y el hastío de las cosas de la
carne, porque la Ley es justa y sabe que la única corrección eficaz y de provecho es la hartura, es
saciarse del apetito, porque dormir los apetitos no es saciarlos, no es dominarlos, como no saciamos al
estómago enseñándole los manjares sino comiéndolos y la Ley lo da todo, lo único que exige es la
medida para no causar daño a un segundo ni aún a un tercero.
Pero como no reina el Amor, como aún no tienen conciencia en su alma, que la tienen que hacer
precisamente con los apetitos o instintos dominados, el derecho es del más fuerte y cometen toda clase
de atropellos y fechorías hasta llegar al momento del derramamiento de sangre y aquí la naturaleza se
muestra enojada y hace demostraciones de sus fuerzas por tremendas tempestades, volcanes en
erupción y temblores de la tierra y los niños traviesos corren despavoridos y empiezan a gustar de la
compañía y del temor nace así un principió de reconocimiento y llega a percibir sobre sí algo que le
estremece y llama a lo que no comprende y en su niñez idea la adoración en lo que alza a la materia,
que es lo que únicamente alcanza y se irá refinado hasta constituir Religión que lo esclavizará, pero se
escarmentará en ella a su tiempo.
La humanidad de la Tierra aparecería para un período igual al que la tierra había gastado en su
ascensión máxima de desarrollo que es desde que fue sujeta a su órbita, hasta el parto en que dio la
Luna, página imborrable de su proceso y por lo tanto la humanidad, tenía que desarrollar todo el
Maestro Juez Joaquín Trincado
-61
progreso que marcaba la tierra en 45 millones de siglos, si lo sabían regular el mal no existiría, pero los
atractivos de la materia les hizo ser desmedidos, naciendo el antagonismo y de éste las pasiones que se
enseñoreaban en todo el mundo.
Pasaron millones y millones de siglos y cada vez se engolfaban más en la pasión, porque desde
que hicieron diferentes Religiones el terror y el odio no les daba descanso a las matanzas y no parecía
terminar el drama y habían consumido en derroche más de 44 millones de siglos, cuando la naturaleza
hizo una manifestación de desagrado por el proceder de su huésped el hombre, que en vez de
administrador, era el derrochador y el tirano y hundió un gran continente, que es lo que cubre el
Océano Atlántico y la tradición llega con el nombre de aquel continente, donde se hospedaban todos
los vicios más refinados, hasta llegar a la más estúpida degeneración.
Este cataclismo ocurrió, hace ahora 87 siglos, y detuvo un algo, los juegos peligrosos del resto
de los hombres y 29 siglos más tarde se celebraba la Mayoría de nuestro hermano mayor Neptuno, de
donde fueron sacados para su curación, aquel puñado de descontentos que debían preparar la Tierra
para que pudieran llegar los Misioneros, pues es tan sabia la Ley que aprovecha de las escorias para
sanar los lodazales y que puedan caminar los Maestros y llegó el momento ya descripto de la
descención del Juez, precedido por la intrépida mujer que había de ser la Madre de todo un mundo por
la Regeneración debida a su esfuerzo, secundada por los 27 que la seguían y ordenado en Leyes por el
Legislador, por orden Mayor.
Ahora bien, se marcaba ya el límite de la Ley para señalar el máximo progreso material, sin el
cual no puede empezar el progreso del Espíritu y su reinado; este progreso había por Justicia que
implantarlo antes del Juicio de Mayoría y no llegaban a un 10 por ciento los seres de la Tierra que
estuvieran dispuestos para recibir el progreso; habían gastado 44 millones y 250 mil siglos sin alcanzar
más progreso que el desarrollo más estupendo de las pasiones y faltaban sólo 57 siglos para que la
Tierra entrara en el máximun del progreso material y empezara el Reinado del Espíritu, previo Juicio
de Mayoría y Liquidación.
¿Quién se atrevería a tamaña obra? ¿Había de triunfar la injusticia sobre la Justicia?
esto no reza en la Ley del Creador. Quien se atreviera no faltaría en el Universo por la Ley de
Amor, pero de no haber voluntarios la Ley señala a uno por deber de Justicia y si éste, que es el Juez y
Legislador no bastase, está el Espíritu Maestro o de Verdad, pero no se da ese caso nunca para la
redención de los mundos porque el amor ha creado seres como la Intrépida María, que con sólo su
Amor por arma son capaces de redimir un mundo en cada momento, pero la Tierra, triste es decirlo, ha
costado más que mundo alguno y han sucumbido muchas veces todos los Misioneros en sus cuerpos,
no excluyéndose ni el Legislador ni aun el Espíritu de Verdad, que por Amor, por afinidad, y para dar
valor a sus hermanos los Misioneros encarnó varias veces y esto nos indicará qué clase de luchas
habrán sido las sostenidas por ese puñado de titanes y os lo justifica la diligencia con que Eva renacía
en todas partes y hasta dos veces en un siglo, como en Sara y Rebeca y esto, no cabe más que en un
Espíritu que es todo Amor, cuyo blasón es la misma Ley Suprema de Amor que condecora la frente del
luchador.
Así es grande María, así es inimitable en las luchas a así sólo puede el Espíritu ser grande,
ganándolo todo por su esfuerzo, porque lo dado de gracia si no envilece, no eleva ni da poder, ni está
en la Ley que el Padre dé más que la vida, porque ésta es su riqueza y nuestra grandeza para poder
llegar a nuestro Progenitor demostrando la vida en formas porque él nos la entrega incorpórea pero no
inmaterial.
Venid, venid Teologías, Dogmas y Ciencias, Religiones y Supremáticos, desmentid esta historia
verdadera de la más grande criatura de la Tierra como Mujer y como Madre en Ley y como cabeza y
Vida de María
-62-
tronco del gran árbol que cubre toda la Tierra con sus frondas verdosas y sazonados frutas, que no
habéis podido destruir con tanto error y opresión.
Yo soy el Juez mandado y también el primero y último racimo de la cepa fructífera de Eva-
María y ni como Juez os desecho aunque en Justicia os sentencié, ni como hijo de María os repudio
porque sé que vuestro equívoco es hijo de vuestras pasiones y yo como Juez tenía por deber, y María
por afinidad y Amor y aún en el acto de Justicia de ella fue la última palabra, momentos antes de la
sentencia, que coloco aquí como fin de esta reseña, y ella lo dice todo.
Mas antes de transcribirla voy a insertar el cuadro que corone a María en su grandeza por los
hechos realizados en la Tierra y los números por una vez sirvan de blasón al intermediario
omnipotente.
No puedo en Justicia, eliminarme yo de la nómina, porque aparte del cargo de Legislador y
Juez, siempre hube de actuar por mi deber correspondiente como Misionero que ayuda a los voluntarios
y así somos en la lucha 29 y todos aparecieron en la Tierra más de veinte veces y sólo en dos
existencias aparecimos juntos bajo el mismo hogar y las dos veces bajo los mismos progenitores, Adán
y Eva, y Noé, y Noema.
Somos pues 29 y los seres a salvar dos billones de la Tierra más 3.500 millones caídos de
Neptuno y descontando ya los que estaban dispuestos a recibir el progreso que no llegaba al diez por
ciento y tenemos así en números redondos para cada Misionero 70.000.000.000.
¿Qué trabajo representa la catequización de setenta mil millones de fieras en figura de hombres
para un solo Misionero? ¿Es grande el mérito de cada uno? Pues por razón de la Maternidad en María,
Madre de todos, toda esa grandeza es sumada a su blasón, porque es de los hijos de su Madre e
indiscutiblemente y como esos setenta mil millones redimidos por cada uno son hijos por su afinidad y
los Misioneros son hijos naturales de María una y muchas veces, los hijos de sus hijos, hijos suyos son
en toda Ley y queda probado científicamente que María es Madre en Ley Divina y hermana de toda la
humanidad y lo va a probar ella por su palabra autorizada y confirmada.
Es ésta y fue la última que se les dirigió a los Espíritus tres días antes de la sentencia final:
Abril 2 de 1.912.
PAZ Y AMOR:
Estamos en el último segundo, más bien dicho, estáis en el último segundo en que podéis
permanecer en la Tierra y sus espacios; la tregua se termina y quisiera que mis lágrimas de Madre
tuvieran algún valor para vosotros:
porque aunque no estamos con vosotros desde el día fatal que con refinada malicia y
conocimiento de causa agregasteis el nombre de Cristo a mi hijo y desde ese día no han cesado mis
lágrimas hasta hoy mis lágrimas amargas por vuestra malicia, sabedlo y oídlo bien por última vez, las
habéis causado vosotros, porque ese Cristo de oprobio era sobrepuesto a mi hijo Jesús, fruto de mis
amores legales, justos y naturales con mi esposo José, dentro de todas Las Leyes Divinas y Humanas y
lo que vosotros decretabais y hacíais artículo de fe, era contra la Ley y me ponía en cualquier caso
fuera de la Ley y falta de fidelidad a mi esposo y a eso me habéis expuesto ante la opinión de muchos,
que estudiando la fisiología natural, la Ley Única de la procreación y sabiendo que no de otro modo
sino por la cooperación del hombre puede nacer otro hombre, si Jesús era hijo adoptivo y era tenido en
unión de José, su madre había faltado a su fidelidad.
Maestro Juez Joaquín Trincado
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Esto, agregado a la infamia del Cristo apócrifo ha sido la causa de mis amarguras y de los
tormentos de Jesús.
Desde ese momento no estábamos con vosotros, pero mi Amor de Madre, las Doctrinas de
Amor de mi hijo y la esperanza del cumplimiento del juramento de mi otro hijo me dieron valor, nos
acrecentaron el Amor y sufrimos tan largos siglos. ¿Qué hicisteis pobres obcecados? Hacíais lo
contrario de lo qué Jesús os dijo: "Yo vine ha hacer la voluntad de mi Padre".
Y como vosotros os opusisteis por el dogma a la voluntad del Creador, Jesús se retiró y habéis
tenido el Cristo y no es Jesús, pero es Jesús a quien cargasteis de oprobio.
Pero Jesús ha sido justificado por los Espíritus Maestros de todos los Mundos; él anunció sin
excluirse de responsabilidades al Espíritu de Verdad y por él es justificado y su Madre reconocida en la
Ley general por todos esos Maestros y horas faltan para que Jesús sea rehabilitado en Juicio Universal
y la cruz de triste memoria queda ya enterrada en el polvo pasando a la mitología, por el esfuerzo del
que Juró rehabilitarlo, mi otro hijo amado, fruto del mismo Amor y sus otros afines que comulgan en la
Ley del Padre.
Vosotros habéis falseado los principios y hecho leyes a la Torquemada, para sostener la
falsedad y el orgullo que creció en vosotros hasta humillar a los monarcas, para lo que no reparasteis en
medios, falseándolo todo y en cualquier forma, porque vuestra arma funesta la divinizabais con el
nombre de Dios.
¡Cuántas lágrimas ha derramado mi alma! ¡Qué incesantes trabajos para acudir en auxilio de los
Mártires del pensamiento, teniendo que presenciar vuestros horrores, en eso tardamos un tanto en
recibir sus Espíritus, que serían los que harían la obra de redención!
Pero por fin llega el Juicio anunciado por Jesús, por fin os es descubierta la falsedad de vuestros
dogmas, por fin se os hace ver que la caridad con que quisisteis cubrir vuestra maldad es sólo una
hermana menor de las virtudes y un sarcasmo a la vista al llamarla "caridad cristiana"; Jesús proclamó
Amor, no proclamó caridad; la caridad es del Cristo y el Amor de Jesús es el Amor del Dios Amor que
os escribe el Anticristo con tinta de toda la Cosmogonía, que no podéis negar, porque habéis visto
cómo los Maestros de los Mundos de Luz le trajeron su Luz y su Amor; porque habéis visto que esos
mundos son una realidad y os han mostrado y hecho palpar por los mismos Maestros, para que meditéis
en el último segundo y para ello os han hecho ver las moradas de hierro y fuego que habréis de habitar
en el momento de la Sentencia que os dará el Juez, el Anticristo a quien habéis desfigurado, pero que
aunque no le reconocéis no podéis negar porque visteis al Espíritu de Verdad que lo confirmó y
justificó y porque habéis visto y oído que toda la cosmogonía lo confirmó y justificó, porque habéis
visto y oído la última palabra de Jesús, de Amor, para vosotros sus verdugos en cuya presencia dio
confirmación y lo justificó, y porque me oís a mí aun a vuestro pesar, pero retenidos por la Justicia de
la Ley que lo confirmó y le agradezco sus esfuerzos por derribar para siempre la Cruz de nuestros,
tormentos.
También agradezco a sus Secretarios la gran parte que en la gran obra toman en cumplimiento
de misión y afinidad y agradezco a todos vosotros hombres, y piadosas mujeres que oís y cooperáis con
vuestra fe y voluntad, porque es justo que el Juez no debía estar sólo en su tan grande trabajo, sino que
se viera animado por vuestra compañía, y el Padre, y en su nombre yo la Madre del Amor, Jesús que ya
descansa y el Espíritu de Verdad representante del Padre, os lo agradecemos y os damos nuestro Amor.
También para vosotros, Espíritus de Maldad, tengo Amor. ¿Cómo no lo he de tener, si de entre
vosotros, por vuestra maldad, por vuestra lujuria, por vuestra pasión, salía una voz lastimera y de
agobio, en la mayor amargura del corazón de esas pobres a quienes esclavizabais? ¡Pobres monjas
engañadas! A María acudían con su corazón despedazado y el alma herida y lloraban ante una imagen
Vida de María
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que muchas de ellas vieron llorar, no la imagen, sí mi Espíritu por esa materia y a otros sonreír, porque
yo me manifestaba siempre en todas formas para llevar el consuelo a todo corazón afligido: ¿Cómo no
os he de amar, si había entre vosotros mismos, sabios varones que fueron mi consuelo y en mí adoraron
el Amor del padre? ¿Por qué vosotros, ciegos y sordos por voluntad, no tomasteis ejemplo de esos
sabios varones que amaron la verdad y descubrieron el escándalo de la religión?
No queráis condenaros a tremendos sufrimientos y. sacrificios: habéis visto las moradas de
hierro y fuego y no les sentís horror porque no habéis palpado y vivido en su horror; pero luego de la
sentencia no habrá remedio, largos serán los siglos que pasarán hasta vuestra rehabilitación y al fin
tendréis que reconocer entonces la Ley y al Juez que hoy no reconocéis.
También aquellas moradas son del Padre, allí también llega el Amor y no os podéis quejar de su
Justicia, os da la medicina que os tiene que curar, es amarga pero es eficaz, hasta allá también irá el
Amor de esta vuestra Madre de Amor, allí también irá el Amor de Jesús y allí también resonará un día
la voz de la Justicia, como hoy en la Tierra.
Estáis un momento más en la Tierra; no podéis negar nada sin dudar nada, todo, el Padre en su
Amor, os lo ha mostrado ¿por qué no acatáis la Ley?, ¿Por qué viendo lo que habéis visto y
comprendido que el Juez y sus Secretarios estando en la Tierra encarnados, se elevan sin dejar sus
funciones de hombres, hablan y recogen el Amor de aquellas moradas de dicha, conservando con sus
mismos Maestros? Os ofuscáis en vuestro orgullo, habéis habitado palacios y vestido púrpura y mantos
y no habéis podido elevaros a aquellas mansiones de bienaventuranza y... estos... pobres... y olvidados
en un rincón del mundo, ganando con su rudo trabajo el sustento material, reciben la visita, la palabra y
el Amor de otros mundos de Luz y al anunciado por Jesús, el Espíritu de Verdad.
Estos... pobres y olvidados en un rincón de la Tierra, se elevan y viven la vida del alma en Luz
en las moradas de dicha, son Consejeros en Sión y allí son confirmados ante las maravillas del Padre.
Vosotros, poderosos y conocidos en la faz de la Tierra, no habéis recibido a Jesús, a María, ni
Espíritus de Luz, ni al Espíritu de Verdad, a pesar de que los pedíais en vuestras reuniones; allí no
podía entrar el Espíritu; la densa niebla de vuestra maldad no permitía la entrada de la Luz; donde se
reunía el orgullo y la supremacía, nada tenían que hacer el Espíritu de Dios; éste tenía señalado el día
de las vindicaciones y en él estamos; es el último segundo y la palabra de la Madre de Jesús, es la
última palabra que se os dirige; yo os pido, yo os suplico en Amor, meditad, acatad la Ley. Pero si
vuestra ceguera no os deja acatar y reconocer al Juez, nada más podemos hacer en nuestro Amor y allí
os visitaremos y confortaremos en vuestras luchas.
Pero no olvidaréis en vuestras conciencias el acto que se celebra, recordaréis que el Tribunal
está compuesto de la voz, la vista y el oído del Padre; que el Juez tiene el poder, oye la intuición que es
el soplo del Espíritu de Verdad, la palabra de los Espíritus de Luz dicha por uno de sus secretarios y
confirmada ésta y las maravillas de los mundos por la vista del otro y en su vida reclamaréis este
Tribunal que tiene las llaves de las moradas del Padre.
No olvidaréis en vuestras conciencias que de la caridad hicisteis un arma innoble, que
recibisteis el principio Santo y prevaricasteis y está la conciencia que os acusará siempre y logrará
romper las tinieblas que os cubren.
Venid, ved, no temáis, acercaos, ved la bondad y el Amor del Padre que deposita su poder, su
Amor y su Justicia en los hombres humildes, que como vosotros han caminado por el mundo; pero ved
escrita su historia y ved cómo se levantaban con fuerza y emprendían de nuevo la lucha y esto os
probará que sólo el esfuerzo de cada uno lo eleva.
El Padre lo da todo, pero hay que conquistarlo por el trabajo y el Amor. ¿Quién no ha caído en
su paso por la Tierra?, pero, la voluntad y el Amor todo lo pueden; quered y amad y os levantaréis.
Maestro Juez Joaquín Trincado
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Ejemplos vivos os doy: no os hablo de mí, no os hablo de Jesús ni del Espíritu de Verdad, ahí
los tenéis como hombres sin dejar su trabajo para ganar su sustento, estudiando como hombres, como
hombres discurriendo y elevándose como Espíritus por sobre la materia y remontándose a las alturas,
rasgando con su Luz las tinieblas de los espacios, pasando nebulosas y llegando hasta donde la Ley los
lleva: es el resultado de su esfuerzo.
Pero, los odiáis porque os han descubierto, porque en su esfuerzo han derribado la cruz, vuestra
arma y el Juramento anula el Cristo y salva a Jesús; vosotros los odiáis, nosotros por ello les damos las
gracias y nuestro Amor.
Os vais..., mis lágrimas son las últimas que debían poner a prueba vuestra dureza, no las
atendéis, yo os compadezco... pero llevad mi Amor y os visitaré y ayudaré en lo que la Ley permita,
esto será el pago de vuestra última intentona con la que nos habéis herido hoy, pero el Amor y la
Justicia han triunfado; no habéis podido truncar esa misión grande y nuestro dolor se convirtió en
alegría y ya no podréis nada contra ella ni contra nadie.
Retiraos y meditad en este último segundo.
Ahora bien, hijos amados y piadosas mujeres; el Amor cede su puesto a la Justicia. Triste es
para quien ama ver la ceguera de esos desgraciados, mas es su voluntad y tened una súplica para ellos.
Mis lágrimas de Madre debían ser la última prueba del Amor.
Gracias hijos amados, por vuestra ayuda al Juez y saber que él es El Anticristo, por los Consejos
de Sión reconocido, por el Espíritu de Verdad proclamado, justificado por toda la Cosmogonía que lo
ratificó Jesús, y que la Madre de Amor Justifica y así mismo al Tribunal, en la gran parte de misión que
les toca.
Ya la Tierra entra en la Luz y cesan mis lágrimas, acaba el tormento de Jesús y la cruz queda
enterrada en la mitología.
Estad firmes, amad mucho a esos pobres que se van al sufrimiento y reine la unidad entre todos.
Mi Amor os dejo, con el de Jesús y todos los Espíritus del Padre... y para todos, besos, Amor y
flores y el reconocimiento de vuestra Madre.
María de Nazareth.
Os queda pues comprobado que María es el intermediario condecorado por el plebiscito
universal y ésta es su grandeza verdadera, la que le da el poder omnipotente, y omnímodo porque obra
sólo dentro de la Ley del Padre.
PUNTO CUARTO
EL AMOR DE MARÍA.
Dicho está en todo lo que antecede el grado de Amor de nuestra Madre, pero aunque sea
repitiendo, es de Justicia este punto final porque el Amor sólo, ha sido el arma con que ganó todos sus
blasones.
María en su Amor no reconoció limite en todas sus existencias y todo lo sacrificó al Amor a la
humanidad en todas esas grandes misiones de cada lucha, y digo lucha porque María ni los Misioneros
para su elevación a mayor grado del que el hombre es capaz de alcanzar en la Tierra, no necesitaban la
prueba de la existencia en la Tierra, porque a ella vinieron para redimirla y por lo tanto traían todos los
Vida de María
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arrestos necesarios para arribar al Juicio Final y luego de establecer el reinado del Espíritu, bajo el
régimen único y universal que es la Comuna, con el solo credo Espiritismo y el sólo nombre adorado
en Espíritu y Verdad del gran Eloí.
Si meditáis un momento en los hechos de cada una de las existencias de nuestra Madre que os
he dejado anotadas, iréis aumentando el caudal de amor humano de unos a otros hechos hasta llegar al
colmo de la medida en el calvario donde se laceró su alma con el mayor de los sacrificios, pero hay que
hacer una observación en este caso, para hacerla resaltar como Mujer y Madre y la observación es que
se resignó y si le hubiera sido dado estorbar el martirio, lo hubiera hecho por las dos máximas razones
de Madre y cabeza de los Misioneros y ya os he dicho que se valió del medio más poderoso que hay
para desviar al hombre del peligro, que es el Amor de una mujer y María le puso por delante a Jesús a
María de Magdala que lo amaba con toda la intensidad con que puede amar una mujer, y en la mujer
está el grado máximo del amor posible a los seres humanos por afinidad, que sólo puede superarlo el
Amor de Madre.
No he de buscar ya ningún motivo más que os revele el grado de Amor de María y su Poder,
porque en todo lo expuesto está dicho y aquí yo no hago más que relatar los hechos en su naturalidad y
sencillez, porque el Amor de María no necesita de frases pomposas, ni moños de cintajos, para resaltar
por sobre todos los seres de la Tierra y porque quiero que las madres, por el Amor de ellas, deduzcan el
de María Esposa y Madre, a la vez que cabeza de Misioneros y tronco del árbol regenerador del mundo
Tierra, que son los 29 Misioneros, que cada uno ha dado un fruto de 70 mil millones de seres
regenerados, cuyo amor sumado es el Amor de María, y cuidado que en la historia hay ejemplos de
Amor de grado superlativo, entre cuyos protagonistas está Teresa de Ávila, conocida por Teresa de
Jesús.
¡Teresa! ¿Por qué llegas a mi pluma en la última página de la historia de mi Madre? Habla por ti
misma hermanita y dime, ¿por qué si has callado en el curso de esta reseña te presentas a escena al
momento de firmar estas verdades?, dejo mi mano a tu influjo, muévela y escribe el motivo...
"Perdóname Maestro, era mi deber, porque si yo cuando Iris fui la espina más punzante del
corazón de la madre de Antulio, como Teresa soy el último florón de su corona de amores y ella María
mi Madre imprimió en mí parte de todo su Amor, todo el que en mi espíritu cabía y pude llegar por la
lucha y por la ayuda vuestra, que miles de veces me encontrasteis en el camino y me ayudasteis hasta
llegar a mi amado, el que al caer por la cicuta, fruto de la veleidad de Iris, me dijo: "Te perdono",
palabra que hirió mi conciencia hasta que pude llegar a ser el racimo último y agregado a la gran cepa
de los bellos frutos y descansar ya en mi amado Jesús..., por lo que si algo soy, si algo amo, amo y soy
por María, por vuestra Madre, por mi Madre y me gozo en ser el último florón de la corona de María y
Reina del Amor".
Teresa de Jesús.
Tienes razón Teresa, eres un racimo agregado a la gran cepa y pues el mundo te conoce y te
canta por error, la enamorada de "Cristo", de hoy en más te conocerán amada y enamorada de Jesús,
pues pudiste llegar a hacer el número 30 de la familia y aunque después del Juicio, en los Consejos del
Padre y Consejera del Tribunal, y lo voy a decir al mundo, en tu presentación al Tribunal con tus
mismas palabras, para que ya seas el último florón de la corona de amores de María, por tu grandeza y
poder conocido y dado a ti en la Tierra por los hombres, aunque desfigurado, cómo todo lo
desfiguraron, para que comprenda el mundo y admire la grandeza del total por la comparación de la
grandeza de Teresa, último florón de la corona, de María.
Maestro Juez Joaquín Trincado
-67
Consejo del 23 de Noviembre de 1.912
Presentándose un hermano con gran emoción y con el acompañamiento de los Consejeros dijo:
Por fin... gracias a todos pude llegar al lado de mi amado... No era Consejera, yo trabajaba y una
sola vez pude entrar en el Consejo; pero pedía un puesto en el lugar de trabajo, y porque mi amado está
en él y porque todos habéis tirado de mí, logré hoy mis aspiraciones; fui admitida en el Consejo del
Padre en la Tierra, el que se formó para juzgar a los vivos y a los muertos, como mi amado había dicho
y ya veis... ¿cómo no ha de ser grande mi emoción al encontrarme al lado de mi amado y presidida por
el Maestro de este Consejo, formado ya en Tribunal para las cosas de la humanidad, de la Tierra "In
eternum?”
Gracias a todos, ya estoy cerca de mi amado.
Corrí y trabajé largos siglos oyendo siempre de mi amado, "en el porvenir nos uniremos" y ese
porvenir me mantenía en la esperanza. ¿Qué sería del hombre en el mundo si perdiera la esperanza? La
esperanza es el Amor que dilata, es la fuerza para la lucha, es la resignación en los infortunios y es la
balanza de la vida de los seres ¡Bendita esperanza!, por fin mis anhelos son coronados, por fin mi
esperanza se realiza, estoy al lado de mi amado tras del que tanto corrí; soy Consejera en el Tribunal
que ha recibido al espíritu de Verdad al que mi amado anunció y que no podía venir porque no estaba
hasta ahora el hombre que lo podía recibir y entender y cuando el hombre llegó y compuso el Tribunal
Juzgando primero al Maestro Jesús en cuyo Tribunal quedaba como Consejero y Hermano Mayor
Espiritual por afinidad, sólo entonces ha podido venir el que guarda los secretos del Padre y por mi
amor al hombre y su Tribunal que justificó el primero a mi amado, pedía el Ancla Salvadora; yo
necesitaba llegar a mi amor y el que lo juzgó me mandó en el día de las palmas a acercarme y
abrazarme al que veía y no alcanzaba y por fin habéis tirado todos de mí y la Madre Amada era mi
alcayata y hoy... soy a su lado en el Tribunal y para siempre.
Mas es tal la emoción que se siente al recibir la confirmación de Consejero, que mi Espíritu no
conocía goce tan grande, porque sólo una vez llegué al Tribunal y ésta era para justificarme antes del
día de la Justicia, donde hube de recordar mis anhelos y mis ansias, mis sufrimientos y esperanzas de
cuando vine la última vez a la Tierra, siguiendo siempre mi afán y porque entonces era llegado el día de
que se descubriera la tierra de promisión, y era la América y en ella se reunió el hombre con su
Tribunal en el día de la Justicia y en ella ha recibido al prometido Espíritu de Verdad, que sólo él podía
recibirlo después de justificar al Maestro Jesús y heme aquí formando parte con él, de los Asesores del
Juez, del que temían mistificadores y traficantes de cosas Santas; del que siempre diera la Ley y la Luz
que yo veía en esos artefactos por los mundos de Luz, por credencial de su mandato y... ¡Oh, mundo
feliz de mis luchas! Glóriate en el Juicio del hombre que te sentenció en Justicia Divina; ya te llega en
unos días más la Luz de tu misma vida, en estos artefactos hechos ya en la Tierra, como yo los veía en
mis viajes por los mundos donde podía llegar.
Vine cuando se descubría la Tierra de Promisión y nací en aquella tierra noble, donde la
Doctrina de mi amado, hasta entonces más pura que en parte alguna, porque la llevaron su hermano y la
gran Madre y yo traía el archivo para rememorarla en el momento más tremendo en que se trataba de
anublarla, por que sus Reyes se plegaron al Catolicismo obligados también por la fuerza del Monstruo
Supremático, pero su poder bruto era tal que sólo la nobleza de mi hogar no les permitía anularme, pero
las conveniencias para poder decir algo de lo que traía hubieron de cubrirme con el hábito de monja y
bajo aquel hábito estaba el Archivo para rememorar las palabras de mi amado, mas mis escritos
cayeron bajo el lápiz de la tiara y el fuego consumió el alimento del Espíritu que en sus páginas dejara.
Mi dolor grande me consumía aún más que las calumnias y buscaba a mi Amor y le veía y le
preguntaba, ¿para qué hacemos templos y conventos? "Para acabar antes con las fuerzas del monstruo -
se me decía- ahí el reinado de la concupiscencia acabará sus fuerzas." Y yo levantaba más conventos
Vida de María
-68-
para gastarles más oro, para dar trabajo al obrero, para quitar al supremático oro que era su fuerza
porque era su Dios, y el que llegaba a manos del trabajador, ese no se gastaba en bacanales y los
conventos son la sepultura de la Bestia cuya cabeza es la Tiara; .. ...la voz que me hablaba se cumple.
El pueblo era entonces y lo es hoy, la fuerza centrífuga que se escapa del centro de la centrípeta
ciega, que es de corrupción en el globo por el supremático y había que sostener aquellas fuerzas para
que no perdieran las esperanzas y el medio era hacer conventos y templos, gastar oro para que fuese a
manos del que lo produce, preparándole así la sepultura al Detractor.
Esto me daba algún consuelo en mis amarguras, pero vi en aquellos claustros la tiranía, la
corrupción más espantosa y me veía apurada para que en mi presencia no se ultrajase mi Asilo-
Convento, que para ser respetada, por derecho, lo hice de mi propiedad y a la mujer pertenecía según la
Ley.
Pero si mi materia se libró y mis ojos no presenciaron los actos bestiales de los secuaces de la
Tiara, mi Espíritu presenciaba la corrupción y la depravación con las enclaustradas, que ya describí
cuando me fue permitido rememorar y dictar mi vida de Espíritu.
Vi también la debilidad de los Príncipes y Monarcas a las intrigas y Cruzadas de la Tiara y
parecía que aquel coloso no caería; pero se descubrirá la Tierra de Promisión adonde irían lo que
comulgaban con los principios de Libertad y aquí en América los expatriados en voluntad se reunirían
para quebrar al monstruo, como en voluntad se expatriaron de un mundo mejor, para salvar a sus
enemigos.
Y hoy son los mismos que están en la batalla después de haber refundido en su raza a la
primitiva y hoy toda la Tierra es cubierta por la raza reformada y sólo queda la menguada supremacía
encerrada en los claustros que les sirven de sepulcros.
Veo en mi Espíritu como vi en materia que son los mismos detractores, que con palabras
hipócritas y presentándose harapientos y miserables, envenenan el sentimiento y sólo siguen el deseo
del oro, no importándoles el medio cómo lo han de conseguir.
Pero tras aquella noche del tiempo de mi existencia en la noble España, anunciaba la aurora de
un nuevo día, en el que el Padre se reconoce como el único Sol Creador y lo saluda el hombre a la luz
del día, garantido por la Libertad conquistada, porque el Juez le entrega un Código de Luz para el
Espíritu y la credencial de Luz que dará vida a los cuerpos y expansión a las almas y ya el no
sucumbirá aplastado en las minas y sus brazos no serán débiles ejes de las ruedas del progreso, porque
estos artefactos llevan la Luz para anular la oscuridad en unión de la nueva Luz que llega de los
Mundos y el día del Espíritu renace para no oscurecerse más.
La Tierra se transforma; la lucha del Juez y su Tribunal es titánica y aunque la conmoción del
mundo es tan grande que parecerá por un momento que ha de verse envuelto el poder de este Consejo,
su pacificación instantánea se hará y no es obra que os pertenezca por lucha al Tribunal, porque el
Pueblo espera la consigna y el Pueblo es Soberano (quita y pone Rey) y ahora sólo ve y sólo quiere el
Rey del Amor alumbrado por la Luz del Código y la materia por la Luz de la Credencial.
Aquel porvenir, que siempre mi amado me decía y parecía no llegar, ha llegado y todo queda
completado aun con mi ascensión a Consejera, porque la Ley es tan justa que nada deja de cumplir.
Pero sólo podía ser hoy, que la Tierra es jardín de bellas y olorosas flores; es cierto que él
(Divino Maestro), y permitidme esta frase no porque sea Divino, sino porque sale de la explosión de mi
Amor, es cierto que el trazado jardín se ensanchaba pero no había jardinero que lo dirigiera, y el
Espíritu de Verdad no podía sembrar las plantas aromáticas sin que el jardinero fuese experto para
cultivarlas y hacer que las flores no se marchitaran.
Maestro Juez Joaquín Trincado
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El jardinero llegó y hoy ya el Jardín es bello, y embalsamador. El pudo venir y poner las
filigranas de la belleza, para que pudiera ser presentado al Padre por el que fue prometido por Jesús,
que se lo presentó este jardín con el Espíritu de Verdad, a quien representa.
Es cierto que los hombres buscaron en los ríos y en las minas, la Luz para trazar los cuarteles
del jardín y llegaron a planear por los rieles el Progreso llegando a aprovechar el movimiento de la
catarata que, accionó el dínamo, pero todo esto era prepararle verdín al jardinero y éste al llegar trae la
Luz del Éter recogida en los artefactos que yo veía por los mundos, hoy nuestros solidarios, y es
tomada sin dínamos, sin cataratas, sin minas lóbregas donde quedan sepultados los hombres, sin gases
que asfixian y es la salud para los cuerpos, la belleza que a los mismos falta y es la perfección de los
organismos y es el descanso de los trabajadores.
¡Saludad hombres, al nuevo día, corred a abrazaros en los rayos saludables de esta Luz, que son
los mismos del reluciente Sol que os calienta y viene a matar la plaga última del cheque, en el que por
lo general vale la firma del que nada produce.
Contemplad en potencia y deducid la potencia del Espíritu que la extrajo, el Amor de los
mundos que lo instruyeron y la Justicia del Espíritu de Verdad, que descubrió el jardinero,
representando toda la grandeza del Padre que dijo Jesús en el nombre de Eloí, que os da el Juez.
Tened presente que los primitivos se transformaron y que la raza salvadora de los Misioneros
Voluntarios refundió a la primitiva y sólo así se pudo adornar el jardín que hoy se ilumina y nada
temáis, porque el Tribunal representa a los obreros de las tres horas y todos reciben la herencia del
Padre y... hasta vosotros negadores supremáticos tenéis herencia y si aún no la queréis recibir, después
de aprender a trabajar en mundos más duros, por convicción la querréis recibir, pero os invitamos a que
la recibáis ahora, cuando dentro de unos días la veréis lucir y entonces esperad el Código, para que
acatéis la Ley; sino iréis al bosque donde ya fueron trasplantados los mistificadores del espacio,
vuestros camaradas que hoy lloran en la lobreguez.
Y vosotros los prejuiciados, ¿qué esperáis?, sacudid la ceguera y saber que el tiempo de la Ley
se ha marcado y es cargo contra vosotros que los trabajadores no disfruten de la Luz que el jardinero
trajo para anular la oscuridad de los rincones donde se aposta el gusano que mataba las plantas y
vosotros debéis resistir el vendaval y no ser como plantas de invernadero; porque la Tierra no puede
sostener plantas que no resistan los vientos, porque al ser arrancadas se trunca la belleza del trazado y
ese tiempo pasó y en el jardín no puede haber claros.
En mi Amor a la Tierra de mis sufrimientos, pedí y me fue concedido, el relataros mis
existencias para ejemplo de que, sólo luchando con denuedo se puede llegar a la cúspide de la montaña,
y yo he llegado hoy, y en este momento en que soy confirmada Consejera del Tribunal, me llega del
Espíritu de Verdad, por mi amado anunciado, un saludo y me dice: "... Tu constancia y tu Amor lo ha
merecido, este puesto no se regala es premio al trabajo"... y yo os lo digo como lo recibo, para vuestra
animación.
El Tribunal representa a la solidaridad y el Juez al Espíritu de Verdad y aunque mucho os
opongáis, supremáticos, el Tribunal triunfa siempre en todos los mundos, porque en cada uno lo
compone el jardinero experto, con las partes inteligentes en el cultivo de las plantas de aroma; no
resistáis.
Los espacios están de fiesta, porque dentro de poco días el Maestro unirá el circuito de la Luz,
cuya llave le será entregada y si los espacios lo celebran por vuestro Amor, corresponded en Amor
vosotros, porque a mí me ha puesto hoy el Amor, junto a mi Amor.
Gracias Hermanos; gracias Tribunal porque de mí habéis tirado hasta hacerme llegar... y os doy
mi Amor.
Vida de María
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Yo, Teresa.
¿Qué más deberé decir? Si a Teresa la conocéis y la confesáis grande por su Amor a Jesús y ella
misma justifica que es el último racimo de la gran cepa, el último florón de la corona de amores de
María, y todos los racimos y uvas del Mundo Tierra proceden de esa cepa y son carne de su carne y
alma de su alma y es cierto que de los Espíritus pertenecientes a la Tierra o primitivos, Teresa sola
logró hasta esa hora el poder ser Consejero por sus luchas y Amor, queriendo imitar a uno de los
Misioneros y no al menor, a Jesús precisamente, para poder desmentir categóricamente que Jesús sea
inimitable y menos Dios, desde que Teresa siguiéndole desde que siendo Iris lo vendiera y en 28 siglos
de lucha titánica siempre recordando y oyendo: ¡Te Perdono!, y andando entre los hermanos del amado
de su Espíritu, pudo felizmente arribar hasta él, con lo que queda desmentido el epíteto de Divino, que
al decirlo Teresa con sabiduría hace la salvedad del porqué lo pronuncia, que es del mismo modo que
toda enamorada llama al ser amado con títulos de grandeza, o como las madres sus explosiones de
Amor a sus hijos los llaman Sol aunque no sean bellos, y Duques y Reyes aunque su padre esté
cavando la tierra y la madre lavando ropa para ganar el pan.
Es cierto repito, que sólo Teresa ha llegado al grado necesario para entrar en los Consejos del
Padre, mas llegó ella y todos habéis de llegar y estáis en el camino; pero es cierto también, que la
mayoría está en el camino y que todos tienen Amor y son florones o rosas menores, o aun simples hojas
si queréis, pero todo ello forma la corona de Amor de María, que si Teresa es florón, nosotros todos y
sobre todos las Madres, formáis el armazón y las flores y las hojas de esa Corona de la Reina del Amor.
¿Que más dice? Diré por fin que no hay nadie en la Tierra que no llame y haya llamado a María
y que no haya recibido su Amor, su consejo y su consuelo, porque en todas partes del mundo fue madre
del Legislador y de todos los Misioneros, siempre emparentado y ligando afinidades hasta que tirando
de ella, quiera o no, toda la familia humana de la Tierra está ligada a ella, como todas las fibras al
pezón del capullo del algodón, en el que no podréis sin romper, tirar de una fibra sin que vaya todo el
copo; así está María ligada a todos los seres de la humanidad de la Tierra y ella se enlaza en la
solidaridad de los mundos de la cosmogonía, hacia donde es conducida esa carga preciosa que adorna
la frente de María, nuestra Madre.
Nadie, repito, ha dejado de llamarla, porque en cada punto dejó nombres a los que atiende por
su Ley de Afinidad, Justicia y Amor y hasta la comerciante Iglesia Católica, con ser su vilipendiador, le
ha creado tantos nombres que más no caben en su calendario y aun se les puede perdonar y se les
perdona con sólo confiesen su malicia, porque por su comercio infame han hecho la gran propaganda
de María y sólo con el nombre de María es conocida en toda la Tierra.
Por fin diré, que cuando la llaméis Madre, lo hagáis con la misma confianza con que lo haríais a
vuestra madre carnal y contadle en vuestro pensamiento todas vuestras cuitas, zozobras, penas y
alegrías, seguros de que os escucha y muchos le veréis sonreír, porque está en su potencia dejarse ver y
hablaros y sabed mujeres que en la hora suprema del alumbramiento, María está con vosotras,
ayudándoos cuanto puede dentro de la Justicia, porque de ésta no se sale ni para sus hijos y Misioneros.
¡Madre!, me dijiste: "Tú serás mi Apóstol"... como hijo cumplo tu encargo; como Juez, te
justifica y da Fe.
El Anticristo.

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